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UNIVERSIDAD MARIANO

GALVEZ DE GUATEMALA

Susan Violeta Zeceña Morales

Derechos Humanos

Lic. Marco Efrain Trejo

Carnet: 5013’20’14230
CARTA DE NACIONES UNIDAS

La Carta de las Naciones Unidas, el instrumento constitutivo de las


Naciones Unidas fue firmada el 26 de junio de 1945. La misma
delinea los derechos y las obligaciones de los Estados Miembros, y
además establece los órganos principales y procesos de las Naciones
Unidas. La Carta es un tratado internacional que codifica los
principios básicos de las relaciones internacionales que van desde la
igualdad soberana de los Estados a la prohibición del uso de fuerza
en cualquier forma inconsistente con los propósitos de las Naciones
Unidas. La Carta fue el documento fundacional para la Agenda 2030
y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los cuales son por sí solos
herramientas para avanzar en los valores adoptados en la Carta de
las Naciones unidas. Las universidades, al entender el valor de la
Carta de las Naciones Unidas, pueden emplear herramientas
educativas para cumplir con los principios establecidos en el
documento e inspirar además a sus estudiantes para que además los
promuevan.

Acerca del Centro: La Universidad J.F. Oberlin en Japón, es el


centro de referencia de la UNAI para esparcir y difundir el espíritu
de la Carta de las Naciones Unidas a nivel global a través de las
instituciones educativas. Su fundamento ideológico es fomentar a
ciudadanos globales con base en valores cristianos. Como tal, busca
la formación de individuos que serán capaces de entenderse unos a
otros y lidiar con toda serie de circunstancias bajo un espíritu de
cooperación, sin importar cuál sea la situación. Como centro de
referencia sobre la Carta de las Naciones Unidas, la Universidad J.F.
Oberlin publicó un libro de texto sobre temas de desarme bajo los
auspicios de la UNAI, titulado ‘Camino a la Paz: Para la
Construcción de una Cultura de Paz’. El libro incluye entrevistas
con Joseph Rotblat, Bernard Lown y Jody Williams, todos ellos
ganadores del Premio Nobel de la Paz. La universidad espera que el
libro pueda ser usado en muchos países como una herramienta para
el aprendizaje global que permita motivar a la juventud de la
próxima generación a trabajar y vivir en armonía como ciudadanos
del mundo.
PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS
ECONOMICOS, SOCIALES y CULTURALES:

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la


Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de
diciembre de 1966
Entrada en vigor: 3 de enero de 1976, de conformidad con el artículo
27,
Preámbulo
Los Estados partes en el presente Pacto,
Considerando que, conforme a los principios enunciados en la Carta
de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo
tienen por base el reconocimiento de la dignidad inherente a todos
los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e
inalienables,
Reconociendo que estos derechos se desprenden de la dignidad
inherente a la persona humana,
Reconociendo que, con arreglo a la Declaración Universal de
Derechos Humanos, no puede realizarse el ideal del ser humano
libre, liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen
condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos
económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos
civiles y políticos,

Considerando que la Carta de las Naciones Unidas impone a los


Estados la obligación de promover el respeto universal y efectivo de
los derechos y libertades humanos,
Comprendiendo que el individuo, por tener deberes respecto de otros
individuos y de la comunidad a que pertenece, está obligado a
procurar la vigencia y observancia de los derechos reconocidos en
este Pacto, adoptadas y los progresos realizados para lograr el
respeto general de los derechos reconocidos en el presente Pacto.

CARTA DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS


ESTADOS AMERICANOS (A-41).

Reformada por el Protocolo de Reformas a la Carta de la


Organización de los Estados Americanos "Protocolo de Buenos
Aires", suscrito el 27 de febrero de 1967, en la Tercera Conferencia
Interamericana Extraordinaria, por el Protocolo de Reformas a la
Carta de la Organización de los Estados Americanos "Protocolo de
Cartagena de Indias", aprobado el 5 de diciembre de 1985, en el
decimocuarto período extraordinario de sesiones de la Asamblea
General, por el Protocolo de Reformas a la Carta de la Organización
de los Estados Americanos "Protocolo de Washington", aprobado el
14 de diciembre de 1992, en el decimosexto período extraordinario
de sesiones de la Asamblea General, y por el Protocolo de Reformas
a la Carta de la Organización de los Estados Americanos "Protocolo
de Managua", adoptado el 10 de junio de 1993, en el decimonoveno
período extraordinario de sesiones de la Asamblea General.

CARTA DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS


AMERICANOS *

EN NOMBRE DE SUS PUEBLOS LOS ESTADOS


REPRESENTADOS EN LA IX CONFERENCIA
INTERNACIONAL AMERICANA,

Convencidos de que la misión histórica de América es ofrecer al


hombre una tierra de libertad y un ámbito favorable para el
desarrollo de su personalidad y la realización de sus justas
aspiraciones;
Conscientes de que esa misión ha inspirado ya numerosos convenios
y acuerdos cuya virtud esencial radica en el anhelo de convivir en
paz y de propiciar, mediante su mutua comprensión y su respeto por
la soberanía de cada uno, el mejoramiento de todos en la
independencia, en la igualdad y en el derecho;
Ciertos de que la democracia representativa es condición
indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región;
Seguros de que el sentido genuino de la solidaridad americana y de
la buena vecindad no puede ser otro que el de consolidar en este
Continente, dentro del marco de las instituciones democráticas, un
régimen de libertad individual y de justicia social, fundado en el
respeto de los derechos esenciales del hombre;
Persuadidos de que el bienestar de todos ellos, así como su
contribución al progreso y la civilización del mundo, habrá de
requerir, cada día más, una intensa cooperación continental;

Determinados a perseverar en la noble empresa que la Humanidad


ha confiado a las Naciones Unidas, cuyos principios y propósitos
reafirman solemnemente;
Convencidos de que la organización jurídica es una condición
necesaria para la seguridad y la paz, fundadas en el orden moral y en
la justicia, y
De acuerdo con la Resolución IX de la Conferencia sobre Problemas
de la Guerra y de la Paz, reunida en la Ciudad de México.

CONVECIÓN SOBRE LA ELIMINACION DE


TODAS LAS FORMAS DE DESCRIMINACION
CONTRA LA MUJER:

Convención sobre la eliminación de todas las formas de


discriminación contra la mujer.
Adoptada y abierta a la firma y ratificación, o adhesión, por la
Asamblea General en su resolución 34/180, de 18 de diciembre de
1979
Entrada en vigor: 3 de septiembre de 1981, de conformidad con el
artículo 27 (1)

Los Estados Partes en la presente Convención,


Considerando que la Carta de las Naciones Unidas reafirma la fe en
los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el valor de la
persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres.
Considerando que la Declaración Universal de Derechos Humanos
reafirma el principio de la no discriminación y proclama que todos
los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y
que toda persona puede invocar todos los derechos y libertades
proclamados en esa Declaración, sin distinción alguna y, por ende,
sin distinción de sexo.
Considerando que los Estados Partes en los Pactos Internacionales
de Derechos Humanos tienen la obligación de garantizar a hombres
y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos económicos,
sociales, culturales, civiles y políticos.
Teniendo en cuenta las convenciones internacionales concertadas
bajo los auspicios de las Naciones Unidas y de los organismos
especializados para favorecer la igualdad de derechos entre el
hombre y la mujer.
Teniendo en cuenta asimismo las resoluciones, declaraciones y
recomendaciones aprobadas por las Naciones Unidas y los
organismos especializados para favorecer la igualdad de derechos
entre el hombre y la mujer.
Preocupados, sin embargo, al comprobar que a pesar de estos
diversos instrumentos las mujeres siguen siendo objeto de
importantes discriminaciones.
Recordando que la discriminación contra la mujer viola los
principios de la igualdad de derechos y del respeto de la dignidad
humana, que dificulta la participación de la mujer, en las mismas
condiciones que el hombre, en la vida política, social, económica y
cultural de su país, que constituye un obstáculo para el aumento del
bienestar de la sociedad y de la familia y que entorpece el pleno
desarrollo de las posibilidades de la mujer para prestar servicio a su
país y a la humanidad.
Preocupados por el hecho de que en situaciones de pobreza la mujer
tiene un acceso mínimo a la alimentación, la salud, la enseñanza, la
capacitación y las oportunidades de empleo, así como a la
satisfacción de otras necesidades.
Convencidos de que el establecimiento del nuevo orden económico
internacional basado en la equidad y la justicia contribuirá
significativamente a la promoción de la igualdad entre el hombre y
la mujer.
Subrayado que la eliminación del apartheid, de todas las formas de
racismo, de discriminación racial, colonialismo, neocolonialismo,
agresión, ocupación y dominación extranjeras y de la injerencia en
los asuntos internos de los Estados es indispensable para el disfrute
cabal de los derechos del hombre y de la mujer.
Afirmando que el fortalecimiento de la paz y la seguridad
internacionales, el alivio de la tensión internacional, la cooperación
mutua entre todos los Estados con independencia de sus sistemas
sociales y económicos, el desarme general y completo, en particular
el desarme nuclear bajo un control internacional estricto y efectivo,
la afirmación de los principios de la justicia, la igualdad y el
provecho mutuo en las relaciones entre países y la realización del
derecho de los pueblos sometidos a dominación colonial y extranjera
o a ocupación extranjera a la libre determinación y la independencia,
así como el respeto de la soberanía nacional y de la integridad
territorial, promoverán el progreso social y el desarrollo y, en
consecuencia, contribuirán al logro de la plena igualdad entre el
hombre y la mujer.
Convencidos de que la máxima participación de la mujer en todas
las esferas, en igualdad de condiciones con el hombre, es
indispensable para el desarrollo pleno y completo de un país, el
bienestar del mundo y la causa de la paz.
Teniendo presentes el gran aporte de la mujer al bienestar de la
familia y al desarrollo de la sociedad, hasta ahora no plenamente
reconocido, la importancia social de la maternidad y la función tanto
del padre como de la madre en la familia y en la educación de los
hijos, y conscientes de que el papel de la mujer en la procreación no
debe ser causa de discriminación, sino que la educación de los niños
exige la responsabilidad compartida entre hombres y mujeres y la
sociedad en su conjunto.
Reconociendo que para lograr la plena igualdad entre el hombre y la
mujer es necesario modificar el papel tradicional tanto del hombre
como de la mujer en la sociedad y en la familia.
Resueltos a aplicar los principios enunciados en la Declaración sobre
la eliminación de la discriminación contra la mujer y, para ello, a
adoptar las medidas necesarias a fin de suprimir esta discriminación
en todas sus formas y manifestaciones.

CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL


NIÑO:

Convención sobre los Derechos del Niño

Adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General


en su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989.
Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990, de conformidad con el
artículo 49.
Preámbulo
Los Estados Partes en la presente Convención:
Considerando que, de conformidad con los principios proclamados
en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en
el mundo se basan en el reconocimiento de la dignidad intrínseca y
de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la
familia humana.
Teniendo presente que los pueblos de las Naciones Unidas han
reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del
hombre y en la dignidad y el valor de la persona humana, y que han
decidido promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro
de un concepto más amplio de la libertad.
Reconociendo que las Naciones Unidas han proclamado y acordado
en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los pactos
internacionales de derechos humanos, que toda persona tiene todos
los derechos y libertades enunciados en ellos, sin distinción alguna,
por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o
de otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición.
Recordando que en la Declaración Universal de Derechos Humanos
las Naciones Unidas proclamaron que la infancia tiene derecho a
cuidados y asistencia especiales.
Convencidos de que la familia, como grupo fundamental de la
sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos
sus miembros, y en particular de los niños, debe recibir la protección
y asistencia necesarias para poder asumir plenamente sus
responsabilidades dentro de la comunidad.
Reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de
su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente
de felicidad, amor y comprensión.
Considerando que el niño debe estar plenamente preparado para una
vida independiente en sociedad y ser educado en el espíritu de los
ideales proclamados en la Carta de las Naciones Unidas y, en
particular, en un espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad,
igualdad y solidaridad.
Teniendo presente que la necesidad de proporcionar al niño una
protección especial ha sido enunciada en la Declaración de Ginebra
de 1924 sobre los Derechos del Niño y en la Declaración de los
Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General el 20 de
noviembre de 1959, y reconocida en la Declaración Universal de
Derechos Humanos, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (en particular, en los artículos 23 y 24), en el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (en
particular, en el artículo 10) y en los estatutos e instrumentos
pertinentes de los organismos especializados y de las organizaciones
internacionales que se interesan en el bienestar del niño.
Teniendo presente que, como se indica en la Declaración de los
Derechos del Niño, "el niño, por su falta de madurez física y mental,
necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida
protección legal, tanto antes como después del nacimiento",

Recordando lo dispuesto en la Declaración sobre los principios


sociales y jurídicos relativos a la protección y el bienestar de los
niños, con particular referencia a la adopción y la colocación en
hogares de guarda, en los planos nacional e internacional; las Reglas
mínimas de las Naciones Unidas para la administración de la justicia
de menores (Reglas de Beijing); y la Declaración sobre la protección
de la mujer y el niño en estados de emergencia o de conflicto
armado.
Reconociendo que en todos los países del mundo hay niños que
viven en condiciones excepcionalmente difíciles y que esos niños
necesitan especial consideración.
Teniendo debidamente en cuenta la importancia de las tradiciones y
los valores culturales de cada pueblo para la protección y el
desarrollo armonioso del niño.
Reconociendo la importancia de la cooperación internacional para el
mejoramiento de las condiciones de vida de los niños en todos los
países, en particular en los países en desarrollo.

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