Está en la página 1de 2

IGLESIA DE DIOS

Altar familiar
Tema: EL ABANDONADO
Cita: Salmos 22: 1-8

I. Introducción
A. C. H. Spurgeon comentó sobre el principio de este salmo
1. “Este es clarísimamente el salmo de la cruz”
2. “Es una fotografía de las horas más negras de nuestro Señor”
3. “¡Oh!, que por la gracia podamos acercamos y contemplar esta magnífica
visión”
B. David oye la última palabra de esta frase dicha en la cruz
1. “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Sal. 22:1; Mt. 27:46; Mr. 15:34)
a. Esta palabra desde la cruz fue profetizada antes de que Jesús la dijera
b. “Hasta qué aflicción extrema fue llevado nuestro Señor” (C. H. Spurgeon)
2. “Dios abandonado por Dios, ¿quién puede entenderlo?” (Martín Lutero)

II. Cuerpo
A. Cristo fue abandonado para que nosotros nunca lo seamos
1. Este es un clamor a su Padre fiel
a. “Dios mío, Dios mío”
b. Nuestro Padre anhela oír nuestro clamor durante los días sombríos
2. Este es un clamor que pregunta: “¿Por qué?”
a. Todos pasamos por tiempos de cuestionamiento
b. Jesús entiende nuestros tiempos de cuestionamiento
3. Hay ocasiones en que nos preguntamos si Dios realmente se interesa por nosotros
a. ¿Se pregunta usted si Dios se interesa por usted?
b. Nuestro Señor sabe cómo se siente usted
4. Podemos estar seguros de que Él nunca nos abandonará (He. 13:5)
B. Cristo sufrió solo para que nosotros nunca estemos solos
1. “¿Por qué me has abandonado?”
a. Cristo tomó el lugar de los pecadores, separados de Dios
b. Él llevó todo el castigo que merecían los pecadores, incluso el abandono
2. Este grito profetizado se hizo desde la oscuridad del Calvario (Mateo. 27:45)
a. ¡Qué aterrador es estar solo en las tinieblas!
b. Nuestro Salvador, solitario y sufriente, soportó las tinieblas que nosotros merecemos
3. Compare esto con sus promesas para los días sombríos
a. “No os dejaré huérfanos...” (Juan 14:18)
b. “...he aquí yo estoy con vosotros todos los días” (Mateo 28:20)
C. Cristo sufrió el oprobio para que nosotros pudiéramos ser redimidos
1. “... yo soy gusano... oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo” (Salmos 22:6)
2. “Todos los que me ven me escarnecen...” (v. 7)
3. La humillación de Cristo aseguró nuestra salvación (Filipenses 2:5-8)
a. Él perdió su reputación por nuestra redención
b. Él murió en la cruz para que nosotros pudiéramos tener vida eterna

III. Conclusión
A. ¿Cómo responderá usted a un amor así?
B. ¿Quiere usted vivir para el que murió por usted?

También podría gustarte