Está en la página 1de 1

.

Novena a San Lorenzo


Aprende a Orar / Novenas

Por: n/a | Fuente: parroquiaicm.wordpress.com

Por la señal de la santa cruz...

Acto de Contrición para todos los


días

Señor mio Jesucristo, Dios y hombre


verdadero, me pesa de todo corazón
de haber pecado, porque he merecido el infierno y he
perdido el cielo, pero sobre todo porque te ofendí a ti, que
eres bondad infinita, a quien amo sobre todas las cosas.
Propongo firmemente, con tu gracia, enmendar y evitar las
ocasiones próximas de pecado, confesarme y cumplir la
penitencia. Confío en que me perdonarás, por tu infinita
misericordia. Amén.

Oración a María Santisima para todos los días

Oh Reina de los ángeles y de los hombres, Purísima


Virgen María, la más bella, encantadora y tierna de todas
las criaturas hechas por Dios!

En Vos no hubo doblez, ni odio, ni engaño, ni calumnia, ni


injusticia de ninguna clase, porque Dios quería a su Madre
el ser más perfecto, para que nosotros sus hijos, imitando
su manera de vivir, lleguemos a ser como ella.

Te damos gracias, ya que por Vos hemos recobrado la


amistad de Dios que perdieron nuestros primeros padres
en el Paraíso Terrenal.

Te alabamos porque Dios te escogió para ser su Madre y


Madre nuestra.

Bendita seas porque en tu vientre purísimo Dios se hizo


hombre para estar muy cerca de nosotros y de nuestros
problemas.

Te rogamos Purísima Señora que nos enseñes a conocer


verdaderamente a tu Hijo Jesucristo; a profundizar su
Palabra que apasiona grandemente a quienes con
sinceridad la meditan y la ponen en práctica.

Haz Señora, que cada día de esta Novena, aprendamos a


comprender, amar y respetar y amar a nuestro prójimo.
Amén

(Se rezan 3 Avemarías en honra a María Santísima, [una


como hija del Padre, una como Madre del Hijo y una como
esposa del Espíritu Santo])

Oraciones Final para todos los días

Concédenos, Omnipotente Dios y Señor que se apaguen


en nosotros las llamas de nuestros vicios, así como
concediste al Bienaventurado San Lorenzo que venciese
el fuego de sus tormentos, por Jesucristo, Señor nuestro,
que contigo y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos
de los siglos. Amén.

Oración

Dios nuestro que nos propones seguir como ejemplo a


San Lorenzo, ayudanos ante todo a imitar sus virtudes,
amar a Cristo y su palabra, amar como a nuestro pan de
cada día y amar a nuestros hermanos y junto con eso, por
su intercesión concédeme, si es tu voluntad, la gracia que
te estoy pidiendo.

Se ha sabido que jamás alguien que ha acudido a Ti, ha


quedado defraudado, por eso, Padrenuestro, pongo en tus
manos a través de San Lorenzo mi humilde súplica.

Te lo pido por tu Hijo Jesucristo nuestro Señor Amén.

Oración para el día primero


Mártir fortísimo de Jesucristo, Señor San Lorenzo que en
testimonio del aprecio, que hacías de la dicha de ser
cristiano, abandonaste las comunidades de tu casa y
caminaste a Roma con el deseo de instituirte allí como en
centro de la cristiana religión y de sus verdades;
alcánzame de Dios ya que infiel yo a las promesas que
hice en el bautismo, he regenerado tantas veces del
nombre cristiano y lo he afrentado con mis culpas, lave
ahora con lagrimas de verdadera penitencia tan
abominables manchas y me ajuste con mis buenas obras
al arancel de la virtudes que pide la fe en Jesucristo. ¡Oh
Santo mío, San Lorenzo, no desprecies mi suplicas, no te
hagas sordo a mi clamores; mira que aunque miserable
pecador, pero aún confieso la misma fe que tu confesaste,
aún adoro al mismo Dios, por quién tu diste la vida, a
quién yo deseo agradar y servir mientras viva, para
después de mi muerte gozarle eternamente. Amén.

(Se rezan 3 Padrenuestros y 3 Avemarías con su Gloria,


Oración final)

Oración para el día segundo


Mártir fortísimo de Jesucristo, Señor San Lorenzo que
animado en la virtud de la esperanza, anisabas el martirio,
esperando firmemente que por este medio ibas a
conmutar una vida caduca y transitoria por una eternidad
de bienes y de glorias, Qué gozo tan excesivo el que llena
ahora tu corazón al ver que no te salió vana tu esperanza
y que son mayores las delicias, que percibes, que lo que
tú te imaginaste. Y podrás escuchar sin moverte a
compasión los clamores con los que llamo desde este
valle de miserias. No, has de alcanzar de Dios una firme y
viva esperanza para que olvidado de los gustos criminales
a que me inducen mis pasiones, me disponga con práctica
de las virtudes y me haga digno de entrar a las eternas
delicias de la gloria. Amén.

(Se rezan 3 Padrenuestros y 3 Avemarías con su Gloria,


Oración final)

Oración para el día tercero


Fortísimo Mártir de Jesucristo, Santo San Lorenzo, que
para dar la prueba mayor, que pide el divino maestro de
una excelente caridad, ofreciste la vida por tu amado;
propiedad inseparable de la divina caridad es anhelar a
que ardan todos en amor del objeto que ella ama; pues
ves aquí que no es otra mi súplica, encamina tu protección
solo a encender mi corazón en el fuego de amor a mis
prójimos.

Mira, Santo mío, que hoy llego a ti, desengañado y


arrepentido de haber puesto mi amor en las criaturas, no
quiero ya poner mi amor, sino en Dios. Por el amor de
Dios que arde en tu pecho tan vivamente, te pido que me
alcances de Dios, apague en mi alma el fuego de mis
pasiones y encienda el de su amor, por toda la eternidad.
Amén.

(Se rezan 3 Padrenuestros y 3 Avemarías con su Gloria,


Oración final)

Oración para el día cuarto


Fortísimo Mártir de Jesucristo, Santo San Lorenzo, cuya
angelical pureza te hizo acreedor al alto ministro de
distribuir entre los fieles el Pan de los ángeles, la Sagrada
comunión, cuando celebraba el sumo pontífice el sacrificio
de la misa, trae ahora a tu memoria, Santo mío, cuan
gustoso y agradable era tu piedad, alimentar con este pan
del cielo a los fieles, que llegaban a pedírtelo. Pues no se
ha apagado esta piedad, antes allá en la patria celestial se
ha aumentado y perfeccionado, atiende, Santo mío, a las
ansias y el fervor con el que llego a pedirte que me
alcances de Dios, la pureza de alma y cuerpo que
necesito tanto, que tanto deseo, por la que suspiro y la
que solamente puede hacerme digno de alimentarme con
el Pan, que hace y engendra vírgenes y la única que
puede introducirme a las bodas, las cuales sólo entran los
limpios de corazón. Amén

(Se rezan 3 Padrenuestros y 3 Avemarías con su Gloria,


Oración final)

Oración para el día Quinto


Fortísimo Mártir de Jesucristo, Santo San Lorenzo, cuya
misericordia y compasión con los pobres, te granjeó la
confianza del Pontífice, y te puso en las manos los tesoros
que en la iglesia se guardaban para el socorro de los
necesitados y mendigos; ¿De qué medio más eficaz,
puedo valerme para obligarte a socorrerme, que de
acordarte de aquella alegría y aquel gran gusto, que
sentía tu corazón ala largar el brazo para dar a pobre su
socorro? Mayores son las riquezas que ahora tienes en
tus manos, mayor es mi necesidad, que la del otro
cualquier pobre, pues ¿Por qué no has de darme el
consuelo y la gloria de socorrer mi necesidad? Mira mi
alma tan pobre de virtudes, tan cargada de necesidades y
de culpas, alcánzame de Dios el socorro de su gracia y
poder aparecer en su presencia. Amén.

(Se rezan 3 Padrenuestros y 3 Avemarías con su Gloria,


Oración final)

Oración para el día Sexto


Fortísimo Mártir de Jesucristo, Santo San Lorenzo, que
con celestial prudencia al tirano, que ansiaba las riquezas
de la iglesia, que se había confiado a tu custodia, le
pusiste delante una multitud de pobres para hacerle ver
que la iglesia de Jesucristo destina sus tesoros para
socorrer a los pobres y necesitados; firmemente estoy
persuadido a que, si en aquel trance me hubiera agregado
yo a la tropa de de pobres, no me hubieras despedido;
pues ¿ por qué he de recelar que ahora, que me acojo a
tu piedad y que sé que me estás favorecido no me has de
atender y socorrerme? No, no lo recelo, Santo mío, no lo
temo. Espero me presentes en el tribunal de Dios como
uno de los más fieles y más necesitados de los pobres y
me alcances de su misericordia el remedio de mis
necesidades. Amén.

(Se rezan 3 Padrenuestros y 3 Avemarías con su Gloria,


Oración final)

Oración para el día Séptimo


Fortísimo Mártir de Jesucristo, Santo San Lorenzo, cuya
profunda humildad te hacia predicar que era indigno el
martirio, cuando Dios pública tu santidad con la voz de los
prodigios, que obraba el por ti dando vista a los ciegos, y
alumbrando con la luz de la fe a los paganos; no tienes
ahora que temer a los vientos nocivos de la vanagloria y la
soberbia ; sin riesgo alguno de vanidad puedes hacer el
prodigio de que mi alma ciega infelizmente por sus culpas
y obscurecida en ella la luz de la razón, abra los ojos al
desengaño y conozca que no hay otra felicidad que la de
amar a Dios; ilumina, Santo mío, mi entendimiento para
que vea la luz clara de la verdad y encendida mi voluntad
para que la ame y la abrace y no la deje por toda la
eternidad. Amén.

(Se rezan 3 Padrenuestros y 3 Avemarías con su Gloria,


Oración final)

Oración para el día Octavo


Fortísimo Mártir de Jesucristo, Santo San Lorenzo, cuya fe
hacia la sagrada Eucaristía, era tan viva, que creíste que
recibiéndola en la víspera del martirio y comulgando con
ella los demás que estaban contigo en la cárcel,
quedarían fortalecidos y robustos para sufrir los tormentos
que el tirano les tenia preparados; en esa misma fe, en
esa misma herencia vivo yo; creo firmemente que el plan
celestial da aliento y fortaleza a los que igualmente la
reciben para vencer todo cuanto se oponga a la fe y a la
ley de Dios, así como espero conseguir por los méritos de
mi Señor Jesucristo y por tu intercesión, pues del
Todopoderoso la gracia, que necesito para recibirle
dignamente y para ir a adorarlo por una eternidad. Amén.

(Se rezan 3 Padrenuestros y 3 Avemarías con su Gloria,


Oración final)

Oración para el día Noveno


Fortísimo Mártir de Jesucristo, Santo San Lorenzo, ¿Qué
voces serian bastantes para darte el parabién de la
felicidad que gozas?. Pasaron en pocos instantes los
acerbos dolores del fuego, en que te arrojó el tirano y
ahora en premio de tu fortaleza, te miras anegado en un
océano de delicias y bienaventuranzas. Una y mil veces te
repito mis plácemes; pero si aún entre los hombres
miserables se estila hacer un obsequio a quién da los
parabienes, tu a quién la caridad divina hace tan generoso
¿Qué obsequio a mi favor determinas hacerme? Yo no
quiero otro, Santo mío no pido, ni apetezco otro, que el de
la virtud de la fortaleza que no redime al ímpetu de mis
desordenadas pasiones, para resistir las llamas de la
concupiscencia y apetitos y para mantenerme en gracia
de mi Dios, para poder ir darle alabanza por toda la
eternidad. Amén.

(Se rezan 3 Padrenuestros y 3 Avemarías con su Gloria,


Oración final)

El artículo sobre San Lorenzo en nuestro santoral te ayudará


a conocerlo un poco más.

También podría gustarte