Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de
Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Este había sido
instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. En Éfeso, Aquila y Priscila, un matrimonio de personas rectas, enseñó a Apolos, que era un judío de Alejandría y lo ayudó a entender el camino de Dios. Pablo predicó sobre el Espíritu Santo, efectuó milagros y evitó una multitud enardecida en el teatro de Éfeso.
Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que ni el
que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento. Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su propia labor.
PREGUNTA: Según 1 Timoteo 5:18, ¿De qué maneras podemos
ayudar a un misionero? 18 pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario.
PREGUNTA: Según Hechos 18:26, ¿Está usted dispuesto a impartir
conocimiento de las sagradas escrituras? 26 y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios.
PREGUNTA: Según 2 Timoteo 2:15, ¿Cómo creyente en Cristo
estas preparado y estas utilizando la Palabra en verdad para servirle a cristo? 15 procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.