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Hace mucho tiempo atrás, en la Patagonia vivía

Kon, un tierno niño de tan sólo 10 años, junto a su


familia.
Kon disfrutaba escuchar los relatos de su padre, su
abuelo y tíos sobre las aventuras de cacería y pesca
en busca de provisiones, como así también de los
momentos de oración en familia… 5(/,*,21

Cuando los varones de la familia salían a cazar, Kon


quedaba en su hogar junto a su madre Kole para
colaborar en con las tareas y hacerla compañía.
Sus tardes y mañanas solían ser muy divertidas.
Kon, jugaba con su primo Peuche .Se divertían
contando los pájaros que volaban:
chuche. Jauke, qqaash,… 0$7(0È7,&$

Realizaban juegos y bailes… )2/&/25(<


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También jugaban a que eran grandes cazadores y


así practicaban para cuando les llegara el momento
de acompañar a los mayores en esas soñadas
aventuras de caza y pesca.
Una mañana, como tantas otras salieron, el papá de
Kon y sus tíos en busca de alimento. …No pasó
mucho tiempo y sobre el clan, se asomó Pauen, el
Dios de la niebla e invadió el lugar.
Pasaron varios días y los cazadores no regresaron,
entonces el abuelo de Kon lo invitó a que lo
acompañe para ir en busca de sus hijos.
Mientras caminaba con su abuelo Kon, se detuvo a
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observar la naturaleza, los guanacos y animales que
encontraban; lo que ocasionó a que se distanciara
de su abuelo y se perdiera. Entonces él decidió
sentarse a la orilla de un río y esperar.
Cuenta la leyenda que pasaron muchos inviernos y
Kon, nunca logró regresar a su hogar.
Una vez que su abuelo y tíos se encontraron,
siguieron los rastros para encontrar al tierno niño
Kon, pero en el lugar donde el niño descansaba,
encontraron una gran masa de hielo, quieta
imponente, en ese maravilloso lugar.
Es así … como disfrutando de la maravilla de la
naturaleza, sentado, admirándola y esperando el
encuentro de su familia Kon se convierte en un
imponente glaciar.

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