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Seguridad en construcción – AGENTES INTERVINIENTES EN LA CONSTRUCCIÓN

AGENTES INTERVINIENTES EN LA CONSTRUCCIÓN

1.- INTRODUCCIÓN. MARCO NORMATIVO


De acuerdo con el artículo 6 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de
Riesgos Laborales, serán las normas reglamentarias las que fijarán y concretarán los
aspectos más técnicos de las medidas preventivas, a través de normas mínimas que
garanticen la adecuada protección de los trabajadores. Entre éstas se encuentran
necesariamente las destinadas a garantizar la salud y la seguridad en las obras de
construcción. Así, el RD 1627/1997 establece las disposiciones mínimas de seguridad y
salud aplicables a las obras de construcción.

A su vez, la citada ley establece en su art. 24 sobre coordinación de actividades


empresariales:

1. Cuando en un mismo centro de trabajo desarrollen actividades trabajadores de dos


o más empresas, éstas deberán cooperar en la aplicación de la normativa sobre
prevención de riesgos laborales. A tal fin, establecerán los medios de coordinación
que sean necesarios en cuanto a la protección y prevención de riesgos laborales y la
información sobre los mismos a sus respectivos trabajadores, en los términos
previstos en el apartado 1 del artículo 18 de esta Ley.

Así, con objeto de establecer las disposiciones mínimas que los diferentes empresarios que
coinciden en un mismo centro de trabajo habrán de poner en práctica para prevenir
los riesgos laborales derivados de la concurrencia de actividades empresariales y, por
tanto, para que esta concurrencia no repercuta en la seguridad y la salud de los trabajadores
de las empresas concurrentes, se dicta el RD171/2004 por el que se desarrolla el artículo
24 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, en materia de coordinación de
actividades empresariales.

Por otro lado, la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación, de aplicación al proceso de


la edificación, regula en sus aspectos esenciales el proceso de la edificación y define como
agentes de la edificación a todas las personas, físicas o jurídicas, que intervienen en el
proceso de la edificación, y establece las obligaciones para cada uno de ellos.

 Promotor
 Proyectista
 Constructor
 Director de obra
 Director de ejecución de la obra
 Entidades y laboratorios de control de calidad de la edificación
 Suministradores de productos
 Propietarios y usuarios

En la disposición adicional cuarta de esta Ley se concreta la titulación académica y


profesional de los Coordinadores de Seguridad y Salud, en las obras de edificación:

“Las titulaciones académicas y profesionales habilitantes para desempeñar la función de


coordinador de seguridad y salud en obras de edificación, durante la elaboración del
proyecto y la ejecución de la obra, serán las de arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o
ingeniero técnico, de acuerdo con sus competencias y especialidades.”

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2.- OBRA DE CONSTRUCCIÓN


El Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones
mínimas de seguridad y salud en obras de construcción define obra de construcción como
“cualquier obra, pública o privada, en la que se efectúen trabajos de construcción o ingeniería
civil cuya relación no exhaustiva figura en el anexo I”.

a) Excavación.
b) Movimiento de tierras.
c) Construcción.
d) Montaje y desmontaje de elementos prefabricados.
e) Acondicionamiento o instalaciones.
f) Transformación.
g) Rehabilitación.
h) Reparación.
i) Desmantelamiento.
j) Derribo.
k) Mantenimiento.
l) Conservación-Trabajos de pintura y de limpieza.
m) Saneamiento.

No obstante, el que una actuación esté comprendida en el anexo I no sería, por sí misma,
suficiente para ser considerada obra de construcción. Por ello, además de comprobar si
dicha actividad se encuentra dentro del citado anexo, es recomendable analizar, en su
conjunto, si se presentan las siguientes circunstancias, las cuales son propias de las obras
de construcción:

a. Los trabajos tienen un carácter temporal y el lugar de trabajo evoluciona de forma


permanente en función del tiempo.
b. La empresa que ejecuta los trabajos está incluida en la sección F, apartados 41 a 43,
de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), siempre que realice
trabajos intrínsecamente asociados a actividades de edificación u obra civil.
c. Los trabajos se ejecutan con tecnologías propias de la industria de la construcción.

El sector de la construcción tiene especial importancia tanto por el número de trabajadores


empleados como por los riesgos que presenta. Las disposiciones mínimas relativas a la
seguridad y salud de los trabajadores que ejecutan obras de construcción están reguladas
a través del Real Decreto 1627/1997. En primer lugar es importante saber si el trabajo que
se va a desarrollar es una obra de construcción o no y, en segundo lugar, conocer qué figuras
intervienen y qué debe hacer cada una de ellas a lo largo del proceso constructivo. Es
importante destacar que el Real Decreto 1627/1997 se aplica tanto a obras de construcción
con proyecto como a las obras sin proyecto.

Determinadas obras de construcción no requieren que se elabore un proyecto, bien porque


no es necesario para su tramitación administrativa, bien por tratarse de obras de emergencia.
Sin embargo, el hecho de que no se exija la redacción de un proyecto para la ejecución de
una obra de construcción no significa que esta sea menos peligrosa para los trabajadores.
Por tanto, en todos los casos es necesario tener en cuenta las obligaciones de todos los
intervinientes para integrar la prevención de riesgos laborales en las distintas fases de la
obra.

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3.- PROMOTOR. OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDADES


 Promotor: Cualquier persona física o jurídica por cuenta de la cual se realice la obra.

El promotor (público o privado) es aquel que decide impulsar una actividad considerada,
desde la óptica de la aplicación de la normativa, como una obra de construcción. El promotor
comprobará si las actuaciones que va a impulsar, de acuerdo con lo establecido en la
normativa específica sobre seguridad y salud en el trabajo, tienen la consideración de “obra
de construcción”. En caso afirmativo, deberá plantearse la necesidad de redactar, o no, un
proyecto.

Durante la planificación de las actividades deberá integrar la prevención de riesgos laborales


en todas y cada una de las decisiones que adopte.

En obras sin proyecto, el promotor facilitará información sobre el emplazamiento de la obra


y la concurrencia.

El promotor designará a distintas figuras dependiendo de las características de la obra.

Si la obra necesita proyecto, el promotor designará a uno o varios proyectistas para su


elaboración del proyecto. Si en la redacción del mismo intervienen dos o más proyectistas,
tendrá que designar, además, un coordinador en materia de seguridad y salud durante la
elaboración del proyecto de obra. El promotor designará un técnico competente para que
elabore un estudio o estudio básico de seguridad y salud que formará parte del proyecto de
obra.

De cara a la ejecución, en las obras en las que sea necesaria la elaboración de un proyecto,
el promotor designará al técnico o técnicos competentes que formarán parte de la dirección
facultativa.

El promotor, cuando prevea que en la ejecución de la obra vaya a intervenir más de una
empresa, o una empresa y trabajadores autónomos o diversos trabajadores autónomos
(aunque se trate de obras en las que no sea necesaria la redacción de un proyecto),
designará un coordinador en materia de seguridad y salud durante la ejecución de la obra.

La designación de las figuras indicadas en párrafos anteriores no eximirá al promotor de sus


responsabilidades en materia de prevención de riesgos laborales.

En su caso, durante la elaboración del proyecto, el promotor velará para que la prevención
de riesgos laborales se integre en este. A tal fin, es necesario que el promotor asuma, desde
el inicio del proceso, una actitud proactiva en materia de seguridad y salud en el trabajo de
forma que contemple este aspecto cuando se trate de tomar decisiones de cualquier índole.

Tomando como referencia las características de la obra, dispondrá los medios necesarios
para dirigirla y ejecutarla. Como se ha dicho, designará a los técnicos que corresponda y,
además, contratará las empresas y/o trabajadores autónomos encargados de su ejecución.

En ciertos casos el promotor asumirá las obligaciones que le corresponden al contratista,


además de las propias como promotor, bien porque ejecuta obra y/o la gestión o contrata
únicamente a autónomos para la ejecución.

El promotor facilitará al contratista la información necesaria para que este último pueda
planificar las actividades preventivas de la obra de construcción. Velando para que la
prevención de riesgos laborales se integre en la planificación de los trabajos de la obra.

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El promotor debe disponer los medios para facilitar al contratista y a las empresas
(subcontratistas) y trabajadores autónomos de él dependientes la gestión preventiva de la
obra. Del mismo modo, ha de llevar a cabo una labor de coordinación y supervisión de las
condiciones de seguridad y salud según lo dispuesto en la normativa de aplicación.

La planificación de la actividad preventiva debe ser un elemento vivo, de manera que si


durante la ejecución de la obra se produce alguna modificación en el proyecto que pueda
afectar a la seguridad y salud de los trabajadores, el promotor informará al contratista para
que este último pueda adecuar, en su caso, el plan de seguridad y salud o el documento de
gestión preventiva de la obra.

El promotor, sobre la base de los datos aportados por el contratista, una vez finalizada la
obra transmitirá al usuario final la información necesaria para que este último pueda utilizar
el objeto construido (incluido su mantenimiento) en las debidas condiciones de seguridad y
salud. Siendo conveniente que el promotor (mediante el técnico competente que en cada
caso corresponda), antes de recibir la obra, constate que el estado de la misma es totalmente
compatible con la utilización y el mantenimiento previstos.

En el caso de las obras enmarcadas en el ámbito de aplicación de la Ley de Ordenación de


la Edificación, dicha información formará parte del libro del edificio que el promotor debe
entregar al usuario del edificio del que se trate). Si la obra en cuestión no requiere la
redacción de proyecto o no está encuadrada en el marco de aplicación de la citada ley, esta
información la aportará el promotor a través de cualquier otro soporte documental que se
establezca al efecto.

Por último cabe indicar que puede darse el supuesto de una obra que vaya a ejecutarse en
un centro de trabajo en el que se realiza, simultáneamente, una actividad distinta a la de
construcción, es decir, el caso de una obra de construcción que tiene lugar dentro de un
centro de trabajo que permanezca “activo”. De ser así, el promotor deberá prever una “doble”
coordinación de actividades empresariales.

De igual modo podrían surgir situaciones en las que concurrieran diferentes promotores en
un mismo centro de trabajo u otras en las que se desarrollaran obras de construcción
contiguas con posibles afecciones mutuas. En estas o en otras situaciones similares, tendrán
que establecerse medios de coordinación que garanticen un adecuado control de los riesgos
recíprocos que puedan surgir.

4.- CONTRATISTA PRINCIPAL. OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDADES


 Contratista: Persona física o jurídica que asume contractualmente ante el promotor,
con medios humanos y materiales, propios o ajenos, el compromiso de ejecutar la
totalidad o parte de la obra.

Se debe tener en cuenta que en determinadas situaciones un promotor desempeña


simultáneamente el papel de contratista. Esta posibilidad se podría presentar en las
siguientes circunstancias:

a) El promotor ejecuta directamente con trabajadores de su propia plantilla alguno o


todos los trabajos que se realicen en la obra.
b) El promotor contrata directamente trabajadores autónomos para la realización de la
obra o de determinados trabajos de la misma.

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c) El promotor gestiona directamente la obra o determinadas partes o fases de la


misma.

En el caso de que un cabeza de familia, como promotor, contrate la construcción o


reparación de su vivienda con trabajadores autónomos, no tendrá la consideración de
contratista.

La empresa contratista, además de gestionar las actividades preventivas de la obra,


deberá coordinar las actuaciones de las empresas subcontratistas y trabajadores autónomos
con los que haya contratado.

En las obras con proyecto, cada contratista elaborará un Plan de Seguridad y Salud en el
Trabajo (PSST) recabando información de dos fuentes: del Proyecto de la obra del que forma
parte el Estudio o el Estudio Básico de Seguridad y Salud y, en su caso, de cada empresa
subcontratista y trabajador autónomo por él contratados. Tiene especial interés la
información referida a los procedimientos de trabajo (en los que deberán estar integradas
las previsiones relativas a la prevención de riesgos laborales) que habrá de aplicar cada una
de las empresas y trabajadores autónomos que intervengan en la ejecución de la obra, como
a las características vinculadas al emplazamiento que puedan tener influencia en la
seguridad y salud de los trabajadores.

Formarán parte del PSST los procedimientos de trabajo de cada fase de la obra, para cada
actuación que tenga una entidad propia desde el punto de vista de la seguridad y salud, así
como la programación de la obra y la forma de llevar a cabo la coordinación de actividades.

Para poder elaborar sus procedimientos de trabajo integrando la PRL en ellos, obtendrán
información, fundamentalmente de su PSST y de las evaluaciones de riesgos de los puestos
de trabajo que dispondrán en la obra.

En las obras sin proyecto, se recomienda que el contratista elabore un documento similar al
PSST, documento de gestión preventiva de la obra (DGPO), referido a las actuaciones que
desarrollarán sus trabajadores y las empresas subcontratistas y los trabajadores autónomos.
Para su elaboración el contratista contará con la información aportada, por un lado, por, el
promotor, y por otro, por las empresas subcontratistas y los trabajadores autónomos.

Previo al comienzo de la obra, cada contratista deberá realizar la notificación de


la comunicación de apertura de centro de trabajo ante la autoridad laboral.

Cuando sea requerida la presencia de un recurso preventivo durante la ejecución de


alguno de los procedimientos de trabajo, de acuerdo con lo establecido en el PSST en caso
de obras con proyecto, o en la planificación preventiva integrada en el DGPO si no es
requerido proyecto, éste será designado por el contratista.

Con carácter previo a la subcontratación de parte de la obra deberá disponer de un Libro de


Subcontratación. En dicho libro, que deberá permanecer en todo momento en la obra, se
deberán reflejar, por orden cronológico desde el comienzo de los trabajos, todas y cada una
de las subcontrataciones realizadas en una determinada obra con empresas subcontratistas
y trabajadores autónomos. Cada contratista deberá informar y proporcionar las instrucciones
adecuadas a los trabajadores autónomos sobre todas las medidas que hayan de adoptarse
en lo que se refiere a su seguridad y salud en la obra.

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El contratista será el responsable de la ejecución correcta de las medidas preventivas fijadas


en el PSST o en el documento de gestión preventiva de la obra, en las obligaciones que les
correspondan a ellos o, en su caso, a los trabajadores autónomos por ellos contratados.

Cada contratista deberá atender las indicaciones y cumplir las instrucciones del coordinador
en materia de seguridad y salud durante la ejecución de la obra o, en su caso de la dirección
facultativa, o el técnico competente designado por el promotor.

5.- SUBCONTRATISTA
 Subcontratista: la persona física o jurídica que asume contractualmente ante el
contratista u otro subcontratista comitente el compromiso de realizar determinadas
partes o unidades de obra, con sujeción al proyecto por el que se rige su ejecución.
Las variantes de esta figura pueden ser las del primer subcontratista (subcontratista
cuyo comitente es el contratista), segundo subcontratista (subcontratista cuyo
comitente es el primer subcontratista), y así sucesivamente

El subcontratista debe reunir los requisitos establecidos en la Ley de Subcontratación, entre


ellos, contar con los medios materiales y personales necesarios, y utilizarlos para el
desarrollo de la actividad subcontratada.

La empresa subcontratista informará al contratista con el que haya contratado de los


riesgos asociados a las actividades que vaya a realizar en la obra, así como de las medidas
preventivas que es necesario implantar para lograr la eliminación o minimización de los
mismos. Es decir, trasmitirá correctamente al contratista la información sobre los
procedimientos de trabajo (que llevarán integrada la prevención de riesgos laborales) que
desarrollarán en la obra en cuestión.

Para poder elaborar sus procedimientos de trabajo con la prevención de riesgos laborales
integrados, obtendrán información, fundamentalmente, del plan de prevención de riesgos
laborales y de las evaluaciones de riesgos de los puestos de trabajo que dispondrán
en la obra.

La empresa subcontratista trasladará al contratista la misma información (en esencia


procedimientos de trabajo) que podrán en práctica las empresas y trabajadores autónomos
con quienes contraten y que será utilizada por el contratista para la elaboración del PSST o
el DGPO, según corresponda.

Cada subcontratista deberá informar y proporcionar las instrucciones adecuadas a los


trabajadores autónomos sobre todas las medidas que hayan de adoptarse en lo que se
refiere a su seguridad y salud en la obra.

El subcontratista será el responsable de la ejecución correcta de las medidas preventivas


fijadas en el PSST o en el documento de gestión preventiva de la obra, en las obligaciones
que les correspondan a ellos o, en su caso, a los trabajadores autónomos por ellos
contratados.

Cada subcontratista deberá atender las indicaciones y cumplir las instrucciones del
coordinador en materia de seguridad y salud durante la ejecución de la obra o, en su caso
de la dirección facultativa, o el técnico competente designado por el promotor.

La Ley 32/2006, de 18 de octubre, reguladora de la subcontratación en el sector de la


construcción será de aplicación a los contratos suscritos en régimen de subcontratación,

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de una parte, por un contratista o un subcontratista y, de otra, por las empresas, en virtud
de los cuales estas realicen alguna de las actividades de construcción o de ingeniería civil
previstas en el artículo 2 de la mencionada ley: excavación; movimiento de tierras;
construcción; montaje y desmontaje de elementos prefabricados; acondicionamientos o
instalaciones; transformación; rehabilitación; reparación; desmantelamiento; derribo;
mantenimiento; conservación y trabajos de pintura y limpieza; saneamiento.

Los contratos para realizar actividades que no comportan la ejecución de trabajo alguno en
la obra no están afectados por la ley de subcontratación (por ejemplo, cuando sólo se
suministra material a la obra).

6.- TRABAJADOR AUTÓNOMO


 Trabajador autónomo: la persona física distinta del contratista y del subcontratista,
que realiza de forma personal y directa una actividad profesional, sin sujeción a un
contrato de trabajo, y que asume contractualmente ante el promotor, el contratista o
el subcontratista el compromiso de realizar determinadas partes o instalaciones de
la obra.

Los trabajadores autónomos que participan en una obra de construcción también tienen una
serie de obligaciones. En concreto, en el Real Decreto 1627/1997 se establece que los
trabajadores autónomos están obligados, por ejemplo, a aplicar los principios de la acción
preventiva, cumplir las disposiciones mínimas del anexo IV del Real Decreto 1627/1997,
velar por su propia seguridad e informar de cualquier situación que a su juicio entrañe un
riesgo para la seguridad, actuar conforme a los deberes de coordinación de actividades
empresariales, utilizar equipos seguros y de forma segura, elegir y utilizar las protecciones
individuales correctamente, atender y respetar las indicaciones de los integrantes de la
Dirección facultativa, así como cumplir lo establecido en el plan de seguridad y salud.

En referencia a la formación de los trabajadores autónomos, hay que tener presente que
esta materia no se ha regulado, por lo tanto no se ha establecido qué formación en
prevención de riesgos laborales ha de tener este colectivo, quedando de igual modo fuera
del ámbito de aplicación de los convenios colectivos. Actualmente, en la normativa, no se
regula la formación específica en materia preventiva que debe tener un trabajador autónomo
en las obras de construcción. Cuestión diferente es afirmar que, sin duda, es necesario que
este colectivo tenga formación en materia de prevención de riesgos laborales, ya que
están sometidos a los mismos riesgos que cualquier trabajador por cuenta ajena que
esté en la obra, y, además, con su trabajo pueden generar riesgos al resto de
trabajadores de la obra. De ahí la conveniencia de que dispongan de unos conocimientos
básicos de los riesgos y medidas preventivas de su trabajo. De hecho, cada vez es más
frecuente que contractualmente, es decir, a través del contrato mercantil suscrito entre el
promotor, el contratista o el subcontratista y el trabajador autónomo, se exija a este último
que disponga de una determinada formación en esta materia.

7.- DIRECCIÓN FACULTATIVA


La Dirección Facultativa, además de las funciones que tengan atribuidas por la legislación
aplicable no relacionada con la prevención de riesgos laborales, tiene una función de asesor
al promotor en materia de prevención de riesgos laborales, entre otras.

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El Coordinador de seguridad y salud en fase de ejecución de una obra, está integrado en la


dirección facultativa, de hecho, es ésta quien asume las funciones del coordinador en
ausencia de éste, es decir, cuando en la obra interviene una única empresa o trabajador
autónomo. En este caso, además, el libro de incidencias de la obra estará en poder de la
dirección facultativa.

El papel de la dirección facultativa durante la ejecución de la obra es muy importante


teniendo en cuenta que debe dirigir la obra considerando tanto aspectos técnicos y
productivos como preventivos. Todas las decisiones que adopten deben tener en cuenta la
prevención de riesgos laborales.

Adoptará las medidas para controlar el acceso a la obra, acordando para ello un
procedimiento de actuación con el contratista.

Todas las modificaciones sobre los procedimientos de trabajo seguro, deberán ser
aprobadas por el coordinador o la dirección facultativa en caso de no ser necesario éste.

8.- COORDINADOR DE SEGURIDAD Y SALUD


El coordinador SSP es el técnico competente designado por el promotor para coordinar las
actuaciones orientadas a integrar la prevención de riesgos laborales durante la elaboración
del proyecto de obra cuando en la redacción del mismo intervengan varios proyectistas.

El coordinador SSE es el técnico competente designado por el promotor para coordinar las
actuaciones en materia de seguridad y salud laboral de las diferentes empresas y
trabajadores autónomos que intervienen en la ejecución de la obra.

El coordinador, tanto en fase de ejecución como en fase de redacción de proyecto, es una


figura esencial en materia de seguridad dentro del proceso constructivo. La función básica
del coordinador en fase de elaboración del proyecto de obra es coordinar la aplicación de
los principios generales de prevención aplicables al proyecto de obra que se establecen en
el Real Decreto 1627/1997. Por su parte, el coordinador en materia de seguridad y salud
durante la ejecución de la obra debe desarrollar las funciones recogidas para él en el artículo
9 del citado real decreto. Todas ellas se deben ir desarrollando a medida que avanza la obra,
desde su etapa inicial de diseño hasta la etapa de finalización, pasando por la contratación,
planificación y organización, ejecución y control.

Mª Isabel Hernaz Blázquez


mariaisabel.hernaz@uva.es

Normativa

 LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales


 LEY 32/2006, de 18 de octubre, reguladora de la subcontratación en el Sector de la Construcción
 LEY 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación.
 REAL DECRETO 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de
seguridad y salud en las obras de construcción. BOE nº 256 25/10/1997

Bibliografía

 INSST – Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo

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