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PSICOFARMACOLOGÍA

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SEMINARIO 1

Grupo b3

REFLEXIÓN

Por psicofármaco entendemos aquellas medicinas que se llevan utilizando durante

tiempo prolongado para dar respuesta a los trastornos mentales o mitigar sus síntomas.

Sin embargo, y como hemos podido percibir a lo largo de todo el artículo, existen

opiniones contrarias acerca de cómo se entiende la utilización de estos y si es lícito o no

su uso.

Es sabido que los psicofármacos utilizados de una manera razonable y controlada

pueden ser de ayuda para tratar determinadas enfermedades, por ejemplo, si nos

encontramos ante un trastorno bipolar en su fase maniaca, pueden existir crisis en la

persona que le lleven a inducir conductas autoagresivas o heteroagresivas, por lo que,

mediante el uso de estos medicamentos, podríamos reducir la aparición de este tipo de


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síntomas. Esto no sería útil si no le explicamos a la persona cómo debe consumir los

psicofármacos o no sigue las instrucciones de la persona especializada en el tema.

Un mal uso de los psicofármacos podría llevarnos a efectos secundarios graves o

incluso adicciones si no seguimos correctamente las pautas del profesional, por ello es

muy importante saber cuánta cantidad debemos consumir y cuantas veces al día, además

de seguir a rajatabla las pautas. También debemos conocer en todo momento cuál es la

finalidad del consumo de psicofármacos para no tener una concepción equivocada

acerca de su eficacia. Este tipo de medicamentos nos ayudan a, como hemos dicho

inicialmente, disminuir o eliminar síntomas, pero no ayudan a batallar con el origen del

trastorno, ni mágicamente van a hacer que desaparezca. Esto es labor de la terapia

psicológica, por lo que es importante comprender que los psicofármacos no son

sustancias milagrosas, sino medicamentos que con un buen uso y unidos a una

psicoterapia de calidad, pueden lograr resultados muy satisfactorios para las personas.

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