Presentación Westminster Review, creada por Jeremías Bentham, y la London and Westminster. De sus tratados, podemos hacer referencia a sus Ensayos sobre algunas cuestiones no resueltas en la Economía Política, su Sistema de lógica; sus Principios de Economía Política; su inmortal Sobre la libertad; sus Pensamientos sobre la reforma parlamentaria; sus Consideraciones sobre el gobierno parlamentario; su Examen de la filosofía de Sir William Hamilton; su Augusto Comte y el positivismo; su análisis referente a la problemática de las relaciones entre Inglaterra e Irlanda; su La esclavitud de las mujeres, así como su Autobiografía. Su labor política se patentiza cuando es elegido, en 1865, diputado a la Cámara de los Comunes, y cuando manifiesta una constante preocupación por la cuestión de Irlanda. Su labor académica quedaría de manifiesto cuando, en 1866, fue nombrado Rector de la Universidad de St. Andrews. John Stuart Mill moriría el 8 de mayo de 1873 dejando a la humanidad un vasto legado de planteamientos filosóficos útiles para quienes buscan la instauración de una sociedad más justa y equilibrada.
Chantal López y Omar Cortés
CAPÍTULO PRIMERO puesto que éstos, según han sostenido algunos de sus más eminentes maestros, están tan llenos Observaciones generales de ficciones como las leyes inglesas, y tan Entre las circunstancias que concurren al estado llenos de misterios como la teología. Las presente del conocimiento humano, hay pocas verdades que se aceptan últimamente como que, como el escaso progreso conseguido en la primeros principios de una ciencia son, en solución de la controversia relativa al criterio realidad, el resultado último del análisis del bien y el mal, sean tan distintas de lo que metafísico, practicado sobre las nociones pudiera haberse esperado, o tan significativas elementales con que esa ciencia se ocupa; su del estado de atraso en que aún se encuentra la relación con la ciencia no es la de los cimientos especulación sobre las materias más con el edificio, sino la de las raíces con el árbol, importantes. Desde los albores de la filosofía, la las que pueden realizar perfectamente su cuestión concerniente al summum bonum, o, lo función sin que se excave hasta sacarlas a la luz. que es lo mismo, al fundamento de la moral, se Mas, si en la ciencia, la verdad particular ha contado entre los problemas principales del precede a la teoría general, podría esperarse lo pensamiento especulativo, ha ocupado a los contrario en un arte práctico como la moral o la intelectos mejor dotados, y los ha dividido en legislación. Toda acción se realiza con vistas a sectas y escuelas que han sostenido entre sí una un fin, y parece natural suponer que las reglas vigorosa lucha. Después de más de dos mil de una acción deban tomar todo su carácter y años, continúa la misma discusión; todavía color del fin al cual se subordinan. Cuando siguen los filósofos colocados bajo las mismas perseguimos un propósito, parece que un banderas de guerra, y, en general, ni los conocimiento claro y preciso del propósito sería pensadores ni el género humano parecen lo primeramente necesario, en vez de lo último hallarse más cerca de la unanimidad sobre el que hubiera de esperarse. Uno pensaría que un asunto que cuando el joven Sócrates fue oyente criterio de lo justo y lo injusto debería ser el del viejo Protágoras y (si el diálogo de Platón se medio de establecer lo que es justo o injusto, y basa en una conversación real) sostuvo la teoría no una consecuencia de haberlo establecido ya. del utilitarismo contra la moralidad popular de No se evita la dificultad recurriendo a la popular los llamados sofistas. teoría de una facultad natural, un sentido o Es verdad que semejante confusión e instinto que nos informa sobre lo que es bueno o incertidumbre, y, en algunos casos, un malo. Porque -además de que la existencia de tal desacuerdo semejante, se dan también con instinto moral es en sí misma una de las relación a los primeros principios de todas las cuestiones en disputa- los que creen en ella y ciencias, sin exceptuar la que se considera más albergan pretensiones a la filosofía, se han visto cierta entre ellas: la matemática. Lo cual no obligados a abandonar la idea de que ese sentido disminuye mucho, en realidad no disminuye en aprehende lo que es bueno o malo en un caso absoluto, el valor de credibilidad de esas particular dado, lo mismo que nuestros sentidos ciencias. La explicación de esta anomalía es que aprehenden la visión o el sonido actualmente las doctrinas particulares de una ciencia no presentes. Según los intérpretes de esta teoría suelen deducirse, ni dependen en su evidencia, que merecen el título de pensadores, nuestra de los que son llamados sus primeros principios. facultad moral nos proporciona solamente los De no ser así, no habría ciencia más principios generales de los juicios morales; es menesterosa o más insuficiente en la obtención una rama de la razón, no de la facultad sensible, de sus conclusiones que el álgebra; la cual no y a ella debe acudirse para la doctrina abstracta deriva su certeza de lo que a los estudiantes de la moralidad, no para su percepción en lo suele enseñarse como sus primeros principios, concreto. La escuela intuitiva de la ética, no menos que la que podría llamarse inductiva, implicaría una revisión y una crítica completas insiste en la necesidad de leyes generales. de las doctrinas éticas pasadas y presentes. Sin Ambas convienen en que la moralidad de una embargo, seria fácil mostrar que, cualquiera que acción particular no es cuestión de percepción sea la firmeza o consistencia que estas creencias directa, sino de aplicación de la ley a un caso morales han alcanzado, se ha debido individual. Reconocen también, en gran parte, principalmente a la tácita influencia de un las mismas leyes morales; pero difieren en criterio no reconocido. Aunque la inexistencia cuanto a su evidencia y a la fuente de que de un primer principio reconocido ha hecho de derivan su autoridad. Según la primera opinión, la ética no tanto una guía, cuanto una los principios de la moral son evidentes a priori, consagración de los sentimientos efectivos del y no requieren nada para obtener su hombre, no obstante, como los sentimientos asentimiento, excepto que se entienda la humanos de atracción y aversión están muy significación de los términos. Según la segunda influidos por los que se suponen ser efecto de doctrina, la justicia y la injusticia, lo mismo que las cosas sobre la felicidad, el principio de la verdad y la falsedad, son cuestiones de utilidad, o, como últimamente lo ha llamado observación y experiencia. Pero ambos Bentham, el principio de la mayor felicidad ha sostienen unánimemente que la moralidad debe tenido una gran participación en la formación de deducirse de principios y la escuela intuitiva las doctrinas morales, aun en aquellos que más afirma tan fuertemente como la inductiva que desdeñosamente rechazan su autoridad. Y hay una ciencia de la moral. Sin embargo, ninguna de las escuelas del pensamiento rehúsa raramente se arriesgan a hacer una lista de los admitir que la influencia de las acciones sobre la principios que a priori han de servir como felicidad es la consideración más voluminosa e premisas de la ciencia; y aún más raros son sus incluso la predominante, en muchos de los esfuerzos por reducir esos principios a un detalles de la moral, por poco inclinadas que se primer principio, o a una base de obligación encuentren a reconocerla como principio común. O suponen que los preceptos ordinarios fundamental de la moral y fuente de la de la moral son preceptos de una autoridad a obligación moral. Podría ir más lejos y decir que priori; o sientan como fundamento de esas para todos los moralistas aprioristas que máximas cierta generalidad que tiene una consideran absolutamente necesario argumentar, autoridad mucho menos obvia que la de las los argumentos utilitaristas son indispensables. máximas mismas, y que nunca ha conseguido Lo que ahora me propongo no es criticar a esos ganar un asentimiento popular. Además, para pensadores, pero no puedo evitar el referirme, fundamentar sus pretensiones, o bien debería como ejemplo, a un tratado sistemático escrito existir algún principio o ley fundamental como por uno de los más ilustres de ellos, la raíz de toda moralidad, o, si hubiera varios, Metafísica de la Ética, de Kant. Este hombre debería existir un determinado orden de notable, cuyo sistema de filosofía permanecerá precedencia entre ellos; y el principio único, o la mucho tiempo como uno de los hitos en la regla para decidir entre los varios principios historia de la especulación filosófica, establece, cuando estuvieran en conflicto, debería ser en el tratado en cuestión, un primer principio evidente por sí mismo. universal como origen y fundamento de la obligación moral; es éste: Obra de manera que La investigación de hasta dónde han sido tu norma de acción sea admitida como ley por mitigados en la práctica los malos efectos de todos los seres racionales. Pero, cuando empieza esta deficiencia o de hasta qué punto han sido viciadas las creencias morales del género a deducir de este precepto cualesquiera de los humano por la ausencia de cualquier deberes actuales de moralidad, fracasa, casi reconocimiento distinto de un criterio último, grotescamente, en la demostración de que habría alguna contradicción, alguna imposibilidad lógica (por no decir física) en la adopción por que puedan darse para la aceptación o repudio todos los seres racionales de las reglas de de la fórmula utilitaria. Pero es una condición conducta más atrozmente inmorales. Todo previa a la aceptación o repudio el que la cuanto demuestra es que las consecuencias de su fórmula sea entendida correctamente. Creo que adopción universal serían tales que nadie se la misma noción imperfecta que ordinariamente decidiría a incurrir en ellas. se tiene de su significado, es el principal obstáculo que impide su aceptación; y que si En la presente ocasión, sin discutir más las otras pudiera depurarse, aun sólo de los errores más teorías, intentaré contribuir algo a la groseros, la cuestión se simplificaría comprensión y apreciación del utilitarismo o grandemente y se eliminaría una amplia Teoría de la Felicidad, y a dar prueba en lo que proporción de sus dificultades. Por tanto, antes tal cosa tenga de posible. Es evidente que no de entrar en los fundamentos filosóficos que puede darse de esta teoría una prueba, en el pueden darse para asentir al criterio utilitarista, sentido ordinario y popular del término. Las ofreceré algunas aclaraciones de la doctrina cuestiones de los últimos fines no son misma, con el fin de mostrar mejor lo que es, susceptibles de prueba directa. Todo cuanto distinguiéndola de lo que no es, y resolviendo pueda probarse que es bueno, debe probarse que las objeciones prácticas, como originadas o lo es, demostrando que constituye un medio estrechamente relacionadas con las falsas para algo cuya bondad se ha admitido sin interpretaciones de su significación. prueba. El arte de la medicina se prueba que es bueno porque conduce a la salud; pero ¿cómo es posible demostrar que la salud es buena? El arte del músico es bueno, entre otras razones, porque produce placer; pero ¿qué prueba puede darse de que el placer es bueno? Si, pues, se afirma que hay una fórmula comprehensiva que incluye todas las cosas que son buenas por sí mismas, y que cualquier otra cosa que sea buena no lo es en cuanto fin, sino como medio, la fórmula puede ser aceptada o rechazada, pero no se refiere a lo que comúnmente se entiende por prueba. No hemos de inferir, sin embargo, que su aceptación o repudio deban depender de un impulso ciego o de una elección arbitraria. Existe una significación más amplia de la palabra prueba, por la cual esta cuestión es tan susceptible de ella como cualquier otra de las que se discuten en filosofía. Este asunto está dentro de la jurisdicción de la facultad racional, pero esta facultad tampoco se ocupa de él sólo por la vía de la intuición. Pueden presentarse consideraciones capaces de determinar al intelecto a dar o rehusar su asentimiento a la doctrina; y éste es el equivalente de la prueba. Examinaremos aquí la naturaleza de estas consideraciones; la manera con que se aplican al caso y, por tanto, los fundamentos racionales CAPÍTULO II pervertido es el único con que se conoce popularmente la palabra, y del cual extraen su ¿Qué es el utilitarismo? significación las nuevas generaciones. Los que Una observación incidental es cuanto se necesita introdujeron la palabra, pero dejaron de usarla hacer contra el necio error de suponer que como un distintivo hace muchos años, bien quienes defienden la utilidad como criterio de lo pueden sentirse llamados a reasumirla, si justo e injusto, usan el término en el sentido esperan que haciéndolo pueden contribuir a restringido y meramente familiar que opone la rescatarla de su extrema degradación1. utilidad al placer. A los adversarios filosóficos El credo que acepta la Utilidad o Principio de del utilitarismo se les debe una excusa por haber la Mayor Felicidad como fundamento de la parecido, aun momentáneamente, que se les moral, sostiene que las acciones son justas en la confundía con cualquier capaz de tan absurdo proporción con que tienden a promover la error de interpretación; el cual es tanto más felicidad; e injustas en cuanto tienden a producir extraordinario, cuanto la acusación contraria de lo contrario de la felicidad. Se entiende por que lo refiere todo al placer, tomado en su forma felicidad el placer, y la ausencia de dolor; por más grosera, es otro de los cargos que infelicidad, el dolor y la ausencia de placer. Para comúnmente se hacen al utilitarismo. dar una visión clara del criterio moral que Como ha señalado acertadamente un hábil establece esta teoría, habría que decir mucho escritor, la misma clase de personas, y a menudo más particularmente, qué cosas se incluyen en las mismísimas personas, denuncian la teoría las ideas de dolor y placer, y hasta qué punto es como impracticablemente austera, cuando la ésta una cuestión patente. Pero estas palabra utilidad precede a la palabra placer, y explicaciones suplementarias no afectan a la como demasiado voluptuosamente practicable teoría de la vida en que se apoya esta teoría de cuando la palabra placer precede a la palabra la moralidad: a saber, que el placer y la utilidad. Los que conocen algo del asunto, exención de dolor son las únicas cosas deseables tienen conciencia de que todo escritor que, como fines; y que todas las cosas deseables (que desde Epicuro a Bentham, haya sostenido la en la concepción utilitaria son tan numerosas teoría de la utilidad, ha entendido por ésta no como en cualquier otra), lo son o por el placer algo que hubiera que contraponer al placer, sino inherente a ellas mismas, o como medios para la el placer mismo, juntamente con la ausencia de promoción del placer y la prevención del dolor. dolor; y que en vez de oponer lo útil a lo Ahora bien, esta teoría de la vida suscita un agradable o a lo decorativo, han declarado inveterado desagrado en muchas mentes, entre siempre que lo útil significa estas cosas, entre ellas, algunas de las más estimables por sus otras. Sin embargo, el vulgo, incluyendo a los sentimientos e intenciones. Como dicen, escritores, no sólo de periódicos y revistas, sino suponer que la vida no tiene un fin más elevado de libros de peso y pretensiones, está cayendo que el placer -un objeto de deseo y persecución continuamente en este superficial error. Habiendo oído la palabra utilitario, aunque sin 1 El autor de este ensayo tiene razones para creer que él saber nada de ella, excepto su sonido, expresan fue la primera persona que puso en uso la palabra habitualmente con ella la repulsa o el utilitario. No la inventó, sino que la adoptó tomándola de una expresión incidental de Annals of the Parish de Mr. menosprecio del placer en alguna de sus formas: Galt. Después de usarla como una designación durante belleza, adorno o diversión. Y este término se algunos años, él y otros la abandonaron por un creciente desagrado hacia todo lo que se pareciese a contraseña o aplica tan neciamente no sólo en las censuras, insignia de una opinión sectaria. Pero, como nombre de sino a veces en las alabanzas, como si implicara una simple opinión, no de un conjunto de opiniones -para superioridad con respecto a la frivolidad, o a los designar el reconocimiento de utilidad como criterio, no un modo particular de aplicarlo- el término responde a meros placeres del momento. Este uso una necesidad del lenguaje y, en muchos casos, ofrece un modo conveniente de evitar rodeos fatigosos. mejor y más noble- es un egoísmo y una vileza, completamente su tesis; pero, con la misma es una doctrina digna sólo del cerdo, con quien consistencia, podrían haberlo hecho con fueron comparados despreciativamente los respecto a los otros, que están, por decirlo así, seguidores de Epicuro, en una época muy en un plano más elevado. Es perfectamente temprana; doctrina cuyos modernos defensores compatible con el principio de utilidad son objeto, a veces, de la misma cortés reconocer el hecho de que algunas clases de comparación por parte de sus detractores placer son más deseables y más valiosas que franceses, alemanes e ingleses. otras. Sería absurdo suponer que los placeres dependen sólo de la cantidad, siendo así que, al Cuando se les ha atacado así, los epicúreos han valorar todas las demás cosas, se toman en contestado siempre que los que presentan a la consideración la cualidad tanto como la naturaleza humana bajo un aspecto degradante cantidad. no son ellos, sino sus acusadores, puesto que la acusación supone que los seres humanos no son Si se me pregunta qué quiere decir diferencia de capaces de otros placeres que los del cerdo. Si cualidad entre los placeres, o qué hace que un este supuesto fuera verdadero, la acusación no placer, en cuanto placer, sea más valioso que podría ser rechazada; pero entonces tampoco otro, prescindiendo de su superioridad sería una acusación; porque si las fuentes del cuantitativa, sólo encuentro una respuesta placer fueran exactamente iguales para el cerdo posible; si, de dos placeres, hay uno al cual, que para el hombre, la norma de vida que fuese independientemente de cualquier sentimiento de buena para el uno sería igualmente buena para el obligación moral, dan una decidida preferencia otro. La comparación de la vida epicúrea con la todos o casi todos los que tienen experiencia de de las bestias se considera degradante ambos, ése es el placer más deseable. Si quienes precisamente porque los placeres de una bestia tienen un conocimiento adecuado de ambos, no satisfacen la concepción de la felicidad de un colocan a uno tan por encima del otro, que, aun ser humano. Los seres humanos tienen sabiendo que han de alcanzarlo con un grado de facultades más elevadas que los apetitos satisfacción menor, no lo cambian por ninguna animales y, una vez se han hecho conscientes de cantidad del otro placer, que su naturaleza les ellas, no consideran como felicidad nada que no permite gozar, está justificado atribuirle al goce incluya su satisfacción. Realmente, yo no creo preferido una superioridad cualitativa tal, que la que los epicúreos hayan deducido cabalmente cuantitativa resulta, en comparación, de pequeña las consecuencias del principio utilitario. Para importancia. hacer esto de un modo suficiente hay que incluir Ahora bien, es un hecho incuestionable que muchos elementos estoicos, así como cristianos. quienes tienen un conocimiento igual y una Pero no se conoce ninguna teoría epicúrea de la capacidad igual de apreciar y gozar, dan una vida que no asigne a los placeres del intelecto, marcada preferencia al modo de existencia que de los sentimientos y de la imaginación, un emplea sus facultades superiores. Pocas valor mucho más alto en cuanto placeres, que a criaturas humanas consentirían que se las los de la mera sensación. Sin embargo, debe convirtiera en alguno de los animales inferiores, admitirse que la generalidad de los escritores a cambio de un goce total de todos los placeres utilitaristas ponen la superioridad de lo mental bestiales; ningún ser humano inteligente sobre lo corporal, principalmente en la mayor consentiría en ser un loco, ninguna persona permanencia, seguridad y facilidad de instruida, en ser ignorante, ninguna persona con adquisición de lo primero; es decir, más bien en sentimiento y conciencia en ser egoísta e sus ventajas circunstanciales que en su infame: ni siquiera se les podría persuadir de naturaleza intrínseca. Con respecto a estos que el loco, el estúpido o el bellaco están más puntos, los utilitaristas han probado satisfechos con su suerte que ellos con la suya. No estarán más dispuestos a ceder lo que poseen envidiar al que es inconsciente de ellas, a no ser a cambio de la más completa satisfacción de que tampoco perciba el bien al cual afean dichas todos los deseos que tienen en común con ellos. imperfecciones. Es mejor ser un hombre Si llegaran a imaginarlo, sería en casos de satisfecho que un cerdo satisfecho, es mejor ser desgracia tan extrema, que por salir de ella Sócrates insatisfecho, que un loco satisfecho. Y cambiarían su suerte por la de cualquier otro, a si el loco o el cerdo son de distinta opinión, es pesar de parecerles indeseable. Un ser de porque sólo conocen su propio lado de la facultades más elevadas necesita más para ser cuestión. El otro extremo de la comparación feliz; probablemente es capaz de sufrir más conoce ambos lados. agudamente, y, con toda seguridad, ofrece más Podría objetarse que muchos que son capaces de puntos de acceso al sufrimiento que uno de un los placeres superiores, a veces los posponen a tipo inferior; pero, a pesar de estas desventajas, los inferiores, por la influencia de la tentación. nunca puede desear verdaderamente hundirse en Pero esto es bien compatible con una lo que él considera un grado inferior de la apreciación total de la superioridad intrínseca existencia. Podremos dar la explicación que del placer más elevado. Por debilidad de queramos de esta repugnancia; podremos carácter, los hombres se deciden a menudo por atribuirla al orgullo, nombre que se aplica sin el bien más próximo, aunque saben que es discernimiento alguno de los sentimientos más menos valioso; y esto tanto cuando la elección estimables y a algunos de los menos estimables se hace entre dos placeres corporales, como de que es capaz la humanidad; podremos cuando se hace entre lo corporal y lo espiritual. reducirla al amor de la libertad e independencia Buscan el halago sensual que perjudica a la personal, que fue entre los estoicos uno de los salud, aunque saben perfectamente que la salud medios más eficaces para inculcarla; podremos es un bien mayor. Podría objetarse a esto que atribuirla al amor al poder o al amor a las muchos que se entregan con entusiasmo juvenil excitaciones, los cuales realmente contribuyen y a todo lo que es noble, conforme avanzan los entran a formar parte de ella; pero su años se hunden en la indolencia y el egoísmo. denominación más apropiada es el sentido de la Pero no creo que quienes merecen esta dignidad, el cual es poseído, en una u otra acusación tan común escojan voluntariamente forma, por todos los seres humanos, aunque no los placeres inferiores con preferencia a los en exacta proporción con sus facultades más superiores. Creo que antes de dedicarse elevadas, y constituye una parte tan esencial de exclusivamente a los unos, se han incapacitado la felicidad de aquellos en quienes es fuerte, que ya para los otros. La capacidad para los nada que choque con él puede ser deseado por sentimientos más nobles es en muchas ellos, excepto momentáneamente. Todo el que naturalezas una planta muy tierna que muere supone que esta preferencia lleva consigo un con facilidad, no sólo por influencias hostiles, sacrificio de la felicidad -que el ser superior, en sino por la mera falta de alimentos. En la circunstancias proporcionalmente iguales, no es mayoría de las personas jóvenes muere más feliz que el inferior- confunde las ideas bien prontamente, si las ocupaciones a que les lleva distintas de felicidad y satisfacción. Es su posición, o el medio social en que se indiscutible que los seres cuya capacidad de encuentran no son favorables al ejercicio de sus gozar es baja, tienen mayores probabilidades de facultades. Los hombres pierden sus satisfacerla totalmente; y un ser dotado aspiraciones elevadas como pierden su agudeza superiormente siempre sentirá que, tal como intelectual, porque no tienen tiempo ni está constituido el mundo, toda la felicidad a oportunidad para favorecerlas. Se adhieren a los que puede aspirar será imperfecta. Pero puede placeres inferiores, no porque los prefieran aprender a soportar sus imperfecciones, si son deliberadamente, sino porque son los únicos a de algún modo soportables. Y éstas no le harán que tienen acceso, o los únicos de que pueden puede dudarse de que un carácter noble sea gozar duraderamente. Podría preguntarse si siempre más feliz por su nobleza, no cabe duda alguno que haya permanecido igualmente de que hace más felices a los demás, y que el próximo a ambas clases de placer, ha preferido mundo en general gana inmensamente con ello. serena y conscientemente el inferior; si bien es El utilitarismo, por tanto, sólo podría alcanzar cierto que muchos de todas las edades han su fin con el cultivo general de la nobleza de fracasado en el intento inútil de combinar carácter, si cada individuo se beneficiara ambos. solamente de la nobleza de los otros, y la suya propia, en lo que a la felicidad concierne, fuera No puede haber apelación contra este veredicto una pura consecuencia del beneficio. Pero la de los únicos jueces competentes. Sobre la simple enunciación de un absurdo como éste cuestión de cuál es el más valioso entre dos hace superflua su refutación. placeres, o cuál es el modo de existencia más grato a los sentimientos, aparte de sus atributos Según el Principio de la Mayor Felicidad, tal morales y de sus consecuencias, debe admitirse como se acaba de exponer, el fin último por como final el juicio de aquellos que están más razón del cual son deseables todas las otras capacitados por el conocimiento de ambos, o, si cosas (indiferentemente de que consideremos difieren entre sí, el de la mayoría. Y no hay nuestro propio bien o el de los demás) es una lugar a la menor vacilación en aceptar este existencia exenta de dolor y abundante en goces, juicio con respecto a la cualidad del placer; en el mayor grado posible, tanto cuantitativa, puesto que no hay otro tribunal a que acudir, ni como cualitativamente. aun respecto de la cantidad. ¿Qué método hay El método comparativo es el que mejor nos para determinar? ¿Cuál es el más agudo entre proporciona la comprobación de la superioridad dos dolores, o cuál es la más intensa entre dos cualitativa; y la regla para medirla con relación sensaciones placenteras, sino el sufragio general a la cantidad, es la preferencia que sienten los de los que están familiarizados con ambos? Ni que tienen mejores oportunidades de los dolores ni los placeres son homogéneos, y el experiencia, junto con los hábitos de la reflexión dolor siempre es heterogéneo respecto del y propia observación. Siendo éste, según la placer. ¿Qué puede decidir si un placer opinión utilitarista, el fin de los actos humanos, particular merece adquirirse a costa de un dolor es también necesariamente su criterio de particular, excepto los sentimientos y el juicio moralidad. Podemos, pues, definirlo como el de los expertos? Por tanto, cuando esos conjunto de reglas y preceptos de humana sentimientos y ese juicio declaran que, aparte de conducta por cuya observación puede su intensidad, los placeres derivados de las asegurarse a todo el género humano una facultades superiores son específicamente existencia como la descrita en la mayor preferibles a aquellos de que es susceptible la extensión posible; y no sólo al género humano, naturaleza animal, separada de las facultades sino hasta donde la naturaleza de las cosas lo superiores, es que tienen el mismo derecho a dar permita a toda la creación consciente. un dictamen sobre este asunto. Contra esta doctrina, surge, sin embargo, otra Me he detenido en este punto, por ser parte clase de objetantes, que dice que la felicidad no necesaria de una concepción justa de la Utilidad puede ser en ninguna de sus formas objeto de la o Felicidad, consideradas como regla directiva vida y de la acción humanas. En primer lugar, de la conducta humana. Pero no es en modo porque es inalcanzable, y preguntan alguno una condición indispensable para la despreciativamente: ¿qué derecho tienes a ser aceptación del criterio utilitarista; porque no es feliz? Pregunta a la cual hace Carlyle esta ese criterio la mayor felicidad del propio agente, adición: ¿qué derecho tenías hace poco tiempo sino la mayor cantidad de felicidad general; y si ni siquiera a ser? En segundo lugar, dicen que los hombres pueden obrar sin felicidad; que disfrutarla. Y esta clase de existencia es todavía todos los seres humanos lo han experimentado, el patrimonio de muchos; durante una parte y no han podido llegar a ser nobles sino considerable de su vida. La miserable educación aprendiendo la lección de Entsagen, o actual y las miserables circunstancias sociales renunciación; lección que, aprendida y aceptada son el único obstáculo a su logro por parte de totalmente, es el comienzo y la condición casi todos. necesaria de toda virtud. Nuestros objetantes quizá duden de que los La primera de estas objeciones llegaría hasta las seres humanos a quienes se enseña a considerar raíces de la cuestión si estuviera bien fundada, la felicidad como fin de la vida, quedasen porque si los seres humanos no han de poseer satisfechos con una participación tan moderada felicidad alguna, su consecuencia no puede ser en aquella. Pero gran número de hombres se han el fin de la moralidad ni de la conducta racional. contentado con mucho menos. Los principales Aun en este caso, todavía podría decirse algo a elementos que integran una vida satisfecha son favor de la teoría utilitarista. En efecto, la dos: la tranquilidad y el estímulo. Cualquiera de utilidad no sólo incluye la búsqueda de la ellos suele considerarse suficiente por sí mismo felicidad, sino también la prevención o para dicho resultado. Con mucha tranquilidad, mitigación de la desgracia; y si la primera es muchos encuentran que se contentarían con quimérica, quedará el gran objetivo y la poquísimo placer; con grandes estímulos, necesidad imperativa de evitar la segunda, por pueden adaptarse otros a una cantidad cuanto, al menos, la humanidad se cree capaz de considerable de dolor. Sin duda alguna, no es vivir; y no se refugia simultáneamente en el acto intrínsecamente imposible capacitar a la del suicidio recomendado bajo ciertas humanidad para unir ambos elementos. Lejos de condiciones por Novalis. Sin embargo, cuando ser incompatibles, se dan naturalmente unidos. se afirma absolutamente la imposibilidad de la La prolongación del uno, sirve de preparación y felicidad humana, este aserto, si no es una suscita el deseo del otro. especie de sutileza verbal, es al menos, una Aquellos cuya indolencia llega a vicio, son los exageración. Si entendemos por felicidad la únicos que no desean el estímulo después de un continuidad de las excitaciones altamente intervalo de reposo; aquellos cuya necesidad de placenteras, es bien evidente que esto es estímulo constituye enfermedad, son los únicos imposible. Un estado de placer exaltado dura que juzgan insípida y monótona la tranquilidad sólo un momento, o, en algunos casos y con que sigue a la excitación, en vez de considerarla interrupciones, horas o días. Es el resplandor agradable en proporción directa con el estimulo momentáneo del gozo, pero no su llama firme y que la precedió. Cuando las gentes permanente. Los filósofos que enseñaron que la medianamente afortunadas en bienes materiales felicidad es la finalidad de la vida, fueron tan no encuentran en la vida goces suficientes para conscientes de esto como los que se burlan de hacerla valiosa, la causa está en que sólo se ellos. La felicidad a que se referían no era la de preocupan de sí mismas. Para aquellos que no una vida en continuo éxtasis, pero sí una sienten afecto ni por los individuos ni por la existencia integrada por momentos de comunidad, los estímulos que ofrece la vida son exaltación, dolores escasos y transitorios y muy restringidos; en todo caso, disminuyen muchos y variados placeres, con predominio de cuando se acerca el tiempo en que todos los los activos sobre los pasivos, y poniendo como intereses egoístas han de cesar por la muerte. En fundamento de todo, no esperar de la vida más cambio, los que dejan seres queridos, y, de lo que puede dar. Una vida así compuesta especialmente, los que han cultivado un siempre ha merecido el nombre de felicidad sentimiento de simpatía por los intereses para aquellos que han tenido la suerte de colectivos de la humanidad, retienen frente a la muerte un interés por la vida tan intenso como maldades positivas de la vida, a las grandes cuando poseían el vigor de la juventud y de la fuentes de sufrimiento físico y mental, tales salud. Después del egoísmo, la principal causa como la indigencia, la enfermedad, la de insatisfacción ante la vida es la falta de malignidad, la vileza o la pérdida prematura de cultivo intelectual. Una inteligencia cultivada los seres queridos. El punto esencial del -no me refiero a la del filósofo, sino a la de problema reside, por tanto, en la lucha contra cualquiera que encuentre abiertas las puertas del estas calamidades. Es una rara fortuna escapar conocimiento y haya sido enseñado a ejercer sus enteramente a ellas; y, tal como son hoy las facultades de un modo normal- halla fuentes de cosas, el problema no puede evitarse, ni inagotable interés en todo lo que le rodea: en los frecuentemente mitigarse en proporción objetos de la Naturaleza, las obras de arte, las considerable. Sin embargo, ninguno cuya creaciones poéticas, los acontecimientos de la opinión merezca una atención momentánea, historia, las costumbres pasadas y presentes de puede dudar de que los mayores males del la humanidad, y sus perspectivas futuras. mundo son de suyo evitables, y si los asuntos Realmente, es posible permanecer indiferente a humanos siguen mejorando, quedarán todo esto, y, además, sin haberlo consumido en encerrados al final dentro de estrechos límites. una milésima parte. Pero esto es sólo cuando, La pobreza, en cualquier sentido que implique desde el principio, se carece de interés moral o sufrimiento, podrá ser completamente humano por esas cosas, y únicamente se ha extinguida por la sabiduría de la sociedad, buscado en ellas la satisfacción de la curiosidad. combinada con el buen sentido y la prudencia de los individuos. Incluso el más obstinado de Ahora bien, no hay en la naturaleza de las cosas los enemigos, la enfermedad, podrá ser reducido razón alguna para que la herencia de todo ser indefinidamente con una buena educación física nacido en un país civilizado no sea cierto grado y moral, y un control apropiado de las de cultura intelectual suficiente para suscitar un influencias nocivas. Así ha de ser mientras los interés inteligente por todos esos objetos de progresos de la ciencia ofrezcan para el futuro la contemplación. Como tampoco hay necesidad promesa de nuevas conquistas directas contra intrínseca de que cualquier ser humano sea un este detestable enemigo. interesado egoísta apartado de todo sentimiento o cuidado que no se centre en su propia y Cada avance realizado en esa dirección nos libra miserable individualidad. Aún hoy, es común no sólo de los accidentes que interrumpen algo tan superior a esto como para dar amplia nuestras propias vidas, sino -lo que es aún más seguridad de lo que puede hacerse con la interesante- de los que nos privan de aquello en especie humana. Aunque en grados desiguales, que se cifra nuestra felicidad. En cuanto a las el afecto por los individuos y un interés sincero vicisitudes de la fortuna y demás contrariedades en el bien público, son posibles para todo ser inherentes a las circunstancias del mundo, son humano rectamente educado. En un mundo en principalmente el efecto de dos graves que hay tanto de interesante, tanto que gozar, y imprudencias: el desarreglo de los deseos y las también tanto que corregir y mejorar, todo el condiciones sociales malas e imperfectas. En que posea esta moderada cantidad de moral y de resumen, todas las grandes causas del requisitos intelectuales, es capaz de una sufrimiento humano pueden contrarrestarse existencia que puede llamarse envidiable; a considerablemente, y muchas casi enteramente, menos que esa persona, por malas leyes o por con el cuidado y el esfuerzo del hombre. Su sujeción a la voluntad de otros, sea despojada de eliminación es tristemente lenta; una larga serie la libertad para usar de las fuentes de la de generaciones perecerá en la brecha antes de facilidad a su alcance, no dejará de encontrar que se complete la conquista y se convierta este envidiable esa existencia, si escapa a las mundo en lo que fácilmente podrá ser si la voluntad y el conocimiento no faltan. Sin una virtud más elevada que la disposición a embargo, todo hombre lo bastante inteligente y hacer tal sacrificio. Y, por paradójico que sea, generoso para aportar a la empresa su esfuerzo, añadiré que la capacidad de obrar por pequeño e insignificante que sea, obtendrá conscientemente sin pretender ser feliz, es el de la lucha misma un noble goce que no estará mejor procedimiento para alcanzar en lo posible dispuesto a vender por ningún placer egoísta. la felicidad. Porque nada, excepto esa conciencia, puede elevar a una persona por Esto lleva a una exacta estimación de lo que encima de las vicisitudes de la vida, haciéndole dicen nuestros objetantes sobre la posibilidad, y sentir que, por adversos que le sean el hado o la la obligación de obrar sin ser feliz. fortuna, no tienen el poder de sojuzgarla. Incuestionablemente, es posible obrar sin ser Cuando sabe esto una persona se libera del feliz; lo hace involuntariamente el noventa por exceso de ansiedad que producen los males de la ciento de los hombres, aun en aquellas partes vida y, al igual que muchos estoicos en los del mundo que están menos sumidas en la peores tiempos del imperio romano, es capaz de barbarie. Suelen hacerlo voluntariamente el cultivar con serenidad las fuentes de satisfacción héroe o el mártir, en aras de algo que aprecian accesibles a ella, sin que su inseguridad o más que su felicidad personal. Pero este algo duración le importen más que su inevitable fin. ¿qué es, sino la felicidad de los demás, o alguno de los requisitos de la felicidad? Es noble la Entretanto, permítase a los utilitaristas que no capacidad de renunciar a la propia felicidad o a cesen de reclamar la moralidad de la abnegación sus posibilidades; pero, después de todo, este como una propiedad que les pertenecía con sacrificio debe hacerse por algún fin. No es un tanto derecho como a los estoicos o a los fin en si mismo; y si se nos dice que su fin no es trascendentalistas. La moral utilitarista reconoce la felicidad, sino la virtud, yo pregunto: ¿Qué al ser humano el poder de sacrificar su propio podría serlo mejor que la felicidad, si el héroe o bien por el bien de los otros. Sólo rehúsa admitir el mártir no creyeran que habían de ganar para que el sacrificio sea un bien por sí mismo. Un los otros la exención de un sacrificio semejante? sacrificio que no aumenta ni tiende a aumentar ¿Se sacrificarían si creyeran que su la suma total de la felicidad, lo considera renunciamiento a la felicidad personal no desperdiciado. La única renunciación que produciría más fruto que legar al prójimo una aplaude es la devoción a la felicidad, o a alguno suerte igual a la suya, dejándolo también en la de los medios para conseguir la felicidad de los situación de la persona que ha renunciado a la demás: ya de los hombres considerados felicidad? Se debe toda clase de honores a aquel colectivamente, ya de los individuos dentro de que puede renunciar al goce personal de la vida, los límites impuestos por los intereses cuando con su renunciación contribuye colectivos de la humanidad. Debo advertir una dignamente a aumentar la felicidad del mundo. vez más que los detractores del utilitarismo no Pero el que lo hace, o pretende hacerlo, con otro le hacen la justicia de reconocer que la felicidad fin, no merece más admiración que el asceta que en que se cifra la concepción utilitarista de una está en el altar. Esta, quizá sea una alentadora conducta justa, no es la propia felicidad del que prueba de lo que los hombres pueden hacer; obra, sino la de todos. Porque el utilitarismo pero, con toda seguridad, no es un ejemplo de lo exige a cada uno que entre su propia felicidad y que debieran hacer. la de los demás, sea un espectador tan estrictamente imparcial como desinteresado y Sólo un estado imperfecto del mundo es causa benevolente. En la norma áurea de Jesús de de que el mejor modo de servir a los demás sea Nazaret, leemos todo el espíritu de la ética la renunciación a la propia felicidad. Pero utilitarista: Haz como querrías que hicieran reconozco que mientras el mundo sea contigo y ama a tu prójimo como a ti mismo. En imperfecto no podrá encontrarse en el hombre esto consiste el ideal de perfección de la moral motivos. Es asunto de la ética decirnos cuáles utilitarista. Como medios para conseguir la más son nuestros deberes, o con qué método exacta aproximación a este ideal, el utilitarismo podemos conocerlos. Pero ningún sistema de exigiría los siguientes: primero, que las leyes y ética exige que el único motivo de cuanto disposiciones sociales colocaran la felicidad o hacemos haya de ser un sentimiento del deber; (como prácticamente podemos llamarla) el por el contrario, el noventa por ciento de interés de cada individuo del modo más nuestros actos se realizan por otros motivos, y aproximado, en armonía con el interés común; son justos, si las reglas del deber no los segundo, que la educación y la opinión, que tan condenan. El hacer de esta falsa interpretación vasto poder tienen sobre el carácter humano, una base de objeción contra el utilitarismo es usaran su poder para establecer en la mente de tanto más injusto con él, cuanto sus partidarios cada individuo una asociación indisoluble entre han ido más lejos que casi todos los otros su propia felicidad y el bien de todos; moralistas en afirmar que el motivo no tiene especialmente entre su propia felicidad y la nada que ver con la moralidad de la acción, práctica de aquellos modos de conducta, aunque si con el mérito del agente. El que salva positiva y negativa, que la consideración de la a otra persona que se ahoga, hace lo que es felicidad universal prescribe. Así, el individuo moralmente justo, bien sea su motivo el deber, no sólo sería incapaz de concebir su felicidad en bien la esperanza de ser pagado por el esfuerzo; oposición con el bien general, sino que uno de el que traiciona al amigo que confía en él, es los motivos de acción habituales en él sería el culpable de un crimen, aunque su objeto sea impulso a promover directamente el bien servir a otro amigo al cual esté muy obligado. general. Además, los sentimientos Pero hablando sólo de los actos cuyo motivo es correspondientes ocuparían un lugar el deber y la obediencia directa a los principios, preeminente en la existencia consciente de todo es una falsa interpretación del modo de pensar ser humano. utilitarista considerar que implica que la gente haya de fijar su objetivo en algo tan amplio Si los impugnadores de la moral utilitaria la como el mundo o la sociedad en general. La consideraran en este su verdadero carácter, no sé inmensa mayoría de las acciones buenas no se qué otra recomendación, incluida en otra moral, realizan en provecho del mundo, sino de los podrían echar de menos, qué desarrollo de la individuos, de cuyo bien depende el del mundo. naturaleza humana más bello o más excelso En estas ocasiones, los pensamientos de los podrían encontrar en cualquier otro sistema hombres más virtuosos no necesitan ir más allá ético, qué motivos de acción inaccesibles al de las personas particulares a que se dirigen, utilitarismo serían en estos sistemas la base de excepto para asegurarse de que al beneficiarlas sus preceptos. no están violando el derecho, esto es las Los detractores del utilitarismo no siempre esperanzas legítimas y autorizadas de pueden ser acusados de presentarlo bajo una cualquiera. La multiplicación de la felicidad es, apariencia tan desacreditada. Por el contrario, según la ética utilitaria, el objeto de la virtud; los que tienen una justa idea de su carácter las ocasiones en que cualquiera (uno entre mil) desinteresado, a veces le reprochan el que su puede hacer esto en gran escala o, con otras criterio sea demasiado elevado para la palabras, puede ser un bienhechor público, no humanidad. Dicen que es exigir demasiado el son sino excepcionales. Sólo en estas ocasiones que la gente deba obrar siempre con el fin de es cuando está llamado a tomar en cuenta la promover los intereses generales de la sociedad. utilidad pública; en todos los demás casos, lo Pero esto es equivocar la verdadera único a que ha de atender es a la utilidad significación de un criterio de moral, y privada, al interés o a la felicidad de unas pocas confundir las normas de las acciones con sus personas. Aquellos cuyas acciones influyen sobre la sociedad en general, son los únicos que esforzaban en elevarse por encima de todo, necesitan interesarse por un objeto tan amplio. excepto la virtud, gustaban de decir que el que En los casos de omisión -actos que se prohíben lo posee todo, ése y sólo ése, es rico, es bello, es por consideraciones morales, aunque sus un rey. Pero la doctrina utilitarista no reivindica consecuencias pudieran ser benéficas en un caso nada de esto a favor del hombre virtuoso. Los particular- sería indigno de un agente inteligente utilitaristas son bien conscientes de que hay no darse cuenta de que una acción de esa clase, otras cualidades y atributos deseables, además practicada con generalidad, sería injuriosa de la virtud, y están perfectamente dispuestos a generalmente. Ese es el fundamento de la conceder a todas su valor. obligación de abstenerse de ella. La magnitud También son conscientes de que una acción del respeto al interés público que este justa no revela necesariamente un carácter reconocimiento implica, no es superior a la virtuoso, y que los actos censurables proceden, exigida por cualquier sistema de moral, porque con frecuencia, de cualidades merecedoras de todos ordenan abstenerse de cualquier cosa que alabanzas. Cuando esto es manifiesto en sea perniciosa para la sociedad. cualquier caso particular, modifica la Las mismas consideraciones conducen a otro estimación, no del acto, por cierto, sino del reproche contra la doctrina de la utilidad. Se agente. No obstante, concedo que ellos tienen la fundamenta en una interpretación aún más opinión de que en una larga carrera la mejor grosera del objeto de un criterio de moralidad y prueba de un buen carácter son las buenas del verdadero significado de las palabras justo e acciones; y resueltamente se niegan a considerar injusto. Se afirma, frecuentemente, que el como buena cualquier disposición mental cuya utilitarismo vuelve fríos e incapaces de simpatía tendencia predominante sea producir una mala a los hombres; que enfría sus sentimientos conducta. Esto les hace impopulares entre morales hacia los individuos; que sólo les hace mucha gente; pero es una impopularidad que atender a la seca y dura consideración de las deben compartir con todo el que vea de un consecuencias de la acción, sin introducir en su modo serio la distinción entre lo justo y lo estimación moral las cualidades de donde la injusto. Además, no es un reproche cuya acción emana. Si este aserto significa que esos refutación deba inquietar al utilitarista hombres no permiten que sus juicios sobre la consciente. rectitud o maldad de un acto sean influidos por Si esta objeción sólo quiere decir que muchos su opinión de las cualidades de la persona que lo utilitaristas miden exclusivamente la moralidad realiza, ésta no es una queja contra el de los actos con el criterio utilitario, y no utilitarismo, sino contra todo criterio de subrayan suficientemente las otras bellezas del moralidad. Porque ningún criterio ético carácter que contribuyen a hacer amable o conocido decide que una acción sea buena o admirable al ser humano, esto podría admitirse. mala a causa de que la realice un hombre bueno Los utilitaristas que han cultivado los o malo; y menos aún porque la realice o no un sentimientos morales, pero no la simpatía o la hombre amable, honrado o benevolente. Estas percepción artística, caen efectivamente en este consideraciones no son apropiadas a la error; también lo hacen todos los demás estimación de los actos, sino de las personas; y moralistas que se encuentran en las mismas no hay en la doctrina utilitarista nada condiciones. Lo que puede decirse en excusa de incongruente con el hecho de existir en las éstos vale también para aquéllos, esto es, que si personas otras cosas interesantes además de la hubiera de darse algún error, es mejor que sea rectitud o maldad de sus actos. Los mismos éste. De hecho, podemos afirmar que entre los estoicos, con el paradójico abuso del lenguaje utilitaristas, lo mismo que entre los partidarios que formaba parte de su sistema, por el cual se de los demás sistemas, se dan todos los grados imaginables de rigidez y laxitud en la aplicación voluntad de Dios como suprema ley de la moral, de sus criterios; unos son rigurosamente contesto que un utilitarista que crea en la puritanos, mientras otros son tan indulgentes perfecta sabiduría y bondad de Dios, creerá como podrían desear el pecador o el necesariamente que todo lo que Dios haya sentimental. Pero, en conjunto, una doctrina que considerado oportuno revelar con relación a la pone en lugar prominente el interés que tiene la moral, cumplirá en sumo grado las exigencias humanidad en reprimir o prevenir toda conducta del utilitarismo. Pero, además de los utilitaristas, que viole la ley moral, no es probable que sea otros han tenido la opinión de que la revelación inferior a ninguna otra en volver las sanciones cristiana se dirigió, y se encamina, a informar a de la opinión contra tales violaciones. Verdad los corazones y las mentes de los hombres con que quienes reconocen distintos criterios de un espíritu capaz de hacerles buscar por sí moralidad, no es de esperar que estén de mismos lo que es justo y de inclinarlos a hacerlo acuerdo sobre la cuestión de qué es lo que viola cuando lo encuentran, más bien que a decirles, a la ley moral. Pero las diferencias de opinión no ser de un modo muy general, lo que es. sobre las cuestiones morales no las introdujo por Necesitamos una doctrina ética cuidadosamente primera vez en el mundo el utilitarismo. En observada para que ella nos interprete la cambio, esta doctrina proporciona un criterio voluntad de Dios. Si esta opinión es correcta o para decidir las diferencias que, si no siempre es no, es superfluo discutirlo aquí. Puesto que fácil, es tangible e inteligible en todos los casos. cualquier cosa que concuerde con la religión, Quizá no sea superfluo señalar otros errores natural o revelada, puede ser objeto de comunes en la interpretación de la ética investigaciones éticas, resulta tan accesible al utilitarista. Algunos tan obvios y groseros que moralista utilitarista como a cualquier otro. podría parecer imposible que ninguna persona Puede usar de ella como testimonio de Dios a la de honestidad e inteligencia cayera en ellos. utilidad o nocividad de cualquier acto dado, con Pero aun las personas con grandes dotes el mismo derecho que otros la usan como señal mentales suelen tomarse muy poca molestia en de una ley trascendente que no tiene relación entender el significado de cualquier opinión que con la utilidad o con la felicidad. choque con sus prejuicios. Los hombres son, en Además, se estigmatiza sumariamente al general, tan poco conscientes de que esta utilitarismo como doctrina inmoral, dándole el voluntaria ignorancia constituye un defecto, que nombre de conveniencia y aprovechando la incluso en las obras concienzudas de las ventaja de que el uso popular de este término lo personas de mayores pretensiones a la honradez opone a la justicia. Pero la conveniencia, en el y la filosofía, encontramos los más vulgares sentido en que se opone a la justicia, indica errores de interpretación de las doctrinas éticas. generalmente lo que es conveniente para el No es raro oír hablar de la doctrina de la utilidad interés particular del agente mismo; como haciendo caer invectivas sobre ella por atea. Si cuando un ministro sacrifica los intereses de su fuese necesario decir algo contra una suposición país para mantenerse en su cargo. Cuando tan simple, diríamos que la cuestión depende de significa algo mejor que esto, indica lo que es qué idea se tiene del carácter moral de la conveniente para algún objeto inmediato o Divinidad. Si es verdadera la creencia de que algún fin momentáneo, pero que viola una regla Dios desea ante todo la felicidad de las cuya observación es conveniente en un grado criaturas, y que éste fue el objeto de la creación, más elevado. En este sentido, la conveniencia, el utilitarismo no sólo no es una doctrina atea, en vez de ser una misma cosa con la utilidad, es sino que es más profundamente religiosa que una rama de lo dañino. Así, sería a menudo ninguna otra. Si se quiere decir que el conveniente decir una mentira para superar un utilitarismo no acepta la revelación de la obstáculo o para conseguir inmediatamente algún fin útil para nosotros o para los demás, Es exactamente como si se dijera que es Pero el cultivo de un sentimiento agudo de la imposible guiar nuestra conducta sobre la veracidad es una de las cosas más útiles a que felicidad general. Es exactamente como si se puede servir nuestra conducta, y el dijera que es imposible guiar nuestra conducta debilitamiento de ese sentimiento es una de las por el cristianismo a causa de que, en cada más perjudiciales. Cualquier desviación, incluso ocasión en que debe hacerse algo, no hay involuntaria, de la verdad, tiene gran influencia, tiempo para leerse el Antiguo y el Nuevo sobre el debilitamiento de nuestra confianza en Testamento. La respuesta a esta objeción es que la veracidad de los asertos humanos, confianza ha habido un amplio tiempo, a saber; todo el que no sólo es el soporte de todo el bienestar pasado de la especie humana. Durante todo ese social presente, sino que su insuficiencia influye tiempo, el género humano ha estado más que ninguna otra cosa en lo que puede aprendiendo por experiencia las tendencias de llamarse retraso de la civilización, de la virtud y las acciones. Toda la prudencia, lo mismo que de todo lo que es el fundamento de la felicidad toda la moralidad de la vida, dependen de esa humana. Por ello, sentimos que la violación de experiencia. La gente habla como si el comienzo la regla de conveniencia trascendente para del curso de la experiencia hubiera sido diferido conseguir una ventaja inmediata no es hasta el momento presente, y como si el conveniente. El que, por su conveniencia momento en que algún hombre siente la personal o la de algún otro, hace lo que de él tentación de intervenir en la propiedad o en la depende por privar a la humanidad de un bien e vida de otro, fuera la primera vez en que se ha infligirle un mal que dependen, más o menos, de de considerar si el asesinato o el robo son la mutua confianza que los hombres ponen en perjudiciales a la felicidad humana. Yo ni sus palabras, obra como uno de sus peores siquiera creo que ese hombre encontraría la enemigos. Sin embargo, todos los moralistas cuestión muy enigmática; pero de todas formas reconocen que esa regla, aun siendo sagrada, el asunto está entonces en sus manos. Es admite posibles excepciones. Las principales se verdaderamente extravagante suponer que, si el dan cuando la omisión de algún hecho (como género humano hubiera convenido en considerar delatar a un malhechor o dar malas noticias a que la utilidad es la mejor prueba de la una persona gravemente enferma) salvaría a un moralidad, no habría llegado a un acuerdo sobre individuo (especialmente a un individuo que no qué es útil, y no habría tomado medidas para sea uno mismo) de una desgracia grande e enseñar al joven sus nociones sobre el asunto, y inmerecida, y cuando la omisión sólo puede robustecerlas con la ley y la opinión. No hay lograrse con una negación. Mas para que una dificultad en probar que todo sistema ético es excepción tenga el menor efecto posible sobre la defectuoso si suponemos que lleva aparejada la confianza en la veracidad, y no se extienda más idiotez universal; pero si no es ése el caso, el allá de lo necesario, debería reconocerse y género humano debe haber adquirido ya definir sus límites, si fuera posible. Y si el creencias positivas concernientes a los efectos principio de utilidad es bueno para algo, debe que algunos actos tienen sobre la felicidad. Las ser bueno para aquilatar esas utilidades que creencias que así se han decantado constituyen chocan entre sí, y señalar la zona en que cada las reglas de moralidad de la multitud, y una prepondera. también del filósofo, mientras éste no haya conseguido encontrarlas mejores. Yo admito, o Los defensores de la utilidad se sienten mejor, mantengo seriamente que los filósofos llamados con frecuencia a replicar objeciones podrían hacerlo con facilidad, incluso en la tales como ésta de que antes de la acción no hay actualidad; que nuestro código moral no es en tiempo para calcular o sopesar los efectos de absoluto de derecho divino, que la humanidad una línea de conducta sobre la felicidad general. todavía tiene mucho que aprender respecto de los efectos de los actos sobre la felicidad. Los consecuencias generales de las experiencias de corolarios del principio de utilidad, como los la vida humana, creo que es el absurdo más preceptos de todo arte práctico, admiten un grande a que se ha llegado nunca en las perfeccionamiento indefinido y, dada la índole controversias filosóficas. progresiva de la mente humana, su El resto de la serie de argumentos contra el mejoramiento sigue adelante constantemente. utilitarismo consiste principalmente en poner a Pero una cosa es considerar que las reglas de su cuenta las debilidades comunes de la moralidad son mejorables, y otra pasar por alto naturaleza humana y las dificultades generales enteramente las generalizaciones intermedias, y que estorban a las personas conscientes en el pretender probar directamente cada acto trazado de su camino por la vida. Se nos dice individual por medio del primer principio. Es que un utilitarista podrá hacer de su caso una idea extraña la de que el reconocimiento de particular una excepción de las reglas morales, y un primer principio es incompatible con la de que bajo la tentación verá más utilidad en el los principios secundarios. Informar a un viajero quebrantamiento de una regla que en su sobre la situación de su destino final no es observación. Pero, ¿es el utilitarismo el único prohibirle que utilice las señales y postes credo capaz de proporcionarnos excusas para indicadores del camino. La proposición de que obrar mal, y medios para engañar la propia la felicidad es el fin y el objetivo de la conciencia? Los proporcionan en abundancia en moralidad no significa que no deba trazarse un todas las doctrinas que reconocen la existencia camino hacia esta meta, o que a las personas que de conflictos morales. Esto lo reconocen todas allá van no se les pueda aconsejar que tomen las doctrinas que han sido aceptadas por una dirección mejor que otra. Verdaderamente, personas sanas. No es defecto de ningún credo, los hombres deberían cesar de decir sobre este sino de la complicada naturaleza de los asuntos asunto absurdos que no querrían decir ni oír con humanos, el que la conducta no pueda ser respecto a otras cuestiones de interés práctico. conformada de manera que no exija Nadie pretende que el arte de la navegación no excepciones, y el que apenas ninguna clase de se base en la astronomía, por el hecho de que los acción pueda ser establecida firmemente como marinos no pueden entretenerse en calcular el obligatoria siempre o condenable siempre. No almanaque náutico. Siendo criaturas racionales hay ningún credo ético que no atempere la se hacen a la mar con el almanaque ya rigidez de sus leyes, dándoles cierta amplitud calculado; y todas las criaturas racionales salen que, bajo la responsabilidad moral del agente, al mar de la vida con una opinión formada sobre las acomode a las peculiaridades de las lo que es justo e injusto, lo mismo que sobre circunstancias. Y por la abertura así hecha, cosas mucho más difíciles que son cuestión de entran en todos los credos el engaño de uno sabiduría o locura. Y es de suponer que sigan mismo y la casuística deshonesta. No existe haciéndolo en tanto la previsión sea una ningún sistema de moral en que no surjan casos cualidad humana. Cualquiera que sea el inequívocos de obligaciones encontradas. Estas principio fundamental de moralidad que son las verdaderas dificultades, los puntos adoptemos, necesitamos para su aplicación intrincados de la teoría de la ética y de la guía principios subordinados. Puesto que la consciente de la conducta personal. Son imposibilidad de obrar sin éstos es común a superables, prácticamente con mayor o menor todos los sistemas, no puedo proporcionar éxito, según el entendimiento y las virtudes del argumentos contra ninguno en particular. Pero individuo; pero difícilmente puede pretenderse razonar gravemente como si tales principios que ninguno sea el menos calificado para tratar secundarios no pudieran existir, y como si la de ellos, porque posea un criterio último al cual humanidad hubiera permanecido hasta ahora, y puedan ser referidos todos los deberes y hubiera de permanecer siempre, sin extraer derechos encontrados. Si la utilidad es la última fuente de la obligación moral, la utilidad puede ser invocada para decidir entre aquéllos cuando sus demandas son incompatibles. Aunque sea un criterio de difícil aplicación, es mejor que nada en absoluto. En cambio, en otros sistemas, todas las leyes morales invocan una autoridad independiente, y no hay ningún imperativo común para mediar entre ellas. Sus pretensiones a la precedencia sobre las demás descansan poco menos que en la sofistería y, a menos que sean determinadas, como generalmente lo son, por la influencia no reconocida de consideraciones utilitarias, dan carta blanca a la intervención de deseos personales y parcialidades. Debemos recordar que sólo en los casos de conflicto entre los principios secundarios es cuando se requiere apelar a los primeros principios. No hay ningún caso de obligación moral que no implique algún principio secundario; y si se trata de uno solo, apenas pueden caber dudas reales de cuál es en la mente de la persona que reconoce dicho principio. CAPÍTULO III no se negará fue la intención de Cristo) tan profundamente en nuestro carácter y en nuestra De la última sanción del principio conciencia, que es parte de nuestra naturaleza, de utilidad como el horror al crimen está enraizado Con relación a cualquier criterio moral, suelen ordinariamente en todo joven bien educado. hacerse justificadamente las siguientes Entretanto, la dificultad no afecta preguntas: ¿Cuál es su sanción?, ¿cuáles son los particularmente al principio de utilidad, sino que motivos para obedecerlo?, o, más es inherente a todo intento de analizar la concretamente, ¿cuál es la fuente de su moralidad y reducirla a principios. Lo cual, a obligación?, ¿de dónde se deriva su fuerza menos que el principio se encuentre ya en la obligatoria? Es parte esencial de una filosofía mente investido de un carácter tan sagrado moral proporcionar la respuesta a esta cuestión, como cualquiera de sus aplicaciones, siempre que, aunque frecuentemente asume el aspecto de parece desposeer a éstas de una parte de su una objeción a la moral utilitaria, como si santidad. tuviera una aplicabilidad especial a las otras, El principio de utilidad posee todas las surge en realidad con relación a todos los sanciones que pertenecen a cualquier otro criterios. Surge, en efecto, siempre que una sistema de moral, o no hay ninguna razón para persona es llamada a adoptar un criterio, o a que no las posea. Esas sanciones son internas o reducir la moralidad a una base sobre la cual no externas. De las externas no es necesario hablar esté acostumbrada a apoyarla. Porque la con extensión. Son la esperanza del favor y el moralidad de las costumbres, consagrada por la temor al disgusto de nuestro prójimo o del educación y la opinión, es la única que se Legislador del Universo, además de cualquier presenta ante la mente con la sensación de ser simpatía o afecto hacia aquél, o de amor y obligatoria en sí misma. Y cuando se pide a una respeto hacia Este, que nos inclinan a hacer su persona que crea que la moralidad deriva su voluntad independientemente de las obligación de algún principio general que las consecuencias personales de nuestra conducta. costumbres no han rodeado con el mismo halo, Evidentemente, no hay razón para que todos el aserto le parece paradójico; los supuestos esos motivos no nos liguen a la moral utilitaria corolarios parecen tener más fuerza obligatoria tan completa y tan fuertemente como a que el teorema original; la superestructura cualquier otra. En realidad, todos los que los parece mantenerse mejor sin lo que se presenta refieren al prójimo están seguros de hacerlo en como fundamento suyo que con él. Esa persona proporción al total de la inteligencia general se dice: yo siento que estoy obligado a no robar, porque, haya o no una base de obligación moral ni matar, a no traicionar ni engañar; pero ¿por distinta de la felicidad, los hombres desean la qué estoy obligado a promover la felicidad felicidad, y, por imperfecta que sea su propia general? Si mi propia felicidad consiste en otra conducta, desean y alaban que los otros cosa, ¿por qué no le voy a dar la preferencia? observen hacia ellos mismos la clase de Si la interpretación de la naturaleza del sentido conducta por la cual creen que se promueve la moral adoptada por la filosofía utilitarista es felicidad. En cuanto a los motivos religiosos, si correcta, esta dificultad se presentará siempre los hombres creen en la bondad de Dios, como hasta que las influencias que conforman el la mayoría declara, los que piensan que la carácter moral hayan encontrado en el principio tendencia a la felicidad general es la esencia, o el mismo asidero que han encontrado en algunas aun sólo el criterio, de lo bueno, deben creer que de sus consecuencias. Hasta que con el es también lo que Dios aprueba. Por tanto, toda mejoramiento de la educación el sentimiento de la fuerza de los premios y castigos externos, nuestra unión con el prójimo arraigue (lo cual sean físicos o morales, y procedan de Dios o del prójimo, se combina con toda la devoción nuestra teoría sobre la naturaleza en origen de la desinteresada hacia Dios o el prójimo de que es conciencia, en esto es en lo que consiste capaz la naturaleza humana. Esto refuerza la esencialmente. moral utilitarista, proporcionalmente al grado de Por tanto, si la última sanción de toda moralidad reconocimiento que a dicha moral se concede. es (aparte de los motivos externos) un Cuanto mayor sea este reconocimiento, más sentimiento subjetivo de la mente, no veo que la tenderán hacia su fin las aplicaciones de la cuestión de cuál sea la sanción de un criterio educación y de la cultura general. particular resulte embarazosa para aquellos cuyo Así, en lo que se refiere a las sanciones criterio es la utilidad. Igual que con todos los externas. La sanción interna del deber, demás criterios pueden contestar que la sanción cualquiera que sea el criterio del deber, es una y está en los sentimientos conscientes de la la misma: un sentimiento de nuestra propia humanidad. Indudablemente, la sanción no tiene conciencia, un dolor más o menos intenso ajeno eficacia para obligar a los que no poseen los a la violación del deber, que surge en las sentimientos a que ella apela; pero esas personas naturalezas con educación moral apropiada y, en tampoco serán más obedientes a otro principio los casos más serios, les hace retroceder como moral distinto del utilitarista. Para ellos, toda ante una imposibilidad. Este sentimiento, clase de moralidad se basa en las sanciones cuando es desinteresado y se vincula a la idea externas. Mientras tanto, la existencia de ésos del puro deber, no a alguna de sus formas sentimientos, y la extraordinaria fuerza con que particulares, o a cualquier circunstancia obran sobre aquellos en quienes han sido meramente accesoria, constituye la esencia de la debidamente cultivados, constituye un hecho de conciencia. Sin embargo, en ese complejo la naturaleza humana atestiguado por la fenómeno, tal como efectivamente se da, el experiencia. Nunca se ha mostrado la razón de hecho simple se encuentra ligado generalmente que no puedan cultivarse en conexión con el a asociaciones colaterales derivadas de la utilitarismo, con tanta intensidad como con simpatía, del amor o, aun mejor, del miedo; de cualquier otro sistema moral. toda clase de sentimientos religiosos; de los Ya sé que existe una disposición a creer que la recuerdos de la infancia y de toda nuestra vida persona que ve en la obligación moral un hecho pasada; de la propia estimación, del deseo de ser trascendente, una realidad objetiva perteneciente estimado por los demás, y en ocasiones, incluso a la región de las cosas en sí, probablemente la de la humildad. Pienso que esta extremada obedecerá más que el que la considera complicación es el origen de ese carácter totalmente subjetiva y sin otra sede que la místico que se atribuye a la idea de obligación conciencia. Pero, sea cual fuere la opinión de la moral, debido a una tendencia de la mente persona sobre esta cuestión de la ontología, es el humana, de la cual tenemos otros muchos propio sentimiento subjetivo el que da la fuerza, ejemplos, y que induce a la gente a creer que, y ésta debe medirse por el poder de aquél. Nadie por una supuesta ley misteriosa, la idea de cree con más fuerza en la realidad objetiva del obligación moral se vincula únicamente a deber que en la de Dios; sin embargo, la aquellos objetos que en nuestra experiencia creencia en Dios, aparte de la esperanza de un actual aparecen excitándola. Sin embargo, su premio y un castigo efectivos, sólo obra sobre la fuerza obligatoria consiste en la existencia de conducta a causa del sentimiento religioso una masa de sentimientos que tienen que ser subjetivo, y en proporción a él. La sanción, en rotos para poder hacer lo que viola nuestro tanto sea desinteresada, está siempre en la mente criterio del derecho, y que si, a pesar de todo, se misma. Por tanto, el pensamiento de la moral rompen, probablemente reaparecerán después trascendente debe ser: que la sanción no existirá bajo la forma del remordimiento. Sea cual fuere en la mente mientras no se crea que tiene sus raíces fuera de la mente; y que, si una persona prójimo. Por tanto, si la creencia en el origen pudiera decirse a sí misma: Esto que me refrena trascendente de la obligación moral da alguna y que yo llamo mi conciencia, es sólo un eficacia adicional a la sanción interna, me sentimiento de mi espíritu, extraería la parece que el principio utilitarista puede conclusión de que, cuando el sentimiento cesara, beneficiarse de ella. cesaría la obligación, y que si el sentimiento no Por otro lado, si, como es mi propia creencia, conviniera, podría pasarlo por alto e intentar los sentimientos morales no son innatos, sino desembarazarme de él. Pero este peligro ¿será adquiridos, no por esa razón son menos confinado en la moral utilitarista? La creencia naturales. Es natural en el hombre hablar, de que la obligación moral tiene su sede fuera razonar, construir ciudades y cultivar la tierra, de la mente, ¿hace que el sentimiento sea aunque éstas sean facultades adquiridas. Los demasiado fuerte para poder desembarazarse de sentimientos no son, en verdad, una parte de él? La realidad es tan distinta, que todos los nuestra naturaleza, en el sentido de estar moralistas admiten y deploran la facilidad con presentes de un modo perceptible en todos que puede ser silenciada o sofocada la nosotros. Pero esto, desgraciadamente, es un conciencia en la generalidad de las mentes. La hecho admitido por todos los que creen más cuestión: ¿Es necesario que obedezca a mi acérrimamente en su origen trascendente. Como conciencia?, suelen planteársela tan las otras capacidades naturales ya citadas, la repetidamente las personas que nunca han oído facultad moral, si no es una parte de nuestra hablar del principio de utilidad, como las adictas naturaleza, constituye una consecuencia de ella. a él. Aquellos cuyo sentimiento de la conciencia Como aquéllas, es capaz, hasta cierto punto, de es tan débil como para permitirles formularse brotar espontáneamente, y es susceptible de ser esta pregunta, no obedecen, aunque se contesten cultivada hasta un alto grado de desarrollo. afirmativamente, y, si lo hacen, no es por su Desgraciadamente, con un uso suficiente de las creencia en la teoría trascendente, sino a causa sanciones externas y de la fuerza de las primeras de las sanciones externas. impresiones, también es susceptible de Para nuestro propósito, no es necesario decidir desarrollo en cualquier otra dirección. Así, si el sentimiento del deber es innato o adquirido. apenas hay cosa, por absurda o perversa que sea, Si se supone que es innato, queda planteada la a la que, por medio de todas esas influencias, no cuestión de cuál es su objeto natural. Porque los pueda hacérsela obrar sobre la mente con toda la que sostienen esa teoría no están de acuerdo en autoridad de la conciencia. Dudar de que con que la aprehensión intuitiva recaiga sobre los idénticos medios se podría dar ese mismo poder principios de la moralidad y no sobre sus al principio de utilidad, aunque no tuviera su detalles. Si ha de haber algo innato en esa fundamento en la naturaleza humana, sería materia, no veo razón para que no exista un cerrar los ojos a toda experiencia. sentimiento innato relativo a los placeres y Pero las asociaciones morales, que son una dolores de los demás. Si hubiera algún principio creación totalmente artificial, al progresar la de moral intuitivamente obligatorio, yo diría que cultura intelectual, ceden gradualmente a la es ése. Entonces, la ética intuitiva coincidiría fuerza disolvente del análisis; y si el sentimiento con la utilitaria y no habría más disputas entre del deber pareciera igualmente arbitrario al ellas. Pero, aun habiéndolas; si los moralistas asociarse con la utilidad, si no hubiera en intuitivos creen que hay otras obligaciones nuestra naturaleza una parte directora, una morales, también creen que ésa es una de ellas. poderosa clase de sentimientos, que armonizara En efecto, sostienen unánimemente que una con esa asociación, que nos hiciera considerarla gran parte de la moralidad versa sobre las congénita y nos inclinara no sólo a fomentarla consideraciones debidas a los intereses del en los otros (para lo cual tenemos abundantes motivos de interés), sino a desarrollarla también (aunque sólo sea para su propia protección) de en nosotros mismos; si no hubiera, en suma, una vivir en un estado de constante protesta contra base natural de sentimientos para la moralidad ellas. También están familiarizados con el hecho utilitaria, podría ocurrir más bien que esa de cooperar con los demás y proponerse a sí asociación se disolviera también, aun después mismos un interés colectivo, no individual, de haber sido implantada por la educación. como objetivo (al menos temporal) de sus acciones. En tanto están cooperando, sus fines Pero esa poderosa base natural de sentimientos se identifican con los de los demás; hay un existe; y, una vez reconocido el principio de la sentimiento, al menos temporal, de que los felicidad general como criterio moral, intereses de los demás son sus propios intereses. constituirá la fortaleza de la moralidad utilitaria. El fortalecimiento de los lazos sociales y el Este firme fundamento es el de los sentimientos crecimiento saludable de la sociedad, no sólo sociales de la humanidad; el deseo de la unión dan a cada individuo un interés personal más con el prójimo, que ya es un poderoso principio fuerte en considerar prácticamente el bienestar de la naturaleza humana, y, afortunadamente, de los demás, sino que también le inclinan a uno de los que tienden a robustecerse, incluso identificar cada vez más sus sentimientos con el sin ser inculcado expresamente, sólo por la bien de aquéllos, o, al menos, con una creciente influencia de los progresos de la civilización. La consideración práctica de ese bien. Como si condición social es así tan natural, tan necesaria fuera instintivamente, el hombre llega a tener y tan habitual para el hombre, que, excepto en consciencia de sí mismo como un ser que por circunstancias inusitadas, y por obra de una supuesto concede atención a los otros. El bien abstracción voluntaria, nunca puede pensar en sí de los demás se convierte para él en una cosa a mismo más que como miembro de un cuerpo; y la cual hay que atender natural y esta asociación se afianza cada vez más, a necesariamente, lo mismo que a cualquiera de medida que la humanidad se separa del estado las condiciones físicas de nuestra existencia. de independencia salvaje. Por tanto, cualquier Ahora bien, cualquiera que sea la magnitud de condición que sea esencial al estado social, se este sentimiento en un hombre, se ve instado a convierte en una parte cada vez más inseparable demostrarlo por los motivos más fuertes del de la concepción que tiene toda persona del interés y de la simpatía y a acrecentarlo en los estado de cosas en que ha nacido y de los demás con todas sus fuerzas. Incluso, si él destinos del ser humano. Ahora bien, es mismo no los tiene, se interesa, tanto como manifiestamente imposible toda sociedad entre cualquier otro, en que los tengan los demás. seres humanos -a no ser entre señores y Consiguientemente, los más pequeños gérmenes esclavos- que no asiente el pie en la base de que del sentimiento echan raíces y se alimentan con deben consultarse igualmente los intereses de el contagio de la simpatía y las influencias de la todos. Y puesto que, en cualquier estado de la educación; y un completo entramado de civilización, toda persona, excepto el monarca asociaciones corroborativas se teje a su absoluto, tiene sus iguales, todo el mundo está alrededor por la acción poderosa de las obligado a vivir con alguien en esos términos. sanciones externas. Este modo de concebirnos a Así, en todas las edades, se realiza algún avance nosotros mismos y a la vida se ve cada vez más hacia un estado en que sea imposible vivir natural, según avanza la civilización. Se permanentemente con alguien de un modo consigue a cada paso que se da en las mejoras distinto. De esta manera, las personas se hacen políticas, eliminando las fuentes de oposición al cada vez más incapaces de concebir un estado interés y nivelando las desigualdades que los de total desatención hacia los intereses de los privilegios de la ley han establecido entre los demás. Se encuentran en la necesidad de individuos o las clases, debido a que hay imaginarse a salvo de las mayores injurias y grandes sectores de la humanidad cuya felicidad todavía se pasa por alto en la práctica. En un hacia los otros que haría imposible toda estado progresivo de la mente humana, crecen discordancia real en la dirección general de su continuamente las influencias que tienden a conducta a través de la vida. Pero una persona, engendrar en cada individuo un sentimiento de cuyos sentimientos sociales estén desarrollados unidad con todo el resto Sentimiento que, si de algún modo, ya no puede inclinarse a pensar fuera perfecto, haría que nunca pensara o en sus semejantes como rivales que luchan deseara para sí mismo ninguna condición contra ella por los medios de alcanzar la benéfica que no incluyera el beneficio de los felicidad, y a quienes desearía ver fracasar en otros. Ahora bien, si suponemos que este sus propósitos, para así conseguir ella los suyos. sentimiento de unidad es enseñado como una Incluso hoy en día, la concepción religión y, como ocurrió en otro tiempo con ésta, profundamente arraigada que tiene todo se dirige toda la fuerza de la educación, de las individuo acerca de sí mismo como ser social, instituciones y de la opinión a hacer que cada tiende a hacerle sentir como una de sus persona crezca, desde la infancia, rodeada por necesidades naturales, la armonía entre sus todos lados de la profesión y práctica de dicho sentimientos y objetivos y los de su prójimo. Si sentimiento, creo yo que nadie que pueda las diferencias de opinión y cultura espiritual le comprender esta concepción tendrá ningún hacen imposible compartir muchos de los recelo sobre la suficiencia de la sanción última sentimientos actuales del prójimo -quizás le de la moral de la felicidad. A cualquier hacen condenar y despreciar esos sentimientos- estudiante de ética, que encuentre difícil la todavía necesita darse cuenta de que su objetivo realización, le recomiendo, como medio de real y el del prójimo no están en conflicto, que facilitarla, la segunda de las dos obras él no se opone realmente a lo que el otro desea, principales de M. Comte, Traité de Politique a saber, su propio bien, sino que, por el Positive. Mantengo las más fuertes objeciones contrario, lo favorece. En la mayoría de los contra el sistema de política y moral propuesto individuos, este sentimiento es mucho menos en este tratado; pero creo que ha demostrado poderoso que el sentimiento egoísta, y sobradamente la posibilidad de dar al servicio frecuentemente necesita de él. Mas, para de la humanidad, aun sin ayuda de la creencia aquellos que lo poseen, tiene todos los en la providencia, el poder psicológico y la caracteres de un sentimiento natural. No eficacia social de una religión, haciéndola aparece, ante su mente, como una superstición arraigar en la vida humana, y colorear todos los de la educación o una ley impuesta pensamientos, sentimientos y actos de manera despóticamente por el poder de la sociedad, sino que la mayor influencia ejercida por cualquiera como un atributo de que no querrían carecer. de las religiones no sea sino una muestra y Esta convicción es la sanción última de la moral presentimiento de él. Su mayor peligro no es de la mayor felicidad. Es la que hace que todo que sea insuficiente, sino que se interfiera, tan espíritu de sentimientos bien desarrollados obre indebidamente como la religión, con la libertad a favor y no en contra de los motivos externos y la individualidad humanas. que nos obligan a cuidar de los demás, a causa de lo que hemos llamado sanciones externas. Tampoco es necesario que el sentimiento que Cuando éstas faltan o actúan en sentido opuesto, constituye la fuerza obligatoria de la moral esta convicción constituye, por sí sola, una utilitarista en aquellos que la reconocen quede a fuerza obligatoria interna, cuyo poder está en la espera de las influencias sociales que lo relación con la sensibilidad e inteligencia del extenderían a toda la humanidad. En el estado carácter. En efecto, pocos cuyo espíritu dé relativamente primitivo del progreso humano en cabida a la moral, consentirían en pasar su vida que vivimos actualmente, una persona no puede sin conceder atención a los demás, excepto en lo sentir de verdad esa integridad de la simpatía que obligase a sus intereses personales. CAPÍTULO IV de cada persona es un bien para esa persona, y que, por tanto, la felicidad es un bien para el De qué clase de prueba es conjunto de todas las personas. La felicidad ha susceptible el principio de utilidad demostrado su pretensión de ser uno de los fines Ya se ha hecho notar que las cuestiones relativas de conducta y, por consiguiente, uno de los a los últimos fines, no admiten pruebas, en la criterios de la moral. acepción ordinaria de la palabra. El no ser Pero con esto todavía no se ha probado que sea susceptibles de prueba por medio del el único criterio. Para ello, parece necesario, razonamiento es común a todos los primeros según la norma anterior, mostrar que la gente no principios, tanto cuando son primeras premisas sólo desea la felicidad, sino que nunca desea del conocimiento, como cuando lo son de la otra cosa. Ahora bien, es evidente que la gente conducta. Mas los primeros, como son desea cosas que, según el lenguaje ordinario, cuestiones de hecho, pueden ser objeto de son decididamente distintas de la felicidad. recurso a las facultades que juzgan los hechos: Desean, por ejemplo, la virtud, y la ausencia de es decir, los sentidos y la conciencia interna. vicio, no menos realmente que el placer y la ¿Puede apelarse a las mismas facultades, cuando ausencia de dolor. El deseo de la virtud no es un la cuestión que se plantea es la de los fines hecho tan universal, pero sí tan auténtico como prácticos? O ¿con qué otra facultad puede el deseo de la felicidad. De aquí infieren los adquirirse un conocimiento de ellos? adversarios del utilitarismo su derecho a juzgar Con otras palabras, preguntarse por los fines es que hay otros fines para la acción humana preguntarse qué cosas son deseables. La distintos de la felicidad, y que la felicidad no es doctrina utilitarista establece que la felicidad es el criterio de aprobación o desaprobación. deseable, y que es la única cosa deseable como Pero el utilitarismo, ¿niega que la gente desee la fin; todas las otras cosas son deseables sólo virtud?; o ¿sostiene que la virtud no es una cosa como medios para ese fin. ¿Qué debería exigirse deseable? Todo lo contrario. No sólo sostiene a esta doctrina -con qué requisitos debería que la virtud ha de ser deseada, sino que ha de cumplir- para justificar su pretensión de ser ser deseada desinteresadamente, por sí misma. creída? No importa cuál sea la opinión de los moralistas La única prueba posible de que un objeto es utilitaristas sobre las condiciones originales que visible, es que la gente lo vea efectivamente. La hacen que la virtud sea virtud; pueden creer (y única prueba de que un sonido es audible, es así lo hacen) que las acciones y disposiciones que la gente lo oiga. Y lo mismo ocurre con las son virtuosas sólo porque promueven otro fin otras fuentes de la experiencia. De la misma que la virtud; sin embargo, habiendo supuesto manera, supongo yo, la única evidencia que esto, y habiendo decidido, por consideraciones puede alegarse para mostrar que una cosa es de esta clase, qué es virtud, no sólo colocan la deseable, es que la gente la desee de hecho. Si el virtud a la cabeza de las cosas buenas como fin que la doctrina utilitarista se propone no medios pata llegar al último fin, sino que fuese reconocido como un fin, teórica y reconocen también como un hecho psicológico prácticamente, nada podría convencer de ello a la posibilidad de que sea para el individuo un fin una persona. No puede darse ninguna razón de en sí mismo, sin consideración de ningún fin que la felicidad es deseable, a no ser que cada ulterior. Sostienen también que el estado del persona desee su propia felicidad en lo que ésta espíritu no es recto, ni puede subordinarse a la tenga de alcanzable, según ella. Ahora bien, utilidad, ni conduce a la felicidad general, a no siendo esto un hecho, no sólo tenemos la prueba ser que se ame a la virtud de esta manera -como adecuada de que la felicidad es un bien, sino una cosa deseable en sí misma-, aun cuando en todo lo que es posible exigirle: que la felicidad el caso individual no produzca las demás consecuencias deseables que tiende a producir, y individual de la felicidad. Lo mismo puede por las cuales se conoce que es virtud. Esta decirse de la mayoría de los grandes objetivos opinión no se separa lo más mínimo del de la vida humana -el poder, por ejemplo, o la principio de la felicidad. Los ingredientes de la fama-; sólo que cada uno de éstos lleva anexa felicidad son varios; cada uno de ellos es cierta cantidad de placer inmediato, que al deseable por sí mismo, y no solamente cuando menos tiene la apariencia de serle naturalmente se le considera unido al todo. El principio de inherente; cosa que no puede decirse del dinero. utilidad no pretende que un placer dado -como, Más aún, el más fuerte atractivo natural del por ejemplo, la música-, o que la exención de un poder y de la fama consiste en la inmensa ayuda dolor dado -como, por ejemplo, la salud-, hayan que prestan al logro de nuestros demás deseos. de considerarse como medios para algo La fuerte asociación así engendrada, entre todos colectivo que se llama felicidad, y hayan de ser nuestros objetos de deseo y los del poder y la deseados sólo por eso. Son deseados y deseables fama, es lo que da a éstos esa intensidad que a por sí mismos; además de ser medios, forman menudo revisten y que en algunos parte del fin. La virtud, según la doctrina temperamentos sobrepasa a la de todos los otros utilitaria, no es natural y originariamente una deseos. En estos casos, los medios se han parte del fin: pero puede llegar a serlo. Así convertido en una parte del fin y en una parte ocurre con aquellos que la aman más importante que la constituida por desinteresadamente. La desean y la quieren, no cualquiera de las otras cosas para las cuales son como un medio para la felicidad, sino como una medios. Lo que una vez se deseó como parte de la felicidad. instrumento para el logro de la felicidad, ha llegado a desearse por sí mismo. Pero, al ser Para aclarar esto último, podemos recordar que deseado por sí mismo, se desea como parte de la la virtud no es la única cosa que, siendo felicidad. La persona es, o cree que sería feliz originalmente un medio, sería y seguiría siendo por su mera posesión; y es desgraciada si no lo indiferente, si no se asociara como medio a otra consigue. Este deseo no es más distinto del cosa, pero que, asociada como medio a ella, deseo de la felicidad que el amor a la música o llega a ser deseada por sí misma y, además, con el deseo de la salud. Todos ellos están incluidos la más extremada intensidad. ¿Qué diremos, por en la felicidad. Son algunos de los elementos ejemplo, del amoral dinero? Originariamente, que integran el deseo de la felicidad. La no hay en el dinero más que un montón de felicidad no es una idea abstracta, sino un todo guijas brillantes. No tiene otro valor que el de concreto; y ésas son algunas de sus partes. Y el las cosas que se compran con él; no se le desea criterio utilitario lo sanciona y aprueba. La vida por sí mismo, sino por las otras cosas que sería poca cosa, estaría mal provista de fuentes permite adquirir. Sin embargo, el amor al dinero de felicidad, si la naturaleza no proporcionara es no sólo una de las más poderosas fuerzas estas cosas que, siendo originalmente motrices de la vida humana, sino que en muchos indiferentes, conducen o se asocian a la casos se desea por sí mismo; el deseo de satisfacción de nuestros deseos primitivos, poseerlo es a menudo tan fuerte como el deseo llegando a ser en sí mismas fuentes de placer de usarlo, y sigue en aumento a medida que más valiosas que los placeres primitivos; y esto mueren todos los deseos que apuntan a fines tanto por su intensidad como por la permanencia situados más allá del dinero, pero son que pueden alcanzar en el transcurso de la conseguidos con él. Puede, entonces, decirse existencia humana. con razón que el dinero no se desea para conseguir un fin, sino como parte del fin. De ser La virtud, según la concepción utilitaria, es un un fin para la felicidad, se ha convertido en el bien de esta clase. Nunca hubo un motivo o principal ingrediente de alguna concepción deseo original de ella, a no ser su propiedad de conducir al placer y, especialmente, a la medio para llegar a ella-, no tenemos ni prevención del dolor. Pero, a causa de la necesitamos más prueba que el hecho de que asociación así formada, se la puede considerar estas cosas son deseables. Si es así, la felicidad como un bien en sí mismo, deseándola como tal es el único fin de los actos humanos y su con mayor intensidad que cualquier otro bien; y promoción es la única prueba por la cual se con esta diferencia respecto del amor al poder, juzga la conducta humana; de donde se sigue al dinero o a la fama: que todos éstos pueden necesariamente que éste debe ser el criterio de la hacer, y a menudo hacen, que el individuo moral, puesto que la parte está incluida en el perjudique a los otros miembros de la sociedad todo. a que pertenece, mientras que no hay nada en el Y ahora, al tener que decidir si es así realmente individuo tan beneficioso para sus semejantes -si la humanidad no desea nada por sí misma, como el cultivo del amor desinteresado a la excepto lo que constituye un placer o lo que virtud. En consecuencia, la doctrina utilitaria consiste en la ausencia de dolor-, hemos tolera y aprueba esos otros deseos adquiridos llegado, evidentemente, a una cuestión de hecho hasta el momento en que, en vez de promover la y de experiencia que, como todas las cuestiones felicidad general, resultan contrarios a ella. semejantes, depende de la evidencia. Esto sólo Pero, al mismo tiempo, ordena y exige el mayor se puede determinar por la propia conciencia y cultivo posible del amor a la virtud, por cuanto observación, asistida por la observación de los está por encima de todas las cosas que son otros. Creo que estas fuentes de evidencia, importantes para la felicidad general. consultadas imparcialmente, declararán que el Resulta, de las consideraciones precedentes que, desear una cosa y encontrarla agradable, o el en realidad, no se desea nada más que la sentir aversión hacia ella como dolorosa, son felicidad. Todo lo que no se desea como medio fenómenos enteramente inseparables, o más para un fin distinto, se desea como parte de la bien dos partes del mismo fenómeno; hablando felicidad, y no se desea por sí mismo hasta que estrictamente, son dos modos diferentes de haya llegado a serlo. Los que desean la virtud nombrar un mismo hecho psicológico: que por sí misma, o la desean porque tienen pensar en un objeto como deseable (a no ser que conciencia de que es un placer, o porque tienen se desee por sus consecuencias), y pensar en él conciencia de que está exenta de dolor o por como agradable, son una y la misma cosa; y que ambos motivos reunidos. Como en realidad el desear algo sin que el deseo sea proporcionado a placer y el dolor rara vez existen separados, sino la idea de que es agradable, constituye una juntos casi siempre, la misma persona siente imposibilidad física y metafísica. placer por haber alcanzado cierto grado de Tan obvio me parece esto, que espero que virtud, y siente dolor por no haberlo alcanzado apenas sea discutido. No se me objetará que el en mayor grado. Si uno de esos sentimientos no deseo puede dirigirse últimamente hacia algo le causara ningún placer, y el otro ningún dolor, distinto del placer y de la exención del dolor, no amaría ni desearía la virtud, o la amaría sino que la voluntad es cosa distinta del deseo; solamente por los otros beneficios que pudiera que una persona de virtud confirmada, o proporcionarle a ella misma o a las personas a cualquier otra persona cuyos propósitos sean quienes estimara. firmes, lleva adelante sus propósitos sin pensar Así, pues, podemos responder ahora a la en el placer que experimenta contemplándolos, cuestión de la clase de prueba de que es o que espera obtener de su cumplimiento; y susceptible el principio de utilidad. Si la opinión persistirá en obrar así, aun cuando estos placeres que he establecido es verdadera -si la naturaleza disminuyan mucho por transformaciones de su humana está constituida de forma que no desea carácter, por decaimiento de sus afecciones nada que no sea una parte de la felicidad, o un pasivas o por el aumento de dolor que la prosecución de esos propósitos pueda cuya voluntad virtuosa todavía es débil, ocasionarle. Admito todo esto, y lo he declarado dominable por la tentación y no merecedora de en otro lugar, tan positiva y enérgicamente como una confianza total: ¿por qué medios se la puede cualquiera. La voluntad, fenómeno activo, es fortalecer? ¿Cómo puede ser virtuosa una diferente del deseo, estado de sensibilidad voluntad allí donde no existe con fuerza pasiva; y, aunque originariamente sea un suficiente para ser implantada o despertada? vástago, con el tiempo puede separarse del Sólo haciendo que la persona desee la virtud; tronco y arraigar separadamente; tanto que, en el haciéndole pensar en ella como cosa agradable o caso de una intención habitual, en vez de querer exenta de dolor. Asociando el obrar bien con el una cosa porque la deseamos, a menudo la placer o el obrar mal con el dolor, o atrayendo, deseamos sólo porque la queremos. Sin impresionando o llevando a la persona a la embargo, esto constituye un ejemplo más de ese experiencia de que el placer va naturalmente hecho tan general que es el poder del hábito y unido a la una o el dolor es inherente a la otra, y que no se limita, en modo alguno, al caso de las de que es posible hacer nacer la voluntad de ser acciones virtuosas. Muchas cosas indiferentes, virtuosos, voluntad que al robustecerse obra sin que al principio se hicieron por un motivo ninguna consideración del placer o del dolor. La determinado, continúan haciéndose por hábito. voluntad es hija del deseo y sólo deja el dominio Algunas veces esto se hace inconscientemente; de su padre para pasar al del hábito. El que una la conciencia llega después de la acción. Otras cosa sea resultado del hábito, no presupone que veces se hace con volición consciente, pero con sea intrínsecamente buena; y no habría ninguna uno volición que ha llegado a ser habitual y se razón para desear que el objeto de la virtud se pone en acción por la fuerza del hábito, independizara del placer y del dolor, si la pudiendo oponerse a la preferencia deliberada, influencia de las asociaciones agradables y como a menudo ocurre con aquellos que han dolorosas que excitan a la virtud fuese contraído hábitos de indulgencia viciosa o insuficiente para dar una constancia infalible a perjudicial. En tercero y último lugar, viene el la acción, hasta que hubiera adquirido el apoyo caso en que el acto habitual de la voluntad, en del hábito. El hábito es la única cosa que da un momento determinado, no está en certidumbre a la conducta y a los sentimientos. contradicción con la intención general que ha Para los demás tiene gran importancia el poder prevalecido otras veces, sino que la cumple: es confiar absolutamente en los sentimientos y en el caso de la persona de virtud confirmada y de la conducta de uno, y para uno la tiene el poder todos los que persiguen deliberada y confiar en si mismo. Por esto, únicamente constantemente un fin determinado. La debiera cultivarse esta independencia habitual distinción entre voluntad y deseo, así entendida, de la voluntad de obrar bien. Con otras palabras, es un hecho psicológico de gran importancia. ese estado de la voluntad es un medio para un Pero el hecho consiste solamente en esto: que la bien, pero no es intrínsecamente un bien. Y ello voluntad, como todas las otras facultades con no contradice la doctrina de que para los que estamos constituidos, puede convertirse en hombres nada es bueno, excepto en cuanto sea hábito, y que nosotros podemos querer por en sí mismo agradable, o constituya un medio hábito lo que no deseamos por sí mismo, o lo de alcanzar el placer o evitar el dolor. que deseamos sólo porque lo queremos. No es Pero si esta doctrina es verdadera, el principio menos verdadero que, al comienzo, la voluntad de utilidad está probado. Si es así, o no, es producida enteramente por el deseo; debemos dejarlo ahora a la consideración del incluyendo en esa palabra la influencia repelente lector reflexivo. del dolor tanto como la atracción del placer. Dejemos a un lado la persona que tiene la firme voluntad de obrar bien, y consideremos a aquel CAPÍTULO V determinar si la realidad a que corresponde el sentimiento de la justicia necesita, tal revelación Sobre la relación que existe entre la especial; si la justicia o la injusticia de un acto justicia y la utilidad es una cosa intrínsecamente peculiar y distinta En todas las edades de la especulación, uno de de todas las demás cualidades, o sólo la los más fuertes obstáculos a la admisión de la combinación de algunas de ellas presentadas doctrina de la utilidad o felicidad como criterio bajo un aspecto particular. Para el objeto de esta del bien y del mal, se ha extraído de la idea de investigación, tiene importancia práctica justicia. El poderoso sentimiento y la noción, determinar si el sentimiento mismo de justicia o aparentemente clara, que esta palabra evoca con injusticia es un sentimiento sui generis, como rapidez y seguridad, que la asemejan a un las sensaciones de color o gusto, o un instinto, ha parecido a la mayoría de los sentimiento derivado, formado por la pensadores la señal de una cualidad inherente a combinación de otros. Y es tanto más las cosas. Ha parecido mostrar que la justicia importante examinar esto, cuanto que la gente existe en la naturaleza como algo absoluto, en general se inclina a reconocer que los genéricamente distinto de cualquier variedad de dictados de justicia coinciden objetivamente con la conveniencia, y que es una idea opuesta a parte del campo de la conveniencia general. ésta, aunque (como suele reconocerse), al fin y Pero, como el sentimiento moral subjetivo de la al cabo, siempre va unida de hecho a ella. justicia es diferente del que comúnmente se le atribuye a la simple conveniencia y, excepto en En este caso, lo mismo que cuando se trata de los casos extremados de esta última, es mucho los otros sentimientos morales, no hay ninguna más imperativo en sus demandas, la gente conexión necesaria entre la cuestión de sus encuentra difícil ver en la justicia sólo una clase orígenes y la de su fuerza obligatoria. El que un o rama particular de la utilidad general. Piensan sentimiento nos sea conferido por la Naturaleza, que la superioridad de su fuerza obligatoria no legitima necesariamente todas sus requiere un origen totalmente diferente. inspiraciones. El sentimiento de la justicia podrá ser un instinto peculiar, y, sin embargo, podría Para arrojar luz sobre esta cuestión, es necesario exigir como todos los demás instintos el control tratar de averiguar cuál es el carácter distintivo y la luz de una razón superior. Si tenemos de la justicia o la injusticia, cuál es la cualidad, instintos intelectuales que dirigen nuestros si la hay, que se atribuye a todos los modos de juicios en un sentido determinado, lo mismo que conducta designados como injustos (porque la tenemos instintos animales que nos incitan a justicia, como otros muchos atributos morales, obrar en un sentido particular, no hay ninguna se define mejor por su contrario) y que los necesidad de que los primeros sean en su esfera distingue de los modos de conducta que, siendo más infalibles que los segundos en la suya. Bien desaprobados no son objeto de esa clase puede ocurrir que los primeros nos sugieran a especial de desaprobación. Si en todo lo que los veces juicios equivocados, y los segundos hombres acostumbran a caracterizar como justo acciones malas. Pues, aunque una cosa sea creer o injusto está siempre presente algún atributo o que tenemos un sentimiento natural de la conjunto de atributos comunes, podemos juzgar justicia, y otra reconocerlo como criterio último, si ese particular atributo o combinación de de hecho esas dos cuestiones están atributos es capaz de cristalizar a su alrededor estrechamente relacionadas. La humanidad un sentimiento con ese carácter e intensidad siempre está predispuesta a creer que todo peculiares, en virtud de las leyes generales de sentimiento subjetivo que no tenga otra nuestra constitución emotiva, o si ese explicación determinada, es la revelación de sentimiento es inexplicable y debe considerarse alguna realidad objetiva. Nuestra tarea aquí es como un don especial de la Naturaleza. Si encontramos que lo primero es cierto, al perniciosas de las únicas armas que en el estado resolver esta cuestión habremos resuelto actual de cosas tienen alguna posibilidad de también el problema principal. Si es cierto lo éxito contra ellas. La defienden los que se segundo, tendremos que buscar algún otro apoyan en la conveniencia; principalmente por método de investigación. la importancia que tiene para el interés común Para encontrar los atributos comunes a una de la humanidad la inviolabilidad del variedad de objetos, es necesario empezar sentimiento de sumisión a la ley. Otras personas observando los objetos mismos bajo su forma sostienen la opinión directamente contraria de concreta. Por consiguiente, consideremos que cualquier ley que se juzgue mala puede sucesivamente los varios modos de acción y la desobedecerse inocentemente, aunque no se variedad de disposiciones de los asuntos considere injusta sino sólo no-conveniente. humanos que, según la opinión más extendida, Otros, en cambio, limitan la libertad de se clasifican como justos o injustos. Son muy desobediencia al caso de las leyes injustas. Pero conocidas las cosas que excitan los sentimientos entonces dicen algunos que todas las leyes que asociados a esos epítetos. Poseen un carácter no son convenientes son injustas, ya que todas las leyes imponen a la humanidad cierta muy diverso, y les pasaré revista rápidamente, restricción de su libertad natural, que será sin estudiar sus particularidades. injusta a menos que venga legitimada por su En primer lugar, se considera muy injusto privar tendencia al bien general. En medio de esta a cualquiera de su libertad personal, su diversidad de opiniones, parece admitirse propiedad, o cualquier otra cosa que le universalmente que puede haber leyes injustas y pertenezca por la ley. Aquí, por tanto, tenemos que, en consecuencia, la ley no es el criterio un ejemplo de la aplicación de los términos último de justicia, sino que puede conceder un justo o injusto, con un sentido perfectamente bien a una persona y un mal a otra, cosa que la definido: que es justo respetar e injusto violar justicia condena. Sin embargo, siempre que se los derechos legales de cualquiera. Pero este juzgue injusta una ley, parece que se la juicio admite varias excepciones, que provienen considera injusta de la misma manera que lo es, de las otras formas bajo las cuales se presentan es decir, como infracción de los derechos de las nociones de justicia e injusticia. Por ejemplo, alguien. Estos, por no poder considerarse, a su la persona que sufre esa privación puede (como vez, derechos legales, reciben una dice la frase) haber sido exonerada de esos denominación distinta, y se les llama derechos derechos; caso sobre el cual volveremos pronto. morales. Podemos decir, por tanto, que hay un En segundo lugar, los derechos legales de que es segundo caso de injusticia consistente en quitar privada esa persona pueden ser derechos que no o negar a una persona aquello a que tiene un debían haberle pertenecido; con otras palabras, derecho moral. la ley que le confiere esos derechos puede ser En tercer lugar, se considera universalmente una mala ley. Cuando es así (lo que para el caso justo que cada persona reciba lo que merece (sea es lo mismo) o cuando se supone que es así, bueno o malo), e injusto que reciba un bien, o serán distintas las opiniones sobre la justicia o que se le haga sufrir un mal que no merece. Esta injusticia de la infracción. Algunos sostienen es, quizá, la más clara y enfática manera con que ninguna ley, por mala que sea, puede ser que se concibe la idea de justicia. Como entraña desobedecida por el ciudadano, que éste sólo la noción de mérito, surge la cuestión ¿qué es lo puede mostrar su oposición a ella, si es que que constituye el mérito? Hablando de un modo puede, intentando que sea alterada por la corriente, se entiende que una persona merece el autoridad competente. Esta opinión la condenan bien si obra bien, el mal si obra mal. En un los más ilustres bienhechores de la humanidad, sentido más particular, se dice que merece y a menudo protegería las instituciones recibir el bien de aquellos con quienes ha tener en cuenta otras consideraciones) un objeto obrado bien y el mal de aquellos con quienes ha disputado a aquella de las partes que tenga obrado mal. El precepto de devolver bien por derecho a poseerlo. Hay otros casos en que mal nunca se ha considerado como imparcialidad significa no dejarse influir más cumplimiento de la justicia, sino como un caso que por el mérito; es el caso de los que, en en que las exigencias de la justicia son eludidas calidad de jueces, preceptores o padres, por obediencia a otras consideraciones. conceden premios y castigos en cuanto tales. También hay casos en que significa dejarse En cuarto lugar, se confiesa que es injusto faltar influir sólo por la consideración de interés a la palabra dada; violar un compromiso público; como cuando se elige entre los explícito o implícito, o defraudar las esperanzas candidatos a un empleo del gobierno. En suscitadas por nuestra propia conducta, al resumen, se puede decir que la imparcialidad, en menos, si hemos hecho concebir esas esperanzas cuanto obligación de justicia; quiere decir: consciente y voluntariamente. Como las otras dejarse influir exclusivamente por las obligaciones de justicia de que ya hemos consideraciones que se suponen deben influir hablado, esta última no se considera como sobre el caso particular de que se trata, y resistir absoluta, sino como capaz de ser anulada por la solicitación de los motivos que inclinan a una una obligación de justicia más fuerte y opuesta a conducta diferente de la que aquellas ella; o por una conducta tal, por parte de la consideraciones dictarían. persona interesada, que nos exima de nuestra obligación para con ella y constituya una Íntimamente ligada a la idea de la imparcialidad, pérdida del beneficio que hubiera podido está la de igualdad. A menudo entra a formar esperar. parte de la concepción de la justicia y de su práctica, y, a los ojos de muchos, constituye su En quinto lugar, se admite universalmente que esencia. Pero aquí, más que en otros casos, la la parcialidad es incompatible con la justicia; lo concepción de la justicia varía según las mismo que mostrar a una persona favor o diferentes personas, y estas variaciones se preferencias sobre otra, en materias en que el adaptan siempre a su concepción de la utilidad. favor y la preferencia no se aplican con Toda persona sostiene que la igualdad es dictada propiedad. Sin embargo, no parece que haya de por la justicia, excepto en los casos en que la considerarse la imparcialidad como un deber en utilidad requiere desigualdad. La justicia, que da sí, sino, más bien, como un instrumento para igual protección a los derechos de todos, es otro deber; porque se admite que el favor y la sostenida por todos los que defienden las preferencia no son siempre censurables, y, en desigualdades más atroces en los derechos realidad, los casos en que se condenan mismos. Incluso en los países en que existe la constituyen una excepción más bien que una esclavitud, se admite teóricamente que los regla. Probablemente se condenaría, en vez de derechos del esclavo, sean cuales fueren, son tan aplaudirla, a la persona que no diese a su familia sagrados como los del señor, y que un tribunal o amigos la superioridad sobre los extraños, que no los apoya con el mismo rigor está falto cuando pudiera hacerlo sin faltar a ningún otro de justicia. En cambio las instituciones que deber; y nadie pensará que es injusto dirigirse apenas dejan al esclavo derechos que respetar con preferencia a una persona en calidad de no son declaradas injustas, porque no se amigo, pariente o compañero. La imparcialidad, consideran inconvenientes. Los que piensan que cuando se trata del derecho, es naturalmente la utilidad exige diferencias de rango, no obligatoria, pero entonces está comprendida en consideran injusto que las riquezas y los la obligación más general de dar a cada uno lo privilegios sociales se repartan desigualmente; suyo. Un tribunal, por ejemplo, debe ser pero los que creen que esta desigualdad no es imparcial, porque está destinado a adjudicar (sin conveniente, consideran que aquello es injusto palabra debe seguir significando lo que también. Todo el que piensa que el gobierno es originalmente significó. La etimología necesario, no considera injusticia la desigualdad proporciona una escasa evidencia de lo que una que constituye el dar a los magistrados poderes palabra significa ahora, pero es la mayor que no se conceden al pueblo. Incluso entre los evidencia de cómo se originó. Creo que no que profesan doctrinas igualitarias, se dan tantas puede haber duda de que la idée mere, el ideas de la justicia como diferencias de opinión elemento primitivo en la formación de la noción sobre la utilidad. Algunos comunistas de justicia, fue la conformidad a la ley. Esto consideran injusto que el producto del trabajo de constituyó la idea entera de justicia entre los la comunidad sea compartido según otro hebreos, hasta el nacimiento del cristianismo; principio que el de una exacta igualdad; otros cosa que era de esperar de un pueblo cuyas consideran justo que reciban más aquellos cuya leyes trataban de abarcar todos los asuntos que necesidad es mayor; otros, en cambio, requerían preceptos, y que creyó que aquellas consideran justo que quienes trabajan más, o leyes eran una emanación directa del Ser quienes producen más, o quienes prestan Supremo. Pero otras naciones, en particular los servicios más valiosos a la comunidad, puedan griegos y romanos, que sabían que sus leyes reclamar justamente una participación mayor en procedían originariamente de los hombres y el reparto del producto. Y se puede apelar seguían originándose así, no temieron admitir plausiblemente al sentido de la justicia natural a que aquellos hombres podían hacer leyes malas; favor de cada una de estas opiniones. podían hacer por la ley las mismas cosas que, hechas por los individuos con idénticos motivos, Entre tantas aplicaciones diversas del término pero sin la sanción de la ley, se llamarían justicia, que, sin embargo, no se considera injustas. De aquí que el sentimiento de lo injusto ambiguo, resulta algo difícil aprehender el llegara a vincularse no a todas las violaciones de enlace ideal que las une, y del cual depende el la ley, sino solamente a las de aquellas leyes que sentimiento moral que se vincula a la palabra. debieran existir, incluyendo las que debieran Ante estos obstáculos, quizá pueda servir de existir, pero no existen, y las mismas leyes ayuda la historia de la palabra, tal como la existentes de hecho, aun suponiendo que eran indica su etimología. contrarias a lo que debe ser la ley. De esta En casi todas, si no en todas, las lenguas la manera, la idea de la ley y de sus mandatos etimología de la palabra correspondiente a justo, todavía ha seguido predominando en la señala claramente un origen vinculado a las concepción de la justicia, aun cuando las leyes ordenanzas de la ley. Justum es una forma de actualmente vigentes hayan dejado de aceptarse jussum, lo que ha sido ordenado. (Palabra en como modelo. griego que nos resulta imposible reproducir, Es verdad que la humanidad considera la idea de Chantal López y Omar Cortés) procede la justicia y de sus obligaciones como aplicables directamente de (vocablo griego que no a muchas cosas que ni son, ni se desea que sean podemos reproducir, Chantal López y Omar reguladas por la ley. Nadie desea que las leyes Cortés), solicitud legal. Recht, palabra que dio intervengan en su vida privada; y, sin embargo, origen a right (justo, legítimo), y righteous todos reconocen que, en su conducta diaria, una (derecho, justo) es un sinónimo de ley. Los persona puede mostrarse y se muestra justa o tribunales de la justicia, y la administración de injusta. Pero, incluso aquí, la idea de infracción la justicia son los tribunales y la administración de lo que debe ser la ley persiste bajo una forma de la ley. La justice, en francés, es el término modificada. Siempre nos causará placer y estará empleado para indicar la judicatura. No estoy en armonía con nuestro sentimiento de lo cometiendo la falacia, atribuida con visos de adecuado el que se castiguen los actos que verdad a Horne Tooe, de suponer que una consideramos injustos, aunque no siempre una persona lo mismo que se exige el pago de creamos conveniente que esto lo hagan los una deuda. No consideramos como deber de una tribunales. Pero renunciamos a ese placer si han persona más que lo que puede exigírsele. Por de sobrevenir inconvenientes accidentales. Nos razones de prudencia, o por el interés de los alegraríamos al ver recompensada la conducta demás, puede discutirse la exigencia efectiva del justa y castigada la injusticia, incluso en los deber; pero la persona misma, se entiende detalles ínfimos, si, con razón, no temiéramos claramente, no tiene derecho a quejarse. Por el dar a los magistrados un poder ilimitado sobre contrario, hay otras cosas que desearíamos que los individuos. Cuando pensamos que una se hicieran, que nos gustaría o atraería nuestra persona tiene que hacer una cosa en justicia, admiración el que se hicieran, que quizá nos resulta un modo corriente de hablar decir que desagradaría o suscitaría nuestro desprecio el debe ser obligada a hacerlo. Nos satisfaría ver que no se hicieran. Y, sin embargo, no creemos que la obligación se ponía en vigor por alguien que otros tengan que hacerlas; no son casos de que tuviera poder para ello. Si vemos que la obligación moral, no los condenamos, esto es, sanción de la ley a la ejecución del hecho no creemos que merezcan un castigo. Cómo presenta algún inconveniente, lamentamos la llegamos a las ideas de castigo merecido o imposibilidad, consideramos como un mal la inmerecido, es cosa que quizá se vea después; impunidad dada a la injusticia y procuramos pero creo que no cabe duda de que esta remediarlo haciendo caer sobre el culpable todo distinción yace en el fondo de las nociones de el peso de nuestra desaprobación y la del justicia e injusticia. Calificamos de injusta una público. Así, la idea del constreñimiento legal es conducta, o empleamos, en vez de ésa, otra todavía el origen de la noción de justicia, palabra que indica aversión o desprecio, según aunque haya sufrido varias transformaciones consideremos que una persona debe o no ser antes de llegar a ser una noción completa, tal castigada a causa de esa conducta. Decimos que como existe en un estado avanzado de la seria justo obrar de esta o de la otra manera, sociedad. según deseemos ver a la persona en cuestión obligada, o sólo persuadida y exhortada a obrar Creo que lo anterior es una explicación de esa manera (1). aproximada del origen y desarrollo progresivo de la idea de justicia. Pero debemos observar Así pues, si ésta es la diferencia característica que, hasta aquí, no contiene nada que distinga la que separa no a la justicia, sino a la moral en obligación moral de la obligación en general. general, de las restantes regiones de la Porque la verdad es que la idea de sanción conveniencia y el mérito, queda aún por penal, que constituye la esencia de la ley, no averiguar qué es lo que distingue la justicia de sólo entra en la concepción de la injusticia, sino las otras ramas de la moral. Ahora bien, se sabe en la de cualquier clase de perjuicio. No que los moralistas dividen los deberes morales calificamos de injurioso un acto, a no ser que en dos clases, designadas con las desacertadas queramos indicar que la persona que lo realiza expresiones de deberes de obligación perfecta y debe ser castigada de un modo o de otro, si no deberes de obligación imperfecta. Estos últimos por la ley, por la opinión de sus semejantes; si son aquellos que obligan a la realización del no por la opinión, por los reproches de su propia acto, pero dejan a nuestra elección la ocasión conciencia. Esta parece ser la clave de la particular en que se ha de realizar. Es el caso de distinción entre moralidad y simple la caridad o beneficencia que estamos obligados conveniencia: es una parte de la noción de a practicar pero no con una persona determinada deber, en cualquiera de sus formas, el que una ni en un tiempo prescripto. En el lenguaje más persona pueda ser legítimamente obligada a preciso de la filosofía del derecho, deberes de cumplirlo. El deber es cosa que puede exigirse a obligación perfecta son aquellos en virtud de los cuales reside un derecho correlativo en una o debidos al prójimo, asimilándolos así a una varias personas; deberes de obligación deuda, o que no podemos devolver menos, que imperfecta son aquellas obligaciones morales eso a cambio de lo que la sociedad hace por que no dan lugar a ningún derecho. Creo que se nosotros, con lo que se clasifican así estos casos encontrará que esta distinción coincide entre los de gratitud. Es decir, ambas exactamente con la que existe entre la justicia y alternativas entran en la que se reconoce como las otras obligaciones de la moral. En nuestro justicia. Dondequiera que se dé un derecho, se examen de las varias acepciones populares de la trata de un caso de justicia, y no de justicia, el término parece implicar beneficencia. Quienquiera que ponga la generalmente la idea de un derecho personal; un distinción entre justicia y moral en general título concedido a uno o más individuos, como donde nosotros la hemos puesto, encontrará que el que da la ley cuando confiere una propiedad u no puede distinguirlas en absoluto; sino que otro derecho legal. reduce toda la moral a la justicia. Si la injusticia consiste en privar de lo que posee Habiendo intentado así determinar los a una persona o en faltar a la palabra dada, o en elementos distintivos que entran en la tratarla peor de lo que merece o peor que a composición de la idea de justicia, estamos cualquier otra que no tenga mejores derechos, preparados para entrar en la investigación de si en cada uno de estos casos se suponen dos el sentimiento que acompaña a dicha idea se cosas: un mal causado, y una persona vincula a ella por un don especial de la determinada a la que se ha causado el mal. naturaleza, o si, por alguna ley conocida, ha También puede cometerse una injusticia podido originarse fuera de la idea misma y, en tratando a una persona mejor que a otra; pero el particular, si puede haberse originado por la mal en este caso se hace a las otras personas, consideración de la utilidad en general. que son también determinadas personas. Me Yo pienso que el sentimiento mismo no procede parece que esta particularidad de un caso dado de lo que se llama comúnmente, o -un derecho perteneciente a una persona y correctamente, idea de la conveniencia; pero correlativo a una obligación moral- constituye la que si el sentimiento no procede de ella, lo que diferencia específica entre justicia y generosidad tiene de moral sí. o beneficencia. La justicia implica algo que no sólo es de derecho hacer, y que es un mal no Hemos visto que los dos ingredientes esenciales hacerlo, sino que nos puede ser exigido por una del sentimiento de justicia son el deseo de persona como derecho moral suyo. Nadie tiene castigar a las personas que han causado un mal derecho moral a nuestra generosidad o y el conocimiento o la creencia de que hay uno beneficencia, porque no estamos moralmente o varios individuos determinados que han obligados a practicar esas virtudes con ningún sufrido el mal. individuo determinado. Y se encontrará lo Me parece, entonces, que el deseo de castigar a mismo que se encuentra en toda definición la persona que ha ocasionado un mal a algunos correcta: que los ejemplos que parecen chocar individuos es un producto espontáneo de dos con ella son los que más la confirman. Porque si sentimientos, ambos con una intensidad superior un moralista, intenta, como han hecho algunos, a la natural que son o parecen ser instintos: el probar que la humanidad en general, no un impulso a la defensa propia, y la simpatía. individuo determinado, tiene derecho a todo el Es natural sentir, y repeler o vengar, todo daño o bien que podamos hacer, con esa tesis incluye intento de daño realizado contra nosotros inmediatamente la generosidad y la beneficencia mismos o contra aquellos con quienes en la categoría de la justicia. Está obligado a simpatizamos. No es necesario discutir aquí el decir que nuestros esfuerzos supremos son origen de este sentimiento. Sea un instinto o el resultado de la inteligencia, sabemos que es causado a la sociedad, aunque no sea un daño común a toda la naturaleza animal; porque todo causado a ella misma, y no siente el daño animal intenta dañar a aquel que le ha dañado, o causado a ella misma, aunque sea doloroso, a no al que piensa que le va a dañar, e incluso a sus ser que se trate de un daño cuya represión crías. Los seres humanos se diferencian aquí de interesa también a la sociedad. los animales en dos particularidades solamente. No es objeción contra esta teoría decir que, Primero, son capaces de simpatizar, no sólo con cuando nuestro sentimiento de la justicia se ve su prole o, como algunos de los animales más herido, no pensamos en la sociedad, ni en nobles, con otros animales buenos para ellos, ningún interés colectivo, sino sólo en el caso sino con todos los seres humanos e, incluso, con individual. En efecto, es bastante común, todos los seres sensibles. Segunda, poseen una aunque no sea digno de alabanza, sentir inteligencia más desarrollada, que da mayor resentimiento únicamente porque hemos sufrido amplitud a todos sus sentimientos, sean un daño. Pero una persona cuyo resentimiento personales o de simpatía. En virtud de esta constituye verdaderamente un sentimiento inteligencia superior, y aun prescindiendo de la moral, es decir, una persona que, antes de superioridad de sus sentimientos de simpatía, el permitirse a sí misma el resentirse por un acto, ser humano es capaz de concebir una considera primero si es condenable, esa persona, comunidad de intereses con la sociedad de que aunque no pueda decirse que obra expresamente forma parte, de tal modo que, cualquier por el interés de la sociedad, siente ciertamente, conducta que amenaza la seguridad de la que está observando una regla beneficiosa para sociedad en general, está amenazando la suya los otros tanto como para ella misma. Si no propia y despierta su instinto (si es que se trata siente esto, si está considerando el acto sólo en de un instinto) de defensa propia. La misma cuanto le afecta personalmente, no es superioridad de inteligencia, unida a la facultad conscientemente justa; no está interesada por la de simpatizar con la generalidad de los seres justicia de sus actos. Esto es admitido incluso humanos, le capacita para adherirse a las ideas por los moralistas antiutilitaristas. Cuando Kant colectivas de tribu, nación o humanidad, de tal (como antes señalamos) propone como principio manera que cualquier perjuicio causado a ellas fundamental de la moral: Obra de manera que tu despierta su instinto de simpatía y le impulsa a regla de conducta pueda ser adoptada como ley la defensa. por todos los seres racionales, reconoce El sentimiento de justicia, considerado bajo uno virtualmente que el interés de la humanidad de sus elementos, que es el deseo de castigar, es, como colectividad, o al menos el de la pues, según creo, el sentimiento natural de humanidad considerada indistintamente, debe represalia o venganza aplicado por el intelecto y estar presente en la mente de la gente cuando la simpatía a aquellos males que nos hieren y, a decide conscientemente sobre la moralidad de través de nosotros, hieren a la sociedad. Este un acto. De no ser así, usaría palabras sin sentimiento, en sí mismo, no tiene nada de significado: porque el que una regla, incluso del moral; la moral es la subordinación exclusiva a más exacerbado egoísmo, no pueda ser adoptada las simpatías sociales, de forma que espere y por todos los seres racionales -el que en la obedezca su llamada. Porque este sentimiento naturaleza de las cosas haya algún obstáculo natural tendería a que nos resintiéramos insuperable a su adopción- no es cosa que pueda indistintamente por todo lo que nos resultara sostenerse plausiblemente. Para dar algún desagradable; pero cuando dicho sentimiento se significado al principio de Kant, su sentido convierte en moral por obra del sentimiento tendría que ser que debemos conformar nuestra social, actúa sólo en un sentido conforme al bien conducta a una regla que todos los seres general. Una persona justa siente el daño racionales podrían adoptar con beneficio para sus intereses colectivos. para asegurárselo, sino que debe abandonarla a su suerte o a sus propias fuerzas. Así, decimos Para recapitular: la idea de justicia supone dos que una persona tiene derecho a lo que puede cosas: una regla de conducta y un sentimiento ganar limpiamente en competición profesional, que sanciona la regla. Lo primero debe porque la sociedad no debe permitir a otra suponerse que es algo común a toda la persona que estorbe sus esfuerzos por ganar de humanidad y encaminado a su bien. Lo otro (el esa manera todo lo que pueda. Pero esa persona sentimiento) es el deseo de que sufran un no tiene derecho a ganar trescientas libras al castigo los que infringen la regla. Aquí está año, aunque pueda ocurrir que las gane, porque implícitamente añadida la idea de que alguna la sociedad no está llamada a procurar que gane persona determinada sufre por la infracción y esa suma. Por el contrario, si posee diez mil sus derechos (para usar la expresión apropiada libras colocadas al tres por ciento, tiene derecho al caso) son violados con ello. El sentimiento de a trescientas libras anuales porque la sociedad justicia me parece ser el deseo animal de repeler ha contraído la obligación de proporcionarle un o vengar una injuria o daño causado a uno rédito de esa suma. mismo o a aquellos con quienes uno simpatiza, deseo que se extiende a todas las personas a Tener derecho, pues, es tener algo cuya posesión causa de la capacidad humana para extender la debe garantizar la sociedad. Si cualquier simpatía, y de concepción humana del egoísmo objetante me pregunta por qué lo debe, no inteligente. La moralidad del sentimiento deriva puedo darle otra razón que la de la utilidad de estos últimos elementos; de los primeros, su general. Si esa expresión no parece indicar con peculiar impresionabilidad y la energía para intensidad suficiente la fuerza de la obligación, afirmarse a sí mismo. ni explicar la energía peculiar del sentimiento, es porque en la composición del sentimiento He tratado de paso la idea de un derecho que entra, no sólo un elemento racional, sino reside en la persona injuriada y es violado por la también un elemento animal, la sed de la injuria, no como un elemento separado en la represalia; y la intensidad de esta sed, lo mismo composición de la idea y el sentimiento, sino que la justificación moral, se derivan de la clase como una de las formas bajo las cuales se de utilidad extraordinariamente importante e ocultan los otros dos elementos. Estos impresionante a que se refieren. El interés que elementos son: por un lado el daño causado a entrañan es el de la seguridad, interés que ante una o varias personas determinadas; por otro, la los sentimientos de cada uno, es el más exigencia del castigo. Un examen de nuestra importante de todos los humanos. Todos los propia conciencia mostrará, según creo, que otros bienes terrenos son necesitados por esa estas dos cosas incluyen todo lo que queremos persona, pero no por la otra; muchos, si es indicar cuando hablamos de la violación de un necesario, pueden ser abandonados o sustituidos derecho. Cuando decimos que una cosa alegremente por otros; pero ningún ser humano constituye el derecho de una persona, queremos puede obrar sin la seguridad. De ella depende decir que tiene una pretensión válida a que la toda nuestra inmunidad al mal y el valor total de sociedad le proteja en su propiedad, sea por la todos y cada uno de los bienes cuando queremos fuerza de la ley, sea por la de la educación y la que ese valor sea duradero. Nada tendría valor opinión. Si tiene lo que por cualquier causa para nosotros, excepto el bien que dura un consideramos títulos suficientes para que la instante, si un momento después pudiéramos ser sociedad le garantice la posesión de algo, privados de todo por cualquiera que fuere, decimos que tiene derecho a ello. Si deseamos momentáneamente, más fuerte que nosotros. probar que algo no le pertenece de derecho, Ahora bien, esto que, después del alimento pensamos que esto estará realizado en cuanto se físico, es la más indispensable de las cosas admita que la sociedad no debe tomar medidas necesarias, no puede existir a menos que la adoptáramos como regla, sus aplicaciones a un maquinaria encargada de producirlo se caso dado suscitarían tan pocas dudas como una mantenga funcionando ininterrumpidamente. demostración matemática. Pero esto se Por consiguiente, la idea del derecho que encuentra tan lejos de ser cierto, que hay tantas tenemos a asociarnos con el prójimo, para diferencias de opinión, y tantas discusiones en mantener seguros los cimientos de nuestra torno de lo que sea justo, como en torno de lo existencia, reúne a su alrededor unos que sea útil para la sociedad. No sólo hay sentimientos tanto más intensos que los diferentes nociones individuales y nacionales de correspondientes a cualquier otro caso de la justicia, sino que en la mente del mismo utilidad, cuanto su diferencia de grado (como individuo, la justicia no constituye una regla, ocurre a menudo en psicología) se convierte en principio o máxima únicos, sino muchos, que no una verdadera diferencia de especie. El derecho siempre coinciden en sus dictámenes y que, al asume ese carácter absoluto, esa aparente escoger entre ellas, el individuo se guía por infinitud e inconmensurabilidad respecto de las algún criterio extraño o por sus propias otras consideraciones, que constituye la predilecciones personales. diferencia existente entre el sentimiento de lo Por ejemplo, hay algunos que dicen que es justo y lo injusto y entre lo que es injusto castigar a nadie con el fin de dar ejemplo ordinariamente conveniente y lo perjudicial. Los a los otros; que el castigo es justo sólo cuando sentimientos correspondientes son tan se hace por el bien del mismo que sufre. Otros poderosos, y contamos tan positivamente con sostienen el extremo contrario, afirmando que encontrar sentimientos iguales en los demás (en castigar por su bien a personas que ya tienen todos los que están igualmente interesados) que años para discernir, es despotismo e injusticia, el debieran y el podrían se convierte en el ya que, si se trata de su bien, nadie tiene derecho deben, y este reconocimiento de lo que es a controlar el juicio con que ellos mismos han indispensable llega a ser una necesidad moral decidido la cuestión. En cambio, es justo análoga a la física y, frecuentemente, no inferior castigar para prevenir el mal que se puede a ella en cuanto a fuerza obligatoria. ocasionar a los demás y éste es el ejercicio del Si el análisis precedente, o alguno semejante, no derecho legítimo a la propia defensa. Mr. Owen son la exposición correcta de la noción de afirma, además, que es injusto castigar en justicia; si la justicia es totalmente absoluto, porque el criminal no se ha dado a sí independiente de la utilidad, y constituye un mismo su carácter. Su educación y las criterio per se, que el espíritu puede reconocer circunstancias que le rodean le han hecho por simple introspección, resulta difícil entender criminal, y él no es responsable de ella. Todas por qué es tan ambiguo ese oráculo interior, y estas opiniones son muy plausibles; y mientras por qué tantas cosas se muestran esta cuestión siga discutiéndose, solamente en alternativamente como justas o injustas, según cuanto cuestión de justicia, sin descender hasta la luz con que se las mira. los principios que subyacen a la justicia y constituyen la fuente de su autoridad, no veo Se nos dice continuamente que la utilidad es un cómo podrá refutarse ninguno de esos criterio incierto, que cada persona lo interpreta razonamientos. Porque, en realidad, cada uno de de un modo distinto, y que no hay seguridad a los tres descansa sobre reglas de justicia no ser en los dictados inmutables, imborrables e reconocidas como verdaderas. El primero señala incontestables de la justicia que llevan su la injusticia que hay en aislar a un individuo y evidencia en sí mismos, y son independientes de hacerle sacrificarse, sin su consentimiento, por las fluctuaciones de la opinión. Uno supondría, bien de los demás. El segundo se basa en la a causa de esto, que no puede haber lugar a reconocida justicia de la propia defensa, y en controversia en cuestiones de justicia; que si la que se admite como injusticia el forzar a una contrario, es un ejemplo instructivo de la persona a adaptarse a las nociones que tienen manera vaga e irregular como se originan los otros sobre qué constituye el bien. Los supuestos principios de justicia. Este principio partidarios de Mr. Owen invocan el principio de particular se introdujo para responder a las que es injusto castigar a alguien por lo que no groseras exigencias de los tribunales de justicia, puede evitar. que a menudo se ven obligados a contentarse con suposiciones inciertas, a fin de evitar los Todas estas opiniones triunfan mientras no se males mayores, males que acarrearía cualquier las obliga a tomar en consideración cualquier intento, por su parte, de emitir un dictamen más máxima de justicia distinta de la que han exacto. Pero incluso los tribunales de justicia se escogido; pero tan pronto como las varias ven imposibilitados para adherirse sólidamente máximas son comparadas entre sí, cada una de a esa máxima, ya que admiten que los las opiniones en disputa parece tener que compromisos voluntarios pueden anularse sobre defenderse tanto como las otras. Ninguna de la base del fraude y, a veces, del mero error o ellas puede llevar adelante su correspondiente falsa información. noción de la justicia sin atropellar otra noción igualmente obligatoria. Estas son las Una vez más, cuando se admite la legitimidad dificultades; siempre se las ha considerado del castigo; ¡cuántas nociones contrarias de la como tales; y se han inventado muchos justicia surgen a la luz en el momento de expedientes para soslayarlas más que para discutir la proporción de castigo apropiada a la vencerlas. Como refugio a la última de las tres ofensa! Ninguna ley solicita el sentimiento dificultades, imaginaron los hombres lo que se espontáneo de justicia con tanta fuerza como la llamó libertad de la voluntad. Pensaron que no Lex talionis, ojo por ojo, diente por diente. era posible justificar el castigar a un hombre Aunque este principio de las leyes judía y cuya voluntad se encontrara en un estado mahometana haya sido generalmente totalmente aborrecible, a no ser suponiendo que abandonado en Europa como máxima práctica, había llegado a ese estado sin ninguna supongo que muchos espíritus sienten por él una influencia de circunstancias anteriores. Para secreta preferencia. Cuando el castigo a una escapar a las otras dificultades, la invención ofensa se realiza casualmente, según ese favorita ha sido la de un contrato por el cual, en criterio, la sensación general de satisfacción que un período desconocido, todos los miembros de se sigue, da testimonio de lo natural que es el la sociedad se habrían comprometido a obedecer deseo del pago en especie. Para muchos, la las leyes, consintiendo en ser castigados por prueba de que un castigo es justo reside en que cualquier desobediencia. Con ello habrían dado el castigo sea proporcionado a la ofensa; la cual a sus legisladores el derecho a castigarlos por su significa que debe medirse exactamente por la propio bien o por el de la sociedad, derecho que culpabilidad moral del acusado (cualquiera que se suponía no hubieran recibido en otro caso. Se sea el criterio para medir la culpabilidad moral). consideró que esta feliz idea deshacía toda la Estiman esas personas que la apreciación de la dificultad y legitimaba la inflicción del castigo cantidad de castigo necesaria para prevenir la en virtud de otra máxima de justicia ya ofensa no tiene nada que ver con la justicia. aceptada: Volenti non fit injuria, lo que se hace Otros, en cambio, sostienen que esa apreciación con el consentimiento de la persona que se lo es todo, y que es injusto, al menos entre supone perjudicada no es injusto. Apenas hombres, infligir al prójimo, cualquiera que sea necesito señalar que, aun cuando el la ofensa, una cantidad de sufrimientos mayor consentimiento no fuese una mera ficción, esta de la que basta para impedirle recaer e impedir máxima no tendría una autoridad superior a la que los demás imiten su mala conducta. de las otras que trata de substituir. Por el Tenemos otro ejemplo de un asunto al cual nos hemos referido ya. En una cooperativa vista de la justicia natural, podrían encontrarse industrial, ¿es justo o no que el talento y la sólidas razones para desatender los medios habilidad den derecho a una remuneración económicos y pedir a todos la misma suma superior? La respuesta negativa se apoya en que absoluta (siempre que sea posible), lo mismo quien hace todo lo que puede, tiene los mismos que todos los subscriptores de una comida, o de méritos que los otros y, en justicia, no debe ser un club, pagan la misma suma por los mismos colocado en una posición inferior si no ha privilegios, estén o no igualmente capacitados cometido ninguna falta; que la capacidad para sufragar los gastos. superior tiene ya ventajas más que suficientes Puesto que (como podría decirse) la protección por la admiración que suscita, la influencia de la ley y del gobierno se da para todos, y personal que ejerce y la fuente de satisfacción todos la exigen, no hay ninguna injusticia en íntima que constituye, sin añadirle una hacer que todos la paguen al mismo precio. Se participación superior en los bienes del mundo y considera una justicia, no una injusticia, el que que, para ser justa, la sociedad debe compensar un comerciante cobre a todos los clientes el a los menos favorecidos, en vez de afligirlos por mismo precio por un mismo artículo, y no un esta desigualdad inmerecida en las ventajas. La precio distinto, de acuerdo con los distintos opinión contraria sostiene que la sociedad recibe medios de pago. Esta doctrina, aplicada a la más del trabajador más eficiente; que, siendo regulación de los impuestos, no encuentra más útiles sus servicios, la sociedad le debe abogados porque choca fuertemente con los pagar más; que su trabajo representa, de hecho, sentimientos humanitarios y las ideas sobre la una parte mayor en el resultado total, y no conveniencia social; pero el principio de justicia reconocerle sus derechos es una especie de que invoca es tan verdadero y tan obligatorio robo; que si sólo ha de recibir lo mismo que los como los otros que podrían oponérsele. Por ello otros, sólo se le puede exigir lo mismo que a ejerce una influencia tácita en la línea de ellos, debiendo aportar una cantidad menor de defensa que se emplea para otros modos de tiempo y esfuerzos, en proporción a la tasación. Hay gente que, como justificación a superioridad de su eficiencia. ¿Quién decidirá que el rico pague más impuestos, se cree entre estos dos principios de justicia opuestos? obligada a argumentar que el Estado hace más La justicia presenta en este caso dos lados; es por el rico que por el pobre; sin embargo, esto imposible armonizarlos, y los dos adversarios no es verdad, porque los ricos podrían escogen lados opuestos. El uno sólo ve lo que es protegerse a sí mismos mejor que los pobres en justo que reciba el individuo; el otro, lo que es la ausencia de ley o gobierno. Probablemente justo que dé la comunidad. Cada uno, desde su conseguirían convertir en esclavos a los pobres. punto de vista, es invencible; y toda elección Otros difieren tanto de esa concepción de la entre los dos, si se hace en el terreno de la justicia, que sostienen que todo el mundo justicia, ha de ser perfectamente arbitraria. Sólo debería pagar la misma tasa por cabeza a la utilidad social puede decidir la preferencia. cambio de la protección de su persona (por ser Una vez más, ¡cuántos y cuán irreconciliables ésta del mismo valor para todos), y una tasa son los criterios de justicia a que se hace distinta a cambio de la protección de su referencia al discutir la repartición de los propiedad, que es de distinto valor. A esto impuestos! Una opinión es que el pago al replican otros que las dos cosas reunidas tienen Estado debiera hacerse en proporción a los para una persona tanto valor como para otro. medios pecuniarios. Otros creen que la justicia Para desenredar estas confusiones, no hay otro dicta lo que llaman impuesto proporcional, por método que el utilitarismo. el cual se exige un porcentaje mayor a aquellos ¿Es, pues, la diferencia establecida entre lo justo que tienen más para gastar. Desde el punto de y lo conveniente una distinción meramente imaginaria? ¿Está la humanidad bajo el efecto dar exhortaciones o instrucciones de prudencia, de una ilusión al pensar que la justicia es una no ganan o no creen ganar nada. Tienen un cosa más sagrada que la política y que no se interés indudable en inculcar a cada uno el deber debería escuchar a la segunda hasta que no se de la beneficencia positiva, pero este interés es hubiera satisfecho la primera? De ningún modo. mucho más pequeño: una persona puede no La exposición que hemos hecho de la naturaleza necesitar los beneficios de los otros, pero y origen de ese sentimiento, reconoce que hay siempre necesita que no le causen daño. Así, la una distinción real; y ninguno de los que moral que protege a cada individuo de los daños profesan el más sublime desprecio por las que pueden causarle los demás, ya directamente, consecuencias de las acciones consideradas ya coartando su libertad de buscar el propio como elemento moral, atribuye más importancia bien, es la moral que con más fuerza alberga su que yo a esta distinción. Mientras discuto las corazón, y la que más interés tiene en consolidar pretensiones de cualquier teoría que establezca y hacer pública por medio de la palabra y de la un criterio imaginario de justicia no acción. La aptitud de una persona para vivir en fundamentado en la utilidad, considero que la sociedad se prueba y decide por la observación justicia se base en la utilidad como parte más de esta moral; pues de ella depende que la importante y mucho más inviolablemente juzguen perjudicial o no aquellos con quienes obligatoria que ninguna otra de la moral. está en contacto. Ahora bien, son estas reglas de Justicia es el nombre que se da a la clase de moral las que constituyen primariamente las reglas morales que más íntimamente conciernen obligaciones de la justicia. Los casos más a lo esencial del bienestar humano y, por lo destacados de injusticia y los que dan el tono de tanto, obligan de un modo más absoluto que repugnancia que caracteriza al sentimiento, son todas las otras reglas de conducta de la vida. La actos de agresión injustificada o de abuso del noción que hemos encontrado ser la esencia de poder que se tiene sobre alguien; a continuación la idea de justicia, la de un derecho que reside vienen los actos en que se retiene en un individuo, implica y atestigua esta fuerza injustificadamente la que se debe a alguien; en superior de obligación. ambos casos se inflige a la persona un mal positivo bajo la forma de sufrimiento directo o Las reglas morales que prohíben a los hombres de privación de algún bien físico o social con el dañarse unos a otros (en lo cual no debemos cual tiene un derecho razonable a contar. olvidar incluir la interferencia injusta con la libertad de los demás) son más vitales para el Los mismos motivos poderosos que ordenan la bienestar humano que cualquiera otras máximas observación de estas reglas morales primarias, que, por importantes que sean, sólo señalan el prescriben el castigo de los que las violan; y, mejor modo de dirigir alguna clase de asuntos como los impulsos de defensa propia o defensa humanos. Poseen también la particularidad de de los demás, y de venganza, brotan contra esas que son el elemento más importante en la personas, la retribución, la devolución del mal determinación del conjunto de los elementos por el mal, se une íntimamente al sentimiento de sociales de la humanidad. Su observación es lo la justicia y se incluye universalmente en su único que mantiene en paz a los seres humanos. idea. El devolver bien por bien es también uno Si la obediencia a ellas no fuese la regla; y su de los dictados de la justicia. Esto, aunque tenga desobediencia la excepción, cada uno vería en una utilidad social evidente, y aunque responda su prójimo un enemigo con el cual debería estar a un sentimiento humano natural, no tiene, a continuamente en guardia. Lo que es apenas primera vista, esa conexión tan obvia con el mal menos importante, éstos son los preceptos que o injuria que existe en los casos más elementales más fuertes y directos motivos tienen los de justicia e injusticia, y que constituyen el hombres para imponer a todos. Limitándose a origen de la intensidad característica del sentimiento. Pero esa conexión, aunque sea esperar hicieran los no consagrados a estas menos obvia, no es menos real. El que acepta un tareas. Estas máximas les eran necesarias para beneficio y se niega a devolverlo cuando lo cumplir con su doble función de castigar a quien necesitan inflige un daño real al defraudar una lo mereciera y reconocer a cada persona su de las esperanzas más naturales y razonables derecho. que él debe haber hecho concebir, al menos La primera de las virtudes judiciales, la tácitamente, pues de otra manera difícilmente se imparcialidad, es una obligación de justicia, en le hubiera conferido el beneficio. El importante parte por la razón mencionada últimamente, ya lugar que entre los daños e injurias humanas que constituye una condición necesaria para el ocupa el defraudar las esperanzas, se demuestra cumplimiento de las otras obligaciones de la por el hecho de que constituye lo más criminal justicia. Pero no es ésta la única razón del que hay en actos tan inmorales como romper elevado rango que entre las obligaciones una amistad o faltar a una promesa. Pocos de los humanas ocupan las máximas de igualdad e daños que puede sufrir el hombre son mayores; imparcialidad, las cuales, tanto ante la y nada duele más que perder a la hora de la estimación del pueblo, como ante la de los más necesidad aquello en que se ha confiado ilustrados, deben incluirse entre los preceptos de habitualmente y con plena seguridad. Pocos la justicia. Desde un punto de vista, pueden daños son mayores que esta mera retención del considerarse como corolarios de los principios bien. Ninguno suscita más resentimiento por ya expuestos. Si es un deber obrar con cada uno parte de la persona que lo sufre o por parte del según sus méritos, devolver bien por bien, lo espectador simpatizante. Por consiguiente, el mismo que reprimir el mal con mal, se sigue principio de dar a cada uno lo que se merece, necesariamente que debemos tratar igualmente esto es, devolver bien por bien y mal por mal, bien (cuando un deber superior no lo impide) a no sólo está incluido en la idea de justicia, tal los que han contraído iguales méritos con como la hemos definido, sino que es el objeto nosotros, y que la sociedad debe tratar propio de esa intensidad del sentimiento, que, igualmente bien a los que han contraído iguales ante la estimación humana, coloca a la justicia méritos con ella, esto es, a los que han merecido por encima de la simple conveniencia. el bien igualmente y de una manera absoluta. La mayoría de las máximas de justicia Este es el principio abstracto más elevado de la corrientes en el mundo, y a las cuales se apela justicia social y distributiva. Hacia él debe en sus transacciones, son simplemente procurarse que converjan todas las instituciones instrumentos para llevar a cabo los principios de y todos los esfuerzos de los ciudadanos justicia de que acabamos de hablar. Que una virtuosos. Pero este gran deber moral descansa persona sola es responsable de lo que ha hecho sobre un fundamento aún más profundo, en voluntariamente, o de lo que podría haber cuanto es una emanación directa del primer evitado voluntariamente; que es injusto principio de la moral y no un mero corolario condenar a una persona sin escucharla; que el lógico de principios secundarios o doctrinas castigo debe ser proporcionado a la ofensa; estas derivadas. Está implicado en la misma máximas y otras semejantes, tratan de prevenir significación de la utilidad o principio de la que el principio justo de devolver mal por mal, mayor felicidad. Ese principio será un mero se pervierta convirtiéndose en el de infligir el arreglo de palabras sin significado racional, a mal sin justificación. La mayor parte de estas menos que la felicidad de una persona, que (con máximas comunes deben su uso a la práctica de las salvedades propias de la utilidad) se supone los tribunales de justicia, que se han visto ser de igual intensidad a la de otra, se tome tan llevados naturalmente a un reconocimiento y en cuenta como la de ésta. Puesto que estas elaboración más completos de lo que era de condiciones se enuncian en el dicho de Bentham cada uno debe contar por uno, nadie por más necesidades morales que, consideradas de uno, podría escribirse bajo el principio de colectivamente, ocupan un rango más elevado utilidad como comentario explicativo (2) El en la escala de la utilidad social y, por tanto, derecho que todo el mundo tiene a la felicidad poseen una obligatoriedad superior a la de las implica, según los moralistas y legisladores, un otras. Sin embargo, pueden darse casos derecho igual a todos los medios para alcanzar particulares en que algún otro deber social sea la felicidad, a menos que las condiciones tan importante como para predominar sobre inevitables de la vida humana y el interés cualquiera de las máximas generales de justicia. general, en el cual está comprendido el interés Así, salvar una vida puede ser; no sólo del individuo, pongan límites a esta máxima. permisible, sino un deber y lo mismo robar o Esos límites deben ser determinados arrebatar por la fuerza la medicina o los estrictamente. Como todas las otras máximas de alimentos necesarios, hurtar y obligar a un justicia, ésta no se aplica, o no se juzga médico a ejercer su profesión. En tales casos, aplicable universalmente; por el contrario, como como no llamamos justicia a lo que no sea ya he hecho notar, se pliega a las ideas de cada virtud, solemos decir, no que la justicia debe uno sobre lo que es conveniencia social. Pero ceder el paso a algún otro principio moral, sino entonces, como en todos los casos en que se la que lo que es justo en los casos ordinarios, no es considera aplicable, se juzga que está dictada justo en un caso particular por razón de ese otro por la justicia. Se estima que todas las personas principio. Por este útil acomodo del lenguaje, se tienen derecho a un trato igual, excepto cuando salvaguarda el carácter de inviolabilidad alguna conveniencia social reconocida exige lo atribuido a la justicia, y nos libramos de la contrario. De aquí que todas las desigualdades necesidad de sostener que puede haber sociales que han dejado de considerarse injusticias laudables. convenientes asuman los caracteres, no de la Las consideraciones que acaban de aducirse simple inutilidad, sino de la injusticia, por lo resuelven, creo yo, la única dificultad real de la que parecen tan tiránicas que la gente llega a teoría utilitaria de la moral. Siempre ha sido preguntarse cómo pudo haberlas tolerado. evidente que todos los casos de justicia son Olvidan así que quizá ellos mismos toleran otras también casos de conveniencia; la diferencia desigualdades a causa de una noción de la está en el sentimiento peculiar que se une a la conveniencia igualmente equivocada, y cuya primera, contraponiéndola a la segunda. Si este corrección les haría considerarla tan sentimiento característico ha sido completamente monstruosa como la que acaban suficientemente explicado, no hay ninguna de aprender a condenar. La historia entera del necesidad de asignarle un origen peculiar; si es progreso social ha constituido una serie de simplemente el sentimiento natural de la transiciones por las cuales una costumbre, o venganza, moralizado por hacérsele extensivo a institución, tras otra, han dejado de ser las exigencias del bien social; y si este consideradas como una necesidad primaria de la sentimiento no sólo existe sino que debe existir existencia social, para pasar a la categoría de la en todas las clases de casos a que corresponda la injusticia y la tiranía universalmente idea de justicia, esa idea ya no se presenta más estigmatizadas. Así ha ocurrido con las como la piedra de escándalo de la ética utilitaria distinciones de esclavos y hombres libres; (3). La justicia sigue siendo el nombre nobles y siervos, patricios y plebeyos; y lo apropiado a ciertas utilidades sociales que son mismo ocurrirá, y en parte ocurre ya, con las mucho más importantes y, por ende, más aristocracias de color, la raza y el sexo. absolutas e imperativas que todas las otras de la Parece, pues, por lo que se ha dicho, que la misma clase (aun cuando las otras puedan serlo justicia es el nombre que se da a ciertas más en casos particulares). Por ello, estas necesidades deben ser defendidas, como lo son naturalmente, por un sentimiento no sólo diferente en grado, sino en especie. Deben distinguirse del sentimiento más moderado que va añejo a la mera idea de promoción del placer humano o conveniencia, ante todo por la naturaleza más definida de sus mandatos y, después por el carácter más severo de sus sanciones. ************************************** Notas acciones sobre la felicidad. El cargo que comúnmente se le hace es que confía excesivamente en esas deducciones, (1) Véase esta cuestión aclarada y confirmada por el y se niega en absoluto a limitarse a esas generalizaciones profesor Bain en un admirable capítulo (titulado Las de la experiencia específica, en que generalmente se emociones éticas o el sentido moral) del segundo de los encierran los utilitaristas, según Mr. Spencer. Mi propia tratados que componen su profundo y elaborado estudio opinión (y, por lo que deduzco, la de Mr. Spencer), es que sobre El Espíritu. en ética, lo mismo que en todas las otras ramas de los (2) Ídem, págs. 121 y 125. estudios científicos, la conciliación de los resultados de (3) Esta implicación del primer principio del sistema esos dos procedimientos, que se corroboran y verifican utilitarista, la imparcialidad perfecta entre las personas, es mutuamente, es necesaria para comunicar a las considerada por Mr. Herbert Spencer (en su Social proposiciones generales la índole y el grado de evidencia Statics) como una refutación de las pretensiones de la que constituyen una prueba científica). utilidad a erigirse en guía suficiente del bien, ya que -dice- el principio de utilidad presupone el principio anterior de que todos tienen igual derecho a la felicidad. Se podría explicar más correctamente diciendo que supone que cantidades iguales de felicidad son igualmente deseables, sean alcanzadas por la misma o por distintas personas. Sin embargo, esto no es un presupuesto; no es una premisa necesaria para sostener al principio de utilidad, sino el principio mismo, porque ¿en qué consiste el principio de utilidad sino en que felicidad y deseable sean términos sinónimos? Si hubiera algún principio anterior implícito, no podría ser más que éste: que las verdades de la aritmética son aplicables a la valoración de la felicidad, lo mismo que a todas las otras cantidades susceptibles de medida.
(Mr. Herbert Spencer, en una comunicación privada
relativa a la Nota precedente, pone objeciones a que se le considere contrario al utilitarismo; y declara que considera la felicidad como el último fin moral; pero estima que ese fin sólo se puede alcanzar parcialmente por medio de generalizaciones empíricas de los resultados de la observación de la conducta, y que no puede alcanzarse completamente más que deduciendo de las leyes de la vida y de las condiciones de la existencia qué clase de actos tienden, necesariamente, a producir felicidad y qué clase tiende a producir la desdicha. Con excepción de la palabra necesariamente, yo no tengo ninguna objeción que hacer a esta doctrina; y (omitiendo ésa palabra) no sé de ningún abogado moderno del utilitarismo que sea de diferente opinión. Ciertamente, Bentham, a quien Mr. Spencer se refiere particularmente fuente: esnips en la Social Statics, está más dispuesto que ningún otro http://www.esnips.com/doc/a1f2638a-ffea-4711- escritor a deducir, de las leyes de la naturaleza humana y b94e-3ae49bb0f908/John-Stuart-Mill---El- Utilitarismo de las condiciones universales de la vida, el efecto de las