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sido una vía adecuada para que individuos, en conjunto con otros, puedan alcanzar sus
objetivos. Estos propósitos, compartidos por todos los miembros, sumados al
reconocimiento de la autonomía de la entidad jurídica para adquirir derechos y asumir
obligaciones, junto con el beneficio de la responsabilidad limitada, han impulsado el
progreso económico y la asunción de riesgos significativos que, en situaciones
individuales, no hubieran sido viables.
Es por esto y más que para entender el velo societario primero debemos comprender lo
que implica una persona jurídica: Una persona jurídica es una entidad reconocida por la
ley como sujeto de derechos y obligaciones, con capacidad para actuar en la sociedad de
forma independiente de las personas físicas que la componen. A diferencia de las
personas naturales, que son individuos con existencia física, la persona jurídica es una
entidad ficticia creada mediante un acto legal, como un contrato, estatuto o registro ante la
autoridad competente. A continuación, se detallarán las características y funciones
fundamentales de una persona jurídica.
En conclusión, la persona jurídica es una entidad legal con existencia propia, que permite
a sus miembros emprender actividades comerciales o empresariales con limitación de
responsabilidad y continuidad en el tiempo. Su reconocimiento legal y características
particulares facilitan el desarrollo de negocios, inversiones y proyectos, contribuyendo al
funcionamiento y dinamismo de la sociedad en el marco de la legislación vigente.
3. Para levantar esta protección legal, el juez debe considerar la equidad de la medida
y su relevancia en el contexto social.
El concepto de "velo societario" tiene su origen en la idea de un velo que cubre u oculta
algo o alguien. En el ámbito del Derecho Societario, el velo societario se refiere a la
separación jurídica que actúa como un mecanismo de protección, evitando que se vincule
la persona jurídica con la persona natural, a pesar de que esta última sea la encargada de
administrarla. Esta protección está basada en el reconocimiento constitucional y legal de
los derechos y obligaciones de las personas jurídicas, como se establece en el artículo 11
de la Constitución ecuatoriana en conjunto con el artículo 10 del Código de Comercio del
Ecuador, que regulan tanto las sociedades civiles como mercantiles, y abordan la cuestión
del velo societario y la distinción entre el patrimonio y las obligaciones de las entidades
ficticias y las personas naturales.
El velo societario se caracteriza por establecer una clara separación jurídica entre la
sociedad y sus socios o accionistas, protegiendo así la responsabilidad y el patrimonio
individual de cada uno. Cuando se levanta esta protección, se unifica la responsabilidad y
se considera el patrimonio de cada integrante de la compañía como un único bien
societario. Al eliminar esta distinción legal de la entidad, se desecha su individualidad
como sujeto de derechos y obligaciones, lo que permite que los acreedores e interesados
en la sociedad puedan exigir directamente a los socios de la entidad que asuman
completamente las obligaciones contraídas por la entidad ficticia.
El levantamiento del velo societario es una figura jurídica destinada a evitar que ciertas
actividades que perjudiquen a terceras personas se oculten detrás del formalismo legal de
una compañía, que actúa como una especie de escudo. Esta medida se utiliza como
solución ante los abusos cometidos por personas naturales que utilizan la compañía como
medio para llevar a cabo dichas acciones.
Sin embargo, es importante destacar que el levantamiento del velo societario solo puede
ser admitido de manera excepcional, ya que, si se generalizara, se quebrantaría la
distinción natural existente entre la compañía y sus socios o administradores, lo que
podría conducir a la desvirtuarían del propósito real de crear personas jurídicas.
En otras palabras, la doctrina del levantamiento del velo societario es una herramienta
jurídica que permite a los tribunales prescindir de la personalidad jurídica de una entidad
empresarial y atribuir responsabilidad a sus socios o directores por las obligaciones de la
compañía. Esta figura legal se emplea en situaciones donde los socios o directores han
utilizado la entidad con la intención de defraudar a terceros o cometer actos ilícitos.
Así pues, se puede observar que la legislación vigente en Ecuador claramente contempla
la posibilidad de aplicar el levantamiento del velo societario, según lo establecido en el
tercer inciso del artículo 17 de la Ley de Compañías. Conforme a esta disposición, la
inoponibilidad de la personalidad jurídica solo puede ser declarada mediante resolución
judicial.
Los antecedentes históricos relacionados con las dinámicas laborales han llevado a que el
derecho laboral sea concebido como una fuente protectora de los derechos de los
trabajadores. Por una parte, se reconoce la posición dominante del empleador como
demandante de la fuerza laboral, y, por tanto, con la potestad disciplinaria y sancionadora.
Por otra parte, se encuentran los trabajadores, que constituyen la parte más vulnerable de
dicha relación. Por tal motivo, el derecho laboral, con sus normas y principios, cumple la
función de ser una herramienta eficaz para equilibrar estas fuerzas y lograr una relación
laboral justa y equitativa.
Como se mencionó previamente en el primer capítulo acerca del levantamiento del velo
societario, la Ley de Compañías, en su artículo 17, establece la responsabilidad solidaria
de personas naturales o jurídicas que ordenen, obtengan beneficios y sean poseedores de
bienes cuando se perpetren actos fraudulentos o abusivos en nombre de compañías y
estos actos ocasionen perjuicios a terceros.
Los supuestos más frecuentes de actos fraudulentos o simulados para eludir obligaciones
crediticias, incluyendo las de índole laboral, pueden resumirse de la siguiente manera:
Podemos afirmar que existe cierta falta de seguridad jurídica, la cual debería garantizar
certeza en cuanto a los derechos que deben ser respetados por terceros. Es
responsabilidad del Estado mantener el debido orden para asegurar el cumplimiento de
estos derechos.
Sin embargo, uno de los métodos para lograr el levantamiento del velo societario es
mediante la actuación en contra de la buena fe, a través de la comisión de actos ilícitos
previamente mencionados. Si se establecieran pautas más claras para que los jueces y
tribunales que conocen estos casos se guíen, podría restablecerse una mayor seguridad
jurídica y posiblemente reducir la cantidad de litigios.
Es crucial tener en cuenta que la norma es algo ambigua, ya que la terminología jurídica
puede no ser lo suficientemente específica. Por ejemplo, no se detallan claramente las
razones que podrían constituir fraude o el tipo de abuso que sería necesario para justificar
el levantamiento del velo de una sociedad. La doctrina debe ser precisa y clara, ya que su
uso es excepcional, y su aplicación incorrecta podría llevar a resultados erróneos en los
casos que se presenten.
Demostrar la mala fe puede ser complicado, por lo que es de gran importancia utilizar
todos los recursos disponibles para que el juez tenga certeza y convicción acerca de los
actos cometidos, ya sea directamente por la persona o por aquellos que se beneficiaron
de ellos.
Es importante que tanto abogados como jueces tengan en cuenta que la figura del
descorrimiento del velo societario no sustituye a las figuras ya establecidas en el derecho
positivo. Estas figuras incluyen, entre otras, la nulidad por objeto o causa ilícita, la
disolución y liquidación en casos donde la sociedad ha abandonado de forma permanente
su causa o fin original, configurando el vicio conocido como "ultra vires".
El procedimiento para solicitar el levantamiento del velo societario puede ser iniciado por
cualquier persona que haya sufrido perjuicio a causa de las actuaciones de la entidad
empresarial. El juez, al evaluar la solicitud, debe considerar los siguientes criterios:
Si el juez concluye que se cumplen dichos criterios, podrá proceder al levantamiento del
velo societario y responsabilizar a los socios o directores por las obligaciones de la
entidad.
El levantamiento del velo societario no constituye una solución universal para todos los
casos en los que se presentan actos fraudulentos o abusos de la persona jurídica, ya que
su aplicación dependerá del criterio del juez, quien determinará su pertinencia en relación
con cada caso particular.
La legislación ecuatoriana advierte que el levantamiento del velo societario debe ser
utilizado con precaución, reservándose únicamente para situaciones extremas y como
último recurso, cuando no exista otro medio equivalente y se hayan agotado todas las
normas procesales aplicables. Es imperativo que el Juzgador respete los principios
constitucionales del debido proceso y el derecho a la defensa.
En el contexto de una demanda que busca el reconocimiento de los derechos laborales, si
el trabajador tiene la presunción de que el patrimonio de la sociedad puede ser dispersado
o confundido con el objetivo de perjudicar sus derechos, es fundamental demandar
solidariamente a los responsables para que puedan ser imputados y vinculados al pago de
los haberes determinados en el juicio. Esto permitirá lograr la ejecución efectiva de la
sentencia. Dentro del proceso de levantamiento del velo societario, las partes
demandadas, es decir, los socios o accionistas a quienes se les imputa la conducta, tienen
el derecho de defenderse y refutar las pretensiones del demandante, asegurando así el
respeto al derecho a la defensa establecido en la normativa constitucional. El propósito es
ratificar el principio de la realidad, uno de los pilares fundamentales del derecho laboral,
que permite al juzgador ignorar la independencia de la persona jurídica y atribuir
responsabilidad a terceros que se beneficiaron de la desviación del patrimonio social.
A pesar de lo expuesto, resulta claro que la evolución del derecho y las prácticas
fraudulentas de algunas compañías en cuanto al cumplimiento de sus obligaciones hacen
necesario el levantamiento del velo y la responsabilidad de los socios y accionistas con su
propio patrimonio, lo cual puede afectar sus derechos laborales. Esto elimina las
limitaciones que ciertas compañías presentan, donde los socios tienen cierto nivel de
responsabilidad y deben asumir sus obligaciones con su patrimonio personal, en
contraposición a la responsabilidad limitada de su capital en la compañía.
En los últimos años, las entidades reguladoras han intensificado su lucha contra los
abusos que ocurren al amparo de las personalidades jurídicas, lo que hace necesario
establecer mecanismos que fortalezcan, entre otros, el levantamiento del velo societario,
con el propósito de proteger a los trabajadores y sus derechos.
En resumen, el levantamiento del velo societario es una figura jurídica de importancia que
busca salvaguardar los intereses de terceros perjudicados por acciones irregulares de las
empresas. No obstante, se recomienda su aplicación de manera cuidadosa y excepcional.