Cuenta la leyenda que un día al despertar, Thor se
dio cuenta de que le habían robado su martillo, rápidamente pensó que Loki tenía algo que ver y tras interrogarle, éste le sugirió que fuera donde estaban los gigantes, que ellos seguramente sabrían lo que había ocurrido con su arma. Sin pensarlo dos veces, partió volando al reino de los gigantes, donde encontró el martillo. Resulta que Thrym, rey de los gigantes, le había robado el martillo y como rescate pedía la mano de la Loki, astuto y suspicaz como siempre ideó un plan que consistía en disfrazar a Thor con la ropa y el collar de Freya. Tras cubrirse la cara con un velo partió hacia la tierra de los gigantes. Una vez allí, Thrym ofreció un banquete en honor a su boda, y al sellar el matrimonio con el martillo, Thor se desprendió de su disfraz y tomó el martillo rápidamente. Thrym suplico piedad, pero ya era muy tarde, el salón se inundó de truenos y relámpago y con su martillo dio muerte a Thrym y a todos los gigantes. Leyenda de la flor del Ceibo Anahí era una joven guaraní que vivía a orillas del Paraná. La joven no tenía una apariencia muy agraciada, pero en cambio tenía un canto hermoso que cautivaba a todo aquel que la escuchaba. Cuando los conquistadores llegaron a su pueblo, ocurrió un enfrentamiento y Anahí fue hecha prisionera junto al resto de sobrevivientes. Sin embargo, una noche consiguió escaparse. Antes de que pudiera llegar muy lejos, un centinela la descubrió y ella lo asesinó. Al volver a ser atrapada, fue condenada a muerte. La ataron a un árbol para quemarla en una hoguera. Cuando el fuego comenzó a arder, ella misma parecía una llama roja. Pero en ese momento Anahí comenzó a cantar. Cuando el fuego terminó de consumirse, por la mañana, en lugar del cuerpo de la joven había un manojo de flores rojas, que hoy es la flor de ceibo, la flor nacional argentina.