Está en la página 1de 21

MEDICINA LIGERA, PROTOCOLOS ABSURDOS, MEDICINA TELEFÓNICA, Y LA “UBERIZACIÓN”

MÉDICA...

Dr. Carlos Aníbal Ruffini

Analicemos el entorno de ese medio de averiguar lo que le pasa a un ser humano al que llamamos “médico”. Por desgracia para
los partidarios de convertir la medicina en una técnica electrónica (de esas que se aplican ahora en cualquier taller cada vez que
un coche se estropea) aún parece que falta un tiempo hasta que los seres humanos puedan ser chequeados por un programa
informático y en el peor de los casos, reiniciados. Pero no falta tanto, y o intentan...

________________________________________________________________

TIEMPOS DE MEDICINA LIGERA...


Recientemente comenzaba un artículo en el New York Times relatando un día cualquiera, en una consulta cualquiera, de casi
cualquier médico, en cualquier parte del mundo: el paciente que ha iniciado tratamiento por un hipotiroidismo y se siente mal, el
que tiene punzadas en la parte baja del abdomen, la señora a la que le queman los pies, aquel otro que no puede con la vida…
Todos se encuentran mal y todos exigen una atención inmediata…

Detrás de cada una de esas decisiones se esconde un amplio abanico de opciones que oscilan entre la simulación y la muerte. En
los libros se le llama “diagnóstico diferencial”.

Para ello el médico cuenta esencialmente con diferentes instrumentos:

 Hacer las preguntas correctas y escuchar con atención (Interrogatorio o anamnesis).

 Hacer un buen examen físico (Semiología).

 Acertar a escuchar las señales que van escondidas en una historia y un cuerpo.

 Hacer uso de sus conocimientos y de su experiencia.

 Mentalmente enumerar las causas que podrían producir ese cuadro, y seleccionar la más probable
(Diagnóstico Diferencial).

Debe explicarle al paciente lo que cree que tiene y lo que procede hacer (o lo que es aún peor, explicarle por qué no sabe lo que
tiene). Todo esto es algo que el médico debe hacer en mucho menos tiempo del que emplea un dependiente en buscarte un
pantalón de la talle 40. Si dispusiera de una hora por paciente (lo que emplea un abogado en analizar superficialmente una
demanda de asesoría) quizá no fuera tan difícil. Pero el médico debe hacer eso, con 50 pacientes, disponiendo de apenas 5 a 10
minutos para cada uno de ellos. Mucho menos de lo que tarda un niño en elegir si hoy le apetece un helado de vainilla y frutilla,
o de chocolate y dulce de leche.

El problema es que nuestra decisión no es banal. Esa molestia en la boca del estómago puede ser producto de la última bronca
en la oficina, pero también pueden ser las primeras manifestaciones de un cáncer de páncreas. La mujer que no duerme puede
tener un hipertiroidismo, pero también puede estar sufriendo violencia en casa que no quiere confesar. El que se queja de
mareos puede ser un obseso del chequeo de catástrofes en Internet, pero también podría tener un trastorno del ritmo cardíaco o
un problema neurológico.

Se requiere que ese trabajo, cada vez menos apreciado y valorado socialmente, se haga rápido y sin posibilidad de fallo, como el
montador de tuercas de patines. La actitud de sus jefes suele ser la del explotador impaciente; en palabras de mi abuela “déme
una limosna, pero démela rápido, que tengo mala leche”...

Todos aquellos que consideran que un médico de familia puede hacer bien su trabajo en pocos minutos, no solo están
menospreciando un trabajo sumamente valioso y complejo, sino que en el fondo están considerando a los pacientes como meros
objetos, juguetes rotos, cachivaches descuajeringados que cualquiera puede recomponer.

Por supuesto es cierto que existen también ciertos médicos que no sabrían que hacer con 40 minutos por paciente porque nunca
tuvieron conocimiento ni habilidades, ni actitudes para ejercer su oficio; o las perdieron por el camino, instalados en la
comodidad del trabajo en cadena de recetas y estudios. Por supuesto que los médicos de familia que llevan tiempo en sus cupos
(cada vez menos) son capaces de saber a menudo que les pasa a sus pacientes sin más que mirarles a la cara (“ojo clínico” o
“semblanteo”). Cada vez menos porque donde hay que mirar es al ordenador.

Pero seguir tolerando que se considere normal atender a los pacientes en 5 a 10 minutos es algo que no se debería permitir más.
Aquí sí hace falta “Tolerancia Cero”… pero al desprecio de la dignidad del trabajo bien hecho.

En otros países, de acuerdo con el artículo "Estimación del tiempo de consulta ambulatoria en clínica médica" de Outomuro y
Actis, se describe que en Rusia, el tiempo de consulta esta reglamentado en 10 minutos, los que deben distribuirse de la
siguiente manera:

 1 minuto para saludar y despedir al paciente,

 3 minutos para la anamnesis,

 2 minutos para el examen físico,

 2 minutos para la prescripción, y

 2 minutos para cumplir las formalidades administrativas.

Estamos cayendo en la “Ridiculez” científica...


Yo en lo personal, trabajo en una Unidad de Terapia Intensiva Móvil (UTIM) y debo asistir en domicilio situaciones de
urgencia y emergencia en pacientes adultos (mayores de 14 años de edad).

Una “Emergencia” implica que deben tomarse acciones y decisiones médicas de manera inmediata, ya que son situaciones en
las que está puesta en juego la vida del paciente. Ejemplos de emergencias médicas son la asfixia, politraumatismos y
hemorragias severas, pérdida no recuperada de la consciencia, accidentes de tránsito, electrocución, crisis convulsivas, paro
cardiorrespiratorio, etcétera.

Una “Urgencia” implica un caso que requiere asistencias médica en el corto plazo, pero no está en riesgo la vida o de que la
situación empeore. Ejemplos de urgencias médicas son las crisis asmáticas, traumatismos y fracturas, cólicos renales o
hepáticos, cuadros de abdomen agudo, etcétera.

La prioridad de atención se categoriza según el sistema de Triage. Los auxilios se pueden catalogar en grados o códigos de
colores según la empresa. Código Rojo o Grado I es una emergencia con riesgo de vida, Código Amarillo o Grado II es una
urgencia sin riesgo de vida, Código Verde o Grado III es una Visita Médica para consultas banales.
La UTIM de adultos estaría solamente destinada a los códigos Rojos y/o Amarillos (grados I y II); sin embargo, si la empresa lo
considera necesario nos envía a cualquier atención (áreas protegidas, atención pediátrica, códigos verdes y celestes, etc.). Pero,
si de repente aparece un código Rojo, empiezan a apurar la atención porque el móvil no esta disponible (por estar ocupado con
un patología banal, a la cual ellos mismos nos han enviado)...

Ahora esta todo muy “tecnificado” y los auxilios nos llegan por un celular con aplicaciones, con todos los datos, GPS para
darnos la ruta mas apropiada, dar el diagnostico y final de la atención, etc.

Pero también tiene dispositivos que nos dan aviso de que el móvil aun no ha partido, que la sirena aún no se activado, avisos
cada quince minutos solicitando que contestemos cuanto falta para terminar la atención, etc. Eso sin tener en cuenta los
llamados telefónicos de la central (cabina) preguntando reiteradamente: ¿cuanto tiempo nos falta para el arribo?, ¿cuanto tiempo
nos falta para terminar la atención?, ¿que pasa que no dimos el final de la misma?.

Esto, lejos de mejorar la calidad del servicio, genera un malestar en los profesionales, y en los pacientes y familiares. Uno no
puede estar presionado con el tiempo, y el paciente se da cuenta que nos interrumpen a cada rato “apurándonos”.

Nuestra actividad diaria "contrarreloj" es una situación anómala, y si la contemplamos en un contexto habitual de
usuarios/pacientes cada vez más complicados/complejos, que exigen resolución rápida de multiproblemas, los errores tienen
que ser necesariamente muchos.

Lo de la medicina con calma, sin prisa y con tino es hoy una utopía. Frustrante para cualquier espíritu humanista. Difícil sonreír
en un medio sanitario tan hostil. Y con la mirada hacia delante, remedando al poeta, vemos el futuro adelgazándose. Pero esto,
algún día, me temo que lejano, habrá de cambiar.

Les recomiendo leer la nota: “Los médicos necesitan el tiempo que el paciente re quiere...”
https://www.facebook.com/notes/hacemos-medicina/los-m%C3%A9dicos-necesitan-el-tiempo-que-el-paciente-requiere/
2075536219143596/

________________________________________________________________

PROTOCOLOS ABSURDOS...
Recientemente se han impuesto en los servicios de emergencia domiciliaria UTIM la utilización “obligatoria” de algunos
protocolos.
 PROTOCOLO IAM: La prepaga OMINT impuso un “protocolo IAM” que consiste en realizar
electrocardiograma (ECG) a todo aquel paciente que tenga dolor de pecho (chocolate por la
noticia), y una vez realizado, se le deben sacar fotos con una aplicación del celular de la empresa.
Las fotos del ECG son automáticamente enviados a un ordenador de un médico (supuestamente
cardiólogo) de la obra social, y el decide. A los pocos minutos nos llega a que destino derivar al
paciente. Nunca nos comunican un diagnostico, ni el motivo por e cual se deriva. El criterio del
médico terapista que esta con el paciente no vale. Les envíe fotos de un infarto, fotos de un ECG
normal, o fotos de mi abuela; el resultado es el mismo...

Me pregunto: ¿Para que diablos hay un médico en la dotación?...

 PROTOCOLO STROKE: La prepaga OSDE impuso un “protocolo STROKE” para la


presunción de un accidente cerebrovascular (ACV).

Lo publicitan como que es un protocolo pionero en el país que integra la emergencia pre e intrahospitalaria en un solo equipo de
stroke. Apenas se arriba al domicilio, se activa el protocolo mediante una aplicación del celular y comienza a correr el tiempo en
un “reloj diabólico” mientras aparecen pantalla que no ordenan cumplir con ciertos requisitos de examen que componen la
“Escala de Cincinatti”. Ésta escala es ampliamente conocida por los médicos de urgencia y permite que en pocos pasos se
determine la presencia de un ACV. Pero no es necesario un ayuda memoria electrónico, que solo tiene como fundamento apurar
y presionar al medico en su actuar...

La primera pantalla nos indica darle tres ordenes al paciente:

 Que levante ambos brazos,

 Que sonría y muestre los dientes, y

 Que diga la frase “el cielo es azul” (sic).

No, no se ría al leer esto. Es la pura verdad... Si no lo cree, vea las capturas de pantalla de la aplicación celular.
La segunda pantalla nos pide poner el tiempo de evolución del cuadro, la glucemia, la presión arterial y si el paciente está
anticoagulado. A continuación, el sistema automáticamente nos da como destino un lugar de derivación especializado en
Stroke, y que por ahora sigue siendo uno solo (la “Clínica La Sagrada Familia” en Palermo, CABA). No olviden que mientras
se hace todo esto, el reloj sigue corriendo; y al cabo 15 minutos debemos tener cargado al paciente en el móvil, conectado a
monitoreo, con vía parenteral y arrancando con rumbo a Palermo (aunque el domicilio del paciente esté en el partido de San
Vicente).
Se supone que el objetivo de este protocolo es optimizar al máximo los tiempos en domicilio y en traslado. Ahora, ¿Un médico
terapista necesita de esta aplicación para reconocer un ACV?

¿Si se trata de una ACV isquémico vaya y pase; pero si se trata de un ACV Hemorrágico, podemos arriesgarnos a viajes de
tanto kilómetros?. ¿No sería mas conveniente otro centro de alta complejidad mas cercano al domicilio?. Yo me pregunto: ¿De
qué sirve que en quince minutos tenga al paciente arriba de la ambulancia, con sueros, oxígeno, monitoreo, etc., si después
tengo dos horas de viaje para llegar al destino.
Si todo lo va a decidir una aplicación móvil (APP)... Vuelvo a repetir: ¿Para que diablos hay un médico en la dotación?... Los
protocolos fueron inventados y creados para que sirvan de guía al médico, forman parte un algorritmo mental de deducciones
para llegar al diagnostico con rapidez. Los protocolos son conocidos por los médicos y los utilizan permanentemente. Pero no
deben ser usados para que el diagnostico lo de un “gerente” y las decisiones sean tomadas por un “sistema”.
Señores pacientes, les advierto que en poco tiempo no serán atendidos por médicos robots, sino por el Doctor QR...

________________________________________________________________

ATENCIÓN MÉDICA TELEFÓNICA...


Las empresas de salud han impulsado la nueva modalidad de atención de consultas médicas telefónicas, online, y en algunos
casos videoconferencias.

Lo cierto es que se deteriora la relación médico-paciente, se precarizan las condiciones laborales del médico y se busca
maximizar las ganancias de los empresarios.

Si bien las empresas pretenden desentenderse de sus responsabilidades, es muy importante aclarar que se pueden delegar
funciones o autoridad, pero nunca se pueden delegar las responsabilidades. Desde hace un tiempo las empresas de salud
(prepagas y sanatorios) han impulsado la nueva modalidad de atención de “Consultas Médicas Telefónicas”.

Recientemente, estas empresas han realizado una fuerte campaña de difusión para imponer de manera más extendida este tipo
de servicio.
OSDE, Swiss Medical, entre otras prepagas e instituciones le ofrecen optar entre enviarle una ambulancia a su domicilio o
“enfatizan” intentar una consulta telefónica en donde el paciente conversa con un médico contándole su problema, y en algunos
casos ese médico supuestamente le da un diagnóstico telefónico a distancia (sin haberlo examinado siquiera). Le da las
indicaciones en forma telefónica y si requiere de algún medicamento, le envía por E-mail una receta electrónica, o le da la
dirección de una farmacia autorizada en donde puede ir a comprar dichos remedios (que ya auditó con firma y sello
electrónicos).

Se imaginaran que si un médico puede cometer un error diagnóstico teniendo delante al paciente, ¿que puede ocurrir con una
consulta telefónica ???... ¿Estamos cambiando un estetoscopio por un auricular?.

Por un lado, mientras las publicidades ponen énfasis en la cercanía y la inmediatez de la atención, lo cierto es que se deteriora
la relación médico-paciente que desde los inicios de la historia de la medicina ha sido definida como un agente terapéutico
clave; y antes y ahora es la piedra angular del acto médico, y debe ser personal. La mirada y el examen clínico son
irremplazables. Incluso, el artículo 115 del Código de Ética de la Confederación Médica de la República Argentina dice que no
es ético “el ejercicio de la Medicina mediante consultas realizadas exclusivamente por carta, teléfono, radio, prensa o internet”.
En realidad, este tipo de modalidades buscan maximizar las ganancias de las empresas y en este sentido imponen
condiciones de trabajo que profundizan la precarización laboral del médico.

Además de que esta clase de prestación se paga menos e implica una disminución en la contratación del número colegas, los
empresarios las utilizan para intentar desligarse de sus responsabilidades frente a los pacientes como efectores del sistema
sanitario.
En los contratos laborales se señala que los médicos que brindan esta asistencia telefónica son profesionales independientes y
directamente responsables del servicio que brindan. Asimismo, se establece que las instituciones sanitarias no ofrecen garantía
al paciente de la atención, consejo o indicación médica que reciban ni de las consecuencias que esto genere. Es muy importante
aclarar que se pueden delegar funciones o autoridad, pero nunca se pueden delegar las responsabilidades. El dueño de una
clínica puede encomendar a “sus profesionales” todo aquello que puedan realizar como él o mejor, pero no puede transferirles
su responsabilidad.
Para la atención médica telefónica (telemedicina) buscan profesionales noveles (no me refiero al premio). Notese en el
clasificado que no es un requisito obligatorio que este inscripto en el Colegio de Médicos. Aclaro que un cualquier médico para
poder ejercer su profesión debe tener su título universitario y su matricula del Colegio de Médicos (Matrícula Provincial) y del
Ministerio de Salud de la Nación (Matrícula Nacional). No alcanza sólo con el diploma. Sin las matrículas “NO PUEDE
EJERCER”...
Buscan médicos integrales (no especialistas), no solicitan experiencia previa, y ofrecen como “único” beneficio un honorario
profesional. No aclaran que es magro, y si es en blanco. Y yo me pregunto: ¿desde cuando un sueldo es un beneficio, y no un
derecho?.

Exigen “Habilidad para trabajar bajo presión” (¿presión de los pacientes, o presión de la empresa?). Otra buena pregunta es:
¿Cómo sabe el paciente que el que el interlocutor es realmente un médico?...

Estas nuevas formas de atención médica atentan contra ambos (médicos y pacientes) y debilitan la relación que los une.

Reflexiónen: qué pasaría si los médicos no trabajaran durante un mes como se hace en el sector de la Justicia, qué sucedería si se
impusiera la “feria médica” y solo se atendieran las urgencias, seguramente se revalorizaría la enorme importancia del trabajo
del médico en la sociedad, y su rol irremplazable para garantizar la salud de toda la población.

________________________________________________________________

EL MODELO “UBER” DE ATENCIÓN MÉDICA


DOMICILIARIA...
Alguien dijo: “No hay modo de asumir todas las demandas de atención concebidas en un mercado de consumidores”. Y esto
trae ideas alocadas de cómo calmar la ansiedad consumista, incluso en el área médica.
El modelo portugués de “UBERIZACIÓN” de la Atención Primaria de la Salud", es un buen ejemplo de las perversiones a las
que nos lleva la “innovación” en los servicios sanitarios. https://www.youtube.com/watch?v=FaWmcT_4664
https://www.youtube.com/embed/FaWmcT_4664

UBER
Si bien ya esta difundido en todo el mundo, para el que aún no lo conozca “Uber” es una compañía norteamericana que ofrece
servicios de transporte privado (similares al “taxi”) a través de la correspondiente aplicación descargable en cualquier celular o
dispositivo móvil, y que pone directamente en contacto el que demanda el servicio (el viajero) del que lo presta (el conductor).

En muchos países, la simple solicitud pone en marcha el mecanismo de facturación de electrónica de forma que no es preciso
andar con el proceso de buscar plata cuando llega el momento de pagar. Uber ha generado múltiples protestas en buena parte de
los países donde se ha implantado por parte de los gremios del taxi, que ven amenazados sus monopolios, pero a la vez está
siendo utilizado por cada vez mayor número de viajeros.

Sin entrar a valorar el fenómeno y sus consecuencias (por ejemplo, si realmente eso significará mejores condiciones laborales
para los conductores) hay algunas razones por las que el servicio está teniendo tanto éxito: es más barato que el servicio a
menudo abusivo de taxis (oficiales o no) y remises, mejora la seguridad del servicio (importante en países donde la violencia es
habitual) y es tan accesible como rápido.

KNOK
“KNOK “, es una "startup" privada con sede en Portugal que sigue la filosofía Uber a la hora de prestar servicios sanitarios.
KNOK fue lanzada bajo el soporte financiero de Mustard Seed, una empresa británica de capital riesgo (modelo compañía en
que toda la gente de la página web es guay, da saltos y se hace selfies). Knok permite que los enfermos concerten visitas en su
domicilio o hagan videoconsultas con médicos desde su teléfono móvil mediante una aplicación (APP).

No la deben confundir con la empresa del mismo nombre creado por una pareja española para facilitar el intercambio de casas
en vacaciones).

Ésta Knok médica ofrece a sus usuarios la posibilidad de conseguir una cita en su domicilio con un médico de diferentes
especialidades, seleccionando entre los que se encuentran más cercanos por la módica cantidad de 49 euros; si el médico acepta,
la aplicación gestiona todo el procedimiento de facturación, y guía al médico itinerante a través de GPS al domicilio. Incluso
puede seguir on line el señor paciente el acercamiento progresivo del profesional. Gracias a la información disponible en el
perfil de cada médico el paciente puede elegir en función de su edad, género, idiomas, currículo vitae o (lo más importante)
“rating” (a la manera de un Trip Advisor de restaurantes cool). De momento está disponible en Portugal (el Comité ejecutivo es
portugués) pero ya comenzó su actividad en España, y en la web anuncian su próxima apertura al menos en Reino Unido. Si
quieren informarse un poco mas del sistema, entren a esta link:
https://www.healthtechspain.es/app-knok-aterriza-espana/

Knok solo difiere de Babylon y el resto de apps británicas a las que me refería en el reciente comentario sobre accesibilidad, en
el que la cita, en vez de presencial, es a domicilio. Una vez más el deficiente acceso al sistema público es fácilmente
aprovechado por compañías privadas para resolver la necesidad de inmediatez de los usuarios.

Por supuesto a cambio de una cantidad que no es desorbitada para la clase media (el precio de un videojuego), pero que
obviamente casi nadie de nivel económico bajo podrá permitirse.

Las tres razones que han convertido a Uber en un éxito son difícilmente aplicables al caso de la atención sanitaria:

 En primer lugar, Knok y sus posible secuelas no son más “baratos” que el sistema alternativo (un
sistema sanitario público).

 Tampoco es necesaria la “seguridad” del servicio (que sí es imprescindible en ciertas ciudades a la


hora de tomar un taxi), puesto que en un sistema público que funcione mínimamente, sus
profesionales deben tener acreditada su competencia para prestar asistencia sanitaria.

 Por último, de nuevo es importante recalcar que accesibilidad no significa inmediatez, y a menudo
la demanda de atención no significa que esa demanda sea necesaria ni adecuada (aunque en su
habitual demagogia todos los partidos sin excepción insistan en el ridículo mantra de que “el
ciudadano siempre tiene la razón”, de gran utilidad para que el Corte Inglés venda más, pero
demoledor para un sistema público).
Es importante destacar que Knok no es una aplicación para emergencias (por ahora). Antes de contratar un determinado
médico, la misma app lo especifica claramente e insta a contactar con el 112 (teléfono de urgencias en España) si se tratase de
una situación crítica.

En ocasiones la demanda es innecesaria, pero la mejor forma de controlar esto (además de luchar contra la demagogia política),
es construir relaciones estables de confianza a lo largo del tiempo entre los pacientes y los profesionales que les atienden, en
cuyo marco sí es perfectamente factible “reconducir la demanda a lo que en verdad es necesario”. Algo que ningún modelo
Uber puede aportar.

________________________________________________________________

Sin contar que las obras sociales y prepagas, son excelentes pero algunas son corporativas y se han convertido en verdaderos
“Holdings”.
Por ejemplo Galeno abarca diferentes rubros y servicios: prepaga Galeno, Galeno Life, AMSA, Galeno ART, Galeno compañía
de seguros médicos, etc.; con una cadena de sanatorios propios adonde deriva a todos sus afiliados porque tiene menos gastos de
internación que si se atendieran en otros lugares. Galeno es dueña de todos los Sanatorios de la Trinidad (Mitre, Quilmes,
Palermo, Ramos Mejía, San Isidro, Trinidad Medical Center, etc.) y del Sanatorio Dupuytren. Si una persona tiene un accidente
laboral y lo cubre Galeno ART, será derivado a alguna Trinidad en lugar del Hospital Británico). Lo mismo ocurre con un
afiliado directo que tal vez hubiera querido ir al Hospital Italiano...
Y lo propio sucede con Swiss Medical Group que abarca: Swiss Medical Medicina Privada, Swiss Medical Center, SMG Life
(seguros de vida y retiro), SMG Seguros, SMG ART, ECCO Emergencias y Prevención, etc. Y son dueños de: Clínica y
Maternidad Suizo Argentina, Sanatorio de los Arcos, Sanatorio Agote, Clínica Zabala, Clínica Olivos, Swiss Medical Center,
Clínica San Lucas, etc. La lista de empresas médicas “corporativas” que es interminable...

Los gigantes de la medicina privada argentina, y cuya expansión parecería estar ligada a la baja de costos médicos. Ahorran
costos con los sueldos de los médicos, en los sueldos del personal, abaratan los procedimientos y tratan de ahorrar en todo. El
sistema está armado de una manera que los que pierden son los médicos y los pacientes. Los únicos que ganan son los dueños
de las prepagas.
Todo ésto es mientras uno pueda pagar su prepaga, que aumenta su cuota permanentemente y sin límites. Y pese a ello, tambien
cobran un coseguro en sus servicios de emergencia (hoy un afiliado de OSDE con plan 210, debe pagar $ 400.- por una consulta
en código Amarillo).

Si uno no puede mantenerla, le ofrecen un servicio por un tiempo determinado con un plan mínimo que apenas cubre el
Programa Médico Obligatorio (PMO) y finalmente será derivado a la Salud Pública (entiéndase Hospital Público)...

Hay un dicho muy viejo: “hacer una visita de médico”; y hacía referencia a cuando alguien a ido de visita a una casa y ha estado
el tiempo mínimo e imprescindible.

¿ Usted que prefiere ?.


 Un médico que los escuche, le brinde su interés y su tiempo, lo examine y le brinde empatía y
seguridad; o una “visita de médico”...

 Un médico que le saque todas las dudas, o uno que le “genere dudas”...

 Un médico que lo traslade cuando sea necesario, u otro que le diga cualquier cosa llame de vuelta
(en pos de acelerar los tiempos de la consulta)...

 Un médico que responde a sus conocimientos, o un médico que responde a sistemas y ordenes
gerenciales...

La ciencia y la tecnología deben mejorar la medicina, pero no encubiertamente cambiar el sentido y el fin primordial de la
profesión. El paciente tiene que saber los trasfondos del comercio de la salud, porque es el que deposita su mas preciado tesoro:
su salud, su vida... Acá no hay “culpables”, pero si “vectores” de la vida y de la muerte...

No se si contratar un buen seguro medico, o comprarme un iPhone de alta gama con un buen antivirus...

También podría gustarte