El viaje del agua no tiene principio ni fin, viaja por la Tierra
como en un círculo infinito, sin embargo hay un capitán de viaje, se trata del sol. Conoce las partes del viaje según su estado y temperatura en el medio ambiente.
Primera parada: estado gaseoso
El sol calienta el agua de los océanos, la cual pasa a estado de agua gaseoso al evaporarse hacia el aire como vapor que viaja por las nubes, ¿sabías que en realidad las nubes son gotas de agua? Las corrientes de aire llevan el vapor a las capas superiores de la atmósfera, donde la menor temperatura causa que éste se condense y forme las nubes.
Segunda parada, condensación: de estado gaseoso a
líquido Las corrientes de aire mueven las nubes por la atmósfera, que cuando chocan entre sí, crecen y caen en forma de precipitación, es decir, a un nuevo estado del agua en forma de lluvia.
La mayor parte de la precipitación cae en los océanos o sobre
la tierra, donde, debido a la gravedad, se mueve y fluye sobre la superficie. A esta agua de lluvia se le conoce como escorrentía superficial.
Una parte de esta escorrentía alcanza los ríos y en la
corriente de los ríos, el agua se transporta de vuelta a los océanos. El agua de escorrentía y el agua subterránea que brota hacia la superficie, se acumula y almacena en los lagos de agua dulce. Otra parte es absorbida por el suelo como infiltración, que permanece en las capas superiores del suelo, y vuelve a los cuerpos de agua y a los océanos como descarga de agua subterránea.
Por último, el agua subterránea encuentra aperturas en la
superficie terrestre y emerge como manantial de agua dulce. El agua subterránea que se encuentra a poca profundidad, es tomada por las raíces de las plantas y transpirada a través de la superficie de las hojas, regresando a la atmósfera.