Las recomendaciones de inmunización y las formulaciones difieren según la edad del
paciente y la región. Actualmente, el estándar de atención para pacientes asplénicos o
con hipoesplenia incluye la inmunización con la vacuna conjugada neumocócica de 13 valencias (PCV13), seguida de la vacuna polisacárida neumocócica de 23 valencias (PPSV23) al menos 8 semanas después, la vacuna conjugada contra Haemophilus influenzae tipo b, la serie de vacunas conjugadas meningocócicas cuadrivalentes ACWY (MenACWY) y la serie de vacunas monovalentes contra el meningococo del serogrupo B (MenB-4C o MenB-FHbp). Además, todos los pacientes asplénicos o hipoesplénicos deben recibir vacunación contra la influenza estacional, sarampión, paperas y rubéola, varicela, tétanos difteria tos ferina. Estas vacunas deben administrarse idealmente de 10 a 12 semanas antes de la esplenectomía electiva y al menos 14 días antes de la cirugía. Si el paciente no recibió estas vacunas antes de la cirugía, como en el caso de una cirugía de emergencia, la vacuna debe administrarse 14 días después de la esplenectomía o al momento del alta (para mejorar la adherencia), lo que ocurra primero. En pacientes con asplenismo funcional o hipoesplenia, estas vacunas deben administrarse tan pronto como se reconozca. Los CDC recomendaron que todos los pacientes esplenectomizados, incluidos aquellos con esferocitosis hereditaria, sean revacunados y reeducados entre dos y seis años después de la esplenectomía. Las recomendaciones incluyen la determinación de los títulos de anticuerpos pneumocócicos después de la inmunización de cada paciente esplenectomizado, ya que los no respondedores a la vacunación pueden tener un alto riesgo de Síndrome de sepsis grave postesplenectomía. Se recomienda un seguimiento posterior de los títulos de anticuerpos a los tres a cinco años para evaluar la posible necesidad de revacunación. En un esfuerzo por mejorar la inmunocompetencia del huésped, se ha considerado la esplénectomia parcial o la autotransplantación esplénica, ya que esto puede mejorar la respuesta inmune humoral a PPV23. La dificultad de esto es la falta de pruebas inmunes funcionales objetivas en humanos. Aunque se deben hacer todos los esfuerzos para preservar el bazo en víctimas de traumatismos, la estrategia de autotransplante esplénico parece tener una aplicabilidad limitada en humanos.