Está en la página 1de 1

Un informe de Amnistía Internacional revela la situación en Perú, donde las protestas

continúan desde diciembre. Las autoridades peruanas han sido acusadas de mostrar un
claro sesgo racista al reprimir estas protestas, señalando que poblaciones
históricamente discriminadas, principalmente indígenas, se han visto afectadas de
manera desproporcionada. Amnistía también afirma que las áreas con mayoría de
población indígena sufrieron la mayoría de las muertes desde que comenzaron
las protestas. Aunque sólo el 13% de la población del Perú vive en las regiones de
mayoría indígena, estas han representado el 80% de las muertes desde que comenzó la
crisis. El gobierno y las fuerzas de seguridad han sido acusados de utilizar fuerza
excesiva en su respuesta, La organización de Derechos Humanos acusa a las
fuerzas de seguridad de utilizar armas de fuego con munición letal "como uno
de sus principales métodos para dispersar manifestaciones, lo que ha provocado
un gran número de víctimas. También ha habido casos de violencia por parte de
algunos manifestantes, con el uso de piedras, fuegos artificiales y hondas
caseras. CNN informó anteriormente sobre la muerte de un policía que fue
quemado vivo por los manifestantes. Citando cifras del Ministerio de Salud,
Amnistía concluyó que “más de 1200 personas resultaron heridas en el
contexto de las protestas y 580 policías resultaron heridos”. El informe destaca la
importancia de abordar el racismo y la discriminación reprimiendo las protestas y
destaca el impacto de la criminalización individual por parte de las autoridades. La
situación en Perú sigue planteando preocupaciones en materia de derechos humanos y
la búsqueda de una solución pacífica. La grave crisis de derechos humanos que
enfrenta el Perú ha sido alimentada por la estigmatización, la criminalización y
el racismo contra los pueblos indígenas y las comunidades campesinas que
hoy salen a las calles ejerciendo su derecho a la libertad de expresión y a la
reunión pacífica, y en respuesta han sido violentamente castigados", dijo Erika
Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, en un
comunicado.

También podría gustarte