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RECENSIONES 571

FERNÁNDEZ VIVAS, Yolanda: Igualdad y partidos políticos. Análisis constitucional


y comparado de la igualdad de oportunidades de los partidos políticos, Con-
greso de los Diputados, Madrid, 534 pp.; SÁNCHEZ MUÑOZ, Oscar: La igualdad
de oportunidades en las competiciones electorales, Centro de Estudios Políticos
y Constitucionales, Madrid, 2007, 393 pp.

I. El papel preeminente que nuestro ría incompleta, por más que haremos
constituyente otorgó a los partidos políti- puntual mención en algunas cuestiones,
cos como instrumento fundamental para ya que no sólo habríamos de citar los in-
la participación política y expresión del numerables artículos publicados tras la
pluralismo político ha sido constante ob- aprobación de nuestro texto constitucio-
jeto de estudio en multitud de trabajos a nal, sino, también, por supuesto, contri-
lo largo de estos años. Se han abordado buciones académicas publicadas con in-
de esta manera las más diferentes cues- mediata anterioridad al amparo de la
tiones: su estructura y funcionamiento, la normativa preconstitucional que preten-
democracia interna de los partidos, la se- día adaptarnos a los nuevos tiempos,
lección de sus dirigentes, sus fuentes de como aquel número publicado allá por
financiación, etc. 1977 en Cuadernos para el Diálogo, Teo-
Sería inviable tratar de hacer ahora ría y Práctica de los partidos políticos —
una relación de esos trabajos. editado por P. de Vega— y que reunió un
Más operativo resulta, sin duda, remi- amplio número de colaboradores de gran
tirnos al número sexto de esta misma re- talla: E. Aja, M. Aragón, C. de Cabo, J.
vista, Teoría y Realidad Constitucional, Corcuera, P. Cruz, A. Garrorena, J. Jimé-
en donde, en un laborioso repertorio co- nez Campo, L. López Guerra, I. Molas, I.
ordinado por J.M. Goig Martínez, se re- De Otto, P. Lucas Verdú, A. Pérez Calvo,
cogió un listado sobre la regulación de F. Rubio Llorente, L. Sánchez Agesta, G.
los partidos políticos en nuestro país; o a Trujillo, etc. Renunciamos por tanto a esa
la relación comentada, más breve lógica- selección que escapa de nuestras manos
mente pues se trataba de un anexo, in- y por otro lado carecería aquí de sentido.
cluida por R. Blanco Valdés en su trabajo En el último lustro, tras la entrada en
Los partidos políticos, 1990. vigor de la Ley Orgánica 6/2002, de 27
Nuestro cometido en esta recensión de junio, de Partidos Políticos, los límites
es más modesto y aquélla si es la finali- de su actuación y la cuestión, nada paci-
dad, por el contrario, de los repertorios fica, de la eventual disolución de los mis-
que periódicamente publicamos en la re- mos ha venido desatando un importante
vista y al que ahora hacemos remisión debate doctrinal que se ha acentuado al
expresa o la propia reseña comentada ya hilo de las diferentes decisiones judicia-
citada. les, la última de ellas la disolución de
Han sido muchos los trabajos y cual- ANV a finales de 2008; entre los más re-
quier selección que hiciéramos ahora se- cientes trabajos que han abordado esta
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temática de forma monográfica, puede sión; sin olvidar el análisis, lógicamente,


verse la obra colectiva de J. Corcuera que realiza sobre la posible injerencia en
Atienza, J. Tajadura Tejada y E. Vírgala la libertad ideológica o de expresión de
Foruria, La ilegalización de partidos polí- los partidos políticos o en el propio de-
ticos en las democracias occidentales, recho de asociación.
2008 o la tesis doctoral de M. Iglesias Bá- Una argumentación que se reproduce
rez, La ilegalización de partidos políticos en la STC 13/2009, de 12 de enero, sen-
en el ordenamiento jurídico español, tencia dictada al amparo del recurso de
2008. inconstitucionalidad interpuesto frente a
Con más cercanía en el tiempo tam- la Ley del Parlamento Vasco 4/2005, de 18
bién ha acaparado el interés de la doctri- de febrero, para la igualdad de hombres y
na el tema de la composición equilibrada mujeres, y que, entre otras previsiones,
de mujeres y hombres en las listas elec- determinó que «Las candidaturas que pre-
torales (para nosotros discutible) derivada senten los partidos políticos, federacio-
de las previsiones de la Ley Orgánica nes, coaliciones o agrupaciones de perso-
3/2007, de 22 de marzo, para la igual- nas electoras estarán integradas por al
dad efectiva de mujeres y hombres. menos un 50% de mujeres» cuestión que
Se trata de una cuestión sobre la que, hubiera permitido por ello una lista inte-
como es harto sabido, se pronunció el grada completamente por mujeres mas no
Tribunal Constitucional en su STC así por hombres. No obstante, la conjun-
12/2008, de 29 de enero, con algunos ra- ción de estas previsiones con el art. 44 bis
zonamientos controvertibles y en algu- de la LOREG lleva al Tribunal a indicar
nos puntos con fundamentación cierta- que, en las elecciones al Parlamento Vas-
mente insuficiente; sobre esta sentencia co, «las mujeres han de tener en las listas
puede verse P. Biglino Campos, «Varia- electorales una presencia mínima del 50%
ciones sobre listas de composición equi- mientras que los hombres sólo tienen ga-
librada», REDC, n.o 28, 2008 y L. Martínez rantizado el 40%; este tratamiento dife-
Alarcón, «Comentario a la STC 12/2008», renciado encuentra justificación suficiente
TRC, n.o 22, 2008; de esta misma autora, en cuanto pretende corregir una situación
Cuota electoral y Derecho Constitucional, histórica de discriminación de la mujer en
2007; con más lejanía en el tiempo, y al la vida pública».
socaire de las reflexiones sobre la conve- Con independencia del juicio positivo
niencia o no de estos institutos y de la o negativo que merezcan estas previsio-
propia participación de la mujer en la nes y desde una perspectiva de efectivi-
vida política, véase, Elvira Perales, A., «La dad lo cierto es que, como apunta Santo-
participación política de la mujer», A. Pa- laya Machetti (que se muestra favorable a
lomar Olmeda El tratamiento de género las mismas) «dado el pequeño tamaño de
en el ordenamiento español, 2005 y Aran- muchas de nuestras circunscripciones, la
da Álvarez, E., Cuota de mujeres y régi- representación paritaria solo podrá con-
men electoral, 2001. seguirse si las candidaturas tienen nece-
Recordemos que el Alto Tribunal en sariamente que responder al modelo de
esta resolución, partiendo de que no nos cremallera, en el que hombres y mujeres
encontraríamos ante una medida de ac- alternan su posición y por el contrario
ción positiva (la exigencia legal no hace no llegará si se sigue contabilizando por
referencia a un mínimo de mujeres en tramos de cinco candidatos y con una
las listas electorales sino a un mínimo de proporción del cuarenta por ciento» («En-
hombres o de mujeres, esto es, una fór- cuesta», TRC, n.o 22, 2008).
mula de «equilibrio de sexos») sustenta la Las cifras comparativas de las dos úl-
legitimidad constitucional de dicha previ- timas Legislaturas (VIII y IX) serían ilus-
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trativas pues apenas variaría en un punto trabajo de E. Pajares Montolío, «El Tribu-
porcentual la representación de mujeres nal de Cuentas y los límites del control
en el Congreso de los Diputados (alrede- de la financiación de los partidos políti-
dor de un treinta y seis por ciento), he- cos», J. Pérez Royo, J. Urías Martínez, M.
cho que lleva a señalar a M. I. Serrano Carrasco Durán, Derecho constitucional
Maíllo e I. Martín de Llano (desde una para el siglo XXI, 2006).
perspectiva completamente diversa a la No han faltado cuestiones a abordar
del autor anterior) que la tendencia alcis- por esta legión trabajos sobre nuestra de-
ta desde la III Legislatura hasta la inme- mocracia de partidos, que, recordemos,
diatamente anterior a la aprobación de fue explicada certeramente por García
la reforma de la LOREG «indica que la Pelayo como una adaptación del princi-
tendencia hacia una mayor presencia de pio democrático a las nuevas coyunturas
la mujer en el Congreso y, por tanto, en históricas y concretamente a la masifica-
puestos de representación política, es un ción del ejercicio de los derechos demo-
hecho independiente de la legislación» y cráticos y al hecho de que la sociedad en
«que la tendencia a la igualdad en pues- la tiene que transcurrir el proceso demo-
tos de representación política de miem- crático es una sociedad organizacional
bros de ambos sexos viene marcado por (El Estado de Partidos, 1986; Las trans-
la inercia social», «El principio de igualdad formaciones del Estado contemporáneo,
y la democracia paritaria», S. Sánchez 1982).
González, En torno a la igualdad y a la No obstante esto, más allá de estu-
desigualdad, 2009. dios que han profundizado en aspectos
Más allá de esta cuestión, en esa mis- específicos, lo cierto es que hasta la fecha
ma legislatura, casi a la par de la aproba- contábamos una suerte de vacío doctrinal
ción de aquella ley, resulta preciso hacer en nuestro país en un particular punto, la
mención igualmente a la reforma de la igualdad de oportunidades de los parti-
regulación de la financiación de los parti- dos políticos configurado de forma ge-
dos políticos (Ley Orgánica 8/2007, de 4 nérica, sobre la que si existía abundante
de julio) que vino determinada por no literatura y previsiones normativas o ju-
garantizar ya de manera adecuada la re- risprudenciales en otros ordenamientos,
gulación entonces vigente (recuérdese, el alemán o el norteamericano, por ejem-
Ley Orgánica 3/1987, de 2 de julio) la plo.
suficiencia, regularidad y transparencia Esta laguna se ve suficientemente sol-
de su actividad económica. Cabe destacar ventada por los dos trabajos que ahora
que en el informe correspondiente a las recensionamos de forma conjunta: los de
elecciones municipales de 2007 (conoci- los profesores Yolanda Fernández Vivas y
do al elaborar estas notas, diciembre de Oscar Sánchez Muñoz publicados prácti-
2008) se destaca que la practica totalidad camente a la par en una coincidencia fe-
de los partidos (en mayor o menor medi- liz por el Congreso de los Diputados y el
da) cometieron alguna irregularidad en Centro de Estudios Políticos y Constitu-
sus contabilidades. cionales respectivamente bajo las rúbri-
Dicha Ley asimismo permitió dar cas, Igualdad y partidos (análisis consti-
efectividad a los requerimientos de la Co- tucional y comparado de la igualdad de
misión Mixta para las relaciones con el oportunidades de los partidos políticos) y
Tribunal de Cuentas así como a las conti- La igualdad de oportunidades en las
nuas recomendaciones de los informes competiciones electorales.
anuales de éste órgano (insistiremos en II. Abordan ambos, como decimos,
este punto posteriormente; aunque pre- un mismo objeto de estudio: el concepto,
vio a la Ley recomendamos la lectura del extensión y virtualidad de la igualdad de
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oportunidades de los partidos políticos. feridos con esa misma reproducción de


Convergen en el análisis de dicho princi- esquemas.
pio, con similar fortuna mas por cami- No son comunes en la actualidad los
nos y metodologías bien diversas, permi- trabajos que se sirvan de estos enfoques
tiéndosenos con su lectura conjunta la y ciertamente para el lector se agradece
obtención de una visión completa y ex- el esfuerzo realizado e, insistimos, la cla-
haustiva del mismo. ridad expositiva.
Como primera providencia, con inde- El profesor O. Sánchez Muñoz opta,
pendencia de que luego profundicemos por el contrario, por un planteamiento
en los temas objeto de estudio, resulta diverso, en el que el recurso al estudio
ciertamente interesante que ante una mis- comparado se hace, no de forma com-
ma cuestión y problemática, ambos in- partimentada, sino al hilo del propio tra-
vestigadores articulen esquemas (que no bajo; así, la propia construcción concep-
construcciones de resultado, pues ahí tual o las principales proyecciones del
convergen) tan diferentes. principio de igualdad de oportunidades
La profesora Y. Fernández Vivas parte en las normas reguladoras del proceso
de un problema específico dentro del electoral stricto sensu y, también de for-
ámbito de la comunicación: los debates ma específica, en el propio acceso a la
electorales en televisión sobre los que, competición electoral (libertad de pre-
como es sabido, no existe previsión nor- sentación de candidaturas y sus limita-
mativa específica. ciones).
Las reflexiones sobre esta cuestión Especial interés tiene el primero de
son las que le llevan a un planteamiento los capítulos del libro donde se aprecia el
necesariamente más amplio que recon- esfuerzo del autor (que, es preciso desta-
duce al tema objeto de investigación que car, aúna a su perspectiva teórica un co-
ataca especialmente desde una óptica nocimiento de la práctica parlamentaria
comparada procediendo a un concienzu- como diputado autonómico) por definir y
do estudio de la materia en la Europa categorizar de forma específica dicho
continental (concretamente en Alemania principio, ofreciéndonos su concepto ju-
e Italia con la Chancengleichheit y la par rídico, su doble encaje constitucional
condicio) así como en Estados Unidos (principio de libertad de elección e igual-
(equal opportunity). dad en el acceso a los cargos representa-
Se desglosa con detalle y con un es- tivos) así como las diferentes dimensio-
quema de estudio idéntico, que el lector nes (negativa y positiva) de aquél. Pese a
agradece por su claridad, el significado no compartir, lógicamente, la concepción
constitucional de todos estos principios, shumpeteriana, meramente procedimen-
su fundamento constitucional, sus ámbi- talista de la democracia, se servirá de al-
tos de manifestación y sus formas de ga- guna de sus reflexiones aquí en orden a
rantía. Este análisis comparado le permite dar contenido al concepto de la igualdad
abordar con rigor la misma cuestión en de oportunidades.
nuestro país atacando exactamente esos Sin querer abordar ahora todas y cada
mismos cuatro aspectos. una de las dimensiones y vericuetos de la
El análisis parcial complementa, a igualdad de oportunidades que se disec-
modo de remate, con un último capítulo cionan por los autores en sus respecti-
de verdadera construcción iuscomparati- vos trabajos apuntaremos algunos de los
va y no meramente expositivo del Dere- aspectos que son objeto de análisis más
cho extranjero (como sería si se hubiera detallado.
quedado en los anteriores), donde con- III. La financiación de los partidos po-
fronta y contrasta todos los modelos re- líticos y de las campañas electorales, por
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ejemplo, es uno de estos elementos des- No olvidemos que desde 1976 las can-
tacados en ambos trabajos. didaturas presidenciales en ese país han
Se trata de una cuestión sobre la que podido optar a un sistema de financiación
existía ya una importante literatura desde pública, y que desde el año 2000 (cuando
hace tiempo y desde diferentes ópticas: a accedió a la presidencia G. Bush presi-
título de ejemplo, P. del Castillo, La fi- dente tras unas elecciones ciertamente
nanciación de partidos y candidatos en complejas y con un resultado electoral
las democracias occidentales, 1985 o E. muy discutido en un polémico proceso
Pajares Montolío, La financiación de las de recuento de votos) los candidatos sue-
elecciones, 1998, derivados ambos de sen- len renunciar a esa financiación por las li-
das tesis doctorales; más recientemente, y mitaciones que comporta; es interesante
en esta misma revista, M.I. Serrano, «La fi- también apuntar que la declaración de la
nanciación de los partidos políticos en renta de los contribuyentes norteamerica-
España», TRC, 12/13, 2003. nos incluye una casilla para poder destinar
Las regulaciones en el ámbito com- voluntariamente una cantidad de dinero a
parado son ciertamente dispares y res- la campaña presidencial.
ponden a muy diferentes concepciones Ciertamente interesantes fueron los
de la vida política, de la intervención es- planteamientos de las candidaturas de
tatal o la participación privada, aunque Obama y McCain sobre este punto
como apuntó K. Von Beyme «ninguna de- abriendo, cada uno desde sus propios in-
mocracia moderna ha podido evitar del tereses, el debate sobre la financiación
todo que los partidos se convirtieran en de las candidaturas, especialmente a la
pensionistas del Estado», La clase política vista del cambio de opinión del primero
en el Estado de partidos, 1995. por causa de su tremenda capacidad me-
Con ocasión de las últimas elecciones diática a nivel nacional e internacional.
presidenciales en los Estados Unidos asis- Más allá de la anécdota, lo cierto es
tíamos con cierto asombro, incluso ru- que los dos trabajos recensionados disec-
bor, a las cifras manejadas. Se llegó a ha- cionan esta cuestión.
blar en la fase final de la campaña de Y. Fernández Vivas aborda la evolu-
hasta quinientos millones de dólares re- ción histórica del sistema de financiación
caudados por internet por la candidatura de los partidos y las fuentes de financia-
de Barak Obama, y aunque en nivel me- ción pública y privada en los cuatro ca-
nor, hay que recordar también el incre- pítulos referidos a los modelos alemán,
mento de ingresos obtenido por la candi- estadounidense, italiano y, por supuesto,
datura de su rival John McCain tras el español. En el caso de Alemania añade
anuncio de la incorporación, como can- uno adicional referente a la exigencia
didata a la vicepresidencia, de Sarah Palin constitucional de transparencia en la fi-
(como apuntaba S. Sánchez González en nanciación y en el de España y Estados
esta misma revista tiempo atrás, «allí, tenía Unidos otro referente a los mecanismos
que ser allí, donde tanto esfuerzo ha cos- de control (en aquél primero aborda tam-
tado que la condición de elector y de bién los límites de los gastos electorales).
elegible no siguiera vinculada a la condi- En sus conclusiones (centradas en los tres
ción de propietario, donde no se ha im- elementos comunes a los cuatro mode-
pedido que la propiedad privada conti- los) apunta, para evitar en lo posible ca-
nuara actuando a su manera, es decir, sos de financiación fraudulenta a los que
funcionando como el poder dominante estamos ya tan acostumbrados, a los ser-
en la esfera política de la vida humana», vicios públicos de radiotelevisión en or-
«La financiación de los partidos políticos den a garantizar realmente la igualdad de
en los Estados Unidos», TRC, 6, 2000). oportunidades, especialmente en perío-
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do electoral, permitiendo así posibilida- municación —esencialmente aquellos


des efectivas suficientes para la transmi- que pueden servir de escenario de deba-
sión de los mensajes. te—, no creemos que deba vincularse in-
O. Sánchez Muñoz, por su parte, opta defectiblemente y de forma automática
por una primera distinción entre medi- con un vitola de calidad democrática del
das negativas en la financiación de cam- sistema.
pañas y partidos (limitación de gastos e ¿Hay que entender que la calidad de-
ingresos electorales) y positivas (finan- mocrática de un sistema tiene en estos
ciación pública de los partidos) abordan- debates un elemento tan trascendental
do con detalle unas y otras. Especial- como se nos quiere hacer entender?
mente la limitación absoluta de los gastos O ¿estamos por el contrario ante una
electorales y los límites relativos a los in- creación artificial auspiciada desde los
gresos de los competidores electorales, propios medios reduciendo en alguna
entre las negativas, y la financiación pú- medida la política a esta suerte de mer-
blica directa, entre las positivas. cadotecnia?
IV. El acceso a los medios de comuni- En la batería de artículos periodísti-
cación es también objeto de detallado es- cos que abordaron esta cuestión al am-
tudio por ambos autores, aunque de for- paro de las últimas elecciones (en su
ma especialmente incisiva por parte de la práctica totalidad a favor de este tipo de
profesora Y. Fernández no en vano es el debates, considerándose un deber los de-
problema suscitado por los debates elec- bates televisivos) encontramos algunos
torales en televisión el que se encuentra artículos que, desde una clave más nega-
en la base de sus reflexiones sobre el ob- tiva —quizá más realista—, terminaban
jeto de estudio de su libro, como señala- por apuntar que «es difícil de creer que la
mos supra. opinión pública haya llegado a aceptar
De todos es conocido que fue hace como verdad inconcusa lo que no es
ya tres lustros cuando, en el curso de la sino una manipulación de sus pasiones,
campaña de las elecciones generales de una manipulación que responde sólo al
1993, se articuló por primera vez el de- interés de los propios medios en reafir-
bate entre los dos principales candidatos mar su particular poder político» aña-
a la Presidencia del Gobierno pareciendo diendo en clave irónica que «bueno, pero
encontrarnos entonces ante el inicio de no olvide usted que gracias a este forma-
una práctica que habría repetirse inde- to la política entra en su casa y en la de
fectiblemente en el futuro como un sig- todos, se hace accesible al gran público.
no, quizá, de calidad democrática de un Gracias al debate usted puede juzgar có-
sistema; o al menos así se nos pretendía modamente y desde su sillón a los candi-
hacer ver. datos ¿Cabe mayor democratización de
Con posterioridad a este primer deba- la política? Un bonito cuento que calla
te los siguientes procesos electorales algo esencial: que al entrar de esta forma
(1996, 2000 y 2004) obviaron por conve- en mi casa, con ese formato, la política
niencias políticas esta modalidad de con- entra, sí, pero lo hace deformada, degra-
traste de propuestas partidistas, alegán- dada a su expresión más banal. Entra,
dose las más diferentes trabas, pero a cambio de convertirse en un par-
esencialmente de extensión y formato, tido de fútbol más. Hay una verdad que
no reapareciendo, a la postre, hasta las siempre se quiere olvidar: más informa-
últimas elecciones de marzo de 2008. ción no es más conocimiento; más datos
El aparente interés de los mismos, es- no son más criterio; puede ser al revés»
poleado todo hay que decirlo por la pro- (J. M. Ruiz Soroa, «Democracia degenera-
pia conveniencia de los medios de co- tiva»).
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RECENSIONES 577

La respuesta dependerá siempre del V. Ni que decir tiene que el acceso a


cristal con el que miremos el problema, los medios no se agota en este punto de
pero quizá nuestro planteamiento sea los debates televisivos entre candidatos
un tanto más descreído, asentado sobre (no obstante es el que desde muchos
esa brecha electores/partidos que a sectores, como hemos apuntado) se nos
nuestro entender cada día se ve más quiere hacer más visible y más determi-
acentuado. nante como vitola de calidad democráti-
Y en esta brecha algunas de las previ- ca) debiéndose hacer referencia (los dos
siones de nuestra ley electoral, tienen trabajos abundan con detalle sobre ese
una clara causa-efecto, el sistema de listas tema) a la cesión de espacios en los me-
(cerradas y bloqueadas) al Congreso, por dios de comunicación, a las exigencias
ejemplo. de neutralidad y pluralismo en la infor-
Como señala E. Arnaldo Alcubilla «la mación así como a las limitaciones de
relación electoral real no se produce en- publicidad electoral.
tre representantes y representados, sino Su importancia resulta evidente pues
entre electores y partidos, aunque éstos como destaca Y. Fernandez Vivas, tras su
se han burocratizado y se autoalimentan estudio comparativo, «éste es, pues, el
en su progresivo anquilosamiento y ale- único de los ámbitos (medios de comu-
jamiento de aquéllos, los grandes margi- nicación) en los que se manifiesta la
nados u olvidados que no tienen otra de- igualdad de oportunidades, en el que to-
cisión que tomar que pronunciarse sobre dos los ordenamientos jurídicos analiza-
los candidatos preseleccionados por las dos coinciden en desarrollar dicha igual-
ejecutivas de los partidos» («Encuesta», dad de oportunidades».
TRC, n.o 22, 2008). En palabras de O. Sánchez Muñoz «en
En esa misma línea, aunque desde este campo el principio de igualdad de
una perspectiva más amplia, G. Ariño Or- oportunidades actúa como un mandato
tíz apunta también que «la actuación de de optimización de la visibilidad de las
los partidos como únicos protagonistas fuerzas políticas que concurren a las elec-
(colectivos) del proceso político es per- ciones, mandato que, de una parte, en su
versa, en cuanto conduce a una selec- dimensión negativa fundamenta la adop-
ción oligárquica (no democrática) de los ción de medidas tendentes a vedar el
candidatos y a unas campañas electorales abuso de la situación de superioridad
basadas casi exclusivamente en el estrel- mediática de determinados competido-
lazgo del líder nacional y no en la per- res, mientras que, de otra parte, en su
sonalidad y las propuestas de los can- dimensión positiva, serviría de justifica-
didatos. Ello lleva a unas campañas ción constitucional a la adopción de me-
electorales muy costosas y muy poco de- didas de tipo prestacional, tendentes a
liberativas. Hay publicidad y marketing reequilibrar las situaciones de hecho en
comercial más que debate político» (tam- las que se encuentran los distintos com-
bién en TRC, n.o 22). petidores, favoreciendo el acceso de to-
En todo caso, la perspectiva crítica dos ellos a los medios de comunicación
que sobre muchos extremos pueda te- —en particular los de carácter público—
nerse no impide que, en palabras Kel- en función de criterios equitativos».
sen, «sólo desde la ingenuidad o desde la Retomando nuevamente las cercanas
hipocresía pueda pretenderse que la de- elecciones norteamericanas, con un siste-
mocracia sea posible sin partidos políti- ma tan diverso al nuestro, y en una idea
cos. La democracia es, necesaria, e inevi- que podemos aplicar a lo apuntado en el
tablemente, un Estado de Partidos» apartado anterior, cabe recordar la tan
(Esencia y valor de la democracia, 1920). comentada compra por la candidatura de
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578 RECENSIONES

Barak Obama de media hora de emisión rillo, «La campaña electoral: los progra-
en las principales televisiones del país de mas electorales, los medios y el desarro-
manera simultánea y en prime time; esta llo de la campaña», VVAA, Las elecciones
candidatura gastó doscientos treinta mi- legislativas del 1 de marzo de 1979,
llones de dólares en publicidad en televi- 1979).
sión y prensa. VII. Temas como la propia jornada de
VI. De igual manera son analizadas reflexión, aparente menores (no en vano
en los dos trabajos recensionados las en- es inexistente en múltiples países —Esta-
cuestas electorales tanto en el tema rela- dos Unidos sería un buen ejemplo de
tivo a la garantía de su objetividad como ello—), también encuentran espacio en
a las eventuales limitaciones o controles los libros comentados para su estudio al
que se les imponen (prohibiciones de amparo de este principio.
publicación en determinados períodos, O. Sánchez Muñoz lo singulariza de
acceso a encuestas de organismos públi- forma específica añadiendo a un estudio
cos..). teórico sobre la jornada de reflexión un
Todo ello para la protección del prin- apunte de lo acontecido en las elecciones
cipio aquí abordado, la igualdad de opor- de marzo de 2004 tras el terrible atentado
tunidades entre los diferentes competi- terrorista del 11 de marzo. Y. Fernández
dores electorales así como para proteger Vivas opta aquí por un planteamiento
al elector frente a determinadas influen- esencialmente teórico, sin entrar a abor-
cias. dar aquellos sucesos, al hilo del estudio
Las nuevas tecnologías, en todo caso, más genérico de la igualdad de oportuni-
en España y en otros países que tienen dades de los partidos en el ámbito de la
algunas de estas limitaciones (pensamos comunicación, eje referencial en su estu-
esencialmente en su publicación en con- dio.
cretos períodos) ha introducido nuevas Sobre esta cuestión, apuntar única-
variables a tener en cuenta, pudiendo ha- mente que, como se puso de manifiesto
blarse quizá de cierta obsolescencia en su en la encuesta postelectoral del CIS, casi
previsión. Cabe recordar por ejemplo que a la cuarta parte de los votantes (21,4 %)
en las últimas elecciones generales, al tér- dicho atentado les influyó mucho o bas-
mino del último Consejo de Ministros tante en su decisión (véase, A. J. Porras
previo a las mismas, la propia Vicepresi- Nadales, «Las elecciones generales de
denta del Gobierno, y a la vista de en- marzo de 2004: aspectos problemáticos
cuestas y sondeos publicados en otros y consecuencias», REP, 126, 2004).
países durante los días de limitación, VIII. El punto de llegada de ambos
apuntó su disposición favorable a la re- trabajos, por diferentes caminos, conver-
forma de la previsión limitadora de la ge en gran medida en un resultado simi-
LOREG en este punto. lar, satisfactorio en ambos casos, con al-
Sin querer entrar en exceso en estas guna diferencia puntual en específicos
cuestiones (nos remitimos al trabajo de L. razonamientos.
Galvez Muñoz, El régimen jurídico de la Se nos presenta en ambos el principio
publicación de las encuestas electorales, de igualdad de oportunidades como un
2002) es interesante recordar que la re- principio esencial en todo Estado demo-
gulación de las mismas fue temprana crático, enmarcado en los modelos de
(Ley 14/1980, de 18 de abril, sobre régi- democracia concurrencial y en donde la
men de encuestas electorales) y aprobada legitimidad del sistema viene en buena
en buena parte por lo acontecido en las medida imbricada con aquel. Las medidas
elecciones generales de 1979 en esta ma- prestacionales en orden a compensar de-
teria; (sobre esta campaña, J. García Mo- terminadas desigualdades tienen aquí un
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relevante elemento de estudio. Se abor- ofrece una panorámica bibliográfica com-


dan así con especial detalle los medios pleta del objeto de estudio.
para asegurar o garantizar dicho principio La coincidencia en la publicación a la
en la competición electoral. que hacíamos referencia con anterioridad
Abordan los dos su encaje constitucio- unida a esa disparidad de enfoque meto-
nal y ponen de manifiesto las diversas op- dológico para abordar un mismo objeto
ciones del ámbito comparado; el modelo de estudio, con contenido crítico y no
alemán, como no podía ser de otra forma, meramente expositivo, enriquecerá sin
es referencia constante en uno y otro. Y duda al lector que se acerque a ambas
se incide también de forma destacada en obras de forma conjunta, cosa que cierta-
las formas de garantía de este principio mente recomendamos; así ha ocurrido
tanto ante órganos no jurisdiccionales con el autor de estas notas.
como jurisdiccionales; en este específico
punto la forma de abordar su estudio di- * * *
fiere nuevamente en los autores y respon-
de a la diferente sistemática escogida. ABSTRACT: They are approached in these
Más allá del contenido, tiene cierto notes the works of Yolanda Fernández Vivas,
interés, y curiosidad, comparar la biblio- «Igualdad y Partidos Políticos» and of Oscar
grafía utilizada por los dos autores de las Sánchez Muños, «La igualdad de oportunida-
des en las competiciones electorales».
obras recensionadas. Si bien el diferente
enfoque y estructura de los mismos su- RESUMEN: PENDIENTE: Se abordan en estas
pra referido pudiera explicar algunas dis- notas los trabajos de Yolanda Fernández Vivas,
paridades lo cierto es que llama de veras Igualdad y Partidos Políticos y de Oscar Sán-
la atención las múltiples diferencias de chez Muños, La igualdad de oportunidades en
una y otra que creemos no encuentra las competiciones electorales.
completa justificación aquello. Ello tanto
en la selección de determinados autores KEY WORDS: Political Party. Election. Elec-
(referencias inexcusables en alguno de torate. Electoral Competition. Equal Opportu-
nity.
los trabajos son totalmente obviados en
el otro y viceversa) como en la de con- PALABRAS CLAVE: Partido Político Elección.
cretas obras de muchos de ellos. Si bien Electorado. Competición Electoral. Igualdad de
alguna de estas disparidades responde a Oportunidades.
las lógicas opciones escolásticas, en otras
las razones de las diferentes referencias FERNANDO REVIRIEGO PICÓN
son más difíciles de entender. No obs- Profesor de Derecho Constitucional
tante, buscando el elemento positivo de UNED
todo ello, la unión de una y otra nos

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