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INTRODUCCION

En muchas localidades del país, la cercanía de la zona urbana a los ríos, es una de las
principales causas de la contaminación de sus aguas. La cuarentena durante la pandemia
del COVID, redujeron el impacto, pero la reanudación de las actividades económicas y
sociales económicas y sociales aumentó y, con ello, los daños ambientales.
Uno de los problemas más comunes es la descarga de aguas residuales sin tratar o
parcialmente tratadas en el río. Esto puede contener una amplia gama de contaminantes,
incluyendo bacterias, virus, productos químicos y nutrientes.
La contaminación, no solo es causada por el arrojo de desechos al río, el vertimiento de
grasas y combustibles y la acumulación de otros desperdicios por el lavado de ropa y de
vehículos, sino también por la escorrentía de productos químicos agrícolas como
fertilizantes y pesticidas puede ingresar al río y causar la contaminación del agua. La
acumulación de desechos sólidos, como plásticos y basura, en las orillas del río y en el
agua misma, puede ser una forma evidente de contaminación. Esta situación se vive en la
región San Martín
Como estudiantes y con ayuda de la población podemos lograr recuperar los ríos. Si bien
los resultados no se ven de inmediato, se debe controlar los niveles de contaminación
desde ahora. “Gran parte de esta contaminación en nuestro país está asociado a los
desagües y residuos, ya que todo va al río.
Un primer tema es organizar programas de educación ambiental en las escuelas locales
para concienciar a los estudiantes sobre la importancia del río Cumbaza y los efectos de la
contaminación. Incluye temas como la conservación del agua, la biodiversidad y los
impactos ambientales.
Crear grupos estudiantiles ambientales que se enfoquen en la protección del río. Estos
grupos pueden llevar a cabo campañas de sensibilización, actividades de limpieza y
proyectos de investigación sobre la calidad del agua.
Colaborar con organizaciones de la comunidad, grupos ecologistas y otras instituciones
locales para coordinar esfuerzos. Juntos pueden planificar y ejecutar proyectos de
restauración y conservación.
Organiza programas de monitoreo de calidad del agua con la ayuda de estudiantes y
voluntarios locales. Realiza pruebas regulares para evaluar la calidad del agua y detectar
posibles fuentes de contaminación.
Organizar campañas regulares de limpieza de las orillas del río Cumbaza para eliminar los
desechos sólidos. Asegurando de que los desechos se manejen de manera adecuada y se
reciclen cuando sea posible.
Trabajar con las autoridades locales y los reguladores ambientales para controlar y reducir
los vertidos ilegales de aguas residuales y productos químicos tóxicos en el río.
Organizar campañas de defensa para presionar a las autoridades locales y nacionales para
que refuercen y hagan cumplir las leyes ambientales.
Promover prácticas de desarrollo sostenible en la comunidad, como la agricultura orgánica
y la gestión responsable de los recursos naturales.
Involucrar a la comunidad en la toma de decisiones relacionadas con la gestión del río.
Escuchar sus preocupaciones y sugerencias para encontrar soluciones efectivas.
La recuperación del río Cumbaza requerirá tiempo y esfuerzo continuo, pero con la
colaboración de estudiantes y la comunidad, se pueden lograr mejoras significativas en la
calidad del agua y la salud del río. La educación y la acción coordinada son clave para
abordar este desafío ambiental.

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