Está en la página 1de 11

2.

MARCO CONCEPTUAL DE LA
EROSIÓN
2.1 CONCEPTO DE EROSIÓN

La erosión puede ser definida, de forma amplia, como un proceso de arrastre del
suelo por acción del agua o del viento; o como un proceso de desprendimiento y
arrastre acelerado de las partículas de suelo causado por el agua y el viento
(Suárez, 1980). Esto implica la existencia de dos elementos que participan en el
proceso: uno pasivo que es el suelo, y uno activo que es el agua, el viento, o su
participación alterna; la vegetación por su parte actúa como un regulador de las
relaciones entre ambos elementos.

Por otra parte, desde la perspectiva geológica y de formación del paisaje, la


erosión es entendida como parte del proceso de morfogénesis a través del cual se
alteran y moldean las formas terrestres. Desde este punto de vista, la configuración
que hoy se tiene de la superficie de la tierra, se debe a los procesos continuos de
agradación y degradación que en tiempo geolágico, han moldeado la superficie.
Estos procesos geomorfolégicos están relacionados con factores internos (litología,
estructura, tectónica, volcanismo y topografía) y externos (clima: temperatura y
precipitación; organismos; y acción antrópica).

La división de la erosión bajo los puntos de vista planteados, surge de la escuela


conservacionista americana; sin embargo, es necesario revaluar tales conceptos
(Hermelín, 1967, citado por Gutiérrez, 1983), dado que el término erosión
geológica resulta muy vago y no concuerda con la compleja formación ecológica
de ciertos países, como es el caso de Colombia, en donde pueden existir
ecosistemas muy diversos en áreas poco extensas; además, se señala que la
influencia del hombre sobre ambientes con estabilidad morfogenética distinta,
puede ser sustancialmente diferente en la respuesta.

A pesar de los planteamientos recién expuestos, podría aceptarse la consideración


de dos tipos básicos de erosión: la geológica o natural, y la antrópica o acelerada.
La primera se produce normalmente sin la acción del hombre, estando por tanto
fuera de su control; es tan lenta que pasa inadvertida y contribuye de cierto modo
a la formación del relieve mismo y a la meteorización de las rocas. En este tipo de

27
Juan Diago Laón Pelñez — JN
erosión intervienen el agua (ríos, mar, lluvia), el viento, la temperatura y la gravedad;
es considerada benéfica, pues busca la estabilidad de la superficie y un equilibrio
entre el suelo, la vegetación, los animales y el agua; se ha presentado durante
millones de años y existe actualmente como en el pasado, variando espacialmente
dadas las diferencias en el carácter de las rocas y en las condiciones climáticas y
de vegetación. Ejemplo de la elevada erosión y depositación que ha ocurrido
durante el tiempo geolágico, se tiene en la gran extensión y espesor de las rocos
sedimentarias encontradas en la corteza terrestre.

Por otra parte, en la erosión acelerada ha mediado el hombre, destruyendo la


vegetación protectora al introducir otros usos al suelo y con ello rompiendo el
equilibrio natural. Así, se ha favorecido la acción erosiva del agua y del viento, en
especial en terrenos inclinados, al usar sistemas de cultivos y herramientas
inadecuadas, al talar los bosques y/o quemar la vegetación, al construir obras de
infraestructura, etc., conforme ha sido ya indicado.

2.2 AGENTES QUE INTERVIENEN EN LA EROSIÓN

De acuerdo con el agente físico causante, pueden definirse tres tipos de erosión:
hídrica, eólica y glaciol. Es la primera de ellas la que mayor interés reviste en
aquellos espacios geográficos de los trópicos sujetos a condiciones climáticas en
donde imperan abundantes y frecuentes lluvias de alta intensidad, razón por la
cual el desarrollo de este apartado se ocupará de manera especial del agente
activo en esencia de este tipo de erosión, cual es el agua en forma de lluvia, y de
sus interacciones con los restantes agentes activos y pasivos. Así, el viento y el
hielo que son importantes agentes activos de la erosión eólica y glacial
respectivamente, y cuya importancia es menor en los trópicos, no se desarrollan
en la discusión, así como tampoco las importantes interacciones de ellos con
parómetros topográficos, sin dejar de reconocerse así, por ejemplo, la importancia
que la erosión eólica tiene en países de clima mediterráneo o la inminente
modelación de paisajes tras los deshielos en Europa y muchos países del mundo.
A continuación se describen algunos aspectos importantes relativos a los factores
que o bien aceleran o bien controlan y regulan la erosión hídrica, dentro de los
cuales se tiene la precipitación, las características topográficas, las características
edáficas intrínsecas y la cubierta vegetal.

2.2.1 Lluvia. La lluvia o precipitación es considerada la principal fuente de agua


sobre el terreno; de su cantidad, intensidad y frecuencia depende el volúmen de
flujo que se desliza en capas uniformes. Con respecto a la pr¡mero,'Morgun
(1986) expone que a una escala global la erosión alcanza sus máximos valores

28
NN Estudio
y Control de la Erosión Hidrica
con precipitaciones de 300 mm año”'; cuando la precipitacién total es inferior a
dicho valor, la erosión se incrementa conforme la precipitación lo hace, sin embargo
una vez este valor es superado el efecto de protección ofrecido por la cubierta
vegetal que se beneficia de una mayor precipitación incidente, se traduce en
menores pérdidas de suelo) De las características de la lluvia -al parecer- la que
menor peso tiene en la explicación de las pérdidas de suelo es la cantidad, por
ello el desarrollo de trabajos de investigación atiende en forma especial a las
atras dos: intensidad y frecuencia.

2.2.1.1 Wntensidad de la lluvia. Es el factor primordial del fenómeno, ya que la


velocidad de penetración del agua en el suelo es frecuentemente insuficiente cuando
ésta cae con gran intensidad;Ta llegada al suelo de una elevada cantidad de
agua en un perfodo corto de tiempo, produce rápidamente escorren"g No es
entonces tan importante el total de la lluvia como la intensidad misma. A este
respecto, Hudson (1982) expone que los intensos aguaceros típicos de los trópicos
fienen un efecto mucho más catastréfico que las suaves lluvias de los climas
templados, localizándose el área de Iluvias destructoras entre los 40” de latitud
Nortey los 40° de latitud Sur. Excepciones a esto regla se fienen en zonas semiáridas
donde la mayor erosión por lluvia ocurre a menudo cuando ésta se produce en
tormentas violentas, aunque la cantidad de agua sea poca. En los climas
templados, los valores de intensidad rara vez superan 75 mm h", lo cual se dó en
el caso de tormentas estivales; entre tanto, en climas tropicales se alcanzan con
frecuencia intensidades de 150 mm h. La relación más importante entre las
características de la precipitación y de los suelos que condicionan la aparición de
escurrimiento, es aquella existente entre la intensidad de la lluvia y la rapidez de
infiltración del suelo, tal que:

Escurrimiento = Intensidad Iluvia-Velocidad Infiltración

Así, conforme lo describe Horton (1945), si la intensidad de la precipitación es


inferior a la capacidad de infiltración, no tendrá lugar la escorrentía, y la tasa de
infiltración será igual a la intensidad de la lluvia; por otra parte, si la intensidad de
la precipitación excede la capacidad de infiltración, la tasa de infiltración igualará
la capacidad de infiltración y el excedente de la precipitación formará escurrimiento
superficial (Figura 2a). Sin embargo, no siempre las relaciones entre la intensidad
y la infiltración como mecanismos generadores de escurrimiento en superficie son
claras; al respecto, Morgan (1986) menciona resultados de investigaciones
adelantadas por él en Bedfordshire, Inglaterra, en donde sobre suelos arenosos
con capacidades de infiltración de 400 mm h, eran otras variables las responsables
del control de la escorrentía. El autor plantea que es un contenido de humedad
edáfico limitante, que una vez superado, produce una reducción de la presión de
agua de los poros en la superficie del suelo hasta un valorO (cero), permitiéndose
la formación de charcos. Esto explica porqué las arenos, que tienen bajos niveles
de almacenamiento capilar, producen rápidamente escorrentía aun cuando su
capacidad de infiltración no haya sido excedida por la intensidad de la precipitación.

En general puede ofirmarse que mientras Velocidad Infiltración > Intensidad lluvia,
no habrá escurrimiento que produzca erosión, observándose que lluvias de
intensidad moderada producen erosión cuando el suelo ya se encuentra saturado.
Fournier (1972) citado por Morgan (1986) reporta para un período de 8 años de
registro de la intensidad de lluvia en Ohio, EUA, valores de pérdida de suelo
claramente relacionados con incrementos de aquella (Tabla 1).

Tabla 1. Relación entre intensidad de la precipitacién y pérdidas de suelo


(Fournier, 1972, en Morgan, 1986)

Intensidad máxima en 5 Número de eventos Erosión promedio por lluvia


minutos de lluvia (kg m %)
(mm h"')
0-25,4 40 0,37
25,5-50,8 61 0,60
50,9-76,2 40 1,18
76,3-101,6 19 1,14
101,7-127 13 3,42
127,1-152,4 4 3,63
152,5-177,8 4 3,87
_177,9-254 1 4,79

De acuerdo con Hudson (1982), la importancia de esta característica de la lluvia


en el estudio del fenómeno erosivo radica en que, además de ser clave en su
entendimiento como se explicó, es una de las variables junto con la cantidad total
de agua llovida, que suele registrarse en las estaciones meteorológicas. Sus
mediciones suelen obtenerse mediante pluviógrofos, en los que los incrementos
sucesivos de lluvia se registran como total acumulado en un gráfico de diferente
periodicidad. La Intensidad es colculada a partir de la variación en la cantidad de
lluvia registrada, es decir, a partir de la pendiente de la gráfica resultante. Para
promediar la Intensidad durante períodos més bien largos, este método de medición
indirecto es apropiado, sin embargo, para un intervalo de tiempo corto, el método
resulta impreciso y muy laborioso. La medición puede ser entonces tanto directa
como indirecta, siendo el primer caso representado por instrumentos que registran

30
N Estudio y Control de lo Erosión Hídrica
directamente la intensidad de la lluvia y no la simple canfidad, produciendo gréficos
en los cuales la cantidad de lluvia viene dada por el área localizada por debajo
de la curva (Figura 2b)

2.2.1.2 Frecuencia de la lluvia. Lo respuesta del suelo en términos de erosión a


la recepción de la lluvia, podría estar determinada por las condiciones
meteorológicas previas (Morgan, 1986); de tal forma, dos eventos de iluvia que
se sucedan sin haberse alcanzado a secar el suelo puede llevar a que la segunda
lluvia no se infiltre, o lo haga mínimomente, y gran parte de ella escurra, El
fenómeno es análogo al que se produce cuando uno lluvia de larga duración
satura el suelo: la desaparición de la infiltración genera escorrentía. Así,
precipitaciones aisladas registradas en Tanzania, Africa (Temple, 1972), muestran
cómo aquellas de alta intensidad (76 mm h'') producían una escasa escorrentía
superficial, que en promedio alcanzaba un 14% en parcelos de experimentación
de café liberado de malezas como práctica de conservación, en tanto que un
evento tormentoso de 20 mm h" ocurrido un día después de un fuerte aguacero,
generaba en promedio una escorrentía del 73%.6\e este respecto, Suárez (1980)
expone que la frecuencia de las lluvias es crítica de acuerdo a las condiciones de
los terrenos, así cuando los intervalos entre lluvias son cortos, el contenido de
humedad del suelo es alto al comenzar aquellas, y por tanto, aumenta la posibilidad
de que se origine la escorrentía aún con eventos de baja intensidad; lo contrario
ocurrirá en caso de tenerse períodos largos. Un ejemplo de lo anotado se tiene
en la Tabla 2, jcuyos registros fueron obtenidos de parcelas dispuestas sobre suelos
desnudos en Chinchiná, Colombia; se aprecio allí cómo, aún para intensidades
menores, los valores de escorrentia son sustancialmente superiores al tenerse
intervalos de tiempo más cortos entre los eventos de precipitación.

Tabla 2. Escorrentía y erosión a diferentes intervalos entre eventos de lluvia


(Suárez, 1980).

Intervalo entre Cantidad de Intensidad en Escorrentía Erosión


lluvias (días) — lluvia (mm) — cinco minutos (mm) (ton ha”')
(mm)
17 17,8 3,0 0,09 0,002
2 12,6 22 2,36 0,395

Podría asimismo dejarse aquí indicada la importancia que tienen en la generación


de pérdidas de suelo eventos de caracierísticas poco frecuentes; al respecto Hudson
(1981) citado por Morgan (1986) enfatiza el popel de estos draméticos eventos
de lluvia, reportando la ocurrencia del 50% de las pérdidas anuales de suelo en

31
Juan Diego Loón Peldez _
Cantidad de Huvia

Intensidad de lluvia

®)

Figura 2. (a) Relaciones Precipitacién-Escorrentio; (b) Tipos de mediciones de la Intensidad de


la lluvia
Fuente: Suórez (1992)

32
- Estudio y Control de lo Erosión Hídrica
sólo dos tormentas, y en un año, un 75% de la erosión ocurriendo en tan sólo 10
minutos. Sin embargo, a pesar del importante lugar que merecen estos copiosos
eventos, la teoría más aceptada (Morgan, 1986) es aquella que señala la asociación
de la mayor parte de la erosión con eventos de frecuencia y magnitud moderados,
dado que los eventos extremos son menos frecuentes para contribuir de manera
apreciable en las cantidades de suelo erosionado por un iargo perfodo de tiempo.

Suárez (1980) expone que unos pocos aguaceros son los causantes de la casi
— totalidad de las pérdidas de suelo que ocurren por erosión en una región; en
Chinchiná, Colombia, se encontró que en un periodo de tiempo de ocho años, el
9,9% de los aguaceros eran responsables del 88,7% de las pérdidas de suelo,
— aguaceros que aportaban el 35% del agua caída durante el período, caracterizados
— poruna larga duración y alta intensidad, y ocurriendo en momentos en los cuales
— el suelo se encontraba con una buena carga de humedad.

2.2.2 "Pendiente del terreno. En condiciones normales, sería de esperar que la


erasión se incrementara conforme lo hicieran el grado y la longitud de la pendiente,
como resultado de los respectivos incrementos en velocidad y voiumen de la
— escorrentía superficialy Además, mientras en una superficie plana el golpeteo de
las gotas de lluvia arroja las partículas de suelo al azar en todas las direcciones,
en condiciones de pendiente inclinada más suelo es salpicado hecia abejo de ella
que hacia arriba incrementándose la proporción conforme lo hace el grado.
(Morgan, 1986).

En teoría -ley de coída de los cuerpos- la velocidad del agua varía con la raíz
— cuadrada de la distancia vertical que ella recorre; y su capacidad erosiva con el
cuadrado de la velocidad; esto es, si la pendiente del terreno se aumenta cuatro
veces, la velocidad del agua que fluye sobre él se duplica, y su capacidad erosiva
e cuadruplica.
e
or ofra parte, se dice que la cantidad de material de determinado temaño que
de transportarse, varía de acuerdo con la auinta potencia de la velocidad de
fluja, lo que en otras palabras significa que si la velocidad de escorrentía se
plica, la cantidad de material de determinado tamaño que puede ser transportado
e aumenta en 32 veces. Asimismo, ya aue el tamaño de las partículas que
puede ser transportado por rodamiento varía con la sexta polencia de la velocidad
del agua, en el caso de duplicarse la velocidad de escorrentía, aquel aumentaría
6 veces. Tales planteamientos sugieren que tanto la inclinacién como la longitud
la pendiente son factores que influyen de manera importante en la erosión del
elo (Maene y Sulaiman, 1980); sus efectos en la erosién hidrica son tratados a
- continuación.
2.2.2.1 Grado de la pendiente. Regula la velocidad de circulación del agua
sobre la superficie de forma casi exclusiva. En los trópicos húmedos el efecto de
la pendiente en combinación con las copiosas tormentas tropicales es decisivo en
la generación de pérdidas de suelo (Zingg, 1940). Así, aun para bajos valores de
pendiente, las pérdidas de suelo resultan significativas, conforme lo ilustran reportes
de erosión de suelos (Hudson y Jackson, 1959, citados por Morgan, 1986) en
parcelas de experimentación cultivadas con maíz en Rhodesia, Africa, según los
cuales se regisiraban pérdidas de 10.05, 5.55 y 4.65 ton ha'! a escasos valores
de pendiente de 6.11, 4.37 y 2.62% respectivamente. Por otra parte, en suelos
de Malasia peninsular, Maene et al (1975) citados por Maene y Sulaiman (1980)
reportan incrementos en las pérdidas de suelo de 43,5 ton ha”' en pendientes del
17% a 63,5 ton ha en pendientes del 34%, pérdidas que fueron encontradas en
parcelas experimentales sembradas de pasto (Pennisetum purpureum) tras 60 días
de su establecimiento. Suárez (1980) relaciona algunos de los experimentos
efectuados en la Estación experimental de Kansas y en el Instituto Politécnico de
Alabama, EUA, para delerminar relaciones existentes entre el grado de la pendiente
y las pérdidas de suelo; en ellos se encontró que dicha relación podría ser expresada
por la ecuación:

X =0,065 57
X. representa la pérdida total de suelo en unidades de peso y $ la pendiente del
terreno en porcentaje; tales resultados fueron obtenidos en parcelas experimentales
bajo condiciones de saturacién, y se consideran cercanos a aquellos encontrados
bajo condiciones naturales. Otras investigaciones han atendido la teoría de un
supuesto incremento de tipo exponencial conforme se tienen más acusadas
inclinaciones del terreno; así, son reportados para suelos tropicales (Maene y
Sulaiman, 1980) exponentes que se mueven entre 1,3 y 2,1.

2.2.2.2 Longitud de la pendiente. Influye en la velocidad por las alturas de


agua acumuladas en la parte baja de las pendientes; tales alturas son mayores
cuanto más extensas son las verfientes en la parte superior. Suárez (1980) expone
y agrupa los resultados de diferentes experimentaciones tendientes a correlacionar
las pérdidas de suelo con la longitud de la pendiente, a través del modelo:

X = 0,0025 1 '5%

En esta expresión X representa la pérdido total de suelo en unidades convencionales


y L la longitud horizontal del terreno medida en pies. El auler expone que el
grado y la longitud de la pendiente actúan en forma independiente con relación a
las pérdidas de suelo; al estudior el efecto combinado de ambas características
topográficas en parcelas de 42 pulg de ancho y con una aplicoción artificial de
34
M Estucio y Control de la Erosión Hidrico
lluvia de 3,15 pulg h” durante 45 min sobre un suelo franco, se obtuvieron los
resultados promedios presentados en la Tabla 3.

Tabla 3. Pérdida promedio de suelo bajo diferentes condiciones de longitud e


inclinación de la pendiente (Suárez, 1980)

Longilud parcelas — Pendiente parcelas — Pérdida promedio de


(pies) %) suelo
(1b)
5.83
ONPOOO

5,32
12,50
VOe

13,12
25,13
21,73
41,35
-7

37,44

La ecuación general obtenida a partir de estos dalos para la estimación de las


pérdidas de suelo, viene dada por la siguiente expresión:

X=0,0026 $177 L 10
En ella X representa la pérdida de suelo por concepto de la escorrentía (libras), S
la pendiente (%) y L la longitud horizontal (pies). CENICAFE (1975) reporta pérdidas
anuales de suelo del orden de 119 ton ha” en pendientes del 23% y de 327 ton
ha en condiciones de pendiente del 43%, resultados obtenidos experimentalmente
en suelos coluviales durante siete años, bajo condiciones de precipitación de
2.701 mm año".

Si bien es cierto que pendiente y longitud controlan en buena medida la velocidad


del flujo de escorrentía y con ello las pérdidas de suelo, es imporiante asimismo
dejar indicado el pape! que desempeña el tamaño del grano. Así, de acuerdo
con Morgan (1986), la velocidad crítica -aquella necesaria para que el transporte
— ocurra- se incrementa a diómetros de partículas superiores a 0,5 mm, en tanto
que para particulas con diámetro inferior a tal valor, la velocidad crítica se
incremento conforme disminuye el tamaño del grano. Las pertículas más finas
— son más difíciles de erosionar dada la cohesión de las arcillas minerales que las
— relienen; una vez un grano individuci se encuentra en movimiento, no se deposita
hasta que la velocidad caiga por debajo de la velocidad umbrol, de esta forma es
necesoria menos fuerza para mantener un grano en movimiento que para que

- 35
Juan Diego León Felóez — M
entre en él. Una partícula de suelo de 0,1 mm requiere un flujo de 60 cm seg' para
“despegar”, pero sólo es depositada una vez la velocidad del flujo cae por debajo de
0,1 em seg''. Otro aspecto resaltado por Morgan (1986) es que parc tamaños de
grano mixtos, las partículos més finas se encuentran protegidas por las más gruesas,
de forma que aquellas sólo son removidas una vez las velocidades del flujo han sido
las necesarias para la remoción de los granos de mayor tamaño; sin embargo,
contrarrestando este efecto, la acción del golpeteo podría separar partículas de suelo
y lanzarlas al flujo, siendo transportadas hasta que la velocidad de éste sec menor
que la velocidad de “caída” requerida.

#
2.2.3 Material Parentcl. la importencia del material parental en el análisis del
fenómeno erosivo estriba en los rasgos hereditarios que de él se denvan en los suelos
conforme avanza el proceso de meteorizoción. ,

Una clasificación primaria de las rocas es aquella establecida basándose en su origen;


así, se diferencian tres tipos de ellas: ‘gnecs, metemórficas y secimentarias. De
acuerdo a su dureza relativa, éstes pueden agruparse en blandas (sedimentarias) y
duros (metamórficas e ígneas) Esta closificación plantec que las rocas igneas y
melamórficas son más resistentes, lo cual se da en razón de ser más compacias por
presentar un mayor empaquetamiento entre sus minercles constituyentes. Por ofro
lado, las rocas sedimentarias presentan una mayor porosidad, la cual permite el
ingreso del agua al interior de la roca, favoreciendo el proceso de meteorización, que
resulta en un efectivo ablandamiento del material y de alíí una moyor susceptibilidad
a la erosión,

La presencia de discontinvidades -fallas, diaclasas, planos de debilidad- también


favorece el ingreso de agua al interior de las roces, no sólo sedimentarias sino también
en las ígneas y metamérficas; la presencia de tales discontinuidades puede facilitar
fenómenos como el desprendimiento de bloques. Este es el caso particular de las
rocas metamórficas denominadas esquistos, cuya característica textural de foliación -
disposición peralela de una serie de láminas- puede favorecer la ocurrencia de
deslizamientos o desprendimientos de la masc rocosa cuando aquella está a favor de
la pendiente de una ladera o de un talud.

Un caso similor al recién anotado puede asirnismo ocurrir en los planos de estratificación
de las formaciones sedimentarias; en tal sitvación pueden ocurrir deslizamientos de
los suelas y las rocas que yacen sobre estratos de rocas finogranulares como arcillolitas
y limolitas, especialmente cuando existe infiltración de aguas subsuperficiales que
llegan hasta la supericie del estrato inferior, y donde dada la baja permeabilidad de
las rocas sedimentarias de grano fino, la película de agua actúa como lubricante
entre ambos materiales, facilitándose el deslizamiento del superyacente cuando la
estratificación se encuentra buzando a favor de la pendiente de la ladera.

36
JN _ Estucio y Control de la Erosión Hidrica
2.24 Características internas de los suelos. Si bien han sido mencionados
algunos de los factores de primera importancia en la explicación del fenómeno
erosivo, es indudable el pape! que cumplen algunas propiedades de los suelos -
principalmente físicas- como coactores en tal fenomenología. Debe destacarse
entonces el éfecto que tienen sobre el proceso de infiltración la textura, el contenido
de materia orgánica y la estructura del suelo, al imprimirle diferentes características
de permeabilidad y erodabilidad. Ejemplo de su importancia se refleja en la
cansideración expresa de que son objeto en modelos paramétricos a efectos de
estimar las pérdidas de suelo; este es el caso de la Ecuación Universal de Pérdidas
de Suelo (EUPS) de Wischmeier y Smith, en la cual el factor K o de erodabilidad
del suelo se determina a través de nomogramas que consideran las características
textura, contenido de materia orgánica, estructura y permeabilidad.
7 .
La textura y la estructura del suelo han sido usualmente consideradas las
características físicas más relevantes, dado que son a su vez las que condicionan
ofras caracteristicas del suelo inherentes a la erosión. La estructura condiciona
en gran medida la velocidad y el tipo de movimiento vertical del agua en el perfil
edáfico, así, estructuras laminares propician movimientos de agua muy lentos, en
fanfo que estructuras de tipo columnar favorecen el rápido tránsito de ella, aún
cuando se tengan texturas arcillosos (Henao, 19881 Lo importancia de esta
caracteristica radica además en que condiciona el desarrollo de las raíces, así,
suelos con estructura granular favorecen su crecimiento y desarrollo, contrario a
lo que ocurre bajo condiciones de estructura laminar.

/Lu textura por su parte condiciona la infiltración en los terrenos, así, las capacidades
de infiltración pueden variar desde más de 200 mm h_ para arenas hasta menos
de 5 mm h'! para arcillos (Withers y Vipond, 1974); En términos generoles se
acepta que la velocidad de infiltración en suelos arenosos es bastante superior a
la que se tiene en suelos arcillosos/ retardándose por tanto el punto de saturación,
y can ello la aparición de escurrimiento superficialy Sin embargo, al irse inclinando
el terreno, suelos sueltos y ligeros son mós propensos a la separación o
desplazamiento del lugar que ocupan por efecto del golpeteo y posteriormente
de la gravedad.

a condiciones experimentales, se ha encontrado que los suelos más erosionables


corresponden a texturas intermedias, siendo considerados los suelos con contenidos
de arcilla superiores al 30% poco susceptibles a la erosión, basándose tal
— información en los efectos que tiene la fracción arcilla en el favorecimiento de la
— eohesión de partículas, y la frocción arena en el mejoromiento de las condiciones
— de infiltraciény

También podría gustarte