CORTOMETRAJE CUIDADO DEL AGUA.

Diego – Fiesta - Beto

Fabrizio – Javier -El agua se fue
Ian – Juan – Ignorantes
Iker – Fiesta -Alex / José - Ignorantes
Ivanna - Andrea – El agua se fue
Jack - Necesitados
Larissa – Necesitados
Marcelo – Fiesta - Rodrigo
Mía – Necesitados
Natalia – Fiesta -Samara
Pia - Aprendiendo
Raúl – Extra – Ignorantes
Saori - Aprendiendo
Sarah – Fiesta -Brenda
Zuria - Aprendiendo
Nicole - Aprendiendo

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CASO 1: EL AGUA SE FUE
Actores: Ivanna, Fabrizio
En una ciudad se escuchan las noticias de fondo.
Andrea: ¡Javier, apúrate! hay que lavar todas las verduras que nos pidió mamá
Javier: Grita desde lejos. Ahí voy. Le estoy dando de comer a Max.
Andrea: Son muchas verduras y dijo que las tenemos que desinfectar bien.
Javier: Entra Javier a la cocina y abre la llave para llenar un balde. ¡Andrea!
¡Andrea! Mira, el agua está saliendo café.
Andrea: ¿Qué hiciste? ¿Por qué está así?
Javier: Yo no hice nada, solo le abrí a la llave y así salió.
(Abre la llave del agua y ya no sale más que unas gotas de agua). ¿Qué pasa? ¿Y
ahora? Tal vez se descompuso, con un golpe se arregla.
Andrea: ¡No! Vas a romper o descomponer la tubería.
Javier: Pues no sale, a lo mejor se le atoró algo.
Andrea: Que raro, al ratito le comento a mamá. Ve a lavar las verduras en la pileta.
Javier: Tampoco sale agua.
Andrea: ¡Qué!
Se apresuran a abrir otras llaves y se dan cuenta que no sale agua en ninguna
llave.
Javier: Vamos con la vecina a lo mejor ella nos puede regalar tantita agua para
terminar de hacer las cosas. ¿Cómo ves?
Andrea: Sí. Quédate aquí yo voy. Andrea, va con la vecina a pedirle un poco de
agua. Vecina, vecina, buenas tardes, cree que me pueda regalar un poco de agua.
Es que se nos fue.
Vecina: ¿No sabía tu mamá que nos iban a cortar el agua? Ay tu mamá nunca
pone atención, siempre tan despistada. Dile, que nos van a estar cortando el agua
para que junten. Y que pena, no te puedo dar, porque de aquí a que nos
reconecten, no vaya a ser. Nimodo, ve a la tienda a comprar agua embotellada y
con esa limpias o haces lo que tengas que hacer.
Andrea: Vieja amargada.
Andrea regresa molesta a su casa.
Javier: ¿Y el agua? ¿No te dio verdad?

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Andrea: No. Ay no, que gorda me cae la vecina, mugre vieja.
Javier: Ya sabia es bien así. Bueno a lo mejor si voy yo si me da.
Andrea: No, no vayas. Pero me dijo que van a estar cortando el agua, que ya
habían dicho.
Javier: Ah, si es cierto, creo que hace rato dijeron en las noticias.
Andrea: ¿Tú escuchaste?
Javier: Sí. Vamos a tener que ahorrar agua que porque se esta acabando. ¿Tú
crees? Yo pensé que eran puras mentiras, el planeta tiene un chorro de agua.
Pausa. No creo que se esté acabando.
Andrea: Tal vez sí, es que el agua que hay en el planeta es salada, o sea, la que
usamos para todo, dicen que es muy, pero muy poquita, algo así.
Javier. Pues no entiendo, pero bueno. ¿Entonces? ¿Qué vamos a hacer?
Andrea. Esperar a que llegue mamá.
Javier va a hacer del baño, entra y después de un rato. Grita.
Javier: ¡Andrea! Ya no salió agua para la taza.
Andrea. ¡Que!
Sale Javier sorprendido, Andrea y él se quedan viendo.

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CASO 2: FIESTA EN QUINTA /CASA
Actores: Diego, Marcelo, Sarah, Natalia, Iker
Un grupo de niños de están jugando en el patio de una casa.
Beto: Lástima que no nos podemos meter, yo ya me aburrí
Alex: Yo también.
Beto: ¿Y si jugamos a algo?
Alex: Yo traigo unos globos que compró mi mamá.
Brenda: Buena idea, vamos a llenarlos.
Los niños llenan los globos de agua, empiezan a jugar con ellos.
Brenda: Cuidado, casi me mojas.
Samara e Alex: ¿Y qué esa no es la idea?
Después de jugar Samara se queda observando todos los pedazos de globos que
se quedan tirados.
Samara: No me había dado cuenta de toda la basura que se hace cuando rompes
los globos.
Brenda: Ay equis, ahorita se barre y la queda limpio
Alex: Y deja tú, toda el agua que se desperdicia
Beto: No es tanta, solo poquita, y sirve que se limpia el piso.
Samara: ¿Limpio? Más bien, queda muy sucio. Wakala y nos mojamos los
zapatos y luego con los pies mojado entramos a la casa y ensuciamos el piso.
Beto: Uy ya pareces mamá.
Alex: ¿Alguien quiere papitas? Aquí hay, salsa y refrescos.
Brenda: ¿No tienes agua?
Samara: Sí ahí están.
Brenda: Me dan ternurita esos botecitos, bien chiquitos, mi mamá siempre me
compraba de esos para el colegio cuando estaba más chica.
Beto: Y ¿ya no?.
Brenda: No, lo que pasa es que en mi escuela pusieron un dispensador
Beto: ¿Qué es eso?
Samara: Es un aparato donde acercas el bote y rellenas el agua.

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Alex: Ay no que flojera andar cargando con tu bote todo el tiempo, y luego si se te
pierde nos regañan.
Brendra: Mi mamá siempre se enoja conmigo, dice que son bien caros para que
no los cuide.
Samara: Sí. Mi mamá también me dice lo mismo.
Alex: ¿Quién quiere más refresco?
Beto: Yo ya no, ahí déjalo o tíralo si quieres.
Alex: Tirarlo, tas loco, yo me lo tomo.
Brenda: Ay no que asco. Si no me gusta o ya no quiero ahí que se quede.
Beto: Arremedando. Si no me gusta ahí que se quede. Cómetelo que quedan dos
mordidas y ya.
Brenda: No
Beto: Si fueras mi hija te hacía comer hasta verduras.
Alex: Ya cásense parecen esposos.
Samara: Bueno ya, alguien ayúdeme a recoger.
Alex: ¿Se van a tirar todos esos refrescos?
Beto: Sí. Los empiezan a tirar en la coladera.
Samara: No en la coladera no, ya de perdido échalo en las plantas.
Rodrigo: Ah pues sí.

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Caso 3: IGNORANTES
Actores: Ian, Iker- Raúl.
En una comunidad en la que la ciudad no está presente, puede ser a las orillas de
la ciudad o bien, en un poblado rural.
Se escucha la voz de un hombre dándole indicaciones a niños.
Papá: Ya sabes qué hacer, haz lo que te ordené, llévate todo, que no quede nada,
no quiero que se nos junte la basura, luego se hace el mosquerío.
José: Sí pa, está bien. Paso por Juan y vamos a tirar la basura.
Papá: No te vayas a quedar jugando por allá, necesito que me ayudes a vender
unas cosas.
José va caminado a la casa de a lado y le grita a Juan, quien también sale
cargando bolsas de basura.
Juan: Qué onda Pepé, ¿cómo estás? Ahorita que lleguemos al río nos ponemos a
pescar charalillos ¿cómo ves?
José: ¡Sí! Estaría chidon. Pausa. Mi papá no quiere que me quede a jugar,
quesque quiere que le ayude con unas cosas.
Juan: Nombre, nomas tantillo, ándale. Pausa. El otro día que vine había, un
montón de charcos cerca del río y recogí unos renacuajos que estaban bien raros.
José: Ah si, yo también el otro día vine a tirar unos aceites como siempre, de esos
que ya no le sirven a papá, y se los eché a un pescadillo, ¡nombre!, hubieras visto
cómo se puso, todo loco. Luego, luego se murió.
Juan: Ay que chido. Mi abuela me enseñó a cocinar pescado. Cuando los abrí así
por la mitad estaban todos llenos de espinas por dentro.
José: Pues es el esqueleto de los pescados.
Juan: y luego estaban bien raros y olían bien feo. Nombre, habían unos que tenían
pedacitos de tapas adentro de su panza.
José: ¿Tapas? ¿Cómo?
Juan: Sí, tapas, de las de refresco, esas de plástico. Bien mensos se las comieron.
José: Wakala y ¿Como quiera se los comieron?

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Juan: Simon, no sabían tan bien pero les eché bastante limón y salsa de la que
hizo mi abue, nombre, al final estaban bien ricos.
José: Bueno, luego me enseñas a cocinar unos.
Juan: Eso sí, al día siguiente me dio chorrillo. Me dolía bien feo la panza, pero el
limón mata los bichos, eso dice mi abuela.
Llegan José y Juan a su destino, es un pequeño arroyo en el que tiran la basura.
Echan basura sólida y líquida. Se quedan viendo cómo los pescados se acercan a
la basura. Toman piedras y palos con los que juegan.
José se queda pensando sobre los peces que se comen la basura.
José: Juan, ¿los peces se comen nuestra basura?
Juan: No sé, supongo yo que sí. Quien sabe.
José: ¿y se enfermarán como nosotros?
Juan: Nunca lo había pensado. Pausa. Sí, verdad, se han de enfermar de la
pancita como nosotros.
José: Tal vez ya no deberíamos echar la basura aquí.
Juan: ¿Y entonces en dónde?
José: No sé. Pero ya no me gustaría echarla aquí.
Los niños se van de regreso a su casa un tanto serios, pues se han quedado
pensando en las posibles consecuencias que están ocasionando con su basura.

CASO 4: APRENDIENDO CONSECUENCIAS.

Actores: Saori, Pia, Zuria, Nicole.
Saori: Bien, pongan atención, ¡Atención! Bienvenidas. Gracias por aceptar estar
en nuestro club de cuidadoras del ambiente. Niñas aplauden. Regla número uno,
cada una de nuestras participantes tiene que tener mucho compromiso y
responsabilidad. ¿De acuerdo?
Todas: De acuerdo.
Saori: Y eso implica que todas debemos tener cambios significativos en nuestras
vidas.
Nicole: ¿Significativo? ¿Qué es eso?

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Saori: Pensando. Significa, más bien quiero decir en que debemos hacer
pequeños cambios importantes, eso, importantes, cambios que tal vez no nos
gusten hacer, pero que debemos hacerlos para que en verdad haya un cambio en
nuestro planeta.
Nicole: Ah ya entendí.
Zuria: ¿Y qué es lo que haremos?
Pia: Yo creo que podemos… ir a salvar a los osos polares.
Nicole: Pero están muy lejos.
Saori: No, no, eso está un poco imposible en este momento. Algo que podamos
hacer desde casa.
Zuria: Yo veo que mi mamá abre la llave para que salga el agua caliente, y como
tenemos una regadera bien grandota, sale bastante agua.
Nicole: Así, y la maestra en la escuela nos dijo que eso está mal porque se
desperdicia el agua.
Saori: Ándale, por ahí podemos empezar.
Pia: Entonces, hay que hacer una campaña para nuestros papás que deben de
ahorrar más el agua.
Saori: Pero no solo ellos, también nosotros.
Zuria: Sí. Todos.
Pia: Yo tengo un tío que junta el agua en un tambo así de grande (hace el
ademán) y nunca usa esa agua. Ahí está, nomás. Tiene bastantes zancuditos
bebés.
Saori: Bueno, eso tampoco está bien, porque si no le damos movimiento o uso al
agua es como si se estuviera desperdiciando.
Nicole: Eso también nos lo dijo nuestra maestra, que hay que usar el agua
almacenada para que no se desperdicie, porque también se puede echar a perder.
Saori: Muy bien equipo. Empecemos a hacer nuestra campaña.
Saori trae hojas de papel, colores, plumones, cualquier tipo de cosa para
manualidad y se ponen a hacer carteles para su campaña de cuidado con el agua.
Después de terminar se salen a la calle con sus pequeños letreros y marchan por
la banqueta.

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CASO 5: SED
Actores: Mía, Larissa, Jack.
En el crucero de avenidas, se encuentran 3 niños, María, Santiago y Diana. María
es la hermana de Santiago, un niño pequeño y Diana vive con ellos. Los tres
trabajan en un semáforo para sacar dinero.
La acción transcurre en el semáforo. Al cambiar el semáforo a rojo sale María y
Diana. María está vendiendo dulces y aguas, mientras Diana intenta hacer unos
malabares o algo por el estilo. Pero no obtienen ganancia. Así, repetidas veces,
pero sólo logran ganar un poco de dinero.
Ambas se dan un momento para descansar en la banqueta, en donde espera
Santiago.
Diana: ¿Cómo te fue?
María: No muy bien, ¿y a ti?
Diana: Pues, ah. Masomenos.
Santiago: Tengo hambre y sed.
María voltea a ver a Diana.
María: ¿Tú traes agua?
Diana: Ya me queda bien poquita.
Santiago: Dame de esa.
María: Ya te dije que no te pudo dar de esta, es la que tenemos que vender.
Santiago: Tengo hambre.
María: Ahorita conseguimos algo de comida, al rato llega mamá a traernos algo.
Diana: Mira, dale una bolsita de cacahuates, yo te la compro.
María: Gracias. Pausa. Hoy hace mucho calor. Yo también tengo mucha sed. Pero
solo puedo darle un traguito chiquito para que me rinda más el agua.
Diana: Y apenas llevamos 3 horas. Vamos a descansar un ratito más.
María: En la casa ya se nos terminó la vasija con agua. Mi mamá dijo que iba a
bajar a la colonia de alado para ver si conseguía agua.
Diana: Ojalá que sí porque quiero llegar a bañarme, me siento toda pegajosa.
María: Pues a ver si va la pipa, desde la semana pasada que no va.

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Diana: Es que le dan prioridad a la colonia de alado. Pero ahí muchas casas sí
tienen agua. Yo he visto.
Santiago: Tengo sed. ¿Ya va a llegar mamá?
María: Esta bien ten.
El niño, por fin toma agua desesperadamente. María se queda observando a su
hermano y después voltea a ver las botellas de agua. Observa que le quedan
pocas.
María: En lugar de venderlas deberíamos quedárnoslas nosotros, ni tenemos agua
en la casa.
Diana: Pero por lo mismo se venden más caras y sacas más dinero aquí.
Santiago se levanta y se pone a jugar con los botes de agua.
Diana: Ojalá
María: Agua, 2 x 30, 2 x 30
Santiago: María, se me tiró el agua. No te vayas a enojar.
María y Diana se quedan preocupadas viendo el agua derramada en la baqueta.

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