ISSN 1405-4752
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el
IF (Afio 1999 V.5 No.10)
B5 158i
Publicacion Semestral de la Escuela de Filosofia
de la Universidad Intercontinental. Aflo 5/No.10/1999iNDICE
Presentacion
José Luis Calderén C.
|. SER HUMANO: NATURALEZA Y CULTURA
La antropologia en el pensamiento de Emmanuel Lévinas
Nelson Maldonado Torres
La unidad estructural del ser humano en Sobre el hombre
de Xavier Zubiri
Giuseppe Zatfaroni
Natura y cultura para la postergacién de nuestro autoconocimiento
Juan Manuel Silva Camarena
La busqueda antropolégica, 6! proyecto moderno y su crisis:
Fidencio Aguilar Viquez
Il, ANALES :
La noci6n de tradicién y su influencia en la filosotia de la ciencia
Raul Alcala Campos
Mil, ARTE Y RELIGION
Arte y religién: implicaciones
Andrés Ortiz-Osés
IV. RESENAS Y NOTICIAS
Acerca de "El mito mexicano de las edades" de Luis Barjau
Bianca Solares
ciasiFcacion 2S 3-98;
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153LA ANTROPOLOGIA EN EL PENSAMIENTO
DE EMMANUEL LEVINAS
——————————
Nelson Maldonado Torres*
Nelson Maldonado se detiene en este texto a reconstruir los principales momentos y
términos en que la antropologia de Lévinas da respuesta critica a las limitaciones que
el paradigma tedrico ha impuesto a la fenomenologia del sujeto, a la ontologia
heideggeriana, a la antropologia existencialista de Sartre, y al anti-humanismo
francés. Es la relacién con el otro, como constitutiva de la subjetividad y no como
resultado posterior de la conciencia cognoscitiva, 1a que permite sacar del olvido a la
existencia humana y ast apreciarla en sus dimensiones mds concretas.
asi nadie pondria hoy en duda que las
concepciones filos6ficas acerca del
ser humano han estado frecuente-
mente cargadas de lo que pudiera
considerarse un fuerte prejuicio intelectualista. La filosofia, como
amor a la sabiduria, se orienta por la maravilla y asombro que
significa el conocer y, orientada por este asombro, ha buscado
desesperadamente develar el rol especifico del ser humano en la
trama que lleva al conocimiento: verdadero. Desde esta perspectiva,
la subjetividad del humano adquiere un valor positivo en la medida
en que éste venga a reflejar adecuadamente la realidad. El grito de
rebeldia que iniciaba el giro antropolégico y subjetivo de la filosofia
moderna (en Descartes, por ejemplo) —un grito que se lanzaba
contra el criterio de autoridad eclesial y contra un exacerbado
teocentrismo cristiano—, libraba al sujeto de las ligaduras de la
autoridad pero lo ataba entonces al predominio del conocimiento.
Nietzsche Ilamé la atencién sobre el cardcter ascético de este giro
al sujeto.) El sefiorfo que anuncia la centralidad de la subjetividad
———————
* Brown University, Providence, Rhode Island, E.U.A.
1 Ver, por ejemplo, el pardgrafo 344 en Friedrich Nietzsche, The Gay Science, trans.
‘Walter Kaufmann, New York, Vintage Press, 1974.LA ANTROPOLOGIA EN EL PENSAMIENTO DE EMMANUEL LEVINAS
—_—_—
expresada en el pienso, luego existo esconderia para Nietzsche la
trama de una nueva servidumbre, la servidumbre a los requeri-
mientos del conocer verdadero.
La filosofia del siglo XX no ha sido capaz de romper con el
prejuicio intelectualista sobre el que tanto Nietzsche como Kier-
kegaard, entre otros, anunciaron los limites y més terribles dimen-
siones. Este al menos seria el juicio claro y contundente que
pareceria derivarse de la obra filos6fica del pensador judio-litua-
no-francés Emmanuel Lévinas. El pensamiento de Lévinas se
desenvuelve en una consideracién incesante de cémo plantear una
concepcién del ser humano que no se remita al dominante para-
digma teérico o al prejucio intelectualista. La filosofia de Lévinas
es antropolgica en un sentido eminente. La critica al paradigma
teérico no Ileva a Lévinas a declarar la alegada "muerte del hombre"
y la prominencia de las estructuras impersonales de significacién.
En Lévinas se da una manera tmica de pensar al ser humano, una
forma de pensamiento que pretende escapar de los limites y
limitaciones serias de la concepcién fenomenoldgica del sujeto, de
la servidumbre del humano al Ser, del humanismo existencialista
y del anti-humanismo francés que todavia hoy corre con fuerza en
nuestras venas filosdficas. Presentaré aqui la antropologia filosé-
fica de Lévinas a la luz de sus andlisis y respuestas criticas a las
limitaciones que el paradigma teérico ha impuesto a las doctrinas
filoséficas mencionadas previamente. Comenzaré, pues, con la
concepcién lévinasiana de la fenomenologia husserliana y de la
ontologia heideggeriana, luego pasaré a su critica de la concep-
cién antropolégica de Sartre, para después concluir con algunas
notas sobre sus diferencias con el anti-humanismo de sus coeté-
neos mAs jévenes franceses.
Lévinas y la evasién del paradigma tedrico
La fenomenologia hussérliana fue quizé la respuesta mas con-
sistente a las amenazas que el naturalismo, el positivismo y el
psicologismo del siglo XIX tendian sobre la sobreviviencia de un
conocimiento racional universal y comprensivo, esto es, que no
incluyera solamente los resultados de la racionalidad cientifica. El
cientificismo naturalista, esa herramienta tan excelente para ma-
nejar y controlar el mundo de las cosas, se habja tornado ya una
concepcién filoséfica que veia al mismo ser humano como puro
objeto de esa racionalidad. El sefior del mundo se veia como objeto
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Lévinas ve en la fenomenologia, mas que una propuesta epis-
temolégica, "una filosofia general del ser y del espiritu’ (9). Por
eso Lévinas se referiré a la reduccién fenomenoldgica preferente-
mente como "una revolucién interior més que una bisqueda de
certezas, una manera para el espiritu de existir conforme a su
yocacién y en suma a ser libre con relacién al mundo" (38). De
manera consistente Lévinas expresara que para Husserl la inten-
cionalidad se convierte en "la libertad misma del ser humano con
respecto al mundo. La Sinngebung, el hecho de pensar y de otoxgar
un sentido, la inteleccién, no es una relacién como cualquiera otra.
Ella es libertad" (39). Para puntualizar también debe recordarse lo
que Lévinas expresaba con relacién a la nocién de conciencia
transcendental:
la conciencia transcendental descubierta por la reduccién
fenomenoldgica no es una abstraccién. Esta es una posibi-
lidad concreta de cada uno de nosotros, més concreta, mas
fntima que nuestra naturaleza humana, que no es, después de
todo, m4s que un rol que jugamos y una relacién exterior que
entretenemos con nosotros mismos, mas que una manera de
percibirnos como objeto. (39)
Lévinas argumenta que la concepci6n husserliana de la subje-
tividad rompe con el privilegio de la contemplacién tedrica en la
antropologia del positivismo:
Un mundo dado es un mundo con relacién al cual pode-
mos ser libres sin que esa libertad sea puramente negativa. La
evidencia de un mundo dado, més que el no-compromiso de
el espfritu en las cosas, es el cumplimiento positivo de la
libertad. (24)
Para Lévinas, la libertad del sujeto sefior del sentido se opone
a la objetivacién del sujeto y a la primacia de la contemplacion
teorica en el positivismo. Sin embargo, argumenta Lévinas, la feno-
menologia todavia otorga cierta primacia a la conciencia tedrica y
a la sepresentacion, Es decir, aun cuando Lévinas concede que
Husserl considera las dimensiones no contemplativas de la con-
ciencia (el sentir el objeto sentido, el desear el objeto deseado,
etc.), éste también indicaré que "la representacién se encuentra
necesariamente en la base de la intencién, atin no tedrica" (23). A
esto nuestro autor afiade que “la representacién juega un rol
preponderante en la intencionalidad. El conjunto de la obra deeT
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orLAANTROPOLOGIA EN EL PENSAMIENTO DE EMMANUEL LEVINAS
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ser concreto. Refiriéndose al pensamiento de Heidegger, Lévinas
comenta:
Es el hombre concreto que aparece en el centro de la
filosofia; con relacion a él, la nocion de conctencia no es mas que
una abstraccién, separando la conciencia, —a iluminacién en
tanto que iluminacién— de Ja historia, de la existencia.
Y en un juicio todavia més contundente Lévinas declara,
La filosofia intelectualistaempirista o racionalistabuscaba
conocer al ser humano, pero ésta se acercaba al concepto del
hombre, dejando de lado la afectividad de la existencia humana
y el sentido de esa afectividad.... A ésta le faltaba la nocion
hheideggeriana de la existenciay de la comprensi6n.... ("Martin
Heidegger", 75)
Lévinas observa en la nocién heideggeriana del Dasein como
ser-en-el-mundo una posicién antropolégica que, mas alld de la
tesis sobre la intencionalidad de la conciencia, hace clara la forma
en que el ser humano desborda los limites del paradigma teérico.
La afectividad y los andlisis sobre lo cotidiano hacian claro que la
filosofia ya por fin dejaba atrés la tematizacién del humano a partir
de los requisitos impuestos por la btisqueda del conocimiento
verdadero.’ Aun asi, Lévinas vendria a advertir que Heidegger
6 Emmanuel Lévinas, "Martin Heidegger et l’ ontologie," En En découvrant l’exis-
tence avec Husserl et Heidegger, Paris, Librairie Philosophique J. Vrin, 1967, pag. 68.
Todos los pasajes de este texto son traducidos por el autor de este ensayo, Referencias al
texto se hardn en paréntesis de aqui en adelante.
7 Sobre este punto, Lévinas expresar4, refiriéndose a su estudio temprano sobre la
teorfa de la intuicién en Husserl, "Le travail que j’ai fait alors sur
chez Husserl, a été ainsi influencé par Sein und Zeit, dans la mesure oli je cherchais &
présenter Husserl comme ayant apercu le probléme ontologique de I’étre, la question du
statut plotot que celle de la quiddité des étres. L’ analyse phénomenologique, disais-je, en
recherchant la constitution du réel pour la conscience, ne se livre pas tant & une recherche
des conditions transcendantales au sens idéaliste du terme qu’elle ne s’interroge sur la
signification de |’étre des dans les diverses régions de la connaissance. Dans les
analyses de l’angoisse, du souci, de I’ étre-a-la-mort de Sein und Zeit, nous assistons & un
exercice souverain de la phénoménologie. Cet exercise est extrémement brillant et
convaincant. Il vise A décrireI’étre ou !’exister de ’hommenon sanature. Cequ’on aappelé
Pexistentialisme a certainement été déterminé par Sein und Zeit" (Emmanuel Lévinas,
Ethique et infini, Paris, Fayard & Radio-France, 1982, pags. 29-30).
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