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CAFÉ COMO EL CHOCOLATE

¡Mamá mamá! hoy llegó a mi escuela una niña café como el


chocolate - fue lo primero que le dijo Susana a su mamá al
regresar a casa después de un largo día en la escuela, -mmm
café como el chocolate y ¿cómo se llama? - le preguntó su
mamá - ¡Francisca! - respondió Susana - ella es de otro color
¿sabes por qué el color de la piel no es el mismo en todas las
personas? - preguntó con curiosidad Susana - mira hija todos
somos diferentes porque pertenecemos a distintas culturas y
razas además tenemos diversas habilidades cualidades y
capacidades, pero nos debemos tratar igual - al día siguiente
la maestra Sofía quiso realizar un juego en equipos los niños
no querían jugar con Francisca incluso Tomás, el más inquieto,
la mordió diciéndole chocolatina y los demás se burlaron
gritándole negra, Susana por su parte se hizo a un lado de
Francisca la abrazó, la tranquilizó y la invitó a jugar con ella,
Susana quiso invitar a Francisca a su casa entonces la maestra
Sofía se encargó de hablar con sus padres para que le
permitieran visitar a su nueva amiga, pero Francisca no quiso
ir sollozaba en los brazos de su mamá sentía mucho miedo y
vergüenza, - mamá hoy jugué con mi amiga Francisca pero mis
compañeros se burlaron de ella quise invitarla casa y sintió
miedo - le contó Susana a su mamá al regresar de la escuela
- umm ¡tengo una idea! - exclamó su mamá, para el fin de
semana la mamá de Susana y la maestra Sofía organizaron
una gran fiesta con todos los niños de la escuela en la que
debían pintarse de colores, café como el chocolate, rojo como
la sandía y blanco como la nieve, fue así como todos los niños
empezaron a comprender que la diferencia no es impedimento
para hacernos amigos, pero que es necesario para
respetarnos y tolerarnos.

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