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RESEÑA HISTÓRICA DE LA MISIÓN SUCRE

RESEÑA HISTÓRICA DE LA MISION SUCRE ( aldea José Félix Ribas)


En las últimas décadas del siglo pasado el Estado Venezolano fue reduciendo
progresivamente sus responsabilidades en materia educativa y específicamente en lo que se
refiere al nivel de educación superior. De hecho, la inversión realizada en educación
superior en Venezuela desde 1989 hasta 1998, evidenció una tendencia descendente,
afectada por la propensión a realizar recortes presupuestarios en todos los sectores del
ámbito social y, en especial, como una estrategia para construir la viabilidad del proyecto
de privatización de la educación superior.
Esto trajo como consecuencia una amplia deuda social acumulada, pues la matrícula
universitaria sufrió un estancamiento, favoreciendo la exclusión de los estudiantes
provenientes de los sectores más pobres y beneficiando el ingreso a la educación superior a
los sectores con mayores ingresos, a la población de las grandes ciudades y a los
estudiantes provenientes de planteles privados, la composición social de los bachilleres que
ingresaban a las universidades públicas se conformaban, cada vez más y en mayor medida,
por ciudadanos provenientes de los sectores socioeconómicos medios y altos de la
población, mientras que pocos de los bachilleres pertenecientes a los sectores menos
favorecidos de la población logran integrarse al sistema de educación superior, los cupos
universitarios estaban reservados para una minoría, para una elite que además está en contra
de permitir el acceso del pueblo al conocimiento, de que los pobres atraviesen los umbrales
de las universidades como estudiantes y como egresados, arguyendo que “la universidad no
es para todos, porque no todo el mundo es apto para entrar a la universidad.
Tendencia que contraviene el sentido de promoción social que ha de tener la educación y
que facilita el incremento de las brechas de inequidad que existen en nuestro tejido social.
A la par de este fenómeno, la educación superior de gestión oficial disminuyó
sensiblemente su participación en favor de la educación de gestión privada. Aunque existía
el marco legal que comprometía al Estado a proveer al pueblo soberano de enseñanza,
siempre fue más conveniente silenciar, enterrar conciencias y reprimir cualquier
pensamiento revolucionario.
El maestro Simón Rodríguez (Samuel Robinsón) decía sobre la educación: “está vinculada
a la formación de virtudes sociales; amor a la patria, que es el bien común, y amor al
trabajo productivo, entendido como actividad liberadora”.
En el pasado, el país no era un bien común; era propiedad de unos pocos, de los amos del
valle que entendieron que la única manera de abusar de un pueblo era dejándolo ciego,
excluyéndolo, anulando sus derechos y cerrando posibilidades para que adquieran
herramientas para reclamar.
Sin embargo, las herramientas existían. La Constitución de 1961 declaraba en su artículo 55
que el Estado debía proveer los medios para que todos pudieran cumplir el deber de
estudiar. En el artículo 78 asumía la responsabilidad de crear y mantener “escuelas,
instituciones y servicios suficientemente dotados para asegurar el acceso a la educación y a
la cultura, sin más limitaciones que las derivadas de la vocación y de las aptitudes”.
Según estas elites, muchas personas en Venezuela tenían vocación de pobres, y la gran
mayoría era inepta para continuar sus estudios. Además los cargaron de culpa, señalándolos
por no haber continuado sus estudios, por haber “desertado”; pero no reconocían que nadie
aprende en circunstancias de pobreza, de hambre o de violencia; que la mayoría no deserta,
ni abandona voluntariamente el saber.
La educación es un derecho humano y un deber social, obligatorio y gratuito, que a la vez
constituye la raíz esencial de la democracia. Está orientada al desarrollo pleno de la
personalidad para una existencia digna, que transcurra con una valoración ética del trabajo
y con una conciencia de participación ciudadana en la toma de decisiones.
Pero para llevar este concepto a la realidad fue necesaria la presencia de un gobierno
humanista, que no estuviera encabezado por empresarios o mercachifles de patrias; al
contrario, que fuera consciente de las diferencias abismales entre las personas que
comparten la nacionalidad venezolana y estuviera dispuesto a trabajar en ello.
Desde 1999 el Gobierno bolivariano de Venezuela embazado por el Presidente Hugo Rafael
Chávez Frías se ha convertido en garante de un Estado de derecho, de justicia, de equidad y
de acceso real a los derechos de los más desfavorecidos (un proceso donde la demagogia
queda en el pasado); por su continuidad, coherencia y objetivos finales.
En toda la historia de la democracia venezolana, los dirigentes arrojaban migajas al cerro
para ganar el favor popular, para mantenerse en el poder. En el presente, es otro el interés
del Gobierno bolivariano; se trata de refundar la República, de legar un país de iguales a los
que vienen, de construir un nuevo modelo de sociedad, con ciudadanos y ciudadanas para la
misma; y el único instrumento posible para llegar a tal fin es la educación concientizadora.
El sistema educativo venezolano transita un nuevo camino, necesario para la construcción
de una nueva sociedad, de la República que nació en 1999, con una Constitución que
revirtió las tendencias neoliberales y elitistas que reinaban en Venezuela; pero sobre todo,
la nueva Carta Magna busca dejar en el pasado una enorme deuda social. La más grande
deuda que contrajo el país petrolero no fue con el Fondo Monetario Internacional, ni con el
Banco Mundial, ni con otros gobiernos del mundo; fue con su propio pueblo, sumiéndolo
en la ignorancia como una víctima de la negligencia y del egoísmo del saber.
El Gobierno bolivariano está ofreciendo a los venezolanos y venezolanas las herramientas
necesarias para que nunca más sean víctimas de un Estado que violente sus derechos, sus
principios, sus esperanzas, su resistencia.
La educación es un derecho humano y un deber social, obligatorio y gratuito, que a la vez
constituye la raíz esencial de la democracia.
Misión Sucre
El Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre, denominado "Misión Sucre" nació
como iniciativa del Gobierno Bolivariano, para garantizar el acceso a la educación
universitaria a todos estos bachilleres sin cupo y de esta manera transformar su condición
de excluidos del sistema de educación superior.
Comenzó formalmente con la realización de un censo nacional, el 21 de septiembre de
2003, que permitió conocer cuáles eran los bachilleres aspirantes, donde se ubican, sus
preferencias en cuanto a carreras, el horario que disponen para dedicarse a sus estudios e
información relacionada con su situación socioeconómica. De esta manera planificamos los
esfuerzos concentrados a efectuar.
A estos estudiantes, sin embargo, se les presentó una limitante: no contaban con espacios
suficientemente dotados para la consolidación de la Misión en sus localidades.
Muchos comenzaron utilizando las instalaciones de las escuelas y liceos, otros prestaban
los espacios de sus propias casas y así iban avanzando. Con el incremento de la matricula
surgió la necesidad de crear su propia sede.
Como parte de sus directrices fundamentales, la Misión Sucre aplica la municipalización de
la educación superior, que se orienta hacia lo regional, hacia lo local; tomando como punto
de referencia la cultura propia de las poblaciones con sus necesidades, problemáticas,
acervos, exigencias y potencialidades. Se trata de propiciar estudios superiores con
pertinencia social, con sentido común y propósito, inmersos en geografías concretas pero
con visión global; comprometidos con el impulso y la promoción del desarrollo endógeno y
sustentable de cada una de las regiones, de manera que los espacios educativos se expandan
a todos los ámbitos de la vida social y no se restrinjan a las aulas.
Es así como surgen las Aldeas Universitarias, espacios alternativos, apropiadamente
dotados para el mejor desarrollo de aptitudes, vocación y aspiraciones de los estudiantes de
la Misión Sucre.
Esta misión nació con el objetivo de satisfacer las aspiraciones y necesidades de estudio de
amplios sectores sociales que históricamente estuvieron excluidos de la educación
universitaria.
Este plan educativo de carácter municipalizado se desarrolla en la actualidad con 24
Programas de Formación, que acreditan 14 instituciones universitarias, entre ellas, la
Universidad Bolivariana de Venezuela (UVB), el Instituto Universitario de Tecnología
Federico Rivero Palacio, el Colegio Universitario de Caracas y la Universidad Marítima del
Caribe.
También el Colegio Universitario de Los Teques Cecilio Acosta, la Universidad
Iberoamericana del Deporte y la Universidad Experimental Rómulo Gallegos, forman parte
de la lista de instituciones que acreditan a los estudiantes que se gradúan bajo este
programa de formación gubernamental.
Luego de siete años de haber sido creada, la Misión Sucre cuenta con resultados altamente
satisfactorios, sin precedentes en la educación universitaria venezolana y mundial, de
acuerdo los datos suministrados por el Ministerio del Poder Popular para la Educación
Universitaria.
Entre los principales logros, se destacan 571 mil 917 triunfadores en formación, 114 mil
418 becados, un voluntariado de 42 mil 639 personas, entre los que destacan coordinadores,
profesores y personal operativo.
Otros indicadores que demuestran la fortaleza de la Misión Sucre desde su fundación son
los 30.680 graduados en los periodos 2008-I y 2008-II, en los programas de Formación de
Gestión Social para el Desarrollo Local, Gestión Ambiental, Comunicación Social,
Administración, Informática, Educación y Producción Agroalimentaria.
A ello se suman un total de mil 515 Aldeas Universitarias o espacios educativos para la
formación de los venezolanos que durante décadas fueron excluidos de la educación
universitaria.
Triunfadores es el nombre con que se identifica a los estudiantes de la Misión Sucre, plan
estratégico de educación universitaria que el gobierno nacional creó el 3 de noviembre de
2003, en honor al insigne militar venezolano y prócer de la independencia latinoamericana,
Mariscal Antonio José de Sucre.
Definición de la Fundación Misión Sucre
El Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre, denominado “Misión Sucre”, es
una iniciativa del Estado Venezolano y del Gobierno Bolivariano, creado mediante Decreto
Presidencial N° 2.601, del 08 de Septiembre de 2003. La Misión Sucre representa un plan
nacional de acceso a la educación universitaria que surge como iniciativa de carácter
estratégico por cuanto pretende ser:
1) Una alternativa de educación universitaria de vanguardia y con pertinencia social,
orientada a la transformación, difusión y aprovechamiento creativo de los saberes y
haceres.
2) Un espacio para la participación y el ejercicio de la ciudadanía. Una estrategia que
promueve el desarrollo local, regional y nacional.
3) Una práctica educativa innovadora que ofrece diversas oportunidades y modalidades de
estudio que favorecen el desarrollo de habilidades, destrezas y actitudes orientadas a la
construcción de una sociedad democrática y participativa.
Objetivo de la Fundación Misión Sucre
La Misión Sucre tiene por finalidad facilitar el acceso y la prosecución de la educación
universitaria pública, permanente, integral, gratuita y en igualdad de oportunidades de todas
las y los bachilleres que así lo demanden, con el propósito de incrementar el nivel educativo
de la población venezolana y formar ciudadanos (as) comprometidos con el desarrollo del
país, a través del establecimiento de nuevos modelos educativos universitarios sustentados
en la sinergia institucional y la participación comunitaria, con base en los imperativos de la
democracia corresponsable, participativa y protagónica.
Misión y Visión de la Fundación Misión Sucre
Misión:
La Fundación tiene como misión desarrollar y ejecutar planes y programas destinados a
garantizar a los bachilleres venezolanos su legítimo derecho a la educación universitaria,
con el fin de dar fiel cumplimiento al mandato constitucional que prevé el derecho de la
educación gratuita y de calidad, el desarrollo de potencial creativo del ser humano y el
pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática, participativa y no
excluyente. Así mismo, la Fundación Misión Sucre podrá formular y ejecutar los programas
y proyectos de construcción de obras de Aldeas Universitarias que se requieran para el
desarrollo de la educación universitaria en el país.
Visión:
La Fundación tiene como visión instituirse como una organización pública de vanguardia y
de referencia nacional, generadora de procesos transformadores inspirados en el
pensamiento bolivariano y socialista, a través de la investigación y desarrollo de programas
educativos universitarios que respondan a las necesidades del país.
Valores:
* Eficacia.
* Eficiencia.
* Transparencia.
* Inclusión.
* Participación.
* Innovación.
* Humanismo.
* Solidaridad.
* Correspondencia Social.
* Cultura de Servicio.
Estructura Organizativa

Marco Normativo Institucional


La Fundación Misión Sucre (FMS), creada mediante Decreto N° 2.604, de fecha 9
de septiembre de 2003, publicada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela N° 37.772, de fecha 10 de septiembre de 2013, refundada mediante
Decreto N° 6.620, de fecha 17 de febrero de 2009, publicada en la Gaceta Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela N° 39.122, adscrita al Ministerio del Poder
Popular para la Educación Superior, Educación Universitaria, según Decreto N°
6.709, de fecha 19 de mayo de 2009, publicado en Gaceta Oficial de la República de
Venezuela N° 39.181, de la misma fecha, ahora Ministerio del Poder Popular para
la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, según Decreto N° 1.226, de fecha
03 de septiembre de 2014, publicado en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 40.489, de la misma fecha y posteriormente, se
establece el 06 de junio de 2016, la última modificación del Acta Constitutiva y los
Estatutos Sociales de la Fundación, publicado en Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 40.928, de fecha 17 de junio de 2016.

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