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versículos de amistad

La amistad verdadera es un tesoro en la vida de cualquier


persona. Un buen amigo es alguien en quien se puede confiar,
alguien que está a nuestro lado tanto en los momentos de
alegría como en los momentos difíciles. Dios trae buenos
amigos a nuestra vida para que nos sean de bendición, para que
nos inspiren y nos ayuden en nuestro caminar con él.

Nuestro mejor ejemplo de amistad es Jesús, que dio su vida por


nosotros para salvarnos de la separación eterna de Dios.
Aprendamos a ser buenos amigos siguiendo su ejemplo de amor
genuino e incondicional.

La amistad en la Biblia

...hay amigos más fieles que un hermano.


(Proverbios 18:24b)
Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos
amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios, pero, si nos amamos
los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se
ha manifestado plenamente.
(1 Juan 4:11-12)
En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano.
(Proverbios 17:17)
El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal
parado.
(Proverbios 13:20)
Más vale ser reprendido con franqueza que ser amado en secreto. Más confiable
es el amigo que hiere que el enemigo que besa.
(Proverbios 27:5-6)
Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo;
los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a
conocer a ustedes.
(Juan 15:15)

Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose
mutuamente.
(Romanos 12:10)
El perfume y el incienso alegran el corazón; la dulzura de la amistad fortalece el
ánimo.
(Proverbios 27:9)
No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre. No vayas a la casa de tu
hermano cuando tengas un problema. Más vale vecino cercano que hermano
distante.
(Proverbios 27:10)
El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre.
(Proverbios 27:17)
Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano.
(Proverbios 18:24)
No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas
costumbres».
(1 Corintios 15:33)

Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el
uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!
(Eclesiastés 4:9-10)
El perverso provoca contiendas, y el chismoso divide a los buenos amigos.
(Proverbios 16:28)
No te hagas amigo de gente violenta, ni te juntes con los iracundos, no sea que
aprendas sus malas costumbres y tú mismo caigas en la trampa.
(Proverbios 22:24-25)
El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los
amigos.
(Proverbios 17:9)

La verdadera amistad requiere una actitud perdonadora de


parte de los amigos. Todos cometemos errores, decimos una
palabra fuera de lugar o actuamos de forma impulsiva. Los
amigos verdaderos eligen enfocarse en el amor y en lo positivo
de la otra persona, no en sus errores y ofensas. Al enfatizar el
amor y el perdón, la amistad y la confianza se fortalecen
abriendo el camino para una amistad duradera.

En el agua se refleja el rostro,


y en el corazón se refleja la persona.
(Proverbios 27:19)
Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las
buenas obras.
(Hebreos 10:24)
Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.
(1 Tesalonicenses 5:11)
El que ama la pureza de corazón y tiene gracia al hablar
tendrá por amigo al rey.
(Proverbios 22:11)
Aunque uno se aparte del temor al Todopoderoso,
el amigo no le niega su lealtad.
(Job 6:14)
Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo
y le dio dos veces más de lo que antes tenía.
(Job 42:10)
Una vez que David y Saúl terminaron de hablar, Saúl tomó a David a su servicio
y, desde ese día, no lo dejó volver a la casa de su padre. Jonatán, por su parte,
entabló con David una amistad entrañable y llegó a quererlo como a sí mismo.
(1 Samuel 18:1-2)
El rey David averiguó si había alguien de la familia de Saúl a quien pudiera
beneficiar en memoria de Jonatán…
Cuando Mefiboset, que era hijo de Jonatán y nieto de Saúl, estuvo en presencia
de David, se inclinó ante él rostro en tierra.
—¿Tú eres Mefiboset? —le preguntó David.
—A las órdenes de Su Majestad —respondió.
—No temas, pues en memoria de tu padre Jonatán he decidido beneficiarte. Voy
a devolverte todas las tierras que pertenecían a tu abuelo Saúl, y de ahora en
adelante te sentarás a mi mesa.
(2 Samuel 9:1 y 6-7)
Pero Rut respondió: —¡No insistas en que te abandone o en que me separe de ti!
Porque iré adonde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y
tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras, y allí seré sepultada. ¡Que me
castigue el Señor con toda severidad si me separa de ti algo que no sea la
muerte!
(Rut 1:16-17)
Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.
(Juan 15:13)

Jesús es nuestro mejor amigo. ¡Él nos ama tanto que hasta
murió por nosotros! Jesús dio su vida en la cruz para que
nosotros podamos tener amistad con Dios. Gracias a él, el amor
de Dios transforma nuestro corazón, nos renueva e impacta
nuestra relación con las demás personas.

Recibir el amor de Jesús trae sanidad y propósito a la vida. Con


él aprendemos a amar y a ser amigos genuinos, algo que
bendecirá y transformará la vida de los que nos rodean.

¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! Es


como el buen aceite que, desde la cabeza, va descendiendo por la barba, por la
barba de Aarón, hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío de Hermón
que va descendiendo sobre los montes de Sión.Donde se da esta armonía, el
Señor concede bendición y vida eterna.
(Salmo 133:1-3)
Así se cumplió la Escritura que dice: «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le
tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios.
(Santiago 2:23)
27 versículos para dedicar a un
amigo: muestra cuánto lo
valoras

Un buen amigo es alguien muy importante y una gran bendición.


Está a nuestro lado en momentos de enfermedad o cuando los
días son difíciles y se ríe con nosotros en los días de alegría y
diversión. Los buenos amigos nos aconsejan y nos ayudan a ser
mejores personas. Reconoce hoy los buenos amigos que Dios te
ha dado y dedícales un versículo de la Biblia.

En todo tiempo ama el amigo;


para ayudar en la adversidad nació el hermano.
(Proverbios 17:17)
Hay amigos que llevan a la ruina,
y hay amigos más fieles que un hermano.
(Proverbios 18:24)
El hierro se afila con el hierro,
y el hombre en el trato con el hombre.
(Proverbios 27:17)
El perfume y el incienso alegran el corazón;
la dulzura de la amistad fortalece el ánimo.
(Proverbios 27:9)
Mejor dos que uno solo, pues tienen mejor recompensa por su trabajo. Porque si
caen, el uno levantará a su compañero. Pero, ¡ay del que cae cuando no hay otro
que lo levante!
(Eclesiastés 4:9-10)
Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he
amado. Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.
(Juan 15:12-13)
El que perdona la ofensa cultiva el amor;
el que insiste en la ofensa divide a los amigos.
(Proverbios 17:9)
No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre.
No vayas a la casa de tu hermano cuando tengas un problema.
Más vale vecino cercano que hermano distante.
(Proverbios 27:10)

¡Cuán bueno y cuán agradable es


que los hermanos convivan en armonía!
(Salmo 133:1)
Son muchos los que proclaman su lealtad,
¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?
(Proverbios 20:6)
Soy amigo de todos los que te honran,
de todos los que observan tus preceptos.
(Salmo 119:63)
Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose
mutuamente.
(Romanos 12:10)
Más vale ser reprendido con franqueza
que ser amado en secreto.
Más confiable es el amigo que hiere
que el enemigo que besa.
(Proverbios 27:5-6)

En el agua se refleja el rostro,


y en el corazón se refleja la persona.
(Proverbios 27:19)
El que ama la pureza de corazón y tiene gracia al hablar
tendrá por amigo al rey.
(Proverbios 22:11)
Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su
hermano.
(1 Juan 4:21)
Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis
oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría.
(Filipenses 1:3-4)
El que con sabios anda, sabio se vuelve;
el que con necios se junta, saldrá mal parado.
(Proverbios 13:20)
Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos
amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios, pero, si nos amamos
los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se
ha manifestado plenamente.
(1 Juan 4:11-12)
Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo
y le dio dos veces más de lo que antes tenía.
(Job 42:10)
Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las
buenas obras.
(Hebreos 10:24)

Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.
(Romanos 12:15)
La gente chismosa revela los secretos;
la gente confiable es discreta.
(Proverbios 11:13)
Cuando el Señor aprueba la conducta de un hombre,
hasta con sus enemigos lo reconcilia.
(Proverbios 16:7)
El que es sabio tiene gran poder,
y el que es entendido aumenta su fuerza.
(Proverbios 24:5)

Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.
(Gálatas 6:2)
Aunque uno se aparte del temor al Todopoderoso,
el amigo no le niega su lealtad.
(Job 6:14)
Mensajes cristianos de amistad

¿Quieres mostrar el aprecio que sientes por tus amigos o darles


una palabra de ánimo en este día? Aquí encontrarás frases con
mensajes cristianos que te ayudarán a expresar lo que sientes
por tus amigos. ¡Alegra el día de aquellos que son especiales
para ti!

Hoy quiero expresar mi gratitud a Dios por tu amistad, pues eres de gran
bendición a mi vida. Dios te ha usado en muchas ocasiones para acompañarme
y darme ánimo. Por eso hoy tomo un minuto para decirte «¡Gracias, eres
especial!»
Agradezco a Dios de corazón el haberte puesto en mi vida. Gracias por
permanecer a mi lado durante todos estos años y por ser más que un amigo, un
buen hermano. Recibe un fuerte abrazo con todo mi cariño.

Tú eres una de las mayores bendiciones que Dios me ha dado. ¡Gracias por tu
amistad!
Hemos compartido risas y alegrías, también lágrimas y tristezas durante
nuestros años de amistad. Recordar tu fidelidad me llena de gozo y gratitud.
Dios te bendiga grandemente y que sean muchos años más los que
compartamos juntos.
Gracias por reflejar tu amor por Dios. Has permanecido a mi lado con tu
amistad fiel, aunque muchas veces yo no he sido muy amable o agradable.
Gracias por amarme como Jesús nos mandó a amar.
Gracias por toda la alegría que has traído a mi corazón. ¡Eres especial y le doy
muchas gracias a Dios por ti!
Pasar tiempo contigo rejuvenece mi corazón. ¡Gracias por tu amistad constante
y fiel! Dios me bendijo grandemente al ponerte en mi camino.
En este mundo hacen falta más amigos como tú. Llevas el gozo del Señor
dondequiera que vas y nos animas a los demás a ser mejores personas. ¡Gracias
por tu amistad!
Amigo querido, valoro mucho tu amistad tan fiel y la ayuda que me has dado
siempre que la he necesitado. Doy gracias a Dios por ti y me siento orgulloso de
tenerte como amigo. ¡Gracias!
Cuando doy gracias a Dios por las personas importantes de mi vida, tu nombre
está en esa lista. Gracias por acompañarme y alegrarme con tu sonrisa y tu
amistad fiel.

Al recordarte, mi corazón salta de alegría y en mi rostro se dibuja una sonrisa.


¡Gracias por ser no solo un amigo, sino una gran bendición!
Nuestra amistad es como un viaje por una autopista. Hemos pasado por valles y
montañas, hemos visto grandes nubarrones y disfrutado de momentos de sol.
En todos ellos, nuestra amistad resistió. ¡Gracias!
Gracias por traer luz a mi vida en los momentos de oscuridad. Siempre me has
motivado con tu amistad, tu compañía y tu sonrisa. ¡Muchas gracias! Dios me
bendice a través de ti.
Gracias por enseñarme lo valioso que es tener buenos amigos. Doy muchas
gracias a Dios por tu presencia en mi vida.
Alabo y agradezco a Dios cada día por bendecirme con tu amistad. Gracias por
tu apoyo constante y el ánimo que me has dado a lo largo de los años.

Tu amistad es un regalo de Dios a mi vida. ¡Gracias de todo corazón!


Aunque estamos lejos físicamente, nuestra amistad permanece tan fuerte como
el primer día. Tu amistad me bendice en gran manera. ¡Gracias!
Es difícil encontrar amistades como la tuya. Tú llenas mi vida de alegría,
cánticos, bendición y felicidad. ¡Muchas gracias!
Gracias por cuidarme y animarme en mis momentos de desánimo. Tu amistad
me mantiene fuerte y me recuerda el gran amor de Dios.
Contigo he orado, reído, cantado y hecho travesuras. ¡Doy mil gracias a Dios por
nuestra amistad!
¡Alabo a Dios por tu vida! Tus consejos y tu cariño me han acercado a Dios.
¡Eres muy especial!
Eres una de las más bellas bendiciones que Dios me ha dado. En ti veo
reflejados el amor y la bondad de Dios. ¡Gracias por ser un gran ejemplo!
Tu amistad llena mi vida de color. Eres como un arcoíris que Dios ha puesto en
mi vida. ¡Gracias!
Tengo pocos amigos, pero todos ellos son valiosos y especiales. ¡Gracias, Dios,
por el don de la amistad!
Gracias por aceptarme tal como soy y a la vez animarme a ser cada día mejor.
Valoro tu amistad como un gran tesoro que Dios me ha dado.
Agradezco que en nuestra amistad damos valor y respetamos tanto las palabras
como el silencio. Contigo puedo ser tal como me hizo Dios sin sentir acusación.
¡Gracias!

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