Está en la página 1de 174

CÓMO ATRAER

PROSPERIDAD

wisdom collection
Prosperity - How to Attract It
Originalmente Publicado en 1922
Traducción al español
Cómo Atraer Prosperidad
Publicado en Estados Unidos
Copyright © 2018 Marcela Allen Herrera
Todos los Derechos Reservados
Wisdom Collection
Una Guía para una Vida de Libertad Financiera, Eliminar las deudas,
Aumentar los Ingresos y
Maximizar la Riqueza
PRESENTACIÓN

La edición original de este libro fue publicada en Estados Unidos, en


el año 1922 bajo el título “Prosperity: How to Attract It”. Su autor Orison
Swett Marden (1848- 1924) fue una figura muy importante del Movimiento
del Nuevo Pensamiento, sus escritos - los cuales se caracterizaron por la
unión de lo espiritual con el desarrollo personal – fueron fuente de
inspiración para personajes tan importantes como Thomas Edison, J.P
Morgan, Henry Ford, entre otros.
Marden sin duda fue un ejemplo de fortaleza, superando muchas
dificultades, siempre mantuvo una actitud triunfante que logró ponerlo en la
cima del éxito. Su mensaje sencillo y claro, nos dice que “una persona puede
convertirse en una víctima de sus circunstancias, o elegir elevarse por encima
de ellas hacia una vida mejor”. Para todos aquellos que quieran esto último;
quienes quieran terminar con una vida de carencia y limitación, este libro será
su mejor compañero, porque le entregará las herramientas precisas para que,
a través del correcto uso de su poder mental, puedan mejorar sus actuales
circunstancias y alcanzar una vida de abundancia y plenitud.
M.A.H.
INDICE

CÓMO LIMITAMOS NUESTRO SUMINISTRO


LA LEY DE ATRACCIÓN
NO DESVIES LA PROSPERIDAD

ESTABLECIENDO LA CONSCIENCIA CREATIVA


DÓNDE COMIENZA LA PROSPERIDAD
SI PUEDES FINANCIARTE A TI MISMO
CÓMO AUMENTAR TU HABILIDAD
LUCE EXITOSO
CÓMO HACER REALIDAD TUS SUEÑOS
CÓMO CURAR EL DESALIENTO
CÓMO HACER QUE TU MENTE SUBCONSCIENTE TRABAJE PARA
TI
PENSANDO SALUD Y PROSPERIDAD EN TUS CÉLULAS
CÓMO HACERSE AFORTUNADO
PROSPERIDAD Y FE EN UNO MISMO
CÓMO DESHACERSE DEL MIEDO Y LA PREOCUPACIÓN
ALEGRÍA Y PROSPERIDAD
CONCENTRACIÓN: LA CLAVE PARA SER GRANDIOSO
EL TIEMPO ES DINERO Y MUCHO MÁS
LA PERSONA POSITIVA VS. LA NEGATIVA
AHORRO Y PROSPERIDAD

COMO UN HOMBRE ESPERA, ASÍ ES ÉL


SÍ, ESTÁ A TU ALCANCE
CÓMO SER LA PERSONA QUE DESEAS SER
CÓMO ATRAER
PROSPERIDAD

wisdom collection
CAPÍTULO 1

CÓMO LIMITAMOS NUESTRO SUMINISTRO

Una persona seguirá siendo un indigente mientras sólo siga teniendo la visión
de un indigente.
¿Por qué ir por la vida exhibiendo los rasgos de un subordinado? Si eres una
persona de verdad, no sigas pareciendo un mendigo, hablando como un
mendigo, actuando como un mendigo.
Solamente pensando en prosperidad y abundancia puedes manifestar una vida
abundante y próspera.
Poner limitaciones en nosotros mismos es uno de los pecados capitales de la
humanidad.
La prosperidad sólo fluye a través de canales que estén bien abiertos para
recibirla. La duda, el miedo y la falta de confianza cierran estos canales.
Una mente estrecha, significa un suministro estrecho y limitado. Todo lo que
recibimos en la vida llega a través de la puerta de entrada de nuestro
pensamiento.
Si es estrecho, mezquino, vil, lo que fluya a nosotros estará en
correspondencia.

¿Qué pensarías de un príncipe – el heredero de un reino de riqueza y


poder ilimitado - que viviera en la condición de un mendigo, que fuera por el
mundo lamentándose de su cruel destino y diciéndole a los demás lo pobre
que era, diciendo que no creía que su padre le dejaría algo a él, y que debía
conformarse con una vida de pobreza y limitaciones? Por supuesto dirías que
debe estar loco, y que sus duras condiciones, su pobreza y sus limitaciones,
no eran reales, sino imaginarias; que existían sólo en su mente; que su padre
estaba listo para llenarlo con cosas buenas - con todo lo que su corazón
deseaba- si sólo abriera su mente a la verdad y viviera en la condición propia
de un príncipe, el hijo y heredero de un gran rey.
Ahora, si estás viviendo en la pobreza, en un ambiente estrecho,
apretado y limitado en el cual parece no haber esperanza, ni perspectivas de
cosas mejores; si no obtienes lo que quieres, aunque trabajas duro para ello,
entonces eres tan necio como el príncipe que, creyendo que era pobre, vivía
como un mendigo en medio de la riqueza ilimitada de su padre.
Tus limitaciones están en tu mente, al igual que las del príncipe en la
suya. Tú eres el hijo de un Padre que ha creado abundancia, riqueza ilimitada,
para todos sus hijos, pero tu pensamiento estrecho, limitado y empobrecido te
aparta de toda esta abundancia y te mantiene en la pobreza. Un trabajador
ruso llamado Mihok, que vivía en Omaha, Nebraska, había llevado en su
bolsillo una “piedra de la suerte” durante veinte años, sin sospechar que
tuviera algún valor monetario. Una y otra vez sus amigos - que pensaban que
podría ser más que una piedra común - le sugirieron que la llevara a un joyero
para examinarla. Él se negaba obstinadamente hasta que, finalmente, debido a
tanta insistencia, envió la piedra a un joyero de Chicago, quien la calificó
como un rubí sangre de pichón, el más grande de su tipo en el mundo. Pesaba
veinticuatro quilates y valía ¡cien mil dólares!
Hay millones como este pobre trabajador, viven en la pobreza,
pensando que para ellos no hay nada más que trabajo duro y más pobreza y
quienes, sin saberlo, llevan en su grandioso interior posibilidades de riqueza
más allá de sus sueños. Su pensamiento erróneo les está robando su herencia
divina; cortando el abundante suministro provisto para ellos por la Fuente
Omnipotente de toda riqueza.
La mayoría de las personas están en la posición de un hombre que
salió a regar su jardín, pero inadvertidamente pisó la manguera y cortó el
suministro de agua. Tenía una manguera grande, y estaba muy molesto, muy
decepcionado, porque recibía solo una gota de agua cuando tenía todo el
derecho de esperar - y debía tener - un flujo abundante. El agua, en su fuente,
estaba en abundancia, lista para suplir sus necesidades; solo había una falla,
el hombre mismo estaba estrechando su suministro, limitándolo a una
miserable gota. Él estaba parado sobre la manguera y no lo sabía. Eso es
literalmente lo que están haciendo todos los que viven en la pobreza. Ellos
están estrechando su suministro al pisar la manguera a través de la cual les
debiera llegar mucho. Detienen el flujo de la abundancia, que es su derecho
propio, debido a sus dudas, sus miedos, su incredulidad; visualizando la
pobreza, pensando en la pobreza, actuando como si nunca esperaran tener
algo, lograr algo, o ser algo.
Todo en la vida del hombre, todo en el universo de Dios, está basado
en principios - sigue una ley divina-; y la ley de la prosperidad y la
abundancia es tan definitiva como la ley de gravedad, tan infalible como los
principios de las matemáticas. Es una ley mental. Sólo pensando en
abundancia, podemos manifestar esa vida abundante y próspera que es
nuestro derecho; en otras palabras, de acuerdo a tu pensamiento, será tu vida,
tu suministro o tu carencia.
Tu actitud mental te será enviada de regreso, siempre, y será del
mismo tipo. Una actitud mental empobrecida sólo te traerá condiciones de
pobreza. Somos las criaturas de nuestras convicciones. No podemos ir más
allá de lo que creemos que somos; lo que creemos que tenemos. Por lo tanto,
si pensamos que nunca vamos a ser fuertes o bien vistos como otras personas;
ni que seremos exitosos en nuestra profesión, entonces, nunca lo seremos. Si
estamos convencidos de que siempre seremos pobres, entonces lo seremos.
No puedes salir de la pobreza cuando no lo esperas; cuando no crees que vas
a hacerlo. Muchas de las personas que hoy viven en la pobreza, realmente
nunca esperan nada más. Su creencia fija de que nunca serán prósperos, los
mantiene en la pobreza; es decir, mantiene sus mentes negativas, y en esta
condición, la mente no puede crear, no puede producir. Sólo la mente positiva
puede crear prosperidad; la mente negativa es no-creativa, no-productiva;
solo puede derribar, inhibir, prevenir la afluencia de las cosas buenas que
anhelamos.
No es tanto lo que haces con tus manos como lo que haces con tu
mente lo que cuenta. Todo lo que ha sido logrado por la mano o el cerebro
del hombre, tuvo su nacimiento en la mente. El universo mismo es la
creación de la Mente Divina. Un esforzado trabajador que anhela la
prosperidad, pero que mentalmente se dirige en la otra dirección, es decir,
que no cree que va a ser próspero, en realidad está neutralizando su duro
trabajo con su pensamiento negativo y destructivo; él está de pie sobre la
manguera que conecta con su suministro. Cuando te limitas en tu
pensamiento, te estás limitando externamente de una manera que corresponde
con tu actitud mental, porque estás obedeciendo una ley que es inmutable.
Notarás que el hombre que pone un centavo en la caja de
contribución, no solo es tacaño, estrecho y mezquino en todos sus asuntos de
dinero, sino que su cara, toda su persona, tiene una mirada apretada,
preocupada y cansada. Siempre está ahorrando centavos, cuidando pequeñas
cosas y nunca haciendo grandes cosas. No importa cuánta habilidad natural
tenga, su pensamiento estrecho, limitado y pobre lo empequeñece y corta su
flujo de suministro. Él no puede hacer grandes cosas porque nunca piensa en
grandes cosas. Su distorsionada mente admitirá solo un estrecho suministro
en lugar del gran flujo que está literalmente a su disposición. Debido a que no
hemos aprendido a usar nuestras fuerzas de pensamiento, es que la mayoría
de nosotros vamos como pobres, sin vislumbrar nunca la maravillosa
herencia que nos dejó nuestro Padre que es Todo-Abundancia, Todo-Bondad.
Nuestro pensamiento avaro estrecha nuestro suministro.
A menudo nos preguntamos por qué ciertas personas, en
aparentemente no mejores circunstancias que nosotros, obtienen cosas mucho
mejores que nosotros; por qué siempre persisten y reciben lo mejor de todo.
Nunca los vemos usando cosas baratas, nunca vemos cosas baratas en sus
casas, o ninguna estrechez en ningún lado. Compran la mejor comida, las
mejores frutas y verduras del mercado y todo lo demás en ese estilo. Nosotros
pensamos que son extravagantes cuando comparamos lo que ellos pagan por
las cosas, con lo que nosotros pagamos por cosas del mismo tipo, y nos
enorgullecemos de que estamos economizando y ahorrando lo que ellos están
desperdiciando. Pero, en realidad, ¿lo estamos haciendo bien? ¿Cómo se
compara nuestra forma de vida con la de ellos? ¿El placer que obtenemos de
la vida, corresponde al que ellos obtienen? Los pocos dólares que ahorramos
¿compensan la gran privación en nuestras vidas: privación de buena comida,
de ropa adecuada, de los pequeños viajes, los placeres sociales, los picnics y
las variadas diversiones que hacen la vida agradable, saludable y, sobre todo,
mucho más productiva para los vecinos cuya extravagancia condenamos? De
hecho, nuestra política economizada y estrecha al final nos deja más pobres.
La prosperidad fluye sólo a través de canales que están bien abiertos para
recibirla. No fluye a través de canales apretados por el pensamiento de
pobreza, el desánimo, la duda o el miedo, o por una política de visión
estrecha. Un gasto generoso es a menudo la economía más sabia, lo único que
trae un éxito generoso.
Si un gran fabricante como Henry Ford, un gran comerciante como
John Wanamaker, un gran gerente de ferrocarril u otro hombre de negocios,
perdiera su amplia visión y perspectiva general; y comenzara a escatimar en
la salida necesaria; sustituyendo los bienes inferiores y los hombres y el
servicio; revirtiendo su política amplia y generosa a una estrecha y mezquina,
pronto encontraría su negocio reduciéndose a la nada. No hay cambio en el
principio de la ley de suministro. Cualquiera sea tu negocio, tu profesión u
ocupación, o tus circunstancias, tu actitud mental determinará tu éxito o
fracaso. Una mente estrecha significa un suministro estrecho. Significa que
estas intentado golpear la gran fuente de suministro con una canica y luego
esperando obtener un suministro abundante. Eso es imposible. Tu actitud
mental indicará cual será tu suministro.
CAPÍTULO 2

LA LEY DE ATRACCIÓN

Por la ley de la afinidad, debes saber que lo que deseas siempre te está
buscando, si lo estás buscando con todas tus fuerzas y no lo estás alejando
con tus dudas.
John Burroughs así bellamente expresó esto: “No me quejo más
contra el Tiempo o el Destino, porque lo mío vendrán a mí. Dormido,
despierto, de noche o de día, los amigos que busco me buscan”.
¿Qué importa si me quedo solo? Espero con alegría los años
venideros. Mi corazón segará donde ha sembrado. Lo que es mío conocerá mi
rostro.
Ni el tiempo, ni el espacio, ni lo profundo, ni lo alto pueden mantener
lo que es mío lejos de mí.

No se pretendía que los hijos de Dios necesitaran algo. Vivimos en el


regazo mismo de la abundancia; hay abundancia de todo a nuestro alrededor,
el gran universo cósmico está lleno de todo tipo de cosas bellas y
maravillosas, riquezas gloriosas, listas para nuestro uso y disfrute. La gran
Inteligencia creativa nos ofrece todo lo que el corazón humano pueda desear.
Podemos atraer de este vasto océano de inteligencia todo lo que deseamos:
todo lo que debemos hacer, es obedecer la ley de atracción, que dice que los
iguales se atraen.
Atraer la prosperidad y la abundancia no dependen del pequeño
cerebro del hombre, sus propios pequeños esfuerzos unilaterales. Se trata de
hacer de tu mente un imán para atraer las cosas que quieres, para atraer tus
deseos. Todo lo que tiene la humanidad para disfrutar, ha sido atraído del
gran océano de inteligencia de acuerdo a una ley. Todos los inventos, todos
los descubrimientos, todas las maravillosas instalaciones de la civilización -
nuestros hospitales, nuestras escuelas, nuestras iglesias, nuestras bibliotecas y
otras instituciones, nuestros hogares, con sus comodidades y lujos, - todos
han sido atraídos desde esta gran bodega cósmica de inteligencia por la
misma ley.
Se pretendía que nuestros anhelos, nuestras aspiraciones, nuestros
legítimos deseos, fueran satisfechos, que se hicieran realidad nuestros sueños.
Sin embargo, nuestra ignorancia de la ley que debe traer hacia nosotros lo
que deseamos, es la que lo impide.
Cuando eras niño que experimentabas con tu pequeño imán de acero,
¿no intentabas con frecuencia hacer que recogiera madera, cobre, caucho o
alguna otra sustancia diferente de sí mismo? Y, por supuesto, descubriste que
no lo haría, porque no tenía afinidad por cosas que no fueran como el.
Descubriste que recogería una aguja, pero no un mondadientes. En otras
palabras, tú demostraste la ley que – los iguales se atraen. No pasa un día que
no veamos esta ley demostrada de diferentes maneras en la vida humana. A
veces las demostraciones son muy trágicas. Hace poco tiempo, una niña de
ocho años, hija de un granjero de Pensilvania, murió por el intenso susto en la
silla de un dentista, donde la colocaron para extraerle un diente. Aunque la
niña no sabía nada sobre la ley, de todas maneras, funcionó; y, como Job, la
cosa temida llegó a ella. Por la operación de la misma ley que nos atrae la
enfermedad y la muerte, atraemos hacia nosotros la pobreza u opulencia, el
éxito o el fracaso.
La mente en cualquier momento dado es un imán para algo. Es un
imán para cualquier pensamiento, cualquier convicción que domine la mente
en ese momento, y lo bendito y glorioso de todo esto, es que podemos
determinar qué atraerá la mente, en qué tipo de imán se convertirá. Ahora,
puedes atraer hacia ti lo que no es bueno para ti, lo que te condenará, lo que
te causará dolor y humillación. Al concentrarte y trabajar por ello, te
conviertes en un especialista en esa línea y la ley de la atracción lo traerá
hacia ti. Si tienes una actitud mental de prosperidad, si tienes una fuerte fe de
que vas a salir de la pobreza, de que vas a demostrar prosperidad, abundancia
y te esfuerzas de manera inteligente y persistente para cumplir tu visión, lo
harás. Esa es la ley. Si obedeces la ley obtendrás buenos resultados.
Si solo pudiéramos ver una imagen de los procesos mentales de lo que
sea que se sostenga en la mente, tirando las cosas que corresponden a nuestro
pensamiento; si pudiéramos ver más fracasos, más malos negocios, más
deudas, más pérdidas comenzando a acercarse hacia nosotros porque hemos
contactado con estas cosas en nuestro pensamiento, dejaríamos de
preocuparnos por las cosas que no queremos y a pensar en las cosas que
queremos, atrayendo más en vez de menos, atrayendo abundancia en lugar de
pobreza, prosperidad en lugar de fracaso.
Oh, cuán a menudo hacemos de nuestra mente un imán para atraer
todo tipo de pensamientos enemigos, pensamientos de pobreza, pensamientos
de enfermedad, pensamientos de miedo y pensamientos de preocupación, y
después, de alguna manera esperamos que se realice un milagro, y que de
estas causas negativas podamos obtener resultados positivos. Ningún milagro
puede realizar un cambio como este. Los resultados se corresponden con las
causas. Antes de que podamos ser conquistados por la pobreza, debemos,
antes que nada, ser pobres mentalmente. El pensamiento de la pobreza, la
aceptación de un entorno empobrecido como una condición inevitable de la
que no puedes escapar, te mantiene en la corriente de la pobreza y atrae más
pobreza hacia ti. Es la operación de la misma ley que atrae las cosas buenas,
un mejor entorno, a aquellos que piensan en la abundancia, la prosperidad,
quienes están convencidos de que van a estar bien, y trabajan con confianza,
con optimismo, hacia ese fin.
La ley de atracción no nos trae las cosas que más deseamos, las cosas
que más anhelamos, sino lo nuestro, lo que ha vivido en nuestros
pensamientos y nuestra mente, dominado en nuestra mentalidad, en nuestra
actitud mental, eso es lo que nos trae. Puede ser que esta ley nos haya traído
las cosas que odiamos y queríamos eliminar, pero nos hemos centrado en
ellas y, debido a que formaron el modelo mental, los procesos de la vida las
construyeron en nuestras vidas. La ley de la atracción a menudo nos trae
odiados compañeros de cama, pero han vivido tanto tiempo en nuestras
mentes, que deben convertirse en parte de nuestras vidas, por la ley misma de
que, los semejantes se atraen. Hasta hace poco, muchos de nosotros no
entendíamos a que se refería Job cuando dijo: "Todo lo que yo temía, lo que
más miedo me causaba, ha caído sobre mi". [Job 3:25] Ahora sabemos que
expresaba una ley psicológica que es tan infalible como las leyes de las
matemáticas. Sabemos que las cosas que más tememos, las cosas que nos
horrorizan y de las que queremos huir, realmente las estamos persiguiendo
por nuestro propio miedo a ellas. Al predecirlas y visualizarlas en nuestras
mentes, las estamos atrayendo hacia nosotros mismos, y cuando hacemos
esto damos la espalda a las cosas que más anhelamos. Llegará el momento en
que la ley de la atracción será conocida como el poder más grande en la
creación. Esta es la ley sobre la cual se construyen todos los éxitos, todos los
caracteres, todas las vidas. La atracción mental es el único poder sobre el cual
podemos construir cualquier cosa exitosamente.
Es una ley inevitable, un principio inexorable, que todo atrae hacia sí
mismo todo lo demás que es similar a sí mismo, que todas las afinidades
tienden a unirse, y cuando conviertes tu mente en un imán atraerá de acuerdo
con su calidad, de acuerdo con tu visión mental, tus pensamientos, tus
motivos, tu actitud dominante. El dicho "El dinero atrae el dinero" es solo
otra forma de enunciar la ley, "los semejantes se atraen".
Las clases prósperas piensan en la prosperidad, creen en ella, trabajan
por ella, no dudan ni por un momento sobre su derecho a tener todo el dinero
y todas las cosas buenas que necesitan, y por supuesto que las obtienen. Están
cumpliendo con la letra y el espíritu de la ley de la atracción. Un Rockefeller,
un Schwab, usaron esta ley de una manera magistral para amasar una gran
fortuna. El vendedor de periódicos uso la misma ley al vender sus periódicos,
luego dirigiendo un puesto de periódicos y escalando gradualmente a la
alcaldía de su ciudad o pueblo. Todos usamos esta ley de atracción sin
importar si la conocemos o no. La usamos en cada instante de nuestras vidas.
Mucha gente se pregunta por qué los hombres malos, los hombres
perversos, los hombres viciosos tienen éxito en los negocios, en hacer dinero,
en acumular una fortuna, mientras que el hombre bueno y correcto, no parece
ser capaz de avanzar. Ellos no tienen el don de la acumulación en la forma de
ganar dinero. Las cosas buenas no parecen llegar a ellos. Si hacen una
inversión, casi siempre pierden; compran en el mercado equivocado o venden
en el mercado equivocado. Ahora bien, la moral de un hombre no tiene
especialmente nada que ver con sus facultades para ganar dinero, excepto que
la honestidad es siempre y en todas partes la mejor política de negocio. Es
sólo una cuestión de obedecer la ley de acumulación, la ley que los
semejantes se atraen. Un hombre muy malo puede obedecer la ley de la
acumulación, la ley de atracción, y acumular una gran fortuna. Si él es
honesto, sus otros defectos e inmoralidades, sus vicios, no impedirán el
funcionamiento de la ley. La ley es amoral: no es moral ni inmoral. Miles de
personas están atrayendo cosas equivocadas porque no conocen la ley. Nunca
aprendieron que el gran secreto de la salud, la felicidad y el éxito radica en
mantener la actitud mental que construye, que edifica, la actitud mental que
atrae hacia nosotros las cosas buenas que deseamos. Ellos nunca han
aprendido la diferencia entre construir y derribar pensamientos; la diferencia
entre pensamientos de éxito y fracaso; de hecho, ellos no saben que todo lo
que nos llega en la vida, en nuestras tareas, grandes o pequeñas, es en gran
parte una cuestión del tipo de pensamientos que tenemos en la mente.
Nosotros podemos atraer lo que deseamos tan fácilmente como
podemos atraer lo que odiamos y despreciamos, aquello que anhelamos que
desaparezca. Es simplemente una cuestión de mantener la imagen de la cosa
en la mente. Ese es el modelo el cual los procesos de la vida construirán en
nuestro entorno y que manifestaremos. Los iguales se atraen, fracaso más
fracaso, pobreza más pobreza. El odio atrae más odio, la envidia más envidia,
los celos más celos y la maldad más maldad. Todo tiene poder para atraer su
especie. El sentimiento de celos u odio es una semilla sembrada en el gran
suelo cósmico que nos rodea, y las leyes eternas nos devuelven una cosecha
del mismo tipo. Lo que sembramos cosechamos, así como la tierra nos
devolverá exactamente lo que ponemos en ella. Nada tiene el poder de
reproducir nada más que a sí mismo. No hay excepción a esta ley. La ley no
puede compadecerse o ayudarte si te rompes un hueso o te lesionas, al igual
que la ley de electricidad no puede ayudarte si abusas de ella. Te matará si
infringes la ley. Pensar y preocuparse por las cosas que no queremos, o temer
que vengan a nosotros, no es más que invitarlas; porque cada impresión se
convierte en una expresión, o tiende a hacerlo, a menos que la impresión sea
neutralizada por su opuesto. Si pensamos demasiado acerca de nuestras
pérdidas, demasiado sobre nuestro posible fracaso, todas estas cosas tenderán
a traernos lo que estamos tratando de evitar.
En cada mano vemos esta ley de semejantes atrayéndose,
ejemplificado en las vidas de las multitudes empobrecidas, quienes, por
ignorancia de la ley, se mantienen en su desafortunada condición saturando
sus mentes con la idea de la pobreza; pensando, actuando y hablando de
pobreza; viviendo en la creencia de su permanencia; temiendo, asustados y
preocupados de ella. No se dan cuenta, nadie les ha dicho nunca, que
mientras la gente vea mentalmente al lobo hambriento en la puerta y el
hospicio enfrente de ellos; mientras no esperen otra cosa que carencia,
pobreza y condiciones difíciles, ellos se están dirigiendo hacia estas cosas;
están haciendo que sea imposible que la prosperidad vaya en su dirección. La
forma de atraer la prosperidad y sacar la pobreza de la vida es trabajar en
armonía con la ley en lugar de ir contra ella.
Esperar la prosperidad, creer con todo tu corazón que vas a ser
próspero, que ya lo eres, sin importar cómo las condiciones actuales parezcan
contradecir, es la primera condición de la ley para lograr lo que deseas. No
puedes obtenerlo dudando o temiendo. Cualquier cosa que visualicemos y por
lo que trabajemos, lo obtendremos. Lo que más frecuentemente visualizamos,
en lo que más pensamos, se está tejiendo constantemente en la estructura de
nuestras vidas, convirtiéndose en parte de nosotros mismos, aumentando el
poder de nuestro imán mental para atraernos esas cosas. No importa si son
cosas que tememos e intentamos evitar o cosas que son buenas para nosotros,
que anhelamos obtener. Mantenerlas en la mente aumenta nuestra afinidad
por ellas e inevitablemente las trae a nuestras vidas.
Es un hecho curioso que mucha gente parezca pensar que uno debe
pasar años como aprendiz para convertirse en un experto en cualquier tipo de
actividad, en los negocios o en una profesión, pero que en lo que respecta a la
prosperidad, es en gran parte una cuestión de suerte, del destino, algo que no
puede verse afectado por algo que puedan hacer. Dicen: "Bueno, yo no estaba
hecho de esa manera. No soy un hacedor de dinero natural, y nunca podré
serlo". O se excusan sobre la base de que sus padres y los que los
precedieron, nunca fueron grandes hacedores de dinero, y que ellos
simplemente se ganaban la vida. No hay nada peculiar en la prosperidad más
que en la eficiencia legal o la maestría en leyes o medicina. Su realización es
puramente una cuestión de concentración y de preparación; una cuestión de
enfocar todos nuestros poderes en la ley de prosperidad para atraer la
prosperidad y hacernos expertos en alcanzarla.
La ley de la prosperidad, de la opulencia, es tan definida como la ley
de la gravitación, y funciona igual de certera. Su primer principio es mental.
La riqueza se crea mentalmente primero; se piensa antes de que se convierta
en realidad. Si deseas atraer éxito, mantén tu mente saturada con la idea de
éxito. Desarrolla una actitud mental que atraiga el éxito. Cuando piensas en
éxito, cuando lo actúas, cuando lo vives, cuando lo hablas, entonces lo estás
atrayendo.
Una vez que tengamos esta ley de atracción totalmente fija en
nuestras mentes, tendremos cuidado de atraer a nuestros enemigos,
contactarlos a través de nuestra mente, pensar en ellos, preocuparnos por
ellos, temerles. Tendremos el tipo de pensamientos que atraerán las cosas que
anhelamos y buscamos, no las que tememos, despreciamos y tratamos de
evitar. Es tan fácil atraer lo que quieres como atraer lo que no quieres. Es solo
cuestión de mantener el pensamiento correcto y hacer el esfuerzo correcto.
No hay excepción en la ley de atracción, al igual que en la ley de la
gravitación o las leyes de las matemáticas.
CAPÍTULO 3

NO DESVIES LA PROSPERIDAD

Mientras sostengas el pensamiento del hospicio te estas dirigiendo


hacia el hospicio. Un pensamiento estrecho y mezquino significa un
suministro estrecho y mezquino.
El hombre que siembra pensamientos de fracaso, pensamientos de
pobreza, no puede cosechar éxitos, recoger prosperidad, así como un granjero
no puede obtener una cosecha de trigo de la siembra de cardos.
No importa cuán duro trabajes, si mantienes tu mente saturada de
pensamientos de pobreza, imágenes de pobreza, estás alejando lo que estás
buscando.
Deja de pensar en problemas si quieres atraer su opuesto; deja de
pensar en la pobreza si deseas atraer abundancia.
Rehúsa tener algo que ver con las cosas que temes, las cosas que no
quieres. Estás dudando y mirando hacia el lado equivocado, mirando desde
una perspectiva negra, deprimente y sin esperanza que mata el esfuerzo y
paraliza la ambición.

Un hombre me dijo una vez que, si estuviera seguro de que él nunca


tendría que ir al asilo, y que tendrá suficiente para cubrir las necesidades de
su familia, estaría perfectamente satisfecho. Dijo que evidentemente no
pretendía tener una vida de lujos, sino que se contentaba con una vida simple;
él siempre había sido un hombre pobre y siempre había esperado ser pobre,
porque su gente antes que él también había sido pobre. Ahora, él era un gran
trabajador, pero era esta actitud mental de siempre esperar ser pobre,
creyendo que siempre sería pobre, lo que le impedía atraer la prosperidad. Él
no esperaba la prosperidad y, por supuesto, no podía atraer lo que no
esperaba. Solo quería arreglárselas bien, porque eso era todo lo que esperaba
hacer. Una de las principales razones por las cuales la gran masa de seres
humanos vive vidas tan mezquinas, tacañas y empobrecidas es debido a sus
actitudes mentales negativas, sus dudas, temores y preocupaciones, su falta
de fe, atraen estas condiciones.
En las escrituras se nos dice que "la ruina de los pobres es su
pobreza". Es decir, su pensamiento de pobreza, su convicción de pobreza, su
expectativa de pobreza y creencia de pobreza, su perspectiva mental
desesperanzada aleja la prosperidad. Lo peor de la pobreza es el pensamiento
de pobreza, la creencia en la pobreza. Miles de personas nunca esperan estar
cómodas, sin mencionar los lujos y refinamientos de la vida. Ellos esperan la
pobreza y no comprenden que esta expectativa aumenta el poder de su imán
mental para atraer necesidad y limitación, a pesar de que intentan alejarse de
ella; porque siempre nos dirigimos hacia nuestras expectativas y
convicciones.
La pobreza comienza en la mente. La mayoría de la gente pobre sigue
siendo pobre porque, para empezar, son indigentes mentales. No creen que
alguna vez serán prósperos. Su invariable tendencia de pensamiento, su
convicción fija es que el destino y las condiciones están en contra de ellos;
nacieron pobres y esperan siempre ser pobres. Anda entre los más pobres en
los barrios marginales y los encontrarás siempre hablando de pobreza,
lamentando su destino, su mala suerte, la crueldad y la injusticia de la
sociedad. Ellos te dirán cómo son pisoteados por las clases altas, oprimidos
por sus codiciosos empleadores, o por un injusto orden de cosas que no
pueden cambiar. Ellos se consideran a sí mismos víctimas en lugar de
triunfadores, como conquistados en lugar de conquistadores. El gran
problema con la mayoría de las personas que no alcanzan sus anhelos, es que
enfrentan la vida de la manera equivocada. No entienden el tremendo poder
de la influencia de la actitud mental habitual en la formación y creación de
condiciones.
Es realmente lamentable ver a la gente esclavizándose a sí misma,
tratando de salir adelante, pero todo el tiempo se van desviando de las cosas
buenas, las cuales vendrían a su camino si ellos no las alejaran por su
convicción de que en el mundo no hay mucho para ellos; nada más que una
vida simple y eso en el mejor de los casos. En realidad, ellos están alejando
las mismas cosas que podrían fluir hacia ellos en abundancia, si mantuvieran
la actitud mental correcta. En todos los ámbitos de la vida vemos a hombres y
mujeres alejando las cosas que quieren. La mayoría de las personas piensa en
lo que no quiere. Van por la vida tratando de construir vidas felices,
prósperas y saludables a partir del pensamiento negativo y destructivo,
neutralizando siempre los resultados de su arduo trabajo. Se entregan a las
preocupaciones, miedos y envidias, en pensamientos de odio y venganza, y
llevan habitualmente una actitud mental que significa la destrucción de la
salud, el crecimiento y la posibilidad creativa. Sus vidas están dirigidas en un
tono menor. Siempre hay una tendencia hacia abajo en su pensamiento y
conversación. Nueve de cada diez personas que se quejan de ser pobres y
fracasados se dirigen en la dirección equivocada, se alejan de la condición o
cosas que anhelan. Lo que necesitan es darse la vuelta para que puedan mirar
su objetivo en lugar de darle la espalda con su pensamiento destructivo e ir en
la otra dirección. Los Morgan, Wanamakers, Marshall Fields, Schwabs,
pensaron en la prosperidad, y la obtuvieron. Ellos no anticiparon la pobreza;
ellos no anticiparon el fracaso; ellos sabían que iban a ser prósperos y
exitosos, porque ellos habían eliminado todas las dudas de sus mentes.
La duda es el factor que mata el éxito, del mismo modo que el miedo
al fracaso mata la prosperidad. Todo es mental primero, ya sea el fracaso o el
éxito. Todo pasa a través de nuestra consciencia antes de que sea una
realidad. Multitudes de personas que trabajan duro y hacen todo lo posible
por progresar, se sorprenderían si pudieran ver una imagen mental de sí
mismos dirigiéndose hacia el hospicio, de hecho, como en realidad lo están
haciendo en pensamiento. No saben que, por una ley inexorable, ellos se
dirigen hacia su actitud mental, cuando continuamente piensan y hablan de la
pobreza y lo sugieren por su vestimenta descuidada, su apariencia personal y
su entorno, cuando predicen que no hay nada para ellos excepto la pobreza,
que siempre serán pobres, sin importar cuán duro puedan trabajar. No saben
que sus dudas y miedos y sus convicciones de pobreza están haciendo que sea
imposible la prosperidad para ellos. No saben que mientras tengan tales
pensamientos, ellos no podrán dirigirse hacia la meta de la prosperidad.
La suma total de nuestra vida es en lo que nos hemos concentrado. Si
la pobreza o la opulencia, si el éxito o el fracaso, si la prosperidad o la
necesidad han ocupado nuestras mentes, si hemos centrado nuestra atención
en uno de estos, eso es justo lo que veremos incorporado en nuestra vida. Lo
que tienes, mi amigo, lo que te rodea, es una reproducción de tu pensamiento,
tu fe, tu creencia en tus esfuerzos; es de lo que has sido consciente. Nuestros
pensamientos, nuestra fe, nuestras creencias, nuestros esfuerzos, todo se
materializa y se manifiesta a nuestro alrededor. Nuestras palabras se
convierten en carne y viven con nosotros; nuestros pensamientos, nuestras
emociones, también se convierten en carne y viven con nosotros; se
convierten en nuestro entorno y nos rodean. Solo hay una manera de escapar
de la pobreza, y eso es dándole la espalda. Comienza de inmediato sacando
de tu mente el pensamiento de pobreza, el miedo a la pobreza. Asume tanto
como te sea posible, una apariencia próspera; piensa en la manera en que
quieres ir; espera obtener lo que buscas, lo que anhelas, y lo obtendrás.
Mentalmente y físicamente, en tu ropa, en tu entorno, en tu hogar, en tu
conducta, borra, tanto como puedas, todas las señales de pobreza. Afirma con
Walt Whitman: "Yo mismo soy la fortuna". No permitas la despreocupación
en tu hogar, el aspecto andrajoso en tus hijos o tu esposa que son una
publicidad desfavorable de ti.
El miedo a la pobreza es el mayor poder. Eso es lo que le da su
dominio sobre las masas. Deshazte de tu miedo a ello, amigo mío. Deja que
el pensamiento de prosperidad tome el lugar del pensamiento de pobreza, del
miedo a la pobreza en tu mente. Si has sido desafortunado, no anuncies tu
desaliento. Péinate, prepárate, vístete, limpia; y, sobre todo, mira hacia arriba
y piensa alto. Arregla tu hogar, por humilde que sea. Recuerda que una
corriente de abundancia no fluirá hacia un pensamiento saturado de pobreza.
Un pensamiento estrecho y mezquino significa un suministro escaso. Pensar
en la abundancia, la opulencia y desafiar las limitaciones, abrirán la mente y
establecerán las corrientes de pensamiento hacia un suministro mucho mayor.
Si todas las personas empobrecidas en el mundo dejaran de pensar en la
pobreza, dejaran de habitar en ella, preocupándose por ella y temiéndole; si
borraran el pensamiento de pobreza de sus mentes; si cortaran mentalmente
toda relación con la pobreza y la sustituyeran con el pensamiento opulento, el
pensamiento de prosperidad, con la actitud mental que mira hacia la
prosperidad, el cambio en su condición sería sorprendente. El Creador nunca
hizo una persona para que fuera pobre. No hay nada en su constitución que se
ajuste a la penuria y la pobreza. El hombre fue creado para la prosperidad, la
felicidad y el éxito. No fue hecho para sufrir como tampoco fue hecho para
volverse loco o ser un criminal.
Miles de personas literalmente se han alejado de una vida de pobreza
al vislumbrar ese gran principio fundamental: que tendemos manifestar en la
vida aquello que persistentemente sostenemos en el pensamiento y
vigorosamente luchamos por ello. No pienses que al mantener el pensamiento
constructivo y creativo solo de vez en cuando, o simplemente cuando puedas
sentirlo, vas a contrarrestar la influencia de sostener el pensamiento
destructivo la mayor parte del tiempo. Muchas personas que realizan un
tratamiento para la prosperidad y la opulencia, siguen sosteniendo el
pensamiento de necesidad y carencia, y esa es la razón por la cual su oración
no es respondida. Consiguen todo lo contrario, porque ese es el pensamiento,
la expectativa que predomina en la mente. Nuestra convicción es mucho más
fuerte que nuestra fuerza de voluntad. Ninguna fuerza de voluntad puede
ayudarte a hacer algo cuando estás convencido de que no puedes. Por
ejemplo, si estás convencido que te está afectando una enfermedad fatal, la
cual crees haber heredado, este pensamiento es infinitamente más fuerte que
tu voluntad para evitarlo. No podemos escapar de nuestras convicciones.
Ellas están construidas en la mente, están integradas en la vida y el carácter.
Si estás convencido de que vas a ser pobre, de que nunca serás próspero, no
importa cuánto trabajes, tus convicciones triunfarán y vivirás y morirás en la
miseria.
Un hombre nunca será nada más que un mendigo mientras tenga
pensamientos míseros. Si estás viviendo en el pensamiento de la limitación,
la convicción de la carencia y la necesidad, el miedo a la pobreza, la creencia
de que nunca puedes ser próspero, te estás abatiendo a ti mismo y te estás
retrasando. Estás sembrando semillas que deben producir una cosecha similar
a sí misma. El niño que siembra su semilla de avena silvestre también podría
esperar obtener la cosecha opuesta, así como tú lo haces saturando tu mente
con pensamientos de pobreza, carencia, necesidad, pensamientos limitantes, y
esperando una cosecha de prosperidad. Si estás pensando pensamientos
empobrecidos, saturando tu mente con pensamientos limitantes, debes
esperar una cosecha correspondiente y la obtendrás, lo esperes o no.
En mi juventud, una de las cosas más difíciles de entender en la
Biblia, fue la declaración: "Al que tiene, se le dará". No podía reconciliar esto
con la Biblia. Parecía positivamente injusto. Pero ahora sé que ilustra una ley.
"Al que tiene se le dará", porque al obtener lo que tiene, la persona ha hecho
de su mente un imán para atraer más. Por otro lado, "al que tiene poco, aun lo
que tiene se le quitará", porque se está dirigiendo mentalmente en la dirección
equivocada. Está cerrando las avenidas de suministro con sus pequeños
pensamientos, sus dudas y miedos. Él no está en condición mental de obtener
más, de atraer más. Si quieres demostrar prosperidad, debes pensar en la
prosperidad; debes mantener tu mente completamente hacia la prosperidad;
debes saturar tu mente con ello, al igual que un estudiante de leyes, debe
saturar su mente con la ley, debe pensarla, debe leerla, debe hablarla, debe
mantenerse con los abogados y lo más posible en un ambiente legal, para
tener éxito como abogado.
Se pretendía que tuviéramos abundancia de las cosas buenas del
universo. Ninguna de ellas nos es retenida excepto por nuestra actitud mental
empobrecida. No hay más carencia para un ser humano de todo lo que el
corazón puede desear que la carencia de agua o suministro de alimentos para
los peces en el gran océano. El pez nada en el océano de suministro, como
nosotros nadamos en el gran océano cósmico de suministro que nos rodea.
Todo lo que tenemos que hacer es abrir nuestras mentes, nuestra fe, nuestra
confianza, a su realidad, y usar nuestro esfuerzo inteligente para obtener todo
el bien que hay en el, eso es todo lo que necesitamos y deseamos.
CAPÍTULO 4

ESTABLECIENDO LA
CONSCIENCIA CREATIVA

El comienzo de cada logro debe estar en tu consciencia.


Tenemos poder ilimitado, recursos ilimitados, en el gran interior
nuestro, pero hasta que despertemos a una consciencia de este poder oculto,
no podemos usar esos recursos invisibles.
La consciencia de poder crea poder. De lo que somos conscientes, eso
poseemos.
En proporción a la intensidad, la persistencia, la vivacidad, la
determinación de tu consciencia de lo que deseas, comienzas a crearlo, a
atraerlo.
El Creador no pone límite a nuestro suministro. No hay limitación de
nada que necesitemos excepto en nuestra propia consciencia.

El gran problema con aquellos de nosotros que vivimos en un mundo


de deseos y anhelos no cumplidos, es que no poseemos la consciencia
correcta. Dr. Perry Green correctamente dice que el lamento de Job - "Lo que
más temía, me sobrevino" - debería cambiarse a "La cosa de la cual yo era
más consciente, me sobrevino". En otras palabras, lo que mantenemos en
nuestra consciencia es lo que sale de las realidades del mundo invisible y
toma forma visible en nuestras vidas de acuerdo con su naturaleza, pobreza o
prosperidad; salud o enfermedad; felicidad o miseria.
Todo el secreto del crecimiento y desarrollo individual está encerrado
en nuestra consciencia, porque esta es la puerta de la vida misma. Cada
experiencia; ya sea de alegría o tristeza, de salud o enfermedad, de éxito o
fracaso, debe venir a través de nuestra consciencia. No hay otra manera por la
cual pueda entrar y convertirse en parte de la vida. Tú no puedes tener
aquello de lo que no eres consciente; tú no puedes hacer aquello que no eres
consciente de poder hacer. En resumen, es una ley inmutable que, lo que sea
que mantengas en la mente, creyendo que puedes hacer o conseguir, es lo que
se manifestará en tu vida. Lo que Job tenía en su consciencia fue lo que vino
sobre él. Juana de Arco salvó a su país, porque desde la infancia ella sostuvo
la consciencia de que había nacido para hacer eso. Esta pobre campesina
analfabeta, no sabía nada sobre la gran ley de atracción mental, pero
inconscientemente trabajaba con ella. Sin su consciencia de victoria, ella
nunca podría haber realizado su asombroso trabajo. Es la consciencia
triunfadora la que logra la victoria en todas las edades y en todos los campos.
Después de muchos años de estudio de las vidas y los métodos de los
hombres exitosos en cada departamento de la vida, he descubierto que
aquellos que triunfan de manera notable, son grandes creyentes en sí mismos,
en su poder para tener éxito en las cosas que emprenden. Grandes artistas,
científicos, inventores, exploradores, generales, hombres de negocios y otros,
que han hecho las cosas más importantes en su especialidad, siempre han
tenido la consciencia triunfadora. El éxito fue el objetivo que visualizaron
constantemente, y nunca vacilaron en su convicción de que lo alcanzarían.
Los hombres fallan, no por falta de habilidad, sino porque no poseen
la consciencia triunfadora, la consciencia de éxito. Ellos no viven con la
expectativa de ganar, en la creencia de que lograrán alcanzar el objeto de sus
anhelos. Viven más bien en la expectativa de un posible fracaso, con miedo a
la pobreza, y necesitados y obtienen lo que sostienen en la mente, en lo que
regularmente habitan.
La consciencia estrecha, reducida, limitada, empobrecida y llena de
miedo; la consciencia que espera retornos mínimos, que espera pobreza y no
cree que obtendrá algo mejor, es responsable de más pobreza que cualquier
otra cosa. Nuestra consciencia es parte de nuestra fuerza creativa; es decir,
pone la mentalidad en una posición para atraer su afinidad, eso que es similar
a sí mismo. Una consciencia de penuria no puede demostrar una fortuna; una
consciencia de fracaso no puede demostrar el éxito. Sería contra la ley. Si
estás sumido en la pobreza y el fracaso, no tienes a nadie a quien culpar sino
a ti mismo, porque estás trabajando en contra de la ley. Estás sosteniendo la
consciencia de pobreza, viviendo en el pensamiento de fracaso.
Tal vez te estés preguntando por qué no puedes crear algo que
coincida con tus anhelos, tus deseos, cuando todo el tiempo estás llenando tu
mente de tanto desaliento, tantas imágenes negras, lúgubres y sin esperanza,
que toda tu vida está saturada con la consciencia de fracaso. Tal ve, sientes
que algo, alguna fuerza invisible, la mala suerte o algún destino cruel te está
frenando. Algo te está frenando, pero no es suerte ni destino; es tu actitud
mental desanimada, la consciencia desafortunada que has estado manteniendo
por años. Mientras intentabas construir en el plano material, estabas
neutralizando todos tus esfuerzos destruyendo constantemente en el plano
mental. Tú has estado obedeciendo la ley negativa que destruye y mata,
frustra y arruina, en lugar de la ley positiva que produce; que crea, construye,
embellece, desarrolla las cualidades divinas del hombre y glorifica su vida.
Toda la vida y sus logros, sus posibilidades, dependen de nuestra
consciencia, y podemos desarrollar cualquier tipo de consciencia que
deseemos. El gran músico ha desarrollado una consciencia musical de la cual
la mayoría de nosotros somos ignorantes, porque no somos conscientes de
este modo de actividad. Nuestra consciencia musical no ha sido desarrollada.
El matemático, el astrónomo, el escritor, el médico, el artista, el especialista
en cualquier línea, han desarrollado una consciencia particular y manifiesta
los frutos de esa consciencia. Él manifiesta y disfruta de un poder especial
justo en proporción en la que ha desarrollado su consciencia de especialidad.
¿Qué tipo de conciencia deseas desarrollar? ¿Qué quieres obtener, hacer,
convertirte? Debes ser muy firme en este punto, ya que el primer paso hacia
el desarrollo de una nueva consciencia es obtener un control completo sobre
tu propósito, tu deseo, tu objetivo; obtener una imagen fija firmemente en tu
mente; que sea dominante en tus pensamientos, en tus actos, en tu vida. Es así
como el abogado exitoso al comienzo desarrolla una consciencia de ley; el
médico exitoso, una consciencia médica; el hombre de negocios exitoso, una
consciencia empresarial. Es de suma importancia comenzar bien, porque
cualquiera que sea la consciencia que desarrolles, tu mente atraerá aquello
que tiene afinidad por ello, atraerá hacia ti el material para tu construcción.
Lo siguiente es establecer la convicción de que puedes lograr lo que desees.
Este es un gran paso en el camino del logro, ya que la convicción es más
fuerte que la fuerza de voluntad. Es decir, puede que te resulte difícil hacer
algo, pero si estás convencido de que no puedes hacerlo, la convicción de tu
incapacidad prevalecerá sobre tu fuerza de voluntad. Tu convicción es tu
mejor herramienta para el logro. Esto es lo que ha permitido a tantos niños y
niñas pobres escalar al alto puesto y al poder a pesar de todo tipo de
obstáculos, y a menudo en contra de la opinión y el consejo de quienes los
conocían mejor. Ellos estaban tan conscientes de su capacidad para hacer lo
que querían hacer, y tan convencidos de que podían hacerlo, que nada pudo
retenerlos de lo propio. El comienzo de cada logro debe estar en tu
consciencia. Ese es el punto de partida de tu plan creativo. En proporción a la
intensidad, la persistencia, la vivacidad, la precisión de tu consciencia
respecto a lo que deseas, tú comienzas a crear en cualquier línea. Por
ejemplo, la consciencia de poder revela poder; la consciencia de supremacía
es equivalente a la supremacía misma; la consciencia de autoconfianza es la
que nos da la seguridad de que somos iguales a lo que emprendemos. De lo
que somos conscientes, ya lo poseemos. Pero no podemos entrar en posesión
de nada de lo que no seamos conscientes. Es decir, no puede ser nuestro hasta
que nos volvamos conscientes de ello. Si no eres consciente de la capacidad
de tener éxito, no puedes tener éxito. Si no eres consciente de tu propia
superioridad, no puedes ser superior. Pero si mantienes en tu consciencia la
imagen de maestría; si tienes en mente el pensamiento de superioridad, estás
poniendo en funcionamiento una pequeña ley de maestría, una pequeña ley
de superioridad, y comienzas a manifestar estas cosas en tu vida. Tenemos
poder ilimitado, recursos ilimitados, en nuestro Gran interior, pero hasta que
despertemos a una consciencia de este poder oculto, a esos recursos
invisibles, no podemos usarlos.
Hace algún tiempo, un amigo mío vio a una mujer pequeña y delicada
saltar una alta reja cuando se asustó por el repentino acercamiento de una
vaca que ella confundió con un toro. Esta mujer le dijo que, en condiciones
normales, no podría haber hecho eso, más de lo que podría haber levantado
una esquina de su casa desde sus cimientos. Pero ella pensó que su vida
estaba en peligro, y, en su gran apuro, por un momento, se hizo consciente
del poder interno. Al ver a la vaca corriendo hacia ella, e imaginando que era
un toro enojado, no tuvo tiempo de dejar que la controlaran sus dudas y
temores acerca de si podía saltar sobre la reja. Era el único medio de escape a
la vista, y con la consciencia despierta del poder latente dentro de ella, saltó
por encima de la reja sin dificultad. Pero cuando el peligro imaginado había
pasado, perdió la consciencia de su fuerza oculta y recayó en su condición
normal de debilidad. Hay numerosos casos registrados en los que inválidos y
lisiados, personas que habían estado paralizadas durante años, que sentían
que no podían hacer nada, se levantaron de sus camas cuando un incendio o
un terrible accidente puso en peligro sus propias vidas o las vidas de sus seres
queridos, y luego y allí realizaron hazañas maravillosas, moviendo pesados
muebles en una casa en llamas, rescatando niños, y haciendo otras cosas que
hubieran parecido milagrosas incluso para hombres fuertes. Una y otra vez,
las inusuales emergencias nos dan una consciencia fugaz de nuestra vasta
reserva de poderes y realizamos prodigios que nos sorprenden, pero no
continuamos exigiéndolos y la consciencia de que es posible que hagamos
algo fuera de lo común, escapa de nosotros y nuestros recursos
inconmensurables permanecen intactos. Emerson dice: "Cada alma no es sólo
la entrada, sino que puede convertirse en la salida de todo lo que está en
Dios". La consciencia de esta gran verdad es el secreto de todo poder. Es la
plena realización de nuestra conexión con la Omnipotencia, con la
Omnisciencia, con la Fuente de todo lo que existe la que nos permite usar los
vastos poderes que están dentro de nosotros, siempre a nuestro alcance,
esperando alcanzar nuestros fines.
El Creador no pone límite a nuestro suministro. No hay limitación de
ninguna cosa que necesitemos, excepto en nuestra propia consciencia. Esa es
la puerta que, de acuerdo con su cualidad, nos deja fuera o nos deja entrar al
gran almacén de suministro infinito. La consciencia estrecha y tacaña nunca
se pone en contacto con este suministro. Es el hombre que tiene fe en su
propio poder para cumplir cualquier exigencia que la vida pueda hacerle, el
que gasta su último dólar sin miedo, porque conoce la ley del suministro y
está en contacto con un flujo de abundancia que siempre aumenta. Pero el
que acumula su último dólar temblando con miedo, y asustado de dejarlo ir,
aunque tenga hambre, el que siempre lleva en su mente una vívida imagen
del lobo en la puerta, nunca conquista la pobreza, porque nunca obtiene la
consciencia de prosperidad.
Una maravillosa inspiración y coraje viene al hombre que sigue la
tendencia esperanzada en su naturaleza que le hace confiar y mirar hacia
arriba, sin importar cuán oscuro sea el panorama. La fe en el Poder que
ordena todas las cosas le dice que hay un rayo de luz en la nube negra que
temporalmente apaga la luz, y él sigue serenamente, con la confianza de que
sus planes tendrán éxito, que sus demandas serán cumplidas. Él tiene la
consciencia que le asegura, que pase lo que pase, "Dios está en su Cielo, todo
está bien con el mundo". Si mantienes esto en mente, que siempre estamos
creando, siempre estamos manifestando en nuestras vidas las condiciones que
tenemos en nuestra consciencia, no cometerás el error que millones están
cometiendo hoy, manifestando las cosas que no desean en su lugar de las
cosas que desean.
Cuando nos damos cuenta de que nuestro disfrute, nuestra felicidad,
nuestra satisfacción, nuestro logro, nuestro poder, nuestra personalidad, todo
depende de la naturaleza de nuestra consciencia - el objetivo y la dirección en
que se desarrolla, entonces no vamos a construir deliberadamente una
consciencia opuesta de lo que estamos luchando por alcanzar. Por el
contrario, tendremos constantemente en mente la consciencia de nuestro
anhelo, sea lo que sea, nosotros edificaremos la consciencia de los anhelos de
nuestro corazón, los deseos de nuestra alma; mantendremos la consciencia de
la verdad, la consciencia de Dios, la consciencia de armonía y la consciencia
prospera, y entonces realmente comenzaremos a vivir. Entonces la vida
significará algo más para todos nosotros de lo que ahora representa para la
mayoría de nosotros: una simple lucha por la existencia.
CAPÍTULO 5

DÓNDE COMIENZA LA PROSPERIDAD

Cualquier cosa que visualicemos intensamente y persistentemente por


el esfuerzo inteligente, tendemos a crear, vitalizar en forma, a construir en la
vida.
Es en el mundo invisible que el hombre, animado e inspirado por la
consciencia de su asociación con la Divinidad, está comenzando a encontrar
algunos de los secretos del universo, elevando la raza del animalismo y la
fatiga, cambiando la faz del mundo, empujando la civilización hacia nuevas y
más gloriosas alturas.
La riqueza ilimitada, el suministro inagotable para satisfacer nuestras
necesidades, las posibilidades inimaginables, están en la gran inteligencia
cósmica esperando el contacto del pensamiento humano para llevarlos a una
forma visible.
El mundo invisible a nuestro alrededor está lleno de infinitas
posibilidades, esperando nuestra semilla de pensamiento, nuestra semilla de
deseo, nuestra semilla de anhelo, nuestra semilla de aspiración, nuestra
semilla de prosperidad y éxito, respaldada por nuestro esfuerzo en el plano
material, para hacerlas manifiestas en las formas sobre el cual nos
concentramos.
No hay carencia de nada que necesitamos en la tierra de Dios más que
falta de luz solar. ¿Quién pensaría en quejarse de que el sol se niega a brillar
sobre él, que sus rayos no se posarán sobre él, que sus cultivos no llegarán a
la madurez, que no entibiará y alegrará su vida?
No hay carencia de luz solar, pero podemos aislarnos de ella. Si
elegimos vivir en las sombras, si bajamos a la bodega oscura donde el sol no
puede entrar, es nuestra culpa.
Durante su gira de conferencias en los Estados Unidos, el gran
científico Sir Oliver Lodge, hablando sobre "La realidad de lo Invisible",
dijo: "Nuestros sentidos no son un criterio de existencia. Fueron
evolucionando por razones terrenales, no para fines de filosofía, y si
rehusamos ir más allá de la evidencia directa de nuestros sentidos,
reduciremos nuestra perspectiva del universo a una medida desesperada y
casi imbécil". Es lo más difícil del mundo convencer a las personas de la
realidad de alguna cosa que no puedan percibir a través de los sentidos. Sin
embargo, las cosas más reales de las que sabemos algo son invisibles; nunca
han sido vistas por ojos mortales. Y aquí está la gran dificultad para la
mayoría de las personas en cambiar las condiciones indeseables; en alejarse
de la pobreza y las cosas que no los dejan avanzar. Ellos no pueden ver más
allá del presente; no han aprendido a visualizar el futuro, a ver más allá de las
cosas materiales a su alrededor en el mundo invisible, repleto de todas las
energías creativas, donde la mente comienza los procesos creativos. Ellos no
se dan cuenta de que todo en el mundo visible que el hombre ha producido
comenzó en una visión mental; que el poder de imaginar de la mente, de
visualizar las cosas que queremos que vengan a nuestras vidas, es un regalo
inestimable de Dios para el hombre, le permite sacar a la luz del mundo
invisible lo que quiera.
Cualquiera que sepa cómo usar este maravilloso poder puede
comenzar ahora a visualizar su futuro; verse a sí mismo como le gustaría ser;
verse mentalmente haciendo las cosas que le gustaría hacer; ocupando la
posición a la que aspira; y así se atraerá hacia sí mismo los medios necesarios
para construir, paso a paso, en el mundo material el futuro tal como lo ve en
su visión. Con la ayuda de la visualización podemos sacarnos de la pobreza,
de un entorno discordante y llevarnos hacia condiciones armoniosas, con
refinamientos y, si queremos, los lujos de la vida; o podemos usarlo mal y
mantenernos en la degradante pobreza, la limitación, reteniéndonos del
autodesarrollo, el despliegue de nuestras posibilidades y todas las alegrías de
la vida. Cualquier cosa que visualicemos de manera intensa y persistente, la
creamos, vitalizamos en forma, la incorporamos a la vida, la llevamos a lo
real. En otras palabras, la sustancia vital a partir de la cual el hombre modela
las circunstancias, el destino, está en el mundo invisible donde moran todas
las potencias y el poder.
Las fuerzas invisibles, los principios eternos, son los cimientos del
universo y las cosas que más hacen por el mundo hoy en día. Las fuerzas que
nos transportan a través del globo y traen sus partes más extremas a una
comunión instantánea; el poder de los principios de la química, de la
gravitación, de la cohesión, de la adhesión -todas las poderosas agencias que
operan en el universo y producen sus fenómenos- no las podemos ver, oír o
tocar, no podemos apreciarlas con nuestros sentidos solo sentimos sus
efectos; son cosas de las que sabemos poco, pero si sabemos que son grandes
realidades. ¿Quién sabe o quién ha visto qué hay detrás de estos grandes
principios, estas potencias que sabemos que existen? La Gravitación es una
fuerza invisible, que mantiene los cuerpos celestes en órbitas, mantiene el
mundo tan maravillosamente equilibrado en el espacio, girando a una
velocidad increíble alrededor del sol, ninguno de ellos varía en sus
revoluciones en sus órbitas ni una fracción de segundo en mil años. Debido a
que no podemos verla, saborearla, olerla o manejarla, ¿podemos decir que no
es una realidad? ¿Que no existe? Podemos ver y sentir los efectos de la
electricidad, pero ¿quién sabe qué es esta fuerza invisible? Los Edison, los
Bells, los Marconis han descubierto, a través de experimentos, ciertas cosas,
ciertas leyes que la rigen, a través de la operación de la que obtenemos calor,
energía y luz. La han puesto a trabajar para nosotros en una multitud de
formas. Transporta nuestros mensajes bajo los océanos y a través de todos los
continentes. Ya ha eliminado una gran parte del trabajo forzado del mundo, y
está destinada a servir a la humanidad de maneras que quizás ni siquiera los
científicos e inventores más sabios soñaron. Esta poderosa fuerza que ha
utilizado en sus miles de inventos, Edison confiesa que no sabe nada. Se
admira de este misterioso poder que ha salido de la inteligencia cósmica en
respuesta a sus esfuerzos. Él se considera simplemente como un canal a
través del cual algunos de sus secretos han sido transmitidos al hombre, para
hacer que la vida sea menos esforzada, más cómoda y más bella.
No tiene sentido que los escépticos y los materialistas digan que no
toman parte en nada que no puedan probar con los sentidos, cuando sabemos
que la fuerza real en las cosas en que vivimos, los elementos que nutren y
mantienen viva incluso la parte material de nosotros, son todos invisibles.
Nosotros no podemos ver los gases que construyen y sostienen la vida en el
aire que respiramos; no podemos ver el aire, sin embargo, lo llevamos a
nuestro cuerpo dieciocho o veinte veces por minuto y obtenemos el poder
silencioso e invisible que reside en el. La sangre lo absorbe y lo envía a los
miles de millones de células en nuestros cuerpos. No podemos ver ni
controlar su misteriosa potencia, pero, aun así, sabemos que no podríamos
vivir ni un minuto sin el. Nadie ha visto nunca la fuerza en la comida que
ingerimos, pero sabemos que está ahí, que recibimos fuerza de ella, y que
después de un tiempo la materia inerte aparentemente muerta, cobra vida en
el cuerpo; que actúa, tiene experiencias, trabaja, crea. A pesar de todos sus
maravillosos descubrimientos, la ciencia no ha sido capaz de descubrir los
secretos de las fuerzas invisibles operando en todas partes en el universo.
¿Quién puede ver o explicar el misterio del capullo desplegándose, la
expansión de la flor, la generación de la maravillosa fragancia y la
maravillosa belleza de la rosa? No obstante, sabemos que hay una realidad
detrás de ellos, una inteligencia que los planifica y les da forma, los lleva a su
gloriosa madurez. Sabemos que todas estas cosas provienen de la misma
Fuente Omnipotente, que son las creaciones de la Mente Divina.
Los científicos están demostrando que solo hay una sustancia, una
fuerza o esencia eterna en el universo, y que todo lo que vemos es una
expresión variable de la misma. Para los sentidos, esta sustancia universal,
que es la gran realidad detrás de todo lo que vemos, es inexistente. No la
podemos ver, ni tocar, ni saborear, ni oler. Sin embargo, todo el tiempo la
ciencia está acumulando pruebas de que todo lo que somos es simplemente
una modificación, un cambio de forma, un cambio de vibración de esta
sustancia universal, tal como la electricidad es una manifestación de fuerza en
varias formas. Nosotros creemos que vivimos en un mundo material, pero en
realidad vivimos en un mundo mental, un mundo de pensamiento
externalizado, un mundo controlado y guiado por fuerzas invisibles.
Contactamos con cosas materiales solo en algunos puntos de nuestras vidas.
La parte corporal de nosotros es alimentada, calentada y vestida por cosas
materiales, pero vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser en lo invisible.
Cuando llegamos a la realidad de nosotros mismos, el alma, el espíritu del
hombre, que es uno con Dios, vivimos completamente en un mundo invisible.
El ser real es el ser invisible. La persona cuyo reflejo vemos en el
espejo, no es más que la sombra de la realidad. El cuerpo material de carne y
hueso que vemos y podemos tocar con nuestras manos no es el verdadero ser.
Este está detrás de lo que vemos y tocamos. Está detrás de las células, detrás
de los átomos, detrás de los electrones que componen el cuerpo. La nueva
filosofía va atrás de la apariencia y nos muestra al ser real, el ser invisible.
Está revelando sus potencias y posibilidades ocultas, y señalando el camino
hacia su desarrollo y uso. Nos muestra que la persona frágil, enfermiza, débil,
desalentada, desconsolada, quejumbrosa, fracasada, la persona llena de
discordia, enfermedad, inarmonía, no es el ser que Dios creó; esa es la
criatura irreal que el hombre mismo ha creado. Este es el ser que el
pensamiento erróneo, la vida incorrecta y las ocasiones desdichadas han
creado, el ser que es víctima de sus pasiones, de sus estados de ánimo, de su
ignorancia sobre las realidades y las grandes verdades eternas de la vida.
Todos aprendimos de niños que el hombre está hecho a imagen y
semejanza de Dios, pero la nueva filosofía nos insta a actuar sobre esta
verdad; mirar más allá de la apariencia a la realidad, ver con el ojo interno al
ser real, el ser invisible, el cual es Uno con su Creador. Él es fuerte, vigoroso,
robusto, con poderes y cualidades divinas. Él coincide con el ideal de Dios.
No hay ninguna indicación de fracaso, de debilidad, de inestabilidad, de
enfermedad sobre él. Él es perfecto, inmortal, inmutable como la verdad
misma, porque el ser real es la verdad del ser, la realidad inmutable. No
importa cuáles sean sus condiciones o circunstancias, las cosas de Dios, el
principio de Dios, la divinidad en él todavía está intacta, sigue siendo
perfecta, aún contiene todas sus posibilidades, todavía está sellada con
nobleza, con éxito, con salud, con prosperidad, con armonía, con la imagen
de su Creador, porque la imagen y semejanza de Dios es perfecta, inmortal.
Si solo pudiéramos darnos cuenta de esto, y medir la vida con sus
infinitas posibilidades desde el punto de vista de la realidad inmutable del ser,
en lugar de hacerlo desde la cambiante irrealidad del cuerpo; si solo
pudiéramos mantener el pensamiento de que somos parte de la inteligencia
creativa del universo, copartícipes con Dios en nuestro trabajo aquí en la
tierra, cuánto más podríamos lograr, cuánto más alto podríamos subir, cuánto
más felices podríamos ser.
Cuando la persona se da cuenta de la tremenda importancia que tiene
la realidad de lo invisible; cuando capta la verdad de su unidad con su
Hacedor, la unidad de la vida, la unidad con la fuente de todas las cosas en el
universo, y que todo es una manifestación de la Mente Divina, entonces
tomará posesión del ilimitado poder que el Creador ha puesto en cada uno de
nosotros.
Cuando Cristo enfatizó el hecho de que el reino de los cielos está
dentro de nosotros, él quiso decir que este reino interior es idéntico con la
Mente Divina, y que allí el hombre toca la fuente de todo poder, de todo
suministro. El reino interior es el reino del poder, donde se inicia todo el
trabajo creativo del hombre. Es allí donde se conecta con la sustancia
universal, la gran energía creativa; y el pensamiento es la herramienta
invisible con la que modela sus creaciones. Actuando sobre la sustancia
oculta y misteriosa a partir de la cual evoluciona todo en el universo, la
herramienta de pensamiento dirige, controla y crea de acuerdo con sus
deseos. Encuentra su material en el mundo invisible, y en la medida en que la
mente capta la realidad de lo invisible, el poder y las posibilidades que están
ahí. Es en el mundo invisible que el hombre, animado e inspirado por la
consciencia de su asociación con la Divinidad, está empezando a encontrar
algunos de los secretos del universo – elevando la raza del animalismo y la
fatiga, cambiando la faz del mundo, empujando a la civilización hacia nuevas
y más gloriosas alturas.
Tu prosperidad, tu salud, tu felicidad, tu éxito, la realización de tus
anhelos, todo está en la gran energía creativa sin-forma, lista para entrar en
forma cuando tu pensamiento hace su parte, iniciando los procesos creativos.
La riqueza ilimitada, el suministro inagotable para satisfacer nuestras
necesidades, invenciones, grandes producciones de arte y literatura, música y
drama, maravillas en todos los campos de la actividad humana, están en la
gran inteligencia cósmica esperando la instrucción de nuestro pensamiento
para venir a la forma visible en nuestra tierra.
Todos los poderes en la gran inteligencia cósmica están trabajando
constantemente en los pensamientos y deseos de las personas. No hay
favoritismo en las realidades invisibles. Los pensamientos del hombre más
malo sobre la tierra se tratan exactamente de la misma manera que los de los
más nobles. Así como el sol y la lluvia, el viento y el rocío le dan sus
potencias al agricultor mediocre y al bueno por igual, así el ladrón, el
criminal, el asesino y el fracasado tienen el mismo material para trabajar que
el hombre justo, los nobles exitosos, los grandes arquitectos y artistas, los
grandes ingenieros, inventores, comerciantes, los grandes hombres y mujeres
en todos los campos que están elevando la raza y haciendo del mundo un
mejor lugar para vivir.
En otras palabras, la fuerza creativa del pensamiento pone un poder
invencible en las manos del hombre, lo convierte en un creador, el moldeador
de su vida, su destino, su fortuna. No podemos pensar sin crear, porque cada
pensamiento es una semilla plantada en la sustancia universal; producirá algo
similar a sí mismo. Tú y yo podemos sembrar en lo invisible, pensamientos
constructivos, pensamientos hermosos, pensamientos de amor, de buena
voluntad, de salud, de prosperidad, de felicidad, de éxito en el trabajo que
elegimos; o podemos sembrar pensamientos destructivos, pensamientos
desagradables, pensamientos de odio y mala voluntad, de enfermedad, de
discordia, de fracaso, de pobreza, de todo tipo de miseria, y, una cosa es
cierta, lo que sea que sembremos, eso cosecharemos.
Esa es la ley, y no hay escapatoria de ella. La mayoría de la pobreza,
la enfermedad, el fracaso y la infelicidad en el mundo provienen de la
ignorancia de la ley. Estas cosas no se ajustan al plan de Dios para sus hijos.
El Padre nunca tuvo la intención de que estuviéramos sujetos a la
enfermedad, que deberíamos desgastarnos en el trabajo esforzado, en la
infelicidad, el fracaso, la pobreza, en la constante ansiedad, el temor a todo
tipo de problemas y miseria. El espectro de la enfermedad y el lobo en la
puerta son nuestras propias creaciones. Ellos existen solo en nuestras mentes;
pero mientras los visualicemos, pensemos en ellos, les temamos, se volverán
reales para nosotros y se manifestarán en nuestras vidas. Salud, abundancia,
éxito, felicidad, una vida gloriosa y alegre: estas son las cosas que el Creador
quiso para todos sus hijos. Pero la mayoría de nosotros las alejamos por
nuestro pensamiento falso y pesimista, y luego nos quejamos y nos
lamentamos del "destino" y la "mala suerte", cuando todo lo contrario es
cierto; el mundo invisible a nuestro alrededor está lleno de infinitas
posibilidades, esperando nuestra semilla de pensamiento, nuestra semilla de
deseo, nuestra semilla de anhelo, nuestra semilla de aspiración, nuestra
semilla de prosperidad y éxito, respaldada por nuestro esfuerzo en el plano
material, para hacerlas manifiestas en las formas sobre las cuales nos
concentramos.
Si eres pobre, enfermo y sin éxito, estás trabajando en contra de la
ley, y hasta que llegues a la comprensión de la verdad sobre las fuerzas
invisibles bajo tu mando y trabajes con la ley, seguirás siendo pobre, enfermo
y sin éxito. ¿Por qué no comenzar ahora a hacer que las fuerzas invisibles
sean tus amigas? En lugar de convertirlas en tus enemigas, ¿por qué no darle
la cara mentalmente y trabajar con la ley simplemente manteniendo el
pensamiento correcto? Por qué no darle la espalda a la enfermedad, la
pobreza y el fracaso manteniendo continuamente el pensamiento de salud y
abundancia, diciéndote a ti mismo:
"Yo Soy el hijo del autor de la salud, la alegría y la abundancia, Yo
Soy el hijo del Todo, la Fuente de Todo-Suministro. Salud y éxito
continuamente fluyen hacia mí desde el Todo, que es la Fuente de mi ser.
Nada excepto yo mismo, puede separarme de esta Fuente; nada excepto mi
propio pensamiento erróneo puede cortar mi suministro, - la salud, el éxito y
la felicidad que son míos por derecho propio. Yo reclamo la herencia de mi
Padre ahora. Yo Soy saludable, Yo Soy exitoso, Yo Soy feliz; Yo soy libre
ahora y para siempre de todo lo que puede obstaculizar mi desarrollo, de todo
lo que puede obstaculizar la realización de los anhelos que el mismo Padre ha
puesto en mí. Este es mi trabajo designado, la tarea que me ha encomendado
hacer aquí en esta tierra - llevar a cabo los detalles de su plan para mí, es
realizar mis anhelos. Yo estoy trabajando en asociación con Él y no puedo
fallar. Yo Soy Uno con El; Yo otra vez hago mi afirmación: Yo Soy
saludable; Yo Soy exitoso; Yo Soy felicidad; Yo soy abundancia. Mi futuro
es seguro. Yo seguiré adelante, sin temor a nada, porque no hay nada que
temer cuando sé que Dios es todo y que yo soy uno con Él".
No importa cuáles sean tus presentes circunstancias y entorno, si te
aferras a esta actitud mental, a la firme creencia en la realidad de lo invisible,
donde está tu suministro, y trabajas en armonía con la ley, puedes, a través
del poder creativo del pensamiento, actuar sobre la sustancia universal
invisible, moldearla y atraer desde los reinos invisibles de suministro lo que
quieras - conocimiento, sabiduría, poder, salud, riqueza, felicidad, éxito - la
realización de todas tus esperanzas y visiones.
CAPÍTULO 6

SI PUEDES FINANCIARTE A TI MISMO

Ten cuidado con los pequeños derroches. Una pequeña fuga puede
hundir un gran barco. -Benjamin Franklin
La deuda es como cualquier otra trampa, suficientemente fácil para
entrar en ella, pero suficientemente fuerte como para poder salir. -Shaw
El hombre imprudente es un riesgo para la empresa en la que está
empleado, para la comunidad en la que vive, para su familia y para él mismo.
Un poco de dinero en el banco es un gran amigo tanto en tiempos de
necesidad como en tiempos de oportunidad.
Muchas personas fracasan completamente en la vida o se ven
obligadas a vivir en una pobreza mortificante, a luchar tal vez bajo la
maldición de la deuda, miserables y discapacitados toda la vida porque nunca
aprendieron a financiarse a sí mismos.

No hay nada más importante para un ser humano que ser capaz, no
sólo de ganarse la vida, sino además saber cómo usar su dinero de la mejor
manera, ya que de esto depende su poder de independizarse y, por
consiguiente, de hacer su mejor trabajo en el mundo. El sentido del dinero, si
no es heredado, debe ser cultivado. A cada niño se le debe enseñar cómo
financiarse a sí mismo; él debería saber cómo manejar el dinero, cómo
ahorrar dinero, cómo gastarlo sabiamente para engrandecimiento personal y
para el enriquecimiento de la vida. Cada niño debiera ser entrenado en
hábitos económicos, debiera aprender el verdadero valor del dinero y debiera
ser capaz de sentir los dolores de espalda en cada dólar.
Si no enseñamos a nuestros hijos a saber lo que significa el dinero,
¿cómo podemos esperar que muestren sabiduría al manejar el dinero en su
madurez? El hombre promedio no usa para nada el buen juicio, el buen
sentido en el gasto, en invertir su dinero, lo cual hace al ganarlo. Un hombre
que se hizo millonario, me dijo que no más de tres personas de cada cien que
han ganado dinero, son capaces de mantenerlo. Multitudes de personas
mueren sin independencia, sin hogar, sin siquiera haber podido mantenerse a
sí mismas. Constantemente me encuentro con hombres de mediana edad o un
poco más, que han trabajado duro durante muchos años y han intentado
progresar; pero no tienen nada que mostrar, no tienen nada preparado; no
tienen dinero en efectivo para que puedan aprovechar las oportunidades y
ninguna buena inversión sólida. Nunca han hecho ningún progreso desde que
eran jóvenes, porque nunca aprendieron cómo financiarse a sí mismos. Son
como la rana en el pozo, que sigue saltando solo para caer de nuevo al fondo
desde donde comenzó. No hay otra cosa que signifique tanto para ti en tu
edad más avanzada, mi joven amigo, como aprender el arte de manejar el
dinero y saber cómo financiarte sabiamente. Si no puedes hacer esto, siempre
serás un blanco fácil para cualquier promotor afable y empalagoso que pase.
Todos se darán cuenta de tu credulidad y sabrán que si tienes dinero no es
difícil quitártelo. El dinero es lo más resbaladizo del mundo. La mayoría de la
gente no pueden mantenerlo más de lo que podrían mantener una anguila o
un cerdo engrasado. Se desliza entre sus dedos y desaparece del bolsillo a
través de todo tipo de fugas.
Decenas de hombres pueden ganar dinero donde solo uno puede
mantenerlo. Siempre hay alguien que necesita dinero, siempre hay alguna
tentación de gastarlo. La mayoría de las personas arriesgan demasiado con el
dinero que tienen; son demasiado codiciosos, demasiado ansiosos por
mantenerlo trabajando. No les gusta tener un dólar a la mano que no gane
algo, y por eso a menudo hacen las inversiones más tontas.
Hay un hombre que conozco, un hombre de negocios muy capaz en
muchos aspectos, que ha estado en agua caliente la mayor parte de su vida a
causa de esto. Él nunca tiene efectivo para alguna oportunidad inusual o
emergencia. Él es un tipo fino, un hombre popular, y tiene mucha habilidad,
pero no puede soportar que el dinero permanezca inactivo; debe estar
haciendo algo; entonces él lo pone en cualquier cosa que se ofrezca, y luego,
cuando surgen buenas oportunidades, no puede valerse de ellas, porque su
dinero está ligado a algún esquema salvaje. "No arriesgues tus pequeños
ahorros", es el consejo de expertos en asuntos financieros. Hacer inversiones
tontas, tratando de obtener grandes ganancias ha mantenido a vastas
multitudes de personas en la pobreza durante toda su vida. No hay nada como
tomar una posición en tu carrera inicial solo para invertir en cosas sólidas,
firmes, sustanciales.
El hombre rico puede darse el lujo de correr riesgos porque si pierde
no lo siente, pero tú no puedes permitírtelo. Ve lento. El instinto de juego, el
esfuerzo de hacer una fortuna rápidamente, hacer mucho dinero con una
pequeña inversión, es la causa de más infelicidad y de la condición de
pobreza en más hogares, que cualquier otra cosa que yo sepa. Hace más vidas
decepcionadas, frustra más ambiciones, hace que más personas mueran
desilusionadas con sus carreras que cualquier otra cosa.
Uno de los primeros pasos para financiarte adecuadamente es
mantener una cuenta personal de efectivo. Este es uno de los mejores
educadores y maestros de economía y sistema. Si el hábito se forma cuando
eres joven, nunca se romperá. Significará una habilidad en la vida adulta que
de otro modo no existiría. El mundo exige que cada individuo sepa cómo
cuidarse a sí mismo, cómo ser independiente, auto-suficiente, cómo
financiarse sabiamente, cómo aprovechar al máximo sus ingresos.
Independientemente de cómo te ganas la vida, ya sea por el trabajo de tu
mano o tu cerebro, en un oficio o en una profesión, en el hogar o en la tienda,
ya sea que tus ingresos sean pequeños o grandes, siempre estarás en
desventaja, a menos que sepas cómo financiarte con éxito. Esto no es para ser
"cerrado", mezquino o tacaño, sino para saber cómo aprovechar al máximo
tus ingresos; no gastar el margen que debe ahorrarse en absurdas
extravagancias o hacer inversiones tontas.
Hay una cosa que debe quedar impresa indeleblemente en la mente de
cada joven, y esa es la trágica consecuencia de la deuda, especialmente
cuando se incurre en ella a temprana edad. Ha arruinado muchas de las
carreras más prometedoras. El joven debe estar tan entrenado que bajo
ninguna consideración sea inducido a complicar su vida por obligaciones
financieras. Se le debe demostrar que su éxito en la vida, la realización de su
ambición dependerá en gran medida de mantener su habilidad libre de
cualquier tipo de enredo, y que debe mantener esta libertad a toda costa.
Debería enseñársele que su entusiasmo incondicional y su diligencia son
activos muy valiosos, y que nada los matará más eficazmente que la
consciencia de estar en una trampa, la consciencia de estar atado de pies y
manos por la maldición de la deuda. A los jóvenes se les debe enseñar que
hipotecar sus futuros prospectos es fatal. He conocido un gran número de
jóvenes muy prometedores endeudarse con automóviles. Muchos hombres
incluso han hipotecado sus pequeñas casas para conseguir un automóvil,
tratando de justificarse por lo que significaría para la salud y el placer de su
esposa e hijos. Por supuesto, significaría mucho para ellos, pero, por otro
lado, para un joven que recién está empezando, la compra de lo que no puede
permitirse puede perjudicarlo durante muchos años. Nadie puede ser feliz, sin
importar cuán optimista sea, si está siempre en las garras de la pobreza,
acosado por la deuda. Conozco a un hombre que literalmente ha vivido en la
vergüenza durante muchos años debido a las deudas que contrajo cuando
tenía un buen crédito. Cuando perdió su negocio, tuvo que luchar con esta
deuda, hasta que el interés se duplicó y triplicó, y algunas veces se
cuadruplicó. Nada podría haberlo convencido de meter la cabeza en esa soga
si se hubiera dado cuenta del resultado. "Estar en la ruina es malo", dice el
Dr. Frank Crane, "Es peor, es un crimen. Es aún peor, porque es una tontería.
Los crímenes y los pecados pueden ser perdonados, pero para el tonto no hay
esperanza". Ahora, el joven que no tiene nada para un día lluvioso o una
emergencia es un "tonto". ¡Y hay tantos de ellos! Como dijo Marshall Field,
"la tendencia actual a vivir más allá de sus ingresos lleva el desastre a miles".
Muchas personas viven más allá de sus posibilidades porque no pueden
soportar que otras personas piensen que no pueden permitirse esto y que no
pueden permitirse aquello, tratan mantener las apariencias, su posición social.
Pero es mejor ser impopular que sentirse avergonzado, mejor ser impopular
que estar en un hoyo, como algunos sugieren.

¿QUIEN SOY YO?

Yo Soy tu mejor amigo en tiempos de necesidad.


Yo puedo hacer por ti lo que aquellos que más te aman son incapaces
de hacer sin mi ayuda.
Yo soy el aceite que suaviza las turbulentas aguas de la vida.
Yo encamino las dificultades y elimino los obstáculos que no cederán
a nada más.
Yo soy un defensor de la fe, un estímulo para la ambición, un tónico
para la aspiración, una ayuda invaluable para las personas que están luchando
por hacer sus sueños realidad.
Yo le doy al hombre una sensación de independencia, un sentimiento
de seguridad con respecto al futuro, lo que aumenta su fuerza y capacidad y
le permite trabajar con más vigor y espontaneidad.
Yo Soy un escalón para mejores cosas; un constructor de esperanza;
un enemigo del desaliento, porque elimino una de las mayores causas de
preocupación, ansiedad y miedo.
Yo aumento el respeto propio y la confianza en sí mismo, y doy un
sentimiento de alivio y seguridad que nada más puede dar.
Yo imparto una consciencia de poder que hace que multitudes - que
de otra manera se acobardarían y se arrastrarían - levanten sus cabezas y
avancen con dignidad.
Yo abro la puerta a muchas oportunidades para la auto-cultura y para
el avance social y de negocios.
Yo he habilitado a decenas de miles de jóvenes, que hicieron
sacrificios para conseguirme, aprovechar las espléndidas oportunidades que
aquellos que no me tenían se vieron obligados a dejar pasar.
Yo aumento tu importancia en el mundo y tu poder para hacer el bien.

Yo hago que la gente piense bien de tu habilidad, aumenten su


confianza en ti; te doy posición, capital, una posición asegurada, influencia,
crédito y muchas de las cosas buenas de la vida que sin mí serían
inalcanzables.
Yo Soy un amortiguador de las sacudidas de la vida, un amortiguador
entre tú y los rudos golpes del mundo. El hombre o la mujer que no hace un
esfuerzo honesto y determinado para conseguirme carece de una de las
cualidades fundamentales que contribuyen a la felicidad, la prosperidad y el
bienestar de toda la raza.
Millones de madres y niños han sufrido todo tipo de privaciones y
humillaciones porque los esposos y los padres carecían de esta cualidad
práctica, lo que les habría ahorrado tanto a ellos mismos como a quienes
dependían de ellos tanto sufrimiento y miseria.
Multitudes han pasado sus últimos años desdichadamente sin hogar, o
con una miserable existencia en humillante dependencia de la caridad - a
regañadientes - de los parientes, mientras que otras multitudes han muerto en
el asilo, porque no se hicieron amigo mío en su juventud.
Yo Soy una de las ayudas más confiables en la batalla de la vida, la
lucha por la independencia; Siempre listo para ayudarte en caso de
emergencia - enfermedad en tu familia, accidente o pérdida, una crisis en tu
negocio- lo que sea. Siempre puedes confiar en mí para entrar y hacer mi
trabajo tranquilamente, de manera efectiva, sin fanfarronadas.
Yo Soy . . . Un poco de Dinero en Efectivo
CAPÍTULO 7

CÓMO AUMENTAR TU HABILIDAD

Nuestra capacidad es tan sensible a nuestros estados de ánimo,


nuestros sentimientos, nuestras actitudes mentales, como lo es el mercurio a
los cambios del clima o una veleta a las corrientes de aire.
La perpetua burla e inquietud de la ambición insatisfecha, la
consciencia de que uno tiene la capacidad de hacer algo más grande, pero está
obligado a hacer lo inferior porque en la juventud no persistió en seguir el
camino que conducía a lo grande; sentirse estrecho y limitado en una pequeña
situación de ‘estar esclavizado a un horario, todos los días de la semana’ en la
mediana edad o más tarde, cuando uno sabe que tiene la capacidad natural de
llenar un lugar infinitamente más grande, es un infierno en la tierra.
La esperanza, la confianza en sí mismo, la seguridad, la fe en la
misión de uno, el entusiasmo en el trabajo, el optimismo, el coraje, la alegría,
abren maravillosamente la capacidad del acordeón. El miedo, la ira, la
envidia, los prejuicios, los celos, la preocupación, la pequeñez, la
mezquindad, el egoísmo, lo cierran.
La felicidad en nuestro trabajo, la conciencia de que estamos haciendo
todo lo posible, luciendo lo mejor posible, y causando una buena impresión
en los demás: estos son tremendamente ampliadores de la capacidad, porque
aumentan el respeto propio y la autoestima. Ofrecen una seguridad y
confianza que le dan un maravilloso impulso a la iniciativa y la capacidad
ejecutiva.

Un prominente hombre de negocios dijo que el mejor contrato que ha


tenido fue uno que perdió. ¿Por qué? Porque lo puso a investigar la causa de
la pérdida, a investigarse a sí mismo, a encontrar los puntos débiles en sí
mismo y en sus métodos comerciales. Fue el contrato perdido lo que lo llevó
al descubrimiento de que no estaba usando más de la mitad de la capacidad
que realmente poseía. La mayoría de las personas se privan del éxito y la
fortuna a causa de las ideas equivocadas sobre su capacidad. Son como una
joven taquígrafa que me dijo que, si tuviera la habilidad para convertirse en
una experta en su línea, iría a la escuela vespertina, estudiaría por las noches
y haría todo lo posible por mejorar su educación y desarrollarse en todas las
maneras posibles. Pero como estaba segura de que su habilidad era algo
limitada, estaba convencida de que no tenía sentido intentar, y debía
conformarse con una posición normal. En otras palabras, ella creía que su
habilidad era una cantidad fija; algo que no podía ser agrandado o
disminuido, que no podía cambiar en ningún aspecto más de lo que podía
cambiar el color de su cabello o de sus ojos. Ahora, la idea de que nuestra
capacidad o habilidad es una cantidad invariable, fijada por la herencia o por
alguna ley inmutable que no podemos comprender ni controlar, es una de las
más desafortunadas que podría tomar posesión de la mente de alguien. Y
nada podría estar más lejos de la verdad, ya que, de hecho, la habilidad
humana es una cantidad muy variable y muy elástica. Puede expandirse casi
indefinidamente o contraerse de muchas maneras. Es como un acordeón, que
el músico a veces lo abre en toda su extensión, y de nuevo lo cierra por
completo. Por ejemplo, puedes cerrar tu acordeón con un pensamiento
equivocado hasta que solo esté disponible una fracción de tu posible
habilidad, o puedes abrirlo con el pensamiento correcto y hacer que cada
parte cuente para que tu trabajo, tu vida, sean un grandioso éxito.
Muchas personas van por la vida con su real habilidad tan apretada,
tan amordazada y sofocada por su actitud mental negativa y destructiva, sus
dudas, miedos, preocupaciones, supersticiones e ideas preconcebidas, su falta
de coraje, su falta de fe en sí mismos y en su misión, que solo un pequeño
porcentaje de ella cuenta en su trabajo, incluso cuando hacen un gran
esfuerzo al realizarlo. En todas partes vemos hombres y mujeres, esforzados
trabajadores, que no logran una décima parte de lo que podrían lograr - con la
mitad del esfuerzo y la mitad del tiempo que ahora gastan- si solo
mantuvieran sus mentes en una condición positiva y creativa, y enfrentaran la
vida de la forma correcta. Si bien el desarrollo y la agudeza de las diferentes
facultades mentales son el primer factor esencial para el aumento de nuestra
capacidad natural, es un error pensar que toda nuestra capacidad de
expansión depende de esto. No importa qué cantidad de habilidad natural
tengas, si no está disponible, si está embotellada por tu pesimismo, tus dudas,
tus miedos, tu cobardía y tu falta de fe, no será útil para ti. Si tuvieras una
valiosa mina de oro en tu propiedad y, en lugar de despejar todas las
obstrucciones para obtener el mineral tú pusieras muchas más, entonces tu
mina de oro no agregaría una partícula a tu riqueza disponible.
Potencialmente recibiste una inmensa fortuna, pero por lo que a ti respecta,
bien podría no estar allí, ya que no has sacado ningún beneficio del oro que
podrías obtener e intercambiar por las cosas buenas que deseas. Es lo mismo
con tu habilidad. Si en lugar de hacer todo lo que esté a tu alcance para que
esté disponible, para dejarla en libertad, la encierras dentro tuyo, cubriéndola
con todo tipo de obstrucciones mentales, nunca se expandirá, nunca te
“rendirá” nada.
Muchos de nosotros pensamos que, si solo tuviéramos el talento de
otra persona; si solo tuviéramos las oportunidades o las ventajas de otros
compañeros a nuestro alrededor, si solo estuviéramos magníficamente
equipados con las facilidades para nuestro trabajo particular, haríamos cosas
maravillosas. Ahora, el Creador nunca envió a nadie a este mundo sin
equiparlo con las herramientas necesarias para el trabajo que quería que
hiciera, el trabajo para el cual él lo capacitó en todos los aspectos. Él no
preparó las herramientas por nosotros, porque si lo hubiera hecho, nos habría
privado de lo que está diseñado para nuestra expansión y crecimiento. Es
sacando todo lo que hay en nosotros, mejorando nuestro trabajo cada día,
superando obstáculos, eliminando la basura y los desechos mentales que
impiden nuestro crecimiento, y siempre alcanzando el logro de nuestro ideal
más elevado, que, día a día, revelamos capa tras capa la riqueza de
habilidades que se encuentra en cada ser humano, sin importar sus aparentes
discapacidades o desventajas. Helen Keller es, tal vez, uno de los ejemplos
más notables que el mundo haya visto del poder del alma determinada para
superar todo lo que se interpone en el camino de su completo desarrollo.
Sorda, muda y ciega a la edad de dieciocho meses, ¿qué oportunidad podía
tener un ser humano tan discapacitado de hacer algo valioso en el mundo?
Fácilmente podría haberse sumido en el desaliento, sintiéndose una víctima
indefensa y haberse convertido en una carga para sus parientes. Sin embargo,
fuera de su mundo de obscuridad, el espíritu indomable en su interior
desarrolló un ser de tan notable habilidad y poder, que hoy en día hay pocos
que prestan un mayor servicio a la humanidad que esta mujer que,
aparentemente, al comienzo de la vida estaba irremediablemente
discapacitada. Ella es una maravillosa ilustración de la verdad de que no hay
límite para el desarrollo del hombre, y no hay obstáculos insuperables para su
desarrollo, excepto los que él mismo pone en su camino.
El águila es la más fuerte y poderosa de toda la tribu emplumada.
Puede volar más alto y permanecer más tiempo en el vuelo que cualquier otro
pájaro. Sin embargo, si este monarca del aire fuera mantenido cautivo, atado
por una de sus patas a una enorme bola o a un gran peso, no podría volar más
alto que un ave de corral. No importa cuán fuertes sean sus instintos naturales
para volar hacia los cielos, no podría moverse de la tierra. Ahora, como el
águila, el hombre fue hecho para volar alto, para hacer grandes cosas, pero
multitudes de personas se pasan la vida haciendo pequeñas cosas en lugar de
las grandes cosas que son capaces de hacer, debido a algo que encadenan sus
habilidades y las mantienen en una posición inferior. Hay una gran cantidad
de habilidades improductivas en el gran ejército de fracasos de hoy, que
nunca tuvieron la oportunidad de cumplir los propósitos que el Creador había
dispuesto. Algunos de los casos más lastimosos de vidas arruinadas que
conozco, son los de hombres y mujeres de mediana edad que realmente
tienen la capacidad de hacer algo importante y grandioso, pero que no lo han
hecho por su falta de voluntad para hacer sacrificios en la juventud por el
bien de sus aspiraciones. El amor a la comodidad encadenaba sus facultades y
las mantenía prisioneras hasta que sus aspiraciones morían y perdían incluso
su deseo de volar.
Algunas personas están atadas por malos hábitos físicos o mentales, lo
que les imposibilita poner lo mejor de sí mismos en su trabajo. Hay una
constate fuga de energía y fuerza vital, como resultado de causas que se
pueden evitar, y que dificultan su progreso en cada paso y hacen que su
habilidad no esté disponible. Otros se ven afectados por los rasgos de carácter
o las peculiaridades del temperamento que obstaculizan todas sus cualidades
de éxito y neutralizan sus esfuerzos para avanzar. Un temperamento
acelerado, una disposición a los celos y la envidia, la falta de fe y confianza
en sí mismo, vacilación, apocamiento, timidez, descuido, inexactitud y una
serie de otras fallas y debilidades obstaculizan gravemente el desarrollo de su
habilidad y actúan como pesos para retenerlos abajo, cuando están ansiosos
por ir más alto. Cualquiera que sea la causa de la falta de armonía en la
mente, nos roba el poder y obstaculiza nuestro avance. Si quieres ganar el
control de todos tus recursos y aumentar tu habilidad, evita – tal como lo
harías con el veneno - todo lo que tiende a hacerte negativo: preocupación,
ansiedad, celos, envidia, miedo, cobardía, toda la familia de pensamientos
deprimentes y abatidos. Todos ellos son confesiones de debilidad y pueden
resumirse como destructores de poder. Cada ataque de tristeza, cada
pensamiento infeliz, cada sentimiento de desaliento, abatimiento, cada duda,
cada miedo, paraliza la habilidad. En otras palabras, nuestra habilidad es
extremadamente sensible a nuestros estados de ánimo, a nuestra condición
mental en general. Cuando no tenemos ganas, cuando estamos fuera de sí,
cuando por una razón u otra nos sentimos tristes, desanimados, abatidos,
llenos de dudas y ansiedad, nuestra habilidad está muy disminuida. Por otro
lado, cuando estamos en buenas condiciones, cuando nuestras mentes son
armoniosas, no ansiosas ni preocupadas por nada, se expanden enormemente.
Es decir, todas las emociones y sentimientos positivos, edificantes,
alentadores y alegres amplían o aumentan nuestra capacidad, mientras que
todos los sentimientos negativos, deprimentes, desalentadores y sombríos la
contraen o disminuyen. Esto muestra que después de haber hecho todo lo que
está en nuestro poder para aumentar nuestra habilidad mediante la educación,
capacitándonos para nuestro trabajo especial, agudizando y mejorando
nuestros dones y facultades naturales de todas las maneras posibles, aun así,
podemos contraerlas o expandirlas mediante nuestra actitud mental; y es
seguro decir que, nueve décimas partes de su disponibilidad dependen de
nuestro estado de ánimo en un momento dado. Todos sabemos cómo se
amplía con una sublime confianza en sí mismo, una fe inquebrantable y cómo
se contrae por la falta de fe en nosotros mismos, por la auto-depreciación, la
timidez y la falta de coraje.
Sabes cuánto más grande eres, cuánto más capaz eres de planificar y
hacer cosas, cuando tu coraje está alto y crees en ti mismo, que cuando estás
triste y desanimado. Tú sabes por experiencia, que si tu consciencia de
habilidad se expande, sientes que puedes hacer casi cualquier cosa. Haz de
esto tu estado mental habitual y tu habilidad estará siempre disponible,
siempre en su máximo. Por otro lado, mantén una mala opinión de ti mismo,
rehúsa asumir responsabilidades, repréndete a ti mismo y menosprecia tus
poderes, y ni aunque tuvieras la habilidad natural de un Platón, nunca
llegarías a nada. Este tipo de actitud mental retiene más habilidad real,
sosteniendo en posiciones mediocres, que quizás cualquier otra desventaja en
la gama de discapacidades humanas.
Muchas personas, que tienen excelentes dotes mentales y espléndidos
rasgos de carácter permanecen siendo ‘Don Nadie’ prácticamente toda su
vida debido a la timidez, un sentimiento de inferioridad, una actitud insegura
y autocrítica. Otros con la mitad de su capacidad natural avanzan, ganan
fortunas, alcanzan lugares de poder e influencia, mientras que aquellos con
actitudes pobres permanecen en la pobreza y la oscuridad. En todas partes en
la vida, el individuo tímido, retraído y humilde se encuentra en una enorme
desventaja mentalmente, socialmente y también en los negocios y lo
profesional. La gente puede sentir pena por él, pueden compadecerlo, y sus
amigos pueden decir que tiene gran habilidad y espléndidos rasgos de
carácter; pero esto no es suficiente. Si carece de confianza en sí mismo,
empuje, seguridad, el coraje para demostrar su habilidad ante el mundo,
nunca ganará algo grandioso. Su mala opinión de sí mismo neutralizará un
gran porcentaje de su habilidad real.
Cada persona tiene más habilidad de la que cree tener, y más de lo
que normalmente usa. Bajo el impulso de un motivo fuerte, un nuevo
estímulo para el esfuerzo o al tener una gran responsabilidad sobre nosotros,
cuando nos encontramos en una situación en la que, nadamos o nos
hundimos, no hay nadie entre nosotros que no sea capaz de responder a la
demanda y despliegue una cantidad de habilidad que nunca antes había
soñado que poseía. La habilidad de algunas personas, yace tan profundo que
nunca están en su mejor momento, excepto en una gran crisis. Entonces el
gigante en ellos está desencadenado, y grandes poderes, de los cuales ellos
mismos eran ignorantes, son liberados en su interior. La responsabilidad es
un gran desarrollador de habilidades. A menudo vemos un buen ejemplo de
esto cuando un joven es tomado como socio en una gran empresa. Su
iniciativa, su fuerza ejecutiva, su coraje, todas las cualidades de expansión de
la habilidad, se ven tan fortalecidas por el estímulo de la promoción que sigue
adelante y hace cosas que nunca soñó que pudiera lograr cuando era un
empleado. Ahora, llevarlo a una asociación no agregó nada a su latente
habilidad, pero le dio más confianza en sí mismo, y el hecho de querer
cumplir bien en su nueva posición, lo obliga a recurrir a su habilidad hasta el
límite, y él lo hace bien.
Nunca eludas una responsabilidad. Estarás desperdiciando la
oportunidad de aumentar tu habilidad. Si un Edison inventara un instrumento
por medio del cual fuera posible que hombres y mujeres aumentaran su
habilidad natural en un cincuenta por ciento, no hay un precio que no
estaríamos dispuestos a pagar por dicho instrumento. No obstante, no hay un
hombre o una mujer, un niño o una niña, que vivan hoy y que no puedan
hacer esto mediante el pensamiento correcto, enfrentando la vida de la
manera correcta y utilizando las oportunidades que están a la mano. Justo
donde estás, no importa cuál sea tu entorno, no importa cuales sean tus
obstáculos o desventajas, tú tienes la capacidad suficiente para triunfar en lo
que desees; para sacarte de la carencia y la pobreza y hacerte millonario.
Expande tu habilidad; haz todo lo que te permita extender tu acordeón hasta
su límite, y te sorprenderás de lo que puedes lograr.
CAPÍTULO 8

LUCE EXITOSO

Tú no tienes derecho a ir entre tus compañeros con una expresión


agria en tu cara, irradiando veneno mental, difundiendo los gérmenes de la
duda, el miedo, el desaliento y el abatimiento entre ellos, más del que tienes
de infligir corporalmente heridas en ellos.
Ser un conquistador en apariencia, en su propia conducta, es el primer
paso hacia el éxito.
Camina, habla y actúa como si fueras alguien, y es mucho más
probable que te conviertas en tal.
Deja que la victoria hable desde tu cara y se exprese en tus modos, tu
conversación, tu conducta.
Nunca le muestres al mundo una cara sombría y pesimista, lo cual es
admitir que la vida ha sido una decepción para ti en lugar de un glorioso
triunfo.
Cuando un hombre se siente como un rey, se verá de la realeza.
Majestad más real que nunca sentado en un trono mirará de su rostro real
cuando haya aprendido cómo reclamar y expresar la divinidad de su
primogenitura.

Cuando Frank A. Vanderlip, ex presidente de ‘National City Bank’,


Nueva York, fue reportero en "Tribune" de Chicago, le pidió a su jefe que le
dijera - de acuerdo a su opinión - cuál era la mejor ayuda para una persona
que quería triunfar. "Luce como si ya fueras exitoso" fue su rápida respuesta.
Esto causó una gran impresión en el joven Vanderlip y cambió por completo
algunas de sus ideas sobre el tema, especialmente en lo que respecta a la
vestimenta. A partir de ese momento comenzó a arreglarse, a ser más
exigente en cuanto a su apariencia general. Su jefe había abierto sus ojos al
gran valor de las apariencias, especialmente al causar una primera impresión.
Se convenció de que, si un hombre no lucía próspero, la gente pensaría que
no tenía la ambición o las capacidades adecuadas para tener éxito; que debe
haber un problema con él o se vestiría mejor y tendría una mejor apariencia.
Charles W. Eliot, presidente emérito de Harvard, dijo que gran parte del éxito
de un individuo dependería de la opinión que otros tengan sobre él, de
aquellos a quienes, quizás, nunca había dicho una sola palabra, o nunca los
había visto. La reputación de uno viaja por varias rutas en todas las
direcciones y, de acuerdo con su naturaleza, tendrá una gran influencia en la
carrera de uno. Es una cosa importante formar el hábito de ir por el mundo
dando a todos la impresión de que tú eres un ganador, que estás destinado a
ser alguien, a representar algo valioso en el mundo. Deja que esta idea se
establezca en todo lo que hagas, en tu conversación, en tu apariencia. Deja
que todo lo tuyo, haga que el mundo diga: "Esta persona es triunfadora;
mantén tus ojos puestos en ella". Si estás ansioso por ganar a lo grande,
cultiva la conducta de éxito, la apariencia de una persona exitosa. Si llevas
contigo una atmósfera derrotada y empobrecida; si tu apariencia indica
desaseo, descuido, falta de sistema y orden, falta de energía, de empuje, del
espíritu progresivo, no puedes esperar que los demás piensen que tú eres una
persona eficiente y actualizada, alguien que empuja hacia adelante.
Por supuesto, todos los empleadores saben que algunas veces sucede
que un hombre mal vestido, con pantalones anchos y ropa sucia, puede tener
muchas cosas buenas, pero no lo esperan. Las posibilidades de encontrar un
empleado valioso, con tal publicidad de sí mismo, son tan pequeñas que la
mayoría de los hombres no se arriesgarán. Tu vestimenta, tu conducta, tu
conversación, tu comportamiento, deberían cuadrar con tu ambición. Todas
estas cosas son una ayuda para tu éxito, y no puedes permitirte el lujo de
ignorar ninguna de ellas. El mundo te toma según tu propia valoración. Si
asumes la actitud victoriosa hacia él, te cederá el paso.
Una razón por la cual es tan difícil para muchas personas empezar o
seguir adelante, viene del hecho de que no crean en los demás la impresión de
poder, de la fuerza que logra, que hace cosas. No se dan cuenta de lo mucho
que tiene que ver su reputación con su avance en el mundo. Ellos no se dan
cuenta de que la confianza de otras personas es una fuerza tremenda. Un gran
médico o un gran abogado, en gran medida, obtienen su reputación de la
impresión que dejan sobre la gente, no sólo en la forma en que desempeña los
deberes de su profesión, sino además en su actitud general.
Nosotros pesamos, medimos y estimamos a las personas de acuerdo a
la impresión que dejan sobre nosotros, considerando todo. La actitud
victoriosa inspira confianza tanto en los demás como en uno mismo. Su
efecto psicológico es convincente. Camina, habla y actúa como si ya fueras la
persona que deseas ser, e inconscientemente estarás poniendo en operación
fuerzas invisibles que doblegan las circunstancias para el logro de tu
voluntad. Deja que tu aire sea el de un ganador, de una persona que está
decidida a abrirse camino en el mundo – de representar algo significante. Pon
energía y vida en tu paso; empuje, fuerza, vitalidad, energía en cada
movimiento de tu cuerpo. Mira de frente hacia adelante; nunca avergonzado.
No te disculpes por ocupar un lugar en la tierra que podría ser aprovechado
por otro; tienes tanto derecho aquí como cualquier otro ser humano, ya sea
que lo estés haciendo bien, o no lo estés haciendo tan bien como deberías. No
importa lo que venga a ti, la derrota, amenaza de fracaso, nunca pierdas tu
consciencia victoriosa. Permite que la gente lea esta declaración en su
conducta, en tu vida en general: "Yo Soy un triunfador, no he mostrado la
bandera blanca. No he eludido, he hecho mi parte, no he sido un infiltrado, no
he sido un ladrón o un tramposo, quitando y usando lo que otros han ganado
y no dando nada a cambio. ¡Yo hice mi parte y puedo levantar la cabeza y
mirar al mundo a la cara!"
Mientras más molesta sea tu situación, cuanto más difícil te parezca,
cuanto más oscura sea la perspectiva, más necesario será llevar esa
consciencia victoriosa. Si llevas la expresión de miseria, si confiesas por tu
propia cara que has sido derrotado, o que esperas serlo, estás perdido. La idea
victoriosa de la vida, no la idea del fracaso; la ambición triunfante, no la
frustrada, es la que debes mantener siempre en la mente, porque esto es lo
que te conducirá a la meta que aspiras alcanzar. Ten fe en el poder que te
otorgó Dios para tener éxito en un anhelo digno. Concentra tus esfuerzos en
su realización, y nada en la tierra puede evitar que tengas éxito. Tal actitud
mental te hará un ganador desde el principio, porque siempre te diriges hacia
tu pensamiento, hacia tu convicción de ti mismo.
La convicción de que naciste para ganar es una tremenda fuerza
creativa en tu vida, así como la convicción de que eres un fracasado te
mantendrá abajo hasta que cambies el molde de ti mismo. La vida no es un
juego perdido. Es siempre triunfante cuando se juega correctamente. Son los
jugadores quienes tienen la culpa. Dios no hizo a un hombre para que fuera
un fracaso. Él lo hizo para un éxito glorioso. El gran problema con todos los
fracasados es que no se comenzaron bien. No grabaron en la textura misma
de su ser en la juventud, que lo que obtendrían de la vida se debía crear
mentalmente primero y que dentro del hombre, dentro de la mujer, es donde
se lleva a cabo el gran proceso creativo de todo lo que realizamos en nuestras
carreras.
La mayoría de nosotros dependemos demasiado de las cosas que están
fuera de nosotros, de otras personas, cuando la fuente de la vida, el poder que
mueve el mundo de los hombres y las cosas, está dentro de nosotros. ¡Piensa
qué significaría para el mundo de hoy si todas las personas que se miran a sí
mismas como sin importancia y un fracaso, diminutas en comparación con lo
que pudieron ser y deberían ser, pusieran esta idea triunfante de la vida en
ellos! Si pudieran vislumbrar sus propias posibilidades y asumieran la actitud
victoriosa y triunfante, revolucionarían el mundo. ¡Cuántas personas forman
el hábito crónico de permitirse frecuentes ataques de depresión! Permiten que
la tristeza entre fácilmente a sus mentes, de hecho, siempre está en su casa y
son susceptibles a cualquier forma de desaliento que se presente. Cada
pequeño revés, cada pequeña dificultad, los envía a la tristeza y dirán "¿Cuál
es el sentido?" Como resultado de esto, su trabajo es pobre e ineficaz, y no
atraen las cosas que desean. Cada vez que cedes al desaliento, cada vez que
eres deprimido, estás retrocediendo, tus pensamientos destructivos están
derribando lo que has estado tratando de construir. Un ataque de desaliento,
visualizar el fracaso o condiciones de pobreza, destruirán rápidamente el
resultado de la construcción del pensamiento triunfante. Tus fuerzas creativas
armonizarán con tus pensamientos, tus emociones y tus estados de ánimo;
crearán en simpatía con ellos. Llena tu mente con esperanza, con la
expectativa de mejores cosas, con la creencia de que tus sueños se están
haciendo realidad. Convéncete de que vas a ganar; deja que tu mente
descanse en los pensamientos de éxito. No permitas que los enemigos de tu
éxito y felicidad dominen en tu mente o traerán la condición que ellos
representan. Destruye los pensamientos, las emociones y convicciones que
tienden a destruir tu esperanza, tus anhelos, a derribar los resultados de tu
construcción pasada. Si no lo haces, crearán más fracaso, más pobreza. Si
deseas alcanzar el éxito, piensa en condiciones creativas y exitosas. Establece
tu carácter y toda tu vida hacia el triunfo, hacia la victoria. Mantén el
pensamiento victorioso hacia ti mismo, hacia tu futuro, hacia tu carrera;
tenderá a crear las condiciones favorables para llevar a cabo tu anhelo, el
cumplimiento de tus deseos. "Ve valientemente, ve serenamente, ve
gentilmente, entonces ¡quién podrá resistirse a ti!" No conozco nada que dé
más satisfacción que la consciencia de que hemos adquirido el hábito de
triunfar, el hábito de la victoria, el hábito de llevar una actitud mental
victoriosa, de caminar, actuar, hablar, parecer un ganador, un conquistador.
Ese tipo de actitud siempre mantiene las cualidades dominantes y útiles en
primer plano, siempre en ascenso.
Uno de los hábitos más obstinados para superar en la vida adulta, y
uno fatal para la eficiencia, es el hábito de estar derrotado. Nunca te permitas
caer en ello. Puedes aprender una lección de cada derrota que será un nuevo
escalón para tu anhelo. El éxito es la condición normal de cada ser humano;
él fue hecho para el éxito; él es una máquina de éxito, y ser un fracaso es
estropear la intención de su Creador. A todos los jóvenes se les debería
enseñar a asumir una actitud triunfante con respecto a la vida, a comportarse
como un ganador, porque él fue hecho para ganar. Ningún niño es realmente
educado hasta que haya aprendido a vivir una vida victoriosa. Eso es lo que la
real educación deletrea, victoria. El hábito de triunfar en cualquier cosa que
emprendamos puede formarse casi tan fácilmente como el hábito de ser
derrotado, y cada victoria nos ayuda a ganar otras victorias. Desde la cuna, a
un niño se le debe enseñar que él es divino, un Dios en formación, y que debe
levantar la cabeza y avanzar con confianza, porque está destinado a algo
magnífico. Enséñale al niño que vino a la tierra con un mensaje para la
humanidad, y que debe entregarlo como un embajador. Muéstrale que luchar
con dificultades es como practicar en un gimnasio donde cada victoria sobre
sus músculos lo hace mucho más fuerte, y hace que el siguiente intento sea
mucho más seguro y fácil. Deja que entienda completamente que cada
problema resuelto en la escuela, cada encargo realizado prontamente y de
manera cortés, cada trabajo magníficamente realizado, es mucho más
agregado a su poder ganador, a la fuerza de sus posibilidades de éxito.
Los grandes premios de la vida son para los valientes, los que tienen
coraje, los seguros de sí mismos. El hombre que es tímido y vacilante, que se
detiene para escuchar sus temores, deja que muchas buenas oportunidades se
vayan fuera de su alcance. Si encuentras que te inclinas a ser tímido; si te
falta coraje e iniciativa; si eres demasiado vergonzoso para hablar o expresar
tus opiniones cuando lo deseas; si te sonrojas, tartamudeas y eres torpe
cuando debieras parecer tranquilo y dueño de sí mismo, tú puedes superar tus
defectos y desarrollar las cualidades que te faltan, entrenando a tu ser
subjetivo para ser valiente, sin timidez, sentirse a gusto en cualquier entorno.
Constantemente sugiérele valentía y heroísmo a este ser interior. Niega
firmemente que seas tímido, cobarde, temeroso de hablar o de ser natural en
público o ante cualquier persona. Afirma que eres valiente, que no tienes
miedo de hacer ninguna cosa que sea correcta y adecuada. Practica caminar
entre sus compañeros como si fueras valiente, con coraje, con confianza en ti
mismo, absolutamente seguro de ti mismo, capaz de sostener una
conversación notablemente, o de entrar en una sala con tanta naturalidad
como si estuvieras desempeñando tus deberes diarios. Mantén el pensamiento
triunfante hacia tu futuro, hacia tu ideal, tu sueño. Lleva la atmósfera del
vencedor. Aprende a irradiar poder. Deja que todo en ti demuestre confianza,
fuerza, maestría, victoria. Deja que todos los que tienen algo que ver contigo
vean que naciste para ganar.
No debes andar como si la vida hubiera sido decepcionante, como si
no tuvieras una ambición especial en la vida. Si quieres hacer algo
extraordinario; si quieres ser de peso en el mundo; si deseas hacer que tus
vecinos se sientan orgullosos de que vivas cerca de ellos, debes prepararte en
todos los sentidos. Mantén elevado el estándar. No andes por ahí como un
fracasado, como un don nadie. No andes de manera desaseada y descuidada.
Vístete, arréglate, mejórate, esfuérzate. Deja que el mundo vea, cuando
caminas, que piensas bien de ti mismo, y que hay una buena razón para ello.
Deja que la gente vea que eres consciente de que estás en una excelente
misión, desempeñando un excelente papel en el gran juego de la vida. Pronto
comenzarás a ver aquello que estás buscando, en lugar de aquello a lo que
temes y encontrarás que tus sueños se hacen realidad.
CAPÍTULO 9

CÓMO HACER REALIDAD TUS SUEÑOS

Los anhelos de nuestro corazón, las aspiraciones de nuestra alma son


profecías, predicciones, precursores de realidades. Son indicadores de
nuestras posibilidades, de las cosas que podemos lograr.
En el momento en que decides hacer realidad el sueño de tu vida, has
dado el primer paso hacia su realización, pero se detendrá allí si tus esfuerzos
cesan.
Continuar siguiendo tus ideales, alimentando tus visiones, cultivando
tus sueños, visualizando lo que anhelas vívidamente, intensamente y
esforzarte con todas sus fuerzas para que coincida con la realidad - esto es lo
que hace que la vida cuente.
Nuestra capacidad de soñar nos permite dar un vistazo a las gloriosas
realidades que nos esperan más adelante.
Los sueños son verdaderos mientras duran, ¿y no vivimos en sueños?
– Tennyson.

Cuando Gordon H. Selfridge, ex gerente de Marshall Field Company,


fue a Londres y estableció allí una gran tienda departamental del tipo
Marshall Field, él solo dio el paso final en la realización de un sueño que
había alimentado durante años. Mucho antes de pisar las costas de Inglaterra,
había tenido todo el gran almacén en mente. Lo había construido
mentalmente antes de cruzar el Atlántico, y en el ojo de su mente. lo vio
como un maravilloso éxito. Él dijo: "Yo imaginé una gran cantidad de
clientes dirigiéndose hacia mi nueva tienda, y podía verla llena de entusiastas
compradores mucho antes de ir a Inglaterra". Desde el momento en que la
idea de una tienda departamental en Londres tomó forma en su mente, el Sr.
Selfridge siguió visualizando la estructura completa. Él mantuvo su sueño
fuerte y vívido por la determinación de hacerlo realidad. No permitió que se
destruyera, ni dejó que su idea se desvaneciera por las dudas, los temores y
las incertidumbres, ni tampoco por el bien intencionado consejo de sus
amigos de mantenerse fuera de Inglaterra, ya que los ingleses eran muy lentos
en aceptar nuevas ideas y que si él iba allí sin duda fallaría. No hizo caso de
lo que dijeron, porque no creía que los ingleses fueran tan poco progresivos
como ellos pensaban. Él creía que responderían a la idea americana, a la idea
de Marshall Field, y que los métodos que habían tenido tanto éxito en los
Estados Unidos también tendrían éxito en Inglaterra. La increíble popularidad
de los grandes almacenes Selfridge, es una prueba más de que el soñador que
sueña sueños y ve visiones es siempre más sabio, y siempre por delante, de
los así llamados prácticos, aquellos hombres sensatos que lo desalentaban y
trataron de apartarlo de su visión. Los hombres y mujeres que, en todas las
edades, han hecho grandes cosas en el mundo siempre han sido soñadores,
siempre han tenido visiones, y siempre han imaginado sus sueños como
realidades; se visualizaron a sí mismos logrando las cosas que anhelaban
hacer mucho antes de que fueran capaces de trabajarlas y hacerlas realidad.
Colón, Stephenson, Charles Goodyear, Elías Howe, Robert Fulton, Cyrus W.
Field, Edison, Bell - todos los grandes descubridores, científicos,
exploradores, filántropos, inventores, filósofos, que han empujado al mundo
y han otorgado un servicio inconmensurable a la humanidad, han visualizado
sus sueños, han alimentado sus visiones durante largos años, muchos de ellos
en medio de la pobreza, la persecución, el ridículo y la oposición, hasta que
trajeron sus sueños a la tierra y los convirtieron en realidades.
Haciendo un estudio sobre los métodos de los hombres y mujeres
exitosos, he descubierto que casi invariablemente son fuertes y vívidos
visualizadores de las cosas que intentan lograr. Ellos son intensos
trabajadores, así como soñadores, y alimentan su visión tenazmente hasta
igualarla con la realidad. Ellos construyen castillos en el aire, pero ponen los
sólidos cimientos de la realidad debajo de estos. Cuando Lillian Nordica era
una pobre niña, cantando en el pequeño coro de la iglesia en su pueblo natal
en Maine, cuando incluso su propia gente consideraba una deshonra que una
niña apareciera en el escenario, cantando en conciertos públicos o en la ópera,
ella se imaginaba a sí misma como una gran prima donna cantando ante
vastas audiencias en su propio país, en capitales extranjeras y ante la realeza
de Europa. Cuando Henry Clay era joven practicaba su oratoria frente a los
animales domésticos en un establo de Virginia, él se visualizaba a sí mismo
conmoviendo a grandes audiencias con su elocuencia. Cuando Washington
era un muchacho de doce años, se imaginaba a sí mismo como un líder, rico y
poderoso, un hombre de gran importancia en las colonias, y el gobernante de
una nación que él ayudaría a crear. Cuando el joven John Wanamaker
entregaba ropa en un carretón, en Filadelfia, se veía a sí mismo como el
propietario de un establecimiento mucho más grande que cualquiera en esa
ciudad. Él vio más allá de eso y vislumbró al Wanamaker del futuro, el gran
comerciante poderoso, con inmensas tiendas en las principales capitales del
mundo. El joven Carnegie se describió a sí mismo como una figura poderosa
en el mundo del acero, al igual que el joven Charles M. Schwab, incluso
cuando era un simple empleado. Cuando trabajaba en la planta de
Homestead, Schwab le dijo al Sr. Carnegie que él no quería un mejor salario,
ni una mejor posición como un simple empleado; sino que su anhelo era ser
socio en la empresa. Eso era lo único que lo satisfacía. Ahora bien, este tipo
de visualización no es simple vanidad, ni egoísmo mezquino, es el impulso
de Dios en los hombres empujándolos más allá de ellos mismos, más allá de
lo que es visible para el ojo físico, hacia cosas mejores.
Las Escrituras nos dicen que donde no hay visión la gente muere.
Nunca he conocido a una persona que haga algo fuera de lo común, que no
haya sido capaz de ver más allá de lo visible en el vasto universo invisible de
cosas que podrían ser; quien no mantuvo claramente en su mente la visión de
la cosa particular que estaba tratando de lograr. El individuo que llega a la
cima y triunfa, es aquel que puede visualizar lo que aún no existe en el
mundo visible a nuestro alrededor y verlo como una realidad; aquel que
puede ver prósperas industrias donde otros no ven posibilidades ni
oportunidades; el que ve ciudades pobladas, grandes poblaciones en las
praderas donde otros solo ven artemisas, planicies alcalinas, desolación;
aquel que ve el poder, la opulencia, la abundancia, el éxito, donde otros solo
ven fracaso, limitación, pobreza y miseria. Fue este tipo de visión la que hizo
de James J. Hill un gran "constructor de imperios" del Noroeste. Su sueño de
un gran sistema de ferrocarriles que provocara que millones de fértiles
granjas brotaran a lo largo de su ruta y que el desierto floreciera como una
rosa, fue considerada como visionaria y motivo de burla de muchos de los
que posteriormente trabajaban para él cuando murió. Eran hombres que
nunca habían sido capaces de hacer un lugar y un nombre para sí mismos,
porque nunca habían aprendido que el gran secreto del éxito radica en
visualizar los sueños y hacerlos realidad. Tal vez ellos no creyeron en sus
sueños y los sacaron de sus mentes como simples y vanas fantasías.
Muchas personas parecen pensar que la imaginación, o la facultad de
visualizar, es una especie de apéndice del cerebro, que no es una parte
fundamental o necesaria del hombre, y nunca la han tomado muy en serio.
Pero todos nosotros, quienes hemos estudiado las leyes mentales, sabemos
que es una de las funciones más importantes de la mente. Estamos
empezando a descubrir que el poder de visualizar es una especie de
mensajería anticipada, que anuncia las cosas para las cuales el Creador nos ha
calificado para llevar a cabo. En otras palabras, estamos empezando a ver que
nuestras visiones son profecías de nuestro futuro; programas de imágenes
mentales, que se supone que debemos llevar a cabo, para convertirlas en
realidades concretas. Por ejemplo, un joven cuya inclinación está
completamente en otra dirección, no sostendrá una visión arquitectónica, una
visión del arte, una visión mercantil, o una visión de alguna otra vocación
para la cual no tiene ninguna afinidad natural. Una niña no sueña con una
carrera musical durante años, si no tiene la más mínima oportunidad de
dedicarse a la música como carrera o si no tiene talento musical, o si su
habilidad en alguna otra línea es mucho más pronunciada. Niños y niñas,
hombres y mujeres, no tienen el anhelo y el sueño de hacer algo para lo cual
la naturaleza no los haya provisto. Soñamos un sueño en particular, vemos
una visión en particular, porque tenemos el talento y la habilidad especial
para llevar el sueño, la visión, a la realidad. Por supuesto, por sueños y
visiones no me refiero a las meras fantasías, los pensamientos vagos e
indefinidos que revolotean en la mente, sino a los reales anhelos de nuestro
corazón, los deseos de nuestra alma, las imágenes mentales de un futuro que
persigue nuestros sueños, y el impulso insistente que nos empuja hasta que
intentemos unirlo con su realidad, para traerlos a la manifestación. Hay una
divinidad detrás de estas visiones. Son profecías de nuestro posible futuro; y
la naturaleza está arrojando estas imágenes en nuestra pantalla mental para
darnos una idea de las posibilidades que nos esperan.
Una razón por la cual la mayoría de nosotros hacemos cosas tan poco
originales es porque no alimentamos lo suficiente nuestras visiones y anhelos.
El plano del edificio debe venir antes del edificio. Nosotros subimos por la
escalera de nuestras visiones, nuestros sueños. El modelo del escultor debe
vivir en su propia mente antes de que pueda sacarlo del mármol. No nos
damos cuenta de la fuerza mental que generamos visualizando
persistentemente nuestro ideal, aferrándonos a nuestros sueños a la visión de
lo que deseamos hacer o ser. No sabemos que alimentar nuestros deseos hace
que las imágenes mentales sean más nítidas, más claras, y que estos procesos
mentales están completando los planes de la edificación de nuestra vida
futura, rellenando los contornos y los detalles, y atrayendo hacia nosotros de
la energía invisible del universo los materiales para nuestra edificación real.
No hay otra cosa que sea tan útil en el logro de tu anhelo, como el
hábito de visualizar lo que estás tratando de conseguir, visualizándolo
vívidamente, tan claramente, tan vigorosamente como sea posible, porque
esto hace de la mente, un imán para atraer lo que uno está buscando. En todo
nuestro alrededor vemos a jóvenes enfocando sus mentes con intensidad y
persistencia en sus objetivos y atrayendo hacia sí mismos maravillosos
resultados. Un estudiante de medicina sostiene en su mente una visión de sí
mismo como un gran médico o cirujano, y en unos pocos años nos sorprende
la magnitud de su trabajo. Él lo atrajo del gran suministro universal mediante
su continua visualización, la constante intensificación de su deseo y la
incesante lucha en el plano material para hacer su sueño realidad. No importa
si solo eres el chico de los mandados o un administrativo, considérate un
socio en tu empresa o un propietario de un negocio propio. No hay nada más
poderoso para atraer el deseo de tu corazón hacia ti, que visualizar ese deseo,
soñar tu sueño, verte a ti mismo como la persona ideal de tu visión, llenar la
posición en la que tu anhelo te ha colocado. Haz esto y trabaja con todas tus
fuerzas en el plano físico para lograr tu objetivo, y nada puede detener tu
éxito. Estos son los medios adoptados consciente o inconscientemente,
mediante los cuales todo hombre exitoso finalmente ha logrado el deseo de su
corazón.
Leyendo y pensando, visualizando y trabajando en la línea de su
anhelo, el niño Thomas Alva Edison, en la primera oportunidad, cuando era
un vendedor de periódicos en el Grand Trunk Railway, comenzó a cumplir
sus deseos experimentando con productos químicos en un vagón de tren que
él había equipado como laboratorio. Él se aferró constantemente a su visión,
visualizando su sueño de las mágicas posibilidades de la electricidad;
continuó descubriendo, experimentando, inventando, hasta que se convirtió
en el inventor eléctrico más famoso del mundo, el "Mago de Menlo Park". Su
mente, trabajando en armonía con la Mente Divina, ha forjado maravillosos
inventos a partir de la gran inteligencia cósmica, la cual está llena con
potencialidades para aquellos que pueden visualizar con intensidad y trabajar
con constancia. Lo que Edison ha hecho, lo que todas las almas anhelantes
han hecho para hacer sus sueños realidad, tú lo puedes hacer. Aférrate a tu
visión y trabajo. Hay un poder en el hombre, detrás de la carne, pero no de
ella, trabajando en armonía con la Inteligencia Divina en el gran océano
cósmico de energía, de suministro ilimitado, que está hoy día haciendo
milagros en la invención, en la agricultura, en el comercio, en la industria.
Este poder, que es creativo y está en todas partes operativo, está destinado a
elevar cada cosa creada hasta el máximo de sus posibilidades. Está latente en
ti, esperando expresión, esperando tu cooperación para realizar tu anhelo. El
primer paso para utilizarlo es visualizar el ideal de lo que quieres hacer
realidad, el ideal del hombre o la mujer que pretendes ser, y las cosas que
quieres hacer. Sin este paso inicial, el proceso posterior de creación es
imposible.
No importa lo que suceda, siempre aférrate al pensamiento de que
puedes ser lo que anhelas ser; que puedes hacer lo que quieres hacer e
imagínate a ti mismo siempre teniendo éxito en lo que deseas hacer realidad
en tu vida. No importa cómo algunos deberes u obligaciones puedan retenerte
por algún tiempo; o cómo las circunstancias y condiciones parezcan
contradecir la posibilidad de tu éxito; cómo la gente, incluso tu propia gente,
pueda censurarte o malinterpretarte, incluso pueden llamarte visionario, loco,
egoísta engreído, aférrate a tu fe en tu sueño, en ti mismo. Aférrate a tu
visión, cuídala, porque es el modelo inspirado por Dios por el cual Él te está
impulsando a moldear tu vida.
CAPÍTULO 10

CÓMO CURAR EL DESALIENTO

El desaliento ha disminuido más los esfuerzos de la raza, ha frustrado


más carreras, atrofiado y paralizado más vidas, que cualquier otro agente.
Nunca tomes una decisión cuando estés desanimado. Nunca dejes que
el lado débil de tu naturaleza tome el control.
No eres capaz de hacer un juicio correcto cuando tienes miedo, duda o
desaliento en tu mente. El buen juicio proviene de un cerebro perfectamente
normal.
¿Tienes la agalla y la fuerza para soportar todo tipo de desaliento y
luchar después del fracaso sin desanimarte; levantarte nuevamente cada vez
que te caes? ¿Puedes soportar las críticas, los malentendidos, las ofensas, sin
acobardarte o debilitarte? ¿Tienes la perseverancia para continuar cuando
otros regresan, para continuar la lucha cuando todos a tu alrededor se dan por
vencidos? Si puedes hacer esto, eres un ganador.
Nada puede retenerte de tu objetivo.
"Tú no puedes hacerlo" mantiene en la mediocridad a muchas
personas con espléndida habilidad que casi cualquier otra cosa. "No puedes
hacerlo" te encuentra en todas partes en la vida. En cada giro que propongas
tomar, encontrarás a alguien advirtiéndote, diciéndote que no tomes ese
camino, que te conducirá al desastre.
A menos que tengas un coraje inusual, una voluntad de hierro y una
determinación que nunca flaquea, es probable que te desanimes, y una vez
que te desanimas, tu iniciativa se atenúa y tu poder se paraliza.

Alguien dice: "El desaliento esconde los medios y métodos de Dios".


Hace aún más. Oculta a Dios mismo; saca de la vista todo lo que es útil y
ventajoso para nosotros. Paraliza nuestra habilidad, nuestro coraje, nuestra
confianza en nosotros mismos; destruye nuestra eficiencia y reduce la
efectividad de cada una de nuestras facultades. Todos los médicos saben
cómo el desaliento afecta la curación de un paciente, la retrasa y, a menudo,
la hace imposible. Una persona enferma que es animosa, con esperanza en la
restauración de la salud, tiene muchas más posibilidades de recuperación en
comparación con una que esté triste y abatida. El desaliento rompe el espíritu,
y cuando el espíritu de una persona se rompe, no tiene corazón para ninguna
cosa. Es derrotado en la batalla de la vida. Un espíritu quebrantado, la pérdida
de la esperanza y coraje, causa más fracasos, más suicidios, más locura, que
casi cualquier otra cosa. Ojalá fuera posible mostrarles a las víctimas del
desánimo lo que les hace - cómo destruye su moral y destruye lo que han
construido en sus momentos creativos y de esperanza.
Hace poco tiempo, leí la historia de un joven que se convirtió en
víctima del desaliento. Después de perder su posición, durante un período de
depresión comercial, este hombre comenzó a salir todas las mañanas en busca
de empleo; y cada noche llegaba a casa decepcionado, pero, durante mucho
tiempo, no se desanimó, él siempre creía que finalmente conseguiría un
trabajo. Ya habían pasado varias semanas, cuando una noche llegó tarde y su
esposa, miraba por la ventana hasta que estaba demasiado oscuro para ver
más, y entonces bajó las persianas y trató de ocuparse de las tareas de la casa
para disipar la repentina sensación de ansiedad que se apoderó de ella. Una
hora más tarde llegó su marido, y ella notó que cierta influencia deprimente
parecía haber estado trabajando sobre él; que no estaba tan esperanzado como
antes. Ella lo animó como de costumbre, le dio su cena, lo animó de todas las
formas posibles y lo envió a la cama tranquilo. A la mañana siguiente él trató
de hablar con optimismo, y al salir le aseguró que haría todo lo posible. Pero
era evidente que no se sentía tan seguro de sí mismo, con tanta confianza
como antes. Mientras miraba por la ventana esperando su regreso esa noche,
la fiel esposa se sorprendió al ver que él no estaba solo. Como una sombra,
una siniestra figura estaba a su lado, hablándole muy seriamente. Lo
acompañó a la puerta y luego repentinamente desapareció. La noche
siguiente, la misma siniestra figura caminó a su lado, y la expresión de
desesperación en el rostro del hombre la asustó. La tercera noche la esposa
esperó y observó hasta mucho después del anochecer, pero su marido no
llegó. Estremecida por el miedo, se sentó toda la noche junto a la ventana, y
mantuvo una luz encendida hasta el amanecer, pero su marido no llegaba.
Tan pronto como comenzó el día a activarse en el vecindario, salió a comprar
el periódico, y el primer artículo que llamó su atención fue el suicidio de un
hombre que se arrojó al río y se ahogó. Llena de presentimientos, corrió a la
morgue donde el periódico declaró que habían llevado el cuerpo, y allí se
verificaron sus temores. El cuerpo del hombre ahogado era el de su marido.
El joven, al final, estaba tan desalentado por las horribles imágenes que sus
dudas y temores arrojaban sobre la pantalla de su mente, que se volvió
mentalmente desequilibrado y, desesperado, acabó con su vida. En esos
últimos días, el desaliento estaba tan persistentemente a su lado, diciéndole
que no tenía sentido buscar trabajo, que nunca lo conseguiría, que fue
visualizado por él como una realidad, y de hecho se hizo visible para los
sensibles ojos de su esposa.
En este momento conozco a varias personas que están tan deprimidas
y desmoralizadas por un pensamiento pesimista y desalentador que están
poniendo en serio peligro su futuro éxito y la felicidad de toda su vida.
Debido a que están temporalmente sin empleo, el desaliento se apodera de
ellos y llena sus mentes con imágenes tan negras y deprimentes que van
como una persona demente por los hermosos jardines asignados para ellos.
Ellos solo ven el sombrío mundo mental que sus pensamientos han
construido, y no son conscientes del mundo brillante, alegre y soleado a su
alrededor. De hecho, están temporalmente locos, porque toda depresión
mental, cualquiera que sea la causa inmediata, es en cierto grado un trastorno
mental, la confusión y la infelicidad que siempre son el resultado del
pensamiento equivocado.
Es bien sabido que la preocupación y el desaliento causan cambios
químicos en el cuerpo, que realmente producen venenos químicos. Estos
venenos reducen el poder de resistencia tanto del cuerpo como de la mente y
dejan a su presa víctima de todo tipo de resultados desafortunados. Hoy en
día, hay miles de personas con salud empobrecida y en circunstancias
empobrecidas, arrastrándose en el descontento y la infelicidad, cuando
podrían ser felices y hacer cosas excelentes si no fueran víctimas de
condiciones desalentadoras, condiciones que son en gran parte el resultado de
su miedo y preocupación. Sus mentes están desencajadas, trastornadas y no
están aptas para el trabajo de hoy, porque están divididas por un lado mirando
hacia el futuro - anticipando todo tipo de males y desgracias- y otro mirando
hacia atrás al pasado, arrepintiéndose ya sea por lo que han hecho o por lo
que han dejado de hacer.
Una de las cosas más tristes en mi trabajo es el grito de infelicidad
que me viene de personas que han perdido su coraje y ambición. Me escriben
contándome que han arruinado sus carreras, y que todo lo que pueden hacer
ahora es vivir de una manera desesperanzada e infeliz. Se lamentan: "¡Oh, si
no hubiera renunciado en un momento de desaliento!"; "¡Si no hubiera cedido
a la nostalgia de la casa y no hubiera abandonado la universidad!"; "Si tan
solo me hubiera mantenido con mi negocio, con mi práctica de abogado, mi
trabajo de ingeniería un poco más, hasta que el éxito llegara a mí, si solo
hubiera continuado, ¡qué diferentes serían las cosas hoy! Pero me
descorazoné, me puse triste y desanimado y decidí intentar algo más fácil.
Nunca he estado feliz o satisfecho conmigo mismo desde que me acobardé y
decidí volver atrás, pero ya es demasiado tarde para hacer un cambio ". Hoy
en día, hay millones de personas en posiciones inferiores o mediocres,
quienes podrían estar haciendo grandes cosas si no hubieran cedido al
desaliento al principio y no hubieran arruinado la promesa de sus vidas.
Nueve de cada diez personas en el gran ejército de los fracasados, están allí
porque no estaban preparados para enfrentar obstáculos, contratiempos y se
asustaron cuando los enfrentaron. No tenían la visión que ve más allá de los
obstáculos y se mantiene firme a pesar de dificultades inesperadas,
decepciones y reveses. Algunas personas van siempre con la tristeza y la
melancolía; como dice Carlyle, ellos son "ricos en el poder de ser
miserables". Conozco a una mujer cuya mente está tan ajustada al desánimo y
al desaliento que una pequeña cosa provoca en ella un ataque de tristeza.
Parece estar siempre lista para recibir a toda la familia de la tristeza; y el
primero que obtiene acceso en su mente arrastra a todos sus parientes -
desaliento, desánimo, desesperación, miedo, preocupación y todo lo demás.
La mantienen esclavizada durante días, expulsando todo lo demás, toda la
felicidad, el coraje, la confianza, incluso su propia cordura. La indulgencia a
la tristeza, a estados de ánimo insanos y abatidos, es peligrosa para el
desarrollo del carácter y el éxito. Después de un tiempo se convierte en un
hábito establecido, una enfermedad, y cada pequeño contratiempo, cada
pequeña decepción, hace que su víctima pierda el equilibrio, mata su ánimo y
su entusiasmo por el trabajo, disminuye su eficiencia y, por un tiempo, su
habilidad. Al final actúa como una parálisis progresiva y le roba toda
iniciativa, todo el poder y la energía, todo deseo incluso de hacer.
Conozco a un hombre cuyo desaliento habitual lo ha matado de
hambre y ha afectado toda su vida. Él es una sorprendente ilustración del
poder destructivo de los pensamientos infelices. Él le da a uno la impresión
de grandes posibilidades nunca expresadas. Sus fuerzas están encerradas en
su interior. Él siempre está lleno de miedo, preocupación y ansiedad. El
desaliento lo envuelve como un manto. Su actitud, sus modales, su expresión,
sus palabras, todo indica un encogimiento y marchitamiento, una
incompetencia que se debe a sus desdichados estados de ánimo. Está
descontento, inquieto, infeliz, sufriendo por la sensación de una ambición
frustrada, y aunque ha trabajado muy duro toda su vida, su mentalidad insana
y su actitud desalentada han reducido su eficiencia más del cincuenta por
ciento, y lo han dejado muy atrás de donde debería estar un hombre con su
habilidad natural. Una de las características de un alma fuerte, que está
anclada en la fe, es la capacidad de conquistar el desaliento, la melancolía, la
tristeza, todas las tendencias a la cobardía y la auto-compasión. No importa lo
que suceda, qué obstáculos o pruebas empujen hacia atrás a tales almas,
nunca pierden la esperanza o ceden bajo decepciones y fracasos. No es que
no sientan esas cosas, sino que no dejarán que esto los desvíe de su propósito,
que derrote su anhelo.
Ahora los mayores obstáculos para nuestro éxito están en nuestras
mentes, y no hay nadie tan débil que no pueda vencer los pensamientos
enemigos más destructivos mediante la aplicación de la química mental; es
decir, pidiendo ayuda a los antídotos contra los pensamientos enemigos, y
entrenando la mente para volverse hacia la luz en lugar de la oscuridad. Un
pensamiento abatido y desalentador puede ser instantáneamente neutralizado
por un pensamiento de coraje y lleno de esperanza, del mismo modo que un
ácido puede ser instantáneamente neutralizado por un álcali. La ley mental es
tan científica como la ley física. No podemos tener dos pensamientos
opuestos en la mente al mismo tiempo, uno neutraliza o expulsa al otro.
Siempre podemos desplazar un pensamiento negativo y destructivo de miedo,
manteniendo persistentemente en la mente su opuesto - un pensamiento
positivo, valiente y constructivo. El gran psicólogo William James, dijo:
"Silbar para mantener el coraje no es una simple figura retórica. Por otro
lado, siéntate todo el día en una postura abatida, suspira y responde a todo
con voz triste y tu melancolía permanecerá". Es decir, con nuestros
pensamientos y actos podemos atraer hacia nosotros mismos coraje o
desaliento. En otras palabras, podemos cambiar nuestra actitud mental a
voluntad; y cambiar nuestro pensamiento es cambiar nuestra condición. Por
ejemplo, si estás buscando trabajo y no encuentras; si has tenido reveses, y no
sabes de dónde puede venir tu próximo dólar; si no encajas; si has cometido
errores; si por alguna razón estás desanimado y tentado a rendirte ante el
enemigo, en lugar de andar con un aire derrotado, sombrío y abatido, da
vuelta la cara de inmediato y asume la actitud de un vencedor en la vida. Di a
ti mismo: "Dios no creó a ningún hombre para ser un fracasado. Él les dio a
todos sus hijos cualidades que ordenan el éxito, cada uno en su propio campo.
Todo lo que necesitamos es usarlos. Yo soy organizado por el éxito, porque
participo de los atributos del Creador del universo, el Omnipotente. Ahora
usaré el poder divino dentro de mí para hacer lo que quiero hacer; para
obtener la posición que deseo; para satisfacer todas mis necesidades. El
fracaso no se puede acercar a mí. Yo soy exitoso ahora, porque yo soy Uno
con el Todopoderoso".
Resueltamente mantén esta actitud mental, y te sorprenderás al ver el
coraje que te dará, y cómo tus dificultades se marchitarán ante ella. El general
Foch dice que una batalla perdida es la batalla que crees que no puedes ganar.
Miles de batallas han sido ganadas por la persistente determinación de un
solo general, el cual no perdió las esperanzas cuando todos los demás lo
hicieron. "Tú has sido derrotado, este ejército no ha sido derrotado", ha sido
siempre la respuesta de grandes generales al desalentado que quería renunciar
a la batalla. Son los Joifres, los Fochs, los Grants, los hombres de indomable
fe y coraje, quienes alguna vez han logrado la victoria de la derrota. A lo
largo de la historia, se han logrado gloriosas victorias, no por masas de
hombres, sino por solitarios individuos que tenían un gran coraje, una
poderosa fe en sí mismos y en su misión, una determinación inquebrantable
de triunfar. En innumerables ocasiones, tales almas valientes salvaron el día
cuando sus camaradas se habían dado por vencidos porque no veían otra cosa
que la derrota, donde la voluntad de conquistar solo veía la victoria.
Hay alguien que no está lejos de ti en este momento, mi inseguro y
desalentado amigo, el cual podría tomar tu lugar y obtener la victoria con los
recursos que tú consideras tan inadecuados para el trabajo que tienes que
hacer. Hay alguien que no tiene más habilidad de la que tú tienes, quien
podría ver una inusual oportunidad en la situación que a ti te parece tan
desesperada, tan desalentadora. Un gran científico dijo que cuando se
encontraba con lo que parecía un obstáculo invencible, invariablemente se
encontraba al borde de algún descubrimiento importante. El momento cuando
es más importante para una persona aferrarse a su fe y coraje es cuando el
camino es tan oscuro que no puede ver hacia adelante. Si avanzas hacia tu
objetivo cuando todo parece ir en tu contra, cuando la duda y el desánimo
hacen lo posible por hacerte rendir, retroceder, volverte un cobarde y hacer
que renuncies, entonces es el momento cuando "estás más cerca de la victoria
de lo que sueñas". Si nunca pierdes tu convicción en tu divino poder otorgado
por Dios para vencer a pesar de las desventajas o cualquier obstáculo que
pueda surgir en tu camino, entonces nada puede derrotarte, porque estás en
consciente asociación con la Omnipotencia.

¿QUÉ SOY YO?

Yo soy el gran paralizador de la habilidad, el asesino de la aspiración


y la ambición, el destructor de la energía, el que mata la oportunidad.
Yo soy la causa de más sufrimiento, más miseria y pérdida humana,
más tragedias y desdichas que cualquier otra cosa.
Yo he maldecido a más seres humanos, he detenido el desarrollo de
habilidades más finas, he estrangulado a más genios y he sofocado más
talento que cualquier otra cosa en el mundo.
Yo he acortado la vida de vastas multitudes y enviado a más personas
al manicomio, al crimen y al suicidio de lo que los hombres piensan.
Yo causo cambios químicos en el cerebro que paralizan la eficiencia y
arruinan las carreras.
Yo privo a los seres humanos de más cosas que son buenas para ellos,
cosas que se ajustan a su naturaleza, y que estaban destinados a disfrutar, que
cualquier otro agente.
Yo hago que hombres y mujeres usen ropa pobre y gastada, para que
parezcan abatidos y acabados, cuando es el derecho de todo ser humano mirar
hacia arriba, estar bien vestido, atractivo y feliz.
Yo oculto el sol de la esperanza y hago que los hombres vean todo en
una luz distorsionada porque los hago mirar el lado oscuro de las cosas.
Yo desvitalizo a las personas y convierto en incapacitados crónicos a
hombres y mujeres que deberían disfrutar de una salud perfecta.
Yo soy el instrumento más efectivo del diablo. Si él usa una de mis
sugerencias en la consciencia humana, él puede destruir al genio más
ambicioso y más grande.
Me privo y atrofio las mentes, y mantengo a vastas multitudes de
personas en la ignorancia.
Usualmente ataco a un hombre cuando está deprimido, cuando las
cosas han salido mal, y él se siente triste. Cuando está cansado, fatigado,
desmoralizado; ahí encuentro una entrada fácil a su mente, porque entonces
su coraje no es tan intenso, su cerebro no está tan alerta y tiene menos valor
en su naturaleza.
Encuentro que el mejor momento para trabajar con mis víctimas es
por la tarde. Por la mañana los hombres son demasiado vigorosos
mentalmente, tienen demasiada vitalidad y energía, demasiado coraje para
ceder ante mí, pero a lo largo de la tarde, cuando el cuerpo y el cerebro
comienzan a cansarse del trabajo, y el hombre se siente un poco fatigado,
puedo entrar en el gran esquema mental, el cual estaba en la vanguardia del
cerebro en la mañana, cuando las facultades estaban claras, y a menos que mi
víctima esté alerta, pronto lo tengo bajo mi control.
Yo soy el mayor engañador humano. Una vez que entro en la mente,
puedo hacer que un gigante crea que es un pigmeo, y sin ninguna razón.
Puedo reducir su autoestima hasta que, según su propia estimación, sea un
hombre muy corriente.
Yo tengo un hermano gemelo, la duda, el cual es llamado el gran
traidor. Él está siempre listo para ayudarme a terminar mi pequeño juego.
Trabajamos juntos, y bajo nuestro control, es imposible que un hombre sea
ingenioso, original o efectivo.
Yo me levanto en la mente de un hombre después de que ha decidido
extenderse en nuevas líneas, salir del camino trillado y abrirse camino a su
manera, y debilito y apago su entusiasmo y lo hago sentir ineficiente e
indefenso.
Yo le susurro al oído: "Ve despacio, mejor ten cuidado. Muchos
hombres más hábiles que tú han caído tratando de hacer eso. No es el
momento de comenzar esto, es mejor que esperes, espera, espera".
Yo no tengo ni una sola cosa redentora en mi naturaleza, y sin
embargo, tengo más influencia en la raza humana que cualquiera de las
cualidades más finas y nobles que ayudan a llevar al hombre a la altura de sus
posibilidades.
Yo Soy el Desaliento.
CAPÍTULO 11

CÓMO HACER QUE TU MENTE SUBCONSCIENTE TRABAJE


PARA TI

Cuando todos los hombres sepan cómo hacer que el subconsciente


trabaje para ellos, no habrá personas pobres, ni en angustia ni sufrimiento, ni
en el dolor ni en la mala salud; nadie será infeliz, nadie será víctima de
ambiciones frustradas.
Tu mente subconsciente es como un jardín, y debes tener mucho
cuidado con lo que plantas allí. Cada pensamiento, cada emoción, cada
sugerencia es una semilla plantada en el suelo subconsciente, y te traerá una
cosecha de igual naturaleza. No importa qué tipo de semillas de pensamiento
siembres, ya sea pobreza o prosperidad, fracaso o éxito, felicidad o miseria,
cosecharás su especie.
Si impresionas vívidamente, intensamente y persistentemente, sobre
la mente creativa en el Gran interior, tu determinación de ser lo que anhelas
ser; si registras tu voto para tener éxito en hacer lo que anhelas hacer; y haces
tu mejor esfuerzo para mantener tus anhelos, nada en el mundo puede
obstaculizar tu éxito.
Cada gran inventor, cada gran descubridor, cada gran genio ha sentido
la emoción de la divina fuerza interna, ese misterioso poder detrás de la
carne, pero no de ella, que ha venido en su ayuda en la elaboración del
dispositivo, el descubrimiento, el libro, la pintura, la gran composición
musical, el poema, lo que fuera que intentaba crear o descubrir.

Yo presagio que dentro de los próximos veinticinco años el hombre


promedio, a través de su conocimiento del poder infinito y las posibilidades
de la mente subconsciente - esa fuerza misteriosa dentro del gran interior-
será capaz de lograr más de lo que las mentes más brillantes de todos los
tiempos alguna vez soñaron hacer.
La ciencia ha revelado el mecanismo del cuerpo y dominado los
secretos de su maravillosa construcción y acción; pero el misterio de la mente
todavía no se comprende muy bien. Muy pocos tienen incluso una débil
comprensión de sus inmensos poderes ocultos. El cuerpo queda inconsciente
mientras duerme y todas sus actividades voluntarias cesan. Pero la mente,
¿qué hace cuando el cuerpo duerme? Sabemos que no duerme, porque
cuando el cuerpo está envuelto en un sueño, la memoria y la imaginación se
escapan de su casa y van a donde quieran. Vagan en escenas del pasado o se
proyectan hacia el futuro. Ahora están de visita en California, ahora en
Londres, ahora en París, ahora están entre las estrellas. ¿Qué personificación
asumen? ¿toman forma visible? Ciertamente parecen ser completamente
independientes del cuerpo durante el sueño.
La nueva psicología explica el misterio de la mente de una manera
muy simple. Afirma que esa parte de la mente que continúa activa mientras
dormimos, es esa maravillosa fuerza en el Gran interior nuestro que,
entendida y correctamente utilizada, permitirá al hombre alcanzar las alturas
de sus ilimitadas posibilidades. Nosotros sabemos que estamos alcanzando
una nueva fuente de poder. Cuando podamos hacer esto de manera inteligente
y científica, todos realizaremos lo que hasta ahora hemos considerado como
milagros. Estamos empezando a darnos cuenta que la mente subconsciente es
el canal por el que nos conectamos con el suministro ilimitado; con los
grandes procesos creativos del universo; que a través de ella el hombre puede
tocar la Mente Infinita y lograr cosas que harán parecer insignificantes los
logros que ahora despiertan nuestro asombro y admiración.
Todo, en lo que respecta a los resultados, depende del grado de
inteligencia y propósito consciente con el que usamos la mente
subconsciente, ya que está siempre ocupada registrando en la sustancia
creativa invisible cada pensamiento, emoción, deseo, aspiración o
sentimiento. Nunca duerme, sino que está trabajando incesantemente en las
sugerencias que recibe de la mente consciente u objetiva. Tu pensamiento
habitual, tus convicciones, tus visiones, tus sueños, tus creencias, están todos
impresionados en ella, y finalmente se expresarán en tu vida. En otras
palabras, tu mente subconsciente es tu sirviente, y procede instantáneamente
a obedecer la orden y seguir la sugerencia que le das, sin objeciones, sin
cuestionamientos, sin importar si es una cosa grande o una cosa pequeña, si
es correcto o incorrecto. Por ejemplo, cuando quieres tomar un tren
temprano, o debes levantarte en mitad de la noche con algún propósito,
cuando no estas acostumbrado a hacerlo, y te dices a ti mismo, o antes de
dormirte piensas, "debo despertarme a tiempo para tomar el tren por la
mañana", o "debo levantarme a la una en punto esta noche", seguramente
despertarás casi a la hora exacta que dijiste, cuando, tal vez, no has estado
despierto a esa hora en un año. No tienes despertador; nadie te llama; ¿Qué te
despierta en el momento justo? Es probable que nunca te hayas hecho la
pregunta o hayas pensado en ello. Pero fue ese pequeño fiel sirviente
subconsciente que estuvo alerta por ti mientras dormías. Algo similar sucede
con nuestras citas; arreglando fechas o compromisos en algún tiempo en el
futuro. Acuerdas encontrarte con una persona mañana o algún día de la
próxima semana en un lugar y hora determinados. Tú no haces ningún
registro escrito de eso y el asunto sale de tu mente. Pero cuando llega el
momento recuerdas tu compromiso. Por una larga experiencia, yo sé que ese
algo dentro de mí traerá a tiempo a mi consciencia cada compromiso que
haga para que pueda atenderlo. No sigo pensando todo el tiempo en ello. De
ningún modo. Simplemente, lo archivo en mi interior, como archivaría una
carta comercial en mi oficina para referencia futura. Entonces lo descarto de
mi pensamiento, sabiendo que será atendido en el momento apropiado. El
individuo entrenado aprende a cometer todo tipo de cosas a su secretaria
subconsciente, sabiendo por experiencia que le servirá fielmente, no solo en
cosas comparativamente pequeñas, como despertarle a una hora deseada por
la noche o temprano en la mañana; o recordándole constantemente de sus
compromisos, sino además en los serios problemas de la vida.
Edison dijo que cuando se enfrentaba a un gran problema en su
trabajo y no tenía la más mínima idea de cómo resolverlo, simplemente se iba
a dormir, y muchas veces al despertar por la mañana encontraba su problema
resuelto; se había resuelto para él mientras dormía en formas que nunca había
soñado. Los detalles de varios inventos se completaron para él de esta
manera. Yo conozco a muchos hombres de negocios y profesionales que
hacen lo mismo que hacia el Sr. Edison cuando se enfrentan a serios
problemas; ellos se van a dormir antes de tomar una decisión. De hecho,
cuando estamos considerando algún problema serio, es lo más común del
mundo, que nosotros digamos: "Debo conversarlo con la almohada antes de
decidir, es muy importante". ¿Qué significa ‘conversarlo con la almohada’?
Puede que no lo comprendamos o que no podamos explicarlo, pero lo que
realmente significa es esto: tu mente subconsciente toma el problema en el
punto en que tu mente consciente lo dejó cuando te dormiste, y por la mañana
encontrarás que ha sido pensado para ti. Tu sabiduría subconsciente ha
entrado en la transacción, te ha dado el beneficio de su asesoramiento y te ha
permitido tomar la decisión correcta.
Cuando todas las personas sepan cómo hacer que el subconsciente
trabaje para ellas, no habrá gente pobre, ni en angustia ni sufrimiento, ni en el
dolor ni en la mala salud; nadie será infeliz, víctima de ambiciones frustradas.
Entonces sabremos que todo lo que tenemos que hacer para que nuestros
sueños se hagan realidad, para ser próspero y feliz, es darle a nuestro
secretario invisible las instrucciones correctas y seguir con el esfuerzo
necesario. Establecer en tu mente subconsciente las cosas que quieres que se
hagan realidad, que deseas alcanzar; imprimir el ideal del hombre o la mujer
que anhelas ser, es el primer paso hacia el logro. Mantén la convicción en tu
consciencia de que lo que deseas ya se dirige hacia ti, trabaja para ello
confiadamente en la comprensión de que puedes atraer de la energía creativa
de la mente universal cualquier cosa que desees, y de seguro vendrá a ti,
porque de esta forma comenzarás el proceso de creación en el Gran interior
tuyo. Consciente o inconscientemente puesto en movimiento, estos son los
pasos iniciales que han llevado a la producción de cada gran obra de arte y
genio en el mundo. Fueron adoptados en la producción de nuestros
ferrocarriles, nuestros barcos, nuestros hogares, nuestros grandes
monumentos y edificios, nuestras ciudades, nuestro telégrafo, teléfono y
sistemas inalámbricos, nuestros aviones y todas las maravillas de los inventos
modernos. Edison dijo que él era solo un medio para transmitir desde la gran
inteligencia y energía cósmica que llena el universo, algunos de los infinitos
dispositivos que están destinados a emancipar a los seres humanos de
cualquier forma de trabajo forzado. Él creía que las mejores cosas que le dio
al mundo simplemente fueron transmitidas a través de él hacia sus
semejantes, desde la Fuente Infinita de todo suministro. Si bien la mente
subconsciente es todopoderosa en la elaboración del patrón o la idea que le
damos, no lo origina por sí misma, por lo tanto, hará toda la diferencia del
mundo el tipo de material le des a tu mente subconsciente para que trabaje.
Tú puedes convertirla en una enemiga o una amiga, porque hará lo que te
lastime tan rápido como lo que te bendice. No por maldad, sino porque no
tiene poder discriminatorio más que el suelo en el que el agricultor siembra
su semilla. Si el agricultor comete un error y siembra semilla de cardo en
lugar de trigo, la tierra no le dice: "Amigo mío, has cometido un error. Has
estado sembrando cardo en vez de trigo, así que cambiaremos la ley, para que
puedas obtener lo que creías que obtendrías". No, la tierra siempre nos dará
una cosecha según nuestra siembra. Si sembramos semillas de cardo, será tan
fiel en la producción de cardos como lo será en la producción de trigo o
repollos o papas. Nosotros sembramos la semilla y la naturaleza nos da la
cosecha correspondiente; esa es la ley en el plano físico. Es exactamente lo
mismo en el plano mental. La mente subconsciente es como el suelo, pasivo.
La mente objetiva lo usa, da sus comandos o sugerencias, los cuales lleva a
cabo de acuerdo con su naturaleza. Es decir, la mente objetiva o consciente
siembra la semilla en palabra, motivo, pensamiento o acto, y la mente
subconsciente nos devuelve lo nuestro; siempre lo que corresponde a lo que
le imprimimos en ella. En otras palabras, la mente subconsciente no tiene más
opción que seguir la dirección que le damos. Por lo tanto, cuán importante es
que nuestras instrucciones para este sirviente invisible sean para nuestro bien
y no para nuestro mal; que debemos colmarlo, no con las cosas que no
queremos, las cosas que odiamos, tememos y nos preocupan, sino con las
cosas que anhelamos y nos esforzamos por alcanzar.
Si estás trabajando duro y, sin embargo, no progresas hacia tu ideal; si
estás en la pobreza y la miseria - aunque estés luchando constantemente para
alejarte de esas condiciones - no estás obedeciendo la ley que gobierna el
subconsciente. Tu pensamiento tiene la culpa; estás pensando en pobreza,
pensando en el fracaso; tu mente está llena de dudas y miedos; estás
trabajando contra la ley en lugar de trabajar con ella; estás neutralizando
todos tus esfuerzos por tu actitud mental errónea.
Algunas personas, mediante su fe indomable y confianza en sí
mismas, alcanzan los poderes dormidos del Gran interior de sí mismos y
trabajan inconscientemente con la ley que los gobierna. Dondequiera que un
hombre o una mujer esté haciendo cosas inusuales, luchando heroicamente
para lograr algún gran propósito, encontrarás que consciente o
inconscientemente está obedeciendo esta ley, haciendo tremendas demandas
sobre el subconsciente; registrando los propósitos de su vida con tanta
intensidad y trabajando tan persistentemente, tan confiadamente, en esa línea
que su propósito se cumple ineludiblemente. Luther Burbank, por ejemplo,
hizo cosas inmensas en el mundo de las plantas porque hizo demandas
inmensas sobre el poderoso agente interno, su mente subconsciente. Él no
neutralizó las demandas con dudas y temores sobre si se llevarían a cabo o
no. Él hizo sus demandas, dio sus órdenes, persistentemente, enfáticamente,
con vigor y determinación, y fueron fielmente ejecutadas. Por los mismos
medios, usados consciente o inconscientemente, Madame Curie realizó
algunos de los descubrimientos más notables en el mundo científico. Todos
podemos lograr nuestros fines, alcanzar nuestros anhelos de vida haciendo lo
que ellos y todos los demás grandes triunfadores están haciendo - trabajando
con la ley.
No somos, como nos enseñaron a creer en el pasado, muchos
pequeños pedazos de mente arrojados al espacio para luchar por nosotros
mismos; todos somos parte de la mente infinita, la inteligencia cósmica y la
energía del universo. Somos la creación de la única Mente Suprema que
llamó a todas las cosas desde lo invisible, y dado que lo creado debe tomar
parte de las cualidades del Creador, el hombre debe tomar parte de las
cualidades de la omnisciencia, la omnipotencia, la Mente Suprema que le dio
al hombre dominio sobre la tierra y todo lo que hay en ella. Esto significa
que, en lo que concierne a esta tierra, realmente estamos en asociación con
Dios, que somos co-creadores con la gran inteligencia creativa que está activa
en todas partes en el universo.
Los maravillosos logros del hombre en los últimos siglos solo pueden
explicarse a través de su cooperación con su Creador. Es el espíritu de Dios
en el hombre trabajando en armonía con el espíritu de Dios en la gran
inteligencia cósmica del universo, lo que ha hecho posible los logros en la
ciencia, en la invención; descubrimientos que nuestros antepasados habrían
ridiculizado como las imaginaciones de un desequilibrado, si alguien se
hubiera atrevido a sugerirlos como posibilidades. La telegrafía y telefonía
inalámbrica, el automóvil, el avión; el aprovechamiento de la electricidad
para hacer el trabajo en nuestras fábricas, en nuestros hogares; la
reconstrucción del cuerpo por grandes cirujanos, los descubrimientos en
astronomía; cables debajo de los océanos, conectando los extremos de la
tierra; la construcción de ferrocarriles debajo de los ríos y debajo de las calles
de nuestras grandes ciudades; las obras de científicos en todos los campos, de
los grandes agricultores, horticultores y naturalistas, y los grandes ganaderos
que están haciendo en el mundo animal lo que los Burbanks hicieron en el
mundo de las plantas - todas estas cosas son el resultado del acercamiento del
hombre a la gran energía creativa y en cooperación con la Omnipotencia
moldeándola para sus propósitos. El dictamen de la ciencia es que "la
naturaleza sin ayuda falla". En otras palabras, el hombre es el compañero de
trabajo de Dios en esta tierra, su trabajo es elevar todo hacia él, incluido el
hombre mismo, a la más alta posibilidad del plan divino.
Hay un poder en el hombre detrás de la carne, el cual, trabajando con
la divina inteligencia cósmica, le permitirá hacer cosas que en la actualidad
apenas podemos concebir. Nada de lo que podamos imaginar o soñar es
imposible de lograr, porque somos parte real del poder creativo que realiza
milagros en todo el universo. Es decir, aparentes milagros, ya que todo sigue
una ley que nunca puede ser violada para realizar lo que a nosotros nos
parecen milagros. En la consciencia de las poderosas posibilidades de la
mente subconsciente para tocar la gran mente universal yace el secreto del
infinito principio creativo, del poder ilimitado. Hay poderes en tu mente
subconsciente que, si son despertados y utilizados, te ayudarían a hacer lo
que otros te dicen que es "imposible". Tu ideal, el deseo de tu corazón, por
inalcanzable que parezca en el presente, es una profecía de lo que se hará
realidad en tu vida si haces tu parte. Es solo en nuestros extremos que
tocamos nuestro poder real, que inconscientemente recurrimos al Gran
interior. Hay muchas personas en el ejército del fracaso hoy en día, con
apenas energía suficiente para mantenerlos vivos, que tienen fuerzas que
duermen profundamente en su interior y que, si solo despertaran, les
permitirían hacer cosas maravillosas. El gran problema con la mayoría de
nosotros, incluso aquellos que han estudiado a lo largo de estas líneas, es que
nuestras demandas sobre nosotros mismos son tan débiles, el llamado al Gran
interior nuestro es tan débil y tan intermitente, que no causa ninguna
impresión vital o permanente sobre las energías creativas; carece de la fuerza
y la persistencia que transmutan los deseos en realidades.
Cuando nos damos cuenta de que es a través de nuestro ser
subconsciente, en el Gran interior de nosotros, que hacemos conexión con la
fuente de Todo-Suministro, con toda la alegría y satisfacción posible; que es
aquí donde se inician los grandes procesos creativos que hacen que nuestros
sueños se hagan realidad, parece extraño que no usemos esta gran fuerza para
una mejor ventaja. Cuando se cumplen las condiciones necesarias, la ley que
gobierna el subconsciente opera de manera infalible. Trabaja con la ley en
lugar de trabajar contra ella y nada puede obstaculizar tu éxito. En otras
palabras, permite que tu mente subconsciente te ayude en lugar de
obstaculizarte. Dale el pensamiento correcto, la instrucción correcta, los
ideales correctos para trabajar; dale pensamientos de éxito en lugar de
pensamientos de fracaso, pensamientos brillantes y alegres en lugar de
pensamientos sombríos y desalentadores; nunca mantengas un pensamiento
que no corresponda con tu ideal o anhelo; no importa cuáles sean las
condiciones, qué obstáculos se interpongan en tu camino, persiste en
visualizar vívidamente tu éxito, nunca dejes que una duda o temor se
interpongan entre tú y la confianza creencia de que obtendrás lo que anhelas,
aquello por lo que estás trabajando con todo tu corazón, y te sorprenderás de
lo que tu fiel secretaria, trabajando en armonía con la inteligencia creativa,
hará por ti.
Las fuerzas creativas internas son más activas durante la noche que
durante el día, y son especialmente susceptibles a las sugerencias que reciben
antes de que nos quedemos dormidos. Durante el sueño, la mente consciente
no está activa y, consecuentemente la mente subconsciente opera
ininterrumpidamente, sin ninguna de las objeciones u obstáculos que ésta
plantea constantemente durante el día. Por lo tanto, es de la mayor
importancia que le des al subconsciente el mensaje correcto, el modelo
correcto sobre el cual trabajar durante la noche. Haz esto antes de quedarte
dormido y trabajará toda la noche para alcanzar tu anhelo, tu deseo. Nunca
permitas quedarte dormido en un estado de ánimo inseguro, abatido. No
obstaculices el funcionamiento de la inteligencia creativa en ningún momento
por duda o miedo. La duda es el gran enemigo que ha neutralizado los
esfuerzos y ha matado el éxito de miles de personas.
Vive siempre en la consciencia de que eres un éxito en lo que sea que
trates de hacer y los procesos creativos dentro de ti, trabajando fielmente
según el modelo que le das, producirán lo que deseas.
CAPÍTULO 12

PENSANDO SALUD Y PROSPERIDAD


EN TUS CÉLULAS

Cada célula en nosotros piensa. - Thomas Edison.


Cada célula en el cuerpo es un ser consciente inteligente. – Profesor
Nels Quevli.
Piensa y di sobre ti mismo y tu futuro sólo aquello que deseas hacer
realidad.
Como cada célula en tu cuerpo se renueva constantemente, ¿por qué
no poner nuevos pensamientos, nueva vida en tus células y no arrastrar
contigo todos los viejos esqueletos del pasado?
La mente de las células a través de tu cuerpo sabe si eres maestro o
no. Saben si atraviesas el mundo como conquistador o conquistado, como
maestro o esclavo, y actúan en consecuencia. Devuelven a tu vida el reflejo
de tus pensamientos, tus motivos, tus convicciones. Tu condición se
corresponderá con la actitud mental que reflejan.
Pensar totalidad, integridad, perfección, en las células las alentará y
estimulará. El funcionamiento de todas las células del cuerpo, de los diversos
órganos, se reduce cuando pensamos pensamientos oscuros, desalentadores, y
todas nuestras facultades mentales se corresponden con nuestra condición
física.

Cuando los médicos le dijeron a Jane Addams - una joven recién


graduada de la universidad - que no viviría más de seis meses, dijo: "Está
bien, tomaré esos seis meses para acercarme lo más posible a la única cosa
que quiero hacer por la humanidad ". ¿Qué pasó? La expresión firme de su
determinación de hacer lo que estaba más cerca de su corazón se registró tan
indeleblemente en las células en cada remota parte de su cuerpo, desde el
centro de su cerebro hasta la punta de sus dedos, que comenzaron
inmediatamente a construir para la salud. Ocho años después de que la
autoridad médica de ese momento le diera seis meses de vida; ella fundó Hull
House en Chicago, una de las primeras casas de acogida, mundialmente
famosa. Ella se convirtió en una figura internacional, líder en diferentes fases
del gran movimiento moderno para el mejoramiento del mundo. Si en lugar
de darles su positivo mensaje de vida y trabajo, Jane Addams hubiese
impresionado en las células de su cuerpo el pronunciamiento negativo de sus
médicos, y les hubiese dicho que iba a morir en seis meses, ¿qué hubiera
pasado? Ella habría muerto; porque las células habrían aceptado una
sugerencia tan fácilmente como la otra. En lugar de ponerse a trabajar para
reparar y construir el cuerpo, habrían dejado de trabajar; los diversos órganos
y tejidos se habrían desintegrado, y el mundo nunca habría oído hablar de
Jane Addams o su gran obra. Cuando comprendemos completamente el poder
que Jane Addams inconscientemente utilizó cuando descartó el pensamiento
de muerte y lo reemplazó con el pensamiento de vida, podemos incorporar a
la estructura misma de nuestros cuerpos todo lo que deseamos que expresen.
Si no estamos satisfechos con los cuerpos que tenemos ahora,
podemos literalmente construir otros nuevos, porque cada una de las miles de
millones de diminutas células que componen el cuerpo humano es una
entidad viviente, pensante y trabajadora, que, al igual que la sensible placa de
una cámara, registra en su estructura la imagen de cada emoción,
pensamiento o impresión que pasa a través de nuestra consciencia. El autor
de ese libro maravillosamente interesante, " La inteligencia de las células"
dice: "La célula es un ser consciente inteligente, y a razón de ello planea y
construye todas las plantas y animales de la misma manera que el hombre
construye casas, ferrocarriles y otras estructuras". Es decir, cada célula hace
su parte en la construcción del cuerpo, estableciendo la vida según las líneas
que sugerimos, al igual que el albañil, el carpintero y otros trabajadores
construyen una casa de acuerdo con las líneas del plan del arquitecto. No solo
eso, sino que los científicos ahora creen que las células que constituyen los
diversos órganos del cuerpo - el cerebro, el corazón, el hígado, los riñones,
los pulmones, etc. - tienen lo que se llama "inteligencia de órgano", y que
estas células son susceptibles a sugestiones mentales para la salud o
enfermedad de su órgano particular. En otras palabras, la pequeña comunidad
de células que forman el corazón piensa y trabaja para el corazón; la
comunidad cerebral trabaja para el cerebro; la comunidad estomacal, para el
estómago, y así sucesivamente; y todos juntos forman un enorme ejército de
pequeños trabajadores del cuerpo, respondiendo instantáneamente a cualquier
pensamiento que les impresionemos. Si, por ejemplo, hubiera una tendencia a
la enfermedad al acecho en cualquier parte de tu cuerpo; si tus órganos
digestivos, tu corazón, tus riñones, tu hígado u otro órgano no funcionara
normalmente, entonces, enviando pensamientos alentadores, energizantes y
estimulantes, la sugerencia de salud y plenitud a las células de la comunidad
y viviendo correctamente, puedes neutralizar la tendencia de la enfermedad y
hacer que el órgano vuelva a la normalidad. Las inteligentes células harán
exactamente lo que sugiere tu pensamiento - trabajar para la salud y eliminar
la tendencia de la enfermedad. Precisamente en el mismo principio, si se
sugiere el pensamiento opuesto - el pensamiento de enfermedad, de
anormalidad - a estas pequeñas mentes celulares, que ya tienden a la
enfermedad, a la anormalidad, entonces se agravará el problema y se
acelerará el desarrollo de la enfermedad al acecho en el sistema. He
escuchado a un hombre maldecir su estómago y sus órganos digestivos por
no digerir su comida adecuadamente. Cada vez que se sienta a la mesa
comienza a quejarse sobre la comida que le hace mal, el dice: "No puedo
comer esto; mi estómago no puede digerir bien. No puedo digerir esto; no
puedo digerir aquello. Es inevitable que me pase la cuenta si intento comerlo.
Ojalá tuviera un estómago decente en lugar de este bueno para nada que
tengo". Ahora, ¿cómo puede un hombre inteligente esperar la cooperación de
su estómago y sus órganos digestivos cuando está enviando pensamientos tan
discordantes a las mentes de sus células? Cuando está constantemente
culpando y maldiciendo a esos órganos por no funcionar normalmente,
recriminándolos por causarle dolor y aflicción, ¿cómo puede esperar que
hagan su mejor trabajo y lo sirvan alegre y eficientemente? Esos órganos son
como niños o empleados, y un hombre podría razonablemente esperar
obtener un servicio alegre, dispuesto, eficiente de sus hijos o sus empleados
maldiciéndolos, regañándolos y maltratándolos, así como obtenerlo de sus
órganos cuando hace esto.
El estado de tu cuerpo es un reflejo de tu pensamiento habitual sobre
el, tu actitud mental general y tus creencias con respecto a tus diversos
órganos. Cuando piensas en tu corazón como débil, en tu hígado como lento,
en tus riñones como enfermos; cuando dices: "Estoy enfermo, estoy
desanimado, estoy cansado, estoy deprimido, estoy totalmente agotado, no
tengo ganas de nada", ¿sabes qué le estás haciendo a las pequeñas mentes de
las células a través de todo tu cuerpo? Estás debilitándolas y
desmoralizándolas; tú estás estampando tu pensamiento desalentado,
desanimado, la imagen de debilidad, de ineficiencia, en su estructura misma,
y su funcionamiento se deteriorará en consecuencia.
El pensamiento débil, desalentado, pesimista o enfermo produce una
condición similar en cada célula del cuerpo, y el cuerpo sufre en proporción a
la persistencia de tales pensamientos. Ellos tienden a derribar, a destruir los
tejidos del cuerpo, a paralizar las funciones de la vida. La base real de todas
las formas de curación mental, es el hecho de que las células del cuerpo son
todas vivas e inteligentes; que ellas responden a nuestro pensamiento, a
nuestra inteligencia, a nuestras sugerencias para ellos. Hace una gran
diferencia para el sanador mental, saber que, en lugar de enviar su
pensamiento a una masa de células muertas, cada una de ellas, no solo está
viva, sino que responde a su actitud mental tal como lo haría un niño
inteligente. Él sabe que su pensamiento de salud, su pensamiento elevado, el
pensamiento de su totalidad y completitud, la sugerencia de su origen divino,
de su poder para construir el cuerpo, para renovar su fuerza y vigor, envía
una sensación de ánimo, de esperanza y seguridad a través de cada una de
ellas, y las inicia en su tarea de neutralizar la enfermedad y renovar la salud y
vitalidad de su paciente.
Ten cuidado con lo que piensas en estas pequeñas mentes celulares de
tu cuerpo, amigo mío, porque volverá a ti no sólo en tu condición física sino
en todos los aspectos de tu vida. Por ejemplo, cuando piensas en mala suerte,
cuando piensas en lo desafortunado que eres, contándoles a todos sobre ello,
diciendo que el destino está en tu contra, y que no importa lo que hagas, no
puedes salir adelante, entonces tú estás desalentando estas pequeñas mentes
celulares, tal como lo haces cuando piensas en enfermedades y mala salud.
En otras palabras, las paralizas, y en lugar de funcionar normalmente,
funcionan anormalmente, y tu salud, tus posibilidades de éxito, tu
mentalidad, tu poder para superar los obstáculos de tu camino, se ven
seriamente afectados. Hay una disminución a lo largo de la línea. Tus
pensamientos desanimados y pesimistas te han robado energía y dinamismo;
te desmagnetizan para las cosas que estás tratando de atraer - la salud y la
prosperidad.
El problema de mantener el vigor físico, salud abundante, la energía
magnética que atrae cosas para nosotros desde la inteligencia cósmica, se
resuelve cuando aprendes a mantener todas las pequeñas mentes celulares
que forman los diferentes tejidos de los órganos del cuerpo en perfecto
estado, para que estén alertas, felices, alegres, esperanzados. Entonces
reflejarán el máximo de tu pensamiento creativo, el máximo de vigor y
fuerza, de poder físico y mental, ya que es en estos pequeños centros
creativos en los que se nutren nuestra firmeza de carácter y nuestra
determinación. Aquí es donde obtenemos nuestra energía, nuestra fuerza
motriz, y por eso debemos ser muy cuidadosos con lo que susurramos en
estas pequeñas mentes celulares, ya sea ánimo o desaliento, esperanza o
desesperación, salud o enfermedad, pobreza o prosperidad. Ellas son, por así
decirlo, los niños pequeños de la mente más grande y son muy susceptibles a
lo que piensa la mente más grande, las instrucciones que les envía, los
diversos impulsos que salen de la estación central del cuerpo - el cerebro.
Si un hombre enfermo y débil quiere ser fuerte y estar bien, debe
impresionar una imagen fuerte y saludable de sí mismo en las células que
están tratando de reparar, de reconstruirlo. Debe sostener la imagen de sí
mismo como le gustaría ser, no como está. En lugar de esto, muchos
enfermos piensan o dicen algo como esto: "¡Oh, qué enfermo estoy! Me
siento tan débil que me temo que nunca volveré a estar bien. Nunca seré
capaz de hacer nada. Mis anhelos solo se burlan de mí y me torturan, porque
nunca seré capaz de realizarlos. Parece que mi trabajo aquí ya está hecho.
Esta enfermedad me tomó tan fuerte que nunca me dejará. ¿Por qué el
Creador permite que los seres humanos sufran de esta manera, los
torturándolos con al anhelo de hacer algo que nunca pueden hacer, que no
tienen la fuerza para realizar?". Que poco las personas se dan cuenta de que
cuando tienen esos pensamientos, visualizándose a sí mismos en una
condición débil, desesperanzada y agonizante, están cometiendo suicidio tal
como si estuvieran lentamente tomando veneno. Cada célula del cuerpo es
envenenada y desamparada por el pensamiento equivocado. Si imaginas los
miles de millones de células en tu cuerpo como pequeñas individualidades,
pequeños bailarines, que están bailando con la melodía que les des, obtendrás
una idea de la acción de tu mente sobre ellas al elevarte o deprimirte; porque
ellas bailan la danza de la vida o la danza de la muerte, la danza de la
enfermedad o la danza de la salud, la danza de la pobreza o la danza de la
prosperidad, la danza del amor o la danza del odio, la danza de la felicidad o
la danza de la miseria, la danza del éxito o la danza del fracaso, en respuesta a
la melodía de pensamiento que tú les des. Muchas personas se hacen a sí
mismos inválidos o semi-inválidos durante toda su vida, por sus melodías de
pensamiento que se arrastran por el suelo, sosteniendo la desalentada
convicción de que nunca estarán bien, de que siempre serán más o menos
indefensos. Si cambiaran su convicción, su condición física cambiaría
inmediatamente. Esto se ha demostrado una y otra vez por los aparentes
milagros provocados por los sanadores mentales, quienes simplemente
cambian la tendencia de la mente del paciente, vuelven su pensamiento de
condiciones anormales y enfermas a condiciones sanas y saludables.
Entonces las pequeñas células comienzan a bailar con la nueva melodía, la
melodía de vida, de totalidad; y el cuerpo responde de inmediato con
renovada vitalidad y vigor.
Nada ayudará más para hacer de tu vida, tu personalidad y tu entorno
lo que quieres que sea, que el hábito diario de pensar sobre las mentes de las
células de tu cuerpo lo que deseas que expresen - salud, prosperidad, éxito,
felicidad, alegría, buena voluntad, armonía, paz, energía y poder divino.
Puedes hacer esto todas las mañanas antes de comenzar tu tarea diaria y
durante el día cuando tengas algún tiempo libre. Lo importante es mantener
fuera de la mente todos los pensamientos enemigos. En el momento en que
cualquiera de estos gana entrada, y se les permite permanecer, comienzan a
derribar y destruir. Ellos hacen estragos en tu eficiencia, en tu salud y
felicidad. Si ocurre algo durante el día que altere tu equilibrio o tu
autocontrol, si sientes impulsos de enojo elevándose dentro tuyo, recomponte
lo más rápido posible y obtén el control nuevamente, ya que nada es más
dañino para todo el hombre o la mujer, que la inarmonía mental de cualquier
naturaleza. Puedes hablar de paz a los miles de millones de turbulentas
células, así como Cristo habló de paz a las aguas turbulentas del mar. Cuando
les das la nota de armonía ellas responderán. Ellas siempre reflejarán lo que
les sugieres. Cuando la mente maestra habla, ellas obedecen.
Cambia tu pensamiento inarmónico y cambiarás la condición de los
miles de millones de pequeñas entidades celulares en tu cuerpo. En resumen,
cualquier cosa que quieras que exprese tu vida, piénsalo en esas entidades y
se cumplirá; porque ellas son tus compañeras, trabajando en equipo contigo.
Piensa en cada célula de tu cuerpo como un pequeño trabajador tuyo, un
pequeño productor, una pequeña entidad inteligente e independiente, que
coopera con la gran inteligencia universal, el gran propósito cósmico.
Imagina las células colectivamente como una miríada de ejércitos unidos por
el Poder Supremo y trabajando juntos para convertirte en una personalidad
dominante y enérgica, un hombre o una mujer capaz de conquistar cualquier
entorno, dominar cualquier condición desafortunada que el pensamiento
equivocado pueda haber manifestado. Nunca te permitas pensar en ellas
debilidad, pobreza o condiciones empobrecidas o carencias o limitaciones de
ningún tipo. Tú eres el hijo de Dios; piensa en consecuencia. Piensa de
acuerdo con tu herencia inmortal. Piensa en grande, porque tú eres grande.
Piensa generosamente, porque estás hecho para expresar generosidad. No
estás hecho para una pequeña economía, sino para una gran cantidad; fuiste
hecho para la vida abundante, no para la vida escaza y hambrienta. Las
posibilidades de la vida que dirige las mentes de las células hacia el
pensamiento correcto están más allá de todo cálculo.
Cada pensamiento de poder, cada pensamiento de salud, cada
pensamiento de amor, cada pensamiento de verdad, cada pensamiento de
belleza, cada pensamiento de perfección, de totalidad, de vigor de mente y
cuerpo, cada pensamiento de Dios sintonizará tu mente y tu cuerpo con el
poder y perfección del plan creativo de la Mente Divina. Pensar en salud,
pensar en felicidad, pensar la verdad, pensar en el poder y la perfección, la
prosperidad, el éxito, en las mentes de las pequeñas células del cuerpo será,
en el futuro, una parte muy importante del entrenamiento de cada niño. Sus
vidas desde el principio serán ajustadas correctamente; los pequeños
trabajadores de las células obtendrán el comando correcto, la imagen mental
correcta, y construirán para la salud, la prosperidad y el éxito, no para la
debilidad, la pobreza y el fracaso. Pensar correctamente, hace que las células
funcionen correctamente, que construyan en lugar de destruir y destierren de
la tierra dos de las mayores desventajas de la raza: la enfermedad y la
pobreza.

¿QUÉ SOY YO?

Yo soy el principio vital de la vida, el mayor de todos los activos de


éxito y felicidad.
Yo soy aquello que otorga la cualidad positiva a los seres humanos.
Yo pongo energía, vitalidad, empuje en el esfuerzo humano.
Yo soy la fuente del poder físico y mental. Yo le doy al cuerpo vigor
y fuerza, la originalidad y la energía vital del cerebro.
Yo soy tu mejor amigo, el amigo de los grandes y los humildes, ricos
y pobres por igual, pero, ya sea rey o mendigo, quien viole mis leyes debe
pagar las consecuencias.
A menudo en vano me busca el hombre que viaja en su limusina, pero
generalmente me encuentro en compañía del hombre que camina hacia su
trabajo y hace mucho ejercicio.
Yo soy el gran multiplicador de la habilidad, el apoyo de la iniciativa,
el coraje, la confianza en sí mismo, el entusiasmo, sin el cual no se logra nada
que valga la pena.
Yo soy el mayor poder constructivo en la vida del hombre. Sin mí, su
fe se debilita, su ambición decae, su entusiasmo se esfuma, su coraje se
desvanece, su confianza en sí mismo se aleja, su logro es nulo. Sin mí, la
riqueza es una burla, un suntuoso hogar, una amarga decepción.
Junto a la vida misma, yo soy el mejor regalo que Dios le ha dado al
hombre; el millonario que me ha perdido al amontonar su fortuna, renunciará
a todos sus millones para recuperarme.
Yo soy el que da optimismo a la vida, que te hace magnético, alegre;
enérgico, que pone de manifiesto tu ingenio e inventiva, lo que aumenta la
eficiencia al máximo y te permite aprovechar al máximo su capacidad.
Yo aumento cada una de tus cuarenta o cincuenta facultades mentales
cien veces más. Yo soy el líder de todas ellas. Cuando yo estoy presente, ellas
se elevan a su mejor momento; cuando yo estoy ausente, están caídas, en su
peor momento.
Yo soy el amigo del progreso, el estimulador de la ambición, el que
alienta el esfuerzo, el factor esencial para la eficiencia, para el éxito, el
promotor de una larga vida y felicidad.
Yo soy un portador de alegría. Donde voy, el buen ánimo va. Donde
yo no estoy, la depresión, el desaliento, la tristeza están presentes. Mi
ausencia significa poderes decrecientes, a menudo ambición frustrada,
esperanzas arruinadas, mediocridad, fracaso, una vida acortada.
El sabio me guarda como la niña de su ojo; el tonto a menudo abusa y
me pierde por ignorancia, indiferencia o negligencia.
Yo Soy … Buena Salud.
CAPÍTULO 13

CÓMO HACERSE AFORTUNADO

Cree con todo tu corazón que puedes y harás aquello para lo que
fuiste hecho.
El hombre "afortunado" nunca espera por la buena suerte.
"La suerte es la capacidad de reconocer una oportunidad y
aprovecharla".
Para hacerte afortunado, elije la vocación que la naturaleza te preparó
y luego arroja tu vida en ella. Sé todo allí
La confianza en sí mismo y el trabajo, son los amigos de la buena
suerte.
La buena suerte sigue al sentido común, al buen juicio, a la buena
salud, a una firme determinación, a una noble ambición y al trabajo duro.
Sigue a la persona que cultiva el tacto, la cortesía, el coraje, la confianza en sí
mismo, el poder de voluntad, el optimismo, la salud y la buena voluntad para
todos los hombres.

No hace mucho tiempo, un agente de la bolsa en Nueva York, se


suicidó porque pensó que la suerte - que había sido un factor dominante en su
credo de vida- lo había abandonado. Tenía tanta fe en el fetiche, la suerte, que
cuando se encontró con una serie de pérdidas en Wall Street, el creyó que no
había razón de luchar contra su destino. La suerte le había dado la espalda, él
lo declaró, y ya no tenía nada más por lo que vivir. Sus últimas palabras para
su esposa fueron: "Buena suerte para ti".
Muchas personas, aunque no lleguen tan lejos como lo hizo este
agente de Wall Street, se limitan a sí mismos con una supersticiosa creencia
en la buena o mala suerte. Se convencen de que hay alguna suerte o destino,
algo que está más allá de su control y que determina el alcance de sus logros,
y que si este misterioso poder lucha contra ellos, fracasarán; si les ayuda,
tendrán éxito. Nada es tan fatal para el logro como la creencia en un destino
ciego, en la falacia de que un efecto puede lograrse sin una causa
correspondiente.
Sin embargo, cuántas personas saludables están esperando la suerte
para poder resolver sus problemas, esperando obtener una ayuda de ese algo
misterioso e indefinible que ayuda a un hombre y retiene a otro,
independientemente de sus esfuerzos. Entonces, uno también podría esperar
la suerte para resolver problemas matemáticos y esperar a que resuelva sus
propios problemas de vida. El individuo es dueño de su propio destino. El
poder de resolver sus problemas está justo dentro de él. Él hace el destino que
lo derriba o lo levanta. La vida no es un juego de azar. El Creador no nos
puso aquí para ser el juguete de las circunstancias, títeres para ser sacudidos
por un destino cruel que no podemos controlar. Él le ha dado al hombre un
libre albedrío, una mente sin trabas y "El hombre hace su destino de acuerdo
a su mente; el débil, de Espíritu bajo, la Fortuna lo hace su esclavo; pero ella
es una esclava cuando es llamada por los valientes. Si el Destino teje un hilo
común, yo cambiaré el destino. Y con un nuevo púrpura tejeré un telar más
noble. " " ¿Por qué estás abatida, oh, alma mía?".
Eso está dentro de ti, mi buen amigo, eso que es mucho más grande
que cualquier cosa que pueda intentar derribarte. Tú has heredado un poder
de tu Padre Divino que infinitamente más que armoniza cualquier defecto o
deficiencia que puedas pensar que has heredado de tus padres terrenales, o
cualquier desventaja en tu entorno. Hay algo de omnipotencia en ti, porque tú
eres el hijo de la Omnipotencia, y debes haber heredado las cualidades de tu
Creador. No importa lo que te suceda, recuerda que hay algo en ti más grande
que cualquier destino, algo que puede reírse de cualquier destino cruel,
porque tú eres tu propio destino, tu propia suerte. Hay un Dios en ti, amigo
mío. Afirma tu divinidad. Todo lo que tienes que hacer es tocar la Mente
Eterna, la gran energía cósmica, y todo el poder es tuyo. Tú estás en la fuente
misma de todo-suministro.
"La suerte es la capacidad de reconocer una oportunidad y
aprovecharla", dice Beatrice Fairfax, y si aceptamos su definición entonces
debemos admitir que existe tal cosa como la suerte. Tal vez hayas oído hablar
del joven que resultó ser el único médico presente en una multitud que estaba
reunida alrededor del carruaje de un rey cuando sufrió un ataque en una calle
de Londres. El joven doctor se abrió paso entre la multitud, diciendo que
podía aliviar al rey. Y efectivamente así lo hizo, el rey se restableció y este
incidente fue un gran trampolín para la maravillosa carrera de Ambrose Pare.
A veces sucede que, en un accidente ferroviario u otra gran catástrofe, un
hombre desconocido salta a la notoriedad por un simple acto que miles de
personas también podrían haber realizado. Pero la capacidad de aprovechar la
oportunidad, y hacer lo necesario con prontitud y precisión, se debe al cultivo
de la propia iniciativa, el desarrollo diario de la prontitud y la precisión en el
cuidado de los asuntos comerciales.
Lo que tú, amigo mío, en este momento puedes estar llamando tu
mala suerte, puede ser el resultado de alguna debilidad, algún mal hábito, que
está frustrando tus esfuerzos, alejando de ti la prosperidad que deseas. Tú
puedes tener peculiaridades, rasgos objetables, que son obstáculos para tu
progreso, piedra de tropiezo en tu camino. Tu mala suerte puede ser falta de
preparación, una educación deficiente, insuficiente capacitación para tu
trabajo especial. Tu base puede ser demasiado pequeña para cualquier tipo de
estructura de vida respetable. O bien, tu mala suerte puede ser la indolencia,
el amor a la comodidad y el placer, el deseo de pasar un buen rato antes que
nada, pase lo que pase.
La buena suerte es lo contrario de todo esto. Todo hombre exitoso
sabe que la buena suerte sigue a la firme voluntad, el esfuerzo serio y
persistente, el trabajo duro bien hecho, la preparación minuciosa, el deseo de
sobresalir y un propósito inamovible. El individuo “afortunado” es aquel que
piensa y trabaja más duro, que su vecino "desafortunado". Él es más práctico,
su vida ha sido gobernada por el sistema y el orden. La suerte es como una
oportunidad, llega a aquellos que trabajan para ella y están listos para ella.
Haz el mejor uso posible de tu tiempo, esto te hará afortunado. Si no estás
capacitado debido a la falta de educación, puedes obtener el equivalente de
una educación universitaria, sin importar cuán ocupada esté tu vida. Lee y
estudia durante tus tiempos libres. Muchos hombres y mujeres se están
educando de esta manera todos los días, y están ascendiendo en el mundo a
pesar de miles obstáculos y desventajas que tú nunca has conocido.
Si examinamos las carreras de la mayoría de las personas llamadas
"afortunadas", descubriremos que su éxito se remonta a los primeros años de
su juventud y que se ha nutrido de muchas batallas en la lucha por la
supremacía sobre la pobreza y la oposición. Nos daríamos cuenta que el
individuo "afortunado" no cree en la suerte, sino en sí mismo; que nunca
esperó a que las cosas "aparecieran" o que le llegara la suerte. Él se ha
puesto a trabajar y ha cambiado las cosas, hizo que la suerte se cruzara en su
camino. Mi experiencia me ha mostrado que aquellos que están hechos de
material ganador no hablan de mala suerte o destino cruel; ellos no hablan de
ser "retenidos” por otros. Si un hombre tiene levadura en él, subirá, nada
puede retenerlo. El coraje atraerá más buena suerte que casi cualquier otra
cosa que yo sepa.
Por lo general, los perezosos, los indolentes, los amantes del placer,
los buenos-para-nada, los débiles, son los más firmes creyentes en la suerte.
El simple hecho de que una persona siempre hable de su "mala suerte"; se
queje de sus fracasos, sus derrotas con otra persona o de circunstancias
desafortunadas, es una admisión de que es una persona débil. Muestra que no
ha desarrollado independencia o fuerza de voluntad, la fibra mental que
supera los obstáculos.
Es muy importante formar el hábito de pensar en ti mismo como
alguien afortunado, de siempre verte a ti mismo como te gustaría ser, no
como alguien que es ineficiente y que siempre está cometiendo un error.
Habla de ti mismo y de las cosas como quisieras que sean; de lo contrario
alejarás lo que anhelas y atraerás cosas de las que deseas deshacerte. Un
hombre de negocios, al cual conozco desde hace algunos años, ha formado lo
que podría llamarse "el hábito de la mala suerte". Si él invierte en algo, dirá:
"Por supuesto, estoy seguro que voy a perder. Es solo mi suerte. Cuando
compro, el mercado siempre comienza a caer. Las cosas buenas salen
volando cuando compro". Él siempre piensa que va a obtener lo peor en lo
que emprende. Si comienza algo nuevo en su negocio, de inmediato
comienza a hablar sombríamente al respecto. "No va a funcionar, tengo la
sensación de que no va ir bien", declara. Él siempre está hablando de "mala
suerte", prediciendo que las cosas van mal, y que "tendrá que ser peor antes
de que sea mejor". Este hombre ya no tiene tanto dinero como lo tenía hace
varios años, y sus pérdidas han venido en gran parte de su amarga visión
mental, su falta de confianza en su juicio, su perpetua anticipación de la
pérdida y el mal, y su creencia en un cruel destino.
Hay muchas personas trabajadoras que continuamente están alejando
de ellos, precisamente lo que están tratando de conseguir, porque no tienen la
actitud mental correcta. Les falta el entusiasmo del hombre optimista, su fe y
confianza en sí mismo - todos amigos de buena suerte. Si persistes en lucir y
actuar como un fracaso, o un éxito mediocre o dudoso; si sigues diciéndoles a
todos lo desafortunado que eres y que no crees que ganarás, porque el éxito
es solo para unos pocos favorecidos, aquellos que tienen a alguien que les
puede dar un empujón, que los ayude, entonces tendrás tanto éxito como el
actor que intenta representar cierto personaje mientras mira, piensa y actúa
exactamente como lo contrario.
Nuestros pensamientos y palabras son fuerzas reales que construyen o
derriban. Quien solo mira el fracaso nunca es un ganador. El que gana es
aquel que nunca ve otra cosa más que la victoria y que nunca reconoce la
posibilidad de la derrota. Aquel que trata de excusar su fracaso sobre la base
de que estaba condenado desde el principio por las malas cartas que el
destino le repartió, con las cuales tuvo que jugar el juego y que ningún
esfuerzo de su parte podría haber alterado materialmente los resultados, se
engaña a sí mismo. Conozco a un hombre que, cada vez que pierde un tren,
dice: "¡Yo sabía que no iba a alcanzarlo! ¡Es mi destino perderlo! Yo debo
haber nacido tarde". Si hace una torpeza o comete un error, dirá: "Tengo mala
suerte en todo. Tendría que haber sabido que saldría mal. Si hoy comprara
oro, no valdrían más de cincuenta centavos al día siguiente."
Ahora, mi amigo, hablar despectivamente de ti mismo, despreciarte a
ti mismo, es auto-destrucción. La insinuación constante de tu inferioridad, de
tus defectos o debilidades, interferirá con tu éxito en cualquier cosa. No
puedes tener suerte, no puedes tener éxito, si todo el tiempo estás hablando en
contra de ti mismo, ya que esto carcomerá tu confianza en ti mismo y en tu
eficiencia. Mantén una buena opinión de ti mismo. Piensa bien de ti mismo.
Aprende a apreciar tu habilidad y a respetarte a ti mismo, no de una forma
egocéntrica o egoísta, sino porque aprecias tu maravillosa herencia de
cualidades divinas. Recuerda que cada vez que hablas despreciativamente de
ti mismo, no importa si realmente lo crees o si lo haces por el efecto, es decir,
contarles a otros sobre tu mala suerte, admitiendo que no puedes llevarte bien
con otras personas, que tú no puede ganar dinero y ahorrarlo, que no pareces
tener ningún sentido del dinero, etc. estás reduciendo la estimación de ti
mismo, tu ideal de ti mismo, y este es el patrón para la construcción de tu
vida.
Hay un escultor en ti que está trabajando de acuerdo al patrón que tú
le das; y si sostienes un patrón defectuoso, débil, deficiente, se integrará en la
estructura misma de tu ser. Lo que piensas de ti vendrá a ti; lo que creas sobre
ti mismo, tu habilidad, tu futuro, tenderá a acercarse hacia ti. Lo que esperas
de ti mismo en este mismo instante se está forjando en la textura de tu ser.
Siempre piensa de ti mismo como afortunado. Nunca permitas pensar de ti de
ninguna otra manera. Di para ti mismo: "Yo tengo buena suerte. Debo tener
buena suerte, porque soy parte de la divinidad la cual nunca puede fallar. Yo
participo de la omnipotencia porque yo soy un hijo de la Omnipotencia, un
compañero del Todopoderoso. Es mi naturaleza ser afortunado. Fui hecho
para ser afortunado. Yo nací para ganar. Yo soy el hijo del Rey de reyes. Una
herencia suprema viene a mí, y debo comportarme con ese respeto por mí
mismo y por mi habilidad que se convierte en un príncipe del Altísimo".
Medita constantemente sobre lo maravilloso que es tener tal herencia,
ser consciente de que en realidad eres un dios en formación, que hay una
divinidad dentro de ti la cual nunca se puede perder, una omnipotencia que
puede triunfar sobre cualquier desventaja, de cualquier fuente que pueda
surgir. Aprende a reforzarte, a refrescarte y a revitalizarte tocando la gran
inteligencia cósmica a través de la mente subconsciente, adentrándote en el
silencio y comunicándote con el Todo.
Entonces, ya no deberías albergar más ni un pensamiento de miedo,
de preocupación, de celos, envidia u odio, ningún pensamiento egoísta. Estas
cosas roban tu paz mental, tu poder, fuerza y vitalidad, tu equilibrio y
también tu comodidad. Tú no permitirías que un ladrón se paseara por tu casa
para robar. ¿Por qué deberías permitir que tus pensamientos enemigos vaguen
por tu mente sin protestar? Un ideal pequeño, significa una mente pequeña,
un futuro pequeño, una carrera pequeña. La convicción que tienes de ti
mismo, tu creencia con respecto a ti mismo, tu futuro, tu capacidad, todos
ellos reaparecerán en tu carrera. Alguien dijo: "Atrévete a lanzar a la gran
mente cósmica, una mayor seguridad sobre ti mismo, atrévete a tener una
mayor confianza, atrévete a creer en ti mismo y en tu misión. Ten un ideal
más grandioso, una aspiración más noble". La persona debe tener fe en lo que
está tratando de hacer o tratando de conseguir. Su esperanza, su confianza, su
expectativa son factores poderosos en la obtención de su ambición. Son
reflectores en el horizonte, observando oportunidades desde lejos. Nada
puede vencerte o robarte el éxito sino tú mismo. Ninguna condición, aunque
sea inhóspita, puede abrumarte o frustrar el objetivo de tu vida, si tienes un
objetivo de vida. Sólo tu propia debilidad puede hacer eso: tu falta de
determinación, tu falta de energía, tu falta de carácter, tu falta de confianza en
ti mismo. Nada en el mundo puede hacerte un don nadie; ningún infortunio,
ninguna condición o entorno, nada más que tú mismo puede hacer eso. Tú
puedes ser un don nadie si quieres, o puedes ser alguien si prefieres; solo
depende de ti. Puedes hacer de tu vida un éxito; puedes enviar tu influencia a
lo largo de los siglos, o puedes ir a tu tumba como un don nadie, sin haber
hecho una ola en la corriente de la vida.
Tu suerte, buena o mala, está en ti mismo. Pensar en tu infortunio o en
tu mala suerte al no estar tan bien posicionado o condicionado como otros, es
fatal para el éxito y la felicidad, porque debemos ir en la dirección en la que
nos enfrentamos, y enfrentamos según la forma en que pensamos, la forma en
que hablamos, la forma en que actuamos. Somos como veletas y nos
dirigimos hacia aquí o hacia allá según lo que pensamos. Nuestros
pensamientos, nuestras emociones, nuestros sentimientos son como el viento
que gira la veleta. No conozco otra cosa que tenga una mayor influencia en tu
vida que formar el hábito de considerarte afortunado, considerarte
extremadamente afortunado en tu nacimiento, en tu ubicación, en tu
adaptación a tu línea particular de trabajo, tan afortunado en tu anhelo y en tu
oportunidad en la vida para hacer el bien. Estamos comenzando a aprender
que somos hechos, formados y moldeados por nuestros pensamientos, las
cuales son fuerzas tan reales como la fuerza de la electricidad. Nuestro
pensamiento constantemente nos está dando forma para corresponder con
ello. Somos nuestros propios arquitectos, nuestros propios escultores.
Siempre estamos remodelando, reformándonos para adaptarnos a nuestros
pensamientos y emociones, nuestros motivos, nuestra actitud general hacia la
vida. Si siempre nos consideramos como afortunados, a pesar que quizás no
seamos extraordinarios ejemplos de buena suerte, pero siempre estaremos
felices, sonrientes y contentos, creyendo y sabiendo que todo lo que llega a
nosotros será siempre lo mejor.

DÓNDE SE HA ENCONTRADO LA SUERTE

En el ahorro y la previsión.
En la cuidadosa preparación para el trabajo de tu vida.
En la atención mental.
Estando siempre listo para ayudar dónde y cuando sea necesario.
Teniendo tacto y siendo amable.
Al mantener el ideal de eficiencia de uno mismo y las capacidades de uno.

Completamente en el trabajo duro constante.


Estando listo para la oportunidad cuando llegue.
En la cortesía, gentileza y consideración hacia todos.
En ayudarse a sí mismo en lugar de mirar a los demás por ayuda, capital o
favores de cualquier tipo.

Al hacer el trabajo un poco mejor de como los demás hicieron el suyo.


Al no estar satisfecho con nada que no sea lo mejor, nunca aceptando el
segundo mejor trabajo o un trabajo mal hecho.
Siempre llevando algo de lectura en el bolsillo, para que el tiempo libre -
mientras esperas trenes, o por aquellos que llegan tarde a las citas - pueda ser
utilizado leyendo para mejorarte a ti mismo.
Siendo alegre, no importa cuán oscuro sea el panorama.
Al tratar de hacer el bien de todas las maneras posibles, y nunca aprovecharse
de los demás.
Al comenzar aquello – que ese algo dentro de uno dijo que no se podía hacer
- sin importar qué obstáculos se interpusieran en el camino y obedeciendo
prontamente los buenos impulsos.
Nunca permitiéndose creer que uno nació para ser pobre, un fracasado, un
tipo de hombre o mujer mediocre.
Al llevar la actitud victoriosa en todo, lucir como un ganador, hablar como un
ganador e irradiar la confianza de un ganador.
Al sostener que las cosas buenas del mundo no fueron hechas para unos
pocos favorecidos, sino para todos los hijos de Dios.
Manteniendo la clara firmeza y persistencia por las ventajas que muchos
otros disfrutaron desde el nacimiento.
Al creer que la mejor parte del salario no estaba en el sobre de pago, sino en
la oportunidad de hacer el bien en cada trabajo que pasaba por las manos.
En la oportunidad de absorber los secretos de los negocios de su empleador;
para aprender a pagar lo que compró caro, tal vez, después del fracaso y un
enorme gasto de tiempo y dinero, y, posiblemente, el acortamiento de su vida
en el proceso.
Manteniendo los ojos y oídos abiertos, y la boca cerrada la mayor parte del
tiempo.
En la perseverancia indomable, una determinación que nunca se rendirá ni
retrocederá; empujando siempre ya sea si se puede ver el objetivo o no.
En la actitud correcta hacia la vida, hacia el propio trabajo, hacia todo y
todos.
Al elegir la compañía de uno, asociarse solo con personas que están dando lo
mejor de sí mismos para para subir y levantarse en el mundo.
En la consciencia de la asociación de uno con el Todo-Poderoso, con la
Mente Infinita.
Al aprender, a través de la química mental, a neutralizar las cosas que matan
los mejores esfuerzos: miedo, preocupación, ansiedad, celos, envidia,
maldad, susceptibilidad, ira, y así mantener la mente libre para las cosas más
grandes.
CAPÍTULO 14

PROSPERIDAD Y
FE EN UNO MISMO

La fe abre la puerta al poder.


Son los hombres y mujeres con una fe asombrosa, una colosal
confianza en sí mismos, quienes hacen grandes hazañas, logran lo
"imposible".
No importa cuál sea tu necesidad, ponla en las manos de la fe.
No preguntes cómo, ni por qué, ni cuándo. Solo haz tu mejor nivel y
ten fe, que es el gran hacedor de milagros de todas las épocas.
La fe abre la puerta, ve el camino.
Es un sentido del alma, una percepción espiritual que ve mucho más
allá de la visión de los ojos físicos y ve la realidad mucho antes de que tome
forma material.
Un hombre de un solo talento con una gran fe en sí mismo a menudo
logra infinitamente más que un hombre de diez talentos que no cree en sí
mismo.
La fe aumenta la confianza, conlleva convicción, multiplica la
capacidad. No piensa ni adivina. No se desanima ni enceguece por las
montañas de dificultades, porque ve a través de ellas, ve el objetivo más allá.
Existe un tremendo poder creativo en la convicción de que podemos
hacer algo. Puedes tener éxito cuando otros no creen en ti, cuando todos los
demás te condenan, pero nunca cuando no crees en ti mismo.
Una colosal fe en sí mismo, una sublime confianza en sí mismo que
nunca flaqueó en ninguna situación, fue el gran secreto del éxito
multifacético de Theodore Roosevelt, porque él creía en Roosevelt, tal como
Napoleón creía en Napoleón. No había nada tímido o poco entusiasta en él.
Se ocupó de todo lo que emprendió con esa gigantesca seguridad, esa
tremenda confianza, esa sincera creencia en su poder para hacer, eso gana la
batalla antes de que comience.
Sin ninguna presunción de genio - como él mismo dijo - sólo con las
cualidades del hombre promedio, mediante una aplicación intensiva
desarrolló tanto el poder de la mente y el cuerpo que se elevó por encima del
hombre promedio.
"Según tu fe, te será hecho a ti", es tan científico en el mundo de los
asuntos como cualquier verdad demostrada de la ciencia. Si tu deseo es
construir un gran negocio, acumular una fortuna, ganar poder político e
influencia, hacer un gran nombre en la ciencia, en la política, en el
periodismo, en cualquier campo que este tu inclinación, una gran fe en ti
mismo es el precio imperativo.
La mayoría de las personas en el gran ejército de los arruinados,
fracasaron porque carecían de fe en sí mismos. Dudaron de su poder para
hacer las cosas bien. No creían lo suficiente en sí mismos, mientras que, por
otra parte, creían demasiado en las circunstancias y en la ayuda de otras
personas. Esperaron por la suerte, esperaron por capital externo, un impulso,
una influencia, un empujón, por alguien o algo fuera de ellos que los ayudara.
Dependieron demasiado de todo lo demás, excepto en ellos mismos. Y ahora
permanecen en el gran ejército del fracaso porque no están dispuestos a pagar
el precio por lo que quieren, o no tienen el coraje de volver a intentarlo.
Carecen de aquello que proporciona la fe: fuerza, tenacidad, determinación.
La confianza en uno mismo ha sido el mejor sustituto de amigos,
apellido, influencia y dinero. Es el mejor capital del mundo; ha superado más
obstáculos y más dificultades y llevado a cabo más empresas que cualquier
otra cualidad humana. Ha hecho más millonarios que cualquier otra fuerza o
cualidad humana. Fue el anhelo de triunfar, respaldado con el espíritu de
confianza del “Yo Puedo y lo Hare” lo que permitió que un niño pobre, tras
repetidos y desalentadores fracasos, diera a la ciudad de Nueva York su
estructura empresarial más hermosa - el edificio Woolworth. Arquitectos
extranjeros han declarado que esta es una de las más bellas del mundo, "un
sueño en piedra". El hombre que lo creó fue Frank W. Woolworth. Nacido en
una pequeña granja en el estado de Nueva York, este hombre no tenía otra
herencia que un cuerpo sano, un empuje natural y confianza en sí mismo, que
ha dirigido a tantas personas a su objetivo. Él comenzó su carrera en una
pequeña tienda en Nueva York. Allí trabajó como vendedor y durante los
primeros tres meses trabajó gratis, ya que el dueño le dijo: - “por qué debo
pagarte si te enseñaré sobre el negocio”. Su primer salario en una tienda más
grande fue de tres dólares con cincuenta centavos a la semana. A pesar del
trabajo duro y persistente durante años, la decepción y los fracasos fueron los
únicos resultados visibles de sus esfuerzos. Pero a pesar de la mala suerte y la
apremiante pobreza, se mantuvo firme hasta que la fortuna le sonrió, y luego
comenzó a establecer las tiendas Woolworth de cinco y diez centavos, con el
resultado de que antes de su muerte, tenía más de mil tiendas con un capital
de sesenta y cinco millones de dólares, dando empleo a miles de personas.
También construyó el gran edificio Woolworth, siendo en ese entonces, el
edificio más alto del mundo, pero por sobre todo, había construido un
carácter fuerte y amable. Él dejó un ejemplo del éxito honesto, extraído desde
las condiciones más difíciles, que es una inspiración para todos aquellos que
tienen el anhelo de elevarse de la pobreza al poder y, al mismo tiempo,
prestar un gran servicio al mundo.
Henry Ford es otro estadounidense que comenzó en la vida con nada
más que el poder del cerebro y la creencia en su capacidad para hacer lo que
quería hacer. Después de muchos altibajos, trabajando primero de joven en la
granja familiar cerca de Detroit, luego como maquinista y como ingeniero
jefe en “Edison Illuminating Company”. En su tiempo libre se dedicaba a
desarrollar la invención en la cual comenzó a trabajar desde niño - su tractor
de granja. Había pasado la edad de cuarenta años antes de conocer el éxito;
de hecho, a los cuarenta años, fue considerado como un fracaso por aquellos
que no podían estimar su carácter, su voluntad indomable, su fe en sí mismo
y su poder para sacar la victoria de la derrota. Pero aun así, se dedicó a
organizar la Ford Motor Company y comenzó a encaminarse hacia el éxito
fenomenal que ha dado a conocer su nombre en todo el mundo. A los
cincuenta y ocho años, el Sr. Ford, ya era multi millonario, jefe de un ejército
de miles de trabajadores industriales, además de muchos otros identificados
indirectamente con sus intereses y con varias plantas de fabricación en
Estados Unidos. La más grande en estos años, ubicada en Highland Park,
Detroit, empleando a cuarenta mil personas en la fabricación de automóviles
Ford, mientras que en la planta de River Rouge, a nueve millas de Detroit,
produciendo partes de autos y tractores. Además, una planta dedicada a
tractores de cinco millones de dólares en Cork, Irlanda, también plantas en
Cádiz, Copenhague, Burdeos y Manchester, Inglaterra, y dos en América del
Sur. Además de todo esto, Ford también tiene una publicación semanal “The
Dearborn Independent”; ferrocarril de Detroit, Toledo & Ironton y una granja
de cinco mil acres, al oeste de Detroit, cuyos productos alimenticios se
venden a los empleados de Ford a precios de costo. Este gigante industrial no
se detuvo aquí. Sus actividades caritativas van de la mano con sus logros
industriales. Su hospital de cinco millones de dólares en Detroit y su escuela
para niños donde pueden "aprender mientras ganan" son grandiosos ejemplos.
Son hombres de este tipo, hombres con un cien por ciento de fe, que matan
sus dudas, estrangulan sus miedos, se levantan cada vez que caen y van hacia
adelante sin importar los obstáculos, quienes ganan en la vida.
Mientras vivas en una atmósfera saturada con pensamiento de fracaso,
no puedes hacer lo más grande posible para ti, porque no puedes tener un cien
por ciento de fe; y recuerda que tus logros, tu éxito, dependerán del
porcentaje de fe en ti mismo y en lo que estás tratando de hacer. Una gran
cantidad de aquellos que fracasan en la vida, o quienes solo alcanzan
posiciones mediocres, se mantienen atrás por la autodepreciación, por la falta
de fe en sus propios poderes, la sugerencia de su propia inferioridad. Nada es
más perjudicial para el éxito que este tipo de actitud mental. Podría sacar la
fortaleza hasta de un Napoleón. En el instante en que reconoces que eres
incapaz de hacer aquello que intentas hacer, o que algo puede bloquear
permanentemente el camino hacia la meta de tu objetivo, estableces una
barrera para tu éxito que ninguna cantidad de trabajo arduo puede eliminar.
Puede el que cree que puede, es verdad en cada situación de la vida.
Cuando alguien le preguntó al almirante Farragut si estaba preparado para la
derrota, dijo: "Ciertamente no lo estoy. Cualquier hombre que esté preparado
para la derrota está medio derrotado antes de comenzar". Hace una gran
diferencia si se entra en algo para ganar, con los dientes apretados y la
voluntad resuelta; si estás preparado desde el principio para hacer tu fortuna,
para tener éxito en tu negocio o profesión, para poner en práctica lo que te
has propuesto, o si comienzas con la idea de que vas a empezar y seguirás tu
camino gradualmente, y continuarás si no encuentras demasiados obstáculos,
pero si no todo sale bien, siempre hay una manera de retroceder.
Entrar en una cosa determinado a ganar, sentir esa seguridad en sí
mismo, ese sentido interno de poder que hace que uno domine la situación, es
la mitad de la batalla; mientras que, por otro lado, estar preparado para la
derrota; anticiparla es, como dijo el Almirante Farragut, estar medio
derrotado antes de que uno comience. Debes quemar todos tus puentes detrás
de ti, sin dejar la tentación de retirarte cuando las cosas se ven negras. Los
hombres que construyeron las grandes industrias de América e hicieron
enormes fortunas - los Peabodys, los Astor, los Gould, los Vanderbilt, los
Morgan, los Rockefeller, los Carnegie, los Schwabs, los Hills, los Ford, los
Marshall Fields, los Wanamakers- todas las personas que han hecho y están
haciendo grandes cosas en el mundo, no sólo tenían la fe que hace lo
"imposible", sino que también han sido exigentes entrenadores de sí mismos.
No se manejan a sí mismos con guantes. Se mantienen a la altura de la
disciplina severa. No permiten holgazanear, la inactividad; ellos ponen una
prohibición a la pereza, la indiferencia, la vacilación; fijan su mirada en la
meta y sacrifican todo lo que interfiere con su anhelo, todo lo que se
interpone en el camino del éxito mayor. Ellos saben que el que está
enamorado de su sillón, que piensa demasiado en su comodidad y
tranquilidad, los buenos momentos con sus amigos por las tardes, que piensa
demasiado en los placeres de los sentidos, nunca llegará a ninguna parte.
No hay forma posible de derrotar a un ser humano que está
organizado por la victoria. Si él tiene la fe que mueve montañas, si tiene
materia ganadora en él, va a ganar, sin importar lo que se interponga en el
camino. No hay manera de retenerlo, porque, además de su inquebrantable
creencia en sí mismo, está dispuesto a pagar hasta el último centavo el precio
que incluso los más dotados entre los hombres deben pagar por el éxito. Nada
se le niega a alguien que está dispuesto a pagar el precio por ello. Sólo tu
propia inercia, tu propia falta de fe en ti mismo, tu propia falta de empuje y
determinación, pueden frustrar tu ambición. Tus anhelos son la prueba de que
puedes respaldarlos con realidades. La fe hace la luz de los obstáculos,
porque aumenta la capacidad y multiplica el poder. Juana de Arco se
multiplicó diez mil veces por su fe; multiplicó su habilidad un millón de
veces con su convicción de que ella había sido ordenada por Dios para
restaurar el trono de Francia y expulsar al enemigo de su tierra. Ella estaba
dispuesta a hacer cualquier sacrificio para salvar a su país, y cada sacrificio
que hacía, cada obstáculo que vencía, la hacía más fuerte para llevar a cabo la
gran tarea que había emprendido. Sin trabajo, sabemos que la fe no sirve de
nada. Todo depende del "empuje" con el que la respaldamos.
El único poder real que uno gana, se obtiene en la lucha por superar
los obstáculos. Es el esfuerzo del cerebro y el músculo puesto en el verdadero
hacer de la cosa, el trabajo francamente duro, el pensamiento vigoroso y la
planificación que hacen al hombre fuerte, el hombre que alcanza la meta de
su ambición. Fueron las continuas persecuciones, sumadas a su indomable
autoconfianza, lo que convirtió a Alfred Harmsworth, ahora Lord Northcliffe,
en uno de los hombres más ricos de Inglaterra, y uno de los editores más
exitosos del mundo. En una entrevista, dijo: "Siento que cualquier posición
que haya alcanzado se debe a que enfoqué mis energías y mi tiempo. Cuando
entré en el periodismo, decidí que dominaría el negocio de la edición y
publicación. Esta es una vasta especialidad, pero entonces yo era muy joven y
tenía mucha confianza en mí mismo ". Esta confianza en sí mismo fue una de
sus características más notables incluso cuando era niño. Cuando sólo tenía
quince años, mientras asistía a una escuela de gramática inglesa, comenzó un
pequeño trabajo escolar en el cual él decía: "Sé de la mejor fuente que este
documento será un éxito rotundo". Y demostró un éxito rotundo, como lo han
hecho todas las empresas en las que este periodista próspero y seguro de sí
mismo ha puesto su mano. A los veintiún años, Harmsworth comenzó en el
negocio editorial regular con un pequeño semanario llamado "Respuestas", el
cual también fue un éxito. Antes de cumplir los treinta años, era un editor
millonario y, a los treinta y seis años, era el director del mayor negocio
editorial del mundo. Lord Northcliffe, considerado uno de los hombres más
poderosos e influyentes de Inglaterra, con muchos millones de dólares,
además de poseer dos millones de dólares en bosques para la fabricación de
papel en Terranova.
Obtenemos en esta vida, cualquier cosa en la que nos concentremos
con todas nuestras fuerzas. Nuestro éxito o fracaso está en nuestras manos.
Muchos que se quejan de que la puerta del éxito está bloqueada y prohibida
para ellos, porque son demasiado pobres para obtener una educación, o no
tienen a nadie que los ayude a obtener el puesto que desean; ellos no están
teniendo éxito, no están obteniendo la cosa ellos quieren, porque no están
dispuestos a hacer el esfuerzo necesario para tener éxito. No están dispuestos
a hacer el trabajo duro. Pueden tener fe en su capacidad, pero no tienen la
energía para poner la capacidad a trabajar y hacer que haga cosas por ellos.
Quieren que alguien más haga el trabajo para hacer que las cosas sucedan.
Ninguna persona subió al éxito en la espalda de otra. Debe empujar, debe
hacer por sí mismo que las cosas sucedan o fracasará. Joseph Pulitzer, un
joven que llegó a Estados Unidos desde Alemania, era tan pobre cuando
aterrizó que tuvo que dormir en las bancas del City Hall Park, Nueva York,
frente al espacio que luego ocupara el World Building, edificio el cual más
tarde él construyó. Este pobre joven tenía tanta fe y tanta energía que hizo
millones de un periódico que era casi un fracaso en manos de las personas a
quien él se los compro. No importa cuán humilde sea tu posición, aunque
seas un obrero, un limpiador de calles, un jornalero o el chico de los
mandados, si tienes fe en ti mismo, en tu visión y respaldas tu fe con un
trabajo duro y bien hecho, nada puede impedirte realizar tu visión.
Una fortuna se acumula por los mismos medios que hacen que un
hombre sea un músico exitoso, un político o un inventor. La fe y el trabajo
tienen magia en ellos. Es la fe la que dirige el camino en todas las empresas.
Es la facultad divina la que conecta al hombre con la gran Fuente de todo
suministro, la Fuente de toda inteligencia, la fuente de todo poder, de todas
las posibilidades. Si solo tienes fe, ciento por ciento fe en ti mismo, en tu
trabajo de vida, en cualquier cosa que emprendas, no puedes fallar.

EL GRAN CONQUISTADOR

Yo soy aquello que está detrás de todo logro, que ha guiado el camino hacia
el éxito, hacia la felicidad, a través de los tiempos.
Yo crucé un océano desconocido con Colón, y sin mí nunca habría
descubierto América.
Estuve con Washington en Valley Forge; y, sin mí, no habría logrado liberar
las colonias americanas y convertirlas en una nación.
Pasé por la Guerra Civil con Lincoln y guie su pluma cuando escribió la
Proclamación de la Emancipación que liberó a millones de seres humanos de
la esclavitud.
Estuve con los patriotas ingleses quienes forzaron al rey Juan I a firmar esa
gran carta de los derechos humanos: la Carta Magna.
Yo estaba detrás de aquellos que forzaron la Revolución Francesa, y de
aquellos que firmaron la Declaración de Independencia de los Estados
Unidos.
Estaba con Cristo cuando todos sus discípulos y amigos lo abandonaron; y
animé y consolé a los mártires en la hoguera, a todos los hombres y mujeres
que dieron sus vidas para mantener las verdades que él enseñó.
Crucé el océano con Cyrus W. Field cincuenta veces antes de que su gran
empresa, el cable oceánico, se perfeccionara. Yo estaba en el barco con él
cuando el cable se partió en medio del océano, después de que el primer
mensaje pasó por este, y le di coraje para persistir cuando el trabajo tuvo que
volver a hacerse.
Yo soy el cerrajero que puede abrir todas las puertas, a quien ningún
obstáculo puede detener, ninguna dificultad o desastre desanimar, ningún
infortunio me desvía de mi propósito.
Yo soy amigo de los desamparados, los desafortunados, aquellos para
quienes la vida ha sido una gran desilusión. Si estas personas pueden
sostenerse de mí, yo les daría la vuelta para que pudieran enfrentar su
objetivo e ir hacia el en lugar de darle la espalda e ir en la dirección opuesta;
ellos estarían de cara al sol y dejarían las sombras atrás en lugar de estar
frente a ellas como en el pasado.
Yo soy un impulsor, un optimista, alguien que siempre ve algo de esperanza
en cada ser humano, porque sé que hay un Dios en cada uno; que los hombres
y las mujeres son dioses en formación; que todos son capaces de hacer
infinitamente más, infinitamente mejores cosas, de lo que han hecho hasta
ahora.
No importa que tan malas puedan ser las condiciones que me confrontan, yo
siempre tengo una sonrisa, porque sé que el sol siempre está detrás de las
nubes y que después de un tiempo la tormenta pasará y el sol volverá a
brillar.
Yo veo el triunfo más allá de la derrota temporal. Yo miro más allá de los
obstáculos que desaniman a la mayoría de las personas, porque sé que se
vuelven más pequeños a medida que uno se acerca a ellos; y la experiencia
me ha demostrado que una pequeña fracción de las cosas por las que la gente
teme y se preocupa suceden.
Si me conoces, si crees en mí, trabajas conmigo, te aferras a mí, no importa
cuán llenos de fracasos y desilusiones haya estado tu pasado, yo te ayudaré a
superar las condiciones adversas y te coronaré con el éxito, porque yo venzo
todas las dificultades.
Yo Soy la Fe.
CAPÍTULO 15

CÓMO DESHACERSE DEL MIEDO


Y LA PREOCUPACIÓN

Un día de preocupación es más agotador que una semana de trabajo.


El miedo afecta la salud, paraliza la eficiencia, mata la felicidad,
acorta la vida.
Cruzar puentes antes de que lleguen a ellos, pone más víctimas en el
gran ejército de fracasos, en las filas de los infelices e ineficientes, que casi
cualquier otra cosa.
El temor al mañana, la anticipación de las pruebas y los problemas
que se avecinan, roba la fuerza y el entusiasmo que permitiría alcanzar un
éxito glorioso.
El hombre que teme al mañana teme a la vida, y ese tipo de hombre es
un cobarde. Él no tiene fe en Dios ni en sí mismo. Él nunca llegará muy lejos.
Si has tenido una experiencia desafortunada; si ha cometido un error
en tu empresa; si te han colocado en una posición embarazosa; si has caído y
te has lastimado por un paso en falso; si has sido calumniado y ofendido,
olvídalo. No hay una sola característica redentora en estos recuerdos, y sus
fantasmas te robarán muchas horas felices.
No es el trabajo que hemos hecho, las cargas que hemos soportado,
los problemas que han surgido lo que han dejado profundas arrugas en los
rostros de muchos de nosotros, y nos han hecho prematuramente viejos; son
los temores y las inútiles preocupaciones que arrastramos con nosotros los
que han hecho todo el mal.
Dr. William F. Warren, un expresidente de la Universidad de Boston,
en un discurso a los estudiantes dijo: "No hay tantos mandatos o peticiones en
la Biblia como este enfático, '¡No temas!' Una vez pensé en preparar un
sermón sobre ello, y resultó ser muy fructífero para mí. Desde Génesis hasta
Apocalipsis, "No temas" parecía un interminable estribillo. Comencé a contar
cuántas veces aparecía, pronto tuve veinte, luego treinta y luego cuarenta,
luego cincuenta. Mirando de cincuenta a setenta noté que otras palabras,
como las de nuestro Señor, "No se turbe tu corazón, ni tenga miedo",
significaban exactamente lo mismo, por lo que mi recuento, por completo que
fuera, nunca representaría el verdadero total".
Hay millones de personas, en todas partes del mundo, cuyas mentes
están constantemente llenas del temor de algo. Desde la cuna hasta la tumba,
el miedo arroja su negra sombra sobre la humanidad, arruinando y
paralizando vastas multitudes de vidas, haciendo que las personas sean
miserables, manteniéndolos en la pobreza y la inferioridad, llevando a
muchos a la locura e incluso a la muerte. No hace mucho tiempo, una chica
de Nueva York resbaló en un pavimento congelado y cayó al suelo. En ese
momento, un camión que se acercaba pasó tan cerca de ella que las ruedas
casi la tocaron. Aterrorizada por la idea de peligro, la chica imaginó que el
camión realmente había pasado por encima de ella. Cuando la levantaron y la
llevaron a un hospital cercano en una ambulancia, ella estaba delirando sobre
el camión que la atropelló, y finalmente se volvió loca. Esta tragedia fue
puramente el resultado de la imaginación, ya que no había rasguños de
ningún tipo en el cuerpo de la chica, ni siquiera su ropa había sido tocada. Al
igual que los miedos y las preocupaciones que hacen que las vidas de tantas
personas sean miserables fracasos, lo que alejó su razón no era real. Lo que
ella temía nunca sucedió, pero el efecto de su miedo, el evocar en su mente
una imagen de muerte o de un cuerpo mutilado, le produjo algo peor, algo
más desastroso; porque ninguna otra pérdida puede compararse con la
perdida de la luz de la razón.
El tipo equivocado de pensamiento diariamente lleva desastres,
terribles tragedias y desgracias a las vidas de hombres y mujeres en todas
partes. Hace poco tiempo, durante una severa tormenta, una mujer perdió el
conocimiento a causa del miedo y murió. Un examen mostró que no tenía
problemas cardíacos, y que ningún rayo no la había tocado; pero parecía que
durante toda su vida esta mujer había sentido un gran temor a los truenos y
relámpagos, y finalmente la cosa que tanto había temido y esperado llegó a
ella. Sin embargo, no era el rayo, sino su miedo a ello lo que la había matado.
Hoy en día muchas personas se ven seriamente afectadas por el miedo
a las enfermedades. Temen y esperan la influenza o la neumonía, y así invitan
a estas enfermedades. Su miedo destruye su poder de resistencia a las
enfermedades y los predispone a convertirse en víctimas. Tuvimos un
ejemplo sorprendente de esto poco después de que Estados Unidos entró en la
Guerra Mundial, cuando la epidemia de influenza hizo su aparición en los
campamentos de los soldados, y luego se extendió por todo el país como un
incendio forestal. En un tiempo increíblemente corto, miles de víctimas, la
mayoría jóvenes, contrajeron la terrible enfermedad. El miedo estaba en el
fondo de su extensa destructividad.
A través de la influencia del pensamiento temeroso, el pensamiento
sombrío y desanimado, el pensamiento de enfermedad, de fracaso, las
imaginaciones y pensamientos insanos de todo tipo, las personas están
cortando su suministro divino, arruinando su salud, sus posibilidades de éxito
y felicidad. El miedo a la muerte, el miedo a la enfermedad, el miedo a la
necesidad, el miedo al fracaso, el miedo a lo que nuestros vecinos piensan y
dicen, el miedo a los accidentes, anticipando desgracias, la mala suerte en
general, el miedo al futuro, el fracaso de nuestros planes, el miedo a esto, a
eso y aquello, hace de esto, la más negativa y destructiva de todas las
emociones humanas, el compañero más cercano de nuestras vidas diarias.
El miedo es el detestable fantasma que siempre se levanta para
privarnos de nuestro legítimo gozo, de nuestra tranquilidad, de nuestro coraje
y fortaleza, de nuestra fe en nosotros mismos y de nuestra capacidad para
superar las condiciones que nos abruman y nos esclavizan. Tomemos
solamente el miedo a la pobreza. Considera la miseria que ha causado. Quién
podría calcular todos los estragos que ha causado este miedo en la historia de
la raza, - el miedo a la carencia, la tortura de visualizar al lobo acercándose a
la puerta; la agonía de un posible sufrimiento para nuestros seres queridos si
no podemos satisfacer sus necesidades. ¡Oh, este terrible miedo a la carencia!
Lo podemos leer en los rostros de miles de personas que nunca han aprendido
a demostrar el suministro, que no conocen nada de la ley de la prosperidad y
nunca soñaron que sosteniendo en la mente este miedo a la pobreza, este
horror a la pobreza, teniendo la convicción de que están condenados a ser
pobre toda su vida, están alejando de ellos el suministro, la opulencia que
anhelan. Ellos no saben que, sólo sosteniendo el pensamiento de la
prosperidad, el pensamiento de la abundancia; imaginándose a sí mismos en
conexión con el suministro ilimitado, visualizando lo que quieren en lugar de
lo que no quieren, podrían salir de la pobreza que odian y conectarse con la
fuente misma del suministro.
¡Cuántos hombres y mujeres agotan su fuerza y así disminuyen su
poder adquisitivo, al pasar la noche en vela preocupándose por sus problemas
de negocios, sus problemas del hogar, las crecientes necesidades de sus
familias y preguntándose de dónde vendrá su suministro! ¿Alguna vez este
negocio de miedo y preocupación ha hecho algo por ti? ¿Alguna vez ha
aportado algo a tus ingresos, a tu salud, a tu comodidad o tu felicidad?
¿Alguna vez resolvió tus problemas o te ayudó de alguna manera? ¿No ha
sido siempre todo lo contrario? La mayoría de nosotros sabemos, por amarga
experiencia, cómo el perverso hábito del miedo y la preocupación utiliza
nuestros poderes mentales, agota nuestras fuerzas vitales, reduce nuestra
eficiencia, nos roba la esperanza, el coraje y el entusiasmo; de hecho, reduce
completamente nuestras posibilidades de éxito en un setenta y cinco por
ciento.
El gran secreto del éxito y también de la felicidad es tener fe;
enfrentar la vida con valor y confianza, y no anticipar problemas.
Desgraciadamente, a pesar de que Estados Unidos es uno de los países más
ricos, más prósperos, más productivos e ingeniosos del mundo, somos una
nación de preocupaciones. La mayoría de nosotros no enfrentamos la vida de
la manera correcta; tememos y nos preocupamos más que cualquier otra
persona en la tierra. El Servicio de Salud Pública de Washington al darse
cuenta de esto y conocer los efectos negativos de tal actitud mental, en la
generación de enfermedades nerviosas y también de otros tipos, emitió hace
algún tiempo un boletín que decía: "No te preocupes". "Hasta donde se sabe,
ningún pájaro ha intentado nunca construir más nidos que su vecino. Ningún
zorro se ha preocupado porque tenía solo un agujero donde esconderse.
Ninguna ardilla ha muerto de ansiedad por temor a no tener suficientes
nueces para dos inviernos en lugar de tener solo para uno, y ningún perro ha
perdido el sueño por el hecho de que no tiene suficientes huesos para sus
años de vejez ". En otras palabras, podríamos tomar una lección de lo que
llamamos los "animales inferiores" en no preocuparnos por nuestro
suministro futuro, que es una de las fuentes principales de nuestra ansiedad.
Decimos que ellos no pueden razonar, pero en este tema muestran mucha más
inteligencia que nosotros; muestran que carecemos de fe, esa fe que Cristo
tan constantemente trató de implantar en sus discípulos: "Por lo tanto, no se
preocupen (es decir, ningún pensamiento ansioso) diciendo ¿qué comeremos?
¿Qué beberemos? ¿Con qué nos vestiremos? ... Porque el Padre celestial sabe
que tienes necesidad de todas estas cosas ... Pero busquen primero su reino y
su justicia y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se
preocupen por el día de mañana, porque el mañana se cuidará de sí mismo.
Bástenle a cada día sus propios problemas ". [Mateo 6:31]. Tanto los ricos
como los pobres son víctimas del irrazonable temor a la carencia de
suministro, a la falta de medios, como lo muestran todos los pánicos y
depresiones comerciales, ya que son los ricos quienes, al retirar efectivo de
los negocios y bancos, primero perturban el crédito público. Por supuesto, no
todos nosotros anticipamos escasez financiera. Hay muchos que, aunque no
son lo que el mundo llama ricos, no se preocupen por cuestiones de dinero:
en su lugar, permiten que el miedo y la preocupación se apoderen de ellos a
través de otra obsesión, la anticipación del fracaso en su trabajo, un colapso
en su salud, algún infortunio en sus hijos, el temor de que algún miembro de
la familia pueda estar mal, que caiga la desagracia sobre ellos mismos y todo
lo relacionado con ellos.
Ahora bien, el hombre o la mujer que constantemente teme a algún
mal inminente, siempre temeroso, anticipando algo que pueda perjudicarle o
que se preocupe por algo que ya ha sucedido, carece del carácter más esencial
y elementos del éxito: coraje, confianza en uno mismo y fe en el divino poder
de Dios en el gran interior del hombre, que lo hace más grande que cualquier
cosa que pueda sucederle a él. Tal alma angustiada y preocupada muestra, por
su actitud mental, que no cree en Dios; que no está anclado en la consciencia
del poder ilimitado y los recursos que están a su disposición; que carece de
confianza en el Poder infinito que crea, preserva y sostiene el universo.
No seas una de esas almas cobardes; no permitas que te roben tu
derecho: el éxito y la felicidad. Incluso si tienes el hábito del miedo y la
preocupación, puedes liberarte de ello. El profesor William James dice que el
miedo es superable; que finalmente ha sido posible para un gran número de
personas pasar de la cuna a la tumba sin tener nunca la angustia de miedo
genuino.
No hay duda de que el miedo y la preocupación, esos terribles males
que tanto tiempo han maldecido a la humanidad y retrasado el desarrollo de
la raza, pueden ser absolutamente expulsados de nuestras vidas. Y no llegarás
muy lejos, amigo mío, ni subirás muy alto, hasta que te deshagas de tus
temores y dudas, de la preocupación y el desaliento que arruinan tu vida,
ahogan tus aspiraciones y oscurecen tus ideales. Cuántas personas realmente
capaces están luchando, apenas ganándose la vida, sin llegar a la realización
de sus sueños juveniles, porque escucharon los susurros de esos traidores
humanos, los temores, las dudas y las preocupaciones que les impidieron
hacer aquello para lo que fueron enviados al mundo para hacer. Depende de ti
determinar ahora si continuarás siendo esclavo del miedo y la preocupación;
para llevar la vida estrecha y apretada, limitada en todas sus posibilidades y
poder de expresión, que has estado viviendo por tanto tiempo, o si la dejarás
para siempre detrás de ti y te elevarás a la altura de tu poder divino y posibles
logros reclamando tu parentesco con Dios, con quien todo es posible.
No necesitas hacer preparativos, retrasar nada ni pedir ayuda a nadie.
Puedes separarte de tu pasado desalentador; puedes cambiar tu entorno
empobrecido y poner tus pies firmemente en el camino del logro; puedes
hacer esto instantáneamente invirtiendo tu pensamiento. Mediante el ejercicio
de tu poder divino puedes cambiar tu pensamiento a voluntad; y cambiar el
pensamiento es el primer paso en la cura de cualquier condición negativa.
Preocupación, ansiedad, falta de fe, autodepreciación, timidez, falta de
confianza en sí mismo, estas son todas expresiones de miedo, y no pueden
existir en tu mente ni por un momento en la presencia del pensamiento de
coraje, la sugerencia mental de valentía, confianza en sí mismo,
autosuficiencia; la imagen de ti mismo como fuerte, ingenioso, valiente, en
contacto con la reserva infinita de poder y energía divina que fluye hacia ti
desde tu Fuente, el Omnipotente, el Creador del universo.
En lugar de imaginar los problemas y las desgracias que se avecinan,
pensar en las dificultades que enfrentas y temer que nunca podrás superarlas,
inunda tu mente con pensamientos triunfantes, con la idea del poder que se
almacena en el gran interior tuyo, siempre queriendo ser usado, siempre más
grande que el miedo más gigante que intente asustarte con pesadillas, con
irrealidades que no tienen existencia fuera de tu inquieta imaginación. Si no
hay miedo, ni ansiedad, ni desaliento, ni duda o aprensión con respecto al
futuro, es imposible que pueda entrar en tu mente; si estás lleno de
pensamientos de esperanza, de coraje, de seguridad, de todo poder y fuerza a
través de tu conexión con el Poder Infinito es imposible que se acerque a ti.
Encontrarás que es una gran ayuda para expulsar el miedo y la
preocupación expresar sentimientos fuertes y valientes en voz alta. Cuando
estés solo, di a cualquier pensamiento enemigo que te asuste o te asedie: "Sal
de mi reino mental. No te permitiré que te interpongas entre mi padre y yo.
Soy un hijo de Dios, y no fui hecho para acobardarme ante ninguna cosa, ni
para estar asustado y desviado de mi propósito por un simple pensamiento.
Yo soy fuerte, valiente, sin miedo a nada; yo soy un vencedor del miedo, no
su esclavo". Recuerda que, como hijo de Dios, no tienes nada que temer,
porque a través de tu parentesco con la Omnipotencia, la Fuente de todo
coraje, de toda provisión, de toda belleza, de todo bien, nada malo tiene poder
sobre ti. La próxima vez que algo que sientes que algo te está frenando y
susurrándote: - "No hagas eso; te verás como un tonto. Muchas personas más
fuertes y más hábiles que tú han fracasado al intentar hacer lo mismo.
Muchos con más capacidad, en circunstancias más favorables, con más
influencia y con ayuda externa, han fracasado en la ambiciosa tarea que
quieres intentar tú, pobre y mal preparado como eres. Es mejor que tengas
cuidado; asegúrate de que vas a tener éxito antes que empieces. " - No
escuches lo malo, porque es el miedo quien te está susurrando. Y está
mintiendo, como ha mentido a millones de personas que vinieron antes que
tú, y seguirá mintiendo a millones que vienen detrás de ti. El que lo escucha
nunca entrará en su herencia como hijo de Dios, su patrimonio de paz, poder,
armonía, éxito, abundancia.
El miedo y la duda, el desaliento y la preocupación siempre se
encuentran juntos. Pertenecen a la misma familia y trabajan para el mismo
objetivo: robar energía y ambición a las personas y evitar que hagan lo que
deben hacer. Han sido los grandes retardadores del progreso humano, los
grandes asesinos de la habilidad, los ladrones de la felicidad, los
estranguladores de las aspiraciones, los asesinos del éxito. Han mantenido
millones en la mediocridad y han causado el fracaso total y la ruina de otros
millones que podrían haber hecho grandes cosas si hubieran seguido adelante,
si hubieran aprovechado al máximo su habilidad y hubieran trabajado de
manera constante para la realización de sus primeras visiones.
Dios nunca quiso que ninguno de sus hijos fuera víctima del temor, la
preocupación, el desánimo o cualquier espectro malvado de la imaginación.
Él tenía la intención de que sus vidas fueran triunfantes logros, éxitos
gloriosos y no miserables fracasos. Todo lo que intente retenerte de la
búsqueda de una gran ambición, es tu enemigo. Cuando el miedo intente
sacudir tu confianza en ti mismo para evitar que comiences las cosas que
anhelas hacer y que sientes tienes la habilidad de llevar a cabo; cuando
sientas que te estás debilitando ante una inusual dificultad y pienses en dar
marcha atrás; cuando te sientas preocupado por algo que ha sucedido o que
crees que puede suceder; cuando dudes de tu habilidad para hacer esto o
aquello, y pienses que es mejor no emprender nada que no esté perfectamente
seguro de salir bien, elimina de inmediato todas esas sugerencias de tu mente.
Afirmando tu poder divino como hijo de Dios, di a ti mismo:
Ahora, depende de mí hacer el bien.
No puedo renunciar a este camino y volverme un cobarde. Sería aceptar ser
débil, dejarme abatir. Yo puedo superar esto, no tiene poder para mantenerme
abajo.
No importa si puedo ver el camino o no, yo seguiré adelante, avanzando. No
importa qué obstáculos surjan, yo seguiré dirigiéndome hacia el puerto de mi
ambición.
Nada tiene poder sobre mí, más que el que yo le doy.
No permitiré que nada vaya en contra de mi propósito y destruya mi carrera.
Yo puedo y me elevaré por encima de todos mis problemas, todos mis errores
y equivocaciones.
Nada puede retener lo que me pertenece, porque de ahora en adelante
trabajaré con el Dios en mí.
Yo no seré vencido por ningún enemigo, yo lo venceré ".
Nada más que nosotros mismos podemos anular la promesa que Dios
hizo al hombre: "Por tanto, he puesto delante de ti una puerta abierta que
nadie puede cerrar". La puerta que conduce a tu anhelo, a la vida más
completa, más feliz y más abundante que deseas, está abierta de par en par.
Nadie puede cerrarla, excepto tú mismo. Nada más que tus dudas, tus miedos,
tu pesimismo, tu preocupación, tu falta de fe en el Creador y en ti mismo
pueden evitar que ajustes tus deseos con la realidad.
CAPÍTULO 16

ALEGRÍA Y PROSPERIDAD

El buen ánimo atrae dólares ya que atrae todo lo que es bueno y


saludable.

El hombre que mantiene su maquinaria bien lubricada con amor,


buena voluntad y alegría puede soportar las sacudidas y desilusiones de la
vida infinitamente mejor que el hombre que siempre mira desde el lado
oscuro.
"Sin sonrisas, no hay negocios".
El buen ánimo es uno de los mayores benefactores del hombre. Le ha
ayudado a no rendirse a la desesperación incluso cuando el hambre lo ha
mirado a la cara y toda la humanidad parecía estar en su contra.
Cuando un hombre elige el buen ánimo como su compañero, nunca
habla de tiempos difíciles o lleva una imagen de pobreza o necesidad en su
mente. El hombre alegre es, por excelencia, el hombre útil.

Si se me pidiera que nombrara qué es lo que ayudaría más a la raza


humana, tal vez diría: "Más alegría, buen ánimo, manteniéndose dulce bajo
todas las circunstancias". Más alegría significa más vida, más felicidad, más
éxito, más eficiencia, más carácter, un futuro más amplio. La persona alegre
no limita su mente ni mira solo la mitad de las cosas. ¿Nunca te has dado
cuenta que, por regla general, son las personas alegres, esperanzadas,
optimistas las que triunfan, y que aquellas de naturalezas agrias, mal
humoradas y pesimistas son las que fallan o andan en la mediocridad, y
nunca ascienden a nada? Un hábito de alegría le permite a uno transmutar los
aparentes infortunios en bendiciones reales. Más alegría te ayudará a lo largo
de la línea del éxito. Te ayudará a soportar tus cargas; te ayudará a superar los
obstáculos; aumentará tu valor, fortalecerá tu iniciativa, te hará más efectivo,
más popular y más útil. Te hará un hombre o una mujer más feliz y exitoso;
transformará y embellecerá el entorno más humilde y sencillo.
La alegría significa equilibrio, serenidad, una visión sana, completa y
equilibrada de la vida. La persona alegre sabe que hay mucha miseria, pero
esa miseria no necesita ser la regla de la vida. No hay filosofía como la
alegría. Nadie puede estimar el poder saludable y edificante de una vida
alegre, un alma serena y equilibrada. La naturaleza esperanzada y alegre es
constructiva. El que ha adquirido el hábito de mirar el lado bueno de las cosas
tiene una gran ventaja sobre el pesimista crónico que no ve nada bueno en
nada. Shakespeare dice: "Un corazón feliz dura todo el día, un corazón triste
se cansa en una milla". No hay otro hábito de vida que pueda dar un
rendimiento tan alto en felicidad y satisfacción como el de ser alegre y dulce
en cualquier circunstancia. El pensamiento de la persona alegre esculpe su
rostro en belleza y toca su actitud con gracia. ¿Por qué no hacer esta
resolución: lo que sea que venga o no venga, ya sea que falles en tu empresa
o que tengas éxito, te mantendrás alegre, esperanzado, optimista y estarás
agradecido por las cosas buenas que son tuyas? En casi todo podemos
encontrar algo de felicidad si la buscamos. El problema con nosotros es que,
en general, queremos más de lo que recibimos para sentirnos felices, y no
estamos lo suficientemente agradecidos por las muchas cosas que son
nuestras para disfrutar.
Muchos de nosotros deberíamos aprender una lección de aquella niña
que vivía en los barrios pobres de una gran ciudad y ganó un premio en un
espectáculo de flores. Cuando se le preguntó cómo logró hacer crecer su
hermosa planta en el callejón oscuro donde estaba su casa, ella respondió que
había un pequeño espacio entre dos edificios altos a través del cual entraba un
rayo de sol, y que al mover la planta cuando el sol se movía, ella había
logrado mantenerlo a la luz del sol y producir la flor que recibió el premio.
Todos tenemos al menos un poco de sol en nuestras vidas, algo por lo que
podemos estar agradecidos y, volviendo nuestra cara hacia ello, podríamos
lograr de alguna manera seguir creciendo, pero no aprovechamos al máximo
el sol que tenemos, como lo hizo la niña. Hay muchas cosas que incluso el
más pobre de nosotros podría disfrutar mucho en la vida diaria, si sólo de vez
en cuando nos detuviéramos, miráramos, escucháramos, pensáramos y
contempláramos; si sólo intentáramos ver las cosas en su verdadera luz,
escuchar las voces de la naturaleza, ver los milagros sucediendo a nuestro
alrededor en todas partes en el gran laboratorio de Dios. Podríamos ser felices
en las situaciones más comunes de la vida si sólo aprendiéramos a
profundizar en las cosas comunes, a apreciarlas, a ver su maravillosa belleza.
Pero no, siempre es lo que queremos, no lo que tenemos, lo que se lleva
nuestra atención. Es lo más lejano, es mañana, el próximo año, cuando
estemos mejor, cuando podamos tener lujos, tener un automóvil, viajar, nos
divertiremos y pasaremos un buen rato. Conozco a un hombre que, aunque es
muy pobre, puede obtener más consuelo de una situación realmente difícil y
desalentadora que cualquier otra persona que yo haya conocido. Lo vi
muchas veces, cuando no tenía un dólar a su nombre y con una esposa que
mantener, siempre estaba optimista, feliz, alegre, satisfecho. Incluso era
capaz de reírse de una situación embarazosa; ver algo gracioso en su pobreza.
Nunca estuvo en una dificultad que ocultara el sol para él, porque siempre vio
la luz por delante; y en mi mente no hay ninguna duda que finalmente será un
gran éxito en su negocio. Si estamos alegres y contentos, toda la naturaleza
sonríe con nosotros; el aire es más suave, el cielo más claro, la tierra tiene un
verde más brillante, los árboles tienen un mejor follaje, las flores son más
fragantes, los pájaros cantan con más dulzura, y el sol, la luna y las estrellas
son más hermosas.
El dinero en sí tiene muy poco que ver con la felicidad. Algunos de
los hombres y mujeres más miserables que he conocido han sido muy ricos.
Podrían tener todo lo que el dinero pudiera comprar, pero su dinero no les
traía felicidad; no trajo alegría ni armonía a sus hogares. De hecho, si muchos
de estos hombres y mujeres hubieran sido pobres, hubieran sido infinitamente
más felices. La alegría y el buen ánimo se encuentra en las grandes almas,
auto-equilibrada y confiada en sus propios poderes asistidos por el cielo.
Epicteto, el filósofo pagano, demostró en su vida la verdad de sus propias
palabras: "Un hombre puede ser feliz sin riquezas, sin familia, sin oficio ni
honor, sin salud, sin nada de lo que el mundo busca". Hay pocos de nosotros
que carezcan de todas estas cosas, pero no estamos contentos porque no
somos normales como lo fue Epicteto. Muchas personas piensan que la
felicidad consiste principalmente en deshacerse de las cosas desagradables,
deberes desagradables, en deshacerse de la rutina de la vida aburrida,
monótona, el trabajo pesado obligatorio: en deshacerse de la responsabilidad
de proporcionar formas y medios. Piensan que serían felices si solo pudieran
liberarse de las cosas molestas de la vida, la estrechez, el estrés a lo largo del
día, que proviene de tratar de hacer negocios con capital limitado; libertad del
dolor, las inquietudes y las criticas; libertad de las mil y una molestias de la
vida diaria. En resumen, la mayoría de nosotros pensamos que seríamos
felices si nos liberaran de la ansiedad de los asuntos cotidianos; si no
tuviéramos que pensar sobre el costo de las cosas o las formas y medios de
obtenerlas. Pero, hasta donde sabemos, los ricos no son más felices que los
pobres. Con ellos, es en gran parte una cuestión de cambiar la ansiedad y la
preocupación hacia otras cosas. En el momento en que las personas van más
allá de la necesidad de trabajar, más allá de la ansiedad por el costo de la
vida, hay muchos otros enemigos de su felicidad que se infiltran en sus vidas
y destruyen su armonía, si se lo permiten.
Las cosas que nos atormentan, que nos impiden ser alegres y felices
son los boomerangs que regresan a nosotros de nuestro mal proceder; todas
las heridas mentales de las que sufrimos son autoinfligidas. Ningún ser
humano puede herir a otro sin lastimarse él mismo. Él no puede hacer el mal
sin pagar el sufrimiento correspondiente. De manera similar, nuestros
pensamientos reaccionan sobre nuestra prosperidad y felicidad. La nueva
filosofía nos muestra que no tenemos que morir para obtener lo que nos
pertenece, para alcanzar nuestro cielo, el paraíso de nuestros sueños, que la
tumba no es el portal del paraíso, sino que ese paraíso está aquí y estamos
viviendo en el, pero no lo sabemos, porque no podemos verlo, excepto
cuando tenemos una visión del paraíso brillando en todo lo que es bello y
dulce, encantador y amable. Nos enseña que el paraíso se gana con la vida
correcta y el pensamiento correcto, actuar correctamente y practicar las
cualidades de Dios. Nos enseña que nunca podemos despertarnos a su
semejanza hasta que practiquemos sus cualidades, las cualidades que
componen la divinidad. Nos enseña que la consciencia de nuestra unidad con
Dios es la fuente de toda nuestra fuerza, la fuente de todo nuestro poder, el
secreto de todo el éxito que vale la pena, la fuente de nuestra curación. La
nueva filosofía nos enseña mirar hacia la luz, ya sea que podamos ver el
objetivo o no, mirar siempre en la dirección de la esperanza. Nos enseña a
mirar hacia el éxito, hacia la opulencia, hacia la prosperidad, sin importar
cuán pobre sea nuestro entorno. Nos enseña a mira hacia el hombre perfecto
que Dios planeó, que Dios quiso, no ver al hombre enfermo o inmoral,
pecaminoso, criminal o defectuoso. Nos enseña que cuando miramos a los
seres humanos con ojos sospechosos y desconfiados, con ojos dudosos, con
ojos envidiosos, celosos u odiosos, por una inevitable ley, despertamos en
ellos las mismas cualidades que sostenemos en nuestra mente, las cualidades
que vemos en ellos.
Si queremos atraer lo mejor, si deseamos sacar lo mejor de los demás,
debemos buscar lo mejor en ellos; debemos pensar lo mejor de ellos;
debemos confiar en ellos; debemos creer en ellos. La persona que sonríe y ve
lo mejor en todo y en todos, es aquella que saca lo mejor de los demás. Atrae
a otros y gana en la vida, mientras que la cara agria y sombría repele a todos.
"Sin sonrisas, no hay negocios", es el lema de un exitoso negocio. Al
principio, esto me pareció un lema algo peculiar, pero pensándolo bien, me di
cuenta que en verdad es muy apropiado. ¿Acaso no sabemos todos que las
caras agrias y sombrías ahuyentan los negocios y que las caras agradables y
alegres lo atraen? La alegría atraerá más clientes, venderá más productos,
hará más negocios con menos desgaste que cualquier otra cualidad.
Nadie más que él mismo puede ser ayudado por el dinero del
millonario, pero todos se enriquecen cuando conocen o entran en contacto
con el millonario del buen ánimo, y cuanto más da de su riqueza, más se
multiplica. Andrew Carnegie debía su popularidad y gran parte de su éxito y
felicidad a su disposición alegre. En sus últimos años, dijo: "Mis jóvenes
compañeros hacen el trabajo y yo hago la risa, y te recomiendo que recuerdes
que hay muy poco éxito donde hay pocas risas". Quien toque la nota de
alegría y felicidad es un dispensador del bálsamo de Galaad, de una fuerza
sanadora. Un hombre sin alegría es un hombre enfermo. La tristeza de su
espíritu pone una plaga fulminante sobre toda la belleza de su vida. Se vuelve
viejo prematuramente. Su fuerza decae. "Un espíritu quebrantado seca los
huesos". Pero la alegría es una medicina. Promueve la salud. El hábito de la
alegría lubrica la maquinaria humana y aumenta y agudiza enormemente cada
una de las facultades mentales. Mejora cada función del cuerpo. La alegría lo
mantiene a uno joven; es uno de los secretos de la eterna juventud.
Quien admite para sí mismo y para los demás que está enfermo, de
hecho está enfermo; pero el que se niega a admitirlo y continúa alegremente
como si estuviera bien, supera muchas dolencias, que si hubiera sucumbido
ante ellas, podrían haber resultado serias. Beecher solía hablar de naturalezas
soleadas que se movían por el mundo como animando música, difundiendo
alegría y encanto por donde fueran. Todos hemos conocido almas raras que
viven a la luz del sol todo el tiempo. No importa cuán pobres puedan ser en
bienes mundanos, ven algo en la vida por lo cual estar agradecidos. Siempre
son útiles, esperanzados, alentadores, felices. Donde sea que vayan, esparcen
luz. Si no siempre podemos controlar nuestros estados de ánimo para estar
realmente felices, siempre podemos parecer alegres. Este es un deber que le
debemos a la sociedad y a nosotros mismos.
Es de mal gusto ir esparciendo veneno mental, el veneno del
desaliento, de la tristeza; el veneno de la preocupación y la ansiedad. Es
debilidad ir por el mundo llevando una expresión de duelo. Es pecado
difundir tristeza y desaliento. Le debemos al mundo y a nosotros mismos
nuestra buena actitud, dispersar luz, lucir como en nuestro mejor momento,
no como en el peor.
Hay un significado en el hecho de que el hombre es el único animal
que tiene sentido del humor, que puede reírse. El Creador quería que nos
divirtiéramos; que nos regocijáramos y estuviéramos siempre felices. La
felicidad es el derecho del hombre. La risa es una muestra de cordura. Las
personas anormales, las personas desequilibradas, rara vez se ríen. Es tan
natural para un ser humano normal querer reír y pasar un buen momento,
como lo es respirar. Hay algo mal con una persona que nunca se ríe, que
siempre está seria. Las cosas que nos divierten y nos hacen disfrutar la vida,
tienen una saludable influencia física y moral. El hábito de la felicidad es tan
necesario para nuestro bienestar, para cualquier éxito que valga la pena, como
el hábito del trabajo, o el hábito de la honestidad, o el hábito de tratar
justamente. Podemos cultivar el hábito de ser alegres y felices, así como
podemos cultivar el hábito de ser cortés con cada persona con la cual
entramos en contacto. Cualquier cosa que haga que una persona se sienta
feliz y contenta, que despeje las telarañas del desaliento de su cerebro y
ahuyente el miedo, la inquietud y la preocupación, tiene un valor práctico y
debe fomentarse. La diversión sana y abundante hará esto como nada más
puede hacerlo. Es la mejor clase de política de negocios, hacer aquello que
recrea, refresca y rejuvenece para el trabajo del día siguiente. Entonces, ¿por
qué no divertirse y reírse en la casa? Uno de los mayores que muchos padres
cometen contra sus hijos, es reprimir su amor por el juego en el hogar.
Muchos padres insisten en que sus hijos no deben hablar ni reírse durante las
comidas. Este es un crimen contra la infancia. En realidad, es incapacitarlos
para ser una compañía placentera y agradable, a relacionarse con los demás
sin problemas cuando crecen y salen al mundo, porque los hábitos de la
infancia se vuelven parte del hombre y la mujer adultos. La diversión es tan
necesaria como el pan.
Comete un error aquel que considera la risa y el humor como cosas
transitorias y superficiales que desaparecen y no dejan nada atrás. Tienen una
influencia permanente y beneficiosa en todo el carácter y la carrera. Pasar un
buen rato debe ser parte de nuestro programa diario. ¿Por qué esto no debería
entrar en nuestro plan de vida? ¿Por qué deberíamos ser serios y pesimistas
en nuestro trabajo, en nuestras comidas? ¿Por qué no hacer todo con placer y
alegría? La alegría te ayudará a lo largo de la vida. Te ayudará a soportar tus
cargas; a superar los obstáculos; aumentará tu coraje, fortalecerá tu iniciativa
y te hará más efectivo. No solo te hará más feliz, sino también una persona
más exitosa y progresiva.
Alegría, más gozo en la vida, es nuestra mayor necesidad. Las luchas,
las desilusiones, las dificultades no están destinadas a entristecernos, sino a
fortalecernos - porque si no lloriqueamos y no nos quejamos, se nos dará la
fuerza para superar todo esto. La persona alegre ve que en todas partes lo
bueno equilibra lo malo, y que todo mal tiene su bálsamo compensador.
Robert Louis Stevenson dijo: "Un hombre o una mujer feliz es mejor que
encontrar dinero. Él o ella es un foco radiante de buena voluntad y su entrada
a una habitación es como si otra vela se hubiera encendido". Todos fuimos
creados para la felicidad, para regocijarnos y estar muy contentos. Cualquier
inarmonía o discordia en nuestra naturaleza es contraria a la ley divina y la
voluntad divina. La intención del Creador era que todos fueran más felices
que los seres más felices de hoy. Si tú, amigo mío, no has encontrado esa
fuente de felicidad que te mantendrá en equilibrio y serenidad, sin importar lo
que te pueda suceder a ti o a los tuyos, si no has encontrado ese equilibrio que
da paz que proporciona comprensión bajo todas las condiciones, aún no has
encontrado el gran secreto de la vida. Todavía tienes que aprender ese
disfrute real, la satisfacción real no proviene de la posesión de las cosas, no
proviene de fuentes externas, sino que nuestra mayor satisfacción, nuestro
disfrute más elevado, nuestra felicidad más elevada, viene desde adentro. Allí
está la fuente de todo suministro; allí es donde hacemos contacto con Dios, la
Fuente de todo bien; allí es donde tocamos la divinidad en el grandioso
interior nuestro.
Si tu suministro es limitado y te sientes infeliz, insatisfecho, triste,
puedes estar seguro de que hay algo equivocado dentro tuyo. Hay algo
equivocado en tu pensamiento, en tus motivos, en tus actos, algo equivocado
en tu visión de la vida. Estás violando tu naturaleza de alguna manera o no
estás usando tus poderes correctamente.
CAPÍTULO 17

CONCENTRACIÓN: LA CLAVE PARA SER GRANDIOSO

Hace muchos años atrás, dos amigos iniciaron un viaje, uno montaba
un corcel, el otro iba a pie. El que cabalgaba corría por todas partes, salvo en
el lugar donde debía, "porque", dijo él, "hay tiempo suficiente, y mi montura,
es buena".
El tiempo también viajó, y cuando, finalmente, llegó la hora límite,
aquel que buscaba el placer aún estaba lejos de la meta. Mientras que el que
iba con un ritmo constante estaba al final de su viaje, con una sola sombra en
su corazón, el fracaso de su amigo.

El hijo de un pobre maestro de escuela en Gales, sin ventaja de


nacimiento o fortuna, sin influencia de ningún tipo, logró ascender al puesto
más alto en el Imperio Británico. David Lloyd George, como primer ministro
de Inglaterra, se ubico al lado del rey Jorge, mientras que su poder y
responsabilidad sobrepasaron en gran medida la del rey o cualquier otro
hombre en el imperio. ¿Cuál fue el secreto de su éxito? Se describe en una
palabra: concentración. Antes de que el niño tuviera dos años, su padre
murió. Su madre llevó a su familia a vivir con su hermano, Richard Lloyd, un
humilde zapatero. La zapatería era una especie de foro político para los
trabajadores del vecindario, y allí el joven David recibió su primera
formación en política. En su adolescencia estudió leyes, y a la edad de
veintiuno comenzó a practicar.
Mucho antes de ser admitido en el colegio de abogados, cuando visitó
por primera vez la Cámara de los Comunes, decidió que ese sería su futuro
dominio, y en ese momento resolvió ingresar al parlamento. Con todo el
vigor y la tenacidad de su naturaleza, él se concentró en su ambición, con el
resultado que todo el mundo conoce. Uno de los hombres de estado más
hábiles y brillantes que Inglaterra ha visto; él es hoy la figura más dominante
en los asuntos mundiales.
Lo que David Lloyd George ha hecho en su campo tú lo puedes hacer
en el tuyo, como lo han hecho millones de personas, por los mismos medios:
concentración. No hay un imán más poderoso en el mundo para atraer lo que
deseamos, ninguna fuerza más efectiva para realizar lo que anhelamos
alcanzar, que la concentración. Ha sido el principal factor en todos los
grandes logros de la historia. Es la piedra angular del éxito en cada línea; el
principio sobre el cual se basa todo el progreso. Todos los inventos, todos los
descubrimientos, todas las instalaciones modernas que disfruta el mundo, son
hijos de mentes enfocadas.
Lo que sea que anheles ser, o tener, puedes ser y tener, enfocando tu
mente y concentrando tus esfuerzos en esa única cosa. Cuando Franz Liszt, el
gran compositor, era simplemente un joven, su hermano mayor - quien
aseguraba sería un gran terrateniente - lo reprendió por gastar su tiempo en la
música. El aspirante a terrateniente despreciaba la inclinación musical de su
hermano menor, sosteniendo que un talento para la música solo podía
arruinar a un hombre. Sin embargo, Franz se mantuvo firme, e incluso varias
veces se escapó para satisfacer su anhelo de una carrera musical, la cual era
desalentada en casa. Años más tarde, cuando su hermano mayor se había
convertido en un rico terrateniente, llamó a Franz, que todavía era un
esforzado músico. Al no encontrarlo en casa, dejó su tarjeta con la
inscripción "Herr Liszt, propietario de tierras". Cuando pasaron más años y el
joven compositor finalmente estaba en la cima, él devolvió la llamada de su
hermano terrateniente y le presentó su tarjeta, que decía: "Franz Liszt,
propietario de cerebro". Aparte del humor de esta pequeña historia, el punto
es que cada uno de los hermanos obtuvo aquello en lo que se concentró; uno
se convirtió en un rico terrateniente, el otro en un músico y compositor de
fama mundial. Si tu ambición es como la del hermano mayor, convertirse en
un rico terrateniente, un próspero hombre de negocios, entonces debes
concentrarse en la prosperidad, en la adquisición de riqueza de alguna forma.
Todos conocemos hombres que parecen atraer dinero de todas partes. Todo lo
que tocan se convierte en dinero, como decimos, mientras que otros que
trabajan igual de duro para el mismo fin y no tienen ningún éxito en absoluto.
Los diferentes resultados se deben a la diferencia en intensidad y persistencia
de la concentración.
El natural hacedor de dinero piensa en términos de dinero;
mentalmente él está ganando dinero todo el tiempo, por así decirlo, porque su
mente está enfocada en el dinero. Él siempre está alimentando su visión del
dinero. Él es positivo en su convicción de que va a ganar dinero, que será
rico, y se concentra en su objeto con tal intensidad y firmeza que literalmente
crea dinero. La persona que quiere dinero, pero que no se concentra
intensamente en conseguirlo; quien no cree mucho en su capacidad para
conseguirlo, que teme que nunca estará ni siquiera cercano a lo que llamamos
un hombre adinerado, es como alguien que quiere tener éxito, pero siempre
está pensando en el fracaso, preocupado, temeroso, creyendo, que nunca
llegará a ser exitoso. O como un hombre de habilidad promedio que dispersa
sus fuerzas en una docena de direcciones diferentes, con la esperanza de que,
por casualidad, logre tener éxito en alguna de ellas. No existe tal cosa como
tener éxito en algo por casualidad. El genio más grande del mundo nunca
creó una obra maestra en ninguna línea, por casualidad. La concentración es
la llave maestra de todo éxito. Es la ley fundamental del logro. El hombre que
no se concentra será medio exitoso, mediocre o un completo fracaso. Los
franceses tienen un proverbio, "El que hace una cosa es tremendo". En otras
palabras, quien se mantiene en una cosa es irresistible. No importa si el
mundo se opone a su progreso, él se abrirá camino hacia su objetivo. Lo que
convirtió a Napoleón en una de las figuras más notables de la historia, fue
que ponía todas sus energías en el cumplimiento de su propósito. Su intensa
concentración en su único objetivo inquebrantable le permitió escribir su
nombre en las mismas piedras de la capital de Francia; y sellarlo
indeleblemente en el corazón de cada francés. Incluso hoy, un siglo después
de su muerte, Francia, aunque es una república, todavía está bajo el hechizo
del nombre de Napoleón.
El jefe de una de las zapaterías más grandes del mundo, no hace
mucho dijo: “Una de mis más grandes ambiciones es hacer que la industria
del calzado sea un éxito. Yo no soy director ni administrador de ningún
banco. No disperso mis energías. No pretendo saber muchas cosas, pero sé
algo sobre el negocio del calzado. He puesto mi habilidad, mi energía, mi
vida en el trabajo de hacer buenos zapatos". Este hombre, que comenzó su
vida en la parte más baja de la escalera, sin capital ni influencia, creó un
negocio que mantiene hoy una fuerza de doscientos vendedores viajeros y
está entregando unos $25,000,000 al año. Emerson dijo: "La única prudencia
en la vida es la concentración; el único mal es la disipación". Dispersar
nuestras energías, disipar nuestra fuerza creativa, no enfocar nuestra mente y
mantenerla allí, es responsable de nueve de cada diez fracasos en la vida y la
mayor parte de la pobreza del mundo. Yo conozco a uno de esos disipadores
que genera más ideas nuevas y esquemas que cualquier otra persona que haya
conocido. Sin embargo, él nunca ha logrado nada más que una vida escasa,
porque nunca se queda el tiempo suficiente como para hacer que funcione. Su
poder mental y toda su energía se dispersan siguiendo una nueva cosa tras
otra, sin llevar ninguna de ellas a finalización. Cada vez que hablo con él me
sorprende con la fertilidad de su mente, su ingenio en el desarrollo de ideas
originales, muchas de las cuales resultarían valiosas si sólo se pusieran en
ejecución, pero nunca van más allá de la etapa mental. Se carece de la
concentración necesaria para ponerlos a tierra, para ponerlos a trabajar. Hay
miles como este hombre, obteniendo pequeños salarios en puestos comunes,
cuyo conocimiento de una docena de ocupaciones diferentes, si hubieran sido
concentradas en una línea, los habría convertido en eficientes especialistas.
En todas partes encontramos hombres que temprano en la vida estudiaron
leyes, medicina, teología, que enseñaron en la escuela unos años, trabajaron
un poco en una tienda, un tiempo en ferrocarriles, hicieron un pequeño
negocio, viajaron por alguna casa, y finalmente se establecieron en una cosa,
solo para descubrir que sus años de entrenamiento, los años de mayor
oportunidad, cuando eran susceptibles a la disciplina, ya habían pasado.
No importa cuán brillante o versátil puedas ser, no puedes permitirte
dividir tu habilidad, desechar una valiosa experiencia saltando de una
vocación a otra. Si quieres tener éxito de una manera que valga la pena, debe
ser una persona completa sin intereses divididos, capaz de poner todo tu ser
en una sola vocación. Nadie es lo suficientemente grande como para dividirse
en muchas partes; y cuanto antes un hombre pueda poner esta verdad en su
mente, mejores serán sus posibilidades de ser un miembro rentable de la
sociedad. Elbert Hubbard dijo: "El hombre maestro es una persona que ha
desarrollado un trabajo inteligente, concentración, confianza en sí mismo
hasta que estas cosas se convierten en el hábito de su vida". Coleman Dupont
proporcionó un buen ejemplo de maestría en una etapa crítica en los asuntos
de Dupont Company. Cuando lo llamaron a la cabeza del negocio, estaba
perdiendo terreno rápidamente, pero gracias a su asombroso trabajo y
concentración, respaldado por la confianza en su capacidad para hacer lo que
había emprendido, muy pronto cambió el rumbo y dirigió la empresa hacia el
éxito. En una entrevista le preguntaron al Sr. Dupont cómo había hecho esto,
y él respondió: "Hablé los productos, comí los productos, soñé los productos.
No pensé en otra cosa más que en los productos". Esta concentración en un
objetivo inquebrantable construyó una enorme institución de fama mundial.
No importa cuál sea tu negocio, oficio o profesión, no puedes fallar
siguiendo los notables métodos de concentración del Sr. Dupont que lo
convirtieron en un maestro en su línea. Piensa lo que quieres; háblalo; vívelo;
respíralo; suéñalo; actúalo; irrádialo desde cada poro de tu cuerpo; satura tu
vida con ello; visualízalo; cree que ya es tuyo. Esa es la única forma de
obtener algo de valor en este mundo. Si tan solo pudiéramos comprender el
maravilloso poder del pensamiento, la fuerza creativa en la concentración, el
poder de atracción de la intensa visualización, ¡cuánto más podríamos lograr!
Es esto lo que realmente hace que la mente sea un poderoso imán para atraer
lo que deseas, lo que más anhelas. En todas partes vemos ilustraciones de la
fuerza de atracción del pensamiento positivo y definido, concentrado en un
punto. Toma a los pequeños niños judíos que vienen de otros países a
América. Desde el principio tienen el concentrado instinto comercial de su
raza. Piensan en términos de hacer dinero; mantienen sus mentes en formas y
medios de ganar dinero hasta que se convierten en poderosos imanes,
atrayendo dinero de todas partes. Es por eso que tienen éxito y se vuelven
ricos donde los jóvenes estadounidenses con mejores oportunidades atraen la
pobreza y permanecen pobres toda su vida. Desde el momento en que el niño
judío comienza a limpiar zapatos en la calle, vender periódicos o vender
pequeños artículos, siempre está pensando en el dinero que va a ganar;
contando lo que tiene y planeando lo que hará con él; cómo puede
aumentarlo; cómo puede ampliar su pequeño negocio, poner sus ganancias a
trabajar para él y acumular más dinero. En muy poco tiempo tiene un puesto
de periódicos o una pequeña tienda; él invierte en una pequeña propiedad
inmobiliaria; poco a poco toma prestado dinero y construye una casa, y
continúa con el comercio de una cosa y otra, pensando siempre en ganar más
dinero, hasta que un día este pequeño vendedor de periódicos, o lustrador de
botas, o vendedor ambulante se convierte en un hombre de fortuna – un
millonario.
Para demostrar la prosperidad, debes concentrarte en la prosperidad;
debes mantener la actitud de prosperidad; para demostrar la abundancia,
debes pensar en la abundancia, así como debes pensar en la salud, pensar en
el vigor, si quieres estar saludable y vigoroso. No es suficiente anhelar la
salud; debes creer que serás, que ya eres, sano y fuerte. Debes esperarlo. De
acuerdo con tu fe, te será hecho. Debes mantener en tu mente esa cosa, sea lo
que sea que desees expresar en tu vida, y debes creer que vendrá.
El estudiante que intenta convertirse en abogado llena su mente con la
ley. Él piensa en la ley, lee las y estudia las leyes, mantiene su mente
enfocada en su futuro como abogado; se mantiene en un ambiente de ley; se
imagina a si mismo ejerciendo, siendo reconocido en su profesión; él
continuamente llena su vida con su ideal, y por la fuerza de su poderosa
concentración se adapta a sí mismo para la práctica de las leyes. El estudiante
de medicina debe seguir el mismo método; y así debe hacerlo el aspirante al
ministerio o cualquier otra vocación. Y también debe hacerlo el aspirante a la
riqueza. No puedes esperar ser próspero si no te aferras a la visión de la
prosperidad, si no crees con todo tu corazón serás próspero. Si tu mente está
ocupada con algo diferente la mayor parte del tiempo; si está llena de dudas
respecto a si alguna vez alcanzará la prosperidad, no te engañes a ti mismo
pensando que la prosperidad te llegará solamente si trabajas duro. No lo hará.
Nada entrará en tu vida excepto por la puerta de tu pensamiento, de tu
expectativa, tu fe. La concentración es indispensable para el éxito en
cualquier cosa. Como dice la Dra. Julia Seaton: "La concentración es la
esencia vital de toda la vida, y sin ella no hay un propósito real, ningún
control real. Sobre el poder de concentración más que sobre cualquier otra
cosa, depende de nuestra ley de atracción, controlando y dominando las
condiciones de la vida".
Si te sientes desanimado porque no estás avanzando como esperabas,
algo está mal. Tu mente no está empujando en armonía con tu esfuerzo en el
plano físico. Algo ha detenido tu progreso, y eso algo es un obstáculo mental
que tú mismo has puesto en tu camino. No estás pensando correctamente, no
te estás poniendo en la corriente, concentrándote con confianza, con fe, en la
línea de tu anhelo. Puede ser el desaliento, la duda, una mente vacilante y
dividida, la dispersión de tus esfuerzos; una cosa u otra está neutralizando la
fuerza que naturalmente te llevaría hacia tu meta. Quizás está desperdiciando
tus energías poniendo tu tiempo libre en otras líneas, tratando de tener un
poco de éxito aquí, un poco allí, sin entregarte por completo a tu trabajo de
vida.
En Maine, los granjeros dicen que la razón por la cual un caballo es
torpe si no lleva anteojeras, es porque su atención se va de un lado a otro, lo
que dificulta la marcha y la velocidad del animal. Muchas personas se han
arruinado al no confinarse a límites suficientemente estrechos para dar
concentración y dirección a sus energías. Andrew Carnegie dijo: "Una gran
causa de fracaso de los jóvenes en los negocios es la falta de concentración.
Ellos son propensos a buscar inversiones externas, líneas laterales. La causa
de muchos fracasos sorprendentes radica en hacer eso. Cada dólar de capital
y crédito, cada pensamiento de negocio, debe concentrarse en el único
negocio en el que la persona se ha embarcado. Nunca debe dispersar su tiro.
Ninguna persona o grupo de personas o corporación, pueden administrar el
capital de un hombre de negocios tan bien como él mismo puede hacerlo. La
regla, ‘No pongas todos tus huevos en una canasta’, no se aplica a la vida de
un hombre". No tengas miedo de ser conocido como una persona de una sola
idea. Las personas que han movido el mundo han sido de este tipo.
Las personas que tienen éxito, son aquellas que tiene su propósito
grabado en cada fibra de su ser, quienes tienen la facultad de enfocar sus
energías dispersas en un solo punto, tal como un espejo ustorio que concentra
en su foco los dispersos rayos del sol. Alexander Hamilton dijo: "Cuando
tengo un tema en la mano, lo estudio profundamente. Día y noche está
delante de mí. Mi mente se llena de eso. Entonces el éxito que logro, la gente
se complace en llamar genio. Es el fruto del pensamiento y el trabajo". La
concentración sin genio logrará más que el genio sin concentración.
CAPÍTULO 18

EL TIEMPO ES DINERO Y MUCHO MÁS

Pocos de nosotros nos damos cuenta de la conexión entre el día, la


hora en que vivimos y nuestro éxito, nuestra felicidad, nuestro destino.
Es mucho más fácil soñar con un gran éxito mañana que tratar de
hacer de hoy un gran éxito.
Cuando veo a un joven que aprovecha cada momento para mejorarse
a sí mismo, que tiene el anhelo de hacer que cada día cuente, entonces sé que
hay algo, algo muy grande, que viene a él en el futuro.
Nuestros ‘hoy’ son los bloques con los que construimos nuestro
futuro. Si estos son defectuosos, toda la estructura de nuestra vida lo será. Ese
maravilloso futuro que tanto has soñado, será exactamente lo que pongas en
el día de hoy.
El mundo le otorga todas las oportunidades a aquel que puede usarlas.
El poder y la fortuna están escondidos en las horas y los momentos que
pasan, esperando el ojo que puede ver, el oído que puede escuchar, la mano
que puede hacer.

Cuando la reina Isabel de Inglaterra estaba muriendo, dijo: "¡Mi reino


por un momento!" Uno de los hombres más ricos del mundo dijo que daría
millones de dólares por tener unos años más de vida. J. Pierpont Morgan solía
decir que cada hora de su tiempo valía mil dólares. Probablemente valía miles
de dólares, incluso si se medía solo con dinero, porque la acumulación de una
gran fortuna era solo un incidente en la multifacética carrera de Morgan. Pero
el tiempo es infinitamente más valioso para nosotros, de lo que muestra su
poder generador de dinero. Nunca he sabido de ninguna persona que haya
tenido éxito en ninguna dirección, sin antes haberse dado cuenta del inmenso
valor del tiempo.
El tiempo es nuestro activo más preciado, nuestra mayor riqueza;
porque en el vive nuestro éxito, nuestra felicidad, nuestro destino. Sin
embargo, miles se dedican a matar el tiempo. Su principal objetivo en la vida
es desperdiciarlo lo más rápido posible. No se dan cuenta de que esto es
infinitamente más derrochador de lo que sería para un hombre rico arrojar
cientos de dólares o valiosos diamantes al mar, o hacer lo que hizo Cleopatra,
disolver perlas inestimables en una copa de vino y beberlas.
El futuro de un joven se puede estimar con precisión por el valor que
le da a su tiempo, especialmente su tiempo libre. Desde la fundación de la
república estadounidense, los más grandes y exitosos estadounidenses han
sido hombres que no solo en su juventud, sino que a lo largo de sus vidas,
utilizaron cada momento libre para ampliar sus mentes, aumentar su
conocimiento y desarrollar su habilidad a lo largo de su línea especial. Los
Washington, los Franklins, los Lincolns, los Burritts, los Morses, los Fields,
los Edison, hombres en cada línea de trabajo de todo el mundo civilizado,
quienes hicieron grandes cosas por la humanidad y se hicieron famosos,
lograron su gran trabajo no porque eran genios, sino porque obtuvieron todo
el valor de cada minuto de su tiempo.
El senador estadounidense Hoar de Massachusetts , dijo : "He
conocido a muchos famosos diplomáticos, famosos en la ciencia, en diversas
profesiones y en los negocios. Si se me pidiera que declarara el secreto de su
éxito, en general, yo no lo atribuiría a ninguna superioridad del genio natural,
sino al uso que hicieron en la juventud, después de que el día de trabajo había
terminado, de las horas que otras personas desperdician o dedican a la
ociosidad, el descanso o las fiestas. Las grandes cosas en este mundo han sido
hechas por personas de capacidad natural común, que han dado lo mejor de sí
mismas. Han hecho todo lo posible sin perder el tiempo ". Hoy en día hay
muchos empleados comunes y corrientes que, tal vez, piensan que no tienen
tanta oportunidad como sus compañeros más brillantes o llamativos, quienes
dentro de unos años ocuparán los altos puestos. La historia del pasado
muestra que cada año saca a multitudes de gigantes de las filas, a menudo
jóvenes que sorprenden por su rápido avance.
La única razón por la cual alguien sigue siendo un empleado común y
corriente, haciendo trabajo rutinario y sacando un pequeño salario, no es
porque no tengas la capacidad de ascender, sino porque no estás
aprovechando las posibilidades de tu tiempo libre. Charles M. Schwab quizás
no tenía más habilidad, ni más oportunidades de ascender, que los cientos de
otros jóvenes que trabajaban con él en la planta de Andrew Carnegie, donde
comenzó a ganar un dólar por día. La razón por la cual se convirtió en
millonario y un rey en su línea, es porque vio la necesidad de una educación
mejor de la que había alcanzado hasta ese momento, y dedicó sus tardes y
tiempo libre a mejorar sus deficiencias, y particularmente a la adquisición de
conocimientos especiales con respecto al hierro y el acero. Siempre estuvo
atento para mejorar sus oportunidades, siempre preparándose para estar listo
para ocupar los siguientes puestos por encima de él, en caso de una vacante.
Es por eso que su ascenso fue tan rápido, por qué es hoy – en su línea- uno de
los hombres de negocios más ricos y prominentes del mundo, mientras que
sus primeros compañeros de trabajo, quienes en su tiempo libre preferían
"pasar un buen rato" en lugar de mejorarse a sí mismos, nunca se supo de
ellos.
Hablando de esos primeros días en que comenzó a llamar la atención
en las obras de Carnegie, Schwab dijo: "En ese momento la ciencia comenzó
a jugar un papel importante en la fabricación de acero. Mi salario a la edad de
veintiún años, me permitía poder casarme, asi que tuve mi propio hogar. Creo
en el matrimonio a temprana edad, como regla. En mi propia casa armé un
laboratorio y estudiaba química por las noches, decidí que no habría nada en
la fabricación de acero que yo no supiera. Aunque no recibí educación
técnica, me hice un maestro de química y de laboratorio, lo que demostró ser
de un valor duradero. Lo que quiero decir, es que mi trabajo experimental no
estaba en la línea de mi deber, pero me dio un mayor conocimiento. El logro
es posible para la persona que hace algo más que su simple deber, que atrae
la atención de sus superiores hacia él, como alguien que se está preparando
para el avance.
Un empleador selecciona a sus asistentes entre los mejores
informados, los más competentes y con mayor conocimiento. "Uno está tan
cansado después de un día de trabajo que no tiene ganas de estudiar", es la
excusa que las personas suelen tener, cuando se les recuerda que no están
haciendo nada para avanzar. Es solo la excusa de aquellos que son demasiado
perezosos para trabajar por lo que quieren, o que no tienen la ambición de
escalar. Es bien sabido que un cambio de ocupación por las tardes, - el poner
en juego diferentes conjuntos de músculos, tejidos cerebrales, ideas y
pensamientos, generalmente lo descansa a uno, en lugar de cansarlo.
Por supuesto, todos deben tomarse el tiempo necesario para la
recreación, el ejercicio y el descanso necesario, pero muy a menudo aquellos
que dicen estar demasiado cansados para estudiar por las tardes, desperdician
mucha más energía en la disipación tonta o dando vueltas sin rumbo, sin
hacer nada, de la que gastarían en la lectura o estudiando. Hace poco tiempo
leí acerca de una profesora de escuela que aprendió seis o siete idiomas en su
tiempo libre; luego por las tardes comenzó a ganar dinero extra con la
enseñanza a alumnos privados y ahorró lo suficiente como para ir a Europa a
perfeccionarse en estos idiomas. El placer y el conocimiento de la cultura que
obtuvo en sus viajes en los diferentes países europeos fue una gran
recompensa por los sacrificios realizados; pero obtuvo mucho más que eso,
ya que avanzó rápidamente en su profesión, y ahora es instructora en francés,
alemán e italiano en una escuela secundaria para niñas.
"Todo el período de la juventud" - dice Ruskin- "es uno esencialmente
de formación, edificación, instrucción. No hay una hora que no se esté
moviendo con el destino; ni un momento del cual, una vez transcurrido, el
trabajo designado puede ser hecho de nuevo". Millones de personas
fracasadas se lamentan hoy haber perdido las oportunidades de oro que
dejaron pasar en la juventud, las tardes y las vacaciones que desperdiciaron
cuando pudieron haber sentado las bases para un futuro feliz y exitoso. Y
ahora sienten que es demasiado tarde incluso para intentar hacer las cosas
bien. Sienten que no tienen nada más que esperar, sino una vejez de pobreza
y amargos remordimientos. No hay magia que pueda darle a un joven un
futuro dorado cuando es negligente, haciendo un trabajo descuidado y
desperdiciando las horas en la fábrica del hoy.
La ambición, el coraje, el trabajo, el empuje, la energía, la iniciativa,
la meticulosidad en tu trabajo diario y la perseverancia en mejorarse a sí
mismo en tu propio tiempo libre, estos son los ingredientes garantizados para
hacer un futuro dorado, para traerte riqueza, conocimiento, sabiduría, poder,
fama, cualquier cosa que pongas en tu corazón. El gran hombre de Estado de
Inglaterra, William E. Gladstone, dijo: "Créanme cuando les digo que el
ahorro de tiempo les recompensará después en la vida, con ganancias más
allá de sus sueños más optimistas, y el derroche del tiempo, les hará
disminuir igualmente en estatura intelectual y moral más allá de su cálculo
más oscuros".
La forma en que pasaron su tiempo libre ha hecho toda la diferencia
entre la mediocridad y el gran logro para miles de hombres y mujeres,
quienes fueron lo suficientemente inteligentes para conocer el valor de las
incalculables probabilidades y finalidades del tiempo, donde otros
imprudentemente lo desperdiciaron. Si alguien te ofreciera comprar un gran
porcentaje de tu poder de vida, no pensarías en venderlo, ni siquiera por una
extraordinaria suma. Es lo que te da la oportunidad de hacer las cosas bien,
hacer de tu vida una obra maestra y, naturalmente, no te separarías de el.
Dirías que no puedes vender tu patrimonio de poder en el cual está envuelto
todo tu destino: tu entusiasmo, tu ánimo, tu carrera, tu ambición. Pero no te
das cuenta de que estás haciendo prácticamente lo mismo cuando permites
que tu recurso de éxito más valioso - tu tiempo- se escape de ti en todo tipo
de fugas; en ociosidad, en disipación, en placeres superficiales y tontos o, lo
que es peor, en placeres que matan tu autoestima y hacen que te odies a ti
mismo al día siguiente.
Si quieres tener éxito de una manera adecuada, de una manera acorde
con tus posibilidades, no solo debes cortar todas las fugas de tiempo, sino que
también debes reparar cada fuga en tu sistema mental y físico, y detener cada
salida de energía que no cuenta para hacerte más apto, para hacer de tu vida
el gran éxito que es posible para ti. Cuán a menudo se nos recuerda el valor
del tiempo por la expresión "el tiempo es dinero". Pero el tiempo es más que
dinero; es la vida misma; porque cada momento por separado, cuando vuela
lleva consigo una parte de nuestra vida. El tiempo es oportunidad
El tiempo representa nuestro capital de éxito, nuestras posibilidades
de logro. Todo lo que esperamos, todo lo que soñamos con lograr, depende
de ello. "Corto como es la vida", dijo Víctor Hugo, "lo hacemos todavía más
corto por el desperdicio del tiempo".
Yo aconsejaría a todos que pongan esa frase en la pared de su
dormitorio, y sobre su escritorio o banco de trabajo, donde constantemente
les recuerde las inmensas posibilidades almacenadas en los minutos y horas
de cada día. Si decides hacer bien tu trabajo todos los días y cumples con tu
resolución, nada puede impedir que seas un hombre o una mujer exitosos,
una persona sobresaliente. Tú eres el arquitecto de tu destino, el maestro de tu
destino, y ahora estás moldeando tu futuro. Cada día estás un paso más cerca
o más lejos del objetivo de tu anhelo. Las preciosas horas son invaluables. La
realización de todos tus sueños vive en ellas.
De vez en cuando, llegan cartas de personas que lamentan el hecho de
que les es imposible asistir a la escuela o a la universidad. Dicen que tienen
que trabajar para ganarse la vida y, por lo tanto, no tienen oportunidad de
adquirir una educación. Pero ellos nunca se han detenido a pensar que
muchos de los hombres y mujeres más prominentes del mundo han sido
autodidactas. No me refiero a que se hayan abierto camino en la escuela o en
la universidad, sino que realmente consiguieron una educación en su sentido
más amplio y mejor, por sus propios esfuerzos, con poca o ninguna
escolarización. Tú, que te quejas de no tener la oportunidad de obtener una
educación y, por lo tanto, no tener oportunidad de hacer nada valioso, lee las
vidas de hombres y mujeres que se han elevado a lugares de poder mediante
la autoeducación, biografías como la de Franklin, Lincoln, Greeley, Garfield,
hombres de todas las naciones quienes vinieron de la más extrema pobreza, y
por total fuerza de voluntad y el sabio uso de cada momento libre, se elevaron
a las más altas estaciones de la vida, a puestos de honor, de gran poder y
riqueza. Como dijo Hamilton W. Mabie: "Una de las principales cualidades
de una persona de fuerza y habilidad es su clara comprensión de lo que se
puede hacer con el tiempo y las herramientas a su disposición. Tal persona no
pierde el tiempo en el sueño ocioso de las cosas que haría si pudiera ir a la
universidad, o viajar, o tener largos períodos de tiempo libre. Para el no
existe el termino "ninguna posibilidad" para su carrera por condiciones
adversas. Si las condiciones son adversas, se pone delante de ellas y se aleja
de ellas ".
La pregunta que cada persona debe responder no es qué haría si
tuviera los medios, el tiempo, influencia y oportunidades educativas; la
pregunta es, qué hará con las cosas que tiene. En el momento en que una
persona deja de lamentar su falta de oportunidades y resueltamente mira sus
condiciones a la cara, y decide cambiarlas, ahí establece la piedra angular de
un éxito sólido y duradero. No importa cuán limitado sea tu tiempo, o cuán
exigente es tu trabajo diario, puedes entrenar tu mente, así que cultívate
leyendo y estudiando en tus momentos libres, tú puedes - si quieres-
convertirte en un hombre o mujer educado, con una perspectiva mucho más
amplia de la vida y una capacidad de ganancia infinitamente mayor que el
hombre o la mujer sin educación.
Andrew Carnegie, el joven escocés, por ejemplo, solo tenía una
educación primaria al comienzo, pero leyendo y estudiando en sus momentos
libres, adquirió la cultura que fructificó en varios libros y muchos artículos de
revistas sobre temas de interés mundial, por no mencionar sus logros
comerciales y la inmensa fortuna que adquirió. George Stephenson, quien
construyó la primera línea ferroviaria pública del mundo, aprovechó cada
momento libre como si fuera oro. Se educó a sí mismo, e hizo gran parte de
su mejor trabajo durante su tiempo libre. Aprendió a leer y escribir en una
escuela nocturna, y estudió aritmética durante los turnos nocturnos cuando
era ayudante de bomberos en una mina de carbón.
Las vidas y el trabajo de miles de los benefactores del mundo,
demuestran que no importa qué inversión pueda hacer una persona en la vida,
no hay ninguna tan satisfactoria como invertir en uno mismo, convirtiendo el
tiempo de ocio en conocimiento y poder. Cuanto más grande es la persona,
mayor es el valor que le da al tiempo. Lo considera como un gran activo,
como el capital más preciado, que puede enriquecer la vida. Cualquiera sea su
ambición, adquirir una fortuna o alcanzar el éxito en alguna otra dirección,
sabe que todo depende de lo que haga con su tiempo libre. Por otro lado, las
naturalezas débiles, nunca consideran el tiempo como un bien valioso, nunca
quieren pagar el precio que las naturalezas fuertes están dispuestas a pagar,
para hacer sus sueños realidad. No pueden resistir la tentación del placer por
el bien de su anhelo. No practican el ahorro en el uso de su tiempo, más que
lo hacen en el uso de su dinero. Matan mucho tiempo sin darse cuenta de que
al hacerlo están matando sus posibilidades, matando su futuro, matándose a sí
mismos.
Un lema diario esplendido que debiéramos adoptar todos nosotros, es:
"Haré que este día valga la pena”. Cuando te despiertes por la mañana;
cuando empieces a trabajar; y muchas veces durante el día, repite para ti
mismo: "Haré que este día valga la pena. No pasará a la historia de mi vida
como un tiempo medio perdido, o no utilizado para mi avance. No importa si
tengo ganas o no, voy a hacer que este día cuente. Voy a hacer que se
destaque en mi vida como un día importante, uno en el cual mi trabajo fue
efectivo y eficiente". Si haces esto todos los días, te sorprenderá el
maravilloso efecto que tendrá en toda tu vida. Te elevará al punto más alto de
tu posible eficiencia y efectividad. Será significativo para ti, tanto en carácter
como en ganancias. "Se pierde todo ese tiempo que podría emplearse mejor".
Si todos nos diéramos cuenta de la verdad de eso, habría más éxitos y menos
fracasos en la vida. Cada uno de nosotros tiene el mismo número de horas en
su día, el mismo número de días en su año, y la principal diferencia entre el
éxito y el fracaso radica en el uso que se le da a esas horas y días.
En el mismo entorno y con las mismas posibilidades, una persona
puede elevarse a la fama y la fortuna mediante el uso correcto del tiempo que
otros desperdician imprudentemente. Es lo que ponemos en el momento que
pasa, solo eso y nada más, lo que conforma toda la vida, todo el carácter, todo
el éxito. La cosecha de nuestros mañanas será correspondiente a la semilla
que sembramos hoy. Si no ponemos esa cualidad en el momento presente, lo
que esperamos en nuestro éxito, en nuestro carácter, en nuestra vida como un
todo, no estará allí. Si no hay energía, empuje, valentía, iniciativa, un trabajo
de calidad en la actualidad, los resultados de estos no pueden aparecer en tu
futuro. Es la ambición diaria que comienza todas las mañanas con la firme
resolución de no dejar que las horas se vayan a través de los dedos hasta que
uno haya exprimido de ellas su máxima posibilidad para que sea un día
exitoso; y es la acumulación de éxitos diarios lo que hace que una gran vida
exitosa, que te permite hacer realidad tus sueños de niño.
CAPÍTULO 19

LA PERSONA POSITIVA VS. LA NEGATIVA

La mente negativa nunca llega a ningún lado; solo puede destruir,


derribar.
Es muy fácil desarrollar un estado mental negativo, y éste es fatal para
el éxito. Debemos deshacernos de el antes de que podamos atraer prosperidad
o desarrollar eficiencia.
No podemos actuar negativamente sin obtener resultados negativos.
La persona vacilante, por fuerte que sea en otros aspectos, es siempre
empujado a un lado en la carrera de la vida por una persona determinada,
positiva y decidida, que sabe lo que quiere hacer y lo hace. Incluso los
cerebros deben dar paso a la decisión.
Incluso si a veces te equivocas, es mejor decidir positivamente y
llevar a cabo tu decisión con energía que estar siempre dudoso, contemplando
y posponiendo.

Cada decisión importante implica dejar ir algo, y cuanto más uno trata
de alejarse de la dificultad, cuanto más piensa en lo que se debe decidir, más
enreda toda la situación.
No solo es necesario mantener tu mente positiva, sino que, para ser
inmune a todos los enemigos de la prosperidad y la felicidad, debe ser
vigorosamente positiva.
Es la mentalidad positiva y vigorosa la que hace las cosas, la que hace
que las cosas se muevan. El carácter negativo es siempre un debilucho, un
don nadie, que sigue el camino trillado.
Si pudiéramos aprender a hablar y pensar siempre de manera decisiva,
constructiva, ¡qué maravillosa civilización sería esta! La mente que atrae lo
bueno, es la mente fuerte, optimista, expectante de las cosas buenas, la mente
de fe, de esperanza y confianza, la mente que cree en el bien. La mente del
pesimista atrae cosas pesimistas.
Si no aprendes a decidir con firmeza y luego actuar sobre tu decisión;
si vacilas y titubeas, si de esta manera permites ser llevado por las
circunstancias conflictivas, el barco de tu vida siempre estará a la deriva;
nunca estará anclado. Siempre estarás a merced de las tormentas y
tempestades, y nunca llegarás al puerto de la prosperidad.
Cuando una persona pregunta mi opinión sobre sus posibilidades de
éxito en la vida, yo trato de descubrir algo sobre su habilidad para decidir. Si
puede hacer esto rápidamente, definitivamente y con firmeza, estoy seguro de
que tendrá éxito. No existe otra cualidad que desempeñe un papel tan
importante especialmente en las carreras comerciales, como la capacidad de
decidir las cosas de forma inteligente, rápida, firme y definitiva. El hombre
que está hecho de material ganador no titubea, ni se tambalea, no vacila y se
balancea sobre la valla. Él salta directamente y aborda lo más difícil primero,
y continua con ello. Voltaire nos dice que la indecisión es la característica
más prominente de la debilidad del carácter.
Lo que obtenemos de la vida no lo obtenemos por la fuerza física,
sino por el sutil poder de la atracción mental. Lo atraemos a nosotros mismos
haciendo de nuestras mentes imanes que atraen del gran almacén cósmico de
inteligencia. Del gran océano de suministro que nos rodea, atraemos las cosas
que tienen afinidad con nuestra actitud mental. Algunos atraen el éxito,
algunos el fracaso; algunos atraen opulencia, abundancia; otros, pobreza y
carencia. Todo depende de la diferencia en el pensamiento, ya sea positivo o
negativo, constructivo o destructivo.
Los pensamientos negativos desmagnetizan la mente, y así atraemos
todo lo contrario de lo que queremos. Las personas que caminan en la
mediocridad, o que fracasan en la vida, podrían hacer un gran avance si
pudieran mantener alejada de su mente, todas las cosas que los hacen
negativos. Son sus estados de ánimo desalentadores y todos sus pensamientos
enemigos: sus dudas, miedos, preocupaciones, incertidumbres y su falta de
confianza en sí mismos lo que matan el poder creativo de la mente y la hacen
negativa. La mente negativa nunca llega a ninguna parte. Es la mente positiva
la que irradia fuerza y empuja hacia adelante en el mundo. Una mente
negativa solo puede destruir, derribar. Muchas personas piensan tanto en su
incapacidad para avanzar en el mundo, su pobreza y sus desgracias, que
desarrollan una verdadera atmosfera de fracaso; se rodean de pensamientos
destructivos, sugerencias desintegradoras, hasta que hacen imposible crear
otra condición mental, esa actitud mental positiva que crea y produce.
Estamos comenzando a aprender que no solo podemos controlar
nuestros estados de ánimo y todos nuestros pensamientos, sino que también
podemos controlar nuestro entorno, porque nuestro entorno es, en gran
medida, nuestro pensamiento, sentimiento, emoción y actitud mental
manifestados. Hacemos nuestro propio mundo con nuestros pensamientos,
nuestros motivos. Mientras mantengas tu mente positiva y creativa, tendrás
coraje, iniciativa y buen juicio, tú serás un productor. Pero en el momento en
que te desanimas y te entristeces, tu habilidad, tu mente, se desmagnetiza, se
vuelve negativa y ya no eres un creador o un productor. Tu determinación se
tambalea, tu juicio es débil e incierto, todo tu reino mental se desmoraliza.
Mantén tu mente positiva negándote a admitir traidores tales como la duda, el
desaliento, el miedo o la preocupación. Ellos son tus enemigos mortales.
Nunca podrás tener éxito mientras los entretengas. Expúlsalos. No dejes las
puertas de tu mente abiertas a ellos.
Sé conocido como una persona de gran fe con respecto a todo en el
mundo; cree que todo está bien en el mundo porque Dios lo hizo, Dios lo
ordenó. Cree sólo en lo mejor. Vive exitosamente; camina entre tus
semejantes como si tuvieras éxito, con un aire victorioso y triunfante;
demuestra que estás orientado hacia la victoria. Nunca temas el fracaso; no lo
visualices; no visualices la pobreza ni le temas, ya que esto tiende a hacer que
parezca real y aleja de ti las cosas que deseas. Cuando dices: "¿De qué sirve
soñar con cosas maravillosas que pueden venir en el futuro? No hay tal logro
reservado para mí. No soy un genio. Debo contentarme con una carrera
común y corriente". Estos pensamientos y afirmaciones negativas impregnan
la atmósfera de la mayoría de los hogares y enfrían el vigoroso espíritu de los
niños, con el resultado de que sus ambiciones decaen, sus ideales se
marchitan y, como no tienen gran incentivo de vida, caen en una monótona
rutina y muy por debajo del nivel que podrían haber alcanzado. Es un crimen
no corregir la tendencia a lo negativo en la mente de un niño. No es muy
difícil cultivar el hábito de pensar positivo y actuar de esa forma si se realiza
cuando un niño es pequeño. Con el adulto no es tan fácil, pero es posible.
Cuando anhelas algo que es perfectamente legítimo para ti, siembras
tu semilla de afirmación en perfecta confianza de que florecerá en la realidad.
Di para ti mismo: "Dios no hace acepción de personas. No es injusto en el
trato que les da a sus hijos. Todos tienen los mismos derechos, los mismos
privilegios. Él me dará a través de mi propio esfuerzo lo que necesito, lo que
pido. El pobre más andrajoso y harapiento tiene tantas horas en su día como
el magnate más rico y poderoso. Yo puedo y haré lo que anhelo hacer. Yo
seré lo que deseo ser".
Hagas lo que hagas, no establezcas en tu mente ni en la de los demás,
una imagen de ti mismo como una personalidad débil, ineficaz y negativa. Si
estás constantemente depreciándote a ti mismo, otras personas pensarán que
hay una razón para ello, que no eres digno, que hay algo acerca de ti que ellos
no conocen, basado en tu propio juicio. ¿Por qué no deberían los demás
pensar mal de ti si lo haces tú mismo? Si llevas contigo una actitud mental
negativa, tendrás una vida negativa. No puedes actuar negativamente sin
obtener resultados negativos. Las personas negativas no comienzan
vibraciones vigorosas y positivas; son tan pasivos y tan susceptibles a las
influencias a su alrededor, que sus mentes toman todas las vibraciones
negativas de todas las corrientes de otras mentes negativas. Es perfectamente
posible hacer que nuestra mentalidad sea tan vigorosamente positiva que, sin
importar qué corrientes conflictivas o vibraciones de otras mentes negativas y
discordantes nos golpeen, no encuentran respuesta en nosotros. Entonces
somos inmunes a todos los pensamientos negativos; podemos caminar a
través de todo tipo de condiciones adversas a nuestro alrededor sin responder,
porque no vibramos con el pensamiento negativo y la condición negativa,
sino que podemos mantener nuestro equilibrio firme y positivo.
Vivir en el pensamiento más fuerte nos hace más fuertes. Las
personas con una actitud mental vigorosa y positiva, personas con una
decisión fuerte y firme, personas con gran fe, tienen una mentalidad mucho
más fuerte que las mentes negativas, porque habitualmente viven en una
actitud mental más vigorosa, y una actitud mental positiva contribuye al
crecimiento, a la ampliación mental. Todos conocemos al hombre negativo,
el hombre que nunca tiene una opinión propia, que siempre pide el consejo de
otras personas y depende de los demás. El carácter negativo es siempre un
debilucho. La persona negativa en cualquier comunidad es el don nadie. Es la
mentalidad positiva y vigorosa la que hace cosas, la que hace que las cosas se
muevan, que hace que las cosas pasen. Es el hombre positivo quien hace su
propio pensamiento; quien se atreve a salir del camino trillado y abrirse
camino a su manera; quien se atreve a tener opiniones propias y se atreve a
expresarlas. Este es el tipo de persona que gana el respeto y la confianza de la
humanidad.
Muchas personas pasan por la vida haciendo pequeñas cosas, porque
su pensamiento negativo paraliza su iniciativa; no se atreven a emprender
nada importante. La mente negativa, la persona que tiene miedo de actuar,
que siempre está considerando o dudando, nunca logra mucho. El líder
siempre se caracteriza por sus cualidades positivas. Él gobierna por sus
vigorosas afirmaciones. No hay nada negativo o disminuido en él. El hombre
positivo, el líder natural, siempre es asertivo, mientras que el hombre
negativo se encoge y se anula a sí mismo, espera que alguien más tome la
iniciativa. Una de las visiones más patéticas del mundo es la persona que
nunca tiene una opinión propia, la persona sumisa, quien nunca difiere de ti,
cuya única opinión esta siempre de acuerdo a la que tú expresas.
Instintivamente despreciamos a una persona tan débil, alguien que nunca se
opone a nosotros, que siempre dice “sí, sí” a todo lo que decimos. Queremos
líderes y creadores más de lo que queremos seguidores o imitadores.
Tenemos suficiente, y de sobra, de aquellos que están dispuestos a apoyarse
en los demás. Queremos personas que dependan de sí mismas. Queremos
personas que sean educadas y entrenadas en sus cualidades de liderazgo; que
su originalidad y su individualidad sean enfatizadas y fortalecidas en lugar de
eliminadas.
Todo pensamiento negativo, todas las actitudes mentales negativas,
como dudar de la propia capacidad, vacilar en emprender cosas, el hábito de
posponer, esperar condiciones más favorables y volver una y otra vez a
reconsiderar las propias decisiones, son enemigos mortales de la iniciativa. Si
uno no cultiva una actitud mental positiva, tendrá una iniciativa ambigua y
débil, y la iniciativa es el jefe de las otras facultades. Es el líder del cerebro.
Nunca olvides que la fuerza que te proyectará hacia tu objetivo de éxito y
prosperidad está realmente dentro tuyo. No mires a los demás para que te
empujen o te den un tirón, o para que usen sus influencias. Tus recursos, tus
activos, están justo dentro de ti; no están en ninguna otra parte. Si te sientes
paralizado por la responsabilidad de decidir las cosas, comienza por darte
cuenta que si quieres avanzar en el mundo, debes deshacerte de este hábito.
La única forma de hacerlo es formar un nuevo hábito, comienza todas las
mañanas con la firme resolución de no permitirte vacilar, esperar a que
alguien te muestre el camino. Resuelve que durante todo el día vas a ser un
empujador, un líder; que no vas a ser un remolque, no vas a esperar a que
alguien te diga qué hacer y cómo hacerlo; que vas a tomar la iniciativa,
comenzar las cosas tú mismo y ponerlas en práctica. Determina llevar una
actitud mental positiva. Esto acentuará las facultades, les dará una gran
ventaja y hará que la mente esté alerta y ansiosa de oportunidades. No solo es
necesario mantener tu mente positiva, sino que para ser inmune a todos los
enemigos de tu éxito y felicidad debe ser vigorosamente positiva.
Cuando la mente está saturada de todo tipo de negación, con
pensamientos de enfermedad, fracaso y pobreza, se vuelve crónicamente
discordante y gradualmente se deteriora. Forma el hábito de hablar alto, no
bajo, de hablar optimismo en lugar de pesimismo. Elimina la crítica, la
búsqueda de fallas y culpas de tu vocabulario. Uno de los primeros signos de
deterioro en muchas mentes es la tendencia a ser negativo; mantener la
actitud mental discordante, agresiva, envidiosa y celosa. Esto es tan
antinatural como la melancolía crónica, la tristeza y el desaliento. Estos
indican una condición anormal o enferma de la mente. Intenta ver las cosas
desde un punto de vista amplio y generoso; mantén una gran consciencia.
Muestra a todos que tienes una gran fe en la humanidad, en tu vocación y en
ti mismo. Decide mantener todo lo negativo fuera de tu vida. Eres demasiado
grande para los celos o la envidia, demasiado grande para preocuparte o estar
ansioso por tu carrera o por tu futuro. Ser positivo para todos y todo con lo
que encuentras en la vida es lo que cuenta. Esta es la clave de la maestría, el
éxito y la prosperidad.
CAPÍTULO 20

AHORRO Y PROSPERIDAD

Si quieres estar seguro de que estás empezando bien, comienza a


ahorrar. El hábito de ahorrar dinero, mientras que fortalece la voluntad,
también ilumina las energías. – Theodore Roosevelt.
Realiza un contrato contigo mismo para ahorrar una cierta cantidad de
tu salario cada semana. La pequeña diferencia entre lo que ganamos y lo que
gastamos es el capital.
El ahorro es el amigo del hombre, el constructor de civilizaciones.
La práctica del ahorro da una tendencia ascendente a la vida del
individuo y a la vida de la nación; sostiene y preserva el más alto bienestar de
la raza.
Nada hace que un hombre de negocios sea tan independiente como el
dinero en efectivo. Es el "hombre con el hábito de ahorros en el banco, el cual
rara vez es dejado de lado, él es aquel que puede estar bien sin ti, pero tú no
puedes estar bien sin él".
Ahorro significa una gestión inteligente de lo que tienes: dinero,
tiempo, energías, oportunidades.

Benjamín Franklin es uno de los ejemplos más inspiradores de lo que


la práctica del ahorro puede hacer por los niños y niñas más pobres en esta
tierra de oportunidades. Hijo de un pobre vendedor de velas y jabones, el
decimoquinto hijo de una familia de diecisiete, él comenzó a la edad de diez
años a ganarse la vida trabajando en la tienda de su padre. A partir de estos
humildes comienzos, logró - por sus propios esfuerzos- convertirse en uno de
los hombres más grandes del mundo: un distinguido patriota, científico,
hombre de estado, inventor, diplomático, filósofo, autor y, por último, pero
no menos importante, un notable humorista. Todo esto lo logró mediante la
práctica del ahorro. Esto no significa simplemente economía en asuntos
financieros - el gasto inteligente de sus ingresos- sino el gasto inteligente de
su tiempo y esfuerzo en todos los asuntos de la vida. Para él, el ahorro
significaba no solo prudencia en los negocios y el dinero, sino la
conservación de la salud, de la energía, del capital de la vida y el máximo
desarrollo de todos sus recursos naturales. Además de ser el más ahorrativo,
Franklin era el hombre más generoso, y podía compartir hasta su último
centavo con alguien que lo necesitara. Una de las citas favoritas de Franklin,
fue: "Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos". Y la primera lección para
aquellos que quieren ayudarse a sí mismos, es la que él enseñó
constantemente: el Ahorro.
Encabezado con una imagen de Benjamin Franklin, el gran apóstol de
la economía, una lista emitida por la Y.M.C.A. en Nueva York, tiene este
lema: "Haz que tu dinero signifique más". Luego, daba los "Diez
Mandamientos para la Vida Financiera ".
1. - Trabaja y gana.
2. - Haz un presupuesto.
3. - Registra tus gastos.
4. – Ten una cuenta bancaria.
5. – Lleva un seguro de vida.
6. – Obtén tu casa propia.
7. - Haz un testamento.
8. – Paga tus cuentas puntualmente.
9. – Invierte en valores confiables.
10. - Comparte con otros.
Si "forjas estos enlaces de éxito en tu carácter ", como sugiere la lista,
no solo desarrollarás un tipo de hombría o feminidad autosuficiente y
vigorosa, sino que también sentarás las bases para una prosperidad duradera,
satisfacción y felicidad. Toda persona sabe que es más fácil ganar dinero que
ahorrarlo; entonces, si hay un punto en los "Diez Mandamientos" al cual el
hombre o la mujer de recursos limitados, debe prestar especial atención, es el
segundo, que dice: "Haz un presupuesto". Mantener un “libro de presupuesto
con conciencia", que muestre la mejor manera de planificar el gasto de tus
ingresos y cómo mantener una cuenta precisa de tus ingresos y desembolsos.
Desde Benjamín Franklin hasta Sir Thomas Lipton, miles de hombres
exitosos en todos los campos han dado testimonio del valor del ahorro, o la
economía, como un creador de riqueza y felicidad. Lipton dijo que es "el
primer gran principio de todo éxito. Crea independencia, posiciona, llena de
vigor, estimula con la energía adecuada, de hecho, brinda la mejor parte de
cualquier éxito: - felicidad y satisfacción ". A menos que establezcas la regla
general de dejar de lado un cierto porcentaje de tus ganancias cada semana,
cada mes, nunca lograrás convertirte en un hombre o mujer realmente
independiente. Siempre estarás a la merced de las circunstancias. No importa
cuán pequeño sea, o si tienes que prescindir de algunas cosas que crees que
necesitas, pone una porción de tus ganancias cada año donde sea
absolutamente seguro. Tú no sabes lo que esto significará para ti en caso de
alguna emergencia inesperada donde un poco de dinero puede ahorrarte un
gran sufrimiento o la ruina financiera. El gasto prudente de los ingresos de
uno, por pequeños que sean, implica los mismos principios de la inversión y
el manejo del capital del hombre de negocios. Y el hombre de negocios
exitoso lleva estos principios en la conducción de todos sus asuntos, sus
gastos personales y domésticos, así como los relacionados directamente con
su negocio.
Incluso los multimillonarios tienen que ser ahorrativos o sus millones
tomarían alas. En su pequeño libro "Triunfar con lo que tienes", Charles M.
Schwab dice: "Hace poco, los gastos del funcionamiento de mi casa en Nueva
York se volvieron exorbitantes. Llamé al mayordomo y le dije: 'George,
quiero hacer un trato contigo. Te daré el diez por ciento de los primeros mil
dólares que ahorre en gastos de la casa, el veinticinco por ciento de los dos
mil y la mitad de los tres mil. El costo de operar la casa se redujo a la mitad ".
Una vez envié a que realizaran una entrevista a Marshall Field y le
preguntaran, entre otras cosas, cual consideraba el punto de partida en su
carrera, y su respuesta fue: "Haber ahorrado los primeros cinco mil dólares
que tuve, cuando podría haber gastado el modesto salario que gané. La
posesión de esa suma, una vez que la tuve, me dio la capacidad de encontrar
otras oportunidades. Eso considero el punto de partida". John Jacob Astor, el
fundador de la fortuna de Astor, dijo que, si no hubiera sido por el ahorro de
sus primeros mil dólares, podría haber muerto en el hospicio.
Qué cosa tan patética es ver, hombres y mujeres cultos y bien
educados, personas con una gran capacidad, pero sin sentido del dinero, sin
tener prácticamente nada delante de ellos, ¡gastando todo a medida que
avanzan! Cuantas historias patéticas podrían contar las organizaciones
benéficas sobre personas que han estado en mejores circunstancias, pero que
han perdido todo su dinero; personas que nunca pudieron guardar nada para
un "día lluvioso". Qué seguridad y sentido de protección obtenemos de la
conciencia de un pequeño "nido de huevos", un poco de dinero guardado para
el futuro, algo puesto entre nosotros y una posible emergencia o necesidad.
Nadie que viva sin orden ni previsión puede sentirse tranquilo o seguro.
Cuántas personas pobres en nuestras grandes ciudades son constantemente
puestas en la calle, a menudo cuando un padre u otro miembro de la familia
está enfermo, porque no pueden pagar el alquiler, y esto se debe a la falta de
entrenamiento temprano en ahorro y economía inteligente; donde no se hizo
ninguna provisión para una emergencia; nada reservado para un día lluvioso.
Yo no simpatizo con la filosofía del ‘día lluvioso’ de muchas personas; el
miedo y el terror del día lluvioso, esa política ahorradora, estrecha y
mezquina. Tales personas crean el día lluvioso del cual están tratando de
protegerse. Es el buen juicio, la precaución sabia, lo que brinda una provisión
razonable para necesidades futuras, o emergencia, o cualquier cosa que pueda
perjudicar la capacidad de ganancia de uno, o cualquier pérdida que pueda
resultar de un incendio o una inundación que gane nuestra aprobación.
El hábito del ahorro, el hábito de la libreta de ahorro, es un inicio del
deseo de surgir y subir en el mundo. También es un indicio de muchas otras
buenas cualidades de éxito. El hábito de la libreta de ahorro, rara vez se
encuentra en malas compañías. El hábito del ahorro no solo abre la puerta a la
oportunidad, sino que es una protección contra nuestras propias debilidades,
nuestra credulidad, la tendencia a dispersar nuestras ganancias y hacer
tonterías. El ahorro de dinero a menudo significa la salvación de una persona.
Significa eliminar desenfreno o evitar hábitos viciosos. A menudo significa
salud en el lugar de la disipación. Significa un cerebro claro en lugar de uno
turbio y fangoso. Significa que la persona tiene visión, previsión e
inteligencia en la planificación y en la provisión de su futuro. De hecho, el
hábito de ahorrar, no es solo una de las piedras angulares de una fortuna, sino
también del carácter.
Theodore Roosevelt una vez sabiamente dijo: "Si quieres estar seguro
de que estás empezando bien, comienza a ahorrar. La costumbre de ahorrar
dinero, mientras que endurece la voluntad también ilumina las energías". En
el momento en que una persona comienza a ahorrar dinero, sistemáticamente,
y para hacer inversiones sabias, se hace más grande. Comienza a tener una
visión más amplia de la vida. Comienza a tener más confianza en sí mismo,
en su capacidad, en su poder para asumir la responsabilidad, para hacer su
propio programa, para ser su propio jefe. Al comenzar el aprendizaje de la
lección del ahorro, él ha dado el primer paso en el desarrollo de un carácter
fuerte, el tipo de carácter que distingue al mejor tipo de hombre que ha
triunfado por sus propios esfuerzos, los "Benjamin Franklins" de la raza.
Nada será de más ayuda para una persona para obtener crédito y
ganancia y la asistencia de personas exitosas, que la reputación de ahorro, de
tener el hábito de ahorro, de tener algo por delante, algo establecido, ya sea
en bonos del gobierno, o en alguna otra inversión. Tal ahorro lo posiciona.
Si quieres hacer realidad tus sueños de un futuro próspero, realiza un
pacto contigo mismo de ahorrar una cierta cantidad de tu salario. No importa
cuán pequeño sea, o si tienes que prescindir de algunas cosas que crees que
necesita; pone este cierto porcentaje de tus ganancias donde sea
absolutamente seguro. Esto puede significar riquezas para ti en el futuro.
Un poco de efectivo atrae oportunidades. He sabido de personas que
han tenido espléndidas oportunidades de comenzar un negocio por sí mismos
con quinientos dólares, algunos incluso con menos. Se han comenzado
fortunas con menos de mil dólares.
El jefe de cinco grandes tiendas en Nueva York me dijo que comenzó
a trabajar con trescientos dólares. Frank Woolworth, quien construyó el
gigantesco almacén de tiendas de cinco y diez centavos, comenzó con algo
así como trescientos dólares propios, pidiendo prestado lo suficiente como
para llevarlo a quinientos dólares. Varias de sus primeras tiendas fueron
fracasos, pero él no fue un fracaso. Él tuvo una idea y sus pequeñas ganancias
lo ayudaron a respaldar su idea y hacer sus sueños realidad. El poder del
dinero generalmente no es apreciado por hombres y mujeres jóvenes.
Esta es una tierra de oportunidades, y las buenas oportunidades
constantemente están llegando a aquellos que tienen el dinero en efectivo.
¡Cuántas veces oímos que la gente lamenta el haber perdido una oportunidad
única de inversión, porque no tenían el dinero! Muchas personas se han visto
obligadas a dejar pasar espléndidas oportunidades debido a esta misma
carencia. En todas partes se han ofrecido grandes oportunidades por dinero en
efectivo y solo comparativamente pocas personas, han tenido los fondos de
reserva o el efectivo para aprovechar estas espléndidas oportunidades.
Algunos de los hombres de negocios más astutos que conozco me
dicen que no hay nada que le pague tan bien al hombre de negocios, a largo
plazo, como para mantener dinero en el banco, listo para una emergencia,
listo para una oportunidad inesperada o un buen negocio. Le da a uno una
gran sensación de seguridad el saber que está preparado para cualquier
emergencia, que tiene efectivo listo para ayudarlo. La persona ahorrativa
nunca es sorprendida sin preparación. Hay muchas oportunidades para
ahorrar a nuestro alrededor y las recompensas de hacerlo son incomparables.
Cuando recibimos un poco de dinero, despierta el entusiasmo de
aumentarlo y eso nos ayuda en los momentos en que estamos tentados a
gastar. Resulta más fácil decir "No" cuando te inclinas a gastar tontamente o
por cosas que realmente no valen la pena. Nuestros ahorros son un aliento
constante, un tónico, un estimulante. Sus pequeños ahorros han evitado que
muchos jóvenes caigan en tentaciones que podrían haberlo paralizado o
arruinado. La pequeña diferencia entre lo que ganamos y lo que gastamos es
el capital. Un poco de dinero en efectivo, sugiere establecer un hogar y
maravillosas posibilidades en el camino de las comodidades, los medios de
auto-cultura y crecimiento. Significa mejor lectura, mejores libros y
publicaciones. Significa un posterior curso universitario para los niños y
protección para la vejez. Significa menos preocupación y menos ansiedad
sobre el futuro, libertad del miedo a desear, o miedo a que aquellos a quienes
amamos sufran. Puede significar un buen médico, un hábil cirujano, en lugar
de un curandero barato cuando la enfermedad entra en nuestro hogar.
Un gran empresario dijo: "Me han pedido definir el verdadero secreto
del éxito. Es el ahorro en todas sus fases. El ahorro es el primer gran
principio del éxito. Crea independencia, pone de pie, llena de vigor, estimula
con la energía adecuada, de hecho, brinda la mejor parte de cualquier éxito:
felicidad y satisfacción ". ¿Puedes desear algo mejor en tu futuro que estos?

QUIÉN SOY

Yo soy felicidad acumulada.


Yo lidero el camino hacia la paz, el poder y la abundancia.
Te libero de la ansiedad y la preocupación por el problema de la vida.
Yo soy un amigo de los ricos y los pobres.
Yo soy el sentido común aplicado a la vida de muchas maneras.
Yo soy una torre de fortaleza en la juventud y un bastón en la vejez.
Aumento la esperanza, la confianza, la certeza y la seguridad en cuanto al
futuro.
Yo fui uno de los principales factores en la victoria de la Guerra Mundial.
Soy el mejor seguro contra la pobreza y el fracaso.
Elimino la sombra del asilo.
Ayudo a la salud, la eficiencia, al mayor bienestar posible del individuo.

Mato ese temor del "día lluvioso"; de hecho, elimino el "día lluvioso" por
completo.
Pongo la esperanza en el corazón de las personas, una luz en los ojos
humanos que nunca antes había existido.
Pongo a las personas en una posición para aprovechar todo tipo de
oportunidades de inversión, de avance, para aprovechar las oportunidades
que, sin mí, se perderían.
Yo significo mejores médicos, cirujanos más hábiles, los mejores hospitales
en caso de necesidad, así como los mejores centros de salud.
Yo hago posible las necesarias vacaciones, descanso, recreación y viajes.
Yo significo placer, vivir más con el arte natural y con las cosas bellas del
mundo.
Significo mejores oportunidades para tus hijos, mejores escuelas, mejor
vestimenta, un entorno más refinado, mayor seguridad para tu futuro.
Yo te muestro cómo aprovechar al máximo tus ingresos; cómo gastar el
margen con la mejor ventaja; cómo hacer las inversiones más sabias de su
tiempo, tu fuerza y tu capacidad, así como tu dinero.
Yo soy el amigo del hombre, un constructor de civilizaciones. No solo doy
una tendencia ascendente a la vida del individuo, sino también a la vida de
una nación. Sostengo y conservo el mayor bienestar de la raza.
Yo protejo el futuro; te capacito para trabajar con confianza, para mirar hacia
arriba y no hacia abajo, para elevarte más.
Mantengo a miles de personas fuera de la penitenciaría; evito que cometan
robos y otros delitos.
Aumento la confianza de los demás en las personas que luchan y agrego
tremendamente a su crédito.
Soy la mejor recomendación de un empleado, porque pertenezco a una gran y
excelente familia. Todo empleador sabe que aquel que me cultiva tiene
muchas otras excelentes cualidades, como la honestidad, la minuciosidad, la
ambición, la fiabilidad, la previsión y la prudencia.
Yo soy un símbolo de carácter, de estabilidad, de auto-control; una prueba de
que un hombre no es una víctima de sus apetitos y debilidades, sino su amo.
A menudo soy el salvador de una persona, cortando las indulgencias y los
hábitos viciosos, poniendo la salud en el lugar de la disipación y asegurando
un cerebro claro en lugar de uno turbio y confuso.
Soy el enemigo de esa gran maldición de la humanidad - la deuda- que
destruye multitudes de hogares, causa divorcios, destruye el amor y destruye
toda paz mental.
Soy lo que ayuda a un hombre a levantar su cabeza sobre la multitud; ser
independiente, autosuficiente y representar algo en el mundo.
Miles de familias carecen de hogar, carecen de dinero y soportan todo tipo de
dificultades, privaciones y humillaciones porque los esposos y padres nunca
me llevaron a una asociación.
El ejército del fracaso, hoy en día, es reclutado en gran parte por personas que
nunca aprendieron a conocerme, que ridiculizaron la sugerencia de
necesitarme, quienes más bien me despreciaron y menospreciaron como
símbolo de tacañería y mezquindad y por ser un enemigo de su disfrute.
Soy el mejor amigo de la mujer. La hago una mejor empresaria, una mejor
ama de casa, una mejor esposa y madre, una mejor ciudadana. La ayudo a ser
independiente, autosuficiente y a enseñarle a financiarse.
Independientemente de cómo te ganas la vida, ya sea por el trabajo de tu
mano o tu cerebro, en un oficio o en una profesión, en el hogar o en una
tienda, ya sea que tus ingresos sean pequeños o grandes, siempre estarás en
desventaja, siempre te arriesgarás con tu futura seguridad y felicidad, a
menos que me tengas como un compañero de trabajo.
Yo soy un incentivo para la vida elevada, la vida simple y el pensamiento
elevado. Exijo pasar hacia arriba, vivir en lo alto, vivir en la honestidad, en la
simplicidad, vivir la vida que vale la pena, la vida genuina, la vida que dará
una satisfacción duradera.
Yo soy el comienzo del verdadero éxito; aquello que pone un cimiento bajo
tus castillos de aire, aquello que hace tus sueños realidad, que construye ese
"hogar propio" al que cada persona saludable espera como la culminación de
sus esperanzas.

Yo Soy… el Ahorro
CAPÍTULO 21

COMO UN HOMBRE ESPERA, ASÍ ES ÉL

Nunca podemos obtener más de lo que esperamos. Si esperamos


grandes cosas, si mantenemos una actitud mental grande hacia nuestro
trabajo, hacia nuestra vida, obtendremos resultados mucho mayores que si
nos depreciamos a nosotros mismos, y solo buscamos pequeñas cosas.
El hábito de esperar grandes cosas de nosotros mismos, saca lo mejor
que hay en nosotros.
Nadie puede ser próspero mientras realmente espera, o medio espera,
seguir siendo pobre. Tendemos a obtener lo que esperamos, y esperar poco es
obtener poco.
Pedimos cosas pequeñas, esperamos cosas pequeñas, y por lo tanto,
limitamos nuestro suministro.
Hay un tremendo poder en el hábito de anticipar cosas buenas, de
creer que realizaremos nuestros anhelos; que nuestros sueños se harán
realidad. Miles de personas detienen su éxito desde el principio al anticipar
cosas malas, esperando que fallen, que sus sueños nunca se hagan realidad.

Cuando me gradué de la academia de New Hampshire, mi mayor


estímulo para seguir esforzándome fue que mi profesor favorito creía en mí.
Al estrechar mi mano para despedirse, me dijo: "Mi niño, espero escuchar de
ti, que el mundo escuche de ti, en el futuro. No me decepciones. Creo en ti y
puedo ver algo en ti que tú no ves en ti mismo ". Sólo hay una cosa más
estimulante, más útil, en la lucha por el éxito, que el conocimiento de que los
demás - nuestros maestros, nuestros padres, nuestros amigos y parientes,
creen en nosotros y esperan grandes cosas de nosotros- y eso es, esperar
grandes cosas de nosotros mismos. La diferencia entre lo que dos personas
obtienen de la vida, lo que logran y lo que representan para los demás
depende de la diferencia en lo que esperan de sí mismos.
Un general que entra en una batalla esperando ser vencido, será
derrotado. Su expectativa de derrota se traspasa a su ejército, lo desmoraliza
desde el principio y hace imposible que los hombres hagan lo mejor. Es lo
mismo en la batalla de la vida. Entrar con la expectativa de la derrota, es ser
derrotado antes de comenzar. Si deseas tener éxito, debes mostrar tu
expectativa de éxito en tu presencia. También debes vivir día a día en el alma
de la expectativa de que cosas espléndidas llegarán a ti. Trabajar por una cosa
y esperar lo opuesto puede traer solo un resultado: fracaso.
Cada vez que dices que no esperas que haya nada especial para ti, o
que consigas algo, o que hagas algo que valga la pena, estás neutralizando los
esfuerzos que estás haciendo para ser, tener o hacer lo que quieres. Nuestras
expectativas deben corresponder con nuestro esfuerzo. Si estamos
convencidos de que nunca vamos a ser realmente felices, de que estamos
destinados a seguir con el descontento y la miseria, sufriendo por el resto de
nuestras vidas, tenderemos a obtener lo que esperamos. Tener la ambición
por la felicidad y, sin embargo, siempre esperar ser miserable, continuamente
dudando de nuestra capacidad de obtener lo que anhelamos - sea lo que sea-
es como subirnos a un tren que se dirige hacia el este cuando nuestro deseo es
ir al oeste. Debemos esperar ir en la dirección de nuestro deseo, de nuestro
anhelo y esfuerzo. Si quieres tener éxito en lo que estás tratando de ser o
hacer, debes darle la espalda al fracaso, borrar de tu mente cada pensamiento,
cada imagen, cada sugerencia de fracaso, y dirigirte hacia el éxito.
Cuando, debido a una serie de reveses y desilusiones, un individuo ha
perdido el control sobre sí mismo, y se siente convencido de que no podrá
ponerse de pie; cuando no espera nada más que el fracaso, solo hay una cosa
que puedes hacer por él: intenta despertar su esperanza; restaurar su fe
perdida; mostrarle que, siendo divino, hay algo en él que nunca puede fallar;
que él y su Creador son uno, y que, trabajando juntos, son mayoría en
cualquier situación.
Acabo de recibir algunos manuscritos acompañados de una carta en la
que el escritor dice: "Sé que lo adjunto no tiene nada que ver con sus
artículos, ya que no podría escribir como usted sin importar cuánto lo
intentara. No espero que usted quiera publicar estos, pero pensé que los
enviaría de todos modos, pensando en la posibilidad de que usted quisiera
hacerlo". Ahora, al principio, este escritor me prejuzgó contra sus artículos
por su inferioridad auto-expresada y la sugerencia de que no eran valiosos
para publicarlos, y que probablemente serían devueltos. Era como si una
persona comenzara a buscar trabajo con una animo desalentado; con el
desaliento en su rostro y en cada una de sus acciones, y le dijera a un posible
empleador: "No creo que me contrate; no esperaba tener suerte cuando entré,
pero pensé que de todas formas lo intentaría. No tengo mucha confianza en
mí mismo, y no sé si puedo trabajar en esta línea. Aun así, hare lo mejor que
puedo si me da una oportunidad, aunque no creo que lo haga, porque nunca
tengo suerte buscando trabajo ". Esto puede sonar ridículo, pero expresa la
actitud mental que miles de personas tienen hacia lo que anhelan y se
esfuerzan por alcanzar. Nunca esperan tener éxito en nada de lo que
emprenden; nunca esperan la comodidad, sin mencionar los lujos y
refinamientos de la vida. Ellos solo esperan el fracaso y la pobreza, y no
entienden que esta misma expectativa aumenta el poder de su imán mental
para atraer estas cosas, a pesar de que están tratando de alejarse de ellas. Hace
poco estuve hablando con un hombre que es una buena ilustración de lo que
esta actitud mental hace por nosotros. Me dijo que durante muchos años
había estado trabajando muy duro, sin vacaciones, sin descanso; que
trabajaba los fetsivos y la mayoría de sus domingos, y sin embargo nunca
había llegado a ninguna parte y no esperaba poder hacerlo; ya que, de hecho,
las cosas parecían estar en una conspiración para decepcionarlo y vencerlo.
"Por supuesto que no has tenido éxito, amigo mío, porque nunca esperabas
hacerlo", le dije. "Además, nunca te has dado la oportunidad. Todo este
tiempo, has temido y esperado la pobreza, el fracaso, la desilusión, la
limitación, la derrota en todo, te has convertido en un imán para estas cosas y
te has arrastrado al fracaso "
No necesariamente obtenemos aquello para lo que trabajamos; sino
aquello que esperamos que nos llegue. Lo que temes, así como lo que
anhelas, se dirige hacia ti. Todos tus miedos, todas tus dudas, todos tus
pensamientos de fracaso están tomando forma en tu vida, moldeando las
condiciones a su semejanza; y no importa qué tan duro trabajes para aquello
que quieres, si constantemente tienes en mente pensamientos negativos y
desanimados; si esperas el fracaso en lugar del éxito, el mal en lugar del bien,
lo que esperas llegará a ti. En otras palabras, tu pensamiento es la fuerza
creativa que moldea y determina las condiciones de tu vida.
John Burroughs, el gran naturalista, le dijo a una mujer que se quejaba
de que ningún pájaro llegaba a su huerto: “Debe tener pájaros en su corazón,
señora, antes de que pueda encontrarlos en los arbustos”. Es lo que tienes en
tu corazón, lo que crees que se te manifestará, lo que entra en tu vida. Nadie
que crea que fue hecho para hacer pequeñas cosas, y esté satisfecho con una
posición inferior, sin esperanza de ser otra cosa más que un subordinado toda
su vida, puede lograr nada grandioso en este mundo. Por otro lado, la persona
que espera grandes cosas de sí mismo, está constantemente tratando de abrir
un poco más las puertas de su estrecha vida, ampliar su limitado
conocimiento, llegar un poco más arriba, ir un poco más allá que aquellos que
lo rodean. Él tiene la suficiente disposición divina para estimularlo a
emprendimientos más nobles; tiene la ambición de hacer más de sí mismo.
No importa cuáles hayan sido las condiciones de tu nacimiento, tú
eres quien da forma a tu carrera, formas tu vida para la felicidad o la
infelicidad, el éxito o el fracaso. Es cierto para todos los hombres y mujeres
que: "Ellos mismos son los creadores de sí mismos". Si quieres vivir una vida
más amplia, una vida feliz y útil, debes pensar en una vida más amplia; debes
ampliar tu modelo de ti mismo y de tus posibilidades; debes esperar realizar
tu ideal de ti mismo y de lo que anhelas hacer; porque, como un hombre
espera, así será su felicidad, así será su vida. No importa qué estamos
intentando hacer, es la esperanza y la expectativa del éxito lo que nos infunde
ánimo para poner nuestro mejor esfuerzo; nos arma con la seguridad que
impulsa el éxito.
La mayor diferencia, por ejemplo, entre el mejor vendedor y el
mediocre, es la diferencia en su actitud mental. "Golpeado antes de
comenzar"; "No creía que iba a obtener el pedido", está escrito en todos los
vendedores. Al tratar de obtener pedidos, carecen de la esperanza, la
expectativa de éxito, la seguridad y la confianza en sí mismos que presagian
la victoria. No conocen la psicología del arte de vender; que consiste en tener
siempre en mente la convicción de éxito, y por eso caen ante la más mínima
oposición. Hay miles de vendedores de segunda categoría que tienen la
capacidad suficiente para ser de primera, pero que no obtienen resultados
debido a sus dudas y temores. Ante cada pequeña objeción hecha por un
comprador, piensan y se dicen a sí mismos: "Ahí, voy a perder a este hombre,
lo presiento. Ojalá pudiera obtener un pedido de él, pero no creo que vaya a
firmar". No se dan cuenta de que están comunicando sus propias dudas y
miedos a sus compradores. No hace falta una persona muy sensible para
sentir la atmósfera negativa y de fracaso, y cuando por primera vez pone los
ojos en uno de esos vendedores tímidos e inseguros, el potencial cliente sabe
que no es un ganador. En lugar de la victoria, ve la derrota en su rostro; y si
la derrota está en la cara de una persona, no puede ganar sin importar la
habilidad que tenga. Su atmósfera de fracaso repele a todas las personas con
las que entra en contacto. Las mentes negativas nunca hacen grandes
vendedores o grandes cosas, porque no construyen; ellos destruyen. No son
creativas, sino destructivas. Pasan por la vida cerrando las mismas puertas
que ansían abrir; tirando con una mano, por así decirlo, la perilla de la puerta,
mientras que al mismo tiempo mantienen un pie de duda contra la misma
puerta que están tratando de abrir. Si afirman su creencia de que hay cosas
buenas para ellos, antes de que salgan de sus labios, neutralizan sus
afirmaciones con sus secretas dudas. Dicen una cosa, pero esperan lo
contrario, al igual que la mujer que oró al Señor para que sacara el montón de
arena de su jardín, y cuando terminó de orar miró y dijo: "¡Ahí está, justo
como pensé! ¡Por supuesto que el Señor no lo eliminó! Ese es el problema
con la mayoría de nosotros. Oramos y trabajamos arduamente por las cosas, y
cuando no las conseguimos es "justo como esperábamos". No pudimos
obtener lo que queríamos y anhelábamos porque no había fe, ninguna
convicción respaldando nuestros esfuerzos y nuestras oraciones. Ya sabes lo
que dice Santiago sobre el hombre que duda y teme y que no tiene fe: "Que
ese hombre no piense que recibirá cosa alguna del Señor". Algunas personas
no pueden entender cómo es que los hombres malos, crueles, brutales y sin
conciencia, a menudo triunfan en sus negocios. Ellos tienen éxito mediante el
ejercicio de la ley mental que, pensamientos similares, producen resultados
similares. Esta ley funciona tan infaliblemente como cualquier ley física. No
es ética ni carece de ética. Es científica. Es un principio inexorable, un hecho
inmutable, que lo que tenemos persistentemente en la mente, en última
instancia se manifiesta en el cuerpo, en la vida, ya sea que esté relacionado
con nuestra salud, con nuestro éxito o con nuestra felicidad. La ignorancia de
la ley no nos salva de las consecuencias de su violación, así como la
ignorancia de nuestras leyes estatales o federales no perdonan una ofensa
contra ellas.
Es por eso que es tan importante que los niños sean entrenados en el
pensamiento correcto desde el principio. Cada niño debe ser criado para
esperar grandes cosas de sí mismo: entendiendo que el Creador lo envió aquí
en una misión importante, y que debe prepararse para una vida de logros.
Siendo un hijo de la Omnipotencia, del Todo, el hombre es el heredero de
todo lo que es; la salud, el éxito y la felicidad son su herencia divina, y cada
niño debe crecer con la convicción de que las cosas buenas en lugar de las
malas lo están esperando; que los deseos de su corazón, los anhelos de su
alma, son profecías de lo que puede llegar a ser si hace su parte en la
preparación completa de su trabajo de vida.
¿Te das cuenta de que tu entorno actual, tus logros y tu pobreza o
prosperidad están realmente formados por tus expectativas del pasado? ¿Qué
esperabas de ti mismo hace años, cuando comenzaste en la vida? Si has sido
fiel a tu visión de un futuro exitoso y esta ha sido respaldada por tu fe, tu
habilidad, con trabajo arduo y esfuerzo inteligente, has trabajado en armonía
con la ley y estás recibiendo la cosecha de tu pensamiento y esfuerzo. Por
otro lado, si te encuentras afligido por la pobreza, significa que has violado la
ley, y tu única esperanza de mejorar tu condición, es dar la vuelta e ir por el
otro lado. Trabaja con la ley, no en contra de ella. Trabaja por lo que quieres,
pero trabaja con confianza, con esperanza, con la creencia de que lo
obtendrás. Espera ser feliz; espera tener éxito; espera ganar en tus empresas;
espera la salud en lugar de enfermedad; espera la buena suerte en lugar de la
mala suerte; espera armonía en lugar de discordia y problemas; espera hacer
amigos donde sea que vayas; espera pensar bien, representar algo en la
comunidad, esto es establecer relaciones con las cosas que queremos y por las
que trabajamos; es para atraerlas hacia nosotros, porque como el hombre
espera, así es él; así tiene él.
CAPÍTULO 22

SÍ, ESTÁ A TU ALCANCE

Las personas que siempre temen al futuro, que siempre ven


obstáculos, peligros y toda clase de inconvenientes y dificultades, que
siempre se están preparando para un "día lluvioso", no solo atraen las cosas
que temen, sino que también pierden toda la alegría y felicidad de vivir.
Nunca serás nada más que un mendigo mientras pienses en la miseria,
un hombre pobre mientras pienses en la pobreza, un fracasado mientras
pienses en el fracaso.
Entrénate persistentemente a mantenerte lejos del pensamiento de
limitación, lejos del pensamiento de carencia, necesidad y suministro
limitado. Pensar en abundancia y desafiar la limitación abrirá tu mente y
establecerá corrientes de pensamiento hacia un suministro mucho mayor.
Cuando aprendemos el arte de ver opulentamente, en lugar de
escasamente; cuando aprendamos a pensar sin límites y no apretarnos con
nuestro pensamiento limitante, encontraremos que lo que estamos buscando
nos está buscando, y que mañana nos encontrará a mitad de camino.
Tú no heredas la pobreza, la miseria, las humillantes limitaciones. La
carencia y la necesidad no tienen nada que ver con los hijos de Dios. Tu
herencia es rica, sublime más allá de toda descripción.

Cada vez que dices - "No está a mi alcance, esas cosas son para otros,
pero no para mí", o "He sido pobre y he tenido que negarme cosas toda mi
vida, y creo que siempre será así" - en realidad estás cerrando las puertas a la
prosperidad. Si quieres alcanzar la prosperidad y la abundancia, debes
descartar para siempre de tu mente el pensamiento de que no está a tu alcance
algo que sea bueno para ti, cualquier cosa que contribuya a tu crecimiento o
mayor desarrollo posible. Todas las cosas buenas te pertenecen, son tu
herencia divina y deberías reclamarlas. El Creador quiere que sus hijos
tengan suficiente, y lo mejor de todo lo que sea bueno para ellos, lo que
contribuya al crecimiento, a la ampliación del carácter y la felicidad. La idea
de que las riquezas solo son posibles para aquellos que tienen más ventajas,
más habilidad o aquellos que han sido favorecidos por el destino, es falsa y
desmoralizadora. El Creador ha dado dominio al hombre sobre un mundo
lleno de riquezas para todos, no para unos pocos favorecidos. Si reclamamos
nuestra herencia y trabajamos en armonía con sus leyes, tendremos la
abundancia y la felicidad que él quiere que tengamos. Seremos exitosos. No
está en nuestra naturaleza ser pobres, sino en la estimación mezquina y tacaña
de nosotros mismos y nuestros poderes.
Para mí, una de las cosas más lamentables del mundo es una familia
donde los padres, a través de ideas equivocadas de economía, no crían a sus
hijos generosamente, que se niegan a proporcionarles la comida mental, el
cambio, la variedad, la diversión, que son tan necesarios para su mayor
desarrollo posible. Cuántos padres, temiendo la futura necesidad, atesoran su
dinero y privan las mentes de sus hijos, obstaculizan su crecimiento, y hacen
que se conviertan en seres humanos pequeños, en lugar de las magníficas
personalidades que podrían haber sido si los padres hubieran hecho un
generoso esfuerzo en su educación, en el desarrollo de su crecimiento mental.
Las personas a menudo se ven obligadas a pasar por la vida
exhibiendo una ignorancia deplorable, y muchas veces ha sido falla de sus
padres. Cuando eran niños, ellos nunca les dieron la comida mental necesaria
para desarrollar sus cualidades y mayores posibilidades. Y ahora en su vida
adulta, se ven obligados a avanzar en la mediocridad, en lo que respecta a la
mentalidad y la personalidad, porque nunca tuvieron una oportunidad justa.
Sus habilidades, sus cerebros, nunca fueron respaldados con la preparación
adecuada para la vida más amplia posible. Muchos de estos padres, tal vez la
mayoría de ellos, tenían la intención de ser generosos con sus hijos, pero la
costumbre de ahorrar, el miedo a la necesidad, que con el tiempo se convierte
en avaricia, los mantuvo postergando año a año, un privilegio y un deber. No
pusieron el énfasis en lo correcto, y se vieron perjudicados aquellos a quienes
amaban más que cualquier otra cosa en el mundo.
La verdadera economía no es avaricia, ni tacañería. No es ni
extravagancia ni mezquindad. Significa un gasto inteligente, un gasto que
produce los mayores resultados. Es ser buenos con nosotros mismos de la
manera más grande y científica posible. Significa que siempre debemos tener
lo mejor que podamos pagar cuando tenga que ver con nuestra salud física y
mental, con nuestro crecimiento en eficiencia y poder. A menudo significa un
gasto muy generoso; pero a la vez es una protesta continua contra poner el
énfasis en lo incorrecto.
No te engañes yendo por la vida patrocinando las cosas baratas,
vistiendo ropa barata, pareciendo un andrajoso, con la creencia de que estás
haciendo lo más sabio. Recuerda que tu aspecto determinará en gran medida
tu estado en la sociedad. El mundo nos acepta o rechaza por la evidencia de
nuestra personalidad, la impresión que hacemos. La sensación de que no
puedes pagar esto y que no puedes permitirte eso; vivir siempre en lo barato,
reduce tu vida, reduce tu mentalidad, limita y estrecha, empequeñece tu
personalidad y hace cualquier cosa menos una impresión favorable.
Gastar sabiamente, ser ahorrativo, pero a la vez generoso en lo que
nos ayuda en la línea de nuestros anhelos, en lo que causará una buena
impresión, nos garantizará un rápido reconocimiento y ayudará a nuestra
promoción, es a menudo una inversión infinitamente mejor que ahorrar
dinero en el banco. El secreto de la salud, del éxito y la felicidad es, en gran
medida, ser bueno con uno mismo, ponerse a uno mismo en una excelente
condición, para poder hacer siempre lo más grande posible, estar siempre
listo para tomar ventaja de las oportunidades vienen al camino. Cualquier
cosa que le impida a una persona alcanzar esta marca de eficiencia es un
pecado contra la verdadera economía.
Toda persona desde el principio debería tener un acuerdo consigo
misma, que no tendrá nada que ver con la falsa economía que produce una
disminución de la vitalidad o la eficiencia; que cualquier cosa que tienda a
reducir su poder, aunque sea una pequeña fracción, es una economía pobre y
muy poco científica. Esta es una buena política en lo que respecta al
individuo e igualmente buena para el hogar y para los negocios. Muchos
negocios se han ido a la ruina porque el propietario estaba demasiado
ocupado con las economías de poco valor, cortando el gas y ahorrando en
cosas insignificantes, sin prestar atención a las cosas importantes. Mientras
ahorraba una tontería aquí y allá, estaba perdiendo el comercio y quedándose
atrás en la carrera, al no poner suficiente dinero en su negocio para
mantenerse al día con sus competidores. Mientras el propietario sin visión
está abrazando teorías sobre la economía y tratando de ahorrar en cosas
pequeñas, las grandes cosas sufrirán por un pequeño gasto que generará
ganancias infinitamente mayores. El gasto generoso suele ser el mejor tipo de
economía empresarial. Gastar valioso tiempo y energía en pequeños ahorros
es a menudo el peor tipo de política comercial. Para traer dinero uno debe
sacar dinero. Algunas personas nunca salen del mundo de los centavos al
mundo de los dólares. Trabajan tan duro para ahorrar los centavos, que
pierden los dólares y también el mayor crecimiento, la experiencia más rica y
la mejor oportunidad.
Confucio dice, "El hombre superior no está ansioso por temor a no
obtener la verdad, no está ansioso por temor a que la pobreza venga sobre él".
Miles de personas piensan demasiado sobre la pobreza y la economía.
Habitan en la filosofía de "no se lo pueden permitir", y continuamente sienten
la presión de la idea del día lluvioso, la cual se les ha metido en la cabeza
desde la infancia, hasta que atrofia y empequeñece toda la vida. Los que no
tienen el dinero, por supuesto que no pueden hacer siempre lo que contribuirá
a su mayor comodidad y eficiencia; pero muchas personas sobreestiman la
ventaja de ahorrar un dólar en comparación con su bienestar físico. El poder
es el objetivo de la más alta ambición. Cualquier cosa que aumente el poder,
el crecimiento, no importa cuánto cueste, si está dentro de tu alcance, vale la
pena su precio. Todos hemos conocido a hombres y mujeres "no me lo puedo
permitir" que pasan por la vida con economías pequeñas y cicateras. Vemos
que se detienen en hoteles baratos o pensiones, que recorren largas distancias
en el tren, llevando su almuerzo con ellos; rara vez o nunca compran un
periódico, una revista o un libro, no invierten en nada que aumente la
mentalidad o enriquezca la vida; poniendo en el banco o en otras inversiones
cada centavo que puedan exprimir de una vida pobre. Ellos pueden pensar
que lo que ahorran va a ayudar a sus hijos; pero, sin embargo, desde
cualquier punto de vista, es una economía sin visión. Apenas he conocido un
caso en que el dinero sacado de las reales necesidades de la vida, fuera
apreciado por los niños que lo heredaron, por no mencionar el
empobrecimiento y envejecimiento de aquellos que lo acumularon con tal
sacrificio.
Con frecuencia, los ahorros ganados con esfuerzo y sudor de la frente,
realmente han sido un perjuicio para los jóvenes herederos, porque les ha
impedido usar sus habilidades y desarrollar sus poderes de autosuficiencia y
vigor. Muchas familias viven constantemente bajo la abrumadora influencia
de la conciencia de escasez, carencia y necesidad, con la convicción de que
las cosas buenas del mundo estaban destinadas a otros, pero no a ellos. Como
resultado, nunca han podido demostrar nada más que escasez, carencia y
limitación. Miles de niños se crían en esta atmósfera de pobreza y con el
tiempo llegan a estar tan convencidos de que no pueden permitirse las cosas
que otros tienen, que nunca las obtienen. Su convicción de pobreza cierra el
suministro. Sostienen un pequeño pensamiento y demuestran pequeñeces.
Llevarse bien con poco y estar medio satisfecho de continuar así,
generalmente significa que tendremos que llevarnos bien con menos, porque
no es una actitud mental creativa, no es una actitud que atrae abundancia y
genera éxito.
La consciencia de "no me lo puedo permitir", la consciencia de "salir
sin nada", te acerca cada vez más al punto en que realmente no puedes
permitírtelo, así como la consciencia de "si me lo puedo permitir" tiende a
acercarte al punto donde realmente puedes permitirte, porque ‘puede el que
cree que puede, y no puede el que cree que no puede’. No podemos hacer lo
que pensamos que no podemos hacer, no podemos lograr lo que creemos que
no podemos lograr.
Si estas empobrecido, es que has tenido una mente empobrecida, es
decir, una actitud mental empobrecida, una convicción de pobreza, y eso ha
cortado tu suministro. El pensamiento de pobreza, la convicción de la
pobreza, es un colosal gigante luchando con los seres humanos y derrotando a
miles de ellos. Solo aquellos que conocen el secreto, pueden ganar la pelea,
como dice el Dr. W. John Murray, quienes pueden esperar escapar del golpe
fatal de este gigante. Conozco a personas en buenas circunstancias que viven
tan completamente en la convicción de pobreza, que siempre están buscando
ofertas, siempre están comprando cosas baratas, comida barata, ropa barata,
muebles baratos, todo barato. El resultado es que nada de lo que llevan luce
bien o es durable. Mientras rebuscan los precios más bajos y piensan que
están ahorrando, en realidad al final gastan más en esas cosas malas y baratas
porque siempre se rompen, mientras que, si gastaran en cosas buenas,
durarían mucho más que las inferiores y sin mencionar la satisfacción
infinitamente mayor que dan. Entrar en la corriente de lo barato, no solo
reduce y estrecha la vida, sino que deteriora el gusto y la apreciación de la
calidad, del mismo modo que un piano barato en un hogar, un piano que
siempre está desafinado, tiende a deteriorar el gusto musical de los miembros
de la familia. Los cazadores de ofertas casi siempre son víctimas de una
economía falsa; y las mujeres son las mayores culpables en este respecto.
Ellas pueden perder horas de su precioso tiempo, a veces la mayor parte del
día, y sufriendo muchas molestias al ir de una tienda a otra buscando ofertas
y tratando de ahorrar unos centavos en alguna pequeña compra que desean
hacer. Luego comprarán prendas de vestir y todo tipo de artículos de material
inferior porque el precio era bajo, aunque saben que los artículos no lucirán
tan bien. En realidad, compran muchas cosas que no necesitan, solo porque
son baratas y luego probablemente te dirán cuánto han ahorrado. Si estas
mujeres tan solo calcularan lo que han gastado de esta manera en un año, se
darían cuenta que, ademas de la pérdida de tiempo y el desgaste de sí
mismas, han perdido en lugar de ganar en sus transacciones. Descubrirían que
habían gastado más que si solo hubieran comprado lo que realmente
necesitaban, cuando lo necesitaban y hubieran pagado el precio regular por
ello. Hay muchas personas ambiciosas con ideas erróneas de economía que
rara vez obtienen el tipo y la calidad de comida que es capaz de construir la
mejor sangre y el mejor cerebro. Este ir sin lo que reforzaría el poder físico y
crearía la fuerza mental, mantiene a muchas personas, quienes realmente son
capaces de hacer cosas muy valiosas, avanzando lentamente en la
mediocridad.
El agricultor con ambición, selecciona las mejores mazorcas de maíz
y los mejores granos, frutas y verduras para la semilla. Él no pone semillas
pobres en su preciado suelo. ¿Puede el hombre con ambición, hacer más de sí
mismo, si se permite comer alimentos baratos y añejos, que carecen o han
perdido gran parte de los elementos energéticos? ¿Puede permitirse
perjudicar su salud tratando de ahorrar un poco de dinero a costa de dejar que
el fuego de su energía languidezca o muera? Nadie que desee lograr algo en
la vida puede permitirse alimentar su cerebro con combustible pobre. Hagas
lo que hagas, por muy pobre que seas, no escatimes ni intentes economizar en
alimentos, que son tu combustible, la base y el secreto de tu éxito en la vida.
Para ser un hombre superior debes tener comida superior, y esto no es
extravagancia. No se puede construir un cerebro superior a partir de
alimentos baratos, inferiores, adulterados y tragados en un mostrador de
almuerzo barato. Se trata de una cuestión de calidad, no de cantidad, lo que lo
convierte en un gasto inteligente o en uno tonto. Por ejemplo, a veces pagará
el mayor retorno, gastar cinco o incluso diez dólares por una cena en la que
puedes escuchar hablar a grandes personas. En otras palabras, siempre vale la
pena entrar en la atmósfera más útil posible.
Es muy valioso aprender sobre las experiencias de personas que han
tenido éxito en las mismas líneas en las que estamos luchando; incluso si no
están en nuestra línea particular, los principios por los que han tenido éxito
son muy similares en cualquier línea, y es extremadamente valioso saber
cómo se han aplicado en cualquier caso particular. El éxito atrae el éxito. El
dinero atrae dinero. La prosperidad atrae la prosperidad, y te permite llegar a
personas que son prósperas, que han ganado honorablemente. Hay una eterna
sugerencia de éxito que irradia de ellos y que ninguna persona con una noble
ambición puede darse el lujo de perder.
Una economía estrecha y miserable nunca fue pensada para los hijos
de Dios. Hay una vida más amplia y completa para ellos. El hombre fue
creado para las cosas buenas, para grandes cosas, para tener todo lo que
pueda ayudar a su completo crecimiento y desarrollo. Si se condena a sí
mismo a una vida estrecha, una economía pequeña, no tiene a nadie a quien
culpar sino a sí mismo. Nuestra condición es lo que nuestras palabras,
nuestros pensamientos, nuestras convicciones, así como también nuestros
esfuerzos, han hecho. Si estás pensando y diciendo constantemente: "No
puedo permitirme hacer esto", o "No me permitir aquello", "El dinero es muy
escaso", estás sembrando la semilla que te dará el mismo tipo de cosecha. Tu
pensamiento de pobreza hará que tu futuro sea tan estrecho y limitado y tan
empobrecido como tu presente. Pero tu no quieres eso, y ahora ya sabes cómo
evitarlo.
CAPÍTULO 23

CÓMO SER LA PERSONA


QUE DESEAS SER

Deberíamos juzgarnos a nosotros mismos de acuerdo a lo que


sentimos que somos capaces de hacer, no por lo que hemos hecho. Nada más
te animará a lograr tanto, como la creencia en tu propia grandeza inherente,
tus posibilidades divinas.
Hay un poder dentro de ti que, si lo descubres, hará de ti todo lo que
alguna vez soñaste o imaginaste que podrías llegar a ser.
No tengas miedo de pensar demasiado alto de ti mismo. Si el Creador
te hizo y no está avergonzado del trabajo, ciertamente tú no deberías estarlo.
Él pronunció su trabajo bien, y tú debes respetarlo.
Sostén persistentemente el pensamiento de que estás progresando
eternamente hacia algo más elevado en cada átomo de tu ser. Esto te hará
crecer, enriquecerá tu vida.
La constante lucha para alcanzar un elevado ideal es la única fuerza
en el cielo o en la tierra que puede hacer una vida grandiosa. Esa visión que
se aferra a tu corazón, ese anhelo de tu alma de hacer algo significativo, ese
sueño de un gran logro que persigue tu imaginación, no es una simple
fantasía, una fantástica irrealidad, es una profecía de las grandes cosas que
harás si dejas que tu ser superior trabaje para ti.

El gran psicólogo William James dice: "El individuo promedio


desarrolla menos del diez por ciento de sus células cerebrales y menos del
treinta por ciento de su posible eficiencia física. Todos vivimos por debajo de
nuestro máximo de logro." Supongamos que un ser humano, debido a la falta
de nutrición adecuada, o de algún accidente en la infancia, alcanzara sólo el
diez por ciento de su posible altura física y sólo el treinta por ciento de su
peso normal, ¡qué lástima nos daría; en esas condiciones - como un enano -
después de que el Creador había proporcionado todo para que se desarrollara
perfectamente! Sin embargo, en lo que respecta al plan de Dios para el
hombre, la mayoría nos hacemos enanos a nosotros mismos, no nos
quedamos cortos de diez, veinte o treinta por ciento, sino un cien por ciento
de nuestro posible desarrollo. Incluso aquellos que escalaron las cimas de los
logros humanos, los Michaelangelos, los Beethovens, los Shakespeare, los
Milton, los Dantes, los grandes hombres y mujeres en todos los campos del
trabajo creativo, nunca alcanzaron el máximo de su posible logro.
Un día, durante una visita a California, me quedé asombrado ante un
árbol gigante, el cual tenía un hueco donde el general John C. Fremont,
"Conquistador de las Rocosas", con su ejército, vivió durante meses en una
expedición de inspección del gobierno. Más de cien soldados habían estado
en el tronco de este árbol al mismo tiempo. Cerca había otro, de más de
noventa metros de altura, que se estima que contiene unos sesenta mil metros
de madera, lo suficiente para construir todas las casas de un pequeño pueblo.
Mientras miraba sus enormes troncos y ramas, vino el pensamiento que si las
mismas semillas que produjeron estos gigantes del bosque, hubieran sido
plantadas en un frío país del norte, en un suelo con poca nutrición,
posteriormente, a pesar de recibir el mayor cuidado, habrían sido enanos en
vez de gigantes. En lugar de ser capaces de albergar una escuadrilla de
soldados o de producir suficiente madera para construir casas para toda una
aldea, habrían sido simples arbustos, pigmeos en vez de los gigantes que
podrían haber sido en las condiciones adecuadas para su desarrollo. Así como
las condiciones desfavorables en el reino vegetal empequeñecen a un posible
árbol gigante y lo hacen un pigmeo, también lo hacen las condiciones
desfavorables en el reino animal que empequeñecen a un posible gigante en
un hombre y lo hacen un pigmeo. Pero mientras que el árbol no tiene el poder
de cambiar las condiciones, alterar o mejorar su entorno, el hombre está
hecho para dominar su entorno; para cambiar condiciones a su voluntad;
superar todos los obstáculos que puedan entorpecer o retrasar su mayor
desarrollo posible. En otras palabras, si las condiciones son adecuadas, cada
bellota puede convertirse en un gran roble, pero cada bellota humana, a pesar
de las condiciones, sin importar qué tan malas sean, si lo desea, puede
convertirse en una gran persona. El desarrollo de las personas depende de su
ideal de sí mismo, la imagen mental de su apariencia y entorno que
constantemente visualiza. Mientras pensemos que somos simplemente
humanos, hijos de Adán, heredando solo sus debilidades, sus limitaciones;
mientras estemos convencidos de que somos víctimas indefensas de la
herencia, de las circunstancias y del entorno, nunca podremos expresar otra
cosa que mediocridad, debilidad e inferioridad.
Un gran artista quien ponía toda su alma en su trabajo nunca miraba
imágenes inferiores, porque dijo que, si lo hiciera, se familiarizaría con los
falsos ideales artísticos, y su propio lápiz pronto captaría la tinta de la
inferioridad. Es la familiaridad con un ideal débil e inferior de nosotros
mismos que empequeñece y obstaculiza nuestro desarrollo. Mientras
pensemos que somos pobres, ineficaces, inferiores, ningún poder en el mundo
puede ayudarnos a que seamos otra cosa. Nuestra actitud mental fija los
límites de nuestro desarrollo. Nada puede salvarnos de nuestra propia
convicción de inferioridad e incapacidad para elevarnos por encima de las
cosas que nos mantienen abajo. Dr, James J. Walsh dijo: "De hecho, tenemos
poderes de muchos tipos, que habitualmente no usamos. Hemos adquirido el
hábito de no conocernos a nosotros mismos". Este hábito de no conocernos a
nosotros mismos es lo que hace que una gran mayoría de los seres humanos
subestime lo que son capaces de hacer. Ellos miden su capacidad por lo que
han hecho en el pasado o por lo que otros piensan que pueden hacer, y así
avanzan lentamente en un estrecho surco de inferioridad, en el cual nunca se
ejerce su verdadero poder. A menos que intervenga algún amable incidente
que haga despertar, ese hombre más grande permanece sin descubrirse, y se
van a sus tumbas sin haber ido más allá de la superficie de sus casi ilimitados
poderes ocultos. Hace poco conocí a un hombre que había caminado
lentamente de una manera muy corriente a lo largo de lo que comúnmente se
considera como los años más productivos de la vida, sin mostrar ninguna
habilidad especial. De hecho, falló en varias cosas que había intentado. Pero,
a pesar de que no tenía una fuerte confianza en sí mismo, siguió trabajando
hasta que logró ser un éxito comercial. Su éxito despertó a un hombre nuevo
en él, le dio una nueva sensación de poder. Él nunca volvió a ser el mismo
después. Se comportaba con más confianza, con más seguridad. La visión del
nuevo poder que había vislumbrado en el gran interior de sí mismo, le abrió
los ojos a sus posibilidades, y rápidamente desarrolló una capacidad
comercial maravillosa que nunca antes se había dado cuenta de que poseía.
Toda su perspectiva y todos sus métodos de negocios cambiaron. La timidez,
la indecisión, la desconfianza, una política de vida inestable e incierta se
fueron para dar lugar a la audacia, la confianza en sí mismo, rapidez y
firmeza en sus decisiones, y subió a pasos agigantados hasta convertirse en
un gran poder financiero y líder en su comunidad. Él había encontrado la
fuente oculta que abrió la puerta de su vida y pudo ver sus recursos divinos.
No es lo que has hecho o has dejado de hacer, sino lo que eres capaz
de hacer ahora; no lo que eres, sino lo que sabes que eres capaz de llegar a
ser, estos son los hechos importantes en tu vida. No importa mucho lo que
otros piensen de ti; lo que creen que es posible para ti; es lo que tú piensas de
ti mismo; lo que crees que tienes la capacidad de hacer, eso es lo que cuenta.
Esto es de inmensa importancia para ti, porque no comenzarás a tocar tus
posibilidades hasta que conozcas a tu ser real, el "Yo" más grande posible en
ti. Después de sus setenta y cinco años de maravillosos logros individuales,
Thomas A. Edison dice que el hombre todavía está en la etapa de desarrollo
de los chimpancés, y que apenas ha vislumbrado su entorno. El despliegue de
los poderes ocultos del hombre ha progresado rápidamente durante el último
tiempo. Pero el avance en el progreso individual no es nada comparado con
los desarrollos que será testigo este siglo. No hay un nombre tan seguro en el
Salón de la Fama, no hay ningún líder en ninguna línea de trabajo, que
probablemente no sea reemplazado por alguien que aún es completamente
desconocido. Es posible que en este momento, en este continente, alguien
rompa todos los récords anteriores en música, arte o literatura. Es posible que
un comerciante – hoy en día trabajando como empleado – mañana supere a
los comerciantes más importantes del mundo. Alguien más grande que
Shakespeare ahora puede estar en pañales. Cuando cada ser humano despierte
a su genio dormido, sacara al gigante dentro de su gran ser, tendremos un
mundo de superhombres, una raza de dioses. John Drinkwater, autor de la
gran obra, "Abraham Lincoln", dijo: "El que se da cuenta completamente que
él mismo es el más apto, asume el liderazgo de los hombres, no solo en los
días de su vida en la tierra, sino en la historia que él se convierte después. Y
durante muchos años no ha habido registro de ningún hombre que se haya
dado cuenta de esto, tan supremamente en los rincones más recónditos de su
ser como este estadounidense, Lincoln".
No hay persona, por humilde que sea su origen o entorno, que no se
convierta en una gran persona, si saca lo mejor de sí, y se da cuenta "hasta lo
más recóndito de su ser", que es capaz. Pero es solo a largos intervalos que
alguien hace esto; que surge un hombre cuyo poder total ha recibido una
expresión completa como en un Lincoln. Muchas de las minas más ricas del
mundo fueron abandonadas una y otra vez antes de que su riqueza oculta
fuera descubierta por los exploradores más esforzados y perseverantes. Estos
hombres no estaban satisfechos con la excavación superficial, sino que
descendieron a las entrañas mismas de la tierra, hasta que encontraron el
tesoro que buscaban. Llegaron a ser fabulosamente ricos, mientras que los
compañeros que renunciaron, o reclamaban y se quejaban, nunca dando
suficiente tiempo o energía, nunca teniendo suficiente fe en su posibilidad
para cavar más profundo, terminaron en la pobreza. Conozco el caso de un
hombre que hipotecó todo lo que tenía, pidió prestado todo lo que pudo e
incluso vendió su ropa para reunir suficiente dinero y poner un pozo por
debajo del punto en el que un antiguo buscador había abandonado y, yendo
solo unos pocos metros más profundos, golpeó una de las minas de plata más
ricas de este continente.
Las personas que nunca llegan muy alto, los que fracasan, son como
los buscadores que cavaron solo un poco y luego se dieron por vencidos,
terminando sus días en la pobreza y la miseria cuando podrían haber sido
ricos más allá de sus sueños. Hay miles de personas en el gran ejército de los
fracasados, quienes tenían posibilidades que los hubieran hecho capitanes en
las filas de la industria, líderes en diferentes vocaciones; hay multitudes de
empleados, hombres y mujeres mucho más capaces que sus empleadores,
quienes trabajan esforzadamente en posiciones inferiores, que tienen
suficiente habilidad oculta en ellos para hacerlos superiores en su línea, pero
nunca han tenido la firmeza de carácter, el coraje y la perseverancia para
cavar hasta el tesoro de su riqueza oculta. Excavaron un poco en la superficie
de su ser y luego se dieron por vencidos.
Hay tanto material de éxito; hay tantas potencialidades de éxito en los
que fracasan como en los que tienen éxito. El problema con la mayoría de los
fracasos es que nunca excavan lo suficientemente profundo en sí mismos para
sacar al hombre más grande que está escondido en ellos. Miles de hombres y
mujeres nunca descubren su verdadero Yo, porque sus busquedas son muy
superficiales. No piensan profundamente ni trabajan de la manera correcta;
no enfocan sus esfuerzos con la intensidad suficiente como para abrir la
puerta a sus posibilidades encerradas.
¿Estás dispuesto a ir por la vida como un pigmeo cuando hay algo en
ti que incluso ahora te está diciendo que puedes ser un gigante? ¿Vas a hacer
los esfuerzos de un gigante para sacar lo más grande en ti, o te vas a sentar a
esperar suerte o algo fuera de ti que te ayude – capital externo o alguien que
te de una mano? De esa forma, nunca desarrollarás al ser más grande que
Dios ha envuelto de esta manera en ti, mi amigo. El único poder que
desarrollará el gigante en ti, está justo dentro tuyo. Dios mismo no puede
desarrollar la bellota humana que elige seguir siendo un roble enano, en lugar
del gran roble humano del plan del Creador.

Fin
wisdom collection
Para más Títulos y obras del Nuevo Pensamiento, visita:
Amazon: Marcela Allen Herrera

www.eligefelicidad.com

También podría gustarte