Los arboles del parque México despedian
unas
sombras gigantescas que refrescaban el
suelo
rojizo, por el que caminaba, tomado de la
mano de mi madre. A ella no la conocia
bien,
aunque a mis dos afos de edad no tenia
conciencia de ello. Era de manana y yo no
alcanzaba a ver el cielo.
Me preocupaba decirle que deseaba tener
un
hermano. En realidad, no lo deseaba y no
habia pensado en ello; pero alguna sefial
de su
parte me habia indicado que pedirselo la
haria
sentirse orgullosa de mi. Su reaccion fue la
esperada, se asombro y me felicité por ser
tan
generoso. Me senti feliz, pero le habia
mentido.Lo que me interesaba era recibir su
felicitacion
y aprecio.
A medida que maduro, me doy cuenta que
cada instante refleja, en forma
concentrada, el
tema central de la vida y el primer
recuerdo lo
contiene como en capullo. He repetido la
misma conducta centenares de veces,
haciendo cosas por control externo para
ser
aprobado. No sé si el patron fue
programado
en mi mente antes de ese primer recuerdo
consciente. Probablemente asi era, porque
también mi madre estaba entrenada para
hacer lo mismo.
Tengo una imagen precisa