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Hurtado
Hurtado
BENEDICTO XVI
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA
CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO
TRABAJO DE INVESTIGACION
ANALISIS GRUPAL DEL ARTICULO DEL PADRE HURTADO
AUTORES:
Alcantara Rayo, Yeison
Castillo Mallqui, diana
Rivera Guerrero Rolando
Veneros Bustamante, Stefany
DOCENTE:
APAZA SEIJAS, MARIA ELENA
HUARAZ – PERÚ
2021-II
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN......................................................................................................................3
CONCLUSIONES......................................................................................................................6
BIBLIOGRAFÍA.........................................................................................................................7
INTRODUCCIÓN
En el presente análisis hablaremos del uso y contexto del termino e responsabilidad social,
análisis del padre hurtado, estos temas previamente bajo un análisis grupal.
Los autores.
DESARROLLO DEL TEMA
Hurtado, es conveniente mencionar que la expresión como tal se encuentra presente quince
veces en sus escritos y, como responsabilidades sociales, aparece otras cinco. También utiliza
social en el pensamiento del padre Hurtado, es conveniente mencionar que la expresión como
sociales, aparece otras cinco. También utiliza el término cuando alude al binomio
partir de estos pasajes donde se utiliza el concepto, se puede configurar lo que el jesuita
chileno entiende como responsabilidad social y, desde allí, esbozar una definición que
responsabilidad social se encuentra en los escritos del padre Hurtado que son anteriores a las
etapas señaladas por el profesor Fernández, pues en su tesis doctoral de pedagogía10 titulada
De este modo, se puede apreciar que el concepto Responsabilidad Social está diseminado a lo
largo de la extensa obra del padre Hurta- do, tanto en sus cartas, recopilaciones, charlas y
otros textos.
2.- FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL:
En el siguiente apartado se presentará la fundamentación teológica que transversalmente
pues ciertamente son sus convicciones de fe las que orientan su pensamiento social34. El
sacramental.
Para el padre Hurtado uno de los capítulos descuidados en la formación moral de los jóvenes de
los colegios católicos es el de la responsabilidad social, pues en muchas ocasiones reconoce que se
enfatiza la enseñanza sobre el fin sobrenatural del hombre, pero se desconoce la dimensión social
de la fe que acompaña a su dimensión individual. Todo lo anterior debe estar motivado por el
agradecimiento de los dones entregados por Dios y la responsabilidad que ello implica para la
entrega del mensaje cristiano en los ambientes más vulnerables. Se comprende que la
responsabilidad social es una praxis que tiene como fin hacer más humana la vida social. Es por
eso que Hurtado ubica junto al sentido social el sentido de responsabilidad, pues ambos se
complementan para que el católico actúe, sabiendo que tiene una misión que asumir, la cual va
más allá de su pertenencia al género humano, ya que debe responder a su vocación de cristiano.
El sentido de responsabilidad es una actitud constante de cada persona, que se reconoce como
protagonista de su vida y del devenir histórico en el cual se encuentra inmerso. Es por eso que el
creyente, que reconoce el don de Dios en su vida, debe estar a la vanguardia en lo que se refiere al
responsabilidad debe llevar a obras concretas, no puede ser solo una elucubración sobre la
necesidad de ser serviciales hacia el prójimo, debe traducirse en una actitud de respeto y amor
hacia los demás, que se verá reflejada en la forma de trabajo y en la entrega de la actividad que le
La concepción del ser humano que subyace al pensamiento de san Alberto Hurtado se
chileno, la condición creatural del hombre atraviesa y fundamenta la forma de relacionarse de los
cristianos con todas las personas, ya que en cada una de ellas ha de contemplar las huellas del
Creador, lo que desencadena la valoración profunda del reconocimiento del otro en su dignidad
de ser hijo de Dios. Alberto Hurtado no dudará en señalar que esta dignidad del ser humano «no
reside en su raza, en el color de su piel, en su riqueza o nobleza, sino en la nobleza de ser creado
a imagen y semejanza de Dios, hijo adoptivo suyo, hermano de Cristo, heredero del cielo. En
este contexto, para el padre Hurtado el ser humano debe ser respetado, porque cada una de las
Relación que le permite ver a Dios, ya no solo como el Creador, sino como un Padre
amoroso, que se preocupa de la vida de cada uno de sus hijos. Para el jesuita chileno la creación
es, en su conjunto, una instancia de conocimiento de Dios, una primera forma de acercamiento a
la presencia y realidad de Dios en la vida de los seres humanos, cada uno de los acontecimientos
presentes en la existencia de la humanidad se evidencia como una palabra de Dios que viene a
persona serán, para el padre Hurtado, una señal de la necesidad que tiene la sociedad de la
presencia de una comunidad de fe que se haga partícipe de las soluciones a las grandes amenazas
que atentan contra la dignidad de la persona, sobre todo, en su calidad de hijo de Dios, llamado a
un encuentro íntimo con su Creador que lo ama y que lo impulsa a ir más allá de las limitaciones
de su existencia.
La suprema aspiración del hombre, ser Dios, podrá realizarse. Unidos nosotros a Él
participaremos de la vida divina, oculta en esta tierra, sin velos en la gloria, herencia de los
hijos, de los hermanos de Jesús, el Primogénito del Padre.
La misión redentora de este Salvador es una acción que entrega un nuevo impulso a la
humanidad en su camino de reencuentro con Dios, lo acerca a Aquel que le ha donado la vida y
de desarrollar una vida unida a Dios y participar de la vida divina por gracia, como un don libre
y gratuito que nace del amor de Dios. Según San Alberto, el Salvador, conduce a la humanidad a
la plenitud del desarrollo de sus potencialidades, haciendo al hombre hijo de Dios, por
Jesús.
Cada cristiano por el bautismo adquiere una responsabilidad personal y social. Para Alberto
Hurtado uno de los efectos del bautismo es la responsabilidad, que en este caso es presentada en
una unidad inseparable, es, por un lado, personal y, por otro, social, es decir, una responsabilidad
hacia la propia existencia, en el sentido de vivir lo que se profesa y, a partir de ello, consagrarse
en el servicio a los demás seres humanos. El fiel bautizado ha de ser una persona que viva atenta
a las circunstancias de la vida social, sabiendo que allí debe hacer palpable la presencia real de
Cristo. Es por este motivo que Hurtado sostiene que la responsabilidad social debe ser enseñada
elección del estado de vida, que le permita expansionar más íntimamente su vida cristiana y
colaborar en forma más eficiente a la expansión del Reino. Ser cristiano significa manifestar la
vida de Cristo en todas las actividades, hacer que Cristo llegue a la estatura completa. Creo que
una intensificación de un apostolado social aquietaría incluso a muchos jóvenes que suspiran hoy
por las misiones. Para el padre Hurtado existe una directa relación entre el apostolado social y el
La responsabilidad social: que dice bien claro que no puede uno contentarse con no hacer el mal,
sino que está obligado a hacer el bien y a trabajar por un mundo mejor el pensamiento del jesuita
chileno, pues centra esta actitud en la beneficencia, dejando como un paso menor la no
maleficencia. Por eso el amor, que es la regla de convivencia de los cristianos, ha de traslucirse en
bien, en la búsqueda del bien común, no solo como un deseo, sino como una realidad, que se
plasmará en obras que trasciendan la vida de quienes las realizan. En este caso, la responsabilidad
fundamenta en la comunión de los santos la cual se comprende de manera más amplia, pues no solo
la restringe a bienes espirituales, sino que el padre Hurtado llama a quienes han sido más
favorecidos a compartir sus bienes para que puedan des- cubrir su verdadera dignidad de ser hijo de
Dios y, desde allí, busquen aquello que les permita desplegar el máximo de potencialidades que
pro- vienen de este don tan inmenso86. De esta manera, surge en la humanidad una nueva forma de
relación, que va más allá de la simpatía, la raza, la posición social, la educación, la nación en la que
se vive, es una unión que rompe todas las barreras que el individualismo levanta entre las distintas
personas, pues todos los seres humanos son hijos de Dios y están llamados, por amor, a la
«La actitud del católico en materia social debe ser la de luchar en primera fila, y esto no por miedo
al comunismo, sino por amor a Cristo y a los hombres, sus hermanos. » En este contexto, el padre
Hurtado siente la urgencia de señalar que los católicos han de asumir el protagonismo social, al que
los catapulta su fe, y ponerse en la primera línea de la defensa de los derechos propios de la persona
humana.
CONCLUSIONES
El padre Hurtado, al devolver la responsabilidad social al ámbito personal incluye a cada uno
dignidad, desde sus palabras se puede afirmar que nadie queda excluido del desarrollo de una
Este aspecto permitirá situar el tema más allá de la miopía economicista en que se ha
centrado la reflexión, pues muchas veces se presenta el quehacer empresarial como si fuese el
responsable. Desde el pensamiento del jesuita chileno surgen líneas de reflexión que permiten
la institución se presenta como una novedad para las reflexiones que hoy se desarrollan en
torno al tema, es una novedad que siempre estuvo presente pero que no se ha presentado con
propuesta de responsabilidad social, vale la pena hacer mención a los fundamentos teológicos
social, dimensiones que son claves al momento de solicitar una acción más comprometida
socialmente por parte de los cristianos. Por su parte, las dimensiones que se desprenden desde
su pensamiento para el desarrollo de la responsabilidad social personal, son aspectos que van