“¿Cómo? ¿Tengo un hermano?” cuestionó Irma sorprendida. La anciana comenzó a convulsionar, las heridas por la bomba eran muy graves. Con el aviso de la sirena, todos los niños del orfanato consiguieron resguardarse en el bunquer, pero la anciana Astrid Klein velando por la seguridad de los chicos, se mantuvo fuera, no le dio tiempo a introducirse en el búnker cuando estalló la bomba, trozos de metales, cristales y restos de la bomba penetraron en su cuerpo. Los trabajadores del orfanato la llevaron muy aprisa a la enfermería. Irma estaba muy preocupada por Astrid. Ella conocía su historia, necesitaba que le contaran la verdad y la anciana estaba muy grave. En la puerta de la enfermería Irma se quedó dormida, esperando noticias sobre Astrid, y un grito de “Irma" la despertó. La enfermera la estaba llamando para que entrara. Astrid quería hablar con ella. La anciana con un hilo de voz le cuenta: “Cuando tu madre muere y tu padre os abandona, tú y tu hermano de seis años quedáis al cuidado de tus tíos. Ellos abandonaron a tu hermano en este orfanato y se quedaron contigo recién nacida. Yo era la directora del orfanato entonces, por eso lo conozco. Tu hermano se marchó de aquí hace unos cuatro años, cuando cumplió la mayoría de edad, luego se alistó en el ejército, admiraba a vuestra madre y prometió ser como ella. Y nunca se volvió a saber de él” Después de esto, Astrid comienza a toser, la fiebre le está subiendo y la enfermera le pide que por favor se retire. Zelinda Wagner y Armin Wolf acompañaron a Irma a su dormitorio, cogiéndola de la mano porque estaba muy impresionada. Irma, en la cama, empezó a recordar: “Cuando era pequeña viajaba con sus tíos para ver a un niño que jugaba con ella en un parque” Era su hermano y ella no lo sabía, Ahora le empezaba a encajar todo. Armin llama su atención para avisarle que algo sucedería, según dicen el teniente general, Führer Kampfsieger, del ejército alemán del aire vendrá al orfanato. Armin le inquirió a Irma: “¿Quieres saber la historia de su pasado? Es muy interesante, ya lo verás, te lo prometo” Irma le replicó: “De acuerdo. Empieza” Armin comienza a narrarle: “Hacía unos 30 años atrás. Führer, fue secuestrado por unos musulmanes turcos cuyo objetivo era dominar parte del sur de Alemania. Los asesinos turcos entraron en la casa de Führer y mataron a su madre, a su padre, a su hermana mayor y a su hermano gemelo, llevándoselo a él como rehén. Pasó toda su infancia con los musulmanes, pero nunca olvidó de dónde venía. Cuando fue lo suficientemente fuerte y su plan estaba ideado consiguió escapar y volver a su país. Se prometió proteger a su patria de los musulmanes turcos para siempre, así que se convirtió en el teniente coronel del ejército del aire, para vigilar a los turcos desde el cielo” A Irma le estaba pareciendo muy interesante la historia del teniente coronel, pero Joss les interrumpió y les dijo: “Chicos la directora nos ha llamado a todos, debemos estar en media hora en el salón cerrado, debe ser muy importante para citarnos a todos en ese salón que siempre está bajo llave. Recordad: al salón se accede atravesando el vestíbulo” “Seguro que es por Führer” señaló Armin. El orfanato estaba muy agitado, Irma iba acompañada por la pandilla Schlacht. La pandilla entró en el salón cerrado, Irma iba detrás de ellos. Al bajar las escaleras del vestíbulo se encontró con unos niños. “¿Quién te crees que eres para pasar por aquí?” estableció un niño rubio. “Soy Irma Rätsel, una alumna de este orfanato, además, este sitio es de todos” “¡Uhh! A ver Irma. ¿Tú sabes con quienes estás hablando?” volvió a decir el niño rubio. “No, ni me importa. Ahora dejadme entrar al salón” espetó Irma. “No te vamos a dejar, hasta que sepas quienes somos. Así podrás huir cuando nos veas venir” “No voy a huir, pero decidme, todavía quedan quince minutos” señaló Irma. “Así que osas enfrentarte a nosotros” anunció de nuevo el niño rubio. “Yo oso enfrentarme a quien sea necesario. ¿No os ibais a presentar?” reveló Irma. El niño rubio enojado empezó a presentar a todos. “Somos la banda Vorgesetzter. Yo soy el líder me llamo Axel Richter. Ellos son los trillizos Zuhälter llamados Roderick, Roland y Rocco. Y los otros dos son Sigmund Neumann y Wolfgang Begleiter” “¿Qué está pasando aquí?” preguntó en tono serio Joss “Deberíais estar ya en el salón cerrado. Venga todos adentro” ordenó. “Irma. Esos son los ‘matones’ del orfanato, les gusta imponerse sobre todo a los nuevos, aunque no te harán nada porque son unos cobardes. Y si te intentan hacer algo, llámame” “Gracias Joss. No les tengo miedo” dijo Irma. “Vale, ahora ve al salón cerrado yo te acompaño” Al entrar en el salón, vieron que ya era la hora. Había llegado el teniente coronel Führer. Todos estaban sentados, cuando se sentó Irma comenzó el discurso. “Hola niños. Hoy ha venido el teniente coronel Führer a darnos un aviso muy importante. Comience por favor” expuso la directora. “Hola a todos. Soy el teniente coronel Führer del ejército del aire. Hoy estoy aquí para haceos una advertencia muy importante. El bombardeo que habéis sufrido en este orfanato ha sido producto de una bomba lanzada por ejército turco. Resumiendo, estamos en guerra conta los turcos. Intentaremos que nadie sufra ningún daño, aunque eso no podemos controlarlo. Os defenderemos y os protegeremos a todos los alemanes. Muchas gracias por haberme prestado tanta atención. Espero que cuando acabe la guerra pueda volver a veros a todos de nuevo.” “Podéis retiraros. Todos al comedor, que ya va siendo hora de comer” mandó la directora. Cuando salieron del salón y llegaron al comedor las mesas con la comida ya estaban preparadas. Al terminar de comer la pandilla Schlacht se reunió para comentarle a Irma el descubrimiento de las armas que encontraron. Que con el bombardeo no pudieron contárselo. Arno estaba a punto de desvelar el secreto de las armas encontradas por la pandilla Schlacht, cuando el teniente coronel Führer se acercó a Irma y sin decir una palabra le entregó una llave y una carta. En la carta ponía: `Irma. Te estarás preguntando muchísimas cosas, como por ejemplo cómo sé tu nombre. Eso es porque conozco a todos los niños que entran y salen del orfanato. Conocí a tu madre y conozco a tu hermano, te pareces muchísimo a ellos. También te preguntarás para qué es esa llave. Estoy al tanto del descubrimiento de tus amigos, pero no te diré como lo sé. Solo puedo decirte que las armas que han encontrado siguen un rastro. Os guiará a una puerta secreta en una de las paredes del orfanato. Es ahí cuando tú, Irma, utilizaras esas llaves para abrirla, es muy importante, hay una información valiosa para ti que debes conocer. Mucha suerte. -Führer Pd: Buscad en el patio las armas´ La pandilla después de leer la carta se quedaron boquiabiertos sin poder formular palabra. Irma indicó: “Bueno pues todos al patio, no hay tiempo que perder” A punto de llegar al patio, Führer que todavía permanecía en el orfanato, se acercó a la pandilla Schlacht y le dijo a Irma: “Toma, lo necesitarás. Es un mapa del orfanato. Tienes que centrarte aquí, (señaló), en el patio, en este claro, (volvió a señalar), ahí encontraréis el rastro. Es todo un honor ayudarte. Mucha suerte” Después de decir aquellas palabras, el teniente coronel Führer se marchó. Al llegar al claro encontraron las armas tiradas en el suelo formando un rastro. Lo siguieron y llegaron a una puerta secreta, oculta por la suciedad acumulada. Si Führer no les hubiera ayudado, jamás la habrían encontrado. Irma puso la llave en la cerradura, con la mano temblorosa la giró y abrió la puerta. Un cuarto oscuro asomaba por la puerta y un desagradable olor a humedad hizo que los chicos se cubrieran la cara. El cuarto ocultaba un enjambre de armas. Irma encendió una linterna y se adentró más en el cuarto, a lo lejos había un libro grande con una portada de color verde, sin letras en ella. Irma lo cogió y le echó una ojeada. Era un libro con los nombres y las fotos de los soldados alemanes. La mayoría eran niños del orfanato. Había una página marcada, Irma pudo leer en ella: <Walter Rätsel. Hijo de Odile Rätsel>. Quedó tan impresionada que se le cayó el libro al suelo. Era su hermano, debía encontrarlo. Los chicos salieron del cuartucho con la promesa de no decir nada a nadie. Irma corrió para la enfermería, debía enseñar ese libro a la anciana y que ella le diera más información para poder encontrar a su hermano. La pandilla se quedó un rato en el vestíbulo, que intención tendrá el teniente coronel en ofrecer toda esta información a Irma, se preguntaban los chicos. Irma entró en la enfermería para reunirse con Astrid....