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Aristóteles, discípulo de Platón, advierte que todos los hombres tienen naturalmente el deseo de

saber y ellos reciben de la Naturaleza la facultad de conocer por medio de los sentidos, este
conocimiento originado por los sentidos produce la memoria y de ésta proviene la experiencia, esto
significa que el hombre que más recuerdos tenga, acumula más experiencia, ya que muchos
recuerdos de una misma cosa constituyen una experiencia. “La experiencia, al parecer, se asimila
casi a la ciencia y al arte. Por la experiencia progresan la ciencia y el arte.” (Aristóteles, 2001: 25).

Aristóteles afirma que el hombre conoce por medio de los sentidos, es decir, todo conocimiento
comienza en los sentidos; mediante ellos, el hombre, toma contacto con las cosas, no obstante, el
conocimiento no se agota en la experiencia; además, pudo distinguir varios niveles o grados de
conocimiento que son: el conocimiento sensible, derivado directamente de la sensación, que es un
tipo de conocimiento inmediato y fugaz, desapareciendo con la sensación que lo ha generado. El
conocimiento sensible es propio de los animales inferiores. En los animales superiores, este
conocimiento sensible, al relacionarse con la memoria sensitiva y con la imaginación, da lugar a un
tipo de conocimiento más persistente. Este proceso de conocimiento es el que tiene lugar en el
hombre, en el cual se genera la experiencia como resultado de la actividad de la memoria, no
obstante, aunque este conocimiento no le permite conocer el por qué y las causas de los objetos
conocidos, sí les permite saber que existen, es decir, la experiencia consiste en el conocimiento de
las cosas particulares.

Si bien, el conocimiento sensible es el punto de partida de todo conocimiento que culmina en el


saber; para Aristóteles el saber contemplativo o teórico es la forma de conocimiento más elevado
que conduce a la sabiduría y, en este proceso, el nivel más elevado de conocimiento es aquel que
está representado por la actividad del entendimiento, que da lugar al verdadero conocimiento que
consiste en el conocimiento de las sustancias por sus causas y principios. El conocimiento es el saber
de las cosas, es decir, se tiene conocimiento de las cosas cuando se sabe en qué consisten éste.
Conocer un objeto es conocer su unidad, su identidad y su carácter general.

Aristóteles distinguió al hombre de los demás seres vivos por medio del pensamiento y, en esta
distinción, privilegió al conocimiento como una cualidad exclusiva del hombre. En este proceso, la
sensación fue considerada como el origen del conocimiento, pues el mundo sensible es el único
existente, compuesto de materia y forma. En la materia se encuentra la esencia de la cual se origina
el conocimiento. Según él, la cosa también está compuesta de materia y forma; la materia es aquello
de lo que está hecha la cosa y la forma lo que es. Mientras que la sensación requiere de la presencia
del objeto sensible, porque los sentidos sólo captan las formas sensibles de las substancias
concretas, es decir, captan lo individual; el pensamiento en cambio, capta la esencia, que es lo que
de universal hay en lo particular.

A través de los sentidos se capta la realidad de una sustancia, posteriormente se construye la imagen
sensible que contiene tanto elementos materiales y sensibles de la sustancia como elementos
formales. Para Aristóteles, la forma se encuentra en la sustancia y, por tanto, el Mundo que vemos,
percibimos y experimentamos es el único existente, es decir, es el mundo sensible, del cual forman
parte todas las sustancias individuales que se conocen y que son compuestas de materia y forma.

Aristóteles (2001). Metafísica. España: EDIMAT.

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