Rezo Santo Rosario

Beatus del Rosario

Equipo 59, Sector F
 Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos líbranos Señor Dios Nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.
 Señor mío, Jesucristo,
Dios y hombre verdadero,
Creador y redentor mío,
por ser tú quien eres y
porque te amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón haberte ofendido.
Quiero y propongo irmemente confesarme a su tiempo.

Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados.

Y confío en que en tu bondad y misericordia in inita,
me los perdonarás y me darás la gracia para no volverte a ofender.
Amén.
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 G.- Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus ieles
R.- Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

G.- Envía tu Espíritu Creador

R.- Y renueva la faz de la tierra.

G.- Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del
Espíritu Santo; haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre
del bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor. Amén

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 Familia Moreira Dávila

Primer Misterio Doloroso:

La Oración en el Huerto
«Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz; pero que no se haga
mi voluntad, sino la tuya» (Lucas 22:42).

• En este misterio, Jesús nos enseñ l import nci de l

entreg tot l l volunt d de Dios, incluso cu ndo
implic s cri icio y sufrimiento.

• En l vid conyug l, es fund ment l prender

renunci r nuestr propi volunt d y busc r siempre
el bien del otro y el pl n de Dios p r nuestr unión.

• Aprend mos or r juntos, busc ndo l volunt d de

Dios en tod s l s circunst nci s de nuestr vid
m trimoni l.
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 Familia Martinez Mérida

Segundo Misterio Doloroso:

La Flagelación de Jesús
«Él fue herido por nuestras rebeliones, triturado por nuestros pecados.
Él fue castigado para que nosotros tuviéramos paz; por sus llagas
fuimos sanados» (Isaías 53:5).

• L l gel ción de Jesús nos recuerd el sufrimiento que

él soportó por mor nosotros. En l vid m trimoni l,
menudo enfrent mos di icult des y con lictos.

• A tr vés del ejemplo de Jesús, prendemos soport r

los sufrimientos juntos, poy ndonos mutu mente en l
fe y con i ndo en que el mor de Cristo nos sostendr .

• Que en los momentos de prueb en nuestro

m trimonio, pod mos encontr r fuerz y consuelo en
l cruz de Cristo.
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 Familia Samayoa García

Tercer Misterio Doloroso:

La Coronación de Espinas:
«Hicieron una corona de espinas y la pusieron en su cabeza, y
una caña en su mano derecha; y doblando la rodilla delante de
él, se burlaban, diciendo: “¡Salve, Rey de los judíos!”» (Mateo 27:29).

• En este misterio, contempl mos el dolor y l humill ción

que Jesús sufrió por nosotros. En l vid conyug l,
veces podemos herirnos mutu mente con nuestr s
p l br s o cciones.

• Recordemos que c d uno de nosotros est hecho

im gen y semej nz de Dios, y que debemos tr t rnos
con respeto y mor.

• Que en nuestro m trimonio pod mos ser siempre

fuente de consuelo y poyo mutuo, imit ndo el mor
s cri ici l de Cristo.
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 Familia Moreira Dávila

Cuarto Misterio Doloroso:

Jesús Carga con la Cruz
«El que quiera venir en pos de mí, que tome su cruz y me
siga» (Mateo 16:24).

• Al c rg r con l cruz, Jesús nos enseñ el c mino del

s cri icio y l entreg tot l. En l vid m trimoni l,
c d uno de nosotros llev nuestr s propi s c rg s y
di icult des.

• Aprend mos c rg r juntos nuestr s cruces,

comp rtiendo l s legrí s y los sufrimientos de l vid
conyug l.

• Que en nuestro m trimonio pod mos encontr r fuerz

en l cruz de Cristo, s biendo que él est siempre con
nosotros, fort leciéndonos en el c mino.
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 Familia Martinez Mérida
Quinto Misterio Doloroso:
La Cruci ixión y Muerte de Jesús

«Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Lucas 23:46).

• En l cruci ixión de Jesús, contempl mos el mor m s

gr nde: el s cri icio de su vid por nosotros. En l vid
conyug l, el mor verd dero t mbién requiere
s cri icio y entreg tot l.

• Que en nuestro m trimonio pod mos m rnos

mutu mente con el mismo mor que Cristo nos mó,
entreg ndo nuestr s vid s el uno por el otro.

• Que nuestr unión m trimoni l re leje siempre el mor

s cri ici l de Cristo en l cruz.
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Por las intenciones del Santo Padre, de la Iglesia, de las ánimas del
purgatorio y del Movimiento:

(Todos)
Padre Nuestro, que estás en el cielo…
Dios te salve María, llena eres de gracia…

Gloria al Padre…
 Dios te salve, María, Hija de Dios Padre,
en tus manos encomendamos nuestra fe para que la ilumines,
llena eres de gracia…

Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo,

en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de
gracia…

Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo,

en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la in lames, llena eres de
gracia…

Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios; no desprecies las súplicas que
te hacemos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todos los peligros
Virgen gloriosa y bendita.

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las
promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo,

Amen. f
 Oremos:
Derrama Señor tu gracia en nuestras
almas para que los que, por el anuncio
del Ángel, hemos conocido la
Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por
su Pasión y Cruz, seamos llevados a la
gloria de su Resurrección. Por
Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

Ave Maria Purísima, sin pecado

concebida.