Esta época se caracteriza por un cambio en la sociedad, ya que todo se centra en la
ciencia y en el humanismo. La Iglesia a partir del Concilio de Trento y teniendo en cuenta del pecado original, proclamó la dignidad del hombre, de la humanitas. Y este principio de dignidad humana es el que guio el esfuerzo pedagógico de la Iglesia, durante los siglos XVI y XVII, además se impuso como obligación que los niños fueran a la escuela y entre las materias que se impartían estaba la Iglesia catequesis. 4.1. La catequesis escolarizada. Que la catequesis se introdujera en la escuela trajo beneficios, ya que los catequistas, influenciados por la pedagogía científica de la Ilustración elaboraron un método de preguntas, llamado socrático se hacía un diálogo, que ayuda a los niños a asimilar mejor la doctrina. La catequesis ganó en organización, ya que todos los niños, recibieron instrucción religiosa. Sin embargo, no todo fue positivo ya que la importancia concedida a la razón produjo un cambio de nombre y de catequesis, pasó a llamarse enseñanza de la religión. 4.2. La religión útil. Para el hombre de la Ilustracion no podía haber una revelación sobrenatural ni autoridad eclesiástica que contradiga a la razón, por tanto la unica religión humana será la religión natural, sin dogmas y por encima de cualquier división confesional. Aunque en ningún catecismo enseñaba estas ideas, en todos se dejó sentir la mentalidad ilustrada. Se cita la obra de Winter, Religióssittliche Katechetik, como ejemplo de la primacía de la moral sobre el dogma y la revelación. En Francia aparece el Catecismo imperial (1806), en el que los misterios de Cristo y los sacramentos pasan a segundo término ante la importancia de la moral. En España: Los catecismos expresan que el cristianismo es la religión más natural y humana, es la moral más santa y útil por la dicha individual y la paz social que procura. 4.3. La reacción. Sailer afirma que el catequista, debe ser un heraldo del evangelio. Hirscher afirma que todas las verdades de fe no tienen la misma importancia y, por tanto, deben ser jerarquizadas en la catequesis según su conexión con el Reino de Dios. Deharbe su Catecismo de la doctrina cristiana, apareció en un momento de especial inquietud y confrontación entre la Iglesia y la soc+iedad.