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La Zanahoria

Un día, un abuelo plantó una zanahoria y le dijo:

_ Crece zanahoria mía, crece y hazte dulce.

¡ Crece zanahoria, crece y hazte fuerte!

Entonces, la zanahoria creció, se hizo dulce, fuerte y grande; muy grande. Otro día, el abuelo fue a
donde estaba la zanahoria y quiso arrancarla. Y tiró y tiró, pero la zanahoria no se movió. Se quedó
firme. Entonces:

El abuelo llamó a la abuela.

La abuela agarró al abuelo.

El abuelo agarró la zanahoria.

Y tiraron y tiraron, pero la zanahoria no se movió. Se quedó firme.

Entonces:

La abuela llamó al nietecito.

El nietecito agarró a la abuela.

La abuela agarró al abuelo.

El abuelo agarró la zanahoria.

Y tiraron y tiraron, pero la zanahoria no se movió. Se quedó firme.

Entonces:

El nietecito llamó al perrito.

El perrito agarró al nietecito.


El nietecito agarró a la abuela.

La abuela agarró al abuelo.

El abuelo agarró la zanahoria.

Y tiraron y tiraron, pero la zanahoria no se movió. Se quedó firme.

Entonces:

El perrito llamó al gatito.

El gatito agarró al perrito.

El perrito agarró al nietecito.

El nietecito agarró a la abuela.

La abuela agarró al abuelo.

El abuelo agarró la zanahoria.

Y tiraron y tiraron, pero la zanahoria no se movió. Se quedó firme.

Entonces:

El gatito llamó al ratoncito.

El ratoncito agarró al gatito.

El gatito agarró al perrito.

El perrito agarró al nietecito.

El nietecito agarró a la abuela.

La abuela agarró al abuelo.

El abuelo agarró la zanahoria.

Y tiraron y tiraron y ¡Cataplún! por fin la zanahoria salió.

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