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C. Buenas tardes a todos los niños y jóvenes de CDB. Hoy nos reunimos como comunidad
para celebrar la cena del Señor. Estemos atentos a cada momento, a cada símbolo, porque
eso fue lo que hizo Jesús con sus discípulos la noche antes de ser traicionado. Con mucho
ánimo cantemos todos juntos.
Canto de inicio
- Vamos a bendecir el Señor
Saludo de sacerdote
Luego del saludo, el sacerdote invita a los niños a repetir las siguientes frases:
- Gracias Señor porque nos das tu amor…
- Gracias Señor por tu palabra…
- Gracias Señor por el servicio…
- Gracias Señor por la Eucaristía…
- Perdón Señor por nuestras groserías…
- Perdón Señor porque hago cosas que no te gustan….
- Ayúdame, Señor a ser mejor…
C. Ahora vamos a prestar mucha atención a la lectura del Evangelio, ya que esta nos
presenta el lavatorio de los pies de Jesús a sus discípulos.
Lectura del Evangelio
Jn 13, 1-15
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este
mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el
extremo.
Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de
Simón, el propósito de entregarle, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos
y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y,
tomando una toalla, se la ciñó.
Luego echa agua en un balde y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con
la toalla con que estaba ceñido. Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí
los pies?» Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás
más tarde.» Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le respondió: «Si no te
lavo, no tienes parte conmigo.»
SUBSIDIO PASTORAL
CÓDIGO: GPR002 V: 00.07.21
Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza.» Jesús le
dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y ustedes están
limpios, aunque no todos.» Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No están limpios
todos.» Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo:
«¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman "el Maestro" y "el Señor",
y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies,
ustedes también deberán lavarse los pies unos a otros. Porque les he dado ejemplo, para que
también ustedes hagan como yo he hecho con ustedes."
Palabra del Señor.
C. El lavatorio de los pies, simboliza el gesto de “Servicio” que nosotros debemos realizar
con los demás. Cada servicio que realicemos debemos hacerlo de buena gana, con amor y
respeto para que sea de verdad un servicio. Nosotros en este momento vamos a hacer algo
similar: “El lavatorio de las manos”. Para ello debemos seguir las indicaciones que se nos
van a dar.
Distribución grupal.
Daniel Acosta: SDV (2 grupos)
Alejandro Frasser: FDE (2 grupos)
P. Simón: PPV (2 grupos)
Celebración del lavatorio de las manos
Una vez distribuidos en grupos, el animador (con alba puesta), lava las manos de los
miembros de su grupo. La distribución grupal se mantendrá hasta el final de la
celebración.
Música de ambientación: Sin miedo – Cristóbal Fones
Peticiones:
C. Ya hemos realizado el gesto de servicio, adaptado a nuestra cultura. Ahora vamos a
realizar otro gesto muy importante y se trata de interceder por otras personas. A cada
petición vamos a responder: Te lo pedimos Señor
Canto de animación:
- En la tierra se oye, en el cielo se canta.
Momento de Paz (Shalom)
C. Jesús antes de partir de este mundo dijo: “Mi paz les dejo, mi paz les doy, yo no la doy
como el mundo la da…”. Este es uno de los regalos más hermosos que nos dejó el Señor:
La Paz, ya que estar en paz significa tener a Jesús en el corazón. Presten atención a las
indicaciones.
- Se realiza la dinámica: Shalom
C. Con Jesús, nadie pasaba hambre. La multiplicación de los panes y los peces es un
anticipo del milagro de la Eucaristía. Jesús con su vida quiso hacerse Pan y Vino para
alimentarnos y fortalecernos. Atentos a la lectura.
Jesús bajó de la barca y vio que allí había una gran cantidad de gente. Entonces tuvo
compasión de ellos y sanó a todos los que estaban enfermos.
—Éste es un lugar solitario, y se está haciendo tarde. Dile a la gente que se vaya a los
pueblos y compre su comida.
—Tráiganlos aquí.
Luego de ordenar que la gente se sentara sobre la hierba, Jesús tomó los cinco panes y los
dos pescados, miró al cielo y dio gracias a Dios. Después partió los panes y se los dio a los
discípulos, para que ellos los repartieran a la gente.
Todos comieron hasta quedar satisfechos. Y cuando los discípulos recogieron los pedazos
que sobraron, llenaron doce canastas. Los que comieron fueron como cinco mil hombres,
además de las mujeres y los niños.
Bendición final
Cantos de animación