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AMBIENTE

El ser humano y el ambiente están intrínsecamente relacionados. Nuestro bienestar y calidad


de vida dependen de un ambiente saludable y sostenible. A su vez, nuestras acciones como
seres humanos tienen un impacto directo en el medio ambiente.

El ser humano depende de los recursos naturales que el ambiente nos proporciona, como el
aire limpio, el agua potable, los alimentos y los diversos ecosistemas que nos brindan servicios
ecológicos fundamentales, como la regulación del clima y la purificación del agua.

Sin embargo, nuestras actividades, como la deforestación, la contaminación del aire y del agua,
la sobreexplotación de los recursos naturales y la degradación del suelo, entre otras, están
alterando negativamente el equilibrio de los ecosistemas y poniendo en peligro la salud del
ambiente.

Además, nuestras acciones también tienen impactos en la biodiversidad, ya que muchas


especies de plantas y animales están amenazadas o en peligro de extinción debido a la
destrucción del hábitat y la caza furtiva.

Es fundamental reconocer la importancia de conservar y proteger el ambiente para garantizar


la supervivencia y el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Esto implica adoptar
prácticas sostenibles, promover la educación ambiental, implementar políticas y regulaciones
ambientales adecuadas y fomentar la responsabilidad individual y colectiva en la preservación
del medio ambiente.

Cuidar el ambiente no solo es una responsabilidad ética, sino que también es fundamental
para nuestra supervivencia y el desarrollo sostenible de nuestras sociedades.

RECURSOS

Recursos renovables: Son aquellos que se pueden regenerar naturalmente a una tasa igual o
mayor a la que se consumen. Algunos ejemplos de recursos renovables son:

- Energía solar: Utiliza la radiación solar para generar electricidad o calentar agua.

- Energía eólica: Se obtiene de la fuerza del viento y se utiliza para generar electricidad.

- Energía hidroeléctrica: Producida a partir de la energía cinética del agua en movimiento,


generalmente a través de presas.

- Biomasa: Plantas y residuos orgánicos que se pueden utilizar como combustible para generar
energía.

- Energía geotérmica: Aprovecha el calor interno de la Tierra para generar electricidad o


calefacción.

Estos recursos son considerados sostenibles ya que pueden ser utilizados continuamente sin
agotarlos a largo plazo.

Recursos no renovables: Son aquellos que no pueden regenerarse a la misma tasa o que se
agotan a medida que se extraen y utilizan. Los principales recursos no renovables son:
- Combustibles fósiles: Petróleo, gas natural y carbón. Se formaron a lo largo de millones de
años a partir de materia orgánica y su extracción y uso emiten gases de efecto invernadero.

- Minerales: Como el hierro, cobre, oro, plata, entre otros. Estos recursos se extraen de la
tierra y una vez agotados no pueden ser reemplazados en un corto período de tiempo.

La explotación excesiva de recursos no renovables puede tener consecuencias ambientales


negativas y contribuir al cambio climático. Por esta razón, se busca fomentar la transición hacia
fuentes de energía renovable y el uso responsable de recursos no renovables.

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