"Rut respondió: —No me ruegues que te deje y me aparte de
ti, porque a dondequiera que tú vayas, iré yo, y dondequiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios." RVR1995 Esta es una promesa hecha por Rut hacia Noemí, no de Dios hacia nosotros, pero creo que es una promesa con el tipo de compromiso que el Señor desea escuchar de nuestros labios. La historia de Noemí está llena de pérdidas, ella misma, cuando volvió a su hogar, pidió que la llamaran "Mara" porque tenía mucha amargura, estaba llena de tristeza por la pérdida de su familia. Pero lo que sí ganó Noemí fue una hija. Rut decidió dejar su tierra, su familia, sus creencias... todo, para acompañar a Noemí. El testimonio de Noemí, su trato, su vida y su devoción a Dios tuvieron que ser tales, que Rut vio que valía la pena dejar todo por una vida diferente. Ojalá nosotros podamos decirle al Señor que nos nos queremos separar de Él, y que también podamos ser Noemí para alguna Rut que anhela conocer al Dios verdadero.