Está en la página 1de 2

LA CELESTINA

LITERATURA DRAMÁTICA II
FERNANDO DE ROJAS – AUTOR

(La Puebla de Montalbán, España, h. 1470 - Talavera de la Reina, id., 1541) Escritor
español, autor de La Celestina.
Fue un escritor español, aunque en algunas ocasiones se le ha calificado de
dramaturgo por la naturaleza dialogada de la única obra que se le ha atribuido, La
Celestina; sin embargo, carece de algunos elementos esenciales del género dramático,
lo que ha ocasionado numerosas discusiones sobre a qué género literario pertenece.
Se cree, casi con certeza, que escribió un solo libro, pero de una importancia
fundamental en la historia de la literatura: La Celestina. La primera edición que
conservamos fue publicada anónimamente en 1499, en Burgos, con el título de
Comedia de Calisto y Melibea. La obra está escrita como una pieza de teatro, en forma
dialogada, y dividida en actos; la primera edición tenía dieciséis actos, y las de 1502,
tituladas Tragicomedia de Calisto y Melibea, veintiuno. Su extensión la hace casi
irrepresentable. En realidad, fue escrita para ser leída en voz alta en un círculo de
humanistas u oyentes cultos, los cuales pudieron haber hecho aportaciones; se sabe
que el manuscrito circuló bastante antes de que el autor lo entregase a los impresores.

Fernando de Rojas procedía de una familia acomodada de judíos conversos de cuatro


generaciones que fue perseguida por la Inquisición. Nació en Toledo en 1476 en el
seno de una familia de judíos conversos, que reaparece en posteriores procesos
inquisitoriales por mantener el judaísmo a escondidas de la Inquisición; su padre
habría sido Hernando de Rojas, condenado a la hoguera en 1488; Rojas habría ayudado
a miembros de su familia, los llamados marranos o criptojudíos, afectados por las
persecuciones de la Inquisición, e incluso él mismo habría estado bajo sospecha.
Estudió derecho en Salamanca y, como todos los estudiantes salmantinos de aquella
época, debió de cursar tres años obligatorios en la Facultad de Artes, por lo que
conoció los clásicos latinos y la filosofía griega. En posesión del título de bachiller en
Leyes, para el que tuvo que estudiar nueve o diez años, comenzó a ejercer como
abogado en Talavera, de donde llegó a ser alcalde.
Cabe preguntarse si una vez terminados sus estudios hacia 1499-1500 permanecería
algún tiempo en Salamanca o establecería su residencia en La Puebla de Montalbán,
en donde su padre tenía posesiones y bienes. Lo que sí consta documentalmente es
que se desavecindó de su pueblo natal para avecindarse en Talavera de la Reina en
1508 porque el Señor de La Puebla, como a todos los demás hidalgos de la villa, le
imponía la obligación de tributar.
De su vida como jurista profesional en Talavera de la Reina, sí hay pruebas
documentales procedentes del Archivo Municipal de Talavera y del archivo personal de
don Fernando del Valle Lersundi, descendiente directo de Fernando de Rojas. Consta
que en 1508 ya estaba establecido en esta población. En 1508, 1511, 1523 y 1538
ejercía de Alcalde Mayor (cuya función consistía en administrar justicia y dictar
sentencias en pleitos civiles). En 1511 pasó en Toledo 17 días tratando con el
Arzobispo, a la sazón el Cardenal Cisneros, de los conflictos de Talavera y su Tierra con
la Chancillería de Valladolid; en 1517 actuó como testigo de la defensa de Diego de
Oropesa en su proceso inquisitorial; entre 1525-1540 ocupó el cargo de Letrado del
Ayuntamiento; además, entre 1521-1523 llevaba pleitos de jurisdicción y deslindes
territoriales. Asimismo, prestó servicios a la Santa Hermandad y fue letrado y notario
de familias eminentes.

De su vida privada se conoce que hacia 1512 se casó con Leonor Álvarez de
Montalbán, hija del converso acusado de judaizante Álvaro de Montalbán. Entre 1513
y 1523 fue padre de cuatro hijos y tres hijas. Desde 1509 hasta su muerte perteneció a
la Cofradía de la Concepción de la Madre de Dios. Gozó de gran prestigio social y de
muy sólida economía según se evidencia en su testamento e inventario de bienes, que
registra un capital cercano a los 400.000 maravedíes, suma muy respetable para la
época, de los cuales casi un tercio correspondían a contratos de censos sobre casas y
tierras. A juzgar por los libros de su biblioteca, gustaba de jugar al ajedrez y de la
lectura.
Sin embargo, vivió tan ajeno a los círculos literarios que no hay pruebas de que
volviera a dejar señales de su talento literario. En cambio, el suegro y los testigos de
Rojas, aportan en tribunales de justicia cuando reclaman derechos, que fue él el
escritor y lo hacen expresamente con el epíteto "que compuso a Melibea", "que
compuso el libro de Celestina”.
Murió en 1541 en Talavera de la Reina, entre el 3 y el 8 de abril, habiendo otorgado
testamento el día 3 sintiéndose "enfermo del cuerpo y sano de la memoria, y estando
como estoy en mi seso y entendimiento natural". Tendría unos 65 o 66 años. En el
testamento manifiesta su ortodoxia cristiana y sus deseos post mortem: su entierro, el
cual quería que fuera en la iglesia del monasterio de la Madre de Dios de Talavera.
Ordena la devolución a su esposa de los 80.000 maravedíes de su dote matrimonial
junto con la entrega de otros 20.000. Nombra herederos de sus "bienes, acciones y
derechos" a los seis hijos que le quedaban en ese momento. Y lega a su primogénito,
todos los libros de derechos y leyes que tenía y a su mujer, todos los libros de
romance, entre los cuales se encontraban: Retablo de la vida de Cristo, Viaje de la
Tierra Santa, Cancionero general, Epístolas de Séneca.

También podría gustarte