Está en la página 1de 4

Madre

El tiempo corre cual gacela perseguida por su


depredador. Ya son 21 meses desde que salí de casa y
no es lo mismo si tu no estás. Las horas se hacen largas y
los días se vuelven grises y las noches una incertidumbre
de la cual me es difícil escapar. Nunca fuimos grades
amigos, nunca me me atreví a contarte de una manera
confiada y segura aquello que siento por ti. Me
arrepiento de todo eso, me arrepiento de no haber
aprovechado las oportunidades para aliviar tu corazón
herido por esos dados que te tocó soportar desde muy
pequeña. Herí tu corazón una y otra vez de una manera
egoísta, pensando en mi mismo, creyendo que estaba
haciendo lo correcto cuando en realidad estaba
derribando poco a poco aquello que con tu esfuerzo
habías construido. Te admiro. Nunca te lo dije, pero
ahora mediante estas líneas quiero que lo sepas ¡¡¡Te
admiro!!! No por lo fuiste sino por lo que llevas dentro,
por la fuerza con que enfrentas las tormentas y la
resiliencia que has adquirido para vivir la vida. Te
admiro porque eres tú.

Te Amo
Madre
Madre, nunca comprendí, hasta hoy, que a la persona a
la cual le debo la capacidad de sobreponerme ante los
malos ratos, eres tú, porque tu me enseñaste que a
pesar de que el alma esté destrozada se puede salir
adelante, porque me enseñaste que vale la pena luchar
por un objetivo noble que obedecer las voces hipócritas
de los caminantes mediocres que solo buscan destrozar
la vida de aquel que es mejor que ellos. Has soportado
de una manera solitaria, a pesar de que has estado
rodeada de personas, las criticas constantes, has sido
ese escudo en medio de la guerra para aquellos que
una vez decidiste, con gran amor, engendrar para ver
reflejado la imagen de tus sueños en ellos. Maldito
orgullo que me llevó a querer guardarme la cosa tan
valiosas que debí expresarte en el momento cuando al
levantarme te veía llorar por el comportamiento de
aquel que decía quererte y amarte (no lo juzgo solo es
una opinión disfrazada de verdad). No merecías pasar
por ese abismo desolador que te torturó durante dos
décadas, las cuales han dejado una herida en tu alma y
que hoy, a pesar de los intentos, no has podido sanar.

Te Amo
Madre
Me despierto todos los días deseando tenerte a mi lado
y decirte que te amo, decirte que si alguna vez existió
una oportunidad de cambiar de madre, sin pensarlo te
elegiría a ti, si a ti, porque solo tu eres capaz de
brindarme ese amor tan puro que caracteriza una gran
mamá, porque solo tu has sido capaz de dejar de lado
los intereses propios por defenderme y que sin pensarlo,
en los momentos cuando no veían en mí un futuro claro,
tu creíste y me hiciste ver sin oscuridad que vine a este
mundo para algo extraordinario. No te he valorado y no
te he dado el lugar que tanto mereces y en vez de eso,
se lo he dado a otras personas que al anochecer, me
abandonan cual luna al llegar el sol. ¡Qué triste es la
vida de aquel cuyo corazón está para todos menos para
su madre! Ese soy. Te pido perdón por aquellas noches
donde tu rostro se apagó sin dejar rastro de luz. Te pido
perdón por aquellos días donde las excusas eran la
opción favorita para deshacerme de la oportunidad de
salir contigo. Madre, te quiero más de lo que digo y más
de los que puedo expresar en esta carta, te amo.

Att: Haritol
Madre
P. S.: Madre estoy esforzándome por darte una mejor
vida y aunque a veces siento que no puedo más, tu voz y
tu imagen en mi mente me levantan para seguir
luchando. No te rindas mamá que yo tampoco lo haré.
Te amo.

Te Amo

También podría gustarte