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ACTIVIDAD: CUESTIONARIO PARA EL PRÓXIMO FORO.

1. ¿Tres ideas importantes que le quedan claras?

- Que en cada Iglesia particular está allí la plenitud que Dios dio a la Iglesia Católica, en la
expresión de Pedro Damián: la parte por el todo, todo lo que conviene al todo conviene
también en cierta manera a cada parte. La diócesis no es un fragmento de la Iglesia de la
Iglesia entera sino una realidad proporcional a su totalidad y por eso es una porción es una
que conserva todas las cualidades y propiedades del conjunto. Es una Iglesia plena, Iglesia
local o Iglesia Diocesana. La designación parroquia es de derecho eclesiástico.

Porción pueblo de Dios: para referirse a la parte, toda la porción es el sujeto. Se le confía el
pueblo de Dios, el pueblo que camina en Garzón.

El Espíritu Santo congrega y hace posible la presencia.


La ubicación en un lugar y la territorialidad de la Diócesis.

- Desde los primeros siglos de la Iglesia ya estaba la visión de que la comunidad se reunía
en torno al altar y bajo la presidencia del Obispo, de este hecho surge el principio
eclesiológico de territorialidad. De ahí se desprende que cada Obispo esté unido
indisolublemente al nombre geográfico del lugar como Obispo diocesano.

El valor fundamental que el concilio Vaticano II ha otorgado al sínodo diocesano como


signo de comunión y participación en la que cada Obispo debe esforzarse para escuchar al
Espíritu que habla y vive en los fieles.

2. ¿Qué dudas le surgieron a partir de lo estudiado?

La diferencia entre sínodo diocesano y concilio provincial.

3. ¿Qué aplicación pastoral tiene este tema?


Esta gracia especial del concilio vaticano segundo a la Iglesia, es un nuevo aire al milenio y
su recepción ha de ser una experiencia de comunión y participación. En nuestra diócesis de
garzón se adelantaba este gran deseo conciliar de devolver el protagonismo al sujeto
eclesial; el Santo pueblo fiel de Dios.
Esta realidad impulsará lo que el concilio vaticano segundo puntualizó como el bien de la
entera comunidad diocesana, analizando esta situación podemos notar que necesitamos
escuchar al pueblo, a cada laico de a pie, a cada catequista o miembro de grupo apostólico
que le cuestionan temas de la vida eclesial, es necesario fijar la mirada en un nuevo aire
diocesano que consolide cada comunidad como miembro de una Iglesia que escucha y se
pone al servicio.

4. ¿Qué camino hay que seguir para que la Iglesia Particular sea sujeto primario de la
evangelización en cuanto porción del Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del
Espíritu Santo?

- Primero que haya una dirección fiel y ordenada al deseo conciliar, que cada estructura
interna de la Iglesia sea una tarea de servicio y amor al pueblo de Dios.

- Segundo que el pueblo de Dios sea protagonista de la acción evangelizadora, que se le


impregne el deseo de hacer parte de la acción misma.

-Tercero que esta teología de la Iglesia local sea dentro de un plan pastoral diocesano la
oportunidad de ser comunidad, sin clericalismos.

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