En el instante en que Ava Devies conoce a Charles Evans, sabe que tendrá problemas.

Charles es atractivo. Gracioso. Encantador. Es su tipo. O lo que solía ser su tipo,

antes de que ella prometiera alejarse de las relaciones.

Las cosas sólo empeoran cuando Charles empieza a coquetear con ella, cautivándola
con su ternura. Pero ella se resiste. Pues se siente herida: sabe lo que significa confiar
en alguien con todo el corazón, sólo para que te lo destrocen después en un millón de
pedazos.

Las heridas siguen siendo demasiado profundas. Pero Charles persiste. Y, cuando
Ava descubre que Charles está ocultando su propio secreto, se da cuenta de que ya no
puede negar sus sentimientos.

¿Será posible reparar un corazón roto?