Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Capítulo 3.
Capítulo 3.
—Mi nombre es Vanya Hargreeves y esta es mi historia. Nunca fuimos una familia
de verdad. Éramos la creación de nuestro padre. Familia en nombre… pero no en
realidad. Al final, luego de la muerte de nuestro hermano Ben, no había nada que nos
uniera. Solo éramos extraños viviendo bajo el mismo techo, destinados a estar solos,
hambrientos de atención, dañados por nuestra crianza.
—Dios mío. ¿Ella escribió eso? No puedo creer que hiciera eso.
—Y atormentados por lo que pudo haber sido. Todos queríamos ser amados por un
hombre incapaz de dar amor. Nuestro padre nunca perdió la oportunidad de
recordarme que era ordinaria. Algo difícil de escuchar para una niña. Si te crían para
creer que nada de ti es especial, si el punto de referencia es extraordinario, ¿qué haces
si no lo eres?
50 % de descuento.
Hoy.
—De nuevo.
—Lo hemos visto una y otra vez, Luther, es lo mismo cada vez.
—No sé.
—Sí, papá debe haber comenzado a usar el sistema de seguridad. Se estaba volviendo
más paranoico. Pensaba que había gente tras de él. Bueno… Supongo que quizás
tenía razón.
—Claro. Atardecer, 7:33 p.m. La luna estaba en cuarto creciente, la cena fue gallina,
arroz y zanahorias.
—No recuerdo.
—Su padre fue un buen hombre. Un hombre amable. Fue muy bueno conmigo.
— ¿Qué?
— ¡Los huevos están listos! El desayuno es la comida más importante del día. Ahora
coman. Los dos.
—Te ahorrare tiempo de pruebas balísticas. Estas balas de 9 mm no han sido hechas
desde…
—El año 1963. Raro, lo sé. Se encontraron casquillos iguales en otro lugar anoche.
Grúas Ishmael.
— ¿El chofer?
—Estaba colgado del techo. Parece que sabía algo después de todo.
—No son elásticos, son de cuero. Y solían gustarte, mucho, si mal no recuerdo.
—Y terminamos.
—Gracias.
—Vanya.
—Vanya. ¿Cuántos años has estado estancada en el tercer asiento? Hasta cierto punto
no se trata de práctica. Se trata de si tienes algo especial. Y quizás… no tienes el
talento. Puedes ponerle 10.000 horas, o… puedes ir y buscar algo que realmente te
apasiona y dejar de sudar con Stravinski como una adolescente asustada. Piénsalo
bien.
—…como si fueran casas rodantes pero pueden tener generadores. Pueden tener su
propio tanque de desechos. Estos materiales son lo que usaría en una cada normal.
— ¿Y eso qué?
—“Reducción del siete por ciento en el pago debido a retrasos. Reducción adicional
cada 24 horas hasta que sea completado”. Eso es solo… Digo, solo ha pasado un
miserable día. Que salgan de atrás de sus escritorios y ensucien sus manos para
variar. Malditos perezosos.
— ¿Terminaste?
—Sí.
Curitas.
— ¡Cállate! Trato de hallar cualquier… mierda invaluable que estaba en esa caja,
¡para que Pogo me deje en paz!
—Te preguntaría que estás haciendo, Klaus, pero luego pensé… No me importa.
—Oh, ¿esto? No, puedo hacer esto en cualquier momento. Solo… Solo se me perdió
algo. Es todo. ¡Acá esta! ¡Gracias a Dios! Delicioso.
— ¡Vamos! Tu no… Quizás solo quiero estar con mi hermano. Tu no. ¡Mi hermano!
¡Te amo! Incluso cuando no te ames a ti mismo.
—Lamento tenerte ahí tanto tiempo, Dolores. No, no estoy borracho. Trabajo. Sí, es
sobre la cosa del ojo. Aquí es donde se hizo. O… será hecho. Solo debemos esperar.
—No me gusta esto más que a ti, pero ella oculta algo.
—Ella nos leyó cuentos, limpio y nos llevó a dormir. Y luego la dejamos aquí, sola,
en esta casa por 13 años. Por supuesto que perdió la cordura. ¿Estar lejos de tus
niños?
—Solo que… cuando éramos niños, solíamos sentarnos aquí y contarnos todo.
—Sí, y luego crecimos. Las cosas se pusieron mal entre Patrick y yo. Ahora, el
tribunal dice que debo ir a terapia obligatoria antes de poder hacer visitas.
— ¿Por qué? Usaste tu poder con ella.
—Habían días en los que ella hacia berrinches tremendos. Y sin importar lo que
dijera, no se detenía. Ella tenía tres años, y yo… Sé que eso es lo que deben hacer los
niños de tres años. Así que dije que lo haría solo una vez. Solo que no fue solo una
vez. Me dije… que cualquier… padre con mi poder haría lo mismo. Que no estaba
mal. Solo tenía una ventaja. Desde que era pequeña obtenía lo que quería. Con mi
papá, mi carrera. Pero ahora sé que nada en mi vida fue verdadero. Estoy empezando
de nuevo. No pensé que sería tan difícil.
— ¿Viniste hasta Bricktown? Pero ya que estas aquí, será mejor que entres.
—Son hermosas.
— ¿Cómo qué?
— ¿Hiciste estos?
—La bailarina es la mejor. O quizá el pato. O el otro pato. O el otro pato. Pero hay
uno que deberías ver.
— ¿Eso es…?
—Gracias. Llévatela.
—No. Yo…
—Esto es tan raro. Nos hemos conocido por… ¿Dos días? Siento que me conoces
mejor que mi familia.
—Oye. No sé si esto está bien, considerando que soy tu… estudiante joven e
influenciable, pero… ¿te gustaría cenar conmigo esta noche? No debes hacerlo si no
quieres.
—Sí.
—Está bien.
—No, yo…
—Me gustaría.
— ¿Si?
— ¿Allison?
—Oye.
—Un segundo… Sé quién eres. Te vi en esa película. Estas en la película, el… Eras
la abogada. La ruda en la silla de ruedas, ¿no?
—Perdón por interrumpir, pero ¿podrías regresar a casa? Habrá una reunión familiar.
—Perdón.
—Gracias.
— ¿Quién es el chico?
— ¿Amigo?
—Pe… Perdón. No debí decir esas cosas ayer. Estaba enojada con Patrick y yo… Me
desquite contigo. Discúlpame. Yo… No soy buena en esto de ser hermana.
—Me di cuenta.
—Quizás lo hare.
— ¡Ya!
— ¡No!
— ¡No!
— ¡Cinco!
—Que estas…
—Dios mío… ¿Estas bien?
—Puede que Grace tenga que ver con la muerte de papá. Así que necesito que
vuelvas a la academia, ¿sí? Es importante.
— ¡Oye! ¿Les dije de la vez que depile mi trasero con pudin de chocolate? Fue tan
doloroso.
— ¿Qué? Yo… ¿Qué? ¿Necesito una excusa para estar con mi familia?
—Créeme, no entenderías.
—Crees que eres mejor que nosotros. Siempre ha sido así. Incluso cuando éramos
niños. Pero la verdad es que estas tan jodido como el resto. Solo puedes contar con
nosotros. Y lo sabes.
—No creo que soy mejor que tú, Numero Uno. Sé que lo soy. He hecho cosas
inimaginables, cosas que no podrías comprender.
—Claro.
Tienda de Abarrotes.
— ¡Oigan, idiotas!
— ¡Vuelve acá!
— ¡Fuera de mi camino!
—Supongo que no. Aunque supongo que no soy imparcial ya que las hago todos los
días.
—Pues… Vengo antes de que salga el sol. Mido los ingredientes secos, añado la
mezcla muy lento y las pongo en la extrusora.
—Extrusora.
—Sí. Es lo que hace que tengan la forma de dónut. El truco esta… en que las dejo
reposar por media hora entes de freírlas. Eso es lo que las hace tan… ligeras y
esponjosas.
—Claro que sí. Entonces… ¿Hay algo más que podrías decirnos sobre la noche en
que dispararon aquí?
—Bueno, ya le había dicho a la policía todo lo que se. Dos veces, de hecho.
—No me fije mucho en él, para ser sincera. El y su padre se sentaron ahí.
—Me gustaría ayudar, pero no sabría nada sobre eso. Aunque ahora que lo pienso si
había una cosa. Tenía un tatuaje en su muñeca. ¿Quién deja que un niño se tatué?
—Increíble.
— ¿Podrías dibujarlo?
—Claro, yo… Un circulo…
—No necesito un informe que me diga lo que puedo ver con mis ojos.
—Quizás la baja gravedad del espacio te arruino la vista. Mira de cerca. Papá tiene su
monóculo. Mamá se levanta. El monóculo desaparece.
—Si.
— ¿Y dónde está? No, he buscado en la casa, incluyendo todas sus cosas. Ella no lo
tiene.
—Dámelo.
—Lo bote.
— ¿Tu qué?
—Mira, sé que si lo hubieses visto en mamá habrías perdido la cabeza, justo como lo
haces ahora.
—Cálmate. Sé que papá no era exactamente… un libro abierto. Pero si recuerdo algo
que dijo. Mamá fue diseñada para cuidar, pero también para proteger.
—Espera. Ella no es una aspiradora que puedes lanzar al armario. Ella siente cosas
¡Lo he visto!
—Que sorpresa.
—Cállate.
—Yo…
—Bueno. Ella debería tener voto. ¿Qué hay de ti, chico drogado? ¿Qué dices?
— ¿Qué furgoneta?
—Estoy con Diego, porque… ¡jodete! Y si Ben estuviera aquí, coincidiría conmigo.
—No, no es cierto.
— ¿Qué?
—Cinco no está aquí. Toda la familia debe votar, nos debemos eso.
—Cierto.
—Esperemos.
—Oye. ¿Desde cuándo estas ahí?
—Te has preguntado… Todos esos momentos con mamá, las cosas que dijo… ¿Fue
ella o en realidad fue papá?
—El la construyo. Y la programo para ser una mamá, para ser nuestra mamá. A veces
cuando la veo, solo lo veo a él,
— ¿Cómo lo sabes?
—Gracias, mamá.
— ¿Y mis cuchillos?
—Gracias, mamá.
— ¡Klaus!
—Gracias, madre.
—Bueno, pero solo por un rato. Debo terminar este punto cruz.
—Lo que hiciste por nosotros cuando éramos niños, por mí, ¿por qué lo hiciste?
—Nuestro padre, el… te hizo. Cuando piensas algo, ¿es como si él te dijera lo que
debes decir?
—No, no es… Mira. Está bien… si lo odiabas. Él fue malo contigo, con nosotros.
— ¿Por qué no? Fuimos herramientas en un experimento para él. Nada más. Lo que
digo es que entendería si… ya sabes, si querías hacerle daño.
— ¡Basta! ¿Me escuchas? Deja de tratar de defenderlo. Mamá, debes sentir algo. Te
trato peor que a nadie. Trabajaste para el por 30 años. Ni siquiera te dio una
habitación para dormir.
—Pero aquí tengo vistas hermosas.
—Claro que lo son. Qué mundo maravilloso en el que ella vive. A veces me pregunto
si se siente sola.
—No tienes que decirme eso. Sé que solo quedan seis días. Si, ¿tienes una mejor
idea? Está bien. Ahí está el tipo. ¿Qué diablos trama?
—Cha-Cha.
— ¡Klaus!
— ¡Klaus!
— ¡Klaus!
— ¡Klaus!
—Hogar, dulce hogar. Las cosas son más sencillas allá arriba.
— ¿Cómo es?
—Lo estabas.
— ¿Es eso…?
—Viene de las habitaciones.
—Cha-Cha, dispárale.
— ¡Suéltala!
—De nada.
—Estaba bien.
— ¡Luther, vete!
—Perdí mi arma.
—Oye, imbécil.
—Vamos.
— ¡Klaus! ¡Klaus!
— ¡Ven acá!
— ¡Apártense!
— ¡Luther!
—Mierda.
— ¿Tú sabías?
—No.
—Todo saldrá…
—Diego. Recuerda.
—No sé. Pero tenemos suerte de estar vivos. ¿Segura que estas bien? ¿Diego?
—No, pudiste haber muerto. O hacer que nos mataran. Ella es un riesgo.
— ¿Allison?
—Creo que lo que intenta decir es que estas cosas son peligrosas. Tu…
—Tal vez.