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ISSN 0717-5639

2º Semestre 2010 - Volumen 13

Ediciones de la Universidad Internacional SEK


Revista Werkén
Segundo semestre - Volumen 13

ISSN 0717-5639

Director
Jaime Migone R. Decano. Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural, Universidad Internacional SEK-Chile

Editor
Christian García P. Universidad Internacional SEK-Chile

Subdirectora
Fernada Kalazich University College of London, Inglaterra

Consejo Editorial
Cristián Lagos Universidad de Chile, Chile
Daniel Quiroz Centro de Documentación de Bienes Patrimoniales, Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Chile
Felipe Criado Instituto de Estudios Gallegos, Padre Sarmiento, CSIC, España
Gustavo Politis Universidad Nacional del Centro de la Pcia. de Buenos Aires, Argentina
José Luis Martínez Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Chile
Josep Fullola Universidad de Barcelona, España
Nicolás Gissi Universidad de Concepción, Chile
Victoria Castro Universidad de Chile, Chile
Lautaro Nuñez Instituto de Investigaciones Arquelógicas y Museo R.P. Gustavo Le Paige S.J., Universidad Católica del Norte, Chile
Donald Jackson Universidad de Chile, Chile
Nora Franco IMHICIHU (CONICET). Universidad de Buenos Aires, Argentina
Eugenio Aspillaga Universidad de Chile, Chile

Comité Editorial de la Universidad Internacional SEK


Carolina Belmar Universidad Internacional SEK-Chile
Eva Flandes Universidad Internacional SEK-Chile
Daniel Pavlovic Universidad Internacional SEK-Chile
Andrés Troncoso Universidad Internacional SEK-Chile
Mauricio Uribe Universidad Internacional SEK-Chile

www.revistawerken.cl
revista.werken@sekmail.com

Revista Werkén es una publicación periódica de carácter semestral fundada en 1999 cuyos artículos se
encuentran indizados en: Latindex, RedAlyc y Anthropological Literature.
Universidad Internacional SEK

Índice

7 Presentación
Jaime Migone R.

9 Modo de vida de los grupos arcaicos cordilleranos de Chile Central: una aproximación
bioarqueológica
Pedro Andrade y Francisco Silva

25 Los cazadores recolectores como tipología social: una discusión desde el materialismo histórico
Benjamin Ballester R. y Jairo Sepúlveda D.

45 Cazadores recolectores costeros y el aprovisionamiento de recursos liticos. Perspectivas


interpretativas de los eventos de talla en el desierto absoluto
José F. Blanco J., Magdalena de la Maza G., Charles Rees H.

69 Arqueologia de cazadores recolectores en Chile Central: una síntesis de lo avanzado, las


limitaciones y las aspiraciones
Luis E. Cornejo B.

85 Arcaico u holoceno: historia natural o historia cultural


Luis E. Cornejo B.

91 Cazadores-recolectores del arcaico tardío y desarrollo de complejidad social en la puna de


Atacama: las evidencias del sitio Tulán-52 (norte árido de Chile)
Patricio de Souza, Isabel Cartajena, Lautaro Núñez y Carlos Carrasco

119 Los modelos y su importancia para generar expectativas referidas a la exploración y


ocupación efectiva de espacios: el caso de los artefactos líticos. Una aplicación para el sur
de la cuenca superior del río Santa Cruz
Nora V. Franco

135 Reinventando el espacio: la reestructuración interna del alero agua de la cueva-sector sur
Alejandro García

145 Entierros humanos en lugares sagrados y domésticos durante el holoceno tardío: el


registro bioarqueológico del curso inferior del río colorado (provincia de Buenos Aires,
Argentina)
Gustavo Martínez

161 Etnoarqueología de recolectores marinos: una aproximación al paisaje alguero.


Jorge Lillo R. e Italo Borlando H.

175 Algunas consideraciones sobre la explotación de moluscos en la Localidad Arqueológica


Meliquina (Parque Nacional Lanín), provincia de Neuquén, República Argentina
Alberto Pérez y Daniel Batres

195 Análisis por la-icp-ms para determinar las fuentes de obsidianas utilizadas en el lago
Meliquina, provincia del Neuquén
Alberto Pérez y Lisandro G. López

5
215 El ritual de lo habitual: construcción de indicadores arqueológicos para los especialistas
de la muerte Chinchorro
Marco Portilla M.

231 Las “casas de piedra” de los “mapuche antiguo”. Enfoque etnoarqueológico para el uso de
aleros durante la transición arcaico-formativo, en la cuenca del lago Calafquén (sur de
Chile)
Oscar Salvador Toro Bardeci

247 Presentación de resultados: prospección arqueológica de la precordillera y cordillera de la


comuna de Lo Barnechea, región Metropolitana
Claudia Cádiz Álvarez

261 Determinación de materias primas líticas de la loma de los antiguos de Azampay (depto.
Belén, Catamarca, Argentina)
Flores Marina Cecilia, Martín Morosi y Federico Wynveldt

275 Estudio biométrico de las segundas falanges de camélidos modernos. Sus implicancias en
el análisis de muestras arqueológicas
Gabriela L’Heureux

287 Tramando identidades: análisis de patrones representativos en textiles arqueológicos,


Antofagasta de la Sierra, Catamarca
Sara M. L. López Campeny

305 Tecnología cerámica, subsistencia y uso del espacio en el Tardío Prehispánico de las Sierras
de Córdoba (Argentina)
Matías E. Medina

323 Reconstrucción de la secuencia ocupacional de la quebrada Mamilla, costa de Tocopilla,


norte de Chile
Diego Salazar, Camila Palma, Hernán Salinas, Felipe Fuentes, Jean Louis Guendon, Claudio
Castellón

347 Cazadores recolectores en el sur de Chile: aproximaciones desde el área lacustre andina
Christian García P.

359 Estacionalidad y movilidad en cazadores-recolectores: el caso de Cueva Las Guanacas


(valle del río Ibánez, Aisén, Chile)
Felipe Fuentes Mucherl y Francisco Mena Larrain

371 Normas editoriales de revista Werkén


Universidad Internacional SEK

Presentación

La Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural de la Universidad Internacional SEK


se propuso durante este año 2010 cumplir el objetivo de editar dos revistas Werkén y
recuperar nuestra actividad de difusión, altamente relevante para nuestro medio cultural.
Meta que estamos logrando con el esfuerzo y la dedicación en la publicación que
presentamos.

El Bicentenario de la Independencia es un año de gran significación y que fija grandes


desafíos hacia el futuro. Nuestra Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural presenta
este treceavo número especial de la revista Werkén, reuniendo una gran cantidad de
importantes investigaciones, realizadas por académicos de nuestra casa de estudios y
también investigadores del ámbito nacional, como del ámbito internacional.

Estos veinte y dos trabajos son si duda un importante esfuerzo de sus autores, por lo cual
felicito y agradezco a todos, en nombre de Nuestra Facultad de Estudios del Patrimonio
Cultural y de nuestra Universidad Internacional SEK. Quedan todos desde ya invitados a
seguir enviándonos sus trabajos para las futuras publicaciones.

Dr. Arq. Jaime Migone Rettig


Decano
Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural
Universidad Internacional SEK

Campus Arrieta, Santiago de Chile, noviembre 2010.

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Universidad Internacional SEK Revista Werkén (13): 231-246

Las “casas de piedra” de los “mapuche antiguo”.


Enfoque etnoarqueológico para el uso de aleros durante
la transición arcaico-formativo, en la cuenca del lago
Calafquén (sur de Chile)

Oscar Salvador Toro Bardeci1

Resumen
Mediante información arqueológica y observación etnográfica recabada en la cuenca del lago Calafquén,
se realiza un acercamiento etnoarqueológico al estudio de sitios bajo alero. En la actualidad es posible
observar la ocupación de los aleros por parte de grupos mapuche. Estas observaciones permiten postular
que para la época transicional Arcaico-Formativo, los ocupantes de los aleros deben haberse fijado no
sólo en los recursos y su disponibilidad, sino que además en las variables observadas etnográficamente,
tales como distancia a los asentamientos permanentes y área cubierta.

Abstract
By means of archaeological information and ethnographic observation obtained in the basin of the lake
Calafquén, an ethnoarchaeological approximation is realized to the study of rockshelters sites. At present
it is possible to observe the occupation of the sites among mapuche population. These observations allow
to postulate that for the transitional period Archaic-Formative the occupants of the rockshelters must
have concentrated not only on the resources and his availability, but in addition in the observed variables,
such as distances to the residential camp and covered area.

I. INTRODUCCIÓN
El principal objetivo de esta investigación es aportar al estudio arqueológico del área centro-sur de
Chile, con un enfoque que ha sido escasamente aplicado en sitios de cuevas y aleros, tal como lo es el
trabajo etnoarqueológico. Este estudio pretende convertirse en una reflexión que quiere contribuir a
cualquier trabajo arqueológico que trate con este tipo de sitios. Para esto, es necesario caracterizar el uso
actual de los aleros por parte de la población indígena-campesina, como una primera vía de entrada a
otros problemas arqueológicos que pueden surgir a partir del estudio de esta clase de sitios.

Teóricamente, se tiene como base el supuesto “que las relaciones entre cultura material (objetos y superficies)
y la conducta humana en el pasado son directamente comparables a las del presente” (Berenguer 1983:66). Sin
embargo, en el caso de los mapuches hay que considerar los procesos de aculturación sufridos por la
población indígena original, que se ha visto sometida, en un primer momento al Imperio de la Corona
española y luego al Estado chileno (Faron 1969).

En la actualidad es posible observar la ocupación de aleros por parte de grupos mapuche, pero no en un
sentido de vivienda, sino que como galpones, principalmente. Es así que, como objetivo específico, se
van a contrastar las observaciones realizadas en terreno con respecto al uso que se le dan a los aleros, con
los conocimientos arqueológicos que han sido elaborados a partir de la materialidad en ellos encontrada,

1 Licenciado en Antropología con Mención en Arqueología, Universidad de Chile. Correo electrónico: osctoro@gmail.com

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Oscar Salvador Toro Bardeci Universidad Internacional SEK

que dan cuenta de una larga ocupación en la mayoría de los sitios registrados en la presente investigación
(García 2005, García y Mera 2006, Mera 2006).

Es así que, a partir de la definición de Tradición Arqueológica de Bosques Templados para el caso
del Calafquén como un “modo de vida de grupos cazadores recolectores efectivo, conspicuo y de amplia
profundidad temporal, que entendemos se soporta en una opción cultural, más que en una situación de
marginalidad o carencia de complejidad social” (Adán et al. 2007), se pretende proporcionar antecedentes
etnoarqueológicos del uso humano de abrigos rocosos en la zona de estudio, a partir de la información
que puedan proporcionar las poblaciones actuales. Ello con el objeto de colaborar a la interrogante
acerca de las formas de uso de los aleros de las poblaciones de la transición Arcaico-Alfarero en la
cuenca del lago Calafquén, observados a través de su uso actual.

De la cita anterior se destaca el hecho que las poblaciones arcaicas tardías tendrían una amplia
profundidad temporal, ya que esta es la base para postular la utilidad de un enfoque etnoarqueológico.
Es así que es factible obtener información sobre modos de vida tradicionales entre los mapuche actuales.
No obstante, se constata un acelerado proceso de pérdida de formas indígenas puras, debido al mestizaje
permitido por un acelerado proceso de modernización, que hace que actualmente los mapuche sean más
campesinos que indígenas (Dillehay 1990).

II. ANTECEDENTES
La región del lago Calafquén se ubica en lo que se ha identificado como el sector meridional, entre
el río Toltén (39˚ 00’ S) y el golfo de Reloncaví (41˚ 40’ S) (Aldunate 1989). Específicamente, el lago
Calafquén se ubica 26 Km. al sur de Villarrica, tiene 118 Km². de superficie y está a 240 msnm. Es
definido como un “lago subandino que desagua al interior de la cordillera, a través del río Guanahue de 10
Km. de extensión el que, a su vez, vierte sus aguas en el lago Panguipulli” (Berdichewsky y Calvo 1972-
73:529). Con respecto a los recursos disponibles en el ambiente, se cuenta por un lado con especies
recolectables durante todo el año, pero en especial durante el verano. Por otro lado está la fauna,
brindada por el bosque valdiviano, entre la que destacan mamíferos (pudú, ciervo pequeño, zorro, puma,
colocolo, chinque común y quique), roedores (degú, tunduco y coipo), anfibios, reptiles y quirópteros.
Además, están las aves, tales como los gansos, los patos, las taguas y el hued-hued. También están las
especies que habitan el lago como los peces (percatruchas), los moluscos (chorito de lago) y los caracoles
dulceacuícolas (García 2005).

La investigación arqueológica en la llamada “región del Calafquén” (Berdichewsky y Calvo 1972-73)


se construyó, en sus inicios, en base al material cerámico, estableciéndose fases culturales y secuencias,
procedimiento propio de la Escuela histórico-cultural. Sin embargo, estos trabajos pioneros no fueron
continuados sino hasta mediados de la década de 1990, cuando se establecieron algunas hipótesis en
torno a la prehistoria de esta región, mediante el análisis de los materiales recuperados (Mera y Adán
2000, Adán et al. 2001, Velásquez y Adán 2002, Adán et al. 2004, Mera y García 2004, García 2005,
García y Mera 2006, Mera 2006, Adán et al. 2007). Las propuestas se centran en torno a la adaptación
humana al bosque y el énfasis de estos grupos en las actividades de recolección. A partir de estos trabajos,
se ha definido el concepto de Tradición Arqueológica de Bosques Templados, asignando este modo de
vida a los grupos Pitrén (entre 1600 y 900 años a.p.) y a los cazadores-recolectores (entre 10000 y 2000
años a.p.). En cuanto a la vinculación de estas dos épocas, se afirma que las poblaciones Pitrén se basan
en experiencias previas de los grupos que habitaron estos medios boscosos y lacustres precordilleranos,
las cuales se constituirían en un período Arcaico aún no definido para esta zona (Aldunate 1989, 1996).
En los trabajos revisados, se nota un énfasis en el tema de la adaptación, subordinando la cultura al
medio ambiente, negándole un papel activo a la primera (ver Gnecco 2003).

Otros antecedentes importantes son los estudios etnoarqueológicos en la zona Sur (Dillehay y Gordon
1977, Dillehay 1986, 1992, 2003). En estas investigaciones se reflexiona analíticamente el contenido y
significado de algunos artefactos, tales como vasos antropo, zoo y ornitomorfos. Arqueológicamente,
estos objetos extraordinarios habían sido interpretados como de uso ritual, incluso cuando se recurre a la

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etnografía para su interpretación, designándolos como artefactos esotéricos. La etnografía –entendida de


este modo- provee de un piso importante, puesto que permite interpretar la función y posible significado
de artefactos a partir de su uso actual, permitiendo anticipar la ubicación de esos objetos. Esto es de vital
importancia para la arqueología, ya que abre un espectro más amplio, no limitado exclusivamente a lo
material, sino que incluyendo el aspecto social que se refleja en ello (Dillehay 1992).

Las fuentes etnohistóricas y etnológicas informan sobre los modos de vida de los mapuche, quienes
subsistían del cultivo de papas, maíz, porotos y quínoa, principalmente. Aunque tenían como sustento
principal la caza y la recolección, especialmente de los recursos marinos y del bosque (p.e. pewén)
(Góngora y Marmolejo 1862 [1575], Mariño de Lovera 1865 [1595], Guevara 1925, Medina 1952
[1882], Faron 1969, Vivar 1987 [1561], Aldunate 1989, 1996). Si bien se han producido cambios
propios del contacto con una cultura ajena como lo es la Occidental, la estructura social de este pueblo
no se ha visto mayormente afectada (p.e. patrilocalidad, sociedad no jerarquizada). Los mapuche no se
están aculturando con la sociedad chilena, puesto que los cambios dentro de sus instituciones, si bien
son consecuencia del contacto, no apuntan hacia una transformación en instituciones tales como las de
la sociedad mayor, sino que mantienen las tradiciones que se dieron en el pasado (Faron 1969).

III. MARCO TEÓRICO-METODOLÓGICO


Binford (1980, 1983) plantea la necesidad de implementar el enfoque etnoarqueológico como uno de
los pasos principales para interpretar las evidencias materiales con las que trabajan los arqueólogos. Esto
quiere decir que el registro arqueológico es estático, ya que es un objeto encontrado en la actualidad y
para descifrar este objeto estático se debe recurrir a las conductas de las poblaciones actuales, que son
dinámicas. Situándose en este último punto, son factibles de apreciar las condiciones que permitieron la
producción de la cultura material, ya que esto da el contenido que nos va a decir cómo fueron usados los
materiales en el pasado.

Lo anterior implica que antes de interpretar un depósito material, es necesario conocer e identificar los
agentes que generaron ese depósito, lo cual es posible de hacer por medio de la observación etnográfica.
Es así que ante problemas de carácter evolutivo -propios de la arqueología- se acudía a sistemas más
o menos estáticos para explicarlos, por lo que se demuestra la teoría general sin mayores problemas
-puesto que es un ejercicio tautológico. De esta manera, se propone acudir a la Teoría de Alcance Medio
para solucionar este inconveniente, es decir, continuar haciendo observaciones etnográficas para, a partir
de ellas, desarrollar métodos de inferencia confiables para responder preguntas propias de la arqueología
(Binford 1983).

Contrario a este planteamiento, Hodder (1988) piensa que la Teoría de Alcance Medio no es
independiente del contexto cultural, ya que hay que mirar al interior de los acontecimientos. Para él, la
etnoarqueología debe incorporar estudios desde el interior y desde el contexto histórico particular del
lugar donde se haga arqueología.

Es así que en la presente investigación se trabajó bajo la mirada particularista, por un lado, ya que
se considera a los mapuche en su contexto histórico, tomando en consideración tanto trabajos
arqueológicos como etnográficos. Por otro lado, el enfoque materialista y funcionalista es válido para el
caso de estudio, debido a que es fundamental considerar a los yacimientos enmarcados en un sistema
que abarca distintas actividades y funciones. Para llegar a vislumbrar al sistema en funcionamiento es
necesario, primero, reconocer para qué se usó cada uno de los yacimientos y luego poder relacionarlos
entre sí (Binford 1983).

Metodológicamente, se recopilaron antecedentes tanto arqueológicos como etnográficos sobre el uso de


sitios de aleros en las márgenes del lago Calafquén. El trabajo de campo consistió en entrevistas con la
gente que hoy en día usa los aleros, los cuales también fueron registrados en una ficha-tipo que sirvió
para conocer las características naturales y culturales de estos refugios.

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Oscar Salvador Toro Bardeci Universidad Internacional SEK

El área de estudio fue dividida operativamente en tres núcleos. Los criterios que se siguieron para realizar
esta separación fueron, en primer lugar, ordenar el trabajo de campo para aprovechar de la mejor manera
posible el tiempo disponible en terreno. Y segundo, considerar que de esta forma se iban abarcando
todos los sitios que se querían visitar, aprovechando al máximo posible tanto los asentamientos actuales
como los aleros que se encontraban dentro de un radio de distancia más o menos cercano.

Esta investigación se complementó con las interpretaciones arqueológicas ya efectuadas en la totalidad


de los sitios analizados (García 2005, García y Mera 2005 y Mera 2006), siguiendo como modelo el
trabajo desarrollado por Galanidou (2000), en el cual se aborda el tema de la ocupación de sitios de
cuevas y aleros por parte de grupos forrajeros actuales, contrastando esta información con las evidencias
arqueológicas de los períodos Paleolítico y Mesolítico en el hemisferio sur. Este es un aspecto no
indagado a profundidad hasta el momento en la zona Centro-Sur de Chile, por lo que mediante la
conjugación de las interpretaciones arqueológicas ya realizadas y del trabajo etnográfico, se pretende
sentar un precedente que tiene buenas perspectivas de seguir siendo utilizado.

Por otra parte, se consideran las limitantes espaciales para realizar ciertas actividades dentro de un lugar
delimitado como son los aleros, con lo cual se puede tener un espectro limitado de tareas que se lleven a
cabo en ellos, pudiendo llegar a retrodecir cuáles fueron (Binford 1983).

Poniendo en práctica este modelo metodológico, en el cual se aúnan las interpretaciones a partir de lo
material y las versiones de las actuales comunidades indígenas, es posible tener una visión más holística
y acabada acerca del uso de los aleros por parte de las poblaciones que en el pasado habitaron los mismos
territorios. Esta es la dirección metodológica que se pretende comenzar a aplicar en los sitios de cuevas
y aleros de la zona Sur de Chile, constituyéndose en el principal aporte que puede significar este tipo de
trabajos.

IV. RESULTADOS YANÁLISIS


Se presenta la información ordenada de acuerdo a los tres núcleos en los que se operacionalizó el trabajo
en terreno, con el fin de exponerla de la manera más clara posible (ver tabla 1).

Núcleo Challupén
Rinconada de Challupén: sitio con evidencia material del Alfarero Tardío. En cuanto a la ocupación
actual de este sitio, obtuvimos información que dice que el alero casi no se usa, pero antes se guardaba
pasto en su interior, hasta la construcción del galpón. A veces el lugar es aseado, lo que se nota en la
entrada despejada que tiene el sitio.

Punulef-1a y c: se presentan en conjunto por tratarse de un mismo complejo de aleros, a los cuales se
agrega Punulef-1b, pero que no fue registrado por considerarse como no apto para realizar actividades
humanas en su interior, debido a su alta humedad y pequeñas dimensiones. En cuanto a los resultados
arqueológicos que arrojaron los aleros considerados, el “a” no registró restos culturales en las excavaciones,
mientras que en el “c” se encontraron restos de fogones asociados a unos pocos fragmentos cerámicos, lo
cual Mera (2006) atribuye a los monos de carbón, que consisten en acumulaciones de fogones que se hacen
con el objetivo de producir carbones para ser comercializados. La adscripción cultural, por tanto, que
se le da al alero “c” es mapuche-histórico. En cuanto a la información sobre su uso actual, se tiene que
el alero “a” no se ocupa, mientras que en el “c” vivió un hombre durante un año, hace aproximadamente
diez años atrás. El hombre trabajaba en la madera cerca del lugar y sólo iba allí a dormir. Hacía el fogón
en un costado del alero, donde se constató que era apto para eso, ya que en ese lugar no caía agua.
También dijo que se había construido una especie de cerco, del cual todavía se conserva la estaca a la
entrada del alero (ver figura. Para corroborar esta información, se acude a un ejemplo tomado desde
Faron (1969) en una comunidad mapuche llamada Alonqueo, al sureste de Temuco. Señala Faron que
los mapuche trasladan madera para comercializarla en los pueblos, la que venden a los chilenos tanto
del campo como de la ciudad. Esto es similar a la actividad que realizaba el hombre que habitó el sitio
hace unos diez años. En tanto, también se pueden confirmar los datos acerca de los monos de carbón que

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refiere Mera (2006), ya que se menciona que son fabricados para utilizarse en la agricultura: “estos troncos
y tocones son convertidos en carbón por algunos mapuche, volviéndose una industria que es bien recibida para
completar la agricultura en las áreas boscosas de la Araucanía” (Faron 1969:45).

Curilef-1: la información arqueológica indica que el sitio habría sido ocupado durante el período
Alfarero Tardío y subactual, debido a la presencia de cerámica blanca engobada y restos de vidrio,
asociados a fogones (Mera 2006). La información etnográfica que se recabó en terreno indica que el
alero se ocupa para llevar los animales en época de lluvia, como una especie de galpón. Por eso están las
estructuras de maderas que se observaron en el registro arqueológico (ver figura 2). Allí se les deja agua
casi permanentemente a los animales. Otro dato relevante es que nuestro informante tuvo que cambiar
de lugar de residencia permanente cuando el volcán Villarrica hizo erupción por última vez (1971). La
casa quedaba más cerca del alero de lo que está ahora y que se vieron obligados a cambiar, ya que la lava
secó el estero que pasaba cerca de su hogar, por lo que se deduce que en algún momento hubo un estero
cerca del alero. También informó que habían sacado vasijas, hachas y otras cosas que dejó ahí mismo,
excepto unas piedras de moler, las cuales ocupa actualmente, con las manos respectivas. Finalmente, dijo
que él mismo se metía al alero cuando lo “pillaba” la lluvia y que a veces hacía fuego, pero no especificó
dónde, sólo dijo que los “antiguos” lo hacían.

Núcleo Pucura
Ñilfe: se adscribe temporalmente al Alfarero Temprano. Las evidencias que se tienen para adjudicar
la temporalidad son dos fragmentos cerámicos de espesor mediano, uno de los cuales presenta pulido
exterior y alisado interior, de color anaranjado y el otro presenta pulido tanto exterior como interior
y es de color negro. La información etnográfica fue otorgada por la señora Rosa, esposa de don José
Marifilo, dueño del terreno donde se encuentra el alero. Ella contó que “casa de los antiguos esa, mapuche
antiguo” (sic). La señora Rosa dice que puede ser cementerio de los abuelos, porque vivían en la casa de
piedra, además que habían sacado muchas cosas de ahí (cantaritos de distintos tipos). En cuanto al uso
actual, ellos no la ocupan.

Marifilo-1: las evidencias apuntan a que el sitio estuvo ocupado en el Arcaico Temprano y Medio en
un primer momento y luego en el Alfarero Tardío. Interesante es recalcar la presencia de un entierro
de infante (García 2005), ya que advierte que esta clase de sitios puede utilizarse como espacios de
cementerios. En cuanto a la etnografía de este sitio, se conversó con la señora Lucy esposa de Ernesto
Marifilo, quien es el dueño del terreno donde se halla el alero y ella contó que antes se ocupaba
como galpón, donde tenían un cerquito que aún se aprecia, para que no se escaparan los animales.
Esporádicamente van los animales todavía en la actualidad (p.e. caballos). Además, el alero protege
muy bien del viento y las bestias ya se acostumbraron porque ahí siempre se les pone pasto, aunque no
permanentemente y se les dejaba en el suelo. Agua no se les deja, ya que toman del canal que corre cerca.
Con respecto al lugar de residencia permanente, dice que hace seis años que viven donde están ahora,
que antes los padres de Ernesto vivían un poco más abajo, donde actualmente hay un invernadero.

Loncoñanco-1 y 2: datado en el Arcaico Temprano, Medio y Tardío (3500 años a.p.) y en el Alfarero
Tardío y correspondería a un sitio habitacional (García 2005). Este alero es ocupado actualmente
como galpón para los animales, sobre todo en invierno, que es cuando más llueve. Allí les dejan pasto
y el agua la sacan de un estero aledaño al alero. Como se percibe a simple vista, no existen estructuras
especialmente construidas, solamente se aprovecha el reparo natural que brinda la casa de piedra (ver
figura 3).

Núcleo Coñaripe
Puente Seco: podría corresponder al Alfarero Tardío. Las únicas evidencias que se encontraron fueron
restos de fogones y algunos óseos (costillas, escápula, cráneo de ave y diplodon quemado). Entre la
información etnográfica se rescata que lo ocupaban como galpón, pero actualmente no, puesto que
se construyó uno al lado de la casa. Llevaban a los animales y los alimentaban con pasto, además de
ponerles varillas a modo de rejas (que ya no se observan). Se encontraron fragmentos de cantaritos.

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Oscar Salvador Toro Bardeci Universidad Internacional SEK

Doña Seferina no va al alero principalmente por miedo al “león” (puma), porque dice que puede estar
ahí descansando.

Casa de Lata: identificados en Mera (2006) como uno solo, pero que fueron fichamos como dos
por separado (sectores a y b). Sin embargo, este hecho no es muy relevante puesto que no presentan
evidencias arqueológicas. Se observaron unos materiales subactuales en superficie, tales como trozos
de diario y algunos rasgos estructurales como troncos a modo de bancas (ver figura 4). Es importante
resaltar que estos aleros solamente pudieron ser registrados arqueológicamente y sin informantes para
la parte etnográfica.

Los Resfalines-1: presenta evidencias que permite clasificarlo cronológicamente en el Arcaico Tardío
(fechado en 2200 años a.p.) y en el Alfarero Tardío. Lo interesante de este alero es que podría tratarse
de un taller lítico, lo cual es un hecho importante puesto que es otra de las actividades que pudieron
haberse realizado dentro de esta clase de sitios (García y Mera 2006). Es por ello que hay que considerar
esta variable al momento de realizar la interpretación de estos refugios naturales, ya que las actividades
que pueden realizarse en ellos son variadas. Lamentablemente este alero aún no cuenta con informante,
por lo que la data etnográfica deberá quedar pendiente para otro estudio.

La tabla 2 resume los datos recabados en terreno y considera algunas de las variables incluidas en la
ficha elaborada para el registro de los sitios de alero. Se ha estimado la inclusión de factores tales como
recursos, área cubierta, rasgos estructurales, adscripción temporal, transformaciones, distancia a los
asentamientos y uso actual, ya que serían las más determinantes al momento de decidir la utilización de
estos sitios y no otros disponibles en la región.

Se pretende visualizar una posible asociación estadística simple entre estas variables, con el fin de poner
en relieve el cuerpo de data que se pudo recabar durante el trabajo de campo, advirtiendo que se trata de
frecuencias relativas. Esto para estipular si existen una o más variables que influyen de manera decisiva
en la ocupación de los sitios y su uso actual, para posteriormente especular con la influencia de algunos
de estos factores en el pasado.

Lo primero que se observó es el uso actual que reportaron los informantes. Es así que el 50% de los aleros
(N=5) se usa como galpón para animales. Es preciso aclarar que se incluye un sitio que fue declarado en
su uso actual como lugar para guardar pasto, ya que se considera que un galpón también cumple con la
función de guardar alimento para animales, además de a ellos mismos.

En el 20% de los aleros (N=2) no se reportó un uso actual de los mismos, mientras que en un 10% de
los sitios (N=1) se informó que fue ocupado como habitación por un hombre. Finalmente, en el 20%
restante (N=2) no se pudo obtener data etnográfica debido a la ausencia de informantes.

Desglosando la información resumida en la tabla 2 y centrándose en los aleros que fueron reportados
con un uso actual como galpón, se puede decir lo siguiente. En la variable recursos, vemos que en el
80% de los casos (N=4), tanto el bosque como el lago y los cursos de agua se constituyen en potenciales
fuentes de obtención de recursos, ya que se observaron aledaños a los aleros registrados. En tanto que
el recurso bosque lo hallamos presente en los sitios Rinconada de Challupén, Curilef-1, Marifilo-1 y
Loncoñanco-1 y 2; el lago y los cursos de agua se presentan en Curilef-1, Marifilo-1, Loncoñanco-1 y
2 y Puente Seco.

La variable área cubierta en los sitios usados actualmente como galpón indica que los cinco aleros tienen
en promedio una superficie de 38,2 m². Estas medidas se reparten con el 60% de los reparos (N=3) entre
26,4 y 29,6 m², los cuales son Curilef-1, Puente Seco y Marifilo-1, en orden creciente. El otro 40%
(N=2) son los aleros Loncoñanco-1 y 2 y Rinconada de Challupén, con medidas de 50,4 y 55,8 m²,
respectivamente.

En cuanto a los rasgos estructurales, solamente en el 40% de los sitios (N=2) se aprecian modificaciones
ejecutadas por los seres humanos. En Rinconada de Challupén se registró una piedra con su superficie
pulida, lo que se podría atribuir a procesos antrópicos, por las características presentadas en la roca, tales

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Universidad Internacional SEK Revista Werkén (13): 231-246

como que sólo un lado se encontraba pulido y que era transportable, es decir, posiblemente había sido
puesta allí a propósito. El otro alero de ocupación actual como galpón y que presenta rasgos estructurales
es Curilef-1, con unos maderos dispuestos para que cumplan las funciones de banca y bebedero. Con
respecto al 60% restante de los aleros (N=3), en dos de ellos (Marifilo-1 y Loncoñanco-1 y 2) solamente
se aprecian rasgos estructurales que corresponden a trabajos de excavaciones de años anteriores, mientras
que en Puente Seco simplemente no se observaron rasgos estructurales.

Con respecto a la adscripción temporal, en el 100% de los aleros (N=5) se presentan evidencias del
período Alfarero Tardío (Mera 2006). En el 40% de los sitios (N=2) se tienen evidencias de una
adscripción cronológica al período Arcaico en general (García 2005, García y Mera 2006), representados
por Marifilo-1 y Loncoñanco-1 y 2. Finalmente, en el 20% de los casos (N=1) existen evidencias de
restos del período mapuche-histórico en el alero Curilef-1 (Mera 2006).

Las transformaciones que se aprecian en los sitios relevados son dominadas por los derrumbes provocados
por temblores, muy frecuentes en esta zona del país. Esta característica la presentan el 60% de los
reparos con ocupación actual como galpón (N=3) y son Rinconada de Challupén, Curilef-1 y Puente
Seco. En el otro 40% de los sitios (N=2) aparecen como transformaciones la intrusión de zarzamoras (o
“murra”) dentro de la superficie cubierta por los aleros, los cuales son Marifilo-1 y Loncoñanco-1 y 2.

La última variable considerada es la de la distancia de los reparos con respecto a los lugares de
asentamientos actuales de las familias entrevistadas. Entre 300 y 500 metros se encuentran al 60% de
los sitios (N=3), los cuales son Puente Seco, Marifilo-1 y Loncoñanco-1 y 2, en orden creciente. El
20% (N=1) está aproximadamente a 1-1,5 kilómetros, mientras que el otro 20% (N=1) se halla a 3
kilómetros de los asentamientos actuales. Los sitios referidos son Curilef-1 y Rinconada de Challupén,
respectivamente.

Con respecto a los aleros que fueron registrados etnográficamente sin uso actual, se tiene que en la
variable recursos en el 100% de los casos (N=2) el bosque y el río están presentes como potenciales
lugares de captación de recursos, aledaños a los sitios Punulef-1a y Ñilfe. En el área cubierta, Punulef-
1a tiene 21,6 m² y Ñilfe posee una superficie cubierta de 47 m².

Los rasgos estructurales de ambos sitios registrados sin uso actual son mínimos, donde solamente
se cuenta una piedra sin uso aparente fichada para el alero Punulef-1a, mientras que en Ñilfe no se
observaron estructuras sobresalientes.

La adscripción temporal de los aleros es solamente posible de determinar en Ñilfe, el cual presenta
restos del período Alfarero Temprano, mientras que Punulef-1a no presentó restos culturales (Mera
2006).

En cuanto a las transformaciones, nuevamente se aprecia que en el 100% de los casos (N=2) fueron
provocadas por temblores, abriendo grietas en los muros y causando derrumbes.

La distancia de los aleros con respecto a los asentamientos actuales, indica que ambos reparos se ubican
relativamente cerca de aquellos. En el caso de Punulef-1a la distancia es de 200 metros, mientras que
para Ñilfe es de aproximadamente 500 metros a los asentamientos actuales más cercanos.

Como ya está dicho, en el 20% de los casos registrados no fue posible contar con informantes por lo que
no fue posible conocer el uso actual que se les dan a los aleros. Estos casos son los de Casa de Lata y Los
Resfalines-1.

Sin embargo, para el resto de los factores es posible hacer un desglose. La variable recursos coincide en
un 100% de los sitios (N=2) con el lago como potencial de obtención de recursos en un área cercana
a los aleros. Con respecto al área cubierta, Casa de Lata prácticamente dobla en este sentido a Los
Resfalines-1, con medidas de 34 y 17,6 m², respectivamente.

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Oscar Salvador Toro Bardeci Universidad Internacional SEK

Como rasgos estructurales, solamente se observó un madero dispuesto como banca dentro del alero
Casa de Lata, mientras que en Los Resfalines-1 no se observaron materiales con estas características.
En cuanto a la adscripción temporal, Los Resfalines-1 presenta materiales del Arcaico Medio y Alfarero
Tardío (García y Mera 2006), mientras que Casa de Lata no fue posible adscribirlo cronológicamente,
debido a la ausencia de materiales en excavación (Mera 2006).

Las transformaciones sufridas por los aleros referidos son distintas para ambos casos. Por un lado, en Casa
de Lata se observa una gran roca al medio del alero, lo cual llevó a registrar este sitio con dos sectores,
además de grietas en la muralla del fondo. Por otro lado, en Los Resfalines-1 se aprecian transformaciones
que son árboles y raíces que están invadiendo el espacio interior de este reparo.

Ambos aleros se encuentran a una distancia similar con respecto a los asentamientos actuales, ya que
Casa de Lata está a 400 metros y Los Resfalines-1 se encuentra a 300 metros de un grupo de casas que
se halla a orillas de la actual carretera que conecta los balnearios de Likanray y Coñaripe.

Finalmente, en un solo caso del total de aleros registrados para la presente investigación, se nos informó
acerca de un hombre que lo habitó durante un año, en el sitio Punulef-1c. Las características observadas
en el registro arqueológico se presentan a continuación.

Los potenciales recursos alrededor del sitio son bosque y un río actualmente seco. Tiene un área cubierta
de 14,5 m², unos rasgos estructurales de maderos que cumplen la función de poste y banca. Además, se
adscribe temporalmente al tiempo mapuche-histórico (Mera 2006), no se observan transformaciones y
se encuentra a 200 metros de los asentamientos actuales.

V. DISCUSIÓN
Si sumamos los aleros que fueron informados con uso subactual, tenemos que el 60% de ellos (N=6)
presentan tal condición. A los cinco que se utilizan como galpón se le adiciona el que fue reportado
como utilizado por un hombre. Se considerarán en conjunto para sacar en limpio algunas conclusiones
que permitan generar una discusión.

Los potenciales sectores de captación de recursos alrededor de los seis aleros son el bosque, lago y cursos
de agua que se encuentran en las cercanías de los sitios relevados. Con respecto al área cubierta dentro
de los reparos, vemos una notable diferencia entre los aleros con uso actual como galpón y el sitio donde
vivió un hombre, siendo este último mucho más pequeño que los anteriores. El promedio de los cinco
galpones supera por más del doble a la habitación (38,2 versus 14,5 m²).

Solamente en el 50% de estos aleros (N=3) se aprecian rasgos estructurales y en Curilef-1 y Punulef-1c
estas presencias son evidentes, mientras que en Rinconada de Challupén la observación de una roca
aparentemente pulida se toma como rasgo estructural. Es decir, materialmente no se observan indicios
claros del uso actual de estos reparos.

La adscripción temporal es otro punto que genera coincidencia entre los seis aleros analizados, ya que el
100% de ellos se enmarca en temporalidades tardías (Alfarero Tardío y mapuche-histórico). Además, el
Arcaico se encuentra en el 33% de los casos (N=2), por lo que una comparación estadística entre el uso
actual y la ocupación arqueológica sería más débil.

En cuanto a las transformaciones, el factor más relevante es el que provocan los temblores, con
consecuencias como grietas en los muros, derrumbes desde las paredes de los aleros y caídas de algunos
árboles, generalmente desde el techo de los reparos. Esto ocurre en el 67% de los casos (N=4). En
tanto que otras transformaciones observadas son las intromisiones de zarzamoras o “murra” hacia el
área cubierta en el 33% de los aleros (N=2). Este factor es importante al momento de decidir qué
reparos rocosos ocupar, de preferencia los que presenten transformaciones que no impidan el desarrollo
de actividades al interior de los mismos.

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Universidad Internacional SEK Revista Werkén (13): 231-246

Además, se puede ver que los sitios se hallan a una distancia inferior a un kilómetro de los asentamientos
actuales en el 83,3% de los aleros (N=5). Esto indica que los reparos que se prefieren se destacan por su
cercanía a los sitios residenciales de la población actual.

Sin embargo, no es posible dejar fuera de esta discusión los sitios que no fueron reportados en su uso
como galpones ni habitaciones, puesto que la información contenida en ellos va a permitir contrastar y
especular con las posibles razones de porqué no se utilizaron de la misma forma que los otros.

Sobre un total de cuatro casos (40% del total de los sitios relevados), el 50% (N=2) están rodeados por los
recursos bosque y cursos de agua. Estos aleros son Punulef-1a y Ñilfe. En la otra mitad de los casos, el
recurso más inmediato a los reparos es el lago. Los sitios referidos son Casa de Lata y Los Resfalines-1.
Es debido a esta distribución equitativa de los potenciales lugares de obtención de recursos que no se
puede afirmar nada concluyente, excepto que se mantienen dentro del marco que otorga naturalmente
el entorno en el cual se emplazan los aleros.

Las áreas cubiertas tienen un rango que va entre 17,6 y 47 m², no existiendo patrón alguno que las
ordene de alguna manera coherente, por lo que tampoco es posible afirmar nada concluyente acerca de
esta variable.

Los rasgos estructurales son esquivos y solamente se encuentran en el 50% de los casos (N=2), mediante
la presencia de una piedra en Punulef-1a y un madero cumpliendo la función de banca en Casa de Lata
(ver figura 4). Nuevamente se constata que materialmente no existen evidencias materiales claras que
permitan deducir el modo de ocupación de los aleros en la actualidad.

La adscripción temporal tampoco ayuda a sacar en limpio conclusiones, ya que sólo en el 50% de los
casos (N=2) se pudieron obtener materiales que permitieran hacer una cronología de los sitios. Éstos son
Ñilfe, con correspondencia al Alfarero Temprano y Los Resfalines-1 adscrito tanto al Arcaico Medio
como al Alfarero Tardío. Por cierto que estos distintos períodos nos permiten decir que los aleros fueron
ocupados durante larga parte de la secuencia histórica de la zona.

Las transformaciones coinciden, al igual que para los aleros discutidos más arriba, en que son provocadas
por temblores y que causan grietas en los muros, caídas de rocas desde las paredes y derrumbes de
árboles desde el techo de los reparos rocosos. En el caso de estos aleros podría afirmarse que no son
ocupados actualmente por esta causa, pero se debe tener cuidado ya que para el caso de los sitios con
ocupación actual efectiva, estas transformaciones también se encontraban presentes y no obstante sí son
utilizados.

En cuanto a la distancia a asentamientos actuales, vemos que el 100% de los casos (N=4) se encuentra
entre los 200 y 500 metros. Esto amerita una reflexión, puesto que a pesar de encontrarse relativamente
cerca de los asentamientos actuales, no son ocupados efectivamente. Más abajo se discutirá este punto.

VI. CONCLUSIÓN
Haciendo una revisión global de la información recabada en cada uno de los sitios trabajados, es posible
proponer un sistema de uso actual de los aleros el que, no obstante, está en franca decadencia debido
principalmente a la adopción de nuevas tecnologías y a la pérdida de formas de vida indígena puras en el
área de estudio (ver Faron 1969, Dillehay 1990). Los reparos rocosos fueron utilizados con el propósito
de llevar y guardar tanto animales como alimentos (p.e. pasto) en ellos, aunque en la actualidad sólo se
hace esta actividad, principalmente, cuando las condiciones climáticas son malas. Esto porque lo que se
hace hoy en día para proteger a las bestias es guardarlas en los corrales de zinc y madera que en todos
los casos registrados se encuentran a un costado de los asentamientos humanos. Se concluye entonces
que los aleros estudiados de la región del lago Calafquén se han convertido en galpones, pasando de
ser lugares donde los humanos habitaban a ser sitios en los que las ocupaciones de grupos humanos se
reducen a uno o dos individuos que acarrean a los animales.

239
Oscar Salvador Toro Bardeci Universidad Internacional SEK

Sumado a lo anterior, es posible encontrar una recurrencia en la forma de ocupar los espacios de los
aleros, a pesar de las evidentes diferencias entre las actividades realizadas por parte de los grupos
arqueológicamente registrados y los actuales, a las que ya se ha hecho alusión. Si bien teóricamente
existen muchas formas de disponer de un mismo espacio (Galanidou 2000), se piensa que es factible
retrodecir comportamientos al interior de los aleros (Binford 1978, 1983).

Como se puede ver, las actividades que se efectúan en los aleros pueden cambiar a través de los años
y dependen de las necesidades y modos de vida de las poblaciones que los ocupan, pero debido a la
restricción espacial que presentan este tipo de sitios es factible que los lugares mantengan una disposición
cultural similar a la que los arqueólogos han determinado por medio del registro material (ver Straus
1979, García 2004). Es por este motivo que al realizar un trabajo etnoarqueológico como el presente,
es posible plantear modos de ocupación de cuevas y aleros en el pasado, siempre teniendo como apoyo
los restos culturales que proporcionan las excavaciones. El aporte que pretende hacer esta investigación
gira en torno a que urge la necesidad de acudir a la información etnográfica para aumentar nuestro
conocimiento acerca de la realidad prehistórica, otorgándole dinamismo a la materialidad estática con
que nos encontramos en las excavaciones.

De acuerdo al análisis realizado, si se consideran la totalidad de los sitios registrados etnoarqueológicamente


en la presente investigación, se puede ver que existe una coincidencia en algunos aspectos, tales como
la accesibilidad a recursos, la corta distancia a los asentamientos permanentes actuales y los variables
tamaños del área del interior de los reparos. Esto se podría explicar dos razones, a saber: (1) la falta de
informantes en un par de casos (Casa de Lata y Los Resfalines-1); y (2) la data poco detallada por parte
de los sujetos entrevistados en los otros dos casos faltantes (Punulef-1a y Ñilfe).

La primera razón señalada lleva a suponer que de haber habido informantes para esos aleros, se podría
haber accedido a información acerca del uso actual. Sin embargo, de todas maneras y gracias a la
observación arqueológica de los reparos, se advirtió que éstos son utilizados de una manera distinta a la
mayoría de los sitios analizados. En Casa de Lata se aprecia un madero dispuesto a modo de banca al
interior del sitio, por lo se deduce que hay personas que acuden a él y se sientan en este madero. Debido
a que el alero se encuentra al interior de un recinto privado y que existe un sendero que conduce hasta
él, es lógico suponer que la gente va allí a pasear. En tanto, el sector de Los Resfalines es conocido en la
zona por ser un sector de juego para los niños, ya que existen unas formaciones naturales que semejan
unos resfalines, labrados en las rocas, debido a la acción de las lavas volcánicas. Este dato permite
especular con que Los Resfalines-1 sea ocupado actualmente como zona de juego.

La otra razón es sustentada por la observación de un hecho bastante particular en Ñilfe. Cuando se
realizó la visita al sitio, se reparó en la presencia de un grupo de ovejas en su interior, justamente cuando
las condiciones del tiempo eran bastante malas (lluvia). Esto hace suponer que alguien les enseñó a estos
animales a ocupar el reparo en estos casos. Es decir, posiblemente Ñilfe también se ocupe actualmente
con la funcionalidad de galpón.

Sobre la base de lo expuesto, se puede concluir que algunas variables están incidiendo más que otras a
la hora de elegir un abrigo rocoso para su uso. Los potenciales sectores de captación de recursos y la
distancia a los asentamientos permanentes son los factores que más peso estadístico relativo presentan.
Siguiendo en la escala de variables que presentan incidencia en la ocupación actual de los aleros, se
observa que el área cubierta indica que para los galpones la superficie ocupable es mayor en todos los
casos con respecto al que se registró como habitacional. Es así, que se infiere que el tamaño se relaciona
directamente con la función que cumplen los reparos, pues para un galpón se necesita un área más
grande que para la habitación de un hombre.

Las demás variables inciden de manera menos decisiva que las anteriores. En cuanto a la cronología,
tiende a evidenciarse una ocupación arqueológica más bien tardía. Sin embargo, existen algunos sitios
tales como Marifilo-1, Loncoñanco-1 y 2 y Los Resfalines-1 que presentan un sustrato Arcaico. Los
rasgos estructurales no son observables en todos los casos, por lo cual se deduce que las estructuras
no son indicadores unívocos acerca de la ocupación y función de todos los sitios. Con respecto a las

240
Universidad Internacional SEK Revista Werkén (13): 231-246

transformaciones, dado que en la mayoría de los casos son provocadas por temblores -muy comunes
especialmente en esta zona de actividad volcánica- aparentemente no son un factor importante al
momento de decidir la ocupación de un alero determinado.

Por lo tanto, las características principales de los sitios de aleros en la cuenca del lago Calafquén, son
un uso actual como galpones, tanto para guardar animales como pasto, con un uso recurrente, pero que
no deja rastros materiales tan claros. Se utilizan aleros cercanos a los asentamientos permanentes, no
importando mayormente las transformaciones sufridas por procesos de formación de sitio. En cuanto a
su cercanía a probables lugares de captación de recursos, podemos decir que esta variable está altamente
representada debido a las características naturales del entorno, por lo que no es una variable que sea
discriminatoria al momento de escoger un alero.

Es posible aportar, desde el punto de vista teórico, a la ocupación de los aleros en la época de transición
entre los períodos Arcaico y Formativo en la región del Calafquén. Como se ha visto, hasta el momento
las interpretaciones que se han realizado en torno a los modos de vida de las poblaciones cazadoras
recolectoras y alfareras de esta zona giran en torno a la disponibilidad de recursos y a la forma de
aprovecharlos (ver Adán et al. 2001, 2004, 2007, García 2005). Por medio de este trabajo, se han
introducido nuevas variables con respecto a los motivos y modos de ocupación de los reparos rocosos,
incorporando a la funcionalidad que cumplen los sitios, la cercanía a asentamientos actuales y el área
cubierta de los aleros, como dos factores claves para la satisfacción de la función principal.

La propuesta es entonces que, de manera similar a lo que se observa en la actualidad, los ocupantes
de los sitios estudiados durante la transición Arcaico-Alfarero, pueden haber accedido a los aleros
por motivos de cercanía a los asentamientos permanentes (sitios “abiertos”) y por las posibilidades de
desplazamientos en su interior.

Muchas interrogantes quedan planteadas a partir de este trabajo, tales como si el modo de propiedad
privada actual tiene repercusiones en la forma de ocupar los aleros o si en la época a la cual se está
extrapolando la información etnográfica, efectivamente todos estos sitios se encontraban disponibles
para el uso humano. Sin embargo, se estima que es necesario continuar explorando esta estrategia
investigativa en sectores donde la población indígena está presente, puesto que la arqueología requiere
de estímulos a partir de la observación de procesos dinámicos con el fin de otorgar significado a los
productos de esa acción en el pasado, es decir, al registro arqueológico (Binford 1980).

Agradecimientos
Esta investigación fue financiada por el proyecto FONDECYT 1060216: Habitando bosques, lagos y volcanes:
comparación de las ocupaciones Arcaico y Alfarero Temprano en los ámbitos cordilleranos Llaima-Lonquimay y
Villarrica-Lanin (39º S), cuyo investigador responsable es Leonor Adán. Agradezco, por tanto, a ella y quienes
forman parte de su equipo de investigación por permitirme desarrollar mi práctica profesional, de la cual es
fruto el presente escrito.

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Figura 1.
Vista interior del sitio Punulef-1c (restos de ocupación subactual en su interior)

Figura 2.
Vista interior del sitio Curilef-1 (nótese los rasgos estructurales del interior)

244
Universidad Internacional SEK Revista Werkén (13): 231-246

Figura 3.
Vista interior del sitio Loncoñanco-1 y 2
(poner atención en la gran cantidad de guano hacia el muro trasero del alero)

Figura 4.
Madero cumpliendo con la función de banca al interior del sitio Casa de Lata

245
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Tabla 1.
Resumen de los sitios registrados en el sector noreste del lago Calafquén.
Nombre del sitio Tipo de sitio Coordenadas GPS Localidad Informante
Rinconada de
Alero con techo amplio UTM N: 5626.951; UTM E: 751.695 Challupén Bajo José Luis Marifilo
Challupén
Punulef-1a Alero abierto y estrecho UTM N: 5626. 314; UTM E: 751.530 Challupén Bajo Constancio Punulef
Punulef-1c Alero pequeño UTM N: 5626.314; UTM E: 751.530 Challupén Bajo Constancio Punulef
Curilef-1 Alero abierto y profundo UTM N: 5624. 352; UTM E: 750.935 Challupén Bajo Reinaldo Curilef
Marifilo-1 Alero estrecho UTM N: 5622. 417; UTM E: 753.115 Pucura Lucy Marifilo
Loncoñanco 1 y 2 Alero alto y estrecho UTM N: 5622.230; UTM E: 753.338 Pucura Carmen Loncoñanco
Ñilfe Alero amplio UTM N: 5623.756; UTM E: 753.481 Pucura José Marifilo
Puente Seco Alero amplio y profundo UTM N: 5618.686; UTM E: 242.380 Puente Seco Seferina Ñanculipe
Casa de Lata
Aleros amplios UTM N: 5617.150; UTM E: 757.200 Coñaripe No hay
(sectores a y b)
Los Resfalines-1 Alero pequeño UTM N: 5616.971; UTM E: 757.577 Coñaripe No hay

Tabla 2.
Principales variables que se consideraron para la presente investigación
Distancia a los
Área
Rasgos Adscripción asentamientos
Sitio Recursos Cubierta Transformaciones Uso actual
estructurales temporal actuales
(en m²)
(en Km)
Derrumbe que provocó Para
Rinconada de
Bosque 55,8 Piedra “pulida” Alfarero Tardío la disminución del área 3 guardar
Challupén
cubierta pasto
Río seco y Sin restos Grietas en los muros por
Punulef-1a 21,6 Piedra 0,2 Sin uso
bosque culturales temblores
Maderos
Hace 10
Río seco y dispuestos Mapuche
Punulef-1c 14,5 No se observa 0,2 años vivió
bosque como “banca” y histórico
un hombre
poste
Maderos
Bosque, lago
dispuestos Grietas en los muros Galpón
y antiguo río Alfarero Tardío;
Curilef-1 26,4 como “banca” y por temblores y árboles 1-1,5 para
(colada de Subactual
“bebedero” de caídos desde arriba animales
volcán)
madera
Arcaico
Galpón
Curso de agua, Estaca de Temprano y
Marifilo-1 29,6 Zarzamora a un costado 0,5 para
bosque y lago madera* Medio; Alfarero
animales
Tardío
Arcaico
Estructura de Árboles caídos y Galpón
Loncoñanco Curso de agua, Temprano,
50,4 madera con zarzamora hasta el 0,5 para
1y2 bosque y lago Medio y Tardío;
patas* interior animales
Alfarero Tardío
Grietas en los muros
Alfarero
Ñilfe Río y bosque 47 No se observan por temblores y piedras 0,5 Sin uso
Temprano
caídas por esta causa
Hendiduras en los muros Galpón
Curso de agua Alfarero Tardío
Puente Seco 28,8 No se observan por temblores y piedras 0,3 para
y lago (probable)
caídas por esta causa animales
Gran roca que divide
Tronco
Casa de Lata Sin restos ambos sectores y una Sin
Lago 34 dispuesto como 0,4
(sectores a y b) culturales grieta en el muro del informante
“banca”
fondo
Árboles y raíces en gran
Los Arcaico Medio; cantidad que están Sin
Lago 17,6 No se observa 0,3
Resfalines-1 Alfarero Tardío invadiendo el espacio informante
interior

*Producto de los trabajos de excavación realizados en el sitio.

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