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IMPLEMENTANDO EL MANEJO AMIGABLE DEL GATO EN LA PRÁCTICA

DIARIA

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Carlos Arturo Rodríguez-Alarcón

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
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 REMEVET May-Jun 2021;5(3):149-154
IMPLEMENTANDO EL MANEJO AMIGABLE DEL GATO EN LA PRÁCTICA DIARIA
Autores
Palabras clave
• Manejo amigable
• Comportamiento,
• Enriquecimiento ambiental
• Manejo del ambiente
• Gatos
INTRODUCCIÓN
Los gatos son mascotas cada vez más populares, sin embargo,
aún van a la zaga de los perros en la atención veterinaria,
pues representan un menor número en las visitas a la clínica.
En numerosas ocasiones durante consulta veterinaria, los
gatos son tratados como perros pequeños más que como otra
especie. Esto representa un error pues como especie tienen
un comportamiento, necesidades y preferencias individuales
específicas, lo que hace imprescindible conocer estos puntos
a la hora de evaluarlos (Goins et al., 2019).
Durante el proceso de atención veterinaria es común que los
gatos presenten estrés, lo que causa ansiedad y frustración no
deseadas tanto al médico veterinario como al propietario. El
reducir la ansiedad felina durante las visitas al veterinario tiene
beneficios para la salud de los gatos al reducir las enfermedades
y comportamientos relacionados con el estrés. Además, esto
Medicina
Ilse Rebeca Limas Talamantes¹
Silvia Sánchez Nicolat²
Carlos Arturo Rodríguez Alarcón³
1 Residente, y 3 Académico de la Especialidad en Medicina y Cirugía en Pequeñas
Especies, Departamento de Ciencias Veterinarias, Universidad Autónoma de Ciudad
Juárez, Cd. Juárez, México.
2 Clínica privada Gosgats. Calle 15 sur no. 110 Centro San Pedro Cholula, México.
Contacto: carrodri@uacj.mx
permite que se lleve a cabo una visita veterinaria más agradable
tanto para para los gatos como para los propietarios. Aunado a
este beneficio, una visita más agradable influye en los dueños
de gatos para que visiten al veterinario con más frecuencia
(Rodan et al., 2011).
Tomando en cuenta esto, en 2006, se lanzó una campaña en el
Reino Unido llamada “Manejo amigable con los gatos”. Esta
fue una iniciativa que se desarrolló a partir del reconocimiento
de que los gatos se habían vuelto más populares que los perros
como mascotas domésticas, sin embargo, no recibían el mismo
nivel de atención veterinaria que los perros (Sparkes y Manley,
2012). La idea de esta campaña es que en la consulta felina se
implante medidas simples para cambiar el entorno de la clínica
y mejorar las técnicas de manejo del gato. Con esto se logra
que las consultas al veterinario sean menos estresantes para
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 Medicina
los gatos y para sus propietarios. La iniciativa también anima
a los veterinarios a educar a los dueños de gatos sobre cómo
mantener a los gatos tranquilos durante un viaje a la clínica
(“JAVMA News”, 2010). Este proceso es amplio y comienza
con la comprensión de la naturaleza de los gatos, entender los
factores impulsan sus comportamientos y cómo reaccionan en
situaciones desafiantes. También incluyen un manejo adecuado
en la clínica veterinaria que quizás requiera adecuaciones en
cuanto a estructura, equipamiento y prácticas de manejo para
adaptar el entorno para que sea mucho más amigable con los
gatos. Asimismo, es fundamental abarcar la educación del
personal y el cambio de actitudes y valores hacia los gatos y
sus propietarios (Sparkes y Manley, 2012).
El manejo amigable con el gato es una práctica que solo
algunos clínicos realizan. Por eso es importante establecer una
guía de esta práctica amigable, pues además de que facilita el
manejo y el servicio brindado a los pacientes felinos, también
genera al propietario una sensación de comodidad y confianza
con el servicio hacia su mascota, lo que hará más probables
consultas subsecuentes.
Al realizar un manejo amigable del gato, los clínicos y sus
pacientes felinos obtendrán grandes beneficios (Cuadro 1).
Cuadro 1. El uso de técnicas de manejo amigables del gato
reduce problemas. Este manejo es más exitoso cuando se
adapta el enfoque a cada gato y situación individual. La meta
de estas pautas es proporcionar información útil para el manejo
de gatos que puede conducir a estos beneficios (Rodan et al.,
2011)
* Reducción del miedo y el dolor del gato.
* El vínculo veterinario-cliente-gato se refuerza
brindando confianza y seguridad y, por lo tanto,
mejor atención médica de por vida para el gato.
* Mejora de la eficiencia, productividad y satis-
facción laboral del equipo veterinario.
* Mayor cumplimiento del cliente.
* Informes oportunos y detección temprana de
problemas médicos y de comportamiento.
* Menos lesiones a los clientes y al equipo vete-
rinario.
* Reducción de la ansiedad del cliente.
Entendiendo el comportamiento
del gato
El proceso de un manejo amigable del gato con la comprensión
de la naturaleza de los gatos, entender cuáles factores impulsan
sus comportamientos y cómo reaccionan en situaciones
desafiantes. A menudo las personas malinterpretan o
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Implementando el manejo amigable del gato en la práctica diaria
desconocen el comportamiento del gato, y es labor del equipo
de la clínica el ensenarles sobre esto. Por lo tanto, lo primero
que se debe establecer es una educación sobre comportamiento
felino al personal de la clínica, para que este a su vez trasmita
su conocimiento al cliente.
Históricamente, los gatos fueron domesticados por su capacidad
para cazar roedores más que por otros rasgos, por lo tanto, no
sufrieron una modificación importante de los comportamientos
innatos. Los gatos al ser cazadores, pero también presas, son
muy sensibles a su entorno y tienen una respuesta de lucha
o huida bien desarrollada (Crowell-Davis et al., 2004). Los
gatos son cazadores solitarios y siempre que es posible evitan
las peleas con otros gatos. Esto lo logran distanciándose y
escondiéndose de otros gatos, por lo tanto, las peleas solo
ocurren como último recurso (Bowen y Heath, 2005)
Los gatos reservan la comunicación entre ellos exclusivamente
para los miembros de su grupo social o colonia. Los gatos
muestran afiliación y mantienen el olor de la colonia al frotarse
contra otro (a menudo malinterpretado por el humano como
una solicitud de comida o afecto) y acicalarse generalmente
en la cabeza y el cuello (Passanisi y MacDonald, 1990)
Transporte de la casa al hospital
Una consulta felina libre de estrés comienza desde el hogar
y el transporte, por lo tanto, es importante invertir un tiempo
para acostumbrar al gato a acudir al hospital para disminuir el
estrés. Se puede trabajar en conjunto con los clientes pueden
para desarrollar estrategias que preparen a los gatos para
tener experiencias positivas que los prepare para las próximas
visitas al veterinario. Si es posible se deberán ensayar visitas
al hospital con recompensas como golosinas y los premios
que más le gusten al gato (Rodan et al., 2011).
El viaje hacía la consulta veterinaria siempre debe ser en una
transportadora, pues esta provee seguridad durante el traslado
tanto para el gato como para el cliente. Además, proporciona
una sensación de seguridad al gato, pues lo percibe como un
escondite. Es importante adaptar a los gatos al uso de las
transportadoras. Esto puede empezarse programando viajes
cortos en el automóvil, especialmente cuando el gato presenta
una edad temprana. Para estimular el uso de la transportadora,
y que el gato entre solo a ella, se pueden utilizar premios,
sus juguetes favoritos y olores reconocidos. También es de
gran utilidad que la transportadora sea una parte más del
mobiliario de la casa, para que así el gato se acostumbre;
pueden usarlo incluso como lugar escondite y descanso si se
acondiciona con ropa de cama suave y hierba para gato desde
que el gato es muy pequeño. Otro punto importante es el evitar
castigar, física o verbalmente, al gato si se rehúsa a usar la
transportadora porque esto puede traer efectos negativos como
agresión redirigida. El objetivo es que los gatos asocien la
transportadora con experiencias positivas y entre de forma
voluntaria. Las trasportadoras deben ser resistentes, de material
que no haga ruido al abrirlo, preferentemente que se divida
en dos partes para poder realizar el examen físico en ellas si
Implementando el manejo amigable del gato en la práctica diaria
el gato no quiere salir. Nunca se debe forzar al gato a salir del
transportador durante la consulta. Es importante considerar
que algunos gatos se sienten ansiosos cuando están cubiertos.
Mientras que a otros les gusta sentirse escondidos y es ideal
cubrir la transportadora con una manta con olor familiar para
el gato (Rodan et al., 2011).
Educación a los clientes
En medida de lo posible se debe intentar que el cliente
acostumbre al gato en el manejo que ocurrirá en el consultorio.
Deberá tocarle las orejas para prepararlo para un examen de
oídos, examinar sus dedos y cojinetes para prepararlos a los
cortes de uñas, abrirle el hocico (y premiarlo con alimento
sabroso) para prepararlo para exámenes orales, administración
de medicamentos y cepillado de dientes. Se debe acostumbrar
al gato al examen físico, para lo cual el cliente deberá palpar
las extremidades y el cuerpo frecuentemente. En un estadio
más avanzado de educación, los clientes podrán aprender a
realizar procedimientos médicos regulares en casa, como la
toma de glucosa en gatos diabéticos (Rodan et al., 2011)
Arribo a la consulta
Educación del personal
Tanto el personal médico como los ayudantes generalmente
pueden malinterpretar el comportamiento de los gatos y su
manera de afrontar el estrés y los conflictos. Por lo tanto,
es primordial educar al equipo de recepción, junto con los
clientes, sobre las características sociales y de comportamiento
específicas del gato. Además, se debe intentar que entiendan
el miedo y el estrés desde la perspectiva del gato, es decir,
“pensar como un gato” (Carney et al., 2012).
Las respuestas de autoprotección de los gatos, normalmente
esenciales para su supervivencia, pueden ser perjudiciales en
el entorno del manejo médico Todo el equipo de la clínica
debe saber reconocer las situaciones que resultan estresantes
para el gato. Entre estas se encuentran los ruidos (teléfonos,
ladridos, puertas, voces fuertes) y olores (olor a perro,
aromatizantes, desinfectantes). Además, el no contar con
jaulas para esconderse, una iluminación intensa y que ocurran
cosas desconocidas o la presencia de personal nuevo estresa
al gato; se tiene que estar consiente que no es posible eliminar
todos estos factores, sin embargo, ciertos factores se pueden
modificar o eliminar (Rodan et al., 2011).
El personal médico, y de recepción si es posible, debe reconocer
el miedo en el paciente felino. Entre estas se encuentran señales
como cambios en la posición de las orejas (orejas hacia atrás),
ojos (pupilas dilatadas y ojos muy abiertos) y la expresión
facial (nariz arrugada, bigotes extendidos). También se debe
observar la postura corporal, la sudoración de las almohadillas
de las patas y el movimiento de la cola (golpeteo constante).
Los gatos temerosos pueden intentar escapar puesto que ese
Medicina
es su instinto, pero si esto no les es posible entonces producen
vocalizaciones o presentan comportamientos agresivos como
rasguñar, morder y atacar. Siempre que esto pase, el personal
debe mantener la calma y tener paciencia. En este punto,
es muy importante evitar la sujeción excesiva y recordar
siempre que durante el manejo de un gato menos, es más,
esto quiere decir que mientras menos personas manipulen al
paciente el estará más tranquilo. y a toda costa se debe evitar
la sujeción de los gatos por la piel del cuello ya que es una
experiencia negativa que los hace sentir que no tienen control
de su entorno. Buscar alternativas para la sujeción facilitara el
manejo y creara un ambiente con menos estrés para el paciente,
se puede implementar el uso de toallas para pacientes muy
nerviosos y si esto no es suficiente incluir sedación o detener
la actividad medica un momento para permitir que el gato se
calme (Carney et al., 2012).
Para que el manejo amigable del gato sea efectivo en la clínica
todos los miembros del equipo deberán estar involucrados.
Algunas personas por naturaleza son más empáticas con los
gatos, capaces de manejarlos de manera tranquila y relajada.
Es común que las personas con estas características tengan
gatos en sus casas (Pereira et al, 2014; Endersby, 2018). Estas
personas pueden ensenar a los demás miembros del equipo
sobre el manejo de los gatos y en todo tiempo deben ser
identificadas por los clientes para una mejor comunicación
por teléfono o internet (Endersby, 2018).
Cualquier método de enriquecimiento ambiental durante la
estadía del gato en el entorno medico debe ser la prioridad
del personal.
Instalaciones
La medicina felina es un área que crece permanentemente
dentro del campo de la medicina veterinaria. Está demostrado
que los propietarios de gatos buscan médicos que entiendan
a los gatos. Estos clientes están buscando personal que pueda
manejar a sus gatos con cuidado y delicadeza, esto se puede
lograr creando espacios amigables para ellos, contando con
un área de espera tranquila, evitando luces intensas, salas de
examinación diseñadas exclusivamente para gatos y jaulas
apropiadas para sus necesidades (Pollard, 2018).
Recepción
En la recepción se debe minimizar el tiempo de espera del
paciente, de preferencia programando citas. En el caso de
que el hospital no sea exclusivo de gatos se pueden separar
las citas entre perros y gatos en diferentes horarios o días. Al
momento en que llegue el propietario con su gato el personal
debe llevarlo a la sala de espera, minimizando la interacción
y el contacto entre gatos/perros y gatos/gatos; si al momento
de entrar a la recepción hay clientes en la sala se debe explicar
a los propietarios que se deben mantener alejados de los otros
pacientes felinos. Lo ideal sería contar con salas de espera
separadas para gatos y perros o separar las instalaciones por
REMEVET · Mayo-Junio 151
Implementando el manejo amigable del gato en la práctica diaria
medio de divisiones que permitan crear áreas para cada especie
(Rodan et al., 2011).
Se deben proporcionar superficies elevadas como mesas, o
estantes para colocar las transportadoras de modo que los gatos
no estén en piso, mantener al gato elevado es esencial para un
entorno libre de estrés, ya que los gatos prefieren estar arriba
para así poder tener el control de su entorno observando todo
lo que los rodea (Pollard, 2018).
La caza es un componente del juego en los gatos, por lo tanto,
es posible lograr distraerlos en la clínica usando un juguete
interactivo, como un ratón de juguete en un alambre (Rodan
et al., 2011).
Consultorio
El personal debe llevar lo más pronto posible al paciente
felino al consultorio y limitar la exposición de la mascota a
otros gatos y perros, esto ayuda a mantener bajo el nivel de
excitación y estrés del animal. Se puede colocar una toalla
sobre la transportadora del gato para que sienta seguridad
durante la anamnesis. Al momento de realizar el examen físico
es muy importante mantener al gato cómodo, sin obligarlo a
salir de la transportadora, de ser posible realizar la examinación
en la posición que el animal elija, si el gato no quiere salir de la
transportadora se puede hacer la revisión ahí. El contacto del
médico debe ser lo menos incómodo posible para el gato, esto
se puede lograr evitando el contacto visual directo, realizando
movimientos lentos, ponerse a la misma altura del gato, utilizar
un tono de voz suave y tranquila, durante la consulta nadie
debe salir y entrar al consultorio y los asistentes o personal
médico debe permanecer en silencio (Rodan et al., 2011;
Endersby, 2018).
El espacio del consultorio debe incluir materiales que sean
fáciles de limpiar y desinfectar. Se debe evitar el uso de mesas
de exploración de acero inoxidable, ya que este refleja la luz y
es ruidoso, por lo tanto, esto puede desencadenar estrés en los
gatos. Un material adecuado la melamina. Como los gatos son
relativamente pequeños las mesas de exploración pueden ser
pequeñas, basta con que quepa una transportadora y que permita
abrir la puerta con suficiente espacio de maniobra alrededor.
El consultorio debe contar con una báscula pequeña especial
para gatos y algunos gabinetes para almacenar suministros
exclusivos para así no tener que salir del consultorio (Pollard,
2018).
Como se vio en el comportamiento de los gatos, estos evitan
las confrontaciones, por lo tanto, permitir que se sientan
escondidos mientras están en la consulta veterinaria, utilizando
elementos como toallas o transportines, puede facilitar su
manipulación (Rodan et al., 2011). Sin embargo, su uso debe
ser de manera suave, y no manejar de manera brusca la toalla.
De igual manera, debido a sus hábitos de comportamiento,
es posible tranquilizar al gato acariciando su frente o cuello.
No obstante, pueden enojarse e incluso volverse agresivos
Medicina
cuando se intenta acariciar otras áreas como la espalda, manos
y brazos y el abdomen cunado están de espaldas (Soennichsen
y Chamove, 2002; Rodan, et al., 2011).
Durante el examen físico el gato debe estar colocado sobre una
superficie de donde pueda afianzarse correctamente, se sienta
seguro y no se resbale. Esto se puede lograr con una toalla o
manta puesta sobre la mesa de exploración; la toalla también
está disponible en caso de que se quiera envolver al gato con
ella para un mejor manejo (Endersby, 2018).
Durante el examen físico y toma de muestras, los gatos deben de
ser tomados con la mínima restricción posible, aun cuando son
agresivos. Muchos gatos están asustados, pero generalmente
se los puede tranquilizar suavemente en lugar de sujetarlos
fuertemente, este manejo suave evita en la mayoría de las veces
que los gatos se pongan agresivos a la defensiva (Endersby,
2018). Los gatos inmovilizados mediante un método “pasivo”
muestran respuestas fisiológicas y de comportamiento menos
negativas que los que se mantienen en “restricción de cuerpo
completo” (Taylor, 2020). El sujetarlos firmemente por la piel,
debe ser el último recurso y nunca deberán levantarse cuando
son sujetados fuertemente de la piel del cuello (Endersby,
2018). De la misma manera el uso de “clips” para sujeción
está contraindicado (Taylor, 2020).
Una sujeción pasiva se logra cuando el gato es tomado
suavemente, con la menor cantidad de restricción posible.
El gato permanece en la posición que el elige, y la sujeción
permite el movimiento de cabeza, cuerpo y extremidades.
La restricción de cuerpo completo se describe como aquella
donde se sostiene al gato de costado con la espalda contra el
manejador, quien le toma los miembros torácicos y pélvicos,
además, cruza el antebrazo sobre el cuello del gato. Al gato
se le permite poco o ningún movimiento de su cabeza, cuerpo
y extremidades (Taylor, 2020).
Hospital y jaulas
El simple hecho de hospitalizar a un gato le causa un estrés, sin
embargo, este se puede reducir creando un ambiente amigable.
A los gatos no les gustan los ambientes desconocidos, por lo
tanto, las razones médicas para hospitalizar a estos animales
deben estar bien justificadas, se debe establecer una relación
en la cual el beneficio de hospitalizar al gato supere los
riesgos del estrés ocasionado. El hospital de gatos debe estar
físicamente separado del hospital de perros con aislamiento
acústico porque al convivir o escuchar perros aumentara el
estrés en los pacientes felinos. El ambiente debe ser tranquilo,
con luces naturales. Los procedimientos que causan maullidos
o reacciones de estrés deben realizarse fuera del área de jaulas,
en un espacio en el que los demás gatos no vean o escuchen.
Las jaulas no deben de estar a nivel del suelo y se debe evitar
que estas sean metálicas, pues al igual que las mesas de este
material, son ruidosas, reflejan la luz y además son frías. La jaula
debe contar con un espacio para que el gato se pueda esconder,
o bien espacio suficiente para colocar la transportadora del gato
REMEVET · Mayo-Junio 153
 Medicina Interna
sin la puerta para darle sensación de seguridad y privacidad
(Minovich, 2017). Las jaulas deben contar con áreas separadas
para dormir, una zona de alimentación que a la vez debe estar
separada de la zona de eliminación. En esta zona debe caber
adecuadamente un arenero y debe tener la misma arena que
se usa en casa. Todos los espacios deben ser fáciles de limpiar
y desinfectar (Pollard, 2018).
Cuando las estancias de un gato en el hospital son cortas,
de menos de 24 horas, las jaulas deben medir 61 cm de alto
por 61 cm de frente y 66 cm de profundidad. Si los gatos
permanecerán más de 24 horas, estas jaulas deben de medir 71
cm de alto por 91 cm de frente y 66 de profundidad (Minovich,
2017). Para los pacientes que se quedan más tiempo deben de
contar con un espacio de mínimo de 2 metros cuadrados por
jaula (Pollard, 2018).
Idealmente, las jaulas no deben estar colocadas de manera que
los gatos puedan verse entre ellos. Por lo tanto, es preferible
una sola hilera de jaulas. Si las jaulas están colocadas de
frente entre sí, (directamente o en ángulo), deberá haber una
separación mínima de dos metros entre las partes más cercanas,
esto para evitar la propagación de la infección por aerosol.
Alternativamente, se puede usar una barrera opaca sólida
entre las jaulas para que actúe como barrera para la vista y los
estornudos. Además de ser posible se debe plastificar el pestillo
de la puerta para reducir el ruido y permitir una apertura y
cierre menos ruidosos (Endersby, 2018).
Manejo del ambiente
El estrés suele ser inevitable sobre todo en pacientes felinos
hospitalizados, lo que resulta en una experiencia negativa y
prolonga el tiempo de recuperación, por lo tanto, cualquier
método de enriquecimiento ambiental durante la estadía del
gato en el entorno medico debe ser la prioridad del personal
Aromaterapia
Los gatos son macrosmáticos, es decir que su sentido del olfato
está muy desarrollado y es muy sensible, por lo tanto, los
olores pueden impulsar diferentes respuestas conductuales.
Esto implica que entre cada paciente a consultar o revisar
siempre se debe limpiar las superficies y lavarse las manos.
Además, se debe ventilar el consultorio frecuentemente y estar
conscientes que ciertos olores como los de desinfectantes,
alcohol, desodorante, perfume y aromatizantes pueden causar
conductas indeseables en el gato (Rodan et al., 2011).
En el gato los olores desconocidos provocan ansiedad y miedo,
lo que conlleva a una dificultad en el manejo. Actualmente
el uso de aromaterapia durante la visita al veterinario ha
demostrado disminuir el estrés y mantienen el bienestar físico
y psicológico de los gatos. El aroma a lavanda se emplea
comúnmente en aromaterapia en gatos debido a sus efectos
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Transfusión de sangre en felinos
relajantes y sedantes. (Goodwin y Reynolds, 2018).
Estudios muestran que un análogo sintético de Feromona Facial
Felina puede tener efectos calmantes en entornos estresantes,
reduce el miedo, la ansiedad y la agresión en los gatos durante
la consulta y en gatos hospitalizados. Esto se puede lograr
con el uso de difusores o aerosoles cada 30 minutos sobre
las instalaciones donde los gatos permanezcan: jaulas, mesa
de exploración y materiales utilizados para su manipulación
como toallas o tapetes (Rodan et al., 2011).
Música
El enriquecimiento ambiental con música es beneficioso
para los gatos durante la consulta, y posiblemente, en la
hospitalización. La ambientación con música clásica reduce
la ansiedad en los gatos, los cuales, además son más fáciles
de manejar. La música puede proporcionar bienestar y
comodidad al paciente. El uso de música debe ser estudiado
más a fondo para evaluar si da resultados durante periodos
más prolongados como hospitalizaciones o procedimientos
quirúrgicos (Hampton et al., 2020).
Conclusión
Establecer el manejo amigable del gato en la practica diaria de
la clínica veterinaria es fundamental. Esto ocasiona una mejora
en el entorno de la consulta felina, beneficia al paciente pues
le ocasiona menos estrés y ansiedad, lo que permite un mejor
manejo ayudando en un diagnóstico y tratamiento más rápido.
Con esto, también se beneficia el cliente, quien al observar un
manejo profesional especifico para un gato, también presenta
menos ansiedad y estrés, obteniendo confianza con el médico
veterinario. Quien es el tercer beneficiado, al aumentar las
posibilidades de hacer una clientela, que a lo largo de los años
ha demostrado ser de las más entusiastas.
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