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Lo que Debemos Anhelar

Salmos 84:10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería
antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.

Todos andamos por la vida sin saber qué es lo que nos conviene y cómo
hacer para lograrlo.

Cuando distinguí un compañero en la universidad, me di cuenta que era evangélico y noté que como
la mayoría de ellos era un fanático más… prefería estar metido entre las 4 paredes de la
congregación donde asistía que acompañarnos en los trabajos grupales y asistir a las fiestas donde
nos reuníamos con otros de nuestra misma edad. Poco a poco en el transcurrir de los días me fui
dando cuenta en esencia quien era el que se llevaba la mejor parte, miré a mi alrededor y los que
parecían ser mis mejores amigos ya no estaban, en un mundo de lujos y dependencias me sentí
frustrado y perdido. Entonces busqué al evangélico para que me revelara el secreto de su verdadera
felicidad y el con todo el gusto me mostró una verdad que no conocía.

Punto 1. ¿Qué es lo primero que el ser humano debe anhelar?

Salmos 27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos
los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.

R/ Que Dios more en nuestros corazones, ¿Pero ¿cómo lo podemos lograr?

Para esto debemos de anhelar algo que parecerá muy difícil y es pedirle a Dios que podamos estar
todos los días de nuestra vida en su casa.

Y ¿por qué debemos desear esto?:

1. Para inquirir en su templo dice la Palabra. ¿Qué significa esto?

Inquirir es un sinónimo de escudriñar, en el sentido que las dos palabras se refieren a indagar algo
cuidadosamente. La palabra inquirir proviene del latín inquiere formada de in (hacia dentro) querere
(preguntar). Es decir, se refiere al acto de preguntar y seguir preguntado, como lo hace un niño que
pregunta ¿y por qué? ¿y por qué? hasta agotar la paciencia de sus padres. Como podemos ver, esta
debe de ser la actitud de todo hijo de Dios, el estar siempre preguntando a su hacedor, (Dios Padre,
Dios Hijo y Dios Espíritu Santo) Juan 5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que
en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; 40 y no queréis venir a mí
para que tengáis vida.

2. Pero hay otras razones poderosas para querer estar en su templo: Salmos 27:5

a) Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;


b) Me ocultará en lo reservado de su morada;

c) Sobre una roca me pondrá en alto.

Punto 2. ¿Pero qué quiere Dios de nosotros? ¿Que solo estemos en su templo? o ¿Que vivamos
teniéndolo a él dentro de nuestro corazón?

Juan 15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva
fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros
estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el
pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste
lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será
echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7 Si
permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será
hecho.

Punto 3. ¿Para qué debemos de permanecer todo el tiempo con Jesús?

El objetivo de estar en su templo es para incrementar nuestra fe, “Así que la fe es por el oír, y el oír,
por la palabra de Dios (Romanos 10:17)

“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo
por la fe vivirá” (Romanos 1:17)

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que
le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (hebreos 11:6).

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1)

Punto 4. Y cierre:

Dios quiere que nos acerquemos a Jesús, el autor y consumador de la fe, para hallar misericordia y
gracia ante sus ojos.

Hebreos 4:16 “Acerquemos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro”

Dios nos llama a que lleguemos a Él. Nos ofrece perdón de pecados.

Isaías 1:18 “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana,
como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca
lana”.

Ahora sé, que, aunque hallan muchos o hallan pocos a mi alrededor, lo más importante es que
estando en la casa de Dios todos los días, encontraré la paz que mi corazón tanto necesita para
vivir confiado, y de su mano me sustentaré siempre. Sólo su gracia y su amor me sacian de forma
permanente y aunque los que tenga a mi alrededor un día se vayan de mi lado, Dios si se quedará
toda una eternidad conmigo.

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