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LA NATURALEZA Y LO DIVINO

En la actualidad vivimos en un mundo que constantemente se transforma, donde


lo único que importa son los avances tecnológicos, hay incertidumbre y falta de
estructuras sólidas en la sociedad por lo que se ha creado una inestabilidad (Bauman,
2003). A este ritmo, comenzamos a perder la conexión con nosotros mismos y por lo
tanto el sentido de nuestra vida. Es por esta razón, que en el presente escrito se expone
como la naturaleza y lo divino pueden ser potenciales fuentes de sentido de vida y
enriquecer la existencia, para llegar a trascender en la sociedad moderna.

Desde los inicios del hombre, los seres humanos han estado siempre
relacionados con la naturaleza ya que dependen de ella para su supervivencia; desde los
neandertales, el hombre era hijo de la madre tierra y con el descubrimiento del fuego,
los seres humanos se volvieron la chispa de la hoguera, donde el fuego era la razón del
culto primitivo y la fuente de vida. Con el paso de los años, el papel de la naturaleza
sobre la vida del ser humano no se hizo menos importante, ya que como lo menciona
Noa Sealth en su manifiesto ambiental, existe una profunda conexión entre el hombre
con la tierra y la naturaleza, es decir todo está interconectado y si la naturaleza se ve
afectada generará consecuencias negativas para todos los seres vivos, incluido el
hombre.

Por otro lado, desde lo divino, específicamente el cristianismo, el hombre es hijo


de Dios, un Dios que dividió la luz de las tinieblas, consciente y libremente, como acto
de amor para crear al ser humano y darle un lugar en su reino. Este hombre creado a
imagen y semejanza es alguien que ama y es amado, tiene derechos y obligaciones, con
libertad de decisión, no es Dios, pero procede de él; es decir, hay una relación
trascendente entre padre e hijo ya que es un SER para otro y responsable de una misión
que tiene como finalidad realizarse en el amor.

Podríamos decir que la conexión con la naturaleza o lo divino resulta ser una
herramienta para alcanzar estadios de conciencia y felicidad; es decir, darnos sentido de
vida y desarrollarnos como seres humanos, como lo diría Carl Rogers, convertirse en
persona. Es importante mencionar que los seres humanos son seres de conciencia y
espíritu, por lo tanto esta conexión naturaleza- divinidad está en la espiritualidad y la
creencia de que un creador ha dado vida a las cosas, por lo que se pone en énfasis el
recordar la importancia de tomar en cuenta el impacto espiritual de nuestras acciones en
el medio ambiente, ya que nadie es dueño de la tierra, sino la tierra es un regalo y un
legado para los seres humanos. Al contemplar la relación o conexión que uno puede
llegar a tener con la naturaleza y con lo divino, podemos evidenciar que dicha conexión
ofrece una mejora en la experiencia intrapersonal e interpersonal, viéndola como una
herramienta necesaria para el desarrollo humano y el vivir en armonía.
Bibliografía

Acévez, L. M. (2022). Fuego para el propio conocimiento. Edición Especial de


Prometeo, revista mexicana de psicología humanista y desarrollo humano.
Bauman, Z. (2003). Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica.
Escandón, C. (2023). La respuesta Mitológica [Presentación de diapositivas]. Clase de
fundamentos antropofilosóficos del desarrollo Humano.
Escandón, C. (2023). Antropología teológica [Presentación de diapositivas]. Clase de
fundamentos antropofilosóficos del desarrollo Humano.

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