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Nombre del virus: Clase: Monjiviricetes. Dominio: Riboviria. Especie: Virus del moquillo.

Familia:
Paramyxoviridae. Filo: Negarnaviricota. Género: Morbillivirus

El moquillo, también conocido como distemper o enfermedad de Carré, es una enfermedad


infectocontagiosa de origen viral, que afecta a animales de las familias Canidae, Mustelidae, Mephitidae,
Hyaenidae, Ailuridae, Procyonidae, Pinnipedia, algunos Viverridae y Felidae (aunque no a los gatos
domésticos, que sufren otras enfermedades, como la rinotraqueítis o la calicivirosis, que cursan con
sintomatología respiratoria). De ellos, los más importantes por su relación con los seres humanos, son el
perro, el hurón y el visón. El virus es un tipo de una sola hebra de ARN de polaridad negativa
perteneciente al género Morbillivirus de la familia paramyxovirus y por lo tanto un familiar muy cercano
de sarampión. A pesar de haber una vacuna contra el virus, la enfermedad sigue siendo muy común en
muchas regiones del mundo .

Es sumamente contagiosa y potencialmente letal, ya que ataca múltiples sistemas corporales,


ocasionando una infección generalizada que es difícil de tratar de ser diagnosticada tarde. Por lo tanto,
con el fin de que puedas mantener un mejor cuidado de tu perro, a continuación sabrás cuáles son los
síntomas del distemper canino y qué prevenciones debes tomar para evitar que esta enfermedad
termine causando un daño mayor a tu mascota.

1. ¿Cómo se transmite el distemper canino?

Hay tres formas en las que un perro puede llegar a contraer distemper canino:

A través del contacto directo con un animal u objeto infectado.

A través de la exposición al medio ambiente.

A través del contacto materno, por medio de la placenta.

Esta enfermedad se transmite a través del contacto directo o la exposición al medio ambiente
contaminado, al igual que el resfriado común en los seres humanos. Cuando un perro infectado tose,
estornuda o ladra, libera saliva en el medio ambiente, infectando a los animales y superficies cercanas,
como tazones de comida y agua.

Si el virus se transmite a través del contacto materno, por medio de la placenta, una de las mejores
medidas de prevención es mantener un control adecuado con sus vacunas. La primera vacuna de un
cachorro es fundamental para su salud.

Espasmos musculares.

Convulsiones con aumento de salivación.


3. ¿Cuál es el tratamiento que debe seguir un perro con distemper canino?

TRATAMIENTO

El virus causante no tiene tratamiento. Las infecciones bacterianas secundarias se pueden tratar, siendo
también necesario el tratamiento de apoyo. El tratamiento necesario es el siguiente:

Tratamiento con antibióticos para controlar las infecciones bacterianas.

Medicación para controlar los síntomas, tales como diarrea, vómitos y tos, además de los neurológicos.

Cuidados para eliminar la suciedad, las secreciones de los ojos y la nariz, y prevenir las úlceras por
presión que aparecen cuando se permanece inmóvil durante mucho tiempo.

Intente que el animal coma y beba (y si no, recurra a fluidoterapia adecuada).

Antiinflamatorios.

Los perros infectados y los perros que hayan estado en contacto con ellos deben permanecer aislados
de otros perros sensibles, y es preciso adoptar de higiene para evitar la propagación de la enfermedad
(cambio de ropa de las personas en contacto con el animal infectado, uso). de desinfectantes).

Por desgracia, el tratamiento no siempre es eficaz.

4. ¿Cómo se puede prevenir el distemper canino?

Existen métodos de prevención para el distemper canino. Como dueño de tu mascota, lo que puedes
hacer es asegurarte de que, siendo cachorro, haya recibido la serie completa de vacunas contra el
distemper canino. También debes mantenerlas actualizadas durante toda la vida de tu perro. Como se
mencionó anteriormente, saber que tu perro fue vacunado garantiza un mejor cuidado.

Asimismo, mantén a tu perro alejado de animales infectados y vida silvestre. Este consejo debe ser
seguido con mayor relevancia en caso tu mascota no esté vacunado. Evita a toda costa áreas donde los
perros se congregan, como parques, clases y guarderías.

El distemper canino es una enfermedad perjudicial. No obstante, siguiendo las recomendaciones de tu


veterinario, puedes mantener a tu perro a salvo. Es importante mantener la calma incluso en situaciones
difíciles y elaborar un plan de precaución con tu veterinario.

Hepatitis infecciosa canina

La hepatitis infecciosa canina (HIC) es una infección hepática aguda en perros causada por el
mastadenovirus canino A , anteriormente llamado adenovirus canino 1 (CAV-1). El mastadenovirus
canino A también causa enfermedades en lobos , coyotes y osos , y encefalitis en zorros. El virus se
transmite a través de las heces, la orina, la sangre, la saliva y las secreciones nasales de los perros
infectados. Se contrae a través de la boca o la nariz, donde se replica en las amígdalas . Luego, el virus
infecta el hígado y los riñones . El período de incubación es de 4 a 9 días.

Mastadenovirus

Los síntomas incluyen fiebre , depresión, pérdida de apetito, tos y dolor abdominal. También pueden
aparecer edema corneal y signos de enfermedad hepática, como ictericia , vómitos y encefalopatía
hepática . Los casos graves desarrollarán trastornos hemorrágicos , que pueden provocar la formación
de hematomas en la boca. La muerte puede ocurrir como consecuencia de esta o de la enfermedad
hepática. Sin embargo, la mayoría de los perros se recuperan después de una enfermedad breve,
aunque pueden persistir el edema corneal crónico y las lesiones renales.

El diagnóstico se realiza reconociendo la combinación de síntomas y análisis de sangre anormales que


ocurren en la hepatitis infecciosa canina. También se observa un aumento del título de anticuerpos
contra CAV-1. La enfermedad puede confundirse con el parvovirus canino porque ambos provocan un
recuento bajo de glóbulos blancos y diarrea con sangre en perros jóvenes no vacunados.

El tratamiento es sintomático. La mayoría de los perros se recuperan espontáneamente sin tratamiento.


La prevención se realiza mediante vacunación ( código ATCvet QI07AA05 ( OMS ) y varias vacunas
combinadas). La mayoría de las vacunas combinadas para perros contienen un adenovirus canino tipo 2
modificado. CAV-2 es una de las causas de infecciones respiratorias en perros, pero es lo
suficientemente similar a CAV-1 como para que la vacuna para uno cree inmunidad para ambos. Es
mucho menos probable que la vacuna CAV-2 cause efectos secundarios que la vacuna CAV-1. Un
estudio ha demostrado que la vacuna tiene una duración de inmunidad de al menos cuatro años.

Cómo combatirlo:

CAV-1 se destruye en el medio ambiente mediante limpieza con vapor y compuestos de amonio
cuaternario . De lo contrario, el virus puede sobrevivir en el medio ambiente durante meses en las
condiciones adecuadas. También puede liberarse en la orina de un perro recuperado hasta por un año.

Leptospirosis canina

TRATAMIENTODOWN

ASPECTOS GENERALES

La leptospirosis es una enfermedad bacteriana de los perros que puede tener consecuencias muy graves
en las mascotas y que, además, puede contagiarse a las personas.
Esta enfermedad está causada por una bacteria espiroqueta llamada Leptospira, que se encuentra
distribuida por todo el mundo. El modo de contagio habitual consiste en la contaminación del agua
estancada por la orina de un animal infectado y en el posterior contacto de ese agua con una herida en
la piel. Existen muchos tipos distintos de leptospirosis. Las serovariedades que afectan con más
frecuencia a los perros se denominan canicola e icterohaemorrhagiae. El perro se considera el reservorio
de la serovariedad canicola. Sin embargo, la vacunación masiva contra estas serovariedades ha hecho
que la enfermedad de la que son responsables resulte cada vez menos frecuente y que otras
serovariedades de la bacteria, como bratislava y grippotyphosa, estén ocupando su lugar.

Las ratas constituyen un importante reservorio para el contagio de Leptospira a los perros y, a veces, a
las personas. Las ratas apenas se ven afectadas por la enfermedad, pero siguen siendo portadoras
durante años y en sus colonias abundan los individuos infectados.

Los perros también pueden contagiar Leptospira a las personas y a otros perros a través de la orina. Tras
la infección, muchos se convierten en portadores crónicos sin mostrar aparentemente ningún problema
de salud. Esto puede exponer a las familias y a otras mascotas a una enfermedad grave si no se aplica
una higiene rigurosa. La enfermedad puede ocasionar en ciertos casos la muerte, tanto a los perros
como a las personas.

SÍNTOMAS

Los síntomas observados en el perro van desde muy leves o inexistentes hasta muy graves, dando lugar
en este último caso a un cuadro que rápidamente acaba en la muerte. La forma “clásica”, descrita a
continuación, resulta en muchos casos menos grave y/o de evolución más lenta.

Forma clásica

La leptospirosis puede manifestarse a través de un amplio abanico de síntomas y puede confundirse con
otras enfermedades infecciosas. Sin embargo, normalmente evoluciona mucho más rápido que el
moquillo y la hepatitis viral canina.

Los síntomas que provoca incluyen:

Fiebre alta (que puede disminuir después)

Gastroenteritis, con vómitos y diarrea que pueden contener sangre


Ictericia (coloración amarillenta), como consecuencia de la alteración del hígado.

Orina oscura.

Deshidratación acusada.

Congestión de las mucosas.

Letargo.

Insuficiencia renal aguda.

Y, en última instancia, la posible muerte del animal.

DIAGNÓSTICO

Diagnóstico clínico

Debido a las similitudes con otras enfermedades, tanto infecciosas como de otro tipo, hay pocos signos
clínicos que permitan un diagnóstico inequívoco. El veterinario puede pedir pruebas diagnósticas
debido al riesgo de infección para las personas y la necesidad de escoger el tratamiento adecuado.

Pruebas diagnósticas

Las bacterias de Leptospira se pueden ver en la orina con un microscopio, pero no es un método fiable.

Los análisis de sangre para detectar los anticuerpos fabricados contra las bacterias presentes en la
sangre constituyen el método más útil para confirmar la infección en sus fases iniciales.

TRATAMIENTO

A diferencia de las infecciones causadas por los virus, la leptospirosis es una enfermedad bacteriana, y
por esa razón puede ser tratada con diversos antibióticos. El tratamiento de soporte para los órganos
dañados también resulta primordia

El tratamiento necesario es el siguiente:

Tratamiento antibiótico.

La rehidratación es con frecuencia una prioridad urgente, que debe llevarse a cabo prestando siempre
atención a las concentraciones correctas de sales.

Medicación para controlar los síntomas, como diarrea, vómitos y dolor.

Medicación para limitar el daño orgánico extenso.

Cuidados para mantener al perro aseado y cómodo.


Es necesario plantearse con sensatez si conviene tener un perro portador de la enfermedad en un hogar
en el que no es posible mantener una higiene adecuada.

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