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Una llave es un instrumento que se usa para accionar cerraduras,[1] incorporadas a objetos que
se pretende proteger de accesos no deseados.
Llave común
La mayoría de las llaves clásicas son metálicas (de acero, latón o de aluminio), y se utilizan para
abrir la cerradura introduciéndola en ella y girando. En general constan una parte ancha, en
forma más o menos redonda u ovalada, con o sin perforaciones, que sirve como apoyo para
manejarla, y de un vástago con diversas muescas, estrías o paletas que forman un código más
o menos complicado.
Las acanaladuras, tanto en el vástago como, en su caso, en la paleta, forman un primer paso del
código, puesto que impiden que otras llaves, con acanaladuras distintas, puede introducirse en
la cerradura. El segundo código viene dado por las muescas, que levantan o mueven una serie
de levas de distinta longitud que, cuando coinciden, permiten girar la llave liberando el
mecanismo de cierre.
Historia
Historia premoderna
La cerradura protegida también estuvo presente desde la antigüedad y sigue siendo el diseño de
cerradura y llave más reconocible en el mundo occidental. Las primeras cerraduras totalmente
metálicas aparecieron entre los años 870 y 900, y se atribuyen a los artesanos ingleses.[4]
También se dice que la llave fue inventada por Teodoro de Samos en el siglo vi a. C.[2]
Los romanos acaudalados guardaban a menudo sus objetos de valor en cajas seguras bajo
llave dentro de sus casas, y llevaban las llaves como anillos en los dedos. Esta práctica tenía
dos ventajas: Mantenía la llave a mano en todo momento, a la vez que señalaba que el portador
era lo suficientemente rico e importante como para tener dinero y joyas que valía la pena
asegurar.[6]
En el Beguinage de la ciudad belga de Lier se puede encontrar un tipo especial de cerradura, que
data de los siglos XVII-XVIII, aunque potencialmente más antigua, ya que cerraduras similares
datan del siglo xiv.[7] [8]
Lo más probable es que estas cerraduras sean cerraduras góticas, que
estaban decoradas con follaje, a menudo en forma de V rodeando el ojo de la cerradura.[9] A
menudo se les llama cerradura del borracho, sin embargo, la referencia a estar borracho puede
ser errónea ya que estas cerraduras fueron, según ciertas fuentes, diseñadas de tal manera que
una persona todavía puede encontrar el ojo de la cerradura en la oscuridad, aunque este podría
no ser el caso ya que los ornamentos podrían haber sido puramente estéticos.[7] [8]
En épocas
más recientes se han diseñado cerraduras similares.[10] [11]
.
Cerraduras modernas
Anatomía de la llave
Con el inicio de la Revolución Industrial a finales del siglo xviii y el desarrollo concomitante de la
ingeniería de precisión y la estandarización de componentes, las cerraduras y llaves se
fabricaron con una complejidad y sofisticación cada vez mayores.[12]
La cerradura de palanca, que utiliza un conjunto de palancas para impedir que el cerrojo se
mueva en la cerradura, fue inventada por Robert Barron en 1778.[13] Su cerradura de palanca de
doble efecto requería que la palanca se levantara hasta cierta altura mediante una ranura
cortada en la palanca, de modo que levantar la palanca demasiado era tan malo como no
levantar la palanca lo suficiente. Este tipo de cerradura se sigue utilizando hoy en día.[14]
La cerradura de palanca fue muy mejorada por Jeremiah Chubb en 1818.[13] Un robo en los
muelles de Portsmouth llevó al Gobierno británico a convocar un concurso para fabricar una
cerradura que sólo pudiera abrirse con su propia llave.[6] Chubb desarrolló la cerradura con
detector Chubb, que incorporaba un dispositivo de seguridad integral que podía frustrar los
intentos de acceso no autorizados e indicaría al propietario de la cerradura si había sido
interferida. A Chubb se le concedieron 100 libras esterlinas después de que un ganzuador
entrenado no consiguiera forzar la cerradura al cabo de 3 meses.[15]
En 1820, Jeremiah se unió a su hermano Charles para fundar su propia empresa de cerraduras,
Chubb. Chubb introdujo varias mejoras en su cerradura: su diseño mejorado de 1824 no requería
una llave reguladora especial para reajustar la cerradura; en 1847 sus llaves utilizaban seis
palancas en lugar de cuatro; y más tarde introdujo un disco que permitía el paso de la llave pero
estrechaba el campo de visión, ocultando las palancas a cualquiera que intentara forzar la
cerradura.[16] Los hermanos Chubb también recibieron la patente de la primera caja fuerte
antirrobo y empezaron a fabricarla en 1835.
Los diseños de Barron y Chubb se basaban en el uso de palancas móviles, pero Joseph Bramah,
un prolífico inventor, desarrolló un método alternativo en 1784. Su cerradura utilizaba una llave
cilíndrica con muescas precisas a lo largo de la superficie; éstas movían las correderas
metálicas que impedían el giro del cerrojo hasta una alineación exacta, permitiendo la apertura
de la cerradura. La cerradura estaba al límite de la capacidad de fabricación de precisión de la
época y, según su inventor, era imposible de forzar. Ese mismo año, Bramah fundó la empresa
Bramah Locks en el número 124 de Piccadilly, y expuso en el escaparate de su tienda la
"Cerradura Desafío" desde 1790, desafiando "...al artista que pueda fabricar un instrumento que
pueda forzar o abrir esta cerradura" con una recompensa de 200 libras. El desafío se mantuvo
durante más de 67 años hasta que, en la Gran Exposición de 1851, el cerrajero estadounidense
Alfred Charles Hobbs fue capaz de abrir la cerradura y, tras algunas discusiones sobre las
circunstancias en las que la había abierto, se le concedió el premio. El intento de Hobbs requirió
unas 51 horas, repartidas en 16 días.
La patente más antigua de una cerradura de doble acción pin tumbler se concedió al médico
estadounidense Abraham O. Stansbury en Inglaterra en 1805,[17] pero la versión moderna, aún
en uso, fue inventada por el estadounidense Linus Yale Sr. en 1848.[18] Este diseño de cerradura
utilizaba pins de distintas longitudes para evitar que la cerradura se abriera sin la llave correcta.
En 1861, Linus Yale Jr. se inspiró en la cerradura pin-tumbler original de la década de 1840
diseñada por su padre, inventando y patentando así una llave plana más pequeña con bordes
dentados, así como pasadores de diferentes longitudes dentro de la propia cerradura, el mismo
diseño de la cerradura pin-tumbler que todavía sigue en uso hoy en día.[19] La moderna
cerradura Yale es esencialmente una versión más desarrollada de la cerradura egipcia.
A pesar de algunas mejoras en el diseño de las llaves desde entonces, la mayoría de las
cerraduras actuales siguen siendo variantes de los diseños inventados por Bramah, Chubb y
Yale.
Tipos de llave
Llave antigua.
Llave clásica
La llave antigua clásica consistía en una pieza de forma cilíndrica, a veces perforada en forma de
tubo, con una o dos paletas al final. La paleta tenía un código de acanaladuras a los costados, o
un código de dientes en el extremo más alejado del cilindro o las dos cosas. Para manejarla
tenían una pieza generalmente en forma de anillo, circular u ovalado, del mismo material.
Llave maestra
En ciertos casos se fabrican cerraduras especiales que pueden ser abiertas con dos tipos de
llaves. Una de ellas es la del usuario, que solamente puede abrir una cerradura determinada y
otra es la llamada llave maestra, que permite abrir con una sola llave una cierta cantidad de
cerraduras. Se ha usado habitualmente en los hoteles, en los que el cliente dispone de la llave
específica y el servicio dispone de la llave maestra, en vez de llevar un manojo.
También este término es usado en obras literarias, películas y más, como una herramienta para
abrir absolutamente cualquier tipo de cerradura.
Llave magnética
Este es otro tipo más moderno que el anterior, en el que en una pieza, normalmente de material
plástico, hay una parte de cinta magnética en el que se escribe un código. Estas llaves se usan
muy frecuentemente para las habitaciones de los hoteles; tienen forma de tarjeta de plástico en
la que se codifica un periodo de validez de acuerdo con la estancia del cliente en el hotel y,
además, sirve como interruptor general de la corriente eléctrica cuando los clientes están
ausentes de las habitaciones
Además las descritas tiene también la ventaja de que, si los clientes olvidan devolver la llave o la
quieren de recuerdo, es muy fácil fabricar otra y la perdida queda inutilizada. Anteriormente se
complicaban estas cosas con llaveros grandes y pesados, mientras que ésta es mucho más
fácil de llevar.
También se usan estas llaves en muchas empresas que tienen el acceso restringido sólo a
personal autorizado.
Entre estas hay dos variantes principales, según actúan sobre la cerradura:
Llave de seguridad
Existen cierto tipo de llaves las cuales su diseño es muy distinto, según la puerta a la que
pertenecen esto según cada fabricante para evitar su copia o robo, las llaves de seguridad están
hechas a la medida según la puerta con la que se hicieron, estas poseen los bordes planos y
con cavidades en ambos extremos, los cuales hacen de reemplazo a los dientes de una llave
convencional. esto permite que sea imposible forzar la cerradura con las técnicas de robo
convencionales. llave roja
Duplicado de llaves
Las llaves modernas de los automóviles son mucho más complicadas de duplicar y hay que
utilizar máquinas informatizadas para incorporar el código de la llave original.
Las cajas fuertes usan llaves planas o de paletas que son de alta seguridad y difíciles de
duplicar, y para hacerlo se necesita un número de serie especial y único el cual proporciona la
exactitud de las muescas de la paleta de la llave.
Llavero
Llavero (Llavero) es el dispositivo de uso común utilizado para llevar reunidas todas las llaves
usadas de forma habitual por una persona. Hay muchos tipos y diseños de llaveros. Los más
comunes son los llaveros rojos
Llave bumping
La llave bumping es un anglicismo que describe un medio de forzar cerraduras sin forzar la
puerta. La técnica consiste en insertar la llave en la cerradura (debe coincidir el código de
acanaladuras para poder introducirla) y golpearla con un objeto, separando así las levas de las
contralevas, liberando así el giro de la llave.
Llaves honoríficas
Cuando determinadas personalidades muy relevantes visitan los Ayuntamientos de las
ciudades, se celebra un acto honorífico en la sede de su Ayuntamiento para celebrar la entrega
simbólica de las llaves de la ciudad. El simbolismo del acto viene de la Edad Media y significa
que la ciudad se "entrega" al ilustre visitante, sin resistencia.
Heráldica
La llave es una figura o mueble común en muchos blasones. Su significado suele venir por ser el
atributo de san Pedro o pueden ser debido a otros motivos, como por su importancia para
guardar cofres y tesoros.
Véase también
Cerrajería
Cónclave
Cerradura
Referencias
Datos: Q132041
Multimedia: Keys (https://commons.w
ikimedia.org/wiki/Category:Keys) /
Q132041 (https://commons.wikimedia.
org/wiki/Special:MediaSearch?type=im
age&search=%22Q132041%22)
Citas célebres: Llave
Obtenido de
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