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TRIUNFO DEL ARTE

ABSTRACTO FRENTE A
LA REPRESENTACIÓN
MIMÉTICA

RAQUEL CAMPOS MÁÑEZ 2ºAD


INTRODUCCIÓN

Entroncado directamente con la invalidez de los movimientos de la vanguardia


histórica de principios del siglo XX, surgen dos movimientos los cuales comparten una
misma premisa. Haciendo uso de la generalización, sus presupuestos artísticos se basan
en la libre expresión alejada de la figuración. Ambas corrientes acaban dirigiendo sus
pasos hacia la abstracción. El contexto histórico de la década de los 50, tanto dentro de
los Estados Unidos como Europa, propició una situación de desgarro que favoreció una
nueva revisión del panorama artístico. Puesto que surgen desde la misma emergencia
por resurgir de la destrucción que la Segunda Guerra Mundial trajo consigo, ¿por qué
no reciben la misma terminología el expresionismo abstracto norteamericano y el
informalismo europeo adscribiéndose ambos como abstracciones?

ESTADOS UNIDOS COMO CAPITAL ARTÍSTICA FRENTE A LA DEVASTADA EUROPA

Junto con la gran tensión mundial que precedía, la entrada de Estados Unidos a
la Segunda Guerra Mundial definió completamente la condición psicológica en la que se
encontraría sumida su sociedad en las décadas posteriores. La guerra trajo consigo una
gran destrucción en todos los ámbitos tanto social como económico, pasando por el
cultural. Este hecho empujó a gran numero de artistas europeos al exilio en el territorio
americano, el cual se separaba geográficamente del conflicto, aunque también estaba
involucrado. Artistas como Arshile Gorky, Willem De Kooning, Salvador Dalí, Piet
Mondrian o Josef Albers. Además, París se había quedado aislada del resto del mundo
tras la toma de poder a manos del nazismo en el año 1940, lo que forzó a desplazar la
capitalidad artística a Nueva York.
Es por este motivo que ambos movimientos artísticos surgen de un ambiente de
posguerra donde las consecuencias de este acontecimiento bélico a nivel mundial
agravan el sentimiento de angustia en la conciencia
de los artistas. Este sentimiento no surge como
novedad. En la Primera Guerra Mundial ya es
apreciable esta crisis dentro del pensamiento
dadaísta. La reacción de estos artistas contra la
racionalidad de la cultura occidental surge a través
de una urgencia de reivindicación tras un momento
de crisis de los valores morales.

El punto geográfico en el que se consolidan


estos movimientos es uno de los factores de mayor
importancia para comprender su diferenciación.
Estados Unidos empezaba a tomar cierto interés
como potencia emergente y en el tema artístico
este auge se vio plasmado en la inauguración del
MoMA (Museum of Modern Art de Nueva York) y Peggy Guggenheim sentada en la exposición
surrealista, Art of This Century, Nueva York, 1942
la apertura de la galería Art of This Century, dirigida
por Peggy Guggenheim. Esta galería fue uno de los
espacios que sirvió como sala de exposición de los artistas surrealistas europeos
exiliados y desde este momento fue promovida la aparición del concepto de exposición
temporal y de las diferentes disciplinas artísticas. En el año 1949, punto de comienzo en
el que los artistas expresionistas abstractos comenzaron a tomar importancia
públicamente, se fundó la organización The Club o Eighth Street Club. Este lugar supuso
un espacio de confluencia entre los artistas en similitud con los cafés parisinos donde su
principal tendencia fue establecer en común una conversación autocrítica acerca de sus
sentimientos hacia el arte. Pronto este punto de interés atraería la mirada del público y
la asistencia de historiadores, marchantes de arte y críticos se convertiría en algo
cotidiano. The Club se convirtió progresivamente en una especie de sala de conferencias.
Estos aspectos promovieron la divulgación de la cultura artística que residía en Estados
Unidos y, concretamente, en Nueva York.

También cabe mencionar la figura de Estados Unidos como ‘salvador’ dentro de


la Segunda Guerra Mundial, el cual promovió su propia denominación de nación
abanderada de la libertad. Además de recibir el apoyo de la CIA en las actividades
culturales propias como las exposiciones, esta libertad estaba encaminada en la
búsqueda de “influenciar la comunidad intelectual extranjera y presentar una fuerte
imagen propagandística de los Estados Unidos como una sociedad ‘libre’ y opuesta al
reglamentado bloque comunista”, según menciona Cockcroft. Este pensamiento aclara
que las obras que eran elaboradas por artistas dentro de Norteamérica no
representaban fielmente la libertad, tanto de creación como ideológica, del artista; sino
que las obras presentadas en Europa eran un símbolo de la libertad estadounidense.
Una libertad que coartaba la decisión del artista y volvía a situar al Estado en medio del
proceso pictórico en base a los encargos de obras o el seguimiento de criterios
ideológicos o estéticos del poder. Fue el propio presidente Eisenhower quien mencionó:
“Cuando a los artistas se les convierte en esclavos y herramientas del Estado; cuando los
artistas se convierten en principales propagandistas de una causa, el progreso se detiene
y la creación y el genio se destruyen”1

El papel de la CIA dentro del éxito de algunos artistas pertenecientes al


expresionismo abstracto norteamericano. Es tratado por Frances Stonor Saunders como
participante dentro de una ‘guerra fría cultural’, empresa encargada del monopolio de
la vida intelectual de Occidente2. Esta intervención dentro del ámbito artístico estuvo
muy relacionada con la imagen de libertad que se estaba intentando plasmar. Esta cara
amable de la organización desencadenó en que muchos artistas estuvieran involucrados
creyendo que su participación estaba fundamentada en una acción altruista. De hecho,
generó un mercado del arte basado en la inversión económica por parte de los grandes
personajes financieros del momento como eran los banqueros americanos.

Por otro lado, encontramos el territorio europeo donde sí se situaba el conflicto


bélico en plenitud. Además, la situación dentro de Europa estuvo agravada por una
anticipación de lo que conllevaría el estallido de una guerra mundial con la Guerra Civil

1 EISENHOWER, Dwight D. en SAUNDERS, Frances Stonor: La CIA…, op.cit., p. 312


2
SAUNDERS, F. (2000) Who Paid the Piper?: CIA and the Cultural Cold War. Trad. al cast. Rafael
Fontes, La CIA y la Guerra fría cultural, Penguin Random House Grupo Editorial España, 2013.
española. No solo sirvió como antesala de la deshumanización que significaría, sino que
mostraba el modelo de gobierno totalitario que continuaría liderando el país bajo una
estricta censura. Frente a este anticipo de lo que representaba una guerra y el desarrollo
de la Segunda Guerra Mundial, se instauró un pensamiento nihilista entre la sociedad
de posguerra. Es visible como este sentimiento de vacío estuvo más presente dentro de
Europa, en comparación con Estados Unidos, y que este hecho tendrá repercusiones
dentro de la expresividad pictórica de los diferentes artistas relacionados con
sentimientos más radicales como la ira y la violencia contenida.

LA CONTINUIDAD DE LA TRADICIÓN ABSTRACTA

El germen de la abstracción ya estaba sembrado con anterioridad a las


vanguardias históricas, pero no es hasta el año 1905 donde se toma conciencia de la
posibilidad de realizar un arte sin la posibilidad de introducir la figuración. El gran crítico
de arte de los Estados Unidos a principios de la década de los 40, Clement Greenberg,
ya dejaba una opinión muy interesante en defensa del arte abstracto frente al
referencial. Greenberg habla sobre la igualdad de importancia entre estas dos formas
artísticas. La aparición del arte abstracto ha estado acompañada de un periodo de
decadencia dentro de la historia, el cual siempre es coincidente, pero no significa que el
arte abstracto nazca como síntoma de decadencia del arte figurativo. El crítico acaba
desvelando su opinión acerca del tema presentando la posibilidad de que el arte
abstracto surja como un nuevo “lenguaje”, el cual no somos capaces de apreciar con
distancia de igual manera que hacemos con los extensos años de pintura figurativa que
alberga la Historia del arte. 3

Mientras que Europa fue la cuna de los diferentes movimientos, Estados Unidos
no había reunido la fuerza suficiente para crear una corriente artística dentro del propio
territorio hasta la década de los 40-50. La influencia de las vanguardias artísticas es
apreciable dentro de las características de ambos movimientos, estando presente
además las figuras que conformaban las diferentes corrientes dentro del propio
territorio en el que se iban consolidando las características del propio expresionismo
abstracto. Ciertas vanguardias históricas, como el dadaísmo, siguieron el camino de la
reacción contra la racionalidad, base de la cultura occidental, como rechazo hacia
aquella parte de la condición humana que había perdido tanta relevancia en la guerra.
Este paso es el que siguen los dos movimientos tratados. En ese arranque reaccionario
contra las consecuencias de la guerra se pierde progresivamente la forma y el artista se
encierra en sí mismo como individuo, reivindicando su estilo personal. Esta es una de las
características más destacables del surrealismo, el cual surge a partir de presupuestos
comunes con el dadaísmo.

El expresionismo abstracto americano y el informalismo europeo mantienen


muchos puntos en común a la hora de hablar de sus características principales. Ambos
movimientos persiguen una construcción de arte aprogramático, persiguiendo cualquier
principio que limite la libertad absoluta del artista. Es de gran importancia la aparición

3GREENBERG, C. (1979) “Abstracto y representacional” en Arte y Cultura. Ensayos críticos, Barcelona,


Editorial Gustavo Gili, S.A. p.126-129.
de los grandes críticos del arte Clement Greenberg y Harold Rosenberg, quienes
enaltecieron la conceptualización de la pintura que se estaba realizando en Estados
Unidos hasta el punto de determinar -y, por lo tanto, limitar- las representaciones que
se estaban llevando a cabo por los diferentes artistas.

Por otro lado, comparado con Estados Unidos, Europa podía nutrirse de una
mayor herencia y beneficiarse de su tradición. Es por ello por lo que el expresionismo
abstracto constituye, en sus múltiples bloques, el primer movimiento norteamericano
que consiguió configurarse, además de conseguir la atención del territorio europeo. Este
punto es importante para comprender que el movimiento se desarrollará
progresivamente y que en sus inicios los artistas dependerán del compendio de estilos
estudiados en las academias y presenciados con la llegada de los artistas en exilio.

Unidos en cuando a diferentes propuestas ya establecidas por artistas de


vanguardia como la libre intervención del azar, el automatismo o la incorporación de
objetos extra pictóricos, estas nuevas manifestaciones artísticas sumaron el concepto
de la sacralización del proceso pictórico. Este recurso se debe a que la elaboración del
cuadro era concebida como una progresión y confluencia de experiencias cambiantes.
Sabían de que manera comenzaban la obra, pero no como terminaría. La participación
del azar estaba completamente presente. También eran fieles a una concepción del
porvenir como incierto y subjetivo.

De manera unilateral, en el expresionismo abstracto norteamericano se


configuraron dos grandes bloques bien diferenciados entre ellos pese a compartir
algunas premisas comunes. Action painting o ‘pintura de acción’, denominación
acuñada por Rosenberg; aglutinaba todas las obras sobre las que el predominio del gesto
reinaba frente a los demás aspectos. Por lo tanto, se aprecia una pérdida del interés por
el uso del color. La expresión del artista y su gestualidad a la hora de ejecutar la obra
conforman su estilo e identidad artística. Esta vía de experimentación permite que
artistas como Jackson Pollock construya la técnica del ‘dripping’ en el año 1947. Entre la
crítica, estas manchas son llamadas accidentales, pero dentro de esta corriente del
expresionismo, los artistas del gesto no estaban a favor de permitir la cabida del
inconsciente. Estaban en contra de los presupuestos surrealistas que implicaban la
generación de imágenes evitando el proceso consciente. La toma de decisiones era una
actividad moral por parte del creador por lo que, como artista del gesto, las acciones de
Pollock sobre el lienzo no estaban completamente supeditadas a la intervención del
azar.

Jackson Pollock. Mural (1943) University of Iowa Stanley Museum of Art. Encargo a manos de Peggy Guggenheim.
Algunos de los artistas pertenecientes a esta corriente artística son Jackson
Pollock, Willem De Kooning, Lee Krasner y Joan Mitchell. Este primero de todos fue el
más conocido popularmente. Todavía se debate entre si es debido a sus compañías o si
es debido a su excelencia en el ámbito expresivo. Lo cierto es que este artista dejó atrás
la pintura de caballete para adentrarse en una de las grandes diferencias con el
informalismo europeo: la elaboración de grandes murales, el empleo de grandes
formatos. Cubrir una superficie de tales dimensiones implicaba la necesidad del empleo
de todo el cuerpo. Este concepto no se ve reflejado de igual manera en otro artista del
arte de acción.

Por otro lado, Color field painting o pintura de campos de color constituyó el otro
gran bloque. En esta vertiente cobra prioridad la incorporación de nuevos pigmentos y
la posibilidad de poder trabajar con una masa pictórica que no se limitaba al óleo gracias
a la invención de una resina alquílica. La pintura de campos de color retomaba el interés
en los componentes del color, su relación de pesos y masas. De esta manera, el proceso
y el potencial expresivo siguen teniendo gran relevancia, pero en esta corriente la huella
del artista pierde importancia. Es más, los grandes espacios pintados de un solo color
como se puede presenciar en la obra de Ad Reinhardt no dan cabida a mostrar la
gestualidad o la presencia del artista como muestra de su paso por el lienzo. A su vez, se
reduce el interés formal hasta casi ser imperceptible. Pertenecientes a este grupo fueron
Mark Rothko, Clyfford Still y Ad Reinhardt.

Contraponiendo estas dos corrientes con el informalismo europeo, podemos


encontrar que el que mas tiene en común con el tratamiento del movimiento en Europa
es el arte de acción. Esta declaración está motivada por la potencia expresiva de los
artistas informalistas introduciendo una violencia implícita dentro del proceso artístico
que no se encuentra en el expresionismo abstracto. La capacidad de los informalistas
por desgarrar, golpear, deformar los soportes pictóricos sobre los que trabajan se alejan
de los presupuestos plásticos del expresionismo. En el informalismo europeo, o art
informel, no se da la creación de dos bloques cerrados, en este movimiento podemos
encontrar diversas corrientes que desarrollan este movimiento hacia otros de diferentes
maneras. Algunos nombres que
reciben estos son art brut4,
tachismo o informalismo gestual,
matérico o espacialista.
En general, los artistas
informalistas no contemplan dos
veces la pérdida de las formas
conocida hasta entonces. Su
reacción es más radical que la
vista en Estados Unidos. Las
referencias hacia las estrategias
del dadaísmo con constantes. Se
Telegrama de Asger Jorn a Harry Frank Guggenheim, 1964
apropian de objetos

4Movimiento artístico que presenta como lo puro las representaciones primitivas e inocentes de la mano
de personajes no artísticos. Persigue la libertad intelectual empleando la influencia de dibujos de niños,
criminales y personas con problemas mentales.
encontrados, ‘object trouve’, y obras ya acabadas, las cuales intervienen ellos mismos.
Una de las acciones dadá que podemos encontrar dentro del informalismo europeo es
la desestimación de una oferta de Harry Frank Guggenheim a Asger Jorn en el año 1964.
Por el contrario, estas acciones no serán protagonistas del panorama norteamericano.
El sentimiento de enfado y desengaño que se vive dentro de Europa es mucho mayor
que en Estados Unidos, lo que provoca una diferencia a la hora de tomar decisiones en
la dirección que toma el arte abstracto. Dos puntos de desarrollo de este movimiento
muy importantes son el grupo CoBrA (acrónimo de Copenhague, Bruselas y Ámsterdam)
y la situación del informalismo dentro de España. La última de estas dos se diferenciará
de las características del movimiento en general debido al tinte de oscuridad que
muestran las obras de artistas como Tàpies o Saura. Este color tan sombrío muestra no
solo la consecuencia de la posguerra, sino además la instauración del régimen
franquista.

Antonio Saura. La gran muchedumbre, 1963, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Fotografía: Joaquín Cortés/Román Lores

CONCLUSIÓN

El progresivo desarrollo del arte abstracto surge como necesidad de una nueva
formulación del arte en un periodo de emergencia. Pese a la defensa de que ambos
movimientos se incluyen dentro de una misma premisa como origen, la terminología
que se utiliza hace referencia en mayor medida de la que creemos. El expresionismo
abstracto americano surge con este nombre como alabanza hacia la figura de Estados
Unidos, reforzando su imagen de libertador. Clement Greenberg aclara:

‘Estos pintores norteamericanos no pretendían ser avanzados. Pretendían simplemente


pintar buenos cuadros y firmar con sus propios nombres, y de hecho han “avanzado” en
busca de cualidades análogas a las que admiraban en el arte del pasado’.5

Esta afirmación se me presenta personalmente como una muestra pretenciosa de humildad. La


crítica que el mismo desarrolló en los Estados Unidos ya categorizaba como se debían pintar
‘buenos cuadros’ y ponía en relieve la firma del artista. Estos aspectos son impensables dentro
del informalismo europeo, donde los artistas seguían su código de verdadero arte como el que
engloba cualquier representación bajo la libertad del artista. La firma del artista no significa más
que fomentar -en palabras de Asger Jorn- ‘your ridiculous game’, como mencionaba en su carta.
Es por ello, que ambos movimientos deben de tener cohesión como formulaciones de un mismo
arte abstracto, pero siguiendo caminos diferentes.

5GREENBERG, C. (1979) “Pintura “tipo norteamericano”" en Arte y Cultura. Ensayos críticos, Barcelona,
Editorial Gustavo Gili, S.A. p.190
• BIBLIOGRAFÍA

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- Artículos:

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