ENTRADA: Hermanos BIENVENIDOS. Hoy, la Iglesia celebra la fiesta de la
Epifanía del Señor. Con esta fiesta continuamos el clima gozoso de la navidad, celebrando que Dios se ha encarnado y se ha manifestado en medio de nosotros. Como los magos también dejémonos guiar por la estrella de la fe, que nos conduzca a Dios y a adorarlo con alegría. En pie, cantamos.
PRIMERA LECTURA: Isaías, vislumbra un cambio para el pueblo, la
salvación no tiene fronteras, se dirige a todo hombre y a todos los hombres. Pongamos atención a la lectura.
SEGUNDA LECTURA: Pablo, expresa que la manifestación no tiene
preferidos, todos los hombres, son destinatarios de esta revelación. Escuchemos.
EVANGELIO: Los magos, ven en el pesebre la salvación envuelta en pañales,
Dios, esta de corazón abierto, a toda cultura, tradición y raza. En pie, cantamos el Aleluya.
OFERTORIO: Señor, qué pequeños y limitados somos, que de los mismos
dones que Tú nos has dado, te ofrecemos el Pan y el Vino, a ellos, la acción de tu Espíritu, los transformará en tu Cuerpo y en tu Sangre. Cantamos.
COMUNIÓN: La Eucaristía, es el Sacramento del amor de Dios, en el, Cristo se
nos da como Pan de Vida, como alimento de vida eterna. Si estamos preparados, acerquémonos a la Mesa del Señor y en la fe, hagámonos uno con Él. Cantamos.
DESPEDIDA: Hermanos regresemos como aquellos hombres, que vinieron con
la ansiedad de quien busca y se marcharon con el gozo del que ha encontrado lo que tanto buscaban. La estrella sigue brillando, anunciemos con alegría, la Buena Nueva, que se nos ha dado hoy. Nos despedimos cantando.
Domingo, 07 de enero de 2023
ACCIÓN DE GRACIAS
Bendito seas, Señor Dios, padre de todos los hombres,
porque tu amor salvador no tiene fronteras de raza ni lengua. Hoy alcanza a todos los pueblos tu salvación por Cristo.
Él ha dejado su obra y Evangelio en nuestras manos,
como antorchas encendidas para prender fuego a la tierra.
Pero nosotros somos luz que se esconde y sal desvirtuada.
Perdona nuestra cobardía y comodidad que todo lo malogra,
y llénanos de la fuerza, valentía y audacia de tu Espíritu para poder manifestar hoy tu rostro a nuestros hermanos que preguntan por ti en la desierta soledad de tu ausencia,
Así te manifestaremos presente hoy entre los hombres.