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MONICIÓN DE NOCHEBUENA

MONICIÓN DE ENTRADA

Buenas noches queridos hermanos y hermanas.

Noche Santa y Misteriosa. Dios ha descendido de los cielos y se reviste de nuestra frágil
humanidad.

Hoy, en estas horas de la noche, es el Amor de Dios quien habla e ilumina nuestros más
profundos sentimientos; y en la confianza de que, Dios, ha venido para quedarse junto a
nosotros; solo nos pide abrirle el corazón para acogerlo.

Hoy, en el pesebre, hay lugar para todos, para todo aquel que, sintiéndose tocado por el Misterio
de la Navidad, se asombra ante la estrella, expresa su alegría con los cantos, hace efectiva su
fraternidad por la caridad con los demás o se arrodilla ante un Niño que nos trae una gran
noticia: ¡DIOS ES AMOR!.

Nos ponemos de pie, para recibir a nuestro celebrante.

ENCENDIDA DE VELA BLANCA

Te alabamos, Señor, porque al encender este cirio blanco en Navidad queremos expresarte que
Tú eres Nuestra Luz y que queremos estar más abiertos al amor y a la comprensión. Sé Tú
nuestra Luz y no permitas que cerremos nuestro corazón al prójimo. En esta Navidad sabemos
que caminamos hacia una nueva vida y que nuestros cantos en torno al pesebre son signo de
nuestra gozosa comunión con Dios y con todas las personas. Te alabamos, Señor, porque
podemos hacer Navidad siempre que tendemos una mano con cariño, siempre que escuchamos
con comprensión, siempre que trabajamos por los demás sin interés. Te alabamos, Señor,
porque te has manifestado a los hombres y mujeres en rostro de niño para que te conozcamos;
porque Belén está siempre dentro de nosotros cada vez que nos alegramos con los demás, cada
vez que somos capaces de descubrir a Dios en la sonrisa de un niño. Te alabamos, Señor, porque
naces en nosotros cuando somos capaces de levantar a alguien que está hundido, cuando somos
capaces de compartir el camino, cuando somos capaces de intentar siempre algo nuevo. Al
encender esta vela, Señor, Te pedimos, Señor, por todos nosotros, por nuestros familiares y
amigos; que seamos siempre instrumentos de Paz y Bien y testigos de tu amor misericordioso.

ACTO PENITENCIAL

Hijo de Dios, que, nacido de María, te hiciste nuestro hermano: te pedimos perdón por las veces
que no sentimos al prójimo nuestro hermano y no lo ayudamos en sus necesidades como Tú nos
ayudaste en nuestras fragilidades: Señor, ten piedad…

Hijo del hombre, que conoces y comprendes nuestra debilidad: Te pedimos perdón por todas
las veces que no abrimos nuestro corazón a tu misterio de amor en nuestras familias que cura
nuestras debilidades. Cristo, ten piedad…

Hijo primogénito del Padre, que haces de nosotros una sola familia: Te pedimos perdón por
todas las veces que no hemos sido signos de unidad en nuestras iglesias domésticas. Señor, ten
piedad…
GLORIA

Ven, Señor Jesús. Así decíamos incesantemente durante el tiempo de Adviento; pero hoy
sabemos que Dios cumple sus promesas en el Niño de Belén; por eso, con el corazón lleno de
dicha, nos unimos al coro de los santos y de los ángeles, para cantar la gloria de nuestro Dios.

Mientras las ñustas se acercan con el Niño Jesús para presentarlo ante nuestro sacerdote Padre
Carlos Rea, presenciamos como es colocado en el pesebre y con ello, simbolicemos
interiormente que cada uno de nosotros desde su realidad familiar coloca en el pesebre de su
vida familiar a Jesús para que reine y bendiga eternamente. Entonemos juntos el canto del
gloria.

Cantemos gozosamente la gloria al Señor. Aquella noche en Belén los ángeles anunciaron el
nacimiento de la Vida. Hoy, nosotros, que como los pastores hemos venido aquí para contemplar
al Dios hecho hombre, nos unimos a su cántico con todo nuestro corazón.

LECTURAS EN GENERAL

La Palabra de Dios, desde la perspectiva de la fe, siempre nos regala motivos para descubrir el
querer de nuestro Dios; por eso, en esta noche santa, ella hará énfasis en tres vivencias
necesarias para el creyente: La primera es que Dios cumple sus promesas; la segunda, Él hace
su obra en lo frágil; y, la tercera, que Él camina siempre a nuestro lado: es Dios con nosotros.

PRIMERA LECTURA

Escucharemos a continuación el relato del profeta Isaías, que nos trae esa buena noticia del
Príncipe de la paz, la luz que iluminó las tinieblas y nos liberó de la opresión del pecado, para
instaurar entre nosotros un nuevo reino, un reino de justicia y derecho. Escuchemos…

SALMO

El salmo 95 prolonga la alegría del anuncio de la primera lectura con un canto de victoria, al que
la antífona da un claro color cristiano: "hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor".

SEGUNDA LECTURA

San Pablo, en la carta a su discípulo Tito, a quien había encomendado la comunidad de Creta,
habla de dos "apariciones", la que ya sucedió, al encarnarse Cristo Jesús en nuestra historia, y la
que esperamos al final de los tiempos. Para el tiempo intermedio entre esas dos apariciones,
San Pablo nos da unas consignas para la conducta de los cristianos.

EVANGELIO

Escucharemos del evangelio de San Lucas un relato que nos describe la forma humilde y sencilla
en que el Rey de Reyes y Señor de Señores nace en Belén. Un gran acontecimiento por el que
cielos y tierra bendicen y alaban a Dios, como nosotros lo hacemos esta noche. Nos ponemos
de pie para la proclamación del Santo Evangelio y cantamos el Aleluya.

“Hoy os ha nacido un Salvador”

PETICIONES

1) Que tu Iglesia, Señor, llena de renovada alegría por la celebración de tu nacimiento, sea
inundada por la fuerza de tu Espíritu Santo y siga siendo mensajera de esperanza al
mundo.
2) Que nuestro país que vive el festejo de la Navidad, para que sintamos los llamados que
nos haces a la justicia y a dar sentido a la historia desde el misterio de tu Encarnación.
3) Por todos aquellos que se resisten a acoger al niño Jesús como Salvador, para que el
amor de Dios toque sus corazones y los lleve a aceptar éste gran misterio y la vida
verdadera que Dios nos ofrece.
4) Que nuestros niños, signo de esperanza e inocencia en nuestras familias y comunidades,
sean sostenidos por tu gracia y cuenten con todo nuestro compromiso para su cuidado.
5) Que esta comunidad, la cual has convocado en tu amor, viva la alegría del Evangelio
durante estas fiestas y se fortalezca en santidad a la hora de compartir las adversidades.

OFERTORIO

Como José y María que presentaron lo mejor de sí mismos para recibir con humildad y dignidad
al Señor de señores, abramos nuestro corazón a la gracia del Dios con nosotros para que
gocemos de su misericordia y salvación.

Presentemos nuestras ofrendas en el altar.

LOS CIRIOS ENCENDIDOS

Señor, esta luz representa tu propia vida en medio de nosotros. Ilumina nuestro camino
a recorrer. Que nuestras almas vivan eternamente encendidas en tu amor, que cada
uno de nosotros podamos así brillar en nuestros hogares. Te prometemos mantener
siempre encendida tu llama en nuestros corazones.

EL PAN Y EL VINO

Señor te ofrecemos el Pan y Vino, signo de entrega y comunión fraterna. Que sean para
nosotros, y para todos los niños del mundo, Pan de vida y Vino de salvación.

LAS FLORES

Te ofrecemos estas flores, Señor, como símbolo de vida, de unión, de alegría y nuestro
anhelo de vivir siempre en amor y amistad contigo en esta Navidad y siempre.

PINTURAS

Te ofrecemos estos baldes de pintura, que simbolizan nuestro deseo de mantener


hermoso tu Templo, Señor, con ello, hermosea nuestro templo interior con la pintura
de tu Inocencia, Niño Jesús.

LA BIBLIA

Señor te ofrecemos la Biblia, nuestro alimento espiritual en el que nos apoyamos para
creer y vivir en esperanza. Con él te ofrecemos nuestro afán de cada día para cumplir tu
voluntad, solidarizándonos con tu rostro sufriente, Niño Bendito.

MANTELES

Traemos ante tu Altar, Señor, estos manteles, símbolo de nuestro deseo de ser
instrumentos en este camino de salvación donde reposa tu Cuerpo al Consagrase, con
ello, queremos que reposes en nuestras familias, Niño de Belén.

CANASTAS NAVIDEÑAS
Señor te presentamos estas canastas navideñas, fruto del trabajo que se utilizan para el
sustento de muchas familias. Te pedimos que no falten en ningún hogar el símbolo de
la canasta de la solidaridad de compartir el pan con el Cristo que nace día a día en las
calles del dolor y de la necesidad.

JUGUETES

Señor, estos juguetes nos sirven como entretenimiento y para juegos infantiles, los
ofrecemos a tantos niños y niñas que no han tenido la oportunidad de entretenerse con
algo por la crisis económica.

FAMILIA

Te presentamos, Señor, a todas las familias de Laderas, Dos de Junio y Los Pinos,
sumadas a las familias visitantes, para que en cada hogar nazcas en gracia y bendición.

COMUNIÓN

La salvación de Dios brilla en las tinieblas. Los ángeles aclaman a quien en un pesebre y en este
altar se hace verdaderamente presente. Unamos, pues, nuestro corazón a Cristo, para que al
comulgar con él, aspiremos a la dicha de los santos. Nos acercamos a comulgar a Aquel Niño
Jesús que se hizo Carne para redimirnos con su Divinidad a nuestra frágil humanidad.

ADORACIÓN AL NIÑO

Nos acercamos como Iglesia a adorar al Niño Jesús, a reconocer su Divina Inocencia y Ternura
como portadora de fuerza en la debilidad y bendición en el día a día de nuestros hogares.

DESPEDIDA

Ahora que somos testigos del nacimiento del Niño Jesús, vayamos a compartir esa alegría con el
mundo, especialmente con aquellos familiares nuestros que aún no han contemplado su gloria
¡FELIZ NAVIDAD!

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