1. Mayor disciplina presupuestaria; 2. Leyes más avanzadas; 3. Menoscabo de la
competencia; 4. Mayor especialización; 5. Menor incertidumbre monetaria; 6. Pérdida de soberanía monetaria; 7. Interdependencia en la zona euros; 8. Más poder de negociación frente a terceros países. 9 Desarrollo de actividades conjuntas; 10. Más posibilidades de formación y trabajo. 11. Desequilibrios entre regiones. 12. Pérdida de soberanía en política exterior. 13. Polarización del comercio.