Está en la página 1de 11

SWAYTHLING

PLACE
Francisco A. Roldán
“cómo habitamos nuestro espacio vital de acuerdo con todas las dialécticas
de la vida, cómo nos enraizamos, de día en día, en un ´rincón del
mundo´…”
“Poética del espacio”, Gastón Bachelard

2
do you really smile…?

la noche que inmfluye resulta una serie disciplinada y distante, como atonal.

mientras tanto, desde la inquietud de este dojo, esos destellos trazan otra
suavísima invitación hacia la desmesura:

besos procaces -secretos- para la ínfima tenacidad de la memoria

3
el general rozas revisita a los o´gorman

durante mis ejercicios matutinos, dos imágenes continúan


atravesándose a un lado y otro de mi incipiente pasado: sin descanso,
sin alguna razón de importancia que no fuese su mismísima
descomposición, o su vulgar estallido.

desde entonces, solo respiro para mantenerme exhausto

4
asanas a la vera del río

inhalo profundo. sobre el horizonte, bajo mi ausencia, aún se divisan los


contornos de esas ocho cañoneras francesas. exhalo bien largo, como
queriendo persistir en la alternancia de esos destinos

formas oblicuas enroscándose sobre delgadísimas fibras color punzó…?

rojo y maíz, retaceando algunas formas definidas del vacío

5
swaythling place

solo, en la incomodidad de mi cuarto: siete varas de largo por seis de ancho.


un ventanal al costado. entrada al frente. dentro, una pequeña mesa muy
baja con algunas frutas y confituras, papeles sueltos, libros, dos o tres
caligramas y otros objetos. el extremo derecho de la mesita se encuentra
siempre libre y es allí donde apoyamos la jarra de agua y los platitos con
nuestra refección diaria.

no deseo más de lo que ya no deseo

6
acampa, ordena, respira

su mirada permanece fija, ajena frente al vaivén de las llamas.

de repente, un crujido en la hojarasca lo sacude: lo devuelve al mundo como


si fuese algo más precario que una simple criatura irradiada. deja de pensar.
ahora se mueve. tiembla en su memoria. con sus manos va pelando
lentamente una naranja, torciendo su muñeca a intervalos regulares.
transpira. suda. enmudece.

con la noche, la cáscara comienza a endurecerse sobre la hierba,


resistiéndose al insomnio de las llamas y al mandato licencioso del escriba

7
untitled

un destello inusual sostiene a la madrugada: y desde allí percibo cada


pequeñísima mudanza sobre este fleje de luz

de repente, veo esa pluma que desciende impávidamente en la


distancia: displicente, senil.

nadie puede ya dormir en esta casa…

8
garcía del molino se presenta ante rozas, y lo pinta en
el mismo momento en que lo imagina1

la siesta soleada, y unas figuras cuya incredulidad se asemejaba al rumor de


las alfalfas sobre las brumas de mayo

ya no estábamos en el campo, donde nada es tan preciso y aparente como


esta nada misma

y una memoria que sangra y suda -resiste, olvida- lo es…? la nada o su


recuerdo, y la pintura de instantes como una cosa tenue y laboriosa, de una
tenacidad acaso condescendiente, minuciosa, también lo es…?

si tuviese que escribirlo, diría que éste -mi último retrato- me confina en la
escafandra al mismo tiempo que en la singularidad de la mariposa.

a su manera, del molino me lo dijo: ´pinto solo para olvidarle, general.


atravesarlo y olvidarle, y nada más …´

1-
Fernando García del Molino fue considerado como ´el pintor de la federación´. Viajó invitado por Manuela
Rozas y Máximo Terrero a Inglaterra, donde pintó un retrato del general Rozas anciano.
9
correspondencia leída a media madrugada en
Inglaterra

despedidas
y el maridaje inesperado entre el ensueño y su más preciosa
impaciencia: lo notarías…?

y allí estaría yo, alineado sobre esa inhóspita cadena de reminiscencias


y de recuerdos finísimamente enarbolados tras su delación en mi
memoria.

el dolor, la luz interna del dolor y esa humedad destilada para la dulce
tenacidad de mis plegarias:

´volver y brillar. brillar y seguir. seguir y escampar como pequeños


resplandores vacíos…´

10
Nota

(libro [del latín liber, libri]: “conjunto de hojas que forman un


volumen…” )

he intentado comprender -una y otra vez- los efectos que producen en


mí ciertas ecuaciones o pactos, como por ejemplo los de la firme
escritura noctámbula con su impalpable, resbaladiza lectura de
noviembre. en verdad hay muchos pactos que me instalan, me
constituyen, pero todos, o casi todos, forman parte de éste.
para nosotros, escritores del retorno y del olvido, todo libro es
confusión. próspera, espontánea, vital. allí convive la posibilidad de
entrever algunos pliegues epicúreos limitados por lucrecio, con afeites
de juanele celosamente versionados por lezama u octavio paz.

qué de cierto hay en esta afirmación y cuánto de impotencia a la


vez…?

este brevísimo acuerdo, hecho apenas de seis textos, es parte de esa


furiosa búsqueda de la contigüidad, de su olvido o de su confusión.

Francisco A. Roldán.
Rosario, noviembre de 2006

11

También podría gustarte