Está en la página 1de 1

no es el tacto, ni su levísima ropa, lo que deshaces rumbo a esa

impalpable alegoría nocturna.

avanzarías, rendida, sin tu divina insolencia…?

o por contrario: irías directo a la escritura del deseo, solo para aprender a
deshacerte plácidamente frente a mi…?

ni el deseo, ni el goce: solo un beso como distancia infinita

También podría gustarte